Está en la página 1de 50

TRASPLANTES DE ÓRGANOS Y

BIOÉTICA

BIOÉTICA
EL TRASPLANTE DE ÓRGANOS

El tema de trasplante de órganos, sea de donante vivo o de


cadáver (con muerte encefálica), plantea numerosos y diversos
aspectos éticos y también legales, algunos de ellos dependientes
del tipo de trasplante. Los tópicos más relevantes se relacionan
con:
• El concepto y aceptación cultural de la muerte encefálica
• La voluntariedad y gratuidad de la donación de órganos,
• Los sistemas de procuramiento de órganos
• La asignación de órganos de acuerdo a prioridades establecidas
ante su escasez.
EL TRASPLANTE DE ÓRGANOS
• Lo primero a considerar es tratar de precisar los valores en juego en
la situación de donante que de alguna manera entran en conflicto,
dejando de lado los aspectos sociales, la escasez de órganos, así
como todo lo técnico y detalles legales. Estos valores encontrados
son:
El derecho a la vida, salvar una vida y al mismo tiempo encontrarle
sentido al final de otra vida.
 El misterio de la muerte,
 La generosidad de la donación,
 El respeto a la voluntad o las creencias de la enferma terminal.
 El respeto a los sentimientos y dudas de su familia.
• En la decisión de donar los órganos del cuerpo de un familiar fallecido, entran en juego
en primer lugar conceptos acerca de la propiedad y del respeto al cadáver. El cuerpo se
reconoce a los familiares el derecho a disponer de él, de acuerdo a las voluntades
expresadas con anterioridad por la persona fallecida y a los criterios propios de cada
familia.
• Con frecuencia el tema no ha sido tratado de manera anticipada y las familias se ven en
la situación, de tener que decidir en tiempo breve y en medio del dolor por la pérdida, si
se acepta la donación de órganos. De la decisión familiar depende que se retiren de
inmediato las medidas de soporte vital como drogas vasoactivas y ventilación mecánica, o
que se mantengan por algunas horas hasta la extracción de los órganos si se acepta la
donación.
• Para poder tomar esta decisión resulta necesario que la familia comprenda, que la muerte
encefálica se ha establecido mediante pruebas rigurosas aceptadas por normas clínicas
y legales, y que por lo tanto la persona ya ha fallecido. La incomprensión de la muerte
encefálica con el temor de que se le acorte la vida al enfermo por el interés de beneficiar
a un enfermo más recuperable puede ser motivo del rechazo de donación de órganos.
EL TRASPLANTE DE ÓRGANOS

• La donación de órganos de cadáver y su aceptación familiar se fundamentan en


una ética de la donación que implica generosidad, solidaridad y contribución al
bien de una persona desconocida cuya vida se puede salvar, pero junto a estas
razones se basa también en el respeto a la autonomía de la persona fallecida.
Ella la ha ejercido en vida y después de su muerte se respete sus criterios y
valores en relación a la donación.
• Si no se conoce esta voluntad anticipada, las familias enfrentan la dificultad de
representar la voluntad de la persona fallecida, la decisión recae exclusivamente
en los familiares y legalmente se reconoce este derecho, en orden preferente al
cónyuge y a los hijos mayores de edad.
• Entre otras razones para el rechazo de donación de órganos, se incluyen el
temor a la mutilación del cuerpo o intervenciones que faltarían el debido respeto
al cadáver de un ser querido, y se aducen razones religiosas.
EL TRASPLANTE DE ÓRGANOS

• Se requiere que la familia tenga comprensión y aceptación de la muerte


encefálica, confianza en que el cuidado y tratamiento de los enfermos
terminales no depende de que sea o no donante, y una conciencia social
solidaria que lleve a aceptar procedimientos que pueden demorar y
dificultar las acciones propias de las primeras horas posteriores al
fallecimiento.
• Respecto a la asignación de órganos, se busca evitar sesgos o formas de
presión económica o social o política y basar la asignación de órganos
estableciendo prioridades que incluyen la histocompatibilidad, probabilidad
de éxito, patologías asociadas, tiempo en lista de espera, la edad y para
algunos órganos la gravedad del enfermo. Sin embargo, estos criterios se
postergan en los casos que se califican médicamente como urgencias o
prioridad médica.
• Se ha establecido que la donación de órganos sea gratuita, que no
exista ninguna forma de compensación para el donante, pero que
todos los gastos relacionados al procuramiento de los órganos
corresponden al sistema de salud receptor.
• Se considera que la donación debe ser también anónima, que ni
receptores de órganos ni familiares del donante deben conocer la
identidad del otro.
• Sin embargo, el anonimato no es un dogma y en la práctica, a pesar
de esta disposición, existen casos en los cuales se llega a conocer
quien fue el donante o a quien le fueron trasplantados sus órganos.
Son casos de receptores que son informados por los medios el
mismo día de la intervención o casos que se encuentran en una
misma institución.
MUERTE CEREBRAL
Bioética de los Trasplantes

• La existencia de dos personas contrapuestas para la posibilidad de realización


del trasplante es el motivo que da origen a la legislación, y es la razón por la que
surgen cuestiones morales alrededor del trasplante. Porque el donante vivo tiene
intereses legítimos que deben ser respetados escrupulosamente, y aunque el
donante cadáver no tiene intereses, nosotros sí tenemos obligaciones de respeto
hacia ellos.
• Los trasplantes se rigen por los principios éticos y legales de voluntariedad,
altruismo, gratuidad, anonimato y equidad.
• Partiendo de la existencia de niveles entre principios, debemos asegurar que la
práctica del trasplante respeta estrictamente el PRINCIPIO DE JUSTICIA. Esto
es, que no habrá discriminación injusta alguna, que se garantizará la igualdad de
oportunidades entre las personas a la hora de determinar quién es o quién puede
ser donante, y exactamente igual, quién es o quién puede ser receptor.
• Respetar el principio de justicia obliga también a no hacer publicidad de
la necesidad del trasplante concreto. Esto es, a no difundir la necesidad
que una persona tiene de un órgano concreto, cuestión que ha de
mantenerse en el anonimato y la confidencialidad.

• Anónimo y confidencial debe ser también el nombre del donante y el del


receptor, para evitar, entre otros, la posibilidad de presiones indebidas
desde la familia del donante hacia el receptor. En la donación de vivo, casi
por definición, o al menos por sus propias características casi siempre,
este carácter de confidencialidad y anonimato no existe, por lo que el
esmero en la evitación de presiones ha de ser más exigente.

• Para respetar el otro principio del primer nivel, el de NO MALEFICENCIA,


en el caso de que el donante sea un donante cadáver, se debe especificar
con claridad y concisión el proceso de determinación diagnóstica de la
muerte encefálica y vigilar su estricto cumplimiento.
• Se debe asegurar que la donación respeta la voluntad expresada en vida
por el paciente y parece aconsejable éticamente preguntar a sus familiares
al respecto. Su realización refuerza los valores comunitarios de la
solidaridad y el altruismo y ayuda a las familias a superar el dolor de la
pérdida de un ser querido.
• En el caso de donante vivo, se debe asegurar que la donación es fruto de
una voluntad libre, consciente, conocedora de los riesgos en que incurre
por el hecho de donar y no presionada ni económica ni moral , ni
socialmente. No hacerlo así sería maleficente para el donante, además de
injusto.
• Es absolutamente necesario recordar el obligado respeto ético y legal que
por la autonomía del paciente deben tener los profesionales de la salud.
No olvidar que los profesionales de salud son agentes morales, que deben
reflexionar sobre la moralidad de lo que hacen (y de lo que dejan de hacer) y
que ello debe llevarlos a hacer lo que creen indicado técnica y éticamente y
a no hacer lo que se considera inadecuado, incluso llevando la contraria al
paciente. Los profesionales no son una empresa de servicios, sino
profesionales con responsabilidad técnica, legal y moral.
Toda la actividad trasplantadora debe tener un objetivo claro: ser
BENEFICENTE para con los pacientes y, al mismo tiempo, actuar de
manera justa y responsable también respecto de la sociedad. Ello obliga a
trabajar con la más elevada calidad técnica y humana en todas y cada una
de las actuaciones que al final hacen posible la realidad del trasplante:
 Desde el tratamiento a los pacientes
 Al diagnóstico de la muerte cerebral.
 La información a las familias y la solicitud del consentimiento familiar.
 El respeto al cuerpo del cadáver.
 El anonimato y la confidencialidad de los datos.
La elaboración y el cumplimiento estricto de los criterios de selección
de donantes y receptores, así como los de la distribución de los
órganos.
La realización de campañas de sensibilización pública sobre la
necesidad de órganos.
 La defensa de los valores de la solidaridad y el altruismo.
 La información veraz sobre de las actuaciones con fallos y aciertos.
Indicaciones de los Trasplantes
• En el campo de las indicaciones, enfermedades que hasta hace poco se
consideraban contraindicaciones formales, tanto para la donación como
para recibir un órgano, están en proceso de revisión y eliminación de la
lista de exclusiones, entre ellas determinadas hepatitis, la infección por el
virus de la inmunodeficiencia humana, etc. Algo similar está pasando con
los límites de edad. Son éstas cuestiones que deben ser analizadas
detenidamente para evitar discriminaciones de cualquier tipo que
conduzcan a injusticias en la distribución de los recursos.
• El principio de anonimato queda excluido en el trasplante de órganos de
donante vivo porque la donación altruista de vivo entre extraños es
aceptada solamente en algunos países como Estados Unidos, pero no en
nuestro medio, por lo que lo más habitual es que donante vivo y receptor
estén unidos por vínculos genéticos y/o emocionales, es decir, se
conozcan entre sí y tengan relación o vínculo familiar de algún tipo y, por
tanto, el anonimato sea imposible de mantener para la realización de estas
práctica.
TRASPLANTES DE ÓRGANOS NO VITALES

• El éxito de los trasplantes de órganos sólidos (riñón, hígado, corazón) ha


llevado a la expansión de los tipos de órganos candidatos a trasplantes.
Los trasplantes de órganos llamados "no vitales", por ejemplo, mano,
laringe y tráquea, células troncales y útero, parecen conducir el trasplante
en una nueva dirección.
• Más que sustituciones de órganos que salvan vidas directamente, estos
nuevos trasplantes buscan, en cambio, aumentar la calidad de vida de los
receptores. Es ésta la mayor diferencia entre ellos.
• Para estar éticamente justificados, estos nuevos trasplantes no sólo deben
maximizar la supervivencia del injerto y del receptor, sino también el
bienestar de éste y la mejora de su calidad de vida.
• La Organización Nacional de Donación y Trasplante (ONDT) del Perú se crea mediante
Ley Nº 28189 “Ley General de Donación y Trasplante de Órganos y/o Tejidos Humanos” y
es reglamentada a través del Decreto Supremo Nº 014-2005-SA, cuenta con un
representante de las siguientes instituciones:
• Ministerio de Salud
• EsSalud
• Ministerio del Interior
• Ministerio de Defensa
• Asociación de Clínicas Particulares
• El Decreto Supremo Nº 023-2005-SA del 1 de enero de 2006, aprueba el Reglamento de
Organización y Funciones del Ministerio de Salud, crea estructuralmente a la ONDT.
• Ley N° 29471 (2009) modifica la Ley N° 28189, promueve la obtención, donación y el
trasplante de órganos y tejidos humanos: acta de consentimiento para la donación
voluntaria de órganos o tejidos ante el establecimiento de salud, es de carácter
confidencial, y que puede ser revocada solo por le propio donante y crea las unidades de
procura de órganos y tejidos en los establecimientos de salud autorizados por el MINSA..
El MINSA tiene el registro centralizado de las actas de consentimiento de donación de
órganos y tejidos; ninguna autoridad administrativa o judicial puede disponer de la
información que revele la identidad del donante.

También podría gustarte