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UNIDAD II Y III Termoregullacion y Heridas.
UNIDAD II Y III Termoregullacion y Heridas.
MANEJO Y CUIDADO DE
HERIDAS.
FUNDAMENTOS DE ENFERMERIA.
La temperatura corporal puede considerarse como el equilibrio del calor que pierde y que gana el
cuerpo. Mecanismos tanto comportamentales como fisiológicos mantienen la temperatura
corporal central en 37 °C ± 1 °C. El registro de la temperatura corporal anormal puede ser un
indicio de que el paciente tiene una infección, está enfermando o está experimentando una
reacción anormal a una transfusión sanguínea. El intervalo normal de la temperatura corporal es
36 a 37,5 °C, pero esto puede variar, hasta en 0,6 °C, según el sitio que se utilice para la
determinación y de un individuo a otro. Los factores que naturalmente influyen en la temperatura
corporal del paciente son ingestión de líquidos y alimentos, cambios hormonales, tabaquismo y
una serie de trastornos que interfieren en la termorregulación. También es importante, en lo
posible, determinar la temperatura normal del paciente en reposo. Se utilizan los siguientes
términos para describir valores de temperatura anormales:
No se conocen con exactitud los límites superior e inferior para la supervivencia, pero se considera
que son una temperatura corporal de 44 y 27 °C, respectivamente.
Establecer la temperatura base, por ejemplo cuando los pacientes son ingresados en el
hospital o una clínica.
Vigilar las fluctuaciones en la temperatura, como puede ocurrir durante el período
postoperatorio, ya que pueden señalar la aparición de una infección o de una trombosis
venosa profunda.
Vigilar los signos de incompatibilidad cuando los pacientes están recibiendo una
transfusión sanguínea.
Vigilar la temperatura de los pacientes que están recibiendo tratamiento por una
infección.
Vigilar la temperatura de los pacientes que se recuperan de una hipotermia.
Vigilar la temperatura durante y después de procedimientos diagnósticos invasivos.
Control de temperatura por medios físicos es el conjunto de medidas encaminadas a producir frío
o calor mediante agentes físicos de manera local o sistémica, se conoce también como la
regulación de la temperatura corporal a cifras normales por medios físicos.
La sensación de calor y frío dependen en gran parte de la temperatura cutánea y por lo tanto, del
riego sanguíneo de la piel; cuando los vasos sanguíneos se dilatan, se siente calor; cuando se
contraen, se siente frío, independientemente de la temperatura central del organismo.
La fiebre se define como un aumento en la temperatura corporal por encima del rango normal y se
asocia con un aumento en el punto de ajuste hipotalámico. Según la Sociedad de Enfermedades
Infecciosas de Américana, una temperatura superior a 38,3ºC se considera fiebre y requiere el
examen clínico del paciente. La fiebre es causada por agentes infecciosos y no infecciosos.
Las intervenciones farmacéuticas para reducir la temperatura corporal pueden tener varios
efectos adversos, como hipotensión, hemorragia gastrointestinal, toxicidad hepática y nefrótica y
estadía prolongada en la unidad de cuidados intensivos (UCI) .
Por otro lado el empleo de métodos físicos para controlar la fiebre es controvertido debido a la
estimulación y contracción arterial periférica, la activación del sistema nervioso simpático y la
incomodidad del paciente.
Existen varios métodos para el enfriamiento de la superficie, los más utilizados son la compresa
fría o caliente, el baño tibio o tibio, las mantas de hipotermia, el aire acondicionado y la elevación
de la temperatura ambiental
Dentro de la práctica de enfermería constituye sin lugar a dudas relevante importancia, estas
innumerables acciones ejecutadas por este personal, con el objetivo de identificar el más eficaz y
ayudar al paciente a su pronta recuperacion y evitar posibles complicaciones.
Los resultados esperados de la aplicación del frío y del calor van a variar en función del método de
aplicación, duración, frecuencia, tempera de aplicación y el área a aplicar.
Aplicar frío o calor en un área del cuerpo del paciente necesario para obtener un efecto
beneficioso para el organismo y aumentar el confort del paciente.
Disminuir la temperatura corporal para evitar complicaciones respiratorias,
hemodinámicas y neurológicas ocasionadas por la fiebre.
Las principales causas de aumento de la temperatura corporal son hipertermia y fiebre. Existen
diversos medios para la perdida de calor:
Radiación.
Conducción.
Vaporización.
Radiación: Es la energía que se produce por ondas, a través del espacio o a través de un medio. Es
la forma de trasmisión de calor de la superficie de un objeto a la superficie de otro sin que exista
contacto entre ellos.
El hipotálamo posterior se encarga de la concentración del calor, así, como de producir más calor
cuando la temperatura del organismo desciende mediante una vasoconstricción; el paciente nos
refiere que siente frío y comienza a tener escalofríos.
Frío
Húmedo Fomentos fríos, Remojo frío, Baño de agua fría, Baño de alcohol.
Seco, Bolsa de hielo, Bolsa de frío comercial, Collar de hielo, Manta hipotérmica.
Indicaciones:
Contraindicaciones
Calor
Seco Bolsas de agua caliente, lámpara de calor, cojín eléctrico, Manta eléctrica, diatermia.
Indicaciones:
Dolor producido por inflamación articular, Relajación muscular, Acelera el proceso de supuración,
Favorece la cicatrización, Aumenta el peristaltismo, Ablanda exudaos secos (calor húmedo).
Contraindicaciones
La condición ocurre cuando el sistema de regulación de calor del cuerpo se ve abrumado por
factores externos, lo que hace que la temperatura interna de una persona aumente.
La hipertermia se considera separada de las condiciones en las que las fuentes internas del cuerpo,
como infección, problemas de regulación del calor y reacciones adversas a medicamentos o
sobredosis causan una temperatura corporal elevada.
En los humanos, la temperatura corporal central varía de 95.9 ° F a 99.5 ° F durante el día, o 35.5 °
C a 37.5 ° C. En contraste, las personas con algún nivel de hipertermia tienen una temperatura
corporal de más de 100.4 ° F (38 ° C).
Una temperatura corporal de más de 104 ° F (40 ° C) se define como hipertermia severa.
El agotamiento por calor es una de las etapas más graves de la hipertermia.
Cualquier actividad que implique ejercicio en ambientes cálidos y húmedos aumenta el
riesgo de esta afección.
SÍNTOMAS
A medida que el cuerpo intenta refrescarse sudando, el sudor lleva consigo agua y sales cruciales
llamadas electrolitos que causan deshidratación.
La deshidratación leve tiende a causar síntomas menores, como dolor de cabeza y calambres
musculares.
Sin embargo, la deshidratación severa puede despojar al cuerpo de su capacidad para enfriarse.
Sin tratamiento, esto puede provocar temperaturas corporales peligrosamente altas y condiciones
potencialmente mortales, que incluyen la falla de un órgano y la muerte.
TIPOS
Sudoración excesiva.
Piel enrojecida o roja.
Calambres musculares, espasmos y dolor.
Dolor de cabeza o ligero mareo.
Náusea.
El agotamiento por calor, si no se trata, puede provocar un golpe de calor, que es una afección
potencialmente mortal.
Golpe de calor
La hipertermia también es más probable que cause complicaciones en personas con afecciones
relacionadas con el calor, el corazón y la presión arterial.
La temperatura y muchos de los otros signos tempranos de insolación son los mismos que para el
agotamiento por calor. Los síntomas del golpe de calor incluyen:
Incautación.
Falla de órgano.
Coma.
Muerte.
Otra condición que puede ocurrir con un golpe de calor severo se conoce como
rabdomiólisis. Esto es cuando una proteína liberada de las células dañadas del músculo
esquelético causa daño renal.
Causa de la hipertermia
La hipertermia ocurre cuando el cuerpo ya no puede liberar suficiente calor para mantener una
temperatura normal.
El cuerpo tiene diferentes mecanismos de adaptación para eliminar el exceso de calor corporal,
principalmente la respiración, la sudoración y el aumento del flujo sanguíneo a la superficie de la
piel.
Pero cuando el ambiente exterior es más cálido que el interior del cuerpo, el aire exterior es
demasiado cálido o húmedo para aceptar pasivamente el calor de la piel y evaporar el sudor, lo
que dificulta que el cuerpo libere su calor.
Factores de riesgo
Durante el ejercicio, la presión arterial aumenta para suministrar más oxígeno a los tejidos que
trabajan, lo que aumenta la temperatura corporal y la cantidad de trabajo que el cuerpo debe
hacer para mantener una temperatura estable.
Cuando se combina con otros factores, como el clima cálido que también aumenta la temperatura
corporal y reduce su capacidad de liberar calor, no es sorprendente que el ejercicio pueda
aumentar la probabilidad de sobrecalentamiento.
Aunque es menos común, la hipertermia también puede ocurrir mientras alguien está
descansando, especialmente durante las olas de calor extremas. Aquellos con ciertos
medicamentos, dietas y con algunas afecciones médicas también pueden verse afectados por la
hipertermia incluso cuando están en reposo.
Además de una persona que tiene menos de 16 años o más de 65 años, los factores de riesgo para
la hipertermia incluyen:
Condiciones inmunes.
Enfermedades del corazón.
Presión arterial o condiciones de circulación.
Enfermedades pulmonares, renales y hepáticas.
Deshidratación, especialmente deshidratación crónica.
Condiciones metabólicas.
Diabetes.
Glándulas sudoríparas o sudoración.
Obesidad.
Consumo excesivo de alcohol.
Fumar.
Estar bajo de peso.
Gastroenteritis.
Medicamentos diuréticos, generalmente para la presión arterial alta o afecciones, como
glaucoma y edema.
Medicamentos para el sistema nervioso central, incluidos antihistamínicos, antipsicóticos
y betabloqueantes.
Una dieta baja en sodio o una dieta baja en sal.
Uso ilícito de drogas, particularmente marihuana sintética.
Actividades que conllevan a mayor riesgo de hipertermia
TRATAMIENTOS
La evaluación es necesaria para identificar los problemas potenciales que pueden haber llevado a
la hipertermia y nombrar cualquier episodio durante la atención de enfermería.
Evalúe los signos y síntomas de hipertermia, que incluyen cara enrojecida, debilidad, erupción
cutánea, dificultad respiratoria, taquicardia, malestar, dolor de cabeza e irritabilidad. Controle los
informes de sudoración, piel caliente y seca o demasiado calor.
Busque signos de deshidratación , como sed, lengua fruncida, labios secos, membranas orales
secas, turgencia cutánea deficiente, disminución de la producción de orina , aumento de la
concentración de orina y pulso rápido y débil.
6. Mida y documente con precisión la temperatura del paciente cada hora o con la
frecuencia indicada, o cuando haya un cambio en la condición del paciente.
Es posible que se requiera reanimación con líquidos para corregir la deshidratación . El paciente
significativamente deshidratado ya no puede sudar, lo cual es necesario para el enfriamiento por
evaporación.
Reconozca los signos y síntomas del agotamiento por calor o enfermedades relacionadas
con el calor.
Las enfermedades relacionadas con el calor ocurren cuando falla el sistema termorregulador del
cuerpo. El agotamiento por calor se caracteriza por una temperatura corporal elevada (37ºC a
39,4ºC) asociada con hipotensión ortostática , taquicardia, diaforesis, taquipnea, debilidad,
síncope, dolores musculares , dolor de cabeza y enrojecimiento de la piel. La hipertermia por
esfuerzo, que a menudo afecta a los atletas, puede precipitar el agotamiento por calor. Pero
también puede ocurrir durante el clima cálido o en lugares con temperaturas extremas.
El golpe de calor ocurre cuando falla la termorregulación del cuerpo y se define como temperatura
corporal central elevada (por encima de 39,4ºC) y afectación del sistema nervioso central. Los
síntomas incluyen delirio , letargo, piel enrojecida, caliente y seca, disminución de LOC,
convulsiones, coma. El golpe de calor es una emergencia y, si no se trata con prontitud, puede
provocar la muerte.
3. Afloje o quite el exceso de ropa y cobertores.
Use mantas refrescantes que hagan circular el agua cuando se necesite enfriar la temperatura
corporal rápidamente. Ajuste el regulador de temperatura a 1ºC por debajo de la temperatura
actual del paciente para evitar escalofríos.
Un baño de esponja tibio es una medida no farmacológica para permitir el enfriamiento por
evaporación. No use alcohol ya que puede enfriar la piel rápidamente y puede causar escalofríos.
La exposición prolongada al hielo puede dañar la piel. Cubra las bolsas de hielo con una toalla y
ajuste regularmente el sitio de aplicación para mitigar el daño de la piel.
8. Inmersión en agua helada.
La inmersión en agua helada es la técnica no invasiva más eficaz para reducir la temperatura
corporal central. Esta técnica de enfriamiento puede reducir la temperatura corporal entre 0,15ºC
y 0,35ºC por minuto (O’Connor, 2017).
La solución salina enfriada es una forma eficaz de disminuir la temperatura central. La solución
salina fría generalmente se infunde durante 10 a 20 minutos. En un estudio, 18 cc / kg de infusión
de solución salina fría disminuyó la temperatura central en ~ 1.0ºC en niños con lesión cerebral
aguda que fueron tratados por fiebre (Fink et al., 2012). La sedación generalmente se induce
durante la infusión para facilitar la reducción efectiva de la temperatura evitando los escalofríos.
El lavado gástrico es una técnica de enfriamiento invasiva que puede lograr una reducción de
aproximadamente 0,15ºC por minuto. Tenga en cuenta que el lavado gástrico puede no ser
adecuado para todos los pacientes, ya que existe el riesgo de que la solución salina fría infundida
no se recupere por completo y pueda provocar una intoxicación por agua que provoque más
daños.
12. Ajuste y controle los factores ambientales como la temperatura ambiente y la ropa de
cama como se indica.
13. Modifique las medidas de enfriamiento según la respuesta física del paciente. Vigile al
paciente para ver si tiene escalofríos.
Enfriamiento excesivo o enfriar demasiado rápido puede causar escalofríos, lo que aumenta la
tasa metabólica y la temperatura. Deben evitarse los escalofríos, ya que obstaculizarán los
esfuerzos de enfriamiento.
Ayuda a garantizar la seguridad del paciente incluso sin la presencia de actividad convulsiva .
Ayuda a prevenir los escalofríos excesivos que aumentan la producción de calor, el consumo de
oxígeno y el esfuerzo cardiorrespiratorio. En un estudio, la infusión intravenosa rápida de solución
salina normal fría con 20 mg de diazepam intravenoso da como resultado una disminución de
0,2ºC a 1,5ºC en la temperatura central sin aumentar el consumo de oxígeno durante la infusión
de solución salina fría (Hostler et al., 2009). La administración de diazepam puede reducir el
umbral de escalofríos sin comprometer la función respiratoria o cardiovascular.
La comida es necesaria para satisfacer las mayores demandas de energía y la alta tasa metabólica
causada por la hipertermia acompañante. La comida debe ser atractiva para el paciente porque la
falta de apetito es común con la fiebre.
La aplicación de bálsamo labial soluble en agua puede ayudar con la sequedad y las grietas
causadas por la deshidratación.
Si el paciente está lo suficientemente alerta para tragar, dele líquidos fríos para ayudar a bajar la
temperatura corporal. Además, si el paciente está deshidratado o diaforético, la pérdida de
líquidos contribuye a la fiebre.
La solución salina normal intravenosa repone las pérdidas de líquidos durante los escalofríos.
Los medicamentos antipiréticos (p. Ej., Acetaminofén, aspirina y AINE ) no tienen ninguna función
en el tratamiento de enfermedades relacionadas con el calor o insolación . Los antipiréticos
interrumpen el cambio en el punto de ajuste hipotalámico causado por los pirógenos y no se
espera que funcionen en un hipotálamo sano que se ha sobrecargado.
Realice una historia clínica y un examen físico completos para determinar si el paciente
tiene riesgo de hipertermia maligna.
El trauma, el golpe de calor, las miopatías, el estrés emocional, el ejercicio intenso y el síndrome
neuroléptico maligno pueden desencadenar hipertermia maligna. Las personas que están en
riesgo de hipertermia maligna incluyen aquellas con antecedentes de calambres o debilidad
muscular, elevación inexplicable de la temperatura y músculos voluminosos.
2. Reconozca los signos y síntomas de la hipertermia maligna, inicie el tratamiento según
lo indicado.
5. Coloque bolsas de hielo en el área de la ingle, las regiones axilares y los lados del cuello.
La aplicación de bolsas de hielo es una medida necesaria para disminuir la temperatura corporal
central.
El lavado del estómago y el recto con líquidos fríos reducirá drásticamente la temperatura
corporal. Es necesario no lavar la vejiga ya que los líquidos pueden alterar los resultados del
control de la orina.
8. Evite la hipotermia.
Se debe interrumpir el enfriamiento del paciente cuando la temperatura corporal central alcance
los 38ºC o menos.
Si se identifica que el paciente tiene riesgo de HM, se pueden utilizar fármacos o métodos
anestésicos alternativos.
La causa de la hipotermia suele ser la exposición al clima frío o la inmersión en agua fría. Los
tratamientos principales para la hipotermia son métodos para calentar el cuerpo a fin de que
recupere la temperatura normal.
Tipos de hipotermia
En función de la gravedad del caso, podemos diferenciar entre tres tipos de hipotermia. Cabe
destacar que, en cada caso, los síntomas suelen aparecer de forma gradual y se agravan con el
paso del tiempo. De esta manera, podemos destacar:
Hipotermia leve (33-35 °C). Los síntomas o señales más frecuentes son escalofríos o
temblores, confusión o desorientación y dificultad para realizar movimientos. La piel
puede cambiar de tonalidad y su tacto es muy frío.
Hipotermia moderada (30-33 °C). En esta situación, el paciente comienza a perder la
consciencia y es posible que emita un leve murmullo o balbuceo. Es posible que la víctima
sienta una intensa somnolencia y pierda energía.
Hipotermia grave (menos de 30 °C). Finalmente, el individuo pierde la consciencia, su
pulso cardíaco y su ritmo de respiración se ralentizan y debilitan. Además, su tensión
arterial se encuentra por debajo de los estándares recomendados.
Síntomas
Los escalofríos son lo primero que notarás cuando la temperatura comience a bajar debido a que
son la defensa automática del cuerpo contra la temperatura baja para calentarse.
Escalofríos
Hablar arrastrando las palabras o balbuceo
Respiración lenta y superficial
Pulso débil
Torpeza o falta de coordinación
Somnolencia o muy poca energía
Desorientación o pérdida de memoria
Pérdida del conocimiento
Piel de color rojo brillante y fría (en bebés)
Una persona con hipotermia, generalmente no es consciente de la afección porque los síntomas
suelen presentarse progresivamente. Además, la confusión de pensamiento relacionada con la
hipotermia evita que uno sea consciente de lo que le ocurre. La confusión de pensamiento
también puede provocar una conducta arriesgada.
Causas
La hipotermia se produce cuando el cuerpo pierde calor más rápido de lo que lo produce. La causa
más frecuente de hipotermia es la exposición a condiciones de clima frío o a agua fría. Sin
embargo, la exposición prolongada a cualquier ambiente más frío que el cuerpo puede provocar
hipotermia si no estás vestido de manera adecuada o si no puedes controlar las condiciones.
Las causas específicas que pueden provocar hipotermia comprenden las siguientes:
Utilizar ropa que no es lo suficientemente cálida como para las condiciones climáticas
Quedarse afuera en el frío demasiado tiempo
No poder sacarse la ropa mojada o no poder trasladarse a un sitio seco y cálido
Caerse accidentalmente al agua, como en un accidente de navegación
Vivir en una casa demasiado fría, ya sea por una mala calefacción o demasiado aire
acondicionado.
Complicaciones
Las personas que desarrollan hipotermia por exposición al clima frío o al agua fría también son
propensas a otras lesiones relacionadas con el frío, como son:
TRATAMIENTO.
OBJETIVO
Una herida es cualquier daño en la piel que puede interrumpir su continuidad y causar la pérdida
temporal de su función como barrera protectora. Por lo general, se le llama herida cuando la piel
se rompe y expone sus estructuras más profundas.
Sin embargo, es importante conocer que existe un tipo de herida que no expone los tejidos
internos. Se trata de las heridas cerradas y su manejo es distinto. Las heridas pueden ser causadas
por accidentes, por complicaciones de enfermedades o por un propósito, como las heridas
quirúrgicas.
Tipos de heridas
Las causas de una herida pueden ser externas o internas. Las heridas con origen externo se deben
a una fuerza externa o trauma que causa una herida abierta o una herida cerrada. En primer lugar,
cuando hablamos de factores externos, hacemos referencia a situaciones en las que un objeto
(punzocortante, la mayoría de las veces), una sustancia (agua caliente, ácidos) o una fuente de
energía (electricidad, fuego) entran en contacto con la piel, provocando un daño o ruptura.
Las heridas con origen interno comúnmente son producto de la alteración de la circulación,
neuropatía u otras condiciones médicas. Hablamos de un origen interno cuando una condición
médica contribuye al desarrollo de daños o rupturas en la piel. Puede tratarse de edad avanzada,
diabetes, insuficiencia venosa, insuficiencia arterial y ciertos tipos de cáncer.
Heridas cerradas
Una herida cerrada se denomina así porque los tejidos interiores no están expuestos. El proceso
de reparación o curación puede darse sin la interferencia de agentes externos contaminantes. Se
presenta cuando existe un daño en la integridad de la piel sin que esta necesariamente llegue a
romperse. Tal es el caso de los moretones o de las quemaduras de primer grado ocasionadas por
la exposición prolongada al sol.
Las heridas abiertas son aquellas en las que la superficie protectora del cuerpo (piel o membranas
mucosas) se rompen. Esto ocasiona que los tejidos internos queden expuestos al ambiente y se
contaminen por el contacto con material externo. En caso de que esto suceda, la herida es más
vulnerable a sangrado e infección. La mayoría de las heridas abiertas son menores y pueden
tratarse en casa.
Quemaduras
Las quemaduras se caracterizan por causar un daño grave en la piel, que causa la muerte de las
células afectadas. La mayoría de las personas puede recuperarse de quemaduras sin
consecuencias graves, dependiendo la causa y el grado de la lesión. Las quemaduras más graves
requieren atención médica inmediata para evitar complicaciones.
Grados de quemaduras
Hay tres tipos principales de quemaduras: primer grado, segundo grado y tercer grado. Cada uno
se basa en la severidad de daño en la piel:
Puede decirse que existen las quemaduras de cuarto grado. Estas incluyen todos los síntomas de
las quemaduras de tercer grado y se pueden extender más allá de la piel. Puede llegar a los
tendones y huesos.
El tipo de quemaduras no se basa en sus causas. Por ejemplo, una escaldadura puede causar los
tres grados de quemaduras. Esto depende de qué tan caliente está el líquido y cuánto tiempo
permanece en contacto con la piel.
Las quemaduras químicas y eléctricas requieren atención médica inmediata. Particularmente estas
pueden afectar el interior del cuerpo, incluso si el daño en la piel es menor.
Herida aguda
Hablamos de una herida aguda cuando el organismo consigue cerrar la herida o sanar la lesión en
un tiempo esperado, que por lo general no excede las 12 semanas. Ejemplos de heridas agudas
son las cortaduras, los raspones, las quemaduras y las heridas quirúrgicas.
Puede haber dolor, hinchazón o sangrado en el sitio de una herida aguda. La piel alrededor de la
herida estará abierta y puede verse dañada. Si la herida está infectada, puede haber pus
maloliente o drenaje turbio. El área alrededor de la herida puede estar roja, hinchada o sensible.
Herida crónica
Hablamos de una herida crónica cuando el organismo no consigue cerrar la herida o sanar la lesión
en el tiempo esperado. Por lo general la curación excede las 12 semanas. Ejemplos de heridas
crónicas son las úlceras de pie diabético, las úlceras venosas y las lesiones por presión (conocidas
también como escaras, llagas o úlceras por decúbito).
Algunos de los motivos por los que una herida se vuelve crónica son la presencia de
microorganismos en la herida que provocan infecciones persistentes o recurrentes, el exceso de
líquido o drenaje que fluye de la herida (denominado exudado) y la condición de salud de la
persona (edad avanzada, diabetes, problemas en la circulación, cáncer, etc.)
Otras clasificaciones:
Según la profundidad:
Si están o no infectadas:
a) Heridas limpias
b) Heridas infectadas
a) Agentes térmicos,son las quemaduras. Son heridas producidas por el frío o el calor.
Las fases de curación de la herida Independientemente del tipo de herida de que se trate y de la
extensión que abarque la pérdida de tejido, cualquier curación de herida discurre en fases que se
solapan en el tiempo y no se pueden disociar unas de otras. La subdivisión en fases está orientada
a las modificaciones morfológicas básicas que se producen durante el proceso de reparación, sin
que refleje la intrínseca complejidad de los procedimientos. Por regla general la curación se divide
en tres fases:
En la práctica las tres fases del tratamiento de heridas se denominan de forma abreviada como
fase de limpieza, fase de granulación y fase de epitelización.
Técnica
Previo al procedimiento
1. Lavado de manos
El material que será utilizado en la curación debe estar almacenado en superficies limpias, secas,
cerradas con acceso restringido y de uso exclusivo. Se debe realizar un control periódico de las
fechas de vencimiento de esterilización.
Recomendaciones:
MATERIALES
3. Postura de guantes
4. Retiro de apósitos
Ponga el paquete de guantes sobre una superficie limpia y seca (Los guantes
presentan un envoltorio externo e interno).
Abra el envoltorio externo sin contaminar los guantes ni el envoltorio interno.
Abra el envoltorio interno sin contaminar los guantes.
Póngase el primer guante en la mano dominante.
Coja el guante por el puño, en la cara palmar, con el pulgar e índice de la mano no
dominante tocando solamente el interior del puño.
Introduzca la mano dominante en el guante y tire de él.
Mantenga el puño doblado.
Coja el otro guante con la mano enguantada introduciendo los dedos enguantados
bajo el dobles del puño.
Adapte cada guante a las manos y desdoble los puños con cuidado, para lo cual se
introducen los dedos bajo el doblez del puño.
7. Curación
HERIDA CERRADA
o Retirada de sutura continua: Movilizar ambos extremos de la sutura. Cortar uno de los extremos
y tirar del otro suavemente, sujetando la piel al mismo tiempo con la otra mano, hasta que salga
todo el hilo de la sutura.
o Retirada da grapas: Enganchar la grapa por su centro con el extractor de grapas, presionando
hasta el fondo en un solo movimiento. La grapa sale sola enganchada en el extractor.
o Retirada de agrafes: Proceder de la misma forma que para la retirada de grapas con el quita
agrafes.
HERIDA ABIERTA
CICATRIZACION.
Tipos de cicatrización
Hay diferentes tipos de cicatrización de la piel porque no todas las heridas son iguales. Distintos
mecanismos de producción de las lesiones derivan en lastimaduras más o menos profundas.
También es importante considerar qué capa de la piel ha sido afectada, ya que la misma está
formada por tres capas: epidermis, dermis e hipodermis o subcutis. La epidermis es la capa más
superficial y en contacto con el exterior, mientras la hipodermis es la más profunda, en contacto
con el interior del organismo.
Fases de la cicatrización
Cuando la piel recibe una herida desata una serie de fenómenos sucesivos para repararla. La
forma en que estas fases se llevan a cabo es lo que determina los tipos de cicatrización. Las fases
son cinco y te las explicamos.
Apenas sucede la lesión, la sangre provoca un lavado de la herida. Se arrastran cuerpos extraños
fuera del lugar para evitar infecciones. Posteriormente los vasos se cierran para coagular y dejar
de sangrar, con la ayuda de las plaquetas.
2. Inflamación
La segunda fase es la inflamatoria. Si bien la piel se enrojece, esto no tiene que ver con el inicio de
una infección. El enrojecimiento de la inflamación es por el movimiento celular intenso y el
aumento del flujo sanguíneo. Puede inclusive formarse un líquido claro inflamatorio en la herida
que tampoco es signo de infección.
3. Granulación
Ahora comienza la esencia de la reparación. Las células que intervienen en mayor medida son los
fibroblastos, quienes viajan hasta el sitio de la lesión para producir colágeno. El colágeno es el
componente principal de la dermis, por ende, es quien reemplaza el tejido perdido.
4. Epitelización
Una última función de la reparación de las heridas es restituir la capa que separa lo externo de lo
interno. La piel tiene su función de barrera gracias a la epidermis. La epitelización, entonces,
consiste en volver a formar epidermis que desapareció a través de las células llamadas
queratinocitos .
5. Remodelado
Una vez cerrada la herida el cuerpo debe definir cómo será el aspecto final de la cicatriz. Si la
herida sólo afectó la epidermis, posiblemente sólo exista regeneración celular y la cicatriz tienda a
ser normal. En cambio, si la herida fue profunda hay más posibilidades de quedar con una cicatriz
patológica.
Cicatriz profunda
Las heridas que afectan la dermis tienen más posibilidad de formar una cicatriz patológica.
Tipos de cicatrización
Las fases de la cicatrización de la piel son siempre las mismas en todas las heridas, pero no todas
las heridas son iguales. Por eso se han identificado tres tipos de cicatrización en el mundo de la
dermatología y de la cirugía:
Primera intención
Se denomina así al proceso que sucede cuando la herida es pequeña, no es profunda y hay
acercamiento entre los bordes de la misma. Es muy raro que deje cicatriz a largo plazo.
Segunda intención
Este es el proceso de cicatrización de una herida más profunda, que afectó la dermis. El resultado
suele ser una cicatriz más grande de la habitual y de aspecto llamativo. La causa principal es la
pérdida de sustancia o la existencia de una distancia muy grande entre los bordes de la herida.
Cuando eso sucede, la dermis debe formar mucho tejido nuevo en la etapa de granulación, y esa
es la razón de la deformidad final.
Tercera intención
Tipos de cicatrices
Las cicatrices pueden ser normales o patológicas. Estas últimas pueden ser excesivamente grandes
o profundas.
Si bien existen cicatrices normales y esperables, también están las consideradas cicatrices
patológicas. Veamos cómo se clasifican para la medicina:
Normal: es la que sucede tras un proceso habitual. El resultado final es una línea fina.
Atrófica: es la pérdida de sustancia en la piel, cuando queda una pequeña depresión en la
zona donde estuvo la herida. Es una presentación muy común del acné, por ejemplo.
Hipertrófica: son cicatrices causadas por tipos de cicatrización con producción excesiva de
colágeno. La piel resultante es gruesa y sobresale por encima del nivel de la epidermis
normal. Suele sucederse en zonas de la piel con constante movimiento, como la rodilla.
Queloide: es la cicatriz hipertrófica excesivamente más grande. Puede picar y hasta causar
algo de ardor. Suele extenderse más allá de los límites iniciales de la herida que la originó.
Contractura: es el nombre que reciben las cicatrices derivadas de quemaduras. El tejido
cicatrizal se contrae deformando la zona de afectación.
Cada uno de estos tipos de cicatrización que derivan en distintas formas de cicatriz tiene un
abordaje médico. Puedes consultar a un cirujano o a un dermatólogo si tienes una cicatriz que te
preocupa. El profesional sabrá decirte cuál es el mejor abordaje para tu caso.
Qué es un apósito
Las ocho categorías mencionadas a continuación incluyen productos con aplicaciones y tiempos de
cambio de apósito diferentes. Incluso se puede encontrar apósitos en la misma categoría que
tienen usos ligeramente distintos. Es importante recurrir a un especialista para recibir asesoría
clínica y entender cómo se debe usar cada apósito para evitar resultados no deseados.
Apósitos de gasa
Los apósitos de gasa son los apósitos más comunes hoy en día. La gasa es altamente permeable y
relativamente no oclusiva. Por lo tanto, los apósitos de gasa pueden promover la desecación en
heridas con un exudado mínimo, a menos que se use en combinación con otro apósito o agente
tópico.
La gasa puede usarse como un apósito para heridas primario o secundario. Se llama apósito
secundario a aquel apósito que se usa encima del apósito primario.
Los apósitos de gasa son baratos, se usan una sola vez y durante un periodo corto de tiempo. Los
apósitos de gasa vienen en muchas formas: cuadrados, hojas, rollos y tiras de embalaje.
Los apósitos transparentes son hojas delgadas y flexibles de poliuretano (material plástico de
ingeniería) transparente. Contienen un adhesivo en uno de los lados para adherirse a la piel. El
adhesivo reacciona con el exudado (el líquido o drenaje que fluye de la herida) para evitar que se
adhiera a la superficie de la misma y al mismo tiempo permite que la película se fije a la piel seca
alrededor de la herida.
Los apósitos transparentes son muy elásticos y adaptables a la forma de la parte del cuerpo. Se
pueden emplear como apósito primario o secundario. Al ser transparentes, es posible ver la
herida.
Hidrogel
Los apósitos de hidrogel son apósitos a base de agua o glicerina. Estos se pueden encontrar en
forma de láminas, geles o gasas impregnadas. Este tipo de apósito se utiliza en heridas con poco o
ningún exudado.
Los apósitos de hidrogel agregan moléculas de agua a la superficie de la herida y logran mantener
un ambiente húmedo en la superficie de la misma. Al momento de colocarlos, se crea una
sensación de frío que puede disminuir el dolor.
Los hidrogeles suelen dejar pasar pequeñas porciones de gases y líquidos, por lo que son barreras
bacterianas menos efectivas. Los apósitos hidrocoloides son una mejor opción como barrera. La
mayoría de los apósitos de hidrogel no son adhesivos, por lo que requieren un apósito secundario.
Apósitos de espuma
Facilitan la dispersión uniforme del exudado y evitan las fugas. Las espumas suelen tener un borde
adhesivo o un recubrimiento transparente que funciona como barrera bacteriana. Estos apósitos
están Indicados para heridas de espesor parcial y completo.
Apósitos de alginato
Los apósitos de alginato se producen a partir de sales de calcio y sodio de origen natural, del ácido
algínico proveniente de algunas familias de algas, de ahí su nombre.
Los alginatos son ricos en ácido manurónico o ácido gulurónico. La cantidad de cada uno influye en
la capacidad de absorción de exudado. Estos apósitos para heridas se disuelven parcialmente al
contacto con el fluido de la herida, creando un gel hidrofílico. Los alginatos son altamente
permeables, por lo que requieren un apósito secundario, que puede ser una gasa, un apósito
transparente o un apósito hidrocoloide.
Se trata de apósitos multicapa que se emplean como apósito primario o secundario. La mayoría de
estos tiene tres capas. La capa de contacto interno no es adhesiva, lo que evita daños a la
superficie de la herida durante los cambios de apósito. La capa intermedia absorbe la humedad al
mismo tiempo que mantiene la superficie húmeda. Esta puede consistir de un hidrogel, espuma,
alginato o hidrocoloide. La última capa funciona como barrera bacteriana y suele ser una película
semipermeable o transparente.
Apósitos hidrocoloides
Los apósitos hidrocoloides absorben el exudado lentamente creando una masa que parece gel. Al
retirar el apósito, pueden quedar residuos de exudado en la superficie de la herida. Debido a su
mal olor y color amarillento, se puede confundir con una infección. Es necesario recurrir a un
médico especialista en heridas para la valoración correspondiente. Si existe en efecto una
infección, él sabrá dar el tratamiento correcto.
Estos apósitos para heridas proporcionan aislamiento térmico y son impermeables al agua,
oxígeno y bacterias. Las heridas tratadas con apósitos hidrocoloides tienen una tasa de infección
más baja comparada con otros apósitos, tales como:
Gasas
Películas semipermeables
Hidrogeles
Espumas semipermeables
Sus propiedades de barrera le permiten al paciente bañarse y continuar con sus actividades diarias
sin arriesgar la contaminación de la herida.
Apósitos interactivos
Existen tres tipos de apósitos, los pasivos, los activos y los interactivos.
Los apósitos pasivos solo cumplen con su función protectora, mientras que los activos promueven
la curación creando un entorno húmedo. Por otra parte, los apósitos interactivos, además de crear
un ambiente húmedo, también interactúan con los componentes de la superficie de la herida para
mejorar la cicatrización.
VENDAJES.
Se define vendajes como la ligadura que se hace con vendas o con otras piezas de lienzo
dispuestas a modo que se acomoden a la forma de la región del cuerpo donde se apliquen y
sujeten el apósito.
Inmovilizar articulaciones.
Favorecer el retorno venoso de las extremidades.
Asegurar férulas, apósitos, medicamentos atópicos.
Aplicar presión en la zona afectada.
Proteger quemaduras y zonas lesionadas.
Proteger prominencias óseas.
Limitar el movimiento de las partes afectadas.
Venda de gasas orilladas: es la que más comúnmente se usa, fabricada de algodón, son
delgadas, blandas, ligeras y porosas, se utiliza principalmente para fijar apósitos.
Gasas de kling: este tipo de gasa tiende a retraerse, se amolda y se fija muy bien a la zona
afectada.
Venda de muselina: esta venda es de mayor consistencia y mayor grosor que las
anteriores, es poco elástica pero resistente siendo utilizada para inmovilizar y sujetar
férulas.
Venda elástica: es útil si se precisa aplicar presión, son las indicadas cuando el vendaje se
aplica en las extremidades para facilitar el retorno venoso.
Venda elástica adhesiva: esta venda posee una cara adhesiva, lo que facilita su fijación, no
debe aplicarse debajo de la piel por problemas alérgicos, hay que colocar debajo un
vendaje de algodón o bien celulosa.
1. Vendaje compresivo
Son los que se aplican en las extremidades o en áreas próximas a ellas. Su principal función es la
de evitar que la articulación pueda moverse cuando el paciente ha sufrido un esguince o
contusión. Este tipo de vendaje también es eficaz en el caso de heridas profundas y abiertas, ya
que si se pone sobre la zona afectada y se ejerce cierta presión se conseguirá detener la
hemorragia. Otras de sus funciones es la de favorecer el retorno venoso o disminuir una
inflamación. El material más utilizado suele ser el crepé, algodón o gasa.
Este es el tipo de vendaje utilizado cuando se quieren sostener distintas piezas y materiales
sanitarios como una férula o un apósito. Además, también es especialmente recomendado cuando
lo que se busca es proteger la piel de posibles roces. En este caso, las vendas que se utilizan son
mallas de algodón y no hace falta que estén demasiado apretadas, aunque sí lo suficientemente
firmes para evitar que el apósito se caiga.
3. Vendaje suspensorio
Este tipo de vendaje está especialmente pensado para aplicar en zonas de tejidos blandos como
pueden ser las mamas o el escroto. Su función es la de sujetar y elevar para dejar la zona en
suspensión.
4. Vendaje rígido
En este caso, lo que se busca es la total inmovilización de la zona afectada y suelen hacer
referencia a las escayolas. Son los utilizados en casos de fracturas óseas.
5. Vendaje protectivo
También conocido como vendaje funcional, éste cubre la zona afectada, pero sin afectar a su
funcionalidad o movilidad.
Formas de vendaje
Las vendas no siempre se colocan de la misma manera, sino que se pueden encontrar distintas
técnicas dependiendo de la zona, la lesión o el tipo de vendaje que se busca. Algunas de las formas
de vendaje más utilizadas en la actualidad son:
Vendaje circular
Esta técnica correspondería a un vendaje de tipo compresivo y consiste en que la venda de vueltas
sobre sí misma para sostener algún tipo de material sanitario o para detener el sangrado de una
lesión. También suele tener función de inicio y cierre del vendaje, por lo que es común que se
combine con alguna otra técnica de colocación de la venda. Las zonas en las que se aplican suelen
ser aquellas que tienen forma cilíndrica o alargada como son las extremidades, los antebrazos, las
muñecas o los muslos.
Vendaje espiral
Lo que se busca a la hora de aplicar esta forma de vendaje es lograr una función compresiva y
protectora en alguna zona del cuerpo con forma cilíndrica y regular. La técnica es parecida al
vendaje circular, ya que la venda tiene que dar vueltas sobre sí misma. Sin embargo, en este caso
cada vuelta tiene que cubrir 2/3 de la vuelta anterior, de forma que el vendaje va ascendiendo y
adquiriendo forma de espiral y siempre siguiendo el eje de la extremidad en la que se está
colocando. En el vendaje en espiral se suele utilizar materiales elásticos o semielásticos para una
buena adaptación al miembro, que se debe cubrir de abajo a arriba.
Vendaje espiga
Utilizada en casos en los que se busca una función de compresión en zonas que tienen una forma
circular pero que presentan ciertas irregularidades. La técnica es parecida al vendaje en espiral,
salvo que en este caso las vueltas se hacen en sentido ascendente y descendente con una
inclinación de 45º. Es decir, la primera vuelta se hará hacia arriba y la segunda hacia abajo, de
forma que se crucen.
·Vendaje en 8
Esta forma de vendaje es la que se aplica en el caso de querer cubrir una articulación, sobre todo
en el caso de la rodilla o del codo, teniendo una función protectiva, suspensiva o compresiva. La
venda comienza a ponerse en la zona de debajo de la articulación, dando 2 vueltas sobre sí misma.
A continuación, se comienza la siguiente vuelta en sentido ascendente por la zona anterior hasta
llegar a la articulación y hacer otras 2 vueltas en espiral. Finalmente, se completa con otra vuelta
descendente por la zona posterior y volviendo a comenzar el proceso. El secreto está en alternar
las vueltas ascendentes y descendentes, cruzándolas de forma que imiten a un 8 y afianzándolas
con un par de vendajes en espiral.
A la hora de colocar una venda no sólo hay que pensar en el material o en el tipo de
técnica que se va a utilizar, sino que también hay que tener una serie de cuestiones en
mente para que el vendaje sea realmente efectivo y cumpla su objetivo:
El vendaje debe estar lo suficientemente apretado para cumplir su función, pero nunca
causando dolor o molestias al paciente. Un exceso de presión puede provocar la aparición
de escaras, sensación de adormecimiento del miembro o sensación de frío en la zona por
falta de riego sanguíneo.
Se debe eliminar cualquier objeto, accesorio o joya de la zona a vendar. Por su parte, las
zonas óseas deben cubrirse adecuadamente para evitar presiones o fricciones.
El material de las vendas debe ser adecuado al tipo de zona y lesión, al igual que el
espesor, tamaño o número de vueltas.
A la hora de comenzar con el vendaje, tanto el paciente como la persona que lo va a
realizar deben estar en posiciones cómodas.
El vendaje debe comenzar en la zona más alejada para ir acercándose.
La mano dominante es la que debe sujetar el rollo de venda, colocando la parte externa en
contacto con la piel con la otra mano.
En caso de que haya heridas y lesiones en la piel no se debe colocar la venda directamente
sin colocar un apósito encima.