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La patología neonatal asociada


al proceso del parto
Justino Rodríguez-Alarcón Gómez, Juan Carlos Melchor Marcos, Lucila Mar-
tín Vargas, Luís Fernández Llebrez del Rey.
Hospital de Cruces. Vizcaya

INTRODUCCIÓN que se producen por el proceso del parto


(contracciones, compresión, rotación y
Las fuerzas mecánicas que actúan sobre el tracción) en ocasiones se suman a las causa-
feto durante el proceso del parto, especial- das por los instrumentos que se aplican
mente de compresión y tracción, pueden (ventosa, fórceps, espátulas, etc.). Estos
causar al recién nacido muy diversas lesiones. pueden producir lesiones directas. Pero con-
Su denominación es variada: trauma de par- viene recordar que su empleo adecuado dis-
to, trauma obstétrico, lesión de parto, etc. minuirá la incidencia de los daños hipóxi-
Pueden producirse antenatalmente, intrapar- cos. En cuanto al feto jugarán papel su
to o durante las maniobras de reanimación y inmadurez, su tamaño y la presentación ha-
ser evitables o inevitables. Incuímos tanto las ciendo que las fuerzas que actúan se traduz-
que son evitables como las que no lo son, can en lesiones superficiales, edema local,
aunque sus respectivas incidencias suelen hemorragias o fracturas. El parto de nalgas
considerarse indicadores de la calidad asis- se considera que entraña el mayor riesgo de
tencial perinatal en todos los casos. lesión fetal y se ha cuestionado su finaliza-
ción por vía vaginal [3] aunque con importan-
En este capítulo no comentaremos las lesio-
te controversia [4-6].
nes hipoxémicas ni las hemorragias intra-
craneales, que se presentan en otros lugares Las situaciones que pueden aumentar el
de este libro. riesgo de “trauma de parto” y que pueden
interactuar entre ellas, son en síntesis:
La mortalidad por “trauma de parto” ha dis-
minuido claramente como consecuencia de • Maternas: Primiparidad, talla baja,
los avances tecnológicos y la mejor práctica anomalías pélvicas.
obstétrica, habiéndose estimado que en
2005 fue en EEUU de menos de 1 por • Del parto: Parto prolongado o extre-
100.000 nacidos. La morbilidad total es de madamente rápido, oligoamnios, pre-
2’8 / 1000 según la misma fuente [1]. Las hay sentación anormal (nalgas, transver-
muy frecuentes como el cefalohematoma o sa), malposición fetal (asinclitismo...),
el caput succedáneum. La incidencia de distocia de hombros, parto instrumen-
otras de más entidad puede variar entre un tal (ventosa, fórceps, espátulas), ver-
2 y un 7 por 1000 nacidos vivos [2]. sión-extracción.

Las lesiones se producirán por la coinciden- • Del feto: Gran prematuridad o muy
cia de dos factores: las fuerzas que actúan y bajo peso, macrosomía, macrocefalia y
el grado de “fragilidad” del feto. Las fuerzas anomalías fetales.
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CONSIDERACIONES PREVIAS mas a ese nivel. Una forma especial es


el caput asociado a la aplicación de
Es importante destacar que la presencia de ventosa que es más prominente, con
una lesión no presupone siempre la existen- bordes más definidos inicialmente y
cia de un “traumatismo de parto”. Así se ha erosiones y laceraciones superficiales.
visto en lesiones consideradas típicamente Rara vez se complican, resolviéndose
traumáticas como, por ejemplo, fracturas en pocos días sin tratamiento.
con hundimientos craneales [7] o en parálisis
braquial sin parto, tras cesárea [3,8]. Además la • El cefalohematoma es una hemorragia
traumática subperióstica que afecta
potencial imputabilidad de dichas lesiones a
más frecuentemente al parietal. Su in-
una posible malpraxis hace que deban ser
cidencia se estima en un 2’5 % de los
planteadas a las familias con la máxima pru- nacidos vivos [1,9]. Es muy raro en los na-
dencia. En ocasiones sólo tras una minucio- cidos antes de las 36 semanas. General-
sa evaluación se pueden establecer las cau- mente es unilateral (95%) y sus márge-
sas con aceptable seguridad. nes no rebasan los límites de las
En la evaluación de un recién nacido con suturas. No suelen ser aparentes hasta
una lesión obvia por “trauma de parto” ha- algunas horas e incluso días después del
parto. La piel de la zona no aparece
brá que descartar que tenga alguna otra le-
afectada. Puede haber una fractura li-
sión asociada menos evidente. Hay que te-
neal subyacente (5-20%). Su evolu-
ner cuidado en especial al valorar a un ción es hacia la resolución espontánea
neonato que ha requerido resucitación en la en 1-2 meses con calcificación residual
sala de partos. ocasional. No deben realizarse puncio-
nes evacuadoras (riesgo de infección).

TIPOS DE LESIÓN • Menos frecuentemente la hemorragia


afecta al espacio existente entre el pe-
Los tipos posibles de lesión son muy nume- riostio y la galea aponeurótica (hemato-
rosos y se han intentado resumir en la Tabla ma subgaleal). Puede formarse una co-
I. Sin embargo las que se presentan con fre- lección extensa de sangre abarcando
cuencia son pocas y estas son las que comen- desde la zona superciliar hasta el occi-
taremos más detalladamente. Para descrip- pucio y lateralmente hacia las orejas. A
ciones más pormenorizadas se sugiere la veces es difuso y de crecimiento lento
consulta de otros textos. [1,2,9] pudiendo pasar desapercibido inicial-
mente. En otras ocasiones aumenta de-
Cabeza y cuello prisa pudiendo producir shock hipovo-
lémico. Se suelen presentar
• Las “lesiones de parto” más frecuentes secundariamente hematomas cutáneos
en la cabeza son el caput succedáneum por declive. No existe un tratamiento
y el cefalohematoma. El caput succe- específico. Las formas severas pueden
dáneum es una colección serosangui- causar anemia con hipotensión e hiper-
nolenta subcutánea y extraperióstica. bilirrubinemia secundarias, requiriendo
Tiene los bordes mal definidos, se los tratamientos correspondientes.
acompaña de edema y suele extenderse
cruzando las líneas de sutura. La piel • Las fracturas craneales en su mayoría
puede presentar equimosis y hemato- son lineales, parietales y asintomáti-

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Tabla I. Tipos de “trauma de parto

A- Cabeza y cuello C- Lesiones óseas


– Monitorización fetal – Fractura de clavícula
– Hemorragias extra-craneales – Huesos largos
– Caput succedáneum y caput por ventosa – Fracturas
– Cefalohematoma – Desprendimiento epifisario
– Hematoma subgaleal
D- Lesiones intraabdominales
– Hemorragias intracraneales (ver capítulo
correspondiente) – Hígado o bazo (rotura o hemorragia
subcapsular).
– Fracturas: cráneo, cara, mandíbula.
– Suprarrenales
– Lesiones nasales: luxación del tabique.
E- Lesiones de tejidos blandos
– Lesiones oculares.
– Heridas y cortes
– Lesiones del oído.
– Petequias y equimosis
– Lesión del esternocleidomastoideo.
– Necrosis grasa subcutánea
– Lesión faríngea por aspiración o intubación.
B- Lesiones nerviosas
– Nervios craneales
– Nervio facial: lesión central o periférica
– Nervio recurrente
– Nervios periféricos
– Plexo braquial
– Nervio frénico
– Duchenne-Erb
– Klumpke
– Completa (ambos)
– Médula espinal

cas. Estas no requieren tratamiento. adecuado de imagen para descartar un


Pero conviene recordar que se han pro- proceso intracraneal. Las fracturas de-
ducido en un contexto traumático ca- primidas generalmente se asocian a
paz de causar a la vez contusión cere- partos con fórceps, aunque se han ob-
bral y roturas vasculares con la servado en neonatos sin parto, tras ce-
posibilidad de hemorragias a nivel sub- sárea [7]. Se discute la conveniencia o
cutáneo o intracraneal. En casos de no de tratarlas. Casi siempre se repo-
sospecha se debe plantear un estudio nen de forma espontánea en el curso de

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• Se conoce la posibilidad de lesión del


unos meses, por lo que parece razona-
esternocleidomastoideo por “trauma
ble esperar en los pacientes asintomá-
de parto” aunque el tortícolis congéni-
ticos. Si el hundimiento es profundo se
to es más frecuentemente por malposi-
suele recomendar su “elevación” ma-
ción intrauterina. Si se trata de un he-
nual o quirúrgica mediante maniobras
matoma por estiramiento y ruptura de
especiales [10].
fibras (hematoma de la vaina) la masa
• Las fracturas faciales o mandibulares puede ser palpable al nacer o tardar de
son muy poco frecuentes pudiéndose 1 a 4 semanas en ser evidente. Luego
sospechar ante asimetría facial, equi- evolucionará a la fibrosis y al acorta-
mosis-edema local y crepitación. De- miento por retracción. Deben ser tra-
ben ser tratadas pronto por cirujanos tados con fisioterapia aunque el 20%
plásticos u otorrinolaringólogos exper- pueden requerir cirugía para evitar la
tos porque pueden producir deformida- asimetría facial secundaria si persisten
des craneofaciales diversas. Si afectan tras 6 meses de tratamiento conserva-
a los senos o al oído medio se plantea- dor [14].
rá el tratamiento con antibióticos.
Lesiones nerviosas
• Las lesiones oculares más frecuentes
son las hemorragias retinianas y sub- • Puede producirse la afectación de los
conjuntivales y las equimosis palpebra- nervios craneales. La más común es la
les que se resuelven de forma espontá- unilateral del par VII (facial). Puede
nea en 24 a 48 horas sin secuelas. En haber parálisis temporal o permanente
los demás casos en que se sospeche una y puede ser traumática o no tener rela-
lesión ocular deberá realizarse una ción con el hecho del parto.
consulta urgente al oftalmólogo.
• La parálisis facial periférica puede ser
• En ocasiones el neonato presenta una consecuencia de la compresión intrau-
desviación manifiesta de la punta de la terina o intraparto del nervio facial.
nariz hacia un lado. Generalmente es Suele asociarse a la aplicación de fór-
por dislocación del septo cartilaginoso ceps (especialmente de fórceps me-
nasal de su asiento en el vómer. La dios) con pinzamiento del nervio con-
causa es o bien el apoyo intrauterino tra los relieves óseos (en el trayecto
forzado de la pirámide nasal en fetos mastoideo o a la salida por el foramen
comprimidos (p.ej.: oligoamnios, pre- esternomastoideo), pero puede no te-
sentaciones anómalas, etc.) o la coli- ner relación alguna con un traumatis-
sión con relieves de la pelvis materna mo de parto. Típicamente es unilate-
(sínfisis púbica o promontorio sacro) ral, afectando generalmente las tres
durante el descenso y rotación por el ramas: frente, ojo y boca, aunque pue-
canal del parto [11]. Se debe intentar re- de estar afectada cualquiera de ellas
poner el septo en su lugar mediante las aisladamente. En la forma completa la
maniobras adecuadas, para evitar una frente no tiene pliegues, el párpado no
desviación permanente [12,13]. No suele cierra y el llanto es asimétrico con des-
ser posible reducir la luxación en los viación de la boca hacia el lado sano. El
casos de compresión intrauterina pro- pronóstico es bueno si no hay rotura de
longada. las fibras, mejorando en 1-3 semanas

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tras el nacimiento, aunque la curación tenida puede requerirse la plicatura


completa puede tardar varios meses. Es o la resección parcial del diafragma.
preciso el cuidado del ojo afectado. En
los casos de rotura del nervio no cabe – La lesión del plexo braquial se da en
esperar mejoría pudiendo requerir neu- 1a 2 por 1000 nacidos a término [1,9].
roplastia. La afectación de las raíces C5 y C6
es la que produce la lesión más co-
• La parálisis facial central (llanto asi- mún del plexo braquial: la parálisis
métrico con pérdida del pliegue naso- de Duchenne-Erb. La lesión de C5,
labial pero sin afectación de la frente) raíz compartida por el frénico, es la
es por afectación o agenesia del núcleo responsable de la asociación con pa-
del nervio y no tiene relación con el rálisis diafragmática ipsilateral que
trauma de parto. Un forma benigna de se da en el 5% de los casos. El brazo
llanto asimétrico que puede confundir- afectado se presenta con el codo ex-
se con la parálisis facial es la ausencia tendido, en adducción y rotación in-
del músculo depresor angular de la terna. El antebrazo está en prona-
boca. ción con la muñeca flexionada. El
reflejo de Moro, el radial y el bicipi-
• La lesión del nervio laríngeo recurren-
tal están ausentes pero el reflejo de
te, rama del par X (vago), produce pa-
prensión palmar está intacto.
rálisis uni o bilateral de las cuerdas vo-
cales con llanto ronco - áfono o – En cambio en la lesión de C7-C8 y
estridor. Muchas veces se desconoce su T1 se afectan los músculos intrínse-
etiología. cos de la mano, perdiéndose el refle-
• La afectación por “trauma de parto” de jo de prensión. Esta forma (que supo-
los nervios periféricos suele darse a ne menos del 1% de las parálisis del
nivel de las raíces cervicales afectando plexo braquial [2]) se denomina pará-
al nervio frénico (C3-C4-C5) y al ple- lisis de Klumpke y cursa con res-
xo braquial (C5-C6-C7-C8-T1). Estas puesta normal de los reflejos bicipi-
lesiones se producen en general por hi- tal y radial. La afectación simultánea
perextensión del cuello al tirar de la de T1 puede alcanzar el simpático
cabeza, cuello, brazo o tronco. Son más torácico añadiendo a la clínica un
frecuentes en los partos de nalgas y en síndrome de Horner (ptosis-miosis)
la distocia de hombros y en niños gran- del mismo lado. Puede darse la pará-
des e hipotónicos. lisis completa cuando la lesión abar-
ca desde C5 hasta T1. Durante la
– La parálisis frénica casi siempre es fase inicial (7-10 días) debe limitar-
unilateral y se asocia a la lesión del se la movilización pasiva para que se
plexo braquial en el 75% de los casos cure el edema del nervio. El pronós-
[9]. La parálisis del diafragma puede tico de estas parálisis depende de la
producir dificultad respiratoria de gravedad de la lesión. Una mejoría
importancia variable. En la mayoría franca en las primeras dos semanas
de los casos evoluciona hacia la cu- permite predecir una recuperación
ración espontánea y completa en 1 a completa o casi completa. Esto suce-
3 meses. Sólo en los raros casos seve- de en el 75-90% de los casos. La pa-
ros y con dificultad respiratoria man- rálisis de Erb es de mejor pronóstico

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que la de Klumpke y la presencia de transcurrido hasta que se elimina la


síndrome de Horner empeora el pro- compresión. El pronóstico en todo
nóstico. La falta de mejoría en 6 me- caso depende de la severidad y de la
ses permite afirmar que habrá afecta- localización de la lesión. La sección
ción permanente. completa es irrecuperable, requirien-
do tratamiento de soporte general.
– Las lesiones de otros nervios periféri-
cos son mucho más raras y suelen
Lesiones óseas
asociarse a fracturas o hemorragias
de la zona. Las fracturas se asocian a distocia de hom-
– La lesión de la médula espinal es bros y a partos de nalgas incluso sin manio-
rara y puede presentarse en partos bras especiales.
con hiperextensión del cuello, en • La clavícula es la que se fractura más
partos de nalgas y en formas graves frecuentemente en relación con el par-
de distocia de hombros. A veces en to. Su incidencia es de alrededor del
el parto se oye un chasquido por la 3% de los recién nacidos, aunque en el
rotura de la duramadre. El neonato 40% de los casos el diagnóstico se hará
aparece alerta pero flácido. La lesión tras el alta del hospital [9]. En ocasiones
consecutiva más frecuente es la he- se percibe un chasquido cuando se pro-
morragia epidural con edema y afec- duce la fractura. El neonato puede pre-
tación neurológica temporal. A ve- sentar “pseudo parálisis” del brazo co-
ces se produce también fractura o rrespondiente, con reflejo de Moro
luxación vertebral. La clínica es asimétrico y crepitación a la palpación.
como la de la sección medular con A veces el tacto es doloroso y permite
ausencia de función motora y de re- apreciar la alteración de la forma de la
flejos tendinosos profundos distal- clavícula. Las fracturas en “tallo verde”
mente al nivel de la lesión. Puede o incompletas pueden no afectar la
haber reflejo de retirada, mediado motilidad y pasar desapercibidas. A los
por los centros medulares bajos, que 7 días hay un callo hipertrófico que
puede interpretarse erróneamente puede ser el primer signo de fractura en
como conservación de motilidad vo- los casos sin síntomas iniciales. El pro-
luntaria. Puede haber inestabilidad nóstico es muy bueno curándose com-
térmica por interrupción del control pletamente incluso las que presentan
del flujo periférico. Si la sección es desviaciones importantes de los frag-
completa habrá también un nivel mentos. Por eso hay que tranquilizar a
sensitivo. Siempre que se sospeche la los padres. No suelen requerir trata-
existencia de este tipo de lesiones, miento, pero se recomienda cuidado al
en la sala de partos se inmovilizarán cambiar de ropa al niño para evitar el
la cabeza y la columna sobre un pla- dolor (empezar por el brazo afectado).
no duro para el transporte. Se com- En ocasiones se recomienda cierta in-
probará la existencia de alguna com- movilización fijando la manga al pija-
presión (luxación o fractura), ma y puede requerirse el tratamiento
procediendo a la resolución quirúrgi- del dolor.
ca cuando sea preciso. En estos casos
el pronóstico depende del tiempo • Las fracturas de huesos largos son
mucho menos frecuentes. La falta de

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motilidad de un brazo o de una pierna hepática. Tanto en una como en otra


pueden ser los primeros signos de frac- habrá que reponer el volumen, corregir
turas de húmero o fémur. La inflama- los posibles trastornos de coagulación,
ción local y el dolor a la movilización pudiendo ser precisa la laparotomía
pasiva completan el cuadro. Las que se para suturar las roturas viscerales.
producen intraparto pueden a veces
oírse como un chasquido. Se deben tra- • La hemorragia suprarrenal, de etiolo-
tar inmediatamente. Las de húmero, gía menos precisa, puede pasar desaper-
más frecuentes, pueden tratarse con cibida y observarse más adelante por la
buen resultado inmovilizando el brazo calcificación secundaria. El 90% son
con vendaje pegado al tórax o con fé- unilaterales y el 75% del lado derecho [1].
rula durante 2 a 4 semanas. En las de En las formas de diagnóstico neonatal la
fémur se suele realizar tracción-sus- clínica suele consistir en la palpación de
pensión en lecho de escayola de ambas un riñón desplazado hacia abajo. La
extremidades (aunque la fractura sea ecografía permite precisar la masa su-
unilateral) que se mantendrá unas 4 se- prarrenal con contenido hemático.
manas. Es recomendable el tratamien- Pueden presentar ictericia por reabsor-
to del dolor. La consolidación suele ción. Debe realizarse seguimiento para
acompañarse de un callo ostensible. El comprobar que involuciona, a diferen-
pronóstico de las fracturas de las extre- cia de lo que sucedería en otro tipo de
midades es generalmente muy bueno. procesos (neuroblastoma o tumor de
Wilms). Rara vez se requieren transfu-
siones o cirugía por hemorragia severa.
Lesiones intraabdominales En casos excepcionales se ha precisado
Incluyen la rotura o la hemorragia subcapsu- tratamiento hormonal por insuficiencia
lar hepática, esplénica o suprarrenal. suprarrenal consecutiva.

• La más frecuente es la hepática. Se sue-


le asociar a niños grandes y/o a partos Lesiones de tejidos blandos
de nalgas. Pueden jugar papel las ma- • Ocasionalmente pueden producirse
niobras forzadas de reanimación. Las cortes de profundidad variable por un
roturas hepáticas suelen “sellarse” por bisturí durante una cesárea, que pue-
la cápsula de Glisson determinando la den precisar sutura. Más frecuentes son
aparición de un hematoma subcapsu- las marcas que se ocasionan por la mo-
lar. Puede haber clínica generalmente nitorización fetal. El control cardioto-
entre el 1º y el 3er día con anemia va- cográfico con registro directo supone
riable e ictericia por reabsorción del la implantación de un electrodo en la
hematoma. En ocasiones hay decai- zona de presentación. Los errores de
miento, palidez, toman mal, tienen ta- colocación pueden afectar a lugares de
quipnea y taquicardia. Si la cápsula se la cara o a los ojos. También la monito-
rompe la clínica suele ser más severa, rización del pH y los gases en sangre fe-
pudiendo producirse anemia aguda, tal durante el parto mediante la reali-
shock e incluso la muerte del paciente. zación de escarificaciones en la zona de
• La hemorragia esplénica se produce presentación, puede ser causa de he-
con menos frecuencia, por mecanismos morragias aunque en raras ocasiones.
semejantes y a veces asociada con la Hay que tener en cuenta a estas lesio-

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nes como posibles puertas de entrada Term Breech Trial Collaborative Group.
de infección en especial si hay debajo Planned caesarean section versus planned
vaginal birth for breech presentation at
un caput o un cefalohematoma. term: a randomised multicentre trial. Lan-
• Las marcas más comunes como conse- cet 2000; 356:1375-83.
cuencia de las fuerzas del parto sobre el 4. Documento de Consenso. Recomendacio-
feto son las petequias y equimosis. El nes de actuación en el parto de un embarazo
interés de su reconocimiento (historia, a término con feto único en presentación de
nalgas. Ed.Osakidetza/Servicio vasco de Sa-
localización, aparición precoz, no pro- lud. Dirección de Asistencia Sanitaria. Fe-
gresión y ausencia a otros niveles) estri- brero 2003. ISBN 84-89342-26-1
ba en su diagnóstico diferencial con
5. Glezerman M. Five years to the term breech
cuadros de coagulopatía o vasculitis. trial: the rise and fall of a randomized con-
Suelen recuperarse con rapidez. En todo trolled trial. Am J Obstet Gynecol. 2006
caso pueden colaborar a la producción Jan;194(1):20-5.
de una ictericia por sobrecarga. 6. ACOG Committee on Obstetric Practice.
• Conviene recordar que algunas lesiones ACOG Committee Opinion No. 340.
Mode of term singleton breech delivery.
probablemente causadas por compresión Obstet Gynecol. 2006 Jul; 108:235-7.
durante el parto sobre los relieves fetales
(carrillos, brazos, espalda, nalgas y mus- 7. Vidal S, López MC, Téllez M, Álvarez JA,
Pérez a. Fractura-hundimiento craneal con-
los) pueden producir la denominada ne- génita con resolución espontánea. An Esp
crosis grasa subcutánea. No suele verse Pediatr 2001; 54: 78-80.
al nacimiento sino al cabo de 1-2 sema-
8. Dunn DW, Engle WA. Brachial plexus
nas. La zona afectada se presenta como palsy: intrauterine onset. Pediatr Neurol
una placa o nódulo duro, adherente a 1985;1:367– 9.
planos superficiales y profundos, pudien-
9. Uhing MR. Management of birth injuries.
do ser incolora o presentar coloración os- Clin Perinatol 2005; 32:19-38.
cura o rojiza, no dolorosa a la palpación.
Puede calcificarse. Suele descubrirla la 10. Pollak L, Raziel A, Ariely S, et al. Revival of
non-surgical management of neonatal de-
madre, preocupándose y consultando por pressed skull fractures. J Paediatr Child He-
ello. Se la puede tranquilizar ya que se re- alth 1999;35(1):96– 7.
cuperan espontáneamente en el trans-
11. Jeppesen F y Windfeld I. Dislocaton of the
curso de unas semanas o meses sin reque- nasal septal cartilage in the newborn. Acta
rir tratamiento. Obstet Gynec Scand 1972; 51:5-15.
12. Podoshin L, Gertner R, Fradis M, Berger A.
Incidence and treatement of deviation of
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