Está en la página 1de 11

TEN FUERZA DE

VOLUNTAD
LA EDUCACIÓN DE LA VOLUNTAD
Frecuentemente nos encontramos con jóvenes amantes de la
vida fácil y cómoda. Hacen solamente lo que les agrada,
evitan los obstáculos que se les presentan , tienen miedo al
esfuerzo, huyen de todo aquello que implique fatiga,
sacrificio o sufrimiento. Son personas de voluntad débil,
esclavos del placer y de la comodidad, juguetes de los
estímulos externos, títeres de sus propios sentimientos y
pasiones, buscadores de diversiones, veletas que se mueven
por el viento de sus propios caprichos. La mayoría de estos
jóvenes ignoran el significado de las siguientes palabras:
esfuerzo personal, espíritu de lucha, fortaleza, decisión,
autoexigencia, autodominio, responsabilidad, fidelidad al
deber, renuncia, sacrificio, tenacidad, perseverancia.
LA VOLUNTAD, FACULTAD DE LA VICTORIA

La voluntad es aquella fuerza interna de nuestra personalidad que nos


permite organizar la representación de un acto y pasar libremente a su
ejecución. Esta fuerza no es un simple deseo o intención. Es un querer
firme, constante, que nos lleva a hacer lo que nos hemos propuesto.

La voluntad consta de tres cualidades: la decisión para obrar, la


firmeza en la ejecución y la perseverancia para llegar a la meta.
ORIENTACIONES PARA EDUCAR LA VOLUNTAD
 Buenos Hábitos: La voluntad se educa con actos repetidos una y
otra vez. A esto se le llama en sicología «hábito». ¿Qué hábitos
positivos fortalecen la voluntad? Menciones algunos: cumplir los
diversos deberes, ser fiel en el cumplimiento de los compromisos
adquiridos, ser disciplinado y ordenado, responder por las propias
acciones, ser puntual, vencer la pereza, entre otros.
 Negación de sí mismo: Para tener una voluntad sólida hay que
negarse a los gustos, estímulos e inclinaciones inmediatas que
nos pide el cuerpo. Para ello hay que estar convencidos del valor
de la renuncia y, sobre todo, del sacrificio. El que no sabe
sacrificarse, jamás se vencerá a sí mismo. Mediante el sacrificio
la persona mete en cintura al cuerpo y sus instintos, y obtiene una
fortaleza espiritual. Quienquiera tener un carácter fuerte y firme
debe experimentar el sacrificio y el dolor.
 Dominio de sí mismo: La persona con fuerza de voluntad es
aquella que se gobierna a sí misma, es decir, aquella que domina
sus pasiones, tendencias, instintos y afectos desordenados. Quien
se domina a sí mismo no hace lo que más le gusta o lo que es más
fácil, sino lo que es mejor para crecer como persona.
Decisión: La decisión es el sí jubiloso del acto de
voluntad: «lo haré». Muchas personas se quedan en un
siquiera o me gustaría, y nunca llegan a hacer algo
importante en sus vidas por indecisos y vacilantes. La
persona de voluntad es decidida. Decidirse es actuar.
Decidirse, en otras palabras, es hacer lo que se sueña.
Metas claras: Una persona con fuerza de voluntad
alcanzará siempre las metas que se propone si éstas son
claras y posibles. Querer es pretender algo concreto. Por
eso hay que tener en la vida metas precisas y bien
delimitadas.
Una dosis de entusiasmo: Para tener una voluntad
dispuesta a la lucha es necesario estar motivado y tener
entusiasmo. Sin motivaciones profundas no se tiene la
ilusión ni las fuerzas para alcanzar algo en la vida.
 Superación de obstáculos: La persona que quiere algo grande en
la vida se encontrará, sin duda alguna, con una serie de
dificultades y obstáculos. Los obstáculos son las pruebas que
tiene que superar la voluntad para madurar. Quien tiene fuerza
de voluntad no se rinde ante las dificultades. Los obstáculos
estimulan y engrandecen. Por eso, una persona con voluntad
firme enfrenta con serenidad los obstáculos y los supera con
esfuerzo y espíritu de lucha.
Constancia: Para alcanzar las metas que la persona se
propone se necesita constancia. La constancia es
sinónimo de perseverancia, empeño, insistencia y
tenacidad.

También podría gustarte