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¿ES EL ANÁLISIS EXISTENCIAL Y LA LOGOTERAPIA UNA PSICOTERAPIA

HUMANISTA?

El AE es denominado con frecuencia desde fuera como una psicoterapia humanista, porque
efectivamente muestra muchas superposiciones y similitudes en la conducción de la
conversación terapéutica. Aquí debe mencionarse el fuerte acento en el concepto de persona, el
encuentro, la libertad, la autenticidad, el amor o la dignidad de la persona. También se
encuentran paralelos en la metodología, pensemos solamente en el concepto central de
encuentro y en el de comprender.

En contraposición a ello, en el AE falta el concepto entelequia que se relaciona con un


desarrollo dinámico (“crecimiento”) y autoactualización. En el AE no tenemos tal principio de
desarrollo de características esenciales de la persona. Por ello Frankl vio en la psicoterapia
humanista todavía el peligro del psicologismo y se defendió de esa clasificación (información
personal). En una publicación (Frankl 1996, 217-234) se delimitó claramente en términos de
contenido del movimiento de encuentro de los años 60.

Debido a la antropología y al entendimiento de la relación con el mundo el AE no debe ser


clasificado dentro de las orientaciones psicoterapéuticas humanistas. Porque de acuerdo a la
concepción analítico-existencial la persona es en cierta medida “vacía”, sin programaciones
previas, es decir, no es comparable por ejemplo con una semilla.

Naturalmente, en ningún caso son negadas predisposiciones y elementos predeterminados en la


naturaleza del hombre (por Ej.: genética, herencia psíquica, influencias ambientales), pero éstas
pertenecen a la personalidad y, con ello, al ámbito psíquico. La persona propiamente tal es, de
acuerdo a nuestro entendimiento, “dinámica pura”, es decir, fuerza pura, potencialidad del
poder-decidir, del encuentro.

Yalom (1989, 31f.) ha planteado algunas diferencias entre las psicoterapias humanistas y las
existenciales (y también entre la psicoterapia existencial en Europa y en USA). Ellas son
introducidas en el siguiente esquema, hasta donde son relevantes para el AE (fueron dejado de
lado los antiguos conceptos analítico-existenciales que Yalom conocía de la literatura analítico-
existencial de la época de la posguerra, como tragedia, humor angustioso, conflicto con la
limitación, significado de las situaciones límite, y soledad, que hoy son secundarios en la
práctica analítico-existencial).

En la descripción del modelo humanista que sigue a continuación me he remitido a Carl


Rogers. Según mi opinión, él es el defensor de la vida dentro de las corrientes
psicoterapéuticas. Victor Frankl puede ser denominado defensor del espíritu. Esto hace tal vez
más clara la diferencia central en la antropología de ambos paradigmas, la que se explica en el
esquema siguiente:
YO TU/
Entelequia ELLO
YO =determinación,
“programación”,
“semilla”, impulso al desarrollo Múltiple en Múltiple en
Capacidades posibilidades

Paradigma Humanista Paradigma Existencial

= Autoactualización = Respiración dialógica con el mundo


(Apertura al desarrollo-el mundo es usado (Apertura en el input y output)
para su posibilitación) = Efecto recíproco: fecundar y ser fecundado
por el mundo (la semilla viene también a mí)

Autenticidad = a partir de mí mismo, lo Autenticidad = en concordancia conmigo y


menos influenciado posible las situaciones(TU/ELLO)
desde fuera = sentir

= Auto-congruencia como = Conciencia como percepción de lo correcto


coincidencia con la sensación corporal en la situación.
organísmica  No desplegar todo lo que hay en mí, sino
dar la mejor respuesta en la situación

Fuerza de desarrollo proviene de la Fuerza de enfrentamiento (decisiones,


existencia vital, tiene carácter pulsional responsabilidad, tomas de posición) es de
(determinante) origen espiritual, la vitalidad es sólo la base
(no determinante)

→ Libertad  limitada, nada esencial → Libertad y decisión = constitutivo de la


para la existencia, sino  persona y la existencia, la logra sólo en su
sólo afirmación o negación completitud
del impulso, exigencia y
dar curso o inhibir el
desarrollo
= Paradigma de la realización en el otro
= Paradigma del desarrollo de (el encuentro no está supeditado a la meta del
predisposiciones desarrollo; está por sí mismo)
(el encuentro se necesita para el desarrollo)
 Realización del sentido
 Autorrealización mediante el descubrimiento del “llamado” de
mediante la apertura de la “sabiduría la situación (del “mundo”)
El paso del paradigma humanista al existencial puede ser comparado con el paso de la mecánica
newtoniana a la teoría de la relatividad. En el AE todo es relación pura; ya no hay nada
prefijado, todo está en el flujo y consiste en efectos recíprocos.
Esta forma de pensar es la mayor parte de las veces difícil para el principiante, debido a que no
estamos ejercitados en ella (a diferencia de los budistas zen, para quienes esta forma de pensar
es la usual).

Síntesis léxica:

Psicoterapia existencial. Una corriente principal de la psicoterapia (junto a la psicología


profunda, terapia del comportamiento, orientación humanista y sistémica) que se basa en la
filosofía existencial (Kirkegaard, Heidegger, Scheler, Jaspers, Sartre, Buber). Resulta
determinante la visión de hombre y la comprensión del ser en el mundo filosófico-existencial,
donde la persona no es vista como un aparato psíquico cerrado, sino que se lo entiende como
esencialmente supeditado y orientado al mundo (“abierto al mundo” - Scheler).

Por ello la existencia es caracterizada como un estar entretejido en encuentro dialógico de


manera inevitable con el “otro” del mundo (“ser-en-el-mundo” - Heidegger). Esto representa un
desafío para el individuo, involucrarse con las exigencias de la situación, escogiendo y
responsablemente. El éxito o fracaso de la vida (con la consecuencia de trastornos psíquicos)
depende del grado en que la persona puede insertarse en las situaciones o alejarse de ellas.

La esencia del ser humano se ve en el existir. Esto significa que la persona en su esencia nunca
está fija (determinada), sino que, a través de su elección, determina quién es en el fondo. En la
realización concreta de la existencia, la separación sujeto-objeto se supera a través de la “auto-
trascendencia” (Frankl; “trascendencia” en Binswanger), por medio de la cual la persona entra
en una unidad con su mundo.

En el centro de la psicoterapia existencial se encuentra la libertad humana y su hermana gemela,


la responsabilidad. El ser humano no está fijado como si su determinación fuera desplegarse
solo, de acuerdo a un proceso condicionado por una evolución, ordenado mecánica u
organísmicamente.

A diferencia de ello, se entiende como alguien que se autoconstruye, se determina a sí mismo a


través de su elección, del “salto hacia sí o contra sí mismo” (Kirkegaard, Jaspers), mediante lo
cual él logra por sí mismo su esencia (su existencia) y “su mundo” de relaciones personales.
Metodológicamente, esto exige una focalización de la psicoterapia existencial en el sujeto y su
experiencia. Su vivenciar es la única puerta de entrada adecuada a su mundo y la base de su
decisión.
1
De la 3ºMF falta la comprensión, el encuentro, el valor personal. Es típico de la forma de pensar existencial que
lo esencial en la vida depende del sujeto. El sentido no es simplemente entregado, él debe ser buscado y exige
una apuesta personal. La persona puede no encontrarlo a pesar de toda la confianza en la sabiduría de la
naturaleza y de la sensación organísmica (es probablemente la tragedia de la vida y un peligro constante, !
también culpa!). Lo que el ser humano es en esencia, lo es a través de sus propias decisiones y acciones.
Por ello el procedimiento en la psicoterapia existencial es básicamente fenomenológico y no
guiado por la teoría o interpretativo-explicativo, sino comprensivo y en encuentro confrontador.
El psicoterapeuta no es un observador no-participativo, explicador, profesor o instructor, sino
un participante estrechamente vinculado al proceso.

En la existencia concreta, la confrontación con sus límites y la toma de posición personal juega
el rol central: en el centro del vivenciar de la existencia se agrupan temas como la
impermanencia, la temporalidad, la mortalidad, la espacialidad, la corporalidad, la angustia, la
soledad y la cualidad de sentido.

No juzgar correctamente estos temas existenciales específicos (exigencias), descuidarlos,


pasarlos por alto, postergarlos o negarlos trae consigo consecuencias patológicas, las que se
manifiestan lentamente o en situaciones límite (Jaspers). En definitiva, la psicopatología se
observa en el intercambio no realizado con el mundo y/o en la relación conmigo mismo
bloqueada.

La práctica terapéutica está orientada radicalmente al vivenciar subjetivo, y comienza en la


correspondiente actualidad situacional, donde la problemática completa está ya contenida, así
como también la capacidad de la persona. De la gran cantidad de temas y ámbitos de problemas
posibles de los pacientes, se tratan aquellos que ocupan al cliente/paciente (lo ocupan o limitan
la actual realización de la existencia) y/o que tienen significado considerando la configuración
futura de su vida (Por Ej.: trabajo biográfico focalizado).

El trabajo psicoterapéutico es entendido como ayuda para la capacidad de decisión (actitud,


posición), la autenticidad y la reflexión (cautela) en la realización de la vida, mediante lo cual
debe satisfacerse el doble llamado de la existencia (llegar a ser uno mismo y construir el
mundo), (véaseDaseinsanalyse, Análisis Existencial, Psicoterapia de Conversación centrada en
el proceso, Terapia Gestáltica).

La psicoterapia existencial se dirige contra la concepción de hombre causal-determinista de


proveniencia de las ciencias naturales, positivista o empírica, porque ponen un abismo entre el
hombre y su mundo, lo cosifican, es decir, lo transforman en un objeto de fuerzas determinantes
(estímulos, impulsos, potencial de desarrollo) y con ello anulan el valor de la subjetividad
humana, la posibilidad de la autodeterminación (libertad) y la tarea que surge de la innegable
vinculación con el mundo.

Las orientaciones existenciales pueden ser encontradas no sólo en representantes explícitos del
pensamiento existencial, como Boss,Binswanger, Blankenburg,Bugenthal, Condrau, Frankl,
Längle, Laing, May, Tellenbach, o Yalom, sino también en corrientes analíticas (como por Ej.
la psicología individual y psicología analítica de Caruso, Jung y, posteriormente, Ey, v.
Gebsattel, Minkowsky, Straus) y neo-analíticos orientados humanistamente (por Ej.:. Rank,
Horney, Fromm), así como personalidades fundadoras de la psicología humanista (como
Maslow, Perls, Rogers).
Binswanger L. (1953) Grundformen und Erkenntnis menschlichen Daseins. Niehaus, Zürich (1942).
Bugenthal J. (1967) The Search for Existential Identity. Jossey-Bass, San Francisco.
Condrau G. (1989) Daseinsanalyse. Bern: Huber.
Cooper M. (2003) Existential Therapies. London: Sage
Frankl V.E. (1967) Psychotherapy and Existentialism. Selected Papers on Logotherapy. Washington Square Press, U.S.A.
Ofman, W. (1974) A Primer of Humanistic Existentialist Counseling and Therapy. Psychological Affiliates Press, Los Angeles.
May R. (1969) Existential Psychology. Random House, New York
Sartre J.P. (1947) Ist der Existentialismus ein Humanismus? Zürich.
Yalom I. (1969) Existentielle Psychotherapie. Edition Humanistische Psychologie, Köln (Orig.: 1960)

Gerhard Stumm & Alfried Längle

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