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HISTORIA DE LA SOCIOLOGÍA

Mg. Manuel E. Castro Agüero

1.- Antigüedad y edad media.

Los progresos de la historia más notables a que se ha llegado en el terreno de la reflexión sobre los
fenómenos sociales han tenido lugar siempre en épocas de crisis o bien a consecuencia de una crisis cuando los
acontecimientos desbordan las estructuras habituales y las soluciones tradicionales. Ello se debe al hecho de
que no percibimos de modo espontaneo más que aquello que cambia. En un estado uniforme y estable nuestra
atención no se ve solicitada por nada especial. En cambio, las situaciones imprevistas imponen un esfuerzo de
reflexión, de inventiva y de adaptación.
La sociología es la única ciencia que desde su origen se ha propuesto el estudio de un tema sometido a
perpetuo cambio o transformación. Cada una de sus etapas está ligada a alguna perturbación social.
Pero no basta el estallido de una crisis para suscitar automáticamente un progreso. La condición de la
reflexión sociológica es la existencia de grupos cultivados de un “medio intelectual” que trata de analizar y
profundizar los datos inmediatos de la experiencia y que, por otra parte, dispone de una cierta libertad sin la cual
queda sometido a un conformismo obligatorio y no puede permitirse expresar ninguna crítica ni emitir hipótesis
inéditas.
Estas condiciones se hallaron reunidas por primera vez en Grecia, donde las grandes escuelas filosóficas
florecieron durante el turbulento periodo cuyo centro fue la guerra del Peloponeso fue un conflicto bélico ocurrido
en la Antigua Grecia entre las ciudades de Atenas y Esparta, por el poder comercial-militar de Grecia y el mar
Egeo. Esta ocurrió entre los años 431 y 404 a.c, es decir, durante 27 años.

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La sociología implícita.

En cada sociedad existe una sociología latente, rara vez expresada públicamente.
Este tipo de sociología está incluida implícitamente en las instituciones de todos los grupos humanos, aún los
más primitivos e exiguos. Todo ocurre como si las instituciones, el derecho y la organización familiar y social se
derribasen de un cierto número de principios y de postulados.
Una de las principales tareas de la etnología y de la historia coexiste en separar estos principios y estos
postulados de la masa amorfa de los hechos estudiados por estas ciencias.

Ideología para sociológica e ideología justificadora.

Los viajeros historiadores griegos nos han transmitido algunas descripciones del antiguo oriente y de sus
instituciones, Estas descripciones reflejan sobre la importancia que tenían las preocupaciones religiosas en la
vida de estos pueblos. Por ejemplo, Herodoto, nos muestra como la ideología de los antiguos egipcios es una
especie de justificación de la organización social, con los dioses correspondía la de los hombres. La creación del
reino era una obra divina, y el mismo faraón era un dios, intermediario entre dos mundos. La vida futuro prolonga
exactamente la existencia terrestre, lo que implica la enorme importancia de la sepultura, del embalsamamiento y
de todo lo que se refiere a la organización y comodidad desde el más allá.

Herodoto de Halicarnaso (484-425 a.c) –Historiador)

Ésta concepción tan material de inmortalidad ha permitido a las arqueologías la construcción de la vida del
pensamiento de los antiguo egipcios con mayor perfección que la de las otras sociedades desaparecidas.
También podemos deducir concepción sociológica implícita de los principios y en las creencias que precisan la
organización de varias sociedades importantes de la América pre colombina. Se trata de sociedades dotadas de
caracteres diferentes, pero esencialmente teocráticos, tanto si se trata de la teocracia feudal y militar de los
aztecas como de las castas pacificas de los Incas, denominadas por un rey-dios.
Tal vez en ese punto reside precisamente la característica esencial de las sociedades orientales en ellas,
no solo la organización social está formada sobre principios religiosos, sino que además es considerada
como la prolongación directa de un mundo superior con el cual un soberano divinizado, asegura una relación
como la que proporciona a los indios de casta de los brahmanes ,incluso en el feudalismo racionalista de la
china clásica, el emperador es el hijo del cielo del mismo modo que en Japón el Mikado es dios. Sin embargo,
los pensadores clásicos de china responden sobre todo a preocupaciones sociales.
Pero estas inquietudes quedan confinadas en un utilitarismo limitado y en un moralismo que termina siendo
cruel por su indiferencia ante los sufrimientos de los individuos y particularmente de las mujeres.

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Pero el Alba de la sociología implica el nacimiento de una especulación sociológica desligada al menos
parcialmente, de los lazos de la religión.
La característica propia de las ciudades griegas era la identidad de las creencias religiosas, coincidiendo con
la diversidad de las instituciones políticas, la existencia de sociedades tan diferenciadas y tan conscientes de sí
mismas, como lo fueron las principales ciudades griegas, se prestaban a llamar fueron los sofistas. Desde
atención de los primeros precursores de la sociología.

Nacimiento de la sociología racional.

Filosófo Gorgias (sofista)

Los sofistas
Los primeros filósofos griegos que trataron sobre temas sociales, cierto que ellos fueron los sofistas.
Desde Protágoras de platón, hasta las nubes de Aristóteles, todas las citas se dirigen solo a la refutación o al
escarnio. Pero, cualquiera que sea el contenido de los pensamientos que se les atribuye, no es menos cierto que
ellos fueron quienes puso en el terreno social las bases esenciales del método científico. La observación, la
comparación, y la crítica. Los sofistas desconfían de las explicaciones rutinarias de las leyendas y los mitos de
las idolatrías, como diría Bacon, denuncian las pervivencias arcaicas que subsistían en las instituciones
atenienses a pesar del enorme desarrollo comercial e intelectual de esta ciudad. Se entregan a la búsqueda de
un derecho natural en el respeto a la persona humana, defienden al individuo que en las ciudades antiguas
pertenece por entero a la ciudad y quieren liberarlo de esta sujeción.
Otro rasgo moderno: todas especulaciones proceden de preocupaciones éticas, dan prueba de espíritu
igualitario, combaten la esclavitud y el nacionalismo limitado de las ciudades griegas.
Las críticas de los sofistas despertaron la atención de los pensadores y la dirigieron hacia los fenómenos
sociales.

Platón (429-347 a.c)

Las conclusiones de platón se contienen en una obra capital, La Republica, que expone un verdadero sistema
de filosofía social. Este sistema está concebido bajo una forma normativa, es decir, que está organizado y

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orientado de modo que conlleve admitir unas conclusiones que consisten en determinadas reglas de conducta
social.
No describe a la ciudad tal como es, sino tal como debería ser. Un problema fundamental preocupa a platón:
¿Cómo evitar unos disturbios tan intolerables y desastrosos como los que azolaban a su país? Es preciso-dice-
organizar racionalmente de manera estable la ciudad.
Puede decirse que a partir de platón el rasgo dominante de la filosofía social consiste en ser estimulada por
todas las perturbaciones, sino también en la esperanza de hallarles remedio.
Para evitar los desórdenes, platón preconiza la vuelta a las instituciones arcaicas de Grecia. Su modelo
viviente es la constitución inmutablemente austera, aristocrática militar de Esparta. Pretende reducir los
intercambios entre ciudades, desconfían de los intelectuales hasta el punto de desterrar a los poetas,
inductores de exaltación e innovación y establece un régimen de castas, fija el número de hombres el de
reparar las bajas causadas por la guerra, las enfermedades y demás accidentes, llega incluso a considerar
sacrílegos a los ciudadanos que intentan ser padres fuera de los límites de edad y de las demás condiciones
preventivas por la ley, según platón, el alma humana es tripartita, la componen: el deseo (deseo de las cosas
materiales),el corazón, y la razón.
El supremo bien consiste en el equilibrio de estas tres tendencias, equilibrio constituido por las tres virtudes
que les corresponde: la templanza, la fortaleza, y la sabiduría.
Este equilibrio del alma humana debe reflejarse en la sociedad que, a imagen del alma, debe constituir por
tres castas de los artesanos, la de los guerreros, y de los magistrados y filósofos.
Contrariamente a la sociedad feudal en donde las clases dirigentes, noblezas y clero, son al mismo tiempo las
principales propietarias, platón reserva el derecho de propiedad exclusivamente a los artesanos, las clases
superiores, a su vez deberían practicar una especie de comunitarios, cuya finalidad consiste en asegurar un
tiempo su fraternidad y su desinterés. Para ellas este régimen se extiende incluso a la familia, sus uniones serán
siempre temporales y estrictamente reguladas por los magistrados, y los hijos serán educados en común,
ignorando la identidad de sus verdaderos padres. Establece así una total incompatibilidad entre el Estado de
dirigente y el de poseedor. Estima así mismo que la evolución social se basa en el procedimiento alterno de
cierto número de tipos psicológicos permanentes que pueden reducirse a los siguientes: Justos, ambiciosos, los
plutócratas, los licenciosos y los tiranos. Platón establece una correlación entre el carácter del estado y de los
individuos, dice: “los gobiernos varían como varían los corazones de los hombres, y es preciso que existan
especies de uno de otros”.

Aristóteles (348-322 a.c)

El pensamiento de Aristóteles es mucho menos audaz que el de platón y muestra mayor dosis de empirismo
y de sentido de la realidad. Su obra principal es la política, donde se entrega al estudio comparado de las

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constituciones políticas y en general de las instituciones de todas las ciudades griegas y de algunos estados
análogos, como Cartago.
En la sociología de Aristóteles hallamos un gran número de expresiones, pensamientos que se han hecho
clásicos. En primer lugar, la famosa constatación de que el “hombre es un animal político”, es decir, inseparable
de la vida en sociedad. El hombre no se explica solo, y no se basta desde ningún punto de vista: ni la
perpetuación de la especie ni para mortales que son fin supremo:
Indica la defensa de la vida, el desarrollo de las ideas y de las potencias morales que son fin supremo; la
familia es por excelencia el grupo social elemental y adhiere el punto de vista de solidaridad que debe existir
entre todos los miembros de una misma ciudad.
Compara la sociedad como un ser vivo de las sociedades. Estas están constituidas por elementos
heterogéneos, de los que provienen de las jerarquías, el gobierno y la división del trabajo. De ahí resulta un
sistema de equilibrio. Este equilibrio se rompe
1.- Cuando unos de la sociedad crecen en número con relación a los demás y
2.- cuando el conjunto de la población aumenta en forma notable.
Aristóteles, como platón y en general los aristocráticos estaban obsesionados por el tema de las sediciones y
de los desórdenes, que en su época agitaban perpetuamente las ciudades griegas.
Aristóteles, que en todos los demás puntos se muestra partidario de la espontaneidad creadora, se muestra en
cambio ferozmente dirigista en materia de población. Llega a fijar la edad de la procreación, a hacerla obligatoria
en determinados casos y a prohibirla en otros, imponiendo el aborto o el infanticidio.

Tucidides (460-335 a.c.)

Su historia de las guerras del Peloponeso es algo más que una crónica: Tucidides no se limita a narrar los
acontecimientos y alabar a los grandes personajes, además intenta dar una explicación a los grandes fenómenos
históricos. Analiza las creencias, las tendencias, los intereses y las fuerzas en presencia de este conflicto tan
confuso como crucial, ya que señaló la autodestrucción del mundo helénico o clásico.
Importancia de los precursores helénicos.

Los precursores griegos fueron quienes delimitaron las posiciones y las tendencias entre las cuales oscilaron
posteriormente todas las escuelas políticas y sociológicas. Según platón, el individuo pertenece a la ciudad en
cuerpo y alma y llega a pretender la destrucción de la familia, que por su exclusivismo se opone a la colectividad.
Considera al Estado como única fuente de la moral e iguales ante dios.
Los seres vivos cuyo estado normal es el movimiento y cuyas diferencias de medio y estructura llevan a la
diversidad y a la complejidad.
El pensamiento sociológico de los romanos
El pensamiento romano desempeña un papel considerable en la sociología descriptiva porque las conquistas
militares y la ocupación de tierras lejanas le lleva a estudiar las costumbres e instituciones de otros pueblos.

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La sociología dualista
La revolución cristiana

Las instituciones de la antigüedad se diferencian de las nuestras en un punto fundamental: la existencia de la


esclavitud. Cuando nos referimos a las constituciones de las ciudades griegas más democráticas, no hay que
perder de vista que estas leyes solo se aplicaban a la minoría de los ciudadanos, ya que los esclavos quedaban
excluidos de la esfera del derecho. En un estudio más arcaico de civilizaciones que existía, además, un sistema
de casta más o menos rigurosa cuyos restos podemos observar actualmente tanto en los pueblos de Oceanía,
como entre los negros africanos, y en la india. Pero el Deuteronomio había instituido un derecho y una moral
extremadamente humanos en comparación de las costumbres de la época. Proscribe la crueldad, incluso
respecto a los animales, establece principios igualitarios y ordena la liberación periódica de los esclavos, de
modo que la esclavitud exista de forma temporal. La nueva concepción del mundo se caracteriza por su espíritu
igualitario puesto que todas las almas serían iguales ante dios.

San Agustín (430-354) d.c.

Su obra “La ciudad de dios” contiene una síntesis de toda la civilización de la antigüedad una visión de
conjunto de la historia humana. Desde un punto de vista totalmente sociológico, se hallan en ciertos números
de ideas y de analogías que forman las bases de las concepciones jurídicas y sociológicas modernas.
Todas las ideas que en los siglos posteriores desempeñaron un papel de primer plano, como la del derecho
natural, la del origen del poder coercitivo que ejerce el gobierno, la legitimidad del poder, la libertad natural del
hombre, etc. Se explican y se discuten en esta obra. También se encuentran en ella las grandes líneas del
humanismo.
El idealismo de San Agustín, queda patente en su oposición entre la ciudad del hombre y la “ciudad de
dios”, que da título a su obra. Por estos nombres se designan dos tendencias: una de ellas que es “La
servidumbre de la materia, el culto de los apetitos y de la violencia, el amor asimismo , la otra que es “el amor
a dios, llevado hasta el desprecio de sí mismo “, es decir , la fe, la humildad, el culto de la justicia y de la
caridad. Las creencias religiosas desempeñan el papel de una idea que mueve a los hombres hace una
perfección creciente. La ciudad celestial llama a sus senos a los ciudadanos de todas las naciones, constituye y
reúne una sociedad de peregrinos de todas las lenguas. No suprime nada, ni destruye ninguna de sus

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costumbres, solo pone en relación la paz terrestre con la paz celestial. Desde el punto de vista de la forma del
estado, San Agustín no manifiesta preferencia, piensa únicamente que la razón de ser del poder político, es
hacer reinar la justicia.
La obra de San Agustín es el puente entre la sabiduría antigua y la nueva sapiencia. Tiene una síntesis de la
civilización antigua y de la cristiana y proporciona al mismo tiempo de una explicación coherente del tránsito de
una a la otra.
La sociología fatalista de la edad media
Conocemos de obras contemporáneas que describe de alguna manera la estructura de las sociedades
medievales. Pero conocemos, a través de las obras de los grandes teólogos sobre todo de Santo Tomas de
Aquino, el ideal que animaba a esta civilización.

Santo Tomas de Aquino (1224-1274)


Sus dos principales tendencias son las siguientes: la primera consiste en señalar bien la opción, tan
claramente expresada por San Agustin y los padres de la iglesia, entre el mundo de lo temporal y el mundo de la
gracia.
A ello se le reúne el extremado pensamiento que pproviene de la importancia cada vez mayor que atribuye
las sociedades de la condenación y el infierno. Por otra parte, las sociedades medievales oscilan al compás de
los acontecimientos, entre el liberalismo de San Agustin y las exigencias aristocráticas del sistema feudal.
Hay que señalar un fenómeno extraordinariamente importante: el monarquismo, cuyo significado socilógico a la
vez ejemplar y abstencionista ha sido muy poco estudiado hasta el presente. Aunque también existe en otros
ambientes, como en las sociedades budistas, esta institución alcanza su máximo desarrollo en la civilización
cristiana.

Ibn jaldun (1332-1406)


Su obra en la que se muestra como el precursor de la sociología moderna, es una larga introducción
(prolegómenos) a sus trabajos históricos.
Nos da una definición completamente sociológico de la historia: “la historia tiene como objeto comprender
el estado social del hombre, es decir, de la civilización y enseñarnos los fenómenos que se relacionan con
ella, a saber, la vida salvaje la suavización de las costumbres, el espíritu de la familia de tribu. Las divergencias
de superioridad que unos pueblos obtienen sobre otros y que conduce al nacimiento de Jehová, que conduce

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al nacimiento de los imperios y de las dinastías, las distinciones de rangos, las ocupaciones a las que los
hombres consagran sus trabajos y sus esfuerzos como las profesiones lucrativas, los oficios que hacen vivir
las ciencias, las artes y en fin, todo los cambios que la naturaleza de las cosas puedan operar en el carácter
de la sociedad.
La teoría a la que llega presenta ciertas analogías con la de los ciclos que describe Platón, también la de Ibn
jaldun, son las diferencias psicológicas entre generaciones sucesivas la que explica la evolución de las dinastías
y de las aristocracias dirigentes, dice que la vida social es un fenómeno natural.
El hombre es el único ser viviente que tiene necesidad de autoridad, sin la cual el desorden y la anarquía
reinaran, porque los malos instintos predominan en él.
Esta autoridad se fundamenta exclusivamente en la fuerza y pertenece a los grupos que se apoderan de ella,
gracias a su valor, cohesión y espíritu de cuerpo; estas cualidades que crean de hecho lo son, normas de la
capacidad para tomar el poder, se adquiere por la vida nómada. Son minorías nómadas o semi nómadas de
germanos, hunos, árabes, mongoles, etc; los que han llevado a término las conquistas más rápidas y vastas.
Pero por razones psicológicas, toda dominación de una dinastía de un partido o de un grupo, duró en general
por espacio de tres generaciones, o sea, alrededor de un siglo, porque el ejercicio del poder, sus placeres y
felicidades, son causas de que los hombres enérgicos que se han hecho con el poder, sucedan generaciones
enervadas y licenciosa que “termina por crear el poder no es la recompensa al esfuerzo y a las cualidades por
su conquista, sino que se le debe simplemente en virtud de su nacimiento o de su raza.

La edad moderna

El renacimiento consiste en que los “intelectuales”, filósofos, escritores, sabios de la época reanudan el
contacto directo por los pensadores clásicos de Grecia y Roma.
Se produce entonces un hecho nuevo, desde la antigüedad y cuyas consecuencias son incalculable; la edad
media, las minorías tenían la misma mentalidad que el pueblo, es decir, participaban de las mismas creencias y
de los mismos gustos, pero a partir del renacimiento la vida intelectual se sentía fuera de la compresión popular.
Esta ruptura espiritual se hace patente enseguida en materia de ciencia, de estética, y de literatura. En
cambio, será más tardía en el terreno de la filosofía, ya que los intentos de ruptura con la tradición medieval
fueron retrasados por la susceptibilidad de los teólogos. Conviene hacer notar que la elaboración de una nueva
filosofía y sobre toda su difusión, fueron generalmente precedidos por la crítica irónica de los escépticos.
Boccacio en cierta medida y Maquiavelo, destacan entre los representantes italianos de esta corriente; Rebelais
y Montaigne entre los franceses. Del mismo modo el Rolando furioso y el quijote señalaron el fin de la literatura
de la edad media y el agotamiento de sus temas y personajes favoritos.

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Maquiavelo (1469-1527) y Hobbes (1588-1679)

La violencia que precedían la vida política medieval quedaban atemperadas por cuatro factores:
1. El espíritu caballeresco que resultaba a la vez de las creencias religiosas (tanto en el
mundo cristiano como en el mundo musulmán), y del hecho de que la organización militar era aristocrática.
2. La técnica militar de la época, sobre todo de la construcción de castillos, que los generales daban ventaja
a la defensiva.
3. La estabilidad adquirida por derecho político feudal, con la particular concepción de la legitimidad que
resulta de ella.
4. Las creencias religiosas. El debilitamiento de los cuatro factores, los trastornos que anuncia la edad media,
es decir, en el mundo oriental, las conquistas de los mongoles, tártaros, y turcos, unidas a la caída de Bizancio y
en occidente la destrucción progresiva del antiguo orden feudal y la ruina de la mayor parte de la ciudad
republicanas de la época, suscitaron reflexiones.
Según estos dos autores, la vida de las sociedades se fundamenta en el uso de la fuerza. Su psicología social
se resume en el célebre homo homini lupus, y en la frase de Maquiavelo “los hombres tienen myor inclinación al
mal que al bien”.

Descartes (1632-1677)

En la obra de Descartes encontramos un cierto número de puntos de vista que de hecho, implica temas de
posición muy claras e incluso muy fecundas de materias de sociología, en primer lugar;la afirmación de que
todo progreso social debe ser percibido de progresos en las artes médicas, porque el mismo espíritu depende
tan intensamente del temperamento y de la disposición de los órganos del cuerpo que si es posible hallar
algún medio que se haga a los hombres comúnmente más sabios, mas hábiles de los que han sido hasta
ahora,creo que hay que buscarlo en la medicina.

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Descartes, admite que la moral debe ser considerada como provisional, puesto que el advenimiento de una
moral definitiva debe de coincidir con el perfeccionamiento final de la ciencia y que constituyen el grado mas
elevado de la sabiduría.

Baruch Spinoza (1632-1677)

Según él, los hombres viven desde su origen bajo el impulso de la pasión, y sus derechos, que no conocen
otro límite que el de la fuerza, están en perpetuo conflicto.
Espinoza, dice que, la sociedad está constituida por la adhesión de los individuos, estos conservan sus
características naturales, que consiste fundamentalmente en sus tendencias nativas, la sociedad constituye
pues, un conjunto físico sometido a las leyes constitutivas de sus partes, el conjunto de estas leyes que la
sociedad no modifica para nada sobre las cuales reposa, se llama derecho natural. Por otra parte, la sociedad es
un sistema de fuerzas y no tiene mas fuerzas ni más realidad que la de los individuos le confieren en todo
momento,” una sociedad donde la paz no tiene otra base que la incertidumbre de los súbditos que se dejan
conducir como un rebaño y no se ejercita en la esclavitud, no es una verdadera sociedad, sino una verdadera
soledad”.

Las doctrinas optimistas.

Adam Smith (1723-1790)

Es el verdadero fundador de la escuela liberal y más perfecta expresión. Une al providencialismo económico
de los fisiócratas un provindencialismo sociológico: la natualeza hace que las actividades egoístas de los
hombres aprovechen la sociedad entera; Adam Smith, constituye una teoría sociológica que conjuga bien el
atomismo psicológico en el siglo XVIII.

Emmanuel Kant (1724-1804)

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Sostiene, “lo que en el individuo aparece como confuso y sin regla puede identificarse en la especie como el
desarrollo de disposiciones originales”. Afirma que el espíritu humano no puede en ningún caso alcanzar la
esencia de las cosas.
Kant, pone el fundamento filosófico de unas instituciones basadas en la tolerancia y el relativismo. En su
celebre regla de la moral práctica, muestra que por las mismas razones una moral racional no puede tener otro
fin que el hombre, lo que excluye todas aquellas instituciones en la que el hombre es sacrificado a entidades
ilusorias. La persona humana es el único “fin en si mismo” que puede ser postulado. Plantea el sentimiento de la
moral como un hecho tan irrebatible, dice como el cielo estrellado sobre nuestras cabezas.

La filosofía de la historia

Juan Bautista Vico (1668-17 74)

Como Montesquieu presta poco interés a los episodios y a los grandes hechos pretendidamente memorables,
para no buscar en la historia más que los hechos verdaderamente permanentes y generales, es decir, aquellos
que contienen a la evolución de las instituciones y de las mentalidades.
Utiliza ampliamente a los actores antiguos, pero busca en ellos más bien los testimonios inconscientes que se
reflejan en su lenguaje, en un testimonio consciente y formulado. Según él cada sociedad pasa sucesivamente
por 3 estadios:
1.- El estado divino, propio de los poetas teólogos, creadores de leyenda.
2.- El estado de la “naturaleza heroica”, en el que predomina el espíritu aristocrático.
3.- La tercera época corresponde a la naturaleza humana inteligente, se caracteriza por el espíritu igualitario,
el pensamiento, la razón y el deber.

Charles Louis de Montesquieu (1689-1755)

Según Montesquieu, la institución se funda en relaciones entre la naturaleza del hombre y del medio.
De esta síntesis se deriva lo que él llama el espíritu general, es decir, la mentalidad, y la opinión, al tratar de
elaborar la teoría del poder político, Montesquieu, aprovechándose en este punto de las ideas de Platón,
relaciona las formas principalmente del poder político con el ideal social dominante, demostrando que cada
forma de gobierno tiene como fundamento y salvaguardia un cierto número de creencias cuya base principal

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viene constituida por su idea normativo. La monarquía se funda en el sentimiento del honor que debe existir en la
clase superior y que es la contrapartida y el freno interno de su poder, así las instituciones republicanas se basan
en la virtud y despotismo en el temor. Cuando el sentimiento dominante se debilita, el régimen que le
corresponde se rompe y tiene que ser sustituido por otro.
Sin el sentimiento del honor, la aristocracia degenera en oligarquía. Cuando la virtud se debilita, las repúblicas
degenera en anarquías y esto hace inevitable la implantación de la tiranía. Cuando disminuye el temor que
infunde el déspota, se hunde por estos inconvenientes; Montesquieu propone el célebre principio de la
separación de poderes: el ejecutivo, el judicial el legislativo, deben permanecer independientes entre sí y no
usurpar las funciones propias de cada uno de ellos.

La edad contemporánea
Los pesimistas

Esta época fue acompañada de un desarrollo de las riquezas de la producción como la humanidad no habría
conocido jamás. Pero este prodigioso dinamismo tenía su contrapartida, en todas partes la miseria de la clase
obrera era extremada y las condiciones de trabajo extenuantes.
En este punto el liberalismo se aferra a una libre competencia desenfrenada y mortífera, hagamos notar que
esta competencia era particularmente grave cuando se trataba de mercados exteriores. Esta supervivencia de
una mentalidad mercantilista de la que el liberalismo no había conseguido liberarse, se deriva probablemente
del hecho que la revolución industrial había originado en gran Bretaña, país súper poblado en relación con su
producción agrícola y que por consiguiente, necesitaba exportar para poder alimentarse.
Nuevo planteamiento de las cuestiones sociológicas como consecuencia de la revolución francesa, las
guerras napoleónicas y la revolución industrial.

Por una parte, estos difundieron las ideas llamadas jacobinas, que eran las consecuencias de las filosfías
optimistas del siglo XVIII. Se encontraba con ella el optimismo liberal y la fe de Rousseau en las virtudes del
pueblo. Se añadía a ello la creencia de que la división entre las naciones era mantenida artificialmente por los
reyes, eran los únicos autores de la guerra que después de su expulsión “los pueblos se abrazarían a la vista de
los tiranos destronados de la tierra consolada y del cielo satisfecho”.
Pero las conquistas napoleónicas irritaron en todas partes el sentimiento nacional a causa de sus
prolongadas ocupaciones militares, sus exageraciones, e incautaciones. En el fondo, ellas fueron las que
hicieron populares la tesis de Herder, ampliamente divulgadas por la literatura. A partir de entonces los
románticos reaccionaron contra el siglo XVIII y se interesa por todo aquello que configura la singularidad de cada
pueblo: leyendas antiguas, tradiciones medievales, cultos a los héroes, etc.
El nacionalismo naciente tomaba la forma de una reacción popular, dirigida a un tiempo contra el
cosmopolitismo de las clases dirigentes del siglo XVIII y contra el humanismo.

El fatalismo romántico

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Federico Hegel (1770-1831)

Lo esencial del pensamiento de Hegel es la identidad que establece entre lo racional y lo real: el ser y el
pensamiento se fundan en un principio único; que es la idea.
Para comprender el sentimiento profundo de la evolución histórica hay que recurrir a la dialéctica, método de
reflexión filosófica que los románticos distinguen cuidadosamente de la conciencia práctica ordinaria, si bien no
llega a precisar dónde empieza y donde termina esta reflexión, lo que permite desplazarla según sus
preferencias.

La búsqueda de una jerarquía social

Saint Simón (1760-1825)

Su pensamiento maduró durante la revolución, pero en lugar de ver en ella, como aquel, un simple error
condenable, Saint Simón, la relacionó con una ley general.
Para él, la historia está constituida por la sucesión de periodos orgánicos en los que reina el equilibrio, la fe y
la unanimidad y periodos críticos, en los que todas las cosas se ponen en tela de juicio, hasta llegar a descubrir
un equilibrio social y mental, establece una jerarquía nueva e irrebatible, indiscutida y admitida por todos como
legitima.
Saint Simón supera, además, la revolución de 1789, no ve en ella otra cosa que un preludio. El verdadero
problema lo plantea la revolución industrial, que es la que verdaderamente ha cambiado la faz del mundo. En
adelante, los personajes de primer plano son el industrial (entendiendo por este término a todos los que trabajan
en la industria).
Basándose en este hecho deberá fundarse en adelante toda la nueva jerarquía social. Se esfuerza por
clasificar, analizar y por volver inofensivas la satisfacción de las pasiones que mueven a los hombres.
Continuando la tradición platónica, establece una correlación entre nuestros sentimientos y en las estucturas
sociales.

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Charles Fourier (1772-1837)

Se esfuerza por clasificar, analizar y volver inofensivas la satisfacción, las pasiones que mueven a los
hombres. Continuando la tradición platónica, establece una correlación entre nuestros sentimientos y en las
estructuras sociales.
El nacimiento de la sociología moderna
Los sistemas sociológicos

Augusto Comte (1798-1857)


Es considerado únicamente como el fundador de la sociología moderna.
El sistema de Comte empieza por levantar un inventario de los conocimientos humanos y elaborar una teoría
de las ciencias, que clasifica en 6 ramas: Matemáticas, astronomía, física, química, Biología y finalmente
coronando el conjunto, la ciencia nueva, la sociología, estudio objetivo y positivo de las sociedades.
Ser social
La sociología es una ciencia que posee un tema de estudio perfectamente diferenciado: el “ser social” en su
conjunto. Según Comte, la sociedad se compone de todos los hombres vivos y de todos los hombres
desaparecidos que viven en el pensamiento de sus descendientes y que desarrollan en este pensamiento lo
constituido por la acumulación de una experiencia y de un saber, que la sociedad es el más variable, ya que
es susceptible de adaptarse a toda clase de fenómenos exteriores. Ningún ser es capaz de un progreso tan
rápido y sobre todo tan continuo, puesto que a la sucesión de las generaciones, el ser social domina el tiempo.
En cuanto al método que tiene que emplear la sociología, se fundamenta en la observación y en la inducción.
Esta postura se relaciona, en el pensamiento de Comte, con una teoría general de la evolución fisiológica,
conocida con el nombre “ley de los tres estados” que considera que los hombres han pasado durante el curso de
sus incesantes esfuerzos de comprensión y de explicación del mundo que le rodea por tres actitudes sucesivas.
1.- El estadio teológico, que consiste en explicar los diversos fenómenos por causas primeras generalmente
personificadas en divinidades. En las instituciones sociales que corresponde a estas mentalidades las
preminencias pertenecen a los grupos sacerdotales.
2.- El estado metafísico, los hombres se esfuerzan pasar a concepciones menos antropomórficas.
Las causas primarias son remplazadas por causas más generales: las entidades metafísicas. En la vida de los
estados dominan un dogmatismo considerado como superior a los hechos a los cuales debe plegarse a
principios a priori, como la idea de libertad absoluta, la idea de virtud “integral”, etc.

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3.- El estado positivista que consiste en explicar los fenómenos a través de causas segundas, basándose en la
observación científica.
Comte piensa que la psicología debe dejar de existir y debe repartirse entre la biología y la sociología, lo que
dice que un individuo aislado es una abstracción escolástica, la única realidad existente es la especie.
La sociología implica dos partes principales:
a) La estática, que estudia las condiciones constantes de la existencia de las sociedades.
b) La dinámica que estudia las leyes del desarrollo de la sociedad.
El sistema de Augusto Comte, desemboca en la búsqueda de una nueva jerarquía, indiscutida e
incontestada.

Herbert Spencer (1820-1903)

Su sociología es sintética y enciclopédica. Pero la idea fundamental de Spencer es la extensión a todos los
dominios del pensamiento de la noción de evolución, que después de los trabajos de Darwin y de Lamark, era
esta época la plataforma de la filosofía.
La ciencia tiene por objetivo general, la ley de la conservación de la fuerza y de la evolución; la ciencia tiene
por objetivo especial la elaboración de una fórmula constante a partir de una determinada cantidad de hechos
variables.
Estas leyes constantes son, para Spencer la ley de la conservación de la fuerza y la ley de la evolución.
Cada modo de existencia es tanto para él como para Comte, el desarrollo de un modo anterior y el germen de un
modo posterior. Spencer formula una ley de la evolución: es aquella que hace pasar a un grado de lo
homogéneo a lo heterogéneo por medio de una transformación lenta.Por lo tanto la evolución constituye en
todos los terrenos un proceso de diferenciación.En el mundo social el grupo de los hombres empiezan por ser
una especie de hordas en las que todos los miembros están al mismo nivel intelectual técnico y económico a
la vez, después se van organizando y llega a ser conjuntos completos en la que la división del trabajo y las
divisiones entre los individuos tienden hacer cada vez mas diferenciadas.
Spencer, se esfuerza por elaborar una ley de la evolución general de las sociedades. Distinguen dos tipos de
ellas:
1) El tipo militar en el que predomina la coacción y la fuerza (feudalismo);
2) El tipo industrial, fundado en la división del trabajo, en lo que predominan los sabios, los ingenieros y los
industriales.

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Emilie Durkheim (1858 -1917)

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Es uno de los que más ha contrbuido a dar a la sociolgia las caracteristicas propias de una ciencia
Precisando su objetivo y desarrollando los métodos que les son proporcionados. Gracias a su influencia,
formó discipulos eminentes y fundó una escuela que, como a pesar de ciertas exageraciones inevitables ha
contribuido poderosamente al programa de conocimientos de los fenómenos sociales.
La obra de Durkheim representa un esfuerzo gigantesco encaminado a dotar a la sociología del armazón
científico que le faltaba. Para ello creó un cuerpo de conceptos adecuados a estas materias y precisó sus
procedimientos de investigación filosófica.Nos referimos primeramente a las adquisiciones de la sociología de
Durkheim que nos parece mas fecundas como son:
1.- El hecho social: La sociología debe ante todo elaborar su propia metodología. No estudiar al azar todos
los acontecimientos humanos, si no que, después de sentar el principio de la especificidad social, a delimitar lo
que se entiende por hecho social.
2.-El hecho social puede, pues, ser estudiado con objetividad “como una cosa” teniendo en cuenta que
según Durkheim, la cosa se diferencia de la idea del mismo modo de lo que se conoce exteriormente.
3.- La distinción entre los juicios de valor y los juicios de realidad: Los juicios de valor implican una
apreciación que situan su objetivo en la vida social y que seria incomprensible sin ella, por ejemplo, el valor
económico de un producto, que implica el cambio y la existencia de un mercado.Lo mismo ocurre con los
valores morales:cuando decimos “Manuel es bueno”, se trata de una noción sobre añadida que se deriva de la
vida social.
4.- El criterio de obligatoriedad; es propiamente social, todo aquello que provoca una obligatoriedad. Esta
obligatoriedad puede ser activa o pasivo, y puede variar desde una resistencia casi material,como cuando se
pretende la venta de un objeto por encima de su valor, hasta una censura tenue y difusa como la que se
produce en el caso de “no sigamos la moda” , y hasta sanciones violentas como las que se producen al atacar
las leyes de la ciudad o las reglas morales.
Esta obligatoriedad actua sobre nosotros por el hecho de formar parte de la sociedad y se manifiesta en
forma de descontento, como disgusto, mala conciencia, remordimientos ect.
5.- Las categorias de lo sagrado y de lo profano: profano es todo aquello que podemos tocar sin
remordimiento, tanto si se trata de modificarlo, cambiarlo,venderlo. destruirlo, etc.
Lo sagrado esta constituido, como decian los romanos por la “res extra comercium”.Esta rodeado de
revenrencia de objeto de prohibiciones.
6.- Distinciones entre lo normal y lo patológico: Durkheim, al analizar esta distinción, propone las reglas
siguientes. “un hecho social es normal para un determinado tipo social, considerado en una fase determinada de
su evolución, cuando se produce en la media de las sociedades de la misma especie, considerados asimismo en
la fase correspondiente de su evolución.
7.- División del trabajo: además, Adam Smith, opinaba que la división del trabajo constituia el hecho
fundamental de la economía.
Durkheim, además hace ver que condicion es también la moral, y el derecho como regla general, a medida
que la densidad social aumenta, la división del trabajo tiende también aumentar.
Cuando se produce esta evolución, el derecho penal caracterizado por la sanción represiva se restringe a
favor del derecho civil caracterizado por la sanción restitutiva. La jeraquía profesional tiende a remplazar a la
jeraquía aristocrática o militar fundada en la casta o el mando, y el contrato reemplazará al estatuto.

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Los últimos acontecimientos ponen en duda el punto de vista de Durkheim pues parecen: demostrar la
posibilidad de una organización industrial autoritaria, fundada en el trabajo obligatorio, una jerarquía de tipo
militar en las que las sanciones económicas (despidos, multas etc), son reemplazadas por sanciones penales
(cárcel, deportación, degradación, etc.).

Thomas Hobbes (1588-1679)


Es considerado el teórico por excelencia del absolutismo político, en su pensamiento aparecen conceptos que
fueron fundamentales del liberalismo, tales como el derecho del individuo, la igualdad natural de las personas, el
carácter convencional del Estado (que conllevará a la posterior distinción entre este y sociedad civil), la
legitimidad representativa y popular del poder político (al poder ser este revocado de no garantizar la protección
de sus subordinados), etc Su concepción del ser humano como igualmente dependiente de las leyes de la
materia y el movimiento (materialismo) sigue gozando de gran influencia, así como la noción de la cooperación
humana basada en el interés personal.

Jean-Jacques Rousseau (1712-1778)


Sus ideas políticas influyeron en gran medida en la Revolución francesa y en el desarrollo de las
teorías republicanas.

Fue crítico con el pensamiento político y filosófico desarrollado por Hobbes y Locke. Para él, los sistemas
políticos basados en la interdependencia económica y el interés propio conducen a la desigualdad, el egoísmo y,
en última instancia, a la sociedad burguesa (un término que fue uno de los primeros en utilizar). Incorporó a la
filosofía política conceptos incipientes como el de voluntad general (que Kant transformaría en su imperativo
categórico) y alienación. Su herencia de pensador radical y revolucionario está probablemente mejor expresada
en sus dos frases más célebres, una contenida en El contrato social, «El hombre nace libre, pero en todos lados
está encadenado; «El hombre es bueno por naturaleza».

Rousseau se hizo amigo de Denis Diderot en 1742, y más tarde escribiría sobre los problemas románticos de
Diderot en sus Confesiones. Durante el período de la Revolución Francesa, Rousseau fue el más popular de los
filósofos entre los miembros jacobinos.

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Max weber (1864-1920)
Fue un sociólogo, economista, jurista, historiador y politólogo alemán,considerado uno de los fundadores del
estudio moderno de la sociología y la administración pública,con un marcado sentido antipositivista.

A pesar de ser reconocido como uno de los padres de la sociología, junto con Karl Marx, Auguste
Comte y Émile Durkheim, Weber, nunca se vio a sí mismo como sociólogo sino como historiador; para él, la
sociología y la historia eran dos empresas convergentes. Sin embargo, sobre el final de su vida en 1920, escribió
una carta al economista Robert Liefmann: «Si me he convertido finalmente en sociólogo (porque tal es
oficialmente mi profesión), es sobre todo para exorcizar el fantasma todavía vivo de los conceptos colectivos».

Sus trabajos más importantes se relacionan con la sociología de la religión y el gobierno, pero también
escribió mucho en el campo de la economía. Su obra más reconocida es el ensayo La ética protestante y el
espíritu del capitalismo (1905), que fue el inicio de un trabajo sobre la sociología de la religión. La
recopilación “Economía y sociedad”, publicada póstumamente entre 1921 y 1922, es la suma más completa y
sistemática de sus ideas y conceptos.

Weber argumentó que la religión fue uno de los aspectos más importantes que influyeron en el desarrollo de
las culturas occidental y oriental. En otra de sus obras famosas, “La política como vocación “(1919), Weber
definió el Estado como una entidad que ostenta el monopolio de la violencia legítima y los medios de coacción,
una definición que fue fundamental en el estudio de la ciencia política moderna en Occidente.

Herber Marcuse (1898-1979)


Las críticas de Marcuse a la sociedad capitalista (especialmente en su síntesis de Marx y Freud, Eros y la
civilización, publicado en 1955, y su libro El hombre unidimensional, publicado en 1964) resonaron con las
preocupaciones del movimiento izquierdista estudiantil de la década de 1960. Debido a su apertura a hablar en
las protestas estudiantiles, Marcuse pronto vino a ser conocido como «El padre de la Nueva Izquierda».

La crítica fundamental que realiza Marcuse a la sociedad moderna, desarrollada en El hombre


unidimensional, es que el sujeto unidimensional es víctima de su propia impotencia y de la opresión continua de
un método de dominación más complicada de lo que, Adorno y Horkheimer imaginaron.

Esta es la concepción del poder por la que Marcuse se considera como puente entre la primera y la segunda
generación de la escuela de Fráncfort. Este hecho se contrasta fundamentalmente con el capitalismo temprano,

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en que el movimiento proletario era una fuerza con el potencial efectivo de derribar al régimen. El capitalismo
avanzado que describe Marcuse, en cambio, ha generado a través de los estados de bienestar una mejora en el
nivel de vida de los obreros, que es insignificante a nivel real, pero contundente en sus efectos: el movimiento
proletario ha desaparecido, y aún los movimientos antisistémicos más emblemáticos han sido asimilados por la
sociedad y orientados a operar para los fines que la sociedad coactiva reconoce como válidos.

El contenido mismo de la conciencia humana ha sido fetichizado (en términos marxistas) y que las
necesidades mismas que el hombre inmerso en esta sociedad reconoce, son necesidades ficticias, producidas
por la sociedad industrial moderna, y orientadas a los fines del modelo. En este contexto, Marcuse distingue
entre las necesidades reales (las que provienen de la naturaleza misma del hombre) y las necesidades ficticias
(aquellas que provienen de la conciencia alienada, y son producidas por la sociedad industrial). La distinción
entre ambos tipos de necesidades solo puede ser juzgada por el mismo hombre, puesto que sus necesidades
reales solo él las conoce en su fuero más íntimo; sin embargo, como la misma conciencia está alienada, el
hombre ya no puede realizar la distinción.

La libertad, entendida como el instinto libidinal no sublimado (en términos freudianos). Lo que la sociedad
industrial moderna ha hecho con el instinto libidinal del hombre es desublimarlo, y reducirlo al exclusivo ámbito
de la genitalidad, cuando en realidad el cuerpo mismo del hombre es solo ansia de libertad. La desublimación del
instinto libidinal y su encasillamiento en su genitalidad permiten a la sociedad industrial moderna disponer del
resto del cuerpo humano para la producción capitalista, así como de todas las energías de los hombres.

Destaca la culturalización de la teoría de la felicidad de Freud: principio de realidad y principio de placer no


tienen por qué ser opuestos si se consigue revelar las causas de la infelicidad. Marcuse se opone a lo abstracto
del pensamiento racionalista cartesiano, que entiende al individuo como sujeto ideal, descartando el valor de lo
corporal y de lo erótico. Y precisamente estos dos factores son imprescindibles para analizar el paso
del ser al deber ser, en lo cotidiano del ser humano. Esto coloca a Marcuse en una posición de vitalismo integral,
entendiéndolo como una actitud de liberación tanto individual como colectiva, sacar a la luz lo más alejado de las
convenciones, entendido por Freud como el ello.

Para Marcuse, la instancia fundamental de formación de la conciencia humana está en la niñez, tal como se
vive en el interior de la familia. En esta etapa, el hombre que se está formando adquiere sus categorías
normativas y todo su marco de referencia para enfrentar el mundo. Lo que la sociedad industrial moderna ha
trasmutado es precisamente ese ámbito familiar, en que la sociedad misma alienante, se ha introducido a través
de los medios de comunicación de masas, reemplazando a la familia, y formando a los hombres con categorías
que no salen de él mismo, sino del capitalismo. Las necesidades del hombre, así como sus anhelos, sueños y
valores, todo ha sido producido por la sociedad, y de esa manera se ha asimilado cualquier forma de oposición o
movimiento antisistémico.

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Karl marx (1818-1883)
El marxismo es una perspectiva teórica y un método de análisis y síntesis socioeconómico de la realidad y
la historia, que considera las relaciones de clase y el conflicto social utilizando una interpretación materialista del
desarrollo histórico y adopta una visión dialéctica de la transformación social y análisis crítico del capitalismo,
compuesto principalmente por el pensamiento desarrollado en “El capital”, obra que contribuyó a la sociología,
la economía, el derecho y la historia.

Este grupo de doctrinas filosóficas, sociales, económicas, políticas, adquirió una forma más definida tras su
muerte por una serie de pensadores que complementan y/o reinterpretan este modelo que van desde Friedrich
Engels, compañero y coeditor

de Marx, hasta otros pensadores como gueorgui plejanov, Lenin, León Trostki, Rosa
Luxemburgo, AntonioGramsci, GeorgLukács.

El marxismo es una corriente del pensamiento humano. El marxismo se asocia principalmente al conjunto de
movimientos políticos y sociales que surgieron durante el siglo XX, entre los que destacaron la Revolución rusa,
la Revolución china y la Revolución cubana.

El marxismo ha pretendido desarrollar una ciencia social unificada (historia, teoría sociológica, teoría
económica, ciencia política y epistemología) para la comprensión de las sociedades divididas en clases y la
fundamentación de una visión revolucionaria del cambio social que ha inspirado innumerables movimientos
sociales y políticos en el mundo a través de la historia moderna. Presenta tres dimensiones identificables: una
dimensión económico-sociológica, una dimensión política y una dimensión crítico-filosófica, expresada en la
filosofía anterior al idealismo de Hegel, y en el materialismo de Feuerbach. El análisis marxista,
denominado materialismo histórico, enfatiza en el carácter determinante de las condiciones materiales
- relaciones sociales y lugares en la producción- en la vida de las personas y en la conciencia que tienen sobre sí
mismas y sobre el mundo.

Dicha base material es considerada, en esta perspectiva, determinante en última instancia de otros fenómenos
sociales, tales como las relaciones sociales y políticas, el derecho, la ideología o la moral.

Se ha desarrollado en muchas ramas y escuelas de pensamiento diferentes, con el resultado de que ahora no
existe una única teoría marxista definitiva. Diferentes escuelas marxistas ponen un mayor énfasis en ciertos
aspectos del marxismo clásico mientras rechazan o modifican otros aspectos. Muchas escuelas de pensamiento
han tratado de combinar conceptos marxistas y conceptos no marxistas, lo que ha llevado a conclusiones
contradictorias.

El materialismo histórico y el materialismo dialéctico sigue siendo el aspecto fundamental de todas las
escuelas de pensamiento marxistas. Esta opinión no es aceptada por algunos postmarxistas como Ernesto
Laclau y Chantal Mouffe, quienes afirman que la historia no solo está determinada por modos de producción,
pero también por conciencia y voluntad. Varias corrientes también se han desarrollado en el marxismo
académico, a menudo bajo la influencia de otros puntos de vista: marxismo estructuralista, marxismo histórico,
marxismo fenomenológico, marxismo analítico, marxismo humanista, marxismo occidental y marxismo hegeliano.
El legado de Marx se ha disputado entre numerosas tendencias.

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El marxismo ha tenido un profundo impacto en la academia global y ha influido en muchos campos como la
arqueología, la antropología, estudios de ciencias, políticas, teatro, historia, sociología, historia y teoría del arte,
estudios culturales, educación, economía, ética, criminología, geografía, crítica literaria, estética, teoría del cine,
psicología crítica y filosofía.

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