Está en la página 1de 7

Liderazgo, autoridad y poder son conceptos interrelacionados que a menudo se confunden

en su visión y aplicación práctica. En este artículo, analizaremos cada uno, cómo se


interrelacionan y brindaremos algunas herramientas para identificar cuándo aplicarlos.

Explorando la relación entre liderazgo, autoridad y poder

Después de más de cuarenta años inmerso en el mundo empresarial, treinta de ellos como
CEO, todavía me asombra la confusión que generan estos conceptos. En muchas ocasiones, el
primero de ellos involucra a los otros dos, provocando aún más confusión. Esta falta de
claridad ha llevado a las organizaciones a enfrentar momentos complicados, afectando
gravemente a sus colaboradores.

Desafortunadamente, el aparente desinterés de incorporar estos temas ―y la relación entre


ellos― en las escuelas de negocios agudiza esta situación. Se estima que en el año 2022 las
escuelas de negocios en EE.UU. se enfocaban en programas de liderazgo en un 70%, autoridad
en un 15% y el otro 15%, en poder.

¿Qué significa cada uno? De forma puntual:

El liderazgo es una habilidad para influir en otros.

La autoridad es la legitimidad otorgada por una posición.

Y el poder es la capacidad de controlar recursos y tomar decisiones.

Pero más que plantear definiciones, considero importante desarrollar la esencia de cada uno y
la relación entre ellos; de modo que queden claras sus diferencias y cómo interactúan. Para
lograr este objetivo, consideraremos tres perspectivas:

El porqué de su presencia en las organizaciones (fundamentos)

Los escenarios o situaciones para su utilización

Y el impacto en los colaboradores de una adecuada o inadecuada dirección integral

Liderazgo, autoridad y poder en las organizaciones


¿Por qué liderazgo, autoridad y poder son importantes en las organizaciones?

Fundamentos del liderazgo

El liderazgo, en esencia, se trata de visión, dirección y motivación. Un líder efectivo no solo


visualiza hacia dónde debe dirigirse la organización, sino que también comprende y vive su
propósito todos los días. Para que una organización prospere y mantenga su relevancia en un
mundo en constante cambio, necesita líderes que puedan traducir ese propósito en acciones
concretas y estrategias definidas. El propósito da dirección y el liderazgo traza el camino para
alcanzarlo.

Cuando el liderazgo y el propósito están sincronizados, se crea una alineación estratégica en


toda la organización. Los equipos y los individuos no solo entienden "qué" están haciendo, sino
"por qué" lo están haciendo. Esta comprensión profunda del propósito potenciada por un
liderazgo efectivo motiva e inspira a las personas a dar lo mejor de sí mismas, a innovar y a
superar obstáculos.

El liderazgo es importante porque es el motor que impulsa la visión, establece la dirección y


motiva a las personas a trabajar juntas hacia un objetivo común. Por ello, un líder con un
propósito siempre va a motivar e inspirar a las personas a dar lo mejor de si mismas, a
innovar y a superar obstáculos. Juntos, forman el corazón y el alma de cualquier
organización exitosa.

Además, en momentos de incertidumbre o crisis, es el propósito el que sirve como ancla y son
los líderes quienes recuerdan a todos en la organización ese propósito, garantizando que las
decisiones tomadas, incluso bajo presión, reflejen y sirvan a ese propósito central.

En resumen, mientras que el propósito define el "por qué" de la existencia de una


organización, el liderazgo se encarga de llevar ese propósito a la vida diaria, garantizando que
cada acción, cada decisión y cada estrategia estén alineadas con ese norte fundamental.
Sin un liderazgo efectivo, el propósito corre el riesgo de ser solo palabras; y sin un propósito
claro, el liderazgo carece de dirección y significado. Juntos, forman el corazón y el alma de
cualquier organización exitosa.

Fundamentos de la autoridad

La autoridad, en su núcleo, es el derecho otorgado a un individuo o entidad para guiar, decidir


y establecer normas. Es un concepto intrínseco en cualquier organización para garantizar que
haya un orden y una estructura en la toma de decisiones. Sin embargo, esta autoridad no
existe simplemente como un medio para imponer la voluntad o el control; su propósito más
profundo es alinear a la organización en su totalidad.

La autoridad es importante porque garantiza un orden y otorga un derecho para guiar, decidir
y establecer normas con un propósito de alinear a la organización en su totalidad. Por ende, se
necesita líderes con autoridad que puedan clarificar roles, definir responsabilidades y
garantizar que todos los esfuerzos estén sincronizados.

Un individuo con autoridad no solo da directrices, sino que garantiza que todas las partes de la
organización estén orientadas hacia un objetivo común.

En un mundo lleno de distracciones y ruidos, es esencial que haya una figura o estructura que
mantenga a todos alineados y enfocados en el norte establecido. La autoridad, por lo tanto, no
es solo sobre mando, sino sobre coherencia y consistencia.

Para que una organización funcione como una entidad cohesiva y dirigida, necesita líderes con
autoridad que puedan clarificar roles, definir responsabilidades y garantizar que todos los
esfuerzos estén sincronizados. El alineamiento proporciona claridad, y la autoridad es la
herramienta que garantiza que esa claridad se traduzca en acción organizada.

Fundamentos del poder

El poder es la capacidad de influir en el comportamiento de otros, ya sea directamente o a


través de medios indirectos. Es un instrumento potente que puede moldear y dirigir el flujo de
acciones y decisiones dentro de una organización. Aunque el poder tiene muchas aplicaciones,
uno de sus usos más esenciales es en el acto de corrección.

El poder es importante porque influye en el comportamiento de otros ya sea directamente o


a través de medios indirectos. Asimismo, podemos decir que un líder con poder no solo tiene
la capacidad de desviar, sino de corregir con el único propósito de que una organización
regrese al camino correcto. Por ello, es vital que existan individuos o entidades con el poder
suficiente para tomar decisiones rápidas, aplicar correcciones y, si es necesario, establecer
controles para resolver la crisis.

Las organizaciones, al ser entidades dinámicas, no siempre funcionarán perfectamente. Habrá


desviaciones, errores y decisiones que no se alineen con los objetivos y valores de la
organización. Aquí es donde entra el poder.

Un líder o entidad con poder tiene la capacidad no solo de identificar estas desviaciones, sino
también de corregirlas. Pero la corrección no es simplemente el acto de "arreglar" errores. Es
un proceso de realineación, una forma de garantizar que la organización regrese al camino
correcto.

En un entorno empresarial en constante evolución, el poder de corregir asegura que la


organización se adapte, aprenda y crezca, evitando repetir los mismos errores y mejorando
con cada desafío.

En resumen, el poder proporciona los medios para mantener la integridad y la eficacia de una
organización a través de la corrección continua y adaptativa. Es la salvaguardia que garantiza
que la organización no solo identifique, sino que también responda y se adapte a las
desviaciones de su curso previsto.

Liderazgo autoridad y poder: componentes de una direccion integral

¿Cuándo utilizar cada uno?


Mientras que el liderazgo es una constante necesaria, la autoridad y el poder son herramientas
específicas que deben ser implementadas con precisión en momentos claves para garantizar el
éxito y la adaptabilidad organizacional.

Liderazgo: siempre

El liderazgo es una herramienta esencial que debe estar constantemente presente en todas las
operaciones y niveles de una organización. Es el motor que impulsa la visión, establece la
dirección y motiva a las personas a trabajar juntas hacia un objetivo común.

En el día a día, un líder efectivo inspira, guía y sirve como modelo a seguir. Dado que las
organizaciones enfrentan desafíos constantemente y necesitan adaptarse a un entorno en
evolución, el liderazgo es crucial para mantener a todos enfocados y alineados con el propósito
de la organización en todo momento.

Autoridad: frente a cambios trascendentales

La autoridad es especialmente importante durante periodos de cambios trascendentales. Estos


cambios pueden incluir reestructuraciones organizacionales, fusiones y adquisiciones, cambios
de dirección estratégica, entre otros.

Durante tiempos de transformación, se necesita una figura o entidad con la autoridad para
tomar decisiones claves, establecer nuevas directrices y asegurar que la organización se adapte
con éxito a las nuevas circunstancias. La autoridad proporciona la certeza y la estructura
necesarias para navegar por estas aguas turbulentas, garantizando que todos los niveles de la
organización estén alineados y trabajando en consonancia.

Poder: en situaciones críticas

El poder, entendido como la capacidad de influir en el comportamiento y las decisiones, es


crucial en situaciones críticas. Estas pueden ser crisis financieras, conflictos internos, amenazas
externas o cualquier otro escenario que ponga en riesgo la estabilidad o integridad de la
organización.

En tales circunstancias, es vital que existan individuos o entidades con el poder suficiente para
tomar decisiones rápidas, aplicar correcciones y, si es necesario, establecer controles para
resolver la crisis. El poder se convierte así en una herramienta de control y corrección, que le
permite a la organización superar desafíos críticos y regresar a un estado de estabilidad y
operación normal.

Impacto de una adecuada o inadecuada dirección integral

La aplicación independiente de un elemento de la dirección integral, ya sea de manera


consciente o no, tendrá un impacto en el desarrollo de los otros dos, generando sinergias o
retroceso dentro de la organización.

Si lo aplicamos correctamente, el impacto en los otros dos elementos será positivo, pero si lo
hacemos de manera incorrecta, el impacto será negativo.

Por lo general, al analizar estos temas, nos centramos principalmente en la organización, lo


cual es comprensible si consideramos la necesidad de que esta sea trascendente y sostenible.
Finalmente, no debemos olvidar el impacto que la gestión de estos tres elementos tiene en las
personas.

El siguiente gráfico muestra los sentimientos o reacciones que surgen al aplicar adecuada o
inadecuadamente el liderazgo, la autoridad y el poder.

liderazgo-autoridad-poder-sentimientos-reacciones

En futuros artículos, exploraremos casos reales y realizaremos análisis detallados para


demostrar empíricamente lo señalado en el gráfico.
Finalmente, encontrar un equilibrio entre los tres factores de una dirección integral no solo
beneficiaría a las organizaciones en la comprensión y mejora de sus prácticas de gestión, sino
que también les permitiría cuidar a sus colaboradores al asegurarse de que comprendan la
trascendencia del propósito, cultura y valores.

También podría gustarte