Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
como líder
Liderazgo
De allí que, el éxito de las organizaciones depende del líder, el cual debe contar
con un conocimiento, una experiencia y una voluntad de llevar a buen puerto a la
empresa. El líder conduce a otros, en un proceso, que permite alcanzar un
determinado objetivo, meta o propósito, y crea un ambiente donde todos los
miembros de la organización se sienten identificados con los lineamientos
estratégicos.
En cuanto, Hazy, Goldstein y Lichtenstein (2007), destaca que “un buen
funcionamiento de liderazgo en las organizaciones, se centra más en la adaptación
que en el control y la autoridad” (p.51), esto significa que el líder desempeñe
menos su rol y se dedique más a las relaciones; en consecuencia esto hace que
ya no ejerza una influencia lineal y directa sino indirecta, interdependiente y
multidireccional.
Cabe mencionar, que la organización depende para crecer y perdurar del
liderazgo gerencial, por lo tanto, un buen líder como señala Hernández (ob. cit),
“debe reunir cuatro condiciones: compromiso con la misión, comunicación de la
visión, confianza en sí mismo e integridad personal” (p.42). Pero, no solo se trata
del cumplimiento rígido de condicionamientos, también debe desempeñarse con
ciertas virtudes como prudencia, templanza, justicia y fortaleza que lo van a guiar
en la buena toma de sus decisiones.
Considerando lo antes planteado, es evidente que la tarea de todo líder en el
marco organizacional no es fácil, dado que debe ser capaz de tener muy buena
comunicación y una capacidad de integración, logrando que los miembros de la
empresa liberen su energía para el logro de un objetivo común, siendo importante
fortalecer la comunicación debido a que ésta permite transmitir lo que se piensa y
siente y la integración porque a través de ésta se realizan acciones en forma
conjunta.
De acuerdo a la postura de Alvarado (2003), los elementos del liderazgo son los
siguientes:
El objetivo: Que constituye el elemento clave de la gestión empresarial. Un líder
debe tener bien claro tanto los objetivos empresariales, así como aquellos referidos
a la satisfacción de los intereses individuales, sólo de esta manera, se logrará la
sostenibilidad y el desarrollo cualitativo de la organización en su conjunto.
El poder: El liderazgo es una forma de ejercicio del poder, basado en las
cualidades que perfilan a un líder se llega a la adhesión voluntaria de los seguidores.
El poder según el autor Alvarado (ob.cit.), se puede ejercer mediante recompensa,
imposición, basado en el dominio del conocimiento y a través de sus atributos
personales que inspire a los seguidores a su aprobación y emulación.
El estilo: Que consiste en las distintas conductas que manifiestan el líder en
ejercicio de su poder para integrar intereses y lograr objetivos.
Los seguidores: La esencia del liderazgo es la adhesión, subordinación, el
seguimiento y la emulación de los integrantes del grupo.
Estilos de Liderazgo
Sistema 3. Consultivo
Es un sistema que se inclina más hacia el lado participativo que hacia el lado
autocrático e impositivo, como en los dos sistemas anteriores. En él, la arbitrariedad
organizacional se va suavizando gradualmente. Sus principales características son
las siguientes:
Proceso decisorio, es de tipo participativo y consultivo. Participativo porque las
decisiones específicas son delegadas a los diversos niveles jerárquicos y deben
orientarse según las políticas y directrices definidas por el nivel institucional para
enmarcar todas las decisiones y acciones de los demás niveles. Consultivo porque
la opinión y puntos de vista de los niveles inferiores son considerados en la
definición de las políticas y directrices que los afectan.
Obviamente, todas las decisiones se someten con posterioridad a la aprobación
de la alta administración; sistema de comunicación, prevalecen las comunicaciones
verticales, en sentido descendente (pero más dirigidas hacia la orientación amplia
que hacia órdenes especificas) y ascendente. La empresa desarrolla sistemas
internos de comunicación para facilitar su flujo; Relaciones interpersonales, el temor
y la amenaza de castigos y sanciones disciplinarias no llegan a constituirse en los
elementos activadores de una organización informal clandestina como ocurre en el
sistema uno (1) y en menor grado en el sistema dos (2).
La confianza depositada en las personas es más elevada, aunque todavía no sea
completa y definitiva. La empresa crea condiciones relativamente favorables para el
desarrollo de una organización informal, saludable y positiva, sistema de
recompensas y castigos: se hace énfasis en las recompensas materiales (incentivos
salariales, ascensos y nuevas oportunidades profesionales) y simbólicos (prestigio
y estatus), aunque eventualmente se presenten penas y castigos.
Sistema4. Participativo
Es el sistema administrativo democrático por excelencia. Es el más abierto de
todos los sistemas propuestos por Likert. Sus principales características son las
siguientes: proceso decisorio, las decisiones son totalmente delegadas en los
niveles organizacionales. Aunque el nivel institucional defina las políticas y
directrices controla únicamente los resultados, dejando las decisiones a cargo de
los diversos niveles jerárquicos. Sólo en ocasiones de emergencia, la dirección toma
decisiones; sin embargo, están sujetas a la ratificación explícita de los grupos
involucrados; sistema de comunicación, las comunicaciones fluyen en todos los
sentidos y la empresa invierte en sistemas de información, pues son básicos para
su flexibilidad y eficiencia; relaciones interpersonales, el trabajo se realiza casi
totalmente en equipos. La formación de grupos espontáneos es importante para la
efectiva relación entre las personas. Las relaciones interpersonales se basan
principalmente en la confianza mutua entre las personas y no en esquemas formales
(como descripciones de cargos, relaciones formales previstas en el organigrama,
entre otros). El sistema permite participación y compenetración grupal intensa, de
modo que las personas se sientan responsables por lo que deciden y ejecutan en
todos los niveles organizacionales; sistema de recompensas y castigos, existe un
énfasis en las recompensas, notoriamente simbólicos y sociales, a pesar de que no
se omitan las recompensas materiales y salariales.
El líder es un pilar fundamental para toda organización, debido a que por medio
de éste se manifiestan decisiones a nivel grupal e individual y que influyen
directamente en la dinámica organizativa para afianzar las bases que direccionan el
alcance de los objetivos propuestos. De esta manera, a lo largo de toda la historia
en el ámbito organizacional, se han insertado diversos enfoques que corresponden
a la forma como cada líder actúa en su proceso de dirección que tiene su soporte a
partir de experiencias, educación e interacción social.
Al respecto, Robbins (2006), establece tres estilos de liderazgo como son: el
autocrático, consultativos y participativos, basándose en que la manera como el
líder utiliza el poder que le confieren sus seguidores también establece un estilo que
puede ser positivo o negativo. Este autor, menciona que en muchos casos los
líderes utilizan las recompensan o los castigos que llevan a definir la manera cómo
se acercan a las personas para motivarlas. Si utilizan las primeras podrían estar
actuando como líderes positivos y participativos, ya que consultan a sus empleados
trabajando como equipo.
En este sentido, los líderes participativos de acuerdo a lo expuesto por Robbins
(ob.cit.), comparten la responsabilidad operativa con quienes realizan el trabajo y
los pueden recompensar económicamente o a través de otros medios. Este
liderazgo tiene mucha relación con lo planteado en estudios realizados en la
Universidad de Michigan y la Estatal de Ohio, sobre la conducta del líder orientada
hacia la consideración, ya que se motiva más as los subordinados y se pretende
relaciones amigables, confiables y respetuosas.
Caso contrario, los líderes autocráticos centralizan el poder y la toma de
decisiones, no dejan que los subordinados piensen y actúen por sí mismo ya que él
asume toda la autoridad y responsabilidad, es por ello, que Robbins (ob.cit.), lo
considera como un liderazgo negativo dado que se basa en amenazas y castigo,
aunque en algunas ocasiones si el líder es benevolente puede ser entonces positivo,
concluyendo que este estilo se orienta más a las tareas y le concede mayor
importancia al control de los subordinados.
En otro de los casos, los líderes consultivos, son aquellos que piden opinión a
sus subordinados antes de tomar alguna decisión, sin embargo, esto no quiere decir
que tomen los consejos u opiniones aportadas por los empleados, en cuyo caso
podría producirse un efecto negativo en ellos.
Teoría de Kenneth Blanchard
Teoría Situacional
En todos los equipos de trabajo se producen cambios debido a las distintas fases
de desarrollo por las que atraviesan los miembros del grupo. Por ello, el estilo de
liderazgo más eficaz es aquel que se adapta a los colaboradores en cada situación,
es decir, ejerce un liderazgo adecuado a las necesidades del equipo.
El liderazgo situacional se basa en mantener un equilibrio entre dos tipos de
comportamiento que ejerce un líder para adaptarse al nivel de desarrollo de su
equipo de trabajo, los cuales son: comportamiento directivo y comportamiento de
soporte.
Dentro de estas teorías, Hersey y Blanchard (1998) se incluyen por considerarse
relevantes y adecuada al contexto de la modernidad organizacional. En este
sentido, Robbins (ob.cit.), refiriéndose a esta teoría señala:
El liderazgo situacional es una teoría de la contingencia que se enfoca
en la disponibilidad de los seguidores… El énfasis en los seguidores en
relación con la eficacia del liderazgo refleja la realidad que constituye el
que los seguidores acepten o rechacen al líder. A pesar de lo que el líder
haga, la eficacia depende de las acciones de sus seguidores… El término
disponibilidad se refiere a la medida en la cual la gente tiene la capacidad
y la voluntad de llevar a cabo tareas específicas. (p.358).
Al apreciar esta teoría, refiere Robbins (ob. cit), que se basa en la aplicación de
dos variables, la madurez laboral y la psicológica del subalterno. La primera viene
dada por el nivel de habilidad y aprestamiento que se evidencia al realizar sus tareas
cotidianas; y la madurez psicológica evidenciada por la confianza en sí mismo y que
por tanto hace que dicha persona se sienta muy segura.
Este estilo de liderazgo se enfoca fundamentalmente en los seguidores o
subordinados, porque son ellos quienes aceptan o rechazan al líder. Además,
agrega este autor que el liderazgo para ser eficaz debe escoger el estilo correcto,
el cual va a depender de la madurez de los seguidores con respecto a una tarea
específica.
En todos los equipos de trabajo se producen cambios debido a las distintas fases
de desarrollo por las que atraviesan los miembros de la organización. El estilo de
liderazgo más eficaz es aquel que se adapta a los colaboradores en cada situación,
es decir, ejerce un liderazgo adecuado a las necesidades del equipo.
Según la teoría de los autores Hersey y Blanchard (ob.cit.), se muestran cuatro
estilos de liderazgo que representan distintas composiciones de comportamiento
directivo y de soporte. Tales combinaciones difieren en tres dimensiones: a. el grado
en que el líder provee dirección, b. el grado de soporte y estímulo que el líder otorga
y c., el grado en que el líder involucra a sus subalternos en la toma de decisiones;