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ESCUELA SISTÉMICA

DE MILÁN

De 1971 a 1980
HISTORIA
• La escuela de Milán se desarrolló en la década de 1971 a 1980 a través de las
investigaciones del equipo formado por MARA SELVINI, PRATA, BOSCOLO
y CECCHIN.
• Al finalizar esa década, el equipó se disuelve en dos:
• 1.-Mara Selvini y Prata permanecieron juntas algunos años
• 2.-Boscolo y Cecchin crean otro Instituto.
• Representantes: Mara Selvini Palazzoli, Giuliana Prata, Gianfranco Cecchin, y
Luigi Boscolo
EL EQUIPO DE MILÁN  COMPARTÍA LAS SIGUIENTES HIPÓTESIS CENTRALES:

• La familia es un temas se gobierna así mismo  y se autocorrige  a través de


las reglas que se constituyen  en el tiempo por ensayos y error, indicando
que es permitido o no en la familia y en la relación de cada uno de sus
miembros con los demás.
• Toda conducta verbal o no verbal es una comunicación que afecta a otros
y provoca en ellos una respuesta  que a su vez es una conducta de
comunicación.
• Las familias que manifiestan conductas que tradicionalmente se
diagnosticaban como patológicas en uno o más de  sus miembros, se rigen
por normas peculiares en las que las conductas, la comunicación y la
respuesta mantienen estas reglas. Entonces si las conductas no son
patologías, sino que son la expresión de  relaciones particulares, bastara
con intentar cambiar las reglas para que las conductas sintomáticas 
desaparezcan.
DESCRIPCIÓN DEL PROCESO
DE ATENCIÓN.
• El equipo de Milán en 1980 describe su método de entrevista, que ha sido una guía
para muchos terapeutas sistémicos.
• El equipo está formado por dos terapeutas hombres y dos terapeutas mujeres Para
equilibrar al equipo en cuanto a cuestiones de género.
• El intérvalo entre cada una de las sesiones es de un mes, se justifica porque según
ellos los efectos de la entrevista y la intervención final se digieren de forma lenta,
puesto que con el tiempo los efectos son más visibles. Se contratan como máximo
10 sesiones. (Feixas, G., Muñoz, V., Victoria, F., Montesano del Campo, A., 2016).
PRINCIPIOS Y TÉCNICAS DE LA
TERAPIA
En sus orígenes, el modelo de Milán presuponía que a la terapia fueran siempre convocados todos los miembros de
la familia nuclear. La evolución del modelo terapéutico ha llevado a aceptar aquello que el sistema familiar
“escoge” traer a la terapia.
Se ha pasado así al principio de que venga aquél que desee venir. Ahora se tiene la convicción de que la
convocatoria de subsistemas familiares definidos al interior de la terapia, es un instrumento esencial para el proceso
terapéutico, incluso para facilitar no sólo las acciones del terapeuta, sino también los momentos cruciales, como es
la definición de los objetivos.
Asimismo, en el transcurso de las terapias definidas como familiares, el convocar a un subsistema puede tener
efectos de importancia. Esta modalidad permite a los terapeutas, por una parte, ser colaboradores con la familia que
tiene dificultades en presentarse en conjunto a la terapia, por otro lado, crear en la familia espacios de diferencias
que permitan el surgimiento de nueva información.
• Convocatoria “horizontal”. Por ejemplo ambos padres o el grupo de
hermanos de la familia. Permite definir y reevaluar los límites generacionales
y la eventual diferenciación –o falta de la misma– (Minuchin, 1974).
Convocatoria “vertical”. Por ejemplo convocar a madre e hija, muy útil en
casos de anorexia, o bien aquélla –muy usada actualmente– de padre e hijo,
que aparece como particularmente adecuada en los casos en que es necesario
reforzar la identificación masculina del hijo o disminuir la distancia percibida
por el padre. Este tipo de convocación ha tomado para nosotros, últimamente,
un sentido muy significativo. Convocatoria individual
Tres directrices para organizar la intervención:
CIRCULARIDAD, NEUTRALIDAD E HIPOTETIZACIÓN. 
(Palazzoli y cols, 1980) 

• Circularidad
• Consiste en invitar a los consultantes, a través de nuestro modo de indagar, a
percibir la queja desde una perspectiva sistémica, en la que la causalidad es
circular y las conductas están conectadas entre sí.
• Una pregunta lineal es aquella que invita a buscar la causa de lo que ha ocurrido.
• Un ejemplo: “¿Por qué llegaste tarde a casa?”
• Al proponer preguntas de tipo circular, además de obtener información, se alcanza
simultáneamente el objetivo de guiar a los usuarios para que adquieran una nueva visión
del problema, facilitando que perciba conexiones entre distintos hechos, pasados o
futuros.
• Siguiendo con el mismo ejemplo, podríamos indagar sobre la misma cuestión de un
modo circular:
• "¿Quién se mostró más enojado de que llegaras tarde a casa?" o incluso más allá:
"¿Quién consigue calmar a tu madre cuando se enfada contigo por llegar tarde a casa?“
• Esto implica que la propia entrevista es en sí una intervención, ya que puede
promover cambios sin necesidad de prescribir tareas o poner en marcha técnicas
adicionales. El cambio se suscita a través de las implicaciones de las preguntas del
profesional (Penn, 1982).
Neutralidad
• Es la capacidad del profesional de no tomar partido por ningún miembro,
presente o ausente en la intervención, al mismo tiempo que se está del lado de
todos a la vez.
• Cuanto más asimilamos la epistemología sistémica, más interesados estamos en
reencuadrar la información y menos en hacer juicios de cualquier clase.
• El hecho de emitir un juicio cualquiera, sea de aprobación o de desaprobación,
implica inevitablemente, una coalición con alguna de las partes.
• Siendo neutral se evita formar parte del juego familiar y facilita la capacidad de
introducir algo nuevo en el sistema, de cambiar las reglas del juego.
• La ausencia de confrontación y alianzas permite que accedan con más facilidad a
una solución eficaz de su problema. No obstante debemos tener en cuenta que en
ocasiones podemos romper esta regla como estrategia para desestabilizar el
sistema, como hacen desde el modelo estructural.
• Es casi imposible no posicionarse en ningún momento, especialmente cuando
varios usuarios están confrontando durante la propia entrevista, el hecho de
prestar atención a una de las partes puede ser interpretado por la otra como una
ligera coalición, lo importante es que cuando acabe la intervención todos se
vayan con la sensación de haber sido escuchados  y apoyados en iguales
condiciones.
Es casi imposible no posicionarse en ningún momento, especialmente
cuando varios usuarios están confrontando durante la propia
entrevista, el hecho de prestar atención a una de las partes puede ser
interpretado por la otra como una ligera coalición, lo importante es
que cuando acabe la intervención todos se vayan con la sensación
de haber sido escuchados  y apoyados en iguales condiciones.
Hipotetización
• La hipótesis, como tal, no es ni verdadera ni falsa, sino más
o menos útil. Su función esencial es la de proporcionar una
guía para obtener nuevas informaciones que la confirmarán,
refutarán o modificarán. Si la hipótesis resultara errada, se
deberá formular otra basada en las respuestas que nos dan.
El uso de hipótesis permite al profesional tomar la iniciativa, actuar con
orden, controlar, interrumpir y guiar la entrevista, evitando así, quedar
atrapado en conversaciones desprovistas de valor informativo.
Entendemos por hipó­tesis una suposición hecha para estable­cer un
razonamiento sin referencia a su verdad, sirviendo de punto de partida para
una investigación.
Para que una hipótesis se considere sistémica deberá incluir a todos los
miembros, aunque con diferentes influencias, y proporcionarnos una
suposición relativa a todo el funcionamiento relacional.

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