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Charla para padres sobre las nuevas tecnologías y la influencia en las familias
Charla para padres sobre las nuevas tecnologías y la influencia en las familias
¿Sabía que el 80 % del desarrollo cerebral de un niño ocurre para cuando tiene 3
años? El desarrollo de las habilidades del habla y el lenguaje está fuertemente
vinculado a la capacidad de pensar, las relaciones sociales, la lectura, la escritura y
el éxito escolar. Este desarrollo ocurre cuando los padres y los niños hablan y se
comunican regularmente con palabras y sin palabras (interacciones verbales y no
verbales).
Nada puede reemplazar estas interacciones cuando se trata del aprendizaje y el
desarrollo del habla y el lenguaje de nuestros hijos. Por eso es importante
centrarse en un tiempo cara a cara de calidad en la vida real.
Si un niño come un dulce, está disfrutando de algo que le gusta y le hace feliz. Eso,
desde luego, no quiere decir que esté recibiendo los nutrientes que su cuerpo
necesita para crecer fuerte y sano. De la misma forma, si das tu celular a tu hijo
pequeño, es casi seguro que estará entretenido y feliz. Eso no quiere decir que
esté recibiendo la estimulación que necesita para desarrollarse y llegar a la
escuela listo para aprender. ¿Por qué, entonces, se ve a niños cada vez más
pequeños expuestos a horas de tecnología digital y pantallas?
De años a meses
En la década de 1970, los niños estadounidenses empezaban el contacto con la
tecnología a partir de los cuatro años. Su exposición era limitada y la oferta se
trataba, más que nada, de la televisión y la radio. Cincuenta años después, el
abanico de posibilidades que ofrece la tecnología en forma de pantallas, video
juegos y aplicaciones móviles es casi infinito. Hoy los niños estadounidenses están
expuestos a las pantallas a partir de los cuatro meses.
En Canadá, por su parte, los niños de entre 3 y 4 años pasan un promedio de dos
horas diarias frente a una pantalla y el 24% de los niños de 5 años, más de 2
horas. Aún más sorprendente, quizá, es que un estudio en 2012 reveló que en el
Reino Unido el 27% de los niños de entre 0 y 4 años usa una computadora y el
23% usa internet.
Comunicación no verbal: hablar y comprender palabras son sólo una parte del
rompecabezas de la comunicación. Las señales no verbales como el contacto
visual, las expresiones faciales, los gestos y el lenguaje corporal brindan
información adicional. Incluso en la infancia, un niño puede reconocer emociones
y comprender la intención de un mensaje. Cuando usa un teléfono inteligente,
estas señales no verbales para su hijo a menudo se reducen o desaparecen por
completo. Como resultado, pueden perder señales no verbales importantes que
forman parte del aprendizaje de la comunicación.
Los padres que están concentrados en sus teléfonos también pueden perder la
información que sus hijos intentan enviarles. Esto puede ser señalando,
gesticulando o mirando fijamente, por ejemplo. Estas son señales sutiles pero
vitales que envían los niños pequeños, especialmente cuando aún no hablan
muchas palabras. Entonces, cuando su hijo pequeño le lance una pelota,
devuélvasela. Muéstreles que los está escuchando y observando. Enséñales que
sus acciones te importan.
Tenga horarios sin tecnología: como parte de la rutina diaria, no permita los
dispositivos como televisores, teléfonos, computadoras, juegos u otros
dispositivos electrónicos en momentos específicos. Es importante antes de
acostarse, por ejemplo. Además, descansos cada día más prolongados de la
tecnología son beneficiosos, especialmente para familias con niños muy
pequeños.
Piense salidas sin tecnología: un viaje a la granja o al zoológico, una cita para jugar
en el parque, un día en la piscina. A la mayoría de los padres les encanta tomar
fotografías de sus hijos para compartirlas, pero traten de dejar que algunas
actividades queden sin documentar. Guardar el teléfono permite que todos
disfruten de momentos divertidos e ininterrumpidos y se concentren en hablar y
comunicarse entre sí.
Hable sobre lo que le gustaría hacer menos, y qué aplicaciones o programas sus
hijos quieren usar en las próximas semanas.
Tener un plan puede ayudar a que el uso de los medios sea un poco menos
mecánico o automático.
Dando prioridad a medios creativos, educativos, prosociales y positivos.
¿Por qué?
Los medios y las aplicaciones positivos les permiten a los niños aprender nuevas
habilidades, como codificar o hacer películas. Algunas aplicaciones que se
autodenominan "educativas" no lo son en absoluto.
Las aplicaciones gratuitas pueden tener mucha publicidad, presionar a los niños a
hacer compras dentro de la aplicación o recopilar datos de su hijo.
Los padres tienen muchas opciones, así que lea comentarios y controle las
aplicaciones antes de permitirles a sus hijos que las usen.
¿Cómo?
Un buen ejemplo de cómo usar los medios con un fin positivo es tener
videollamadas frecuentes con sus seres queridos. Incluso los bebés y niños
pequeños pueden comenzar a aprender este uso. Programe una cita semanal para
hablar con familiares.
Consulte estos consejos (en inglés) de Common Sense Media sobre cómo
encontrar buenas aplicaciones.
Revisando juntos nuevos videojuegos antes de comprarlos o jugar con ellos.
¿Por qué?
Puede resultar difícil saber qué juegos son adecuados para cada edad.
Revisar juntos antes de descargar un juego puede permitir asegurarse de que las
aplicaciones son adecuadas.
Esto también le permite conocer más sobre las actividades de su hijo.
¿Cómo?
Cambie las configuraciones de sus dispositivos para que necesiten una contraseña
antes de descargar una aplicación o un juego nuevos. Al tener que pedirles a los
padres que ingresen la contraseña, se propicia un buen momento para revisar
juntos el contenido del juego.
Common Sense Media es un buen recurso en inglés para padres que
proporciona comentarios y calificaciones según edad de películas, aplicaciones y
otros medios en base a adecuación a las edades y potencial de aprendizaje.
Haciendo un plan sobre el gasto de dinero en línea.
¿Por qué?
Es posible que los niños no comprendan la diferencia entre la moneda virtual y la
moneda real, o el valor de la moneda virtual.
Algunos niños han gastado miles de dólares en compras dentro de los juegos.
¿Cómo?
Hable con sus hijos sobre el dinero y la diferencia entre el dinero real y el dinero
virtual. A los niños les puede costar entender por qué no es buena idea gastar
dinero en línea hasta que sepan cómo ganar, ahorrar y gastar dinero.
Configure su tienda de aplicaciones y sus cuentas de juegos para que soliciten
permiso de los padres antes de comprar.
Experimentando en familia con nuevos programas y aplicaciones, y desinstalando
otros.
¿Por qué?
Los niños y adolescentes también son muy conscientes de cómo usan la
tecnología sus padres. La manera más eficaz de ayudar a sus hijos a cambiar su
comportamiento es trabajar con ellos para probar nuevas aplicaciones positivas (o
probar desinstalar aplicaciones que se sienten como pérdida de tiempo).
¿Cómo?
Pregúntele a su hijo si le gustaría probar una nueva aplicación o serie de videos
con usted. Puede ser cualquier cosa, desde observación de aves hasta conciencia
plena. Lea comentarios independientes para buscar buenos programas y
aplicaciones.
Una vez que hayan probado la aplicación durante 2 semanas, hablen sobre lo que
les gusta o no les gusta. Si desinstaló una aplicación por algunas semanas, hable
sobre cómo se sintió. Puede preguntar lo siguiente: ¿La extrañaste? ¿Qué fue
bueno o malo de usar menos esa aplicación?
Usaremos juntos las pantallas con más frecuencia de la siguiente manera:
Planificando noches de películas en familia.
CerrarDeseleccionar todos
¿Por qué?
Las pantallas son una fuente importante de unión. Los niños aprenden más sobre
los medios de comunicación cuando comparten la experiencia con un adulto.
Elegir juntos una película, un programa de televisión o un juego que todos puedan
disfrutar brinda la oportunidad de conectarse, reír y aprender.
¿Cómo?
¿Por qué no elegir un horario fijo (viernes a la noche, por ejemplo) para compartir
una película todos juntos? Pueden turnarse para elegir la película, o pedir que
todos escriban una sugerencia antes de decidir qué mirarán.
Puede pedirles a todos los miembros de la familia que dejen sus teléfonos fuera
de la habitación mientras miran lo elegido juntos. Esto permitirá reducir las
distracciones.
Mirando juntos las pantallas para conectarnos y ayudar a nuestros hijos a
aprender.
¿Por qué?
Mirar juntos las pantallas les permite conectarse y analizar temas que quizás no
sabrían cómo plantear. Los niños pequeños aprenden mejor de los medios de
comunicación, los programas educativos y los videos cuando los miran con sus
padres y estos hablan sobre lo que ven en pantalla. Esto les permite a los niños
relacionar contenido y tener la perspectiva de alguien más. También puede
ayudarles a alejarse de las pantallas.
Los niños más grandes y adolescentes también aprenden de las pantallas, incluso
qué tipos de comportamientos son adecuados o no para las personas de su edad.
¿Cómo?
Estas son algunas preguntas para hacer cuando mira contenidos con sus hijos:
¿Cómo se sintieron al mirar este programa?
¿En qué otro lugar han visto algo así?
¿La historia les recuerda algo?
¿Han visto este tipo de situación con sus amigos?
¿De qué personaje les gustaría ser amigos?
¿Por qué?
¿Qué creen que sucederá después?
¿Cuál fue su parte favorita?
Jugando con aplicaciones y juegos o mirando videos juntos en familia.
¿Por qué?
Jugar con videojuegos o aplicaciones juntos es divertido y le permite conocer los
mundos digitales de sus hijos. Le brinda más claridad sobre cómo su hijo pasa el
tiempo.
¿Cómo?
Pídales a sus hijos que le muestren su juego favorito, lo que construyeron o
lograron, y cómo aprendieron sobre eso.
Si ve contenido negativo como estereotipos o violencia, pregúnteles qué piensan
de eso. Tienen opiniones.
Plan familiar de uso de pantallas de los afdsf
Ayudaremos a equilibrar la tecnología con las actividades en línea y fuera de línea
de las siguientes maneras:
Planificando una actividad libre de pantallas para hacer juntos todos los
días.
Siguiendo las actividades en línea y hablando sobre qué actividades podrían
estar llevando demasiado tiempo.
Creando el hábito de apagar los dispositivos electrónicos que nadie esté
usando.
Participando en otras actividades disponibles en nuestra comunidad.
Teniendo menos aplicaciones en su dispositivo.
Configurando recordatorios en la pantalla de bloqueo.
Configurando límites de tiempos para uso de pantallas.
Asegurándonos de que el tiempo frente a la pantalla no interfiere con la
actividad física y la alimentación saludable.
Previniendo hábitos de juego de video no saludables.
Dándonos cuenta de cuándo recurrimos a las pantallas para adormecer
nuestras propias emociones y encontrar formas más saludables de
afrontarlo.
Nos comunicaremos acerca de las pantallas de las siguientes maneras:
Hablando acerca de las pantallas a menudo.
Analizando contenido de los medios que sea impactante o perturbador.
Escuchándonos con la mente abierta.
Siendo más conscientes de cómo se relacionan las pantallas con nuestras
emociones.
Aprendiendo a reconocer mejor las publicidades en Internet.
Hablando sobre las formas en que las pantallas pueden afectar la salud
mental.
Sabiendo cuándo y cómo las redes sociales son inapropiadas o dañinas.
Enfatizaremos la amabilidad y empatía cuando usemos la tecnología de la
siguiente manera:
Respetando a los demás, tanto en línea como en persona.
Teniendo un plan sobre cómo lidiar con el ciberacoso.
Siendo respetuosos y considerados con los demás en línea y en persona.
Estableceremos y analizaremos las reglas de seguridad digital de la siguiente
manera:
Intentando evitar compartir datos en exceso.
Analizando y evitando campos minados, madrigueras de conejos y
contenido inadecuado en las pantallas.
Explorando las configuraciones de privacidad y estableciéndolas en el nivel
más alto de seguridad.
Estableciendo y siguiendo reglas de seguridad con quienes conversamos en
línea.
Crearemos algunas zonas libres de pantallas para nuestra familia de la siguiente
manera:
Manteniendo los horarios de las comidas libres de pantallas.
Manteniendo las habitaciones libres de pantallas por la noche.
No enviando mensajes de texto (incluidos correos electrónicos, búsquedas
en la red, transmisiones en vivo, etc.) cuando conduzca.
No usando dispositivos camino a la escuela o de regreso de esta.
Evitando el uso de redes sociales hasta que los niños tengan 13 años o más,
con apoyo de los padres.
Teniendo un plan sobre los dispositivos en la escuela.
Elegiremos horarios y espacios en los que no queremos distracciones de las
pantallas de la siguiente manera:
Eligiendo qué días de la semana está bien usar pantallas y dispositivos.
Diseñando un plan para tareas y pantallas.
Usando solo una pantalla a la vez.
Evitando las pantallas antes de la escuela.
Planificando un día libre de pantallas por semana.
Silenciando los teléfonos y poniéndolos en "no molestar" durante el tiempo
en familia y el tiempo de juego.
Evitando que el uso de pantallas interfiera con el sueño.
Evitando las pantallas durante la hora antes de dormir.
Elegiremos buen contenido para nuestra familia de la siguiente manera:
Usando las pantallas con más intención.
Dando prioridad a medios creativos, educativos, prosociales y positivos.
Revisando juntos nuevos videojuegos antes de comprarlos o jugar con ellos.
Haciendo un plan sobre el gasto de dinero en línea.
Experimentando en familia con nuevos programas y aplicaciones, y
desinstalando otros.
Usaremos juntos las pantallas con más frecuencia de la siguiente manera:
Planificando noches de películas en familia.
Mirando juntos las pantallas para conectarnos y ayudar a nuestros hijos a
aprender.
Jugando con aplicaciones y juegos o mirando videos juntos en familia.