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NUESTRAS AICES EN CRISTO NOSN MANTENDRAN ESTABLES

Como árbol plantado, es decir que no es un árbol silvestre, un árbol que nace por coincidencia,
porque un pájaro deja la semilla perdida en la tierra,  sino «un árbol plantado» un árbol que
conscientemente se sembró y se cuida.

Así como ese árbol plantado es el hombre justo, el limpio por la sangre de Cristo, que es dichosos
porque Dios lo ha escogido por gracia y lo ha plantado en el reino de los cielos para proveerle toda
la misericordia y verdad divina para que pueda crecer sano, fructificar y glorificarle solo a Él

Salmo 1:3  Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,(A) Que da su fruto en
su tiempo,  Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.

1. Como árbol plantado: evidencia lo que no se ve

Cuando un árbol es plantado y cuidado, al verle se puede evidenciar la fuerza y profundidad


de lo que no se ve: las raíces de ese árbol

Hoy por la mañana mi esposa limpio el patio y vio que la grama se estaba secando y que de
una manera fácil se arrancaba de la tierra, fui a ver y me di cuenta que las raíces estaban a
flor de tierra y por lo tanto habían dejado de tener contacto con la humedad del suelo,

Al verla así, pensé en hacer dos cosas, una echarles tierra negra y segundo regarlas con
mucha agua. Era fácil comprender la importancia de tener unas raíces profundas, en
contacto con el suelo y bien alimentadas con agua.

2. Como árbol plantado: raíces fuertes y profundas

Debemos analizar cuáles son las funciones de las raíces en todo árbol:

 Funcionan cómo ancla para mantener el árbol derecho y estable

Un árbol erguido, levantado a gran altura, solamente se puede sostener así, si es sostenido
por raíces fuertes, profundas, bien cimentadas en la tierra. De igual forma el cristiano,
solamente si tiene sus raíces en Cristo podrá estar firme y  estable.

Colosenses 1:23  si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de


la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que
está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.

(BAD)  con tal de que os mantengáis firmes en la fe, bien cimentados y estables, sin
abandonar la esperanza que ofrece el evangelio. Éste es el evangelio que vosotros oísteis
y que ha sido proclamado en toda la creación debajo del cielo, y del que yo,

Conocer lo que dicen las Escrituras, interpretarlas correctamente y presentar nuestra


defensa con mansedumbre, es lo que nos permitirá tener raíces profundas. Por más fuertes
que sean los vientos que soplen, no seremos movidos!
3. Un árbol plantado dará su fruto

Identifiquemos lo que produce un buen árbol, cuáles son los beneficios que produce:

 Sombra y frescura

Somos de ánimo y alivio para otros

 Fruta para comer y disfrutar

Nuestro fruto es para el beneficio y crecimiento de otros

 Belleza de flores para ver y oler

Podemos ser amables y bellos para otros. Somos cubiertos con la gracia de Cristo

 Oxígeno para respirar

Llegamos a producir “aire” espiritual para los que nos rodean

 Detienen la erosión de tierra

Siendo instrumentos genuinos en manos del Señor, podremos detener la corrupción y


maldad que nos rodea, ayudar a otros a salir de la destrucción que produce el pecado

 Crean una barrera en contra del viento y el sonido

Estando bien plantados en Cristo, podemos ser una barrera espiritual para nuestras familias

En nuestra vida espiritual somos árboles plantados.  Dependiendo de dónde tomamos


nuestros nutrientes, nuestra vida puede ser de mucha bendición o de mucha perdición.

4. Como árbol plantado junto a corrientes de agua

Un árbol plantado junto a un río será un árbol prospero. Pero un árbol plantado junto a
desechos de aguas contaminadas, será un árbol raquítico y enfermo. Identifiquemos cuales
pueden ser las fuentes de agua que pueden alimentar nuestra vida.

 Las fuentes del mundo.

Los frutos que estas fuentes de agua producen los encontramos en el Salmo 1:1:
Alimentarnos de estas aguas nos harán andar en consejo de malos, caminar en camino de
pecadores, de manera que terminaremos sentándonos en silla de escarnecedores,

Calmar nuestra sed de la fuente del mundo, nos llevara siempre a destrucción, la Palabra
dice que su fin es perecer. Nos llevará al fracaso espiritual. No llevaremos vida a nuestra
vida, sino que adelantaremos nuestra propia muerte, física y espiritual.
 La fuente divina.

La fuente de donde podemos tomar agua que nos llene de vida, que calme nuestra sed para
siempre, será solamente Dios y su Palabra.

1 Pedro 2:1-2  Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y
todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no
adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,

El texto bíblico nos dice “Desead” que bien interpretado nos refiere a “desead
ardientemente”, o “anhelad” que debe verse como el impulso natural de los regenerados,
de los nacidos de nuevo, de los que ya tenemos un nuevo corazón que nos permite creer y
obedecer.

Debemos tener claro que nuestra única leche espiritual es la Palabra de Dios. La Palabra es
la leche por medio de la cual somos renacidos, es por oír la Palabra de Dios que creemos,
que viene a nosotros la fe como ese don de Dios.

Y por esa misma Palabra crecemos, y por ella se hace cada día más hermosa la salvación
que por gracia nos ha sido entregada, la cuidamos y la hermoseamos cada día luchando por
vivir en santidad

Y es gracias a la Palabra que oímos, estudiamos, interiorizamos reflexionando en ella día a


día, y poniéndola por obra en obediencia y gratitud, que vamos creciendo en la imagen de
Cristo. Vamos siendo cada vez más parecidos a Él.

Jeremías 17:5-6  Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone
carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.

  Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará en
los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.

5. Consecuencias de ser un árbol plantado junto a corrientes de agua

¿Cuáles son los resultados de ser un árbol plantado junto a corrientes de agua? Los
resultados dependen de cuál de las dos fuentes se alimenta. Veámoslo a la luz de Salmo
1:2-3

 Plantado

Es decir, firme que no fácilmente es tumbado porque sus raíces están cimentadas en buena
tierra y sirven como ancla en la tempestad.  Cuando hay pruebas y tentaciones podemos
estar   firmes y confiados porque Cristo y su Palabra es nuestra ancla.

 Junto a corrientes de aguas


Nos refiere a que sus raíces pueden tomar libremente de agua y nutrición para crecer, ser
sano y fuerte porque está colocado a un lado del río.  Igual nosotros nos podemos colocar
en lugares y hábitos que conducen al estudio y meditación de la Palabra de Dios.

 Da fruto a su tiempo.

Un árbol plantado junto a corrientes de agua siempre dará fruto, y será buen fruto y lo dará
a su tiempo. “crecerá como cedro del Líbano” podrá tener un crecimiento lento, pero será
seguro y resistente ante todo embate a la fe.

Salmo 92:12-15  El justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano.
Plantados en la casa de Jehová,  En los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la
vejez fructificarán;  Estarán vigorosos y verdes, Para anunciar que Jehová mi fortaleza
es recto, Y que en él no hay injusticia.

Todo buen árbol, frondoso y fructífero, genera beneficios:

a. Su sombra protege,

 Permite refugiarse en él y tomar nuevas fuerzas

b. Su fruto refresca al viajero cansado

Siempre proveerá alimento al necesitado, será de bendición para todos aquellos que se
alleguen a él

c. Y señala el lugar del agua;

Al verle grande, verde y frondoso, da indicio que se alimenta de fuentes de agua. Así fue
Bernabé, que Pablo lo describe como un hijo de consolación (Hechos 4:36); así fueron
Lidia, Dorcas y muchas otras, que en la carretera de la vida real mostraban el camino al
cielo, como hizo Felipe con el eunuco etíope (Hechos 9:34).

Vemos el ejemplo de la palmera que produce dando fruto incluso cuando ya es vieja, así, el
cristiano se vuelve más feliz y es más útil a medida que entra en años. Conociendo sus
propias faltas, es más manso hacia los demás.

Conclusión:

El árbol plantado no es un árbol silvestre, sino que es un árbol escogido por Dios en su
gracia soberana, e injertado dentro del cuerpo de Cristo para dar un fruto hermoso y
provechoso para la gloria de Dios y para beneficio de la iglesia

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