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P R E S E N TA D O P O R :

• NUÑES CALDERON, ZHENIA


• QUILPA IPARRA QUIRRE, RUT
• RIVEROS ALMONACID, JOSE
¿Qué es la meningitis?
La meningitis es un tipo de infección del
sistema nervioso central. Las infecciones
neurológicas son uno de los problemas más
graves de la medicina, pues la supervivencia del
paciente depende fundamentalmente de que
se detecten de manera precoz para proceder
inmediatamente al tratamiento específico.
La meningitis refleja la inflamación del LCR en
el espacio subaracnoideo y los ventrículos
cerebrales
La meningitis se define como la inflamación de
las meninges, con la consiguiente alteración del
líquido cefalorraquídeo. Este líquido es muy
importante para el diagnóstico de la meningitis,
pues su aspecto va a cambiar, o no,
dependiendo del tipo de microorganismo que
produzca el cuadro.
La meningitis se acompaña, en ocasiones, de un
proceso de inflamación del encéfalo que puede
conducir a una disminución del nivel de
conciencia y otros síntomas que sugieren un
cuadro más grave. Cuando sucede esto se
conoce como meningoencefalitis
EPIDEMIOLOGIA
Afecta principalmente a los niños de 3 a 8 meses, pero su incidencia puede llegar a ser de 1 por
cada 100 000 habitantes, mas de la mitad de los afectados es menores de 15 años.
PATOGENIA
Las bacterias alcanzan las meninges de tres maneras, a saber, por vía hematógena, en forma
directa a través de soluciones de continuidad naturales o artificiales y por extensión por
contigüidad desde un foco supurado próximo.
La primera forma es la más frecuente. Los microorganismos que causan el 80 % de los casos de
meningitis, es decir N. meningitidis, S. pneumoniae y H. influenzae, son residentes habituales de
la nasofaringe y la orofaringe.
La segunda forma, como ya se dijo, es la llegada directa de los agentes patógenos a las meninges
a través de soluciones de continuidad naturales (mielomeningocele) o artificiales (fracturas de
cráneo, fisuras de la lámina cribosa del etmoides, intervenciones quirúrgicas, derivaciones
ventriculoauriculares o una punción lumbar).

La tercera forma es la diseminación por contigüidad desde un foco supurado próximo, como los
senos paranasales, una mastoiditis supurada o la ruptura de un absceso cerebral en las
meninges. Algunos autores piensan que es posible que los microorganismos se desplacen de la
nasofaringe a las meninges por las vénulas en un trayecto intracraneal directo.
Causas de la meningitis
La forma más conocida de meningitis, por su intensa gravedad, es la de causa bacteriana. Pero
hay otro tipo de infecciones que también pueden llegar hasta el sistema nervioso y producir
meningitis. De esta forma, otras posibles causas de meningitis son las infecciones de origen
vírico (producidas por virus), que son las más habituales y más benignas; y las de
oirgen fúngico (provocadas por hongos como la candida o el cryptococcus, y que son mucho más
infrecuentes).
Tipos de meningitis
Uno de los puntos más importantes a la hora de diagnosticar una meningitis es diferenciar si la
causa es bacteriana o vírica, pues la supervivencia del paciente no es la misma en ambos casos y,
por consiguiente, la actitud terapéutica será distinta según sea una forma u otra. Estos son
los tipos de meningitis existentes:
Meningitis vírica
Esta forma de enfermedad suele implicar
mucho menos peligro para la vida del paciente.
A este tipo también se le conoce como
meningitis aséptica porque los estudios
encargados de demostrar la presencia de
microorganismos en las muestras suelen dar
negativo.
Hay varios tipos de virus que son capaces de
provocar un cuadro de meningitis. Los más
frecuentes son los llamados enterovirus, pero
también es importante el virus
del herpes simple.
Meningitis bacteriana
Esta es la forma más conocida de la las personas sin dar ningún tipo de
enfermedad. Los diferentes microorganismos enfermedad.
que pueden provocar este tipo de infección
dependen de la edad del paciente y de otros
factores como, por ejemplo, el estado del La Neisseria meningitidis o meningococo, que
sistema inmune del enfermo. Este sistema es el es responsable de muchas de las epidemias de
encargado de proteger al cuerpo humano de las meningitis, sobre todo en los niños y jóvenes.
agresiones externas como son las infecciones;
su mal funcionamiento implica una mayor
predisposición a padecerlas.
El Streptococcus pneumoniae o neumococo. Es
la causa más frecuente de meningitis. Esta
bacteria coloniza con frecuencia la faringe de
CUADRO CLÍNICO
La meningitis es una causa importante de fiebre en niños y recién nacidos, que además de ese
síntoma principal muy pronto desarrollan escalofríos, cambios del estado
mental, náuseas y vómitos, sensibilidad anormal a la luz (fotofobia), dolor de cabeza intenso
y rigidez de nuca (meningismo). En algunos casos también hay agitación, fontanelas abultadas,
disminución del nivel de conciencia, anorexia o irritabilidad (en niños), respiración rápida y una
postura inusual con la cabeza y el cuello arqueados hacia atrás.
Diagnóstico de una meningitis
La meningitis bacteriana es una urgencia médica. Cuanto más tiempo haya transcurrido desde el
inicio de la enfermedad hasta la instauración del tratamiento, mayor es el riesgo de daño
neurológico permanente. La gravedad de esta infección es mucho mayor en los lactantes y en los
ancianos. Ante la sospecha de meningitis hay que administrar sin tardanza los antibióticos
necesarios y obtener muestras de sangre para realizar cultivos. Un cultivo es un método
diagnóstico que favorece el crecimiento de microorganismos para la identificación de las
bacterias que causan la enfermedad. En el diagnóstico de la meningitis los datos más relevantes
se van a obtener con la punción lumbar. Esta se hará lo antes posible, salvo que no esté indicada
su realización.
Exploración física
Ante un cuadro clínico compatible con una
infección meníngea, se procede a realizar una
exploración cuidadosa del enfermo buscando
signos de infección, en especial a nivel de la
cabeza, el cuello, los oídos y la piel. Se lleva a
cabo una exploración neurológica que estudie
el nivel de conciencia del paciente y la
existencia de hipertensión intracraneal
(incremento de la presión del interior de la
cabeza). Así mismo se realizarán las maniobras
oportunas para detectar la presencia de rigidez
de nuca y signos meníngeos.
Pruebas de imagen
Como pruebas diagnósticas pueden realizarse radiografías de tórax, de los senos paranasales,
para buscar una infección a ese nivel (sinusitis) que se haya extendido al sistema nervioso, y
un TAC (tomografía axial computarizada)que no siempre está indicado. Sin embargo, el
diagnóstico definitivo requerirá probablemente un análisis del líquido cefalorraquídeo obtenido
mediante punción lumbar.
Punción lumbar
El examen del líquido cefalorraquídeo un TAC craneal para descartar la hipertensión y,
constituye el estudio fundamental. En en caso de existir, se tomarán las medidas
condiciones normales se trata de un líquido oportunas.
claro y transparente. En el caso de la meningitis
bacteriana, su aspecto es turbio y su análisis
manifiesta un aumento importante de los
leucocitos (glóbulos blancos). Puede cultivarse
parte del líquido para determinar el tipo de
microorganismo causante de la enfermedad.
Cuando existe sospecha de hipertensión
intracraneal no se debe realizar una punción
lumbar, porque puede conllevar complicaciones
severas. En estos casos, se realiza previamente
Tratamiento de una meningitis
La meningitis bacteriana constituye una emergencia médica. Dado que las defensas del paciente
son poco o nada eficaces para controlar la infección, la eliminación de los microorganismos
dependerá exclusivamente del tratamiento antibiótico. Por eso, en la meningitis aguda
bacteriana hay que instituir el tratamiento antibiótico de manera inmediata.
El tipo de antibiótico que se elija para tratar la meningitis dependerá de la bacteria que causa la
infección. Como esta enfermedad es muy grave, no se puede esperar a los resultados del cultivo
del líquido cefalorraquídeo, que pueden tardar días. Por eso se suele establecer el tratamiento
antibiótico según sea la bacteria que con mayor probabilidad esté causando el cuadro.
Pronóstico de la meningitis
La mortalidad de una meningitis bacteriana, o la posibilidad de secuelas, depende en gran
medida del patógeno causante y de la edad del paciente. La mortalidad es muy alta en niños
menores de un año, disminuye en la edad adulta, y vuelve a aumentar en ancianos. La
mortalidad estimada según los patógenos es la siguiente:
• Meningitis por neumococo: 20-30% en adultos y 10% en niños.
• Meningitis por meningococo: 3-13%.
• Meningitis por Haemophilus influenzae: 3-6%.
• Meningitis por Listeria monocytogenes: 15-29%.
Tras la curación de la meningitis, entre el 5 y el 20% de los pacientes presentan algún tipo de
secuela neurológica. Las secuelas neurológicas son más frecuentes en niños pequeños, ancianos
y en la meningitis neumocócica. En la infancia, las secuelas más frecuentes son la sordera, el
retraso mental y la epilepsia.
Por otra parte, el pronóstico de la meningitis causada por virus, sin encefalitis, es muy bueno.
Suele curar sin secuelas en la inmensa mayoría de los casos. El pronóstico puede ser peor si se
da en personas con alguna enfermedad de base o alguna inmunodeficiencia, o si ocurre en niños
pequeños o ancianos.
Prevención de la meningitis
En la actualidad muchos de los niños se encuentran vacunados contra la mayoría de las bacterias
productoras de meningitis.
De esta forma, existen vacunas contra el neumococo, el meningococo y el Haemophilus
influenzae. Sin embargo, la vacuna del meningococo no es totalmente eficaz, porque no cubre
todas las cepas de la bacteria causante de meningitis.
En la meningitis meningocócica se debe dar tratamiento antibiótico a las personas que
estuvieron en estrecho contacto con el paciente: la familia y personal sanitario expuesto, los
compañeros de guardería o escuela más cercanos (según la edad del paciente).
En caso de producirse un brote por un tipo de meningococo para el que existe vacuna, también
se recomienda la vacunación a las personas que hayan tenido un contacto estrecho con el
enfermo y que no estén correctamente vacunadas.
También se tratará con un antibiótico a la familia y compañeros de guardería de los pacientes
afectados por meningitis originada por Haemophilus influenzae.
GRACIAS

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