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Manual Fisiologia
Manual Fisiologia
Los músculos esqueléticos representan aproximadamente el 40% del peso corporal. Están
formados por fibras musculares de un diámetro entre 10 y 80 µm. La membrana celular de
una fibra muscular se denomina sarcolema y el citoplasma se denomina sarcoplasma. En
cada uno de los dos extremos de la fibra muscular la capa superficial del sarcolema se fusiona
con una fibra tendinosa. Las fibras tendinosas se agrupan para formar los tendones
musculares que después se insertan en los huesos. Las fibras musculares también contienen
un retículo sarcoplásmico (RS), que concentra y secuestra Ca2+ con la ayuda de una Ca2+-
ATPasa de la membrana del RS. La liberación de calcio del RS genera señales de calcio que
son importantes para la contracción de todos los tipos de músculo.
Los espacios entre las miofibrillas están llenos de sarcoplasma, que contiene grandes
cantidades de potasio, magnesio, fosfato y múltiples enzimas proteicas. También hay muchas
mitocondrias que están dispuestas paralelas a las miofibrillas. Las mitocondrias
proporcionan a las miofibrillas en contracción grandes cantidades de energía en forma de
ATP, que es formado por las mitocondrias.
Fuente: Dee Unglaub Silverthorn, Johnson BR,et al. Fisiología humana: un enfoque integrado. 8ª ed. Madrid
Editorial Médica Panamericana; 2019.
Una fibra muscular contiene mil o más miofibrillas, que están formadas por varios tipos de
proteínas organizadas en estructuras contráctiles repetitivas denominadas sarcómeros. Las
proteínas de las miofibrillas son la miosina que forma filamentos gruesos, la actina que
forma filamentos delgados, las proteínas reguladoras tropomiosina y troponina, y dos
proteínas accesorias gigantes, titina y nebulina.
La mayoría de las veces, los filamentos gruesos y delgados paralelos de la miofibrilla están
conectados por puentes cruzados de miosina que abarcan el espacio entre los filamentos.
Cada molécula de G-actina tiene un único sitio de unión a miosina y cada cabeza de miosina
tiene un sitio de unión a actina.
Fuente: Dee Unglaub Silverthorn, Johnson BR,et al. Fisiología humana: un enfoque integrado. 8ª ed. Madrid
Editorial Médica Panamericana; 2019.
1. Un potencial de acción pasa por una fibra motora hasta sus terminales sobre las fibras
musculares.
2. En cada terminal, el nervio secreta una pequeña cantidad de acetilcolina.
3. La acetilcolina actúa en una zona local de la membrana de la fibra muscular para abrir
múltiples canales de cationes a través de moléculas proteicas.
4. La apertura de los canales permite la entrada de los iones sodio. Esto ocasiona una
despolarización local que conduce a la apertura de los canales de sodio activados por
voltaje. En consecuencia, se inicia un potencial de acción en la membrana.
5. El potencial de acción viaja a lo largo de la membrana de la fibra muscular.
6. El potencial de acción despolariza la membrana muscular. La electricidad del potencial
de acción genera una liberación de iones calcio por el retículo sarcoplásmico.
7. Los iones calcio hacen que los filamentos de actina y miosina se deslicen unos sobre
otros en sentido longitudinal, lo que establece la contracción muscular.
8. Posteriormente los iones calcio son bombeados de nuevo hacia el retículo
sarcoplásmico por una bomba de Ca++ de la membrana y permanecen almacenados
hasta que llega un nuevo potencial de acción muscular. Esto hace que cese la
contracción muscular.
Mecanismo molecular de la contracción muscular
Los filamentos de miosina están compuestos por múltiples moléculas de miosina, la cual está
formada por seis cadenas polipeptídicas, dos cadenas pesadas y
cuatro cadenas ligeras. Las dos cadenas pesadas se enrollan entre
sí en espiral para formar una hélice doble (cola de la molécula de
miosina). Un extremo de cada una de estas cadenas se pliega
bilateralmente para formar la cabeza de la miosina, por ello hay dos
cabezas libres en un extremo de la molécula de miosina de doble
hélice. Las cuatro cadenas ligeras también forman parte de la cabeza
Guyton AC, Hall JE. Tratado de Fisiología
Médica. 12ª ed. Madrid: Elsevier; 2011.
de la miosina, dos en cada cabeza. Estas cadenas ligeras ayudan a
controlar la función de la cabeza durante la contracción muscular.
Las bases de los filamentos de actina se anclan fuertemente en los discos Z, los extremos de
los filamentos protruyen en ambas direcciones para situarse en los espacios que hay entre
las moléculas de miosina.
A lo largo de los lados de la tropomiosina hay troponina, son tres unidades proteicas unidas
de manera laxa: la troponina I tiene gran afinidad por la actina, la troponina T por la
tropomiosina y la troponina C por los iones de calcio.
Cuando un músculo se contrae contra una carga se realiza un trabajo. En otras palabras, se
transfiere energía desde el músculo hasta la carga externa para levantar un objeto hasta
superar la resistencia al movimiento. El trabajo se define mediante la ecuación T = C x D,
donde T es el trabajo generado, C es la carga y D es la distancia del movimiento que se opone
a la carga.
La tercera fuente de energía es el metabolismo oxidativo. Produce más del 95% de toda la
energía que utilizan los músculos para la contracción sostenida a largo plazo. Consiste en
combinar oxígeno con los productos finales de la glucólisis y con nutrientes celulares como
carbohidratos, grasas y proteínas, para liberar ATP.
El porcentaje de aporte energético al músculo que se puede convertir en trabajo es menor del
25%, y el resto se convierte en calor. Esto se debe a que aproximadamente la mitad de la
energía de los nutrientes se pierde durante la formación del ATP. Solo se puede conseguir la
eficiencia máxima cuando el músculo se contrae a una velocidad moderada.
Características de la contracción de todo el músculo
- Las fibras lentas son más pequeñas, están inervadas por fibras nerviosas más
pequeñas, su vascularización y capilares son más extensos para aportar cantidades
adicionales de oxígeno, tienen números muy elevados de mitocondrias para mantener
niveles elevados de metabolismo oxidativo y sus fibras contienen grandes cantidades de
mioglobina, esta le da un aspecto rojizo y le da el nombre de músculo rojo.
- Las fibras rápidas son grandes para obtener una gran fuerza de contracción, tienen
retículo sarcoplásmico extenso para una liberación rápida de iones calcio para iniciar la
contracción, contienen grandes cantidades de enzimas glucolíticas para la liberación
rápida de energía por el proceso glucolítico, su vascularización en menos extensa porque
el metabolismo oxidativo tiene una importancia secundaria y tienen menos mitocondrias
porque el metabolismo oxidativo es secundario, por ello tienen un déficit de mioglobina
roja que la da el nombre de músculo blanco.
La unidad motora son todas las fibras musculares que son inervadas por una única fibra
nerviosa. Los músculos pequeños tienen más fibras nerviosas para menos fibras musculares
y los músculos grandes pueden tener centenares de fibras musculares en una unidad motora.
El efecto de la escalera (Treppe): la fuerza de contracción aumenta hasta una meseta, esto
sucede cuando un músculo comienza a contraerse después de un periodo de reposos
prolongado, su fuerza de contracción inicial puede ser tan pequeña como la mitad de su fuerza
entre 10 – 50 contracciones musculares después.
Tono del músculo esquelético: es la tensión del músculo que existe estando en reposo, las
fibras musculares no se contraen se debe a impulsos nerviosos de baja frecuencia que están
controlados por señales que se transmiten desde el encéfalo a las motoneuronas y también
por señales de los husos musculares que están en el propio músculo.
Fatiga muscular: ocasionada por la contracción prolongada e intensa de un músculo. La
fatiga se debe principalmente a la incapacidad de los procesos contráctiles y metabólicos de
las fibras musculares de continuar generando el mismo trabajo.
Sistemas de palanca del cuerpo: los músculos actúan aplicando una tensión a sus puntos
de inserción en los huesos y los huesos forman varios tipos de sistemas de palanca. Estos
sistemas de palanca dependen de:
4) La posición de la palanca.
Todos los músculos se modelan constantemente para adaptarse a las funciones que deben
realizar; se altera su diámetro, longitud, fuerza, vascularización e incluso los tipos de fibras
musculares.
Rigidez cadavérica
Después de varias horas de muerte, todos los músculos del cuerpo entran en un estado de
contractura, es decir que los músculos se contraen y se hacen rígidos, incluso sin potenciales
de acción. Esto se debe a la pérdida de todo el ATP, la cual se necesita para la separación
de puentes cruzados que se originan en los filamentos de actina durante el proceso de
relajación. El músculo permanece rígido hasta que las proteínas del músculo se deterioran
15-25 horas después, lo cual se debe a la autolisis que producen las enzimas que liberan los
lisosomas.
Referencias
1. Guyton AC, Hall JE. Tratado de Fisiología Médica. 12ª ed. Madrid: Elsevier; 2011.
2. Dee Unglaub Silverthorn, Johnson BR,et al. Fisiología humana: un enfoque integrado.
8ª ed. Madrid Editorial Médica Panamericana; 2019.
FISIOLOGÍA MUSCULAR EN EJERCICIO Y FATIGA
Cuando se intenta explicar los efectos que provoca el ejercicio físico sobre el organismo, es
necesario distinguir entre dos fenómenos:
1. La respuesta o ajuste, que consiste en el conjunto de cambios funcionales
transitorios que determinan un cambio de la homeostasis, es decir un nuevo estado
de equilibrio determinado por el incremento de las necesidades metabólicas. Un
ejemplo muy intuitivo es el incremento proporcional del gasto cardiaco en relación con
la intensidad del ejercicio.
2. La adaptación, consecuencia de la repetición sistemática y sistematizada del ejercicio
físico, se produce cuando las variaciones permanecen en el tiempo, bien sea
consecuencia de una modificación de la estructura, de la función o de ambos, ya sea
de un órgano concreto o del organismo en su conjunto. La consecuencia de la
adaptación es que facilita una mejor respuesta frente a un mismo estímulo. Un ejemplo
elemental es la bradicardia que se observa en los atletas de alta resistencia.
Utilización de sustratos
Mantenimiento de la glucemia
Por último, la razón por la cual se abandona el ejercicio tras alcanzar una determinada
intensidad, la fatiga, que puede ser establecida como la incapacidad para seguir generando
un nivel de fuerza o una intensidad de ejercicio determinada.
Se ha propuesto por varios autores que depende de donde se derive la fatiga, puede ser
determinada como fatiga central o fatiga periférica.
Fatiga central
Fatiga central
Esta hace referencia a las acciones implicadas en el músculo, por ello, es también llamada
fatiga muscular, que puede estar generada por múltiples factores como: alteraciones del Ph,
la temperatura y el flujo sanguíneo, la acumulación de productos del metabolismo celular
(especialmente de los que resultan de la hidrólisis del ATP, como el ADP, AMP, IMP, Pi y
amonio), la pérdida de la homeóstasis del ión Ca2+, el papel de la cinética de algunos iones
en los medios intra y extracelular (como el K+, Na+, Cl- Mg2+), lo que genera una menor
disponibilidad de sustratos energéticos en el músculo activo durante los periodos de ejercicio.