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VERACRUZ
01 DE JULIO DE 2022
PRINCIPIOS GENETICOS EN MATERIA DE TRANSPLANTES
En 1984, 1a Ley General de Salud publicó, en su título decimocuarto, la
reglamentación para el control sanitario de la disposición de órganos, tejidos,
células y cadáveres de seres humanos. Por otra parte, el reglamento interior de la
Secretaría de Salud señala en su artículo 23, que es atribución de la Dirección
General de Regulación de los Servicios de Salud el control y vigilancia sanitaria de
la disposición de órganos, células y cadáveres de seres humanos.
2. La convicción de que el fin no justifica los medios sino que, al revés, muchas
veces son los medios los que justifican y hacen buenos los fines.
Muchos han sido los retos científicos, técnicos y éticos a los que se ha tenido que
dar respuesta para llegar a la situación actual. Y muchos y variados siguen siendo
los retos actuales de los trasplantes11, algunos de los cuales menciono a
continuación.
Toda la actividad trasplantadora debe tener un objetivo claro: ser beneficitos para
con los pacientes y, al mismo tiempo, actuar de manera justa y responsable
también respecto de la sociedad. Ello nos obliga a trabajar con la más elevada
calidad técnica y humana en todas y cada una de las actuaciones que al final
hacen posible la realidad del trasplante, desde el tratamiento a nuestros pacientes
al diagnóstico de la muerte cerebral, la información a las familias, la solicitud del
consentimiento familiar, el respeto al cuerpo del cadáver y el anonimato y la
confidencialidad de los datos, la elaboración y el cumplimiento estricto de los
criterios de selección de donantes y receptores, así como los de la distribución de
los órganos, la realización de campañas de sensibilización pública sobre la
necesidad de órganos, la defensa de los valores de la solidaridad y el altruismo, la
información veraz sobre nuestras actuaciones con nuestros fallos y nuestros
aciertos y, por qué no, de nuestros logros, de las vidas salvadas, de las vidas
mejoradas, de las sonrisas recuperadas.
Por otro lado, en el campo de las indicaciones, enfermedades que hasta hace
poco se consideraban contraindicaciones formales, tanto para la donación como
para recibir un órgano, están en proceso de revisión y eliminación de la lista de
exclusiones, entre ellas determinadas hepatitis, la infección por el virus de la
inmunodeficiencia humana, etc. Algo similar está pasando con los límites de edad.
Son éstas cuestiones que deben ser analizadas detenidamente para evitar
discriminaciones de cualquier tipo que conduzcan a injusticias en la distribución de
los recursos. Los trasplantes ya no se justifican únicamente porque salvan vidas.
El proceso de trasplante también debe salir airoso del análisis de coste-beneficio
del tipo que socialmente se haya consensuado. Porque los trasplantes se
financian entre todos, y a las necesidades de todos deben responder.
DILIGENCIA DE CONSENTIMIENTO
El consentimiento informado es la expresión tangible del respeto a la autonomía
de las personas en el ámbito de la atención médica y de la investigación en salud.
El consentimiento informado no es un documento, es un proceso continuo y
gradual que se da entre el personal de salud y el paciente y que se consolida en
un documento. Mediante el consentimiento informado el personal de salud le
informa al paciente competente, en calidad y en cantidad suficientes, sobre la
naturaleza de la enfermedad y del procedimiento diagnóstico o terapéutico que se
propone utilizar, los riesgos y beneficios que éste conlleva y las posibles
alternativas. El documento escrito sólo es el resguardo de que el personal médico
ha informado y de que el paciente ha comprendido la información. Por lo tanto, el
consentimiento informado es la manifestación de la actitud responsable y bioética
del personal médico o de investigación en salud, que eleva la calidad de los
servicios y que garantiza el respeto a la dignidad y a la autonomía de las
personas. Debido a que los valores u objetivos de las personas varían, la mejor
elección no siempre es la que prioriza a la salud, sino la que prioriza el máximo
bienestar de acuerdo a los valores u objetivos de cada persona. Por lo tanto, no es
ya el médico el único que decide la mejor alternativa.
Principio de justicia
INVESTIGACIÓN DE EMBRIONES
Cuando se pregunta a los científicos y la gente de la calle qué piensan sobre la
naturaleza ontológica y ética del embrión, es decir, qué cosa es o quién es el
embrión humano, cuáles son las exigencias morales que reclama de nosotros, se
obtiene un muestrario muy variado y contradictorio de respuestas. La mayoría
responde con la consabida frase de las encuestas de opinión: “No sabe, no
contesta”. Pero lo curioso del caso es que entre los que responden “No sabe” no
faltan los científicos, más aún, los expertos en Embriología clínica. Esta ignorancia
específica es un fenómeno reciente. Porque hasta el advenimiento de la FIVET,
todo el mundo consideraba al embrión de cualquier especie como un ser
(embrionario) de esa misma especie. Cualquier libro de Embriología humana
podía empezar así: “El desarrollo de un individuo humano comienza con la
fecundación, fenómeno en virtud del cual dos células muy especializadas, el
espermatozoo del varón y el oocito de la mujer, se unen y dan origen a un nuevo
organismo, el cigoto”.
Los problemas que suscitan estas técnicas, por todo lo previamente comentado,
son numerosos e importantes. Es difícil poder resumir todos y cada uno de los
interrogantes éticos que se plantean, por lo que se intentará reducir los mismos,
agrupándolos en los siguientes apartados:
d) Futuro e investigación
Aquella que presta su vientre para llevar a cabo el proceso de gestación, aunque
el material genético no sea de ella
Aquella que aporta el material genético del bebé que se gesta en otro vientre
“En México, no hay una legislación federal que establezca una postura del país
frente a este tema, por lo que hay estados que lo permiten y otros que no” Por
esta razón deben considerarse para su estudio la Constitución Mexicana de los
Estados Unidos Mexicanos, la Ley General de Salud, el Reglamento en materia de
Investigación de la Salud, así como los Códigos Civiles y el Códigos Penales de
cada entidad. En la Constitución Mexicana en el artículo 4, se establece que
“Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada,
sobre el número y el espaciamiento de sus hijos”. Sin embargo, ni en la Ley
General de Salud ni en el Reglamento en Materia de Investigación para la Salud
se contempla el término y proceso de la maternidad subrogada, únicamente se
menciona la fertilización in vitro.
GENETICA CLINICA
Ello es especialmente notorio en el Proyecto Genoma Humano (PGH) que
identifica y localiza espacialmente los genes y se refiere a los procesos genéticos
en términos materiales de secuencias, desdoblamientos, uniones, replicaciones.
También el concepto de patrimonio se basa en una concepción espacial y como
tal encuentra su aplicación en el derecho. Al gen materializado se le da ubicación
y adscripción patrimonial pública pero, por ser de todos, es de nadie, volviéndose
susceptible de manipulación sin protestas en tanto se escabulle de todo análisis
ético. De manera que, cuando Broeckman3 dice que "la aplicación clínica de la
genética no se encuentra ya en la metáfora del espacio euclidiano, sino que
desarrolla un concepto probabilístico y estadístico del espacio", está apuntando a
dificultades éticas y jurídicas de consideración. Posiblemente haya que extremar
este argumento, pues la genética manipulativa obedece, más allá de un cálculo de
probabilidades, a una presunción de potencialidades y, si pensamos influir
genéticamente sobre futuras generaciones, nunca podrá dejar de ser una hipótesis
probabilística. Una conclusión importante para la bioética es que la genética
clínica deja de hablar el lenguaje individual de la medicina terapéutica tradicional y
comienza a referirse a conceptos poblacionales tales como norma, probabilidad,
tamizaje, pool genético, futuras generaciones potencialmente modificadas. Y eso
significa que la bioética principia lista, que nutre todos nuestros esfuerzos en el
campo del encuentro clínico individual, deja de ser operativa en estos nuevos
ámbitos de la genética pública y de sus problemas ético-sociales propios. En la
etapa de la investigación topográfica del genoma humano se fue perfilando un
análisis ético simplificado que celebraba los beneficios de todo conocimiento
genético, así como la necesidad de fomentar investigaciones génicas,* cuidando
únicamente de no menoscabar la privacidad ni la autonomía de los probando. Un
programa ético por de pronto sencillo, fácil de cumplir pero igualmente simple de
ser transgredido. Acumulados los conocimientos, por lo demás aún rudimentarios
dentro de todo lo que se necesita saber para influir sobre el genoma humano,
comenzaron los conflictos éticos más de fondo, referentes al diagnóstico y manejo
de información genética, cuestiones patrimoniales, la legitimidad y consecuencias
de transformaciones genéticas, la ecuanimidad en la asignación de recursos,
todos problemas con profundas repercusiones sociales que la bioética aún no
debate a fondo.
TERAPIA GENICA
Algunas veces un gen es defectuoso o parcialmente incompleto desde el
nacimiento, o puede cambiar o mutar durante la vida adulta. Cualquiera de estas
variaciones puede interrumpir la manera en que se elaboran las proteínas, lo cual
puede conllevar a problemas de salud o enfermedades. Mediante la terapia
genética, los científicos pueden hacer una de varias cosas dependiendo del
problema existente. Pueden substituir un gen que esté ocasionando un trastorno
de salud por uno sano; agregar genes que le ayuden al cuerpo a combatir o a
tratar la enfermedad, o desactivar los genes que están ocasionando problemas.
Para insertar genes nuevos directamente dentro de las células, los científicos
utilizan un medio conocido como un “vector” que ha sido diseñado genéticamente
para administrar el gen. Los virus, por ejemplo, poseen la capacidad inherente
para suministrarle material genético a las células y, por lo tanto, pueden ser
utilizados como vectores. Sin embargo, antes de que un virus pueda utilizarse
para trasmitir genes terapéuticos a las células humanas éste es modificado para
remover su capacidad para ocasionar una enfermedad infecciosa. La terapia
genética se puede emplear para modificar las células al interior o por fuera del
cuerpo. Cuando se hace al interior del cuerpo, un doctor inyectará el vector que
porta el gen directamente a la parte del cuerpo que tiene las células defectuosas.
En la terapia genética que se utiliza para modificar las células fuera del cuerpo, se
puede tomar sangre, médula ósea u otro tejido de un paciente, y se pueden
separar tipos específicos de células en el laboratorio. El vector que contiene el gen
deseado se introduce a estas células. Las células se dejan para que se
multipliquen en el laboratorio y luego le son inyectadas nuevamente al paciente
para que continúen multiplicándose y, con el tiempo, generar el efecto deseado.
Electroforesis
Claro que, la información es tan buena como la capacidad para usarla. Por
consiguiente, se necesitan métodos avanzados para la amplia difusión de la
información por el PGH a los científicos, médicos y otros profesionales, a fin de
asegurar la aplicación más rápida de los resultados de las investigaciones para el
beneficio de la humanidad. La tecnología y la investigación biomédica son
beneficiarios específicos del PGH.
Los elementos que constituyen la estructura del Derecho Genómico son los
siguientes:
Antijuridicidad: Entendida bajo los principios y reglas bioéticas que deben regir la
actividad genética. Cuando una actividad técnica o científica genética se opone a
los principios y reglas que establece la Bioética, se considera una actividad
antijurídica, en otras palabras, contraria a Derecho.
De este modo, las biociencias no han sido ajenas a esta vorágine comunicacional,
y ello es desde hace unos años atrás, por lo que me permito hacer un breve
reconteo histórico – a modo de relato – para poder situarnos perfectamente en el
contexto que hace a la problemática que trataremos, pero cuya especificidad
amerita este tipo de tratamiento.