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UNIVERSIDAD DE MENDOZA
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
Presidente:
Vocal:
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Nota:
ABSTRACT
PORTADA 1
HOJA DE EVALUACIÓN 2
DEDICATORIAS Y AGRADECIMIENTOS 3
RESUMEN 4
ABSTRACT 4
INDICE 5
INTRODUCCION 8
OBJETIVOS 10
PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN 10
1.2.1 LA VICTIMA 18
1.2.2 EL ABUSADOR 20
1.2.3 LA FAMILIA 24
(TEPT)? 40
CONCLUSIONES 110
2. Dar cuenta del rol del psicólogo frente un paciente o consultante que
ha sufrido o sufre abuso sexual.
3. Describir desde una perspectiva integral, los tratamientos más
eficaces en el diagnóstico y tratamiento de TEPT en pacientes que
fueron abusados sexualmente.
PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN
Tratar el tema del abuso sexual, desde el rol del psicólogo clínico, es
de suma importancia. El abuso sexual intrafamiliar, no es una problemática
reciente, es una constante histórica que se produce en todas las culturas, en
todas las sociedades y en cualquier estrato social, pero en nuestra sociedad
recién lo están considerando dentro del plano de la salud pública.
El abuso sexual es un fenómeno que tradicionalmente se ha
mantenido oculto y que, aunque en la actualidad despierta un creciente
interés y una enorme preocupación, aún permanece invisible en la gran
mayoría de los casos.
1.2.1 LA VICTIMA
Las características de la víctima están referidas a su edad, sexo, su
relación con el mundo exterior y su lugar en la familia.
Con respecto a la edad y sexo de la víctima, estudios epidemiológicos
más antiguos, como lo es el análisis realizado por Finkelhor (1993), López
(1994), y Moreno et al. (1995) ya habían establecido que en la
preadolescencia se incrementaba el riesgo de abuso sexual, demostraron
que los abusos sexuales se producían con más frecuencia entre los 12-13
años de edad, e informaron que la frecuencia de los casos de abuso sexual
infantil se iba incrementando con la edad de los niños hasta llegar a la
pubertad.
Estos investigadores señalaron tres posibles explicaciones del mayor
número de casos detectados de abuso sexual entre los preadolescentes. En
primer lugar, los adolescentes de trece o catorce años es posible que
ofrezcan una mayor resistencia al perpetrador, lo que explicaría el descenso
del abuso sexual a partir de esta edad. Además, cuando los abusos tuvieron
lugar a una edad muy temprana las víctimas tienen más dificultades para
recordarlos. Por último, los preadolescentes pueden ser víctimas más
deseables al reunir la doble condición de continuar siendo niños y, al mismo
tiempo, presentar señales indicativas de que se ha iniciado la madurez
sexual. Los abusos sexuales según este autor suelen terminar alrededor de
los 14-15 años de edad, bien porque el adolescente revela lo sucedido o
amenaza con hacerlo o porque la presencia de determinados síntomas
1.2.2 EL ABUSADOR
Conocer el perfil del abusador sexual ha sido una necesidad tanto de
los profesionales de la salud como del público en general. Uno de los
cuestionamientos que debe hacerse gira justamente en torno a la palabra
“perfil” y lo engañoso que puede ser formarse un estereotipo de la persona
abusadora. Si bien las denuncias y los casos de abuso que salen a luz,
provienen, en su mayoría, de clases socioeconómicas pobres, se debe tener
en cuenta que los abusadores de otras clases sociales tienen más recursos
para escapar a la detección y a la denuncia. Hoy en día sabemos que un
abusador puede ser de cualquier clase social, vivir en un medio urbano o
rural, tener cualquier nivel educacional, profesión o actividad, raza, religión,
género, orientación sexual y estado civil. En la mayoría de los estudios los
padres biológicos son los principales responsables de los abusos sexuales,
seguidos por familiares cercanos, luego, por conocidos no familiares y, por
último, por desconocidos. Entonces, ya que no hay un perfil único, se
debería hacer el esfuerzo de hablar de características y factores asociados,
evitando caer en generalizaciones. Es por esto, que la mayoría de los padres
que cuidan a sus hijos se sienten seguros cuando éstos se encuentran en
compañía de una persona a la que califican de alguna de estas formas:
“confiable”, “encantador”, “familiar”, “muy conocido”, “pariente”, “impecable,
religioso”, “bondadoso”, etc. Sin embargo, la realidad es que, en casi todos
los casos de abuso sexual en la infancia, el agresor tenía una o más de
estas etiquetas. La mayoría de los casos ocurren dentro del hogar, donde
1.3.4 Revictimización
Otra consecuencia que se ha relacionado con el ASI ha sido el mayor
riesgo de re victimización, entendiendo como tal el posterior abuso sexual o
físico de la víctima cuando adulta.
Según Messman y Long (1996) se han formulado diversas
explicaciones teóricas sobre esta relación entre el abuso sexual infantil y la
revictimización en una etapa posterior. Entre las teorías o hipótesis
formuladas se incluyen la teoría del aprendizaje (las conductas y creencias
maladaptativas aprendidas pueden contribuir a una mayor vulnerabilidad de
la víctima), la elección de relaciones (aprendizaje y adopción de un repertorio
inapropiado de conductas sexuales, tendencia a sobresexualizar todas las
relaciones con los hombres y a relacionarse con hombres que tienden a
abusar de las mujeres, incapacidad para identificar a las personas en las que
puede confiar), la indefensión aprendida (las víctimas de agresiones no
contingentes a su conducta ven cada vez menos opciones de escape al
Segunda motivación
Tercera motivación.
Cuarta motivación.
La Cuarta Condición Fundamental, viene dada por la referencia al
devenir y al desarrollo frente a la transitoriedad de la existencia humana. El
hecho inmutable de que en algún momento hemos de morir nos sitúa ante la
pregunta fundamental: Yo existo/soy, ¿Para qué es bueno que yo exista?
¿Para qué vivo? ¿Cuál es el sentido de mi existencia?