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Lic. Ciencias De La comunicación


RESUMEN
Miguel Angel Ramirez Reyez
Lázaro Cárdenas Michoacán
23/03/2024
¿Qué es la planeación estratégica?
La planeación estratégica es un proceso sistemático que le permite a las empresas
definir objetivos estratégicos en favor de su crecimiento, así como las acciones que
deben llevar a cabo para conseguirlos, funcionando como una guía hacia la
obtención de resultados a mediano y largo plazo.

Este proceso les brinda a las empresas una visión más clara de hacía donde deben
dirigir sus esfuerzos, les ayuda a distribuir de manera óptima sus recursos,
ofrecerles valor a sus clientes, y ser más competitivas.

¿Por qué es importante que las empresas la lleven a cabo?


Una empresa que no tiene claro hacia donde ir, o qué es lo que quiere conseguir,
toma decisiones improvisadas que afectan su rendimiento financiero y su
productividad.

En ese sentido, además de trazar los objetivos y el camino a seguir, la planeación


también permite que las empresas entiendan y definan qué acciones deben llevar a
cabo para diferenciarse y obtener ventajas competitivas, evaluar el progreso del
negocio y obtener mejores resultados, incluso, les otorga las bases para que puedan
adaptarse y responder a los cambios del entorno.

Por ello, sin importar cuál sea su giro o tamaño, todas las organizaciones necesitan
un plan estratégico que las oriente y les ayude a conseguir el futuro exitoso que
desean.

¿Cómo desarrollar la planeación estratégica?


La planeación estratégica consta de cinco etapas que deben ejecutarse de manera
ordenada para que funcione, pues cada una otorga información específica que da
pie a la siguiente:

1. Establecer o afinar la cultura empresarial


La primera etapa de la planeación estratégica consiste en comprender y establecer
qué define a la empresa, lo cual se logra a través de la misión, visión, valores y
propósitos empresariales.

Aunque a simple vista no lo parezca, estos elementos, además de ser la base de la


empresa, también son el punto de partida del plan estratégico, por ello es importante
actualizarlos o definirlos en caso de no contar con ellos.

Teniendo esto en mente, recordemos brevemente en qué consiste cada uno de


estos elementos:

La misión describe la razón de ser de la empresa; para qué existe, qué ofrece y de
qué forma quiere contribuir con sus clientes o con el país.
En la visión se establecen las aspiraciones a futuro de la empresa, es decir, a donde
pretende llegar o qué quiere conseguir a largo plazo.
Los valores son los principios y creencias que guían las acciones de la organización
y rigen el comportamiento de sus miembros.
Los propósitos empresariales son un panorama general de los resultados que desea
conseguir la empresa, por ejemplo, ampliar la cartera de productos. Estos se pulen
al diseñar la estrategia empresarial y definir los objetivos estratégicos.
Además de definir estos elementos, es importante que los líderes de la empresa
sensibilicen a los colaboradores para que los tengan presentes en todo momento.

2. Determinar el contexto organizacional de la empresa


El siguiente paso consiste en realizar un diagnóstico de la empresa de manera
interna y externa para determinar cuál es su posición actual, mediante preguntas
como:

¿Qué la hace competitiva?


¿Qué debe mejorar o qué está haciendo mejor la competencia?
¿Cómo podría crecer?
3. Evaluar el modelo de negocio
El modelo de negocio es un elemento fundamental dentro del plan estratégico, pues
es el instrumento que ayuda a la empresa a tener claro de qué modo ofrecerá sus
productos o servicios al mercado que lo necesita.

En ese sentido, el modelo de negocio parte de la propuesta de valor, es decir la


razón principal por la que un cliente elegirá a una empresa en particular y no a la
competencia, en otras palabras, el valor agregado que se ofrece al cliente. Así
mismo, es importante que el modelo busque incrementar los ingresos de la empresa
y mantener una estructura de costos equilibrada.

Para llevar a cabo este punto, se puede hacer uso del Modelo de Negocio Canvas,
una herramienta para crear o analizar sistemas de negocio innovadores que le
generan valor a los clientes.

4. Definir la estrategia y ponerla en marcha


La estrategia empresarial puede definirse como el camino que debe seguir la
empresa para consolidar sus fortalezas, aprovechar oportunidades, reducir el
impacto de las amenazas y lograr los propósitos empresariales que desea. Tomando
en cuenta su misión, visión y valores, así como los elementos que conforman al
modelo de negocio.

Teniendo todos estos elementos presentes, el siguiente paso es definir los objetivos
estratégicos del plan, que son los resultados que la empresa debe alcanzar para
conseguir el futuro exitoso que desea.
Evaluación y seguimiento de la estrategia
Si bien, el plan estratégico se diseña a largo plazo, esto no quiere decir que sea
cuadrado y no pueda tener cambios, por el contrario, debe ser flexible para poder
hacer las mejoras necesarias.

Por ello, una vez que se ha puesto en marcha la estrategia empresarial, es


necesario darle seguimiento y revisar los avances que se están obteniendo, para
determinar si el camino que se está siguiendo es el correcto, o hay que cambiar la
estrategia.
La planeación estratégica permite que tu empresa crezca
Las empresas deben tomar en serio el tema de la planeación estratégica. Esta les
ayudará a establecer objetivos concretos para alcanzar un futuro exitoso,
aprovechar adecuadamente las oportunidades de negocio que se le presenten y al
mismo tiempo, ser lo suficientemente flexibles para cambiar sus estrategias y
responder adecuadamente a los cambios del entorno empresarial, que cada vez es
más competitivo.

Sabemos que la planeación estratégica puede parecer un proceso complejo de


llevar a cabo, pero cuando tienes la asesoría de los expertos, es fácil definir las
prioridades de tu empresa, concentrarse en las actividades de mayor valor y orientar
tus esfuerzos hacia ello.

¿Qué podría poner en riesgo su permanencia?


Para desarrollar este punto, se puede hacer uno del análisis FODA, una herramienta
que ayuda a reconocer las fortalezas, oportunidades, y debilidades de una empresa,
así como las amenazas que le rodean.
Una de las búsquedas que más hacen foco en la actualidad las empresas, es en el
trazado de un plan que los empuje a alcanzar el éxito. Pero marcar una estrategia
de este tipo no es ir del punto de partida hacia la meta sin contemplar todas las
variantes que podrían sucederse en el camino. Sino que establecer la hoja de ruta
más adecuada para que la llegada al objetivo sea factible en el tiempo previsto.
Esto, es ni más ni menos que la planeación estratégica.

Contar con una planeación estratégica para las empresas, comercios o proyectos
personales, nos va a permitir establecer tres cuestiones de suma importancia: qué,
cómo y dónde es que tenemos que transitar para poder alcanzar los objetivos
propuestos.

Por ende, con la planeación no vamos a estar arrojándonos a un mar de


incertidumbres de aquello que podría depararnos nuestro futuro comercial, sino que
nos permitirá evaluar e identificar los diferentes riesgos a los que nos podríamos
enfrentar.

Según estudios del mercado, los planes estratégicos también se han comenzado a
utilizar para la medición de los progresos mensuales, trimestrales y semestrales de
las compañías, siendo también una herramienta infalible para el análisis comercial
de las empresas.
Contar con un plan estratégico que contenga la estructura y el marco justo, le dará
el poder a todas las áreas que integran a la compañía, de saber cuáles son las
metas que cada sector deberá alcanzar. De esta forma, con el esfuerzo de cada uno
de ellos, es posible trabajar de forma coordinada para que, ese objetivo, sea más
simple de obtener.
¿Cuáles son los beneficios de contar con un plan estratégico?
En torno a la retribución que nos proveen los planes estratégicos podremos nombrar
algunos que, sin duda, son de una vital relevancia:

Brinda una estructura que apunta en un sentido claro


Garantiza una mayor satisfacción laboral, ya que se cuenta con un propósito
Permite optimizar las decisiones
Aumenta significativamente la eficacia laboral
Anticipa los posibles riesgos, mientras se establecen de forma concreta las
prioridades de la organización
Minimiza los efectos de la volatilidad del mercado
Ofrece un lineamiento en las decisiones en pos de llegar al objetivo
Se alcanza una optimización de recursos y tiempo
Contar con una planeación empresarial brinda tranquilidad para conocer los
objetivos, permitiendo establecer metas concretas teniendo considerando los
recursos con los que se cuenta.

La competitividad y la voracidad que vive el mercado, ha llevado a que las empresas


tengan que optimizar el funcionamiento y realizar una Planeación Estratégica de sus
metas. Por este motivo, es que se ha vuelto imprescindible contar con el personal
idóneo que, con sus conocimientos y capacidades, sean capaces de guiar de forma
ordenada y a conciencia las riendas de la compañía.
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