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Presentacion:

Sustentantes:
Yunelky F. Medina Rojas 100230847
Graciela Altagracia Ortiz Torres 100220488Carys
Yazmín Paulino Fulgencio 100265451
Marlenis Benzant Perez 100310248
Yeimi Cuevas Feliz 100430277
Yunelky F. Medina Rojas 100230847
Título: Desafío Ético en la Práctica Médica: Decisiones ante la Negativa de Transfusión de Sangre en
Pacientes Testigos de Jehová.

Imaginen que forman parte de un comité de ética asistencial y deben proporcionar orientación sobre cómo
abordar la negativa de transfusión de sangre por parte de un paciente, específicamente un Testigo de
Jehová. Cada miembro del grupo deberá reflexionar y discutir las siguientes preguntas:

a) ¿Admiten los Testigos de Jehová ya que son estos los pacientes que habitualmente rechazan la
transfusión la autotransfusión?

Generalmente, los Testigos de Jehová presentan un documento en el que se oponen a la transfusión, el cual
se denomina “Directriz Anticipada”, qué palabras más, palabras menos, expresa lo siguiente: “Soy Testigo de
Jehová, rechazó absoluta, inequívoca y resueltamente sangre alogénica y sangre autóloga almacenada, bajo
cualquier circunstancia, sin importar cuál sea mi estado de salud.” Hay modos eficaces, válidos y de calidad
para abordar problemas médicos graves sin usar sangre. Aunque la mayoría de los cirujanos han afirmado
que solo han dado sangre cuando ha sido absolutamente necesario el caso cuando el paciente es testigo de
Jehová y el tratamiento consiste en sangre, glóbulos rojos empaquetados, plasma o plaquetas.

Cabe destacar que Lo que los médicos han estudiado y conocen mejor tiene que ver con problemas médicos;
pero los pacientes son seres humanos cuyos valores y metas como individuos no deben ser pasados por
alto. Ellos saben más de cuáles son sus prioridades, sus normas morales y su conciencia, de qué es lo que da
significado a su vida.

Pero ya en lo que respecta a administrar sangre, el médico posiblemente opine que el respetar la decisión
del paciente de que se le aplique un tratamiento sin sangre equivale a atar las manos del personal médico
consagrado a su trabajo. Pero no hay que olvidar que a menudo otros pacientes que no son testigos de
Jehová deciden no seguir las recomendaciones de su médico. Las reglas respecto a otros derivados de la
sangre son más flexibles, pues algunos aceptan el uso de fragmentos de proteínas del plasma o
componentes como la albúmina, inmunoglobulinas y preparados antihemofílicos. Una opción útil y
aceptada por los TJ es la autotransfusión; el único requisito que piden es que no se interrumpa la conexión
de la sangre que se extrae con la circulación.
b) En caso afirmativo, ¿se debería plantear y remitir al paciente a otro hospital si no fuera posible llevar eso
a cabo en el hospital en que ha ingresado?

Sí, ya que es un derecho que por ley que le corresponde. Puesto que si en el centro de salud donde se
encuentra el paciente no están los recursos ni el personal para cumplir con lo establecido. En dicho orden
este proceso se debe de llevar a cabo bajo unas normas y leyes que debe de cumplir, no obstante, también
debe de acatar los recursos que se lleve el proceso en caso de que no le cubra.

Como ya se había establecido en lo anterior, se debe de enviar al paciente a otro centro de salud que conste
con los medios suficientes y precisos para el tratamiento del paciente y que respeten y aseguren el respeto
de su decisión, constando con la salvedad de que si el equipo y el centro no están dentro del círculo de la
sanidad pública, el paciente debe de costear el gasto que se genere, a raíz de esto se deben de recoger varias
sentencias de los tribunales superiores de justicia a través de diferentes comunidades.

c) ¿Es necesario comunicar siempre esta decisión al juez de turno, aunque se trate de un consentimiento
firmado por una persona adulta y capaz y se realice antes de saber si realmente se va a necesitar una
transfusión durante la intervención?

Para el profesional de salud existe el deber de cuidar, curar, preservar la vida y acompañar a la persona que
tiene a su cargo. Es responsable de la vida y de la salud siempre que sea posible con los medios disponibles.
Por otro lado, la vida como valor fundamental no tiene que ver solo con el substrato biológico de la misma,
sino también con los valores y creencias de las personas. Por lo que el deber del médico de preservar la vida
debe pasar por el tamiz de la voluntad del sujeto enfermo, siendo este el que finalmente decida cómo quiere
ser tratado.

El mismo derecho a la vida reconocido por el Tribunal Constitucional viene expresado como solo la vida
compatible con la libertad es objeto de reconocimiento constitucional. Desde un análisis principia lista de
aplicaciones de los principios de la Bioética, podemos recordar lo sostenido por este Comité en otro caso
referente a transfusión en: Los Testigos de Jehová no están dispuestos a recibir productos sanguíneos bajo
ninguna Circunstancia, ni aun cuando esa decisión les signifique perder la vida. La evidencia científica debe
aplicarse en los contextos particulares y ponerla al servicio de las personas, lo que no implica obligarles a
utilizarlas.

d) ¿Y si el consentimiento informado fuera firmado en las mismas circunstancias, pero el paciente fuera
menor o incapaz y la firma la realizaran los padres o tutores?

En el caso de los menores de edad, a la hora de tomar decisiones que pongan en peligro su vida, se aplican
criterios de derecho civil que tienen en cuenta la mayoría de edad y la capacidad para tomar estas
decisiones. En la protección y defensa de los menores se requiere un nivel de madurez, competencia y
libertad, prevaleciendo los intereses de los menores sobre cualquier otro interés que pueda surgir.

El médico tiene el deber de determinar qué derechos deben protegerse y restablecer el equilibrio y buscar
protección judicial en caso de que se produzca una situación de peligro que afecte los derechos del menor.

e) En este último caso, ¿sería necesario esperar una respuesta judicial antes de realizar la intervención?
En caso de que existan discrepancias entre los representantes legales o si hay dudas sobre la calidad de la
representación, es posible que se requiera obtener una autorización judicial para proceder con la
intervención en contra de la voluntad del paciente o de sus representantes legales. Esto se hace para
garantizar que se respeten los derechos y la autonomía del paciente, al tiempo que se protege su salud y
bienestar.

Con respecto a esto último, el artículo 6º de la Ley Nº 26.529 (sustituído por el art. Nº 3º de la Ley26.742)
establece la obligatoriedad de obtener previamente el Consentimiento Informado por parte del paciente
antes de toda actuación profesional.

• Artículo 11º de la Ley Nº 26.529 (sustituído por el art. 6º de la Ley Nº 26.742): aquí habla delas Directivas
anticipadas y dice: “Toda persona capaz mayor de edad puede disponer directivasanticipadas sobre su
salud, pudiendo consentir o rechazar determinados tratamientos médicospreventivos o paliativos, y
decisiones relativas a su salud. Las directivas deberán ser aceptadaspor el médico a cargo, salvo las que
impliquen desarrollar prácticas eutanásicas, las que tendráncomo inexistentes.

• Artículo 11º bis (incorporado por art. 7º de la Ley Nº 26.742): Ningún profesional interviniente que haya
obrado de acuerdo con las disposiciones de la presente ley está sujeto a responsabilidad civil, penal, ni
administrativa, derivada del cumplimiento de la misma.

f) ¿Cómo debería tratarse el consentimiento informado si el paciente es menor de edad o incapaz y la firma
la realizan los padres o tutores?

Si los padres de un paciente menor son testigos de Jehová y se oponen a una transfusión de sangre por
motivos religiosos, normalmente se pide a una autoridad judicial que tome una decisión al respecto. El
poder judicial evaluará la situación y considerará los derechos y el bienestar del paciente menor, así como la
opinión de los padres.

En tales casos, el poder judicial puede decidir que una transfusión de sangre es necesaria para salvar la vida
del paciente, incluso si los padres del paciente se oponen por motivos religiosos. En tales casos, el poder
judicial puede permitir una transfusión de sangre incluso en contra de la voluntad de los padres. Es
importante recordar que las sentencias judiciales en casos menores de transfusión de sangre pueden variar
según las leyes y prácticas de cada país. Además, en situaciones en las que la vida del paciente se enfrenta a
una emergencia inminente, se pueden tomar decisiones rápidamente y salvar la vida del paciente sin
intervención judicial.

Para finalizar el problema social que constituye para las Ciencias Médicas la negativa de los TJ a recibir
hemotransfusiones, evidencia que el reto de las limitaciones económicas y los condicionamientos tanto
religioso o digase espirituales de la sociedad se pueden comportar como un freno al progreso científico,
cuyo avance se puede favorecer por decisiones políticas y/o normas jurídicas.

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