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ANATOMÍA
La piel
El órgano más grande del cuerpo,
Interactúa con el ambiente externo y sirve como una capa protectora.
Ésta previene la invasión de microorganismos
Mantiene el equilibrio de los líquidos y regula la temperatura.
La piel está compuesta por tres capas de tejidos la epidermis, dermis y tejido
subcutáneo.
o La capa más externa, llamada epidermis, está hecha enteramente por células
epiteliales sin vasos sanguíneos.
o Por debajo de la epidermis se encuentra la dermis más gruesa. La dermis o
capa más profunda de la piel es 20 a 30 veces más gruesa que la epidermis.
La dermis está hecha de una red de tejidos conectivos que contienen vasos
sanguíneos, productos de la sangre, nervios, glándulas sebáceas y glándulas
sudoríparas.
o La capa más interna, el tejido subcutáneo, es una combinación de tejido
elástico y fibroso además de depósitos grasos y por debajo de esta capa se
halla el músculo esquelético.
La piel, nervios, los vasos sanguíneos y otras estructuras subyacentes tienen importantes
papeles en la regulación de la temperatura corporal
La piel está compuesta por tres capas de tejidos, epidermis, dermis y tejido subcutáneo y
el músculo asociado. Algunas capas contienen estructuras como las glándulas, folículos
pilosos, vasos sanguíneos y nervios. Todas estas estructuras están interrelacionadas para
el mantenimiento, pérdida y ganancia de la temperatura corporal.
FISIOLOGÍA
La temperatura central es regulada a través del equilibrio de la producción del calor y los
mecanismos de disipación del calor.
La conducción: Es la transferencia de calor entre dos objetos en contacto directo uno con
otro, como un paciente que yace sobre el césped congelado después de una caída.
El movimiento del aire o agua fríos a través de la piel más cálida es responsable de la
eliminación continua de calor a través de la piel más cálida. Además, un paciente
perderá calor corporal 25 veces más rápido en el agua que en el aire con la misma
temperatura, por lo que es importante mantener al paciente seco y retirar toda
vestimenta con temperatura baja a fría.
La pérdida de calor por evaporación aumenta en condiciones frescas, secas, con viento (p.
ej., desiertos). De manera colectiva la convección y la evaporación son más importantes que
cualquier otro método de transferencia de energía ya que están regulados por el cuerpo
para controlar la temperatura central.
1. Como una respuesta normal al ejercicio sostenido, en la que el calor producido eleva la
temperatura corporal y es el estímulo para las respuestas de disipación del calor (p. ej.,
sudoración, aumento del flujo sanguíneo a la piel)
2. Cuando la suma de producción del calor y el calor ganado al ambiente es mayor que la
capacidad del cuerpo para disiparlo
3. Por fiebre. A diferencia de los dos primeros métodos, la fiebre casi siempre se presenta
como respuesta a la inflamación debido al cambio en el punto ajustado de la
termorregulación y el cuerpo responde elevando la temperatura corporal a un valorar más
elevado (38 a 41 ºC). La producción de calor aumenta sólo de forma temporal para lograr
un nuevo punto de ajuste de la temperatura como intento para hacer el ambiente menos
agradable para la infección invasora.
Los factores de riesgo claves que contribuyen al inicio de la enfermedad por calor son el
consumo de alcohol, medicamentos, deshidratación, índice elevado de masa corporal,
obesidad, dieta inadecuada, vestimenta inapropiada, mala condición física, pérdida del
sueño, extremos de la edad, enfermedad cardiovascular, lesiones cutáneas, lesiones
previas relacionadas con el calor, rasgo de anemia de células falciformes, quemadura
solar, enfermedad viral y ejercicio durante los horas más calurosas del día.
Las condiciones transitorias incluyen las que afectan a los individuos que viajan de climas
más frescos y no están aclimatados a climas más calientes a su llegada.
Los individuos con sobrepeso tienen una respuesta normal a la exposición al calor con
vasodilatación de los vasos sanguíneos de la piel y aumento de la sudoración, pero la
combinación de una mala condición, falta de climatización al calor y peso corporal
excesivo (índice de masa corporal mayor), aumenta el costo energético del movimiento, lo
que los coloca en grave riesgo de enfermedad por calor.
Edad
La capacidad de termorregulación y la tolerancia al calor disminuye con la edad. De
cualquier manera, este estado se puede mejorar al mantener un peso corporal bajo y
un nivel elevado de entrenamiento físico.
Género
Estudios recientes indican que las mujeres demuestran la misma tolerancia al trabajo
con calor y en algunos estudios, son más tolerantes al calor que los hombres.
Condiciones médicas
Las condiciones médicas que pueden aumentar el riesgo de intolerancia al calor y de
enfermedad por calor son diabetes mellitus, trastornos tiroideos y enfermedad renal. La
enfermedad cardiovascular y los problemas circulatorios que aumentan el flujo sanguíneo
a la piel y la demanda circulatoria son agravados por la exposición al calor.
Medicamentos
El uso específico de un medicamento prescrito o de venta libre puede colocar a los
individuos en un riesgo mayor de enfermedad por calor. Ciertos medicamentos pueden
aumentar la producción, suprimir el enfriamiento del cuerpo, reducir la reserva cardiaca y
alterar el juicio y suprimir la habilidad de la toma de decisiones cuando el individuo se
expone al calor.
Deshidratación
El agua corporal es el principal componente del cuerpo humano, representa de 45 a 75%
del peso corporal; por ejemplo, un hombre de 75 kg (165 lb) contiene aproximadamente 45
L de agua, lo que representa 60% del peso corporal.
La deshidratación aguda puede ser el resultado serio de la exposición tanto al frío como al
calor, pero también se observa como un efecto adverso peligroso de la diarrea, el vómito y
la fiebre.
Trastornos relacionados con el calor
Los trastornos relacionados con el calor puede tener un rango desde menor a grave en
los pacientes con enfermedad por calor.
Los trastornos menores relacionados con el calor incluyen la erupción cutánea por
calor, edema por calor, tetanismo por calor, espasmos musculares (por calor) y
síncope por calor.
Esta condición es producida por la inflamación de las glándulas sudoríparas que produce
la obstrucción de los conductos sudoríparos. Como resultado, las áreas afectadas no pueden
sudar, lo que pone a los individuos en un riesgo mayor de enfermedad por calor,
dependiendo de la cantidad de la superficie cutánea involucrada.
Manejo:
El tratamiento es enfriar y secar el área afectada y prevenir otras condiciones que
produzcan sudoración en estas áreas.
Manejo:
Este tratamiento consiste en aflojar cualquier vestimenta apretada y elevar las piernas. No
están indicados los diuréticos (medicamentos para promover la excreción de líquido en
la orina) y pueden aumentar el riesgo de enfermedad por calor.
Manejo.
El tratamiento consiste en retirar la fuente de calor y controlar la hiperventilación. No
suele presentarse deshidratación con estas exposiciones cortas al calor. El tetanismo por
calor se puede ver junto con signos y síntomas de agotamiento por calor e insolación.
Los espasmos por calor se manifiestan por contracciones musculares dolorosas y de corta
duración que se ven de forma común en los músculos de la pantorrilla (gastrocnemio)
pero también en los músculos voluntarios del abdomen y las extremidades, y es común que
se observen después de una actividad física prolongada, casi siempre en temperaturas
cálidas a calientes.
Esto se presenta en individuos durante el ejercicio que produce una sudoración profusa o
durante el periodo de recuperación del ejercicio. Los espasmos musculares (por calor) se
pueden presentar solos o asociados con el agotamiento por calor. La causa es desconocida,
pero se cree que puede estar en función de la fatiga muscular, pérdida del agua corporal y
una pérdida grande de sodio. La suplementación de la dieta con sal ha mostrado reducir la
incidencia de los espasmos por calor.
Manejo.
Manejo
Después de retirar al individuo a un ambiente fresco, los pacientes deben descansar en
posición de decúbito y se les brinda rehidratación oral. Si hubo caída, los pacientes deben
ser evaluados de manera amplia para cualquier lesión que podría haber sufrido
como resultado de la caída. Los sujetos con antecedentes importantes de enfermedades
cardiacas o neurológicas necesitan una evaluación más extensa de la posible causa del
episodio de síncope. Es esencial el monitoreo de los signos vitales durante el transporte.
Los trastornos mayores relacionados con el calor incluyen el colapso asociado con el
ejercicio, agotamiento por calor e insolación (tipos clásico y asociado con el ejercicio).
Colapso asociado con el ejercicio.
Este trastorno se presenta cuando el individuo se colapsa después de un ejercicio
extenuante. Durante el ejercicio, la contracción de los músculos de las extremidades
inferiores ayuda a mantener el retorno de la sangre venosa hacia el corazón. Cuando el
ejercicio se detiene, como al final de trotar, la contracción muscular que ayudaba al
retorno de la sangre venosa al corazón se hace mucho más lenta. Esto, a su vez, resulta en
una reducción del gasto cardiaco hacia el cerebro.
Evaluación.
Los signos y síntomas incluyen: Náusea, mareo, colapso y síncope. Los pacientes
pueden sentirse mejor al permanecer acostados pero se marean cuando intentan ponerse
de pie o sentarse (hipotensión ortostática).
Manejo.
El paciente es retirado hacia un ambiente fresco y descansa en posición de decúbito. La
rehidratación oral se brinda según sea necesario. Al igual que en cualquier forma de
colapso, es necesaria una valoración más extensa en el hospital para descartar otros.
La vigilancia de los signos vitales durante el transporte es esencial para detectar las
arritmias cardiacas.
Esta condición se produce porque el gasto cardiaco es insuficiente para cumplir con la
demanda de disipación termorreguladora del calor, aumento del flujo sanguíneo a la piel,
reducción del volumen plasmático, disminución del retorno venoso al corazón por
vasodilatación y depleción de sal y agua inducida por sudor.
Otras formas de cansancio por calor se conocen como cansancio por calor asociado con el
ejercicio. Esto se presenta con ejercicio físico o ejercicio pesado en todas las temperaturas
y se define como la incapacidad para continuar con el ejercicio; puede asociarse o no con
el colapso físico.
Evaluación.
Los signos y síntomas de cansancio por calor no son ni específicos ni sensibles. Estos
incluyen una baja ingesta de líquidos, cefalea frontal, mareo, euforia, náusea,
vómito, ansiedad, fatiga, irritabilidad, coordinación disminuida, sensación de calor en la
cabeza y cuello, escalofríos y apatía.
Los pacientes se pueden sentir mejor al recostarse pero se pueden marear si intentan
ponerse de pie o sentarse (hipotensión ortostática). Durante la etapa aguda del
cansancio por calor, la presión arterial es baja, el pulso y la frecuencia respiratoria son
rápidos. El pulso radial se puede sentir filiforme. El paciente por lo general tiene
apariencia sudorosa, pálida y lívida. La temperatura corporal del paciente puede ser
normal o ligeramente elevada.
La evaluación sobre la marcha es crítica. Se debe revisar de forma continua por cualquier
cambio en el estado mental y la personalidad (p. ej., confusión, desorientación,
conducta irracional o inusual). Cualquier cambio se debe tomar como un signo de
progresión de la hipertermia, lo cual indica insolación una condición que pone en peligro la
vida.
Manejo.
Se debe retirar de inmediato al paciente del ambiente caliente y colocarlo en un sitio más
fresco ya sea bajo la sombra o un espacio con aire acondicionado (p. ej., ambulancia).
Debido a que puede ser difícil la distinción entre la insolación y el cansancio por calor, y
ya que los pacientes con insolación deben enfriarse con rapidez, la mejor forma de actuar
es el enfriamiento activo se puede hacer de forma simple y rápida al humedecer la
cabeza y parte superior del tronco con agua y un ventilador para aumentar la
disipación del calor corporal por convección. Los procedimientos de enfriamiento
corporal también mejorarán el estado mental. Se debe transportar a todos los pacientes
que se encuentren inconscientes, que no se recuperen rápidamente o que tengan
antecedentes médicos importantes. El control apropiado de la temperatura ambiental y el
monitoreo de los signos vitales y el estado mental son esenciales durante el transporte.
Insolación.
La insolación se considera como la condición más urgente y que pone en riesgo la vida
asociada con el calor. La insolación es una forma de hipertermia resultado de la falla del
sistema termorregulador falla de los sistemas fisiológicos del cuerpo para disipar el calor y
enfriarse. La insolación se caracteriza por una temperatura corporal central elevada
mayor de 40 ºC (104 ºF) y disfunción del sistema nervioso central (SNC) lo que produce
delirio, convulsiones o coma.
Los cambios fisiopatológicos casi siempre son resultado de la falla orgánica múltiple
cuando la temperatura de los tejidos orgánicos se eleva por encima del nivel crítico.
La insolación clásica:
Es un trastorno de lactantes, niños con fiebre, personas pobres, población de adultos
mayores, personas alcohólicas y pacientes enfermos que presentan los factores de riesgo
que se muestran (p. ej., medicamentos).
La insolación asociada:
Con el ejercicio es un trastorno prevenible que casi siempre se observa en aquellos
individuos con una condición física pobre o falta de aclimatización al calor que se
involucran en una actividad física extenuante de corta duración (p. ej., trabajadores
industriales, atletas, reclutas militares, bomberos y otros miembros del personal de
seguridad pública) en un ambiente húmedo y caliente.
Casi todos los pacientes con insolación asociada con el ejercicio presentan una piel
sudorosa empapada y pálida al momento del colapso, en comparación con la piel seca,
caliente y colorada en el paciente con insolación clásica.
Evaluación.
La aparición de signos y síntomas depende del grado y duración de la hipertermia.
Los pacientes con insolación se presentan típicamente con una piel caliente, colorada. Ellos
pueden o no estar sudorosos, dependiendo en donde se les encuentre y si presentan
insolación clásica o asociada con el ejercicio.
Las claves para distinguir la insolación de otra condición relacionada con el calor son la
elevación de la temperatura corporal y la alteración del estado mental. En cualquier
paciente que esté cálido al tacto con un estado mental alterado (confundido, desorientado,
combativo o inconsciente) se debe sospechar insolación y se debe dar manejo inmediato y
agresivo.
Manejo.
La insolación es una verdadera emergencia. Se debe retirar al paciente de inmediato de
la fuente del calor. Se debe iniciar el enfriamiento del paciente en seguida en el campo
mientras otra persona evalúa y estabiliza la vía aérea, ventilación y circulación (ABC). Se
debe enfriar al paciente con cualquier medio disponible (p. ej., manguera del jardín,
manguera para bomberos, agua embotellada), incluso antes de retirar la ropa. De forma
ideal, la inmersión en agua helada es el método más rápido de enfriamiento, pero esto por
lo general está limitado en el contexto prehospitalario.
El siguiente método más efectivo es la aplicación de toallas o sábanas con agua helada
combinadas con paquetes de hielo sobre la cabeza, tronco y las extremidades.
Los individuos que se vuelven lúcidos con rapidez durante el enfriamiento del cuerpo
entero por lo regular tienen el mejor pronóstico.
2
PREVENCIÓN DE LA ENFERMEDAD RELACIONADA CON EL CALOR
Debido a que el estrés por calor es un factor de salud pública importante, los métodos
para prevenir las enfermedades por calor son vitales para cualquier comunidad, en
particular para aquellos individuos que deben trabajar en contextos ocupacionales de
calor elevado.
LESIONES PRODUCIDAS POR FRÍO
DESHIDRATACIÓN
La deshidratación se presenta con mucha facilidad con el frío, en particular con una
actividad física elevada. Esto sucede por tres razones principales:
La diuresis inducida por el frío (micción) es una respuesta fisiológica normal que
es producida por la vasoconstricción debido a una exposición prolongada al frío. Este
es el método del cuerpo para reducir la pérdida de calor corporal al desviar la sangre
lejos de la periferia más fría hacia las venas más profundas del cuerpo para mantener el
calor corporal. Esta respuesta produce una expansión del volumen sanguíneo central
Congelación superficial.
La congelación superficial es un precursor de la quemadura por congelamiento y produce
signos reversibles de blanqueamiento de la piel y adormecimiento localizado en el tejido.
Se suele observar en la cara, nariz y orejas. "La congelación superficial es una lesión tisular
autolimitada mientras tanto no continúe la exposición al frío; no requiere de la
intervención o transporte.
Las vestimentas justas o apretadas, muchos calcetines y zapatos apretados son factores que
predicen el inicio de una quemadura por congelamiento.
Lesión no congelante.
La lesión no congelante, un síndrome también llamado síndrome de inmersión del piel
y pie de trinchera, es producido por la lesión de los tejidos periféricos por la exposición
prolongada a la humedad/frío (horas a días).
Este síndrome casi nunca se reconoce durante la evaluación de los individuos que han
estado expuestos a condiciones de frío o humedad debido a la falta de entrenamiento
médico formal en lesiones no congelantes.
Este síndrome se presenta como resultado del enfriamiento durante varias horas de las
extremidades inferiores en temperaturas entre O a 18 ºC. La lesión de tejidos blandos que
se presenta en la piel de los pies se conoce como maceración. La rotura de la piel también
predispondrá a los individuos a infección.
Evaluación.
La lesión no congelante es una lesión insidiosa y potencialmente incapacitante; el
hallazgo común con estas dos lesiones localizadas por frío es que la extremidad se nota
fría al punto de la anestesia o el adormecimiento mientras se desarrolla la lesión.
El diagnóstico del pie de trinchera o pie de inmersión por lo general se hace cuando estos
signos no han cambiado después del recalentamiento pasivo de los pies. En 24 a 36 horas
después del recalentamiento, se desarrolla una hiperemia marcada (aumento del flujo
sanguíneo). Junto con un dolor quemante, grave y reaparición de la sensibilidad
proximal, pero no distal. Esto es producido por la vasodilatación venosa.
Manejo.
Una vez que se detecta una posible lesión no congelante, las prioridades son evitar
cualquier enfriamiento mayor, prevenir un mayor trauma a la extremidad y
transportar al paciente. No permitir que el paciente camine sobre la extremidad
lesionada. Retire con cuidado los zapatos y calcetines. Cubra la parte o extremidad
lesionada con una sábana seca, estéril, delgada, protéjala del frío e inicie el recalentamiento
pasivo del tejido lesionado durante el transporte. El área afectada se puede agravar por el
peso de una cobija. No es necesario el recalentamiento activo. No se debe dar masaje al
área afectada ya que esto puede producir una mayor lesión tisular. Trate al paciente por
deshidratación y revalore según sea necesario.
Entre más prolongado es el periodo de exposición al frío más se reduce el flujo de sangre a
la periferia. El cuerpo conserva la temperatura central a expensas de la temperatura en las
extremidades y la piel. La pérdida de calor por los tejidos se vuelve mayor que el calor que
se aporta a esas áreas.
El tipo y duración del área expuesta al frío son los dos factores más importantes para
determinar la extensión de la lesión por congelamiento. La quemadura por congelamiento
se clasifica según la profundidad de lesión y la presentación clínica '' El grado de lesión
en muchos casos no se conocerá hasta 24 a 72 h después de descongelarse. La exposición
de la piel al frío de corta duración pero de elevada intensidad creará una lesión
superficial, mientras que se puede producir una quemadura por congelamiento grave a
toda la extremidad con exposiciones prolongadas. La lesión por frío directa por lo regular
es reversible, pero se puede presentar lesión tisular permanente durante el
recalentamiento.
En los casos más graves incluso con un recalentamiento apropiado de los tejidos se pueden
formar pequeños coágulos de sangre, lo que lleva a signos tempranos de gangrena y
necrosis. Si el sitio lesionado se congela, descongela y se vuelve a congelar, el segundo
congelamiento produce una mayor cantidad de coágulos y lesión vascular y pérdida de
tejidos. Por esta razón, los proveedores de la atención prehospitalaria necesitan prevenir
que cualquier tejido congelado que se descongela durante el tratamiento inicial del campo
se vuelva a congelar.
Evaluación.
A su llegada, evalúe la seguridad de la escena y después evalúe los ABC del paciente. Retire
al paciente del frío y colóquelo en un área protegida de la humedad, el frío y viento.
Muchas víctimas de quemaduras por congelamiento pueden tener condiciones
médicas asociadas adicionales como deshidratación, hipovolemia, hipotermia,
hipoglucemia y lesión traumática. Retire cualquier vestimenta húmeda para minimizar
una mayor pérdida de calor corporal. Cuando se tenga duda, trate primero la hipotermia.
La quemadura por congelamiento superficial de forma usual se evalúa a través de
combinar el reconocimiento de las condiciones ambientales, localizando la principal
molestia del paciente con dolor o adormecimiento y observando la coloración de la piel
en la misma área. Las condiciones ambientales durante la exposición deben ser por
debajo del punto de congelamiento.
El paciente puede beber algo tibio (sin alcohol) en caso de que haya disponible,
dependiendo del estado de alerta y otras lesiones. Se debe promover la suspensión del
uso del tabaco (fumado, masticado, parches de nicotina) ya que la nicotina produce una
mayor vasoconstricción.
Hipotermia accidental.
La hipotermia se define como la condición en la que la temperatura corporal es menor de
35 ºC (95 ºF), medido con un termómetro rectal colocado por lo menos 15 cm (6
pulgadas) dentro del recto.11 La hipotermia se puede ver como una reducción de la
temperatura central que deja a la víctima incapaz de generar suficiente producción de
calor para regresar a la homeostasis o funciones normales del cuerpo. La hipotermia
se puede presentar en muchas situaciones diferentes, puede resultar del aire
ambiental frío, inmersión en agua fría o sumersión en agua fría con casi ahogamiento y
puede inducirse de manera intencional durante la cirugía.
El mayor riesgo de hipotermia por inmersión de manera usual inicia en el agua fría con
menos de 25 ºC (77 ºF).45 Ya que la capacidad de disipación del calor del agua es 24 veces
mayor que la del aire, los individuos tienen un mayor riesgo de una hipotermia más rápida
en el agua. De cualquier manera, la actividad física continua, como nadar para mantenerse
tibio en el agua fría, de manera eventual se volverá un perjuicio al aumentar la pérdida de
calor por convección con el agua fría que rodea al cuerpo, lo que produce un inicio más
rápido de la hipotermia.
La temperatura corporal central más baja registrada para un lactante con una
recuperación neurológica intacta por hipotermia accidental es de 15 ºC (59 ºF).46 En un
adulto, 13.7 ºC (56.8 ºF) es la temperatura central registrada más baja para un
sobreviviente de hipotermia accidental. Esto le ocurrió a una mujer de 29 años que
luchó para autorrescatarse durante más de 40 min antes de que los síntomas de
hipotermia grave afectaran la contracción muscular.47 Ella estuvo inmersa durante más
de 80 min antes de la llegada de un equipo de rescate y se inició la reanimación
cardiopulmonar (RCP) durante su transporte a un hospital local. Después de 3 h de
recalentamiento continuo, su temperatura central regresó a la normal y sobrevivió con una
función fisiológica normal.
Este caso de hipotermia accidental muestra porque todos los proveedores de la atención
prehospitalaria que manejan pacientes con hipotermia no deben parar las
intervenciones de tratamiento y declarar como muerto a un paciente hasta que éstos se
hayan recalentado a más de 35 ºC (>95 ºF) y aún no haya evidencia de función
cardiorrespiratoria y función neurológica. Las lecciones de este caso y otros con
resultados similares son que la impresión de que estos pacientes se encontraban muertos
no es justificación suficiente para sus- pender o no dar apoyo vital básico o avanzado.
Esta es la razón por la cual se acuñó la siguiente frase: "Los pacientes no están muertos
hasta que están calientes y muertos".
Ya sea por una exposición a un ambiente frío o por inmersión, la influencia del frío sobre el
cuerpo afecta a todos los sistemas orgánicos principales, en particular el cardiaco, renal y
al sistema nervioso central. Conforme baja la temperatura central del cuerpo por debajo
de 35 ºC (95 ºF) se presenta vasoconstricción, temblor y tasa metabólica máximos, con
aumento de la frecuencia cardiaca, respiratoria y presión arterial. La demanda de
oxígeno por el metabolismo cerebral se reduce y se preserva el metabolismo cerebral.
Cuando la temperatura central cae entre 30 (86) y 35 ºC (95 ºC), la función cognitiva,
cardiaca, tasa metabólica, frecuencia respiratoria y el temblor se reducen de manera
significativa o se inhiben por completo. En este punto, los mecanismos fisiológicos
limitados de defensa para prevenir la pérdida de calor son sobrepasados y la temperatura
central cae con rapidez. Con una temperatura central de 29.5 °C.
(85 ºF), el gasto cardiaco y la demanda metabólica se reducen alrededor de 50%. La
ventilación y perfusión son inadecuadas y no siguen el paso de la demanda metabólica, lo
que produce hipoxia celular, aumento del ácido láctico y de forma eventual acidosis
metabólica y respiratoria. La oxigenación y el flujo sanguíneo se mantienen en el centro y
el cerebro.
Cuando la temperatura central llega a los 26.7 a 28 ºC (80 a 82 ºF) cualquier estimulación
del corazón puede producir fibrilación ventricular (FV) o paro cardiaco la RCP o un manejo
rudo (evaluación y movimiento del paciente) del paciente pueden ser suficiente para
producir FV. A estas temperaturas corporales centrales bajas en extremo, el pulso y la
presión arterial no son detectables y las articulaciones están rígidas. Las pupilas están fijas
y dilatadas con temperaturas centrales bajas en extremo. Una vez más, no se debe asumir
que un paciente está muerto hasta que éste haya sido recalentado y no presente signos de
vida (determinado según el electrocardiograma [ECG], pulso, ventilación y función del
SNC).
Manejo.
La atención prehospitalaria del paciente hipotérmico consiste en prevenir una mayor
pérdida de calor, manejo gentil, iniciar con rapidez el transporte y recalentamiento. Esto
incluye mover al paciente lejos de cualquier fuente de frío hacia una ambulancia cálida o un
refugio cálido si no se cuenta de inmediato con un transporte disponible. Se debe retirar la
vestimenta húmeda cortándola con las cizallas de trauma para evitar el movimiento
innecesario y la agitación del paciente. La preocupación de iniciar un paro cardiaco basado
en el manejo del paciente no debe retrasar ninguna intervención crítica. Esta preocupación
es más realista en pacientes hipotérmicos graves< 30 ºC. Se deben cubrir la cabeza y el
cuerpo del paciente con sábanas tibias o bolsas para dormir y después se coloca una capa a
prueba de viento para prevenir la pérdida de calor por convección y evaporación.
Si el paciente está consciente y alerta, el paciente debe evitar bebidas con alcohol y cafeína.
Los pacientes hipotérmicos necesitan oxígeno a flujo elevado porque tienen un aporte de
oxígeno reducido a los tejidos. El oxígeno a flujo elevado se debe administrar usando una
mascarilla que evita la re inspiración o un instrumento de bolsa válvula mascarilla.
Idealmente, el paciente se puede beneficiar más si el oxígeno está tibio y humidificado (42
a 46 ºC. No se recomiendan los paquetes calientes o dar masaje a las extremidades del
paciente. Por lo regular, el recalentamiento activo externo se presenta sólo en la región
torácica sin recalentamiento activo de las extremidades. Esto prevendrá un incremento en
la circulación periférica, lo que produce que una mayor cantidad de sangre más fría regrese
de las extremidades hacia el tórax antes del recalentamiento del centro. El aumento del
retorno de la sangre periférica puede de hecho disminuir la temperatura central
("descenso posterior"). Esto complica la reanimación y puede precipitar un paro cardiaco.
3
TRANSPORTE PROLONGADO
Al igual que en toda atención a los pacientes, se entiende que las primeras prioridades
son la seguridad de la escena, los ABCDE y el uso de una evaluación y procedimientos
de manejo estándares apropiados a estos ambientes. Si está disponible el control
médico, siempre obtenga una consulta temprana y comunique de manera rutinaria a lo
largo del periodo extendido de la atención. Cualquiera de los procedimientos que caen
fuera del objetivo de la práctica es realizado por otros proveedores médicos acreditados.
Además, también es importante conocer que todas las agencias tienen guías establecidas
para suspender la RCP. La Wilder- ness Medical Society recomienda que una vez iniciada
la RCP, ésta se debe continuar hasta que la reanimación sea exitosa, un paciente
despierto, los rescatadores exhaustos, rescatadores en peligro, el paciente es entregado
para una atención definitiva o el paciente no responde a un esfuerzo prolongado de
reanimación (30 min).52 La Asociación Nacional de Médicos de los SMU también dicta
guías para terminar la RCP en el ambiente prehospitalario (ver el Capítulo 3).53 Si se
cuenta con control médico, inicie temprano la consulta del paciente, si es posible, para
considerar la terminación de la RCP después de un tiempo total de 20 min; dependerá de
las circunstancias especiales del paciente (p. ej., sumersión en agua fría, golpe por rayo) en
el que la RCP se podría extender durante más de 20 a 30 min.52
Insolación
Las guías para el transporte prolongado de un paciente con insolación son las
siguientes:
Hipotermia
Las guías para el transporte prolongado de un paciente con hipotermia son las
siguientes: