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El CRECIMIENTO ESPIRITUAL COMO ÁRBOLES Folleto
El CRECIMIENTO ESPIRITUAL COMO ÁRBOLES Folleto
EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL
Leer Ezequiel 31, 1-12
¿Vale la pena ser un gran árbol? Jeremías 17 habla de los árboles que en el
tiempo de la sequía permanecerán verdes. Habrá momentos y circunstancias en que la
situación se volverá demasiado difícil de enfrentar y de solucionar. El Salmo 52,10
dice: “Pero yo quiero ser olivo vigoroso en la casa de Dios, en el amor de Dios yo me
confío para siempre jamás”. Dios quiere que nosotros seamos ese árbol maravilloso,
sin importar lo que esté en nuestro entorno; gracias a nuestras raíces, podemos
encontrar esa fuente inagotable de vida que es el espíritu de Dios, ese plan de Dios
para nuestra vida.
ORACIÓN
Es un buen momento para hacer un alto y evaluar nuestra propia vida, tanto
personalmente, como comunitariamente. ¿Qué tanto he progresado espiritualmente?
Así como las plantas, los cristianos debemos llenarnos de los nutrientes
espirituales necesarios para crecer. Si una planta no está bien arraigada, con sus raíces
bien profundas en la tierra, deja de crecer y, eventualmente, muere. A un cristiano le
sucede lo mismo cuando no está bien arraigado en Cristo.
Responda con toda sinceridad estas preguntas para que pueda analizar de qué
se está llenando en este momento y vea si está creciendo espiritualmente o no.
1. ¿Cómo se encuentra en este momento mis raíces, mi tronco, mis ramas, mis hojas
y mis frutos? ¿Cuál de ellas necesito fortalecer?
3. ¿En qué paso mi tiempo día a día? ¿Paso tiempo con Dios... todos los días, una
vez a la semana, de vez en cuando? ¿Voy a las horas santas?
5. ¿Con qué frecuencia voy a la iglesia? ¿Más de un día a la semana? ¿Todos los
domingos? ¿Algún domingo?
6. ¿De qué forma estoy usando mis dones y talentos en el servicio a Dios? ¿Lo que
hago, lo hago con verdadero amor, o solo por compromiso?