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En 1819, a raíz de la invención de la pila voltaica, Jöns Jakob Berzelius desarrolló una
teoría de combinación química, introduciendo indirectamente el carácter electropositivo y
electronegativo de los átomos combinantes. A mediados del siglo XIX, Edward Frankland,
F. A. Kekule, A. S. Couper, A. M. Butlerov y Hermann Kolbe, ampliando la teoría de
radicales, desarrollaron la teoría de valencia, originalmente llamado "poder combinante" en
que los compuestos se mantenía unidos debido a la atracción entre polos positivo y
negativo. En 1916, el químico Gilbert N. Lewis desarrolló el concepto de enlace de par de
electrones, en el que dos átomos pueden compartir uno y seis electrones, formando
el enlace de un solo electrón, enlace simple, enlace doble, o enlace triple:
En las propias palabras de Lewis:
Un electrón puede formar parte de las envolturas de dos átomos diferentes y no puede decirse que
pertenezca a uno simplemente o exclusivamente.
El mismo año, Walther Kossel lanzó una teoría similar a la de Lewis, con la diferencia de
que su modelo asumía una transferencia completa de electrones entre los átomos, con lo
que era un modelo de enlace iónico. Tanto Lewis y Kossel estructuraron sus modelos de
enlace a partir de la regla de Abegg (1904).
En 1927, el físico danés Oyvind Burrau derivó la primera descripción cuántica
matemáticamente completa de un enlace químico simple, el producido por un electrón en
el ion de hidrógeno molecular (dihidrogenilio), H2+.3 Este trabajo mostró que la
aproximación cuántica a los enlaces químicos podrían ser correctas fundamental y
cualitativamente, pero los métodos matemáticos usados no podrían extenderse a
moléculas que contuvieran más de un electrón. Una aproximación más práctica, aunque
menos cuantitativa, fue publicada en el mismo año por Walter Heitler y Fritz London. El
método de Heitler-London forma la base de lo que ahora se denomina teoría del enlace de
valencia. En 1929, sir John Lennard-Jones introdujo el método de combinación lineal de
orbitales atómicos (CLOA o dentro de la teoría de orbitales moleculares, sugiriendo
también métodos para derivar las estructuras electrónicas de moléculas de F2 (flúor) y las
moléculas de O2 (oxígeno), a partir de principios cuánticos básicos. Esta teoría de orbital
molecular representó un enlace covalente como un orbital formado por combinación de los
orbitales atómicos de la mecánica cuántica de Schrödinger que habían sido hipotetizados
por los electrones en átomos solitarios. Las ecuaciones para los electrones de enlace en
átomos multielectrónicos no podrían ser resueltos con perfección matemática (esto
es, analíticamente), pero las aproximaciones para ellos aún producen muchas
predicciones y resultados cualitativos buenos. Muchos cálculos cuantitativos en química
cuántica moderna usan tanto las teorías de orbitales moleculares o de enlace de valencia
como punto de partida, aunque una tercera aproximación, la teoría del funcional de la
densidad, se ha estado haciendo más popular en años recientes.
En 1935, H. H. James y A. S. Coolidge llevaron a cabo un cálculo sobre la molécula de
dihidrógeno que, a diferencia de todos los cálculos previos que usaban funciones solo de
la distancia de los electrones a partir del núcleo atómico, usó funciones que sólo
adicionaban explícitamente la distancia entre los dos electrones.4 Con 13 parámetros
ajustables, ellos obtienen el resultado muy cercano al resultado experimental para la
energía de disociación de enlace. Posteriores extensiones usaron hasta 54 parámetros y
producen gran concordancia con los experimentos. Este cálculo convenció a la comunidad
científica que la teoría cuántica podría concordar con los experimentos. Sin embargo, esta
aproximación no tiene relación física con la teoría de enlace de valencia y orbitales
moleculares y es difícil de extender a moléculas más grandes.
El modelo de enlace[editar]
A pesar de que todos los electrones de un átomo giran alrededor de su núcleo, solo los
electrones de valencia giran más lejos de él, mientras más alejados del núcleo se
encuentren, más posibilidades tendrá ese átomo de interactuar con electrones de otro.
Los electrones de valencia interaccionan de distintas formas, ya que dependen de las
características del otro átomo con el que pueda conjuntarse. Algunos átomos ceden sus
electrones a otro para lograr su equilibrio, otros los ganan y a veces también los
comparten. Por ejemplo, en el fluoruro de litio (LiF), uno de los átomos (el litio) dona su
electrón de valencia, mientras que el flúor lo recibe. De esta forma se
forman iones, átomos con carga neta, positivos (Li+) y negativos (F-).
La representación de Lewis se caracteriza por ilustrar los símbolos de los elementos y los
electrones de valencia que hay alrededor de ellos como puntos o taches. Para interpretar
la simbología del agua en la representación de Lewis, hay que saber que cada uno de los
dos átomos de hidrógeno sólo cuenta con un electrón de valencia que pueden ser
representados con un punto; mientras que el átomo de oxígeno tiene ocho electrones de
los cuales seis son de valencia y se pueden representar con taches para diferenciarlos de
los electrones de valencia del hidrógeno.
La mayoría de los átomos se unen compartiendo electrones mediante uno, dos o hasta
tres pares. Para no colocar tantos puntos, cada par compartido se representa como una
línea (H-O-H). Del mismo modo, casi todos los átomos muestran una tendencia a perder,
ganar o compartir un número de electrones necesarios para completar ocho electrones de
valencia (regla del octeto), tal como lo hace el oxígeno en la molécula del agua. Por otro
lado, únicamente el hidrógeno completa dos, por lo que se dice que ha formado la regla
del dúo al solo tener como máximo dos electrones. 5
Na - Cl Enlace iónico
Enlace covalente[editar]
Artículo principal: Enlace covalente
El enlace iónico es un tipo de interacción electrostática entre átomos que tienen una gran
diferencia de electronegatividad. No hay un valor preciso que distinga la ionicidad a partir
de la diferencia de electronegatividad, pero una diferencia sobre 2.0 suele ser iónica, y una
diferencia menor a 1.7 suele ser covalente. En pocas palabras, un enlace iónico es aquel
en el que los elementos involucrados aceptan o pierden electrones (se da entre un catión y
un anión) o dicho de otra manera, es aquel en el que un elemento que tiene más
electronegatividad se atrae con los electrones con menos electronegatividad.8 El enlace
iónico implica la separación en iones positivos y negativos. Las cargas iónicas suelen estar
entre –3e a +3e, este tipo de enlace es frecuente entre átomos de los grupos IA, IIA, IIIA
que pierden electrones (Cationes) y átomos de los grupos VA, VIA, VIIA que ganan
electrones (aniones).
Ejemplo:
La unión entre el sodio y el cloro, es un enlace iónico donde el sodio pierde 1 electron del
último nivel de energía (3s) y el cloro gana ese electrón, completando 8 electrones en el
último nivel de energía.
El enlace covalente coordinado, algunas veces referido como enlace dativo, es un tipo de
enlace covalente, en el que los electrones de enlace se originan solo en uno de los
átomos, el donante de pares de electrones, o base de Lewis, pero son compartidos
aproximadamente por igual en la formación del enlace covalente. Este concepto está
cayendo en desuso a medida que los químicos se pliegan a la teoría de orbitales
moleculares. Algunos ejemplos de enlace covalente coordinado existen en nitronas y
el borazano. El arreglo resultante es diferente de un enlace iónico en que la diferencia de
electronegatividad es pequeña, resultando en una covalencia. Se suelen representar por
flechas, para diferenciarlos de otros enlaces. La flecha muestra su cabeza dirigida al
aceptor de electrones o ácido de Lewis, y la cola a la base de Lewis. Este tipo de enlace
se ve en el ion amonio y en los complejos químicos, donde un átomo central (por lo
general un catión metálico) está unido a otras moléculas denominadas ligandos.
Enlaces flexionados[editar]
Los enlaces flexionados, también conocidos como enlaces banana, son enlaces en
moléculas tensionadas o impedidas estéricamente cuyos orbitales de enlaces están
forzados en una forma como de banana. Los enlaces flexionados son más susceptibles a
las reacciones que los enlaces ordinarios. El enlace flexionado es un tipo de enlace
covalente cuya disposición geométrica tiene cierta semejanza con la forma de una banana.
doble enlace entre carbonos se forma gracias al traslape de dos orbitales híbridos sp3.
Como estos orbitales no se encuentran exactamente uno frente a otro, al hibridarse
adquieren la forma de banana.
Enlace aromático[editar]
En muchos casos, la ubicación de los electrones no puede ser simplificada a simples
líneas (lugar para dos electrones) o puntos (un solo electrón). En compuestos aromáticos,
los enlaces que están en anillos planos de átomos, la regla de Hückel determina si el anillo
de la molécula mostrará estabilidad adicional.
En el benceno, el compuesto aromático prototípico, 18 electrones de enlace mantiene
unidos a 6 átomos de carbono para formar una estructura de anillo plano. El orden de
enlace entre los diferentes átomos de carbono resulta ser idéntico en todos los casos
desde el punto de vista químico, con una valor equivalente de aproximadamente 1.5.
En el caso de los aromáticos heterocíclicos y bencenos sustituidos, las diferencias de
electronegatividad entre las diferentes partes del anillo pueden dominar sobre el
comportamiento químico de los enlaces aromáticos del anillo, que de otra formar sería
equivalente.
Enlace metálico[editar]
En un enlace metálico, los electrones de enlace se encuentran situados en una estructura
de átomos. En contraste, en los compuestos iónicos, la ubicación de los electrones
enlazantes y sus cargas son estáticas. Debido a la deslocalización o el libre movimiento de
los electrones, se tienen las propiedades metálicas de conductividad, ductilidad y dureza.
El enlace metálico es similar al iónico; sin embargo, el primero es más compacto que el
segundo, ya que el número de átomos que rodean a cada uno de ellos es mayor.
Con base en la estructura del enlace metálico es posible identificar las propiedades más
características de los metales, tales como su conductividad eléctrica y calorífica
(conductividad), la capacidad para extenderse en hilos muy finos (ductilidad) , la capacidad
para obtener láminas finas (maleabilidad), densidades elevadas, puntos de fusión altos...
etc.
El modelo más sencillo de enlace metálico se basa en una de las propiedades
características de los metales: su baja electronegatividad (ceden electrones con facilidad).
Así pues, el enlace metálico podemos describirlo como una distribución muy ordenada y
compacta de iones positivos del metal (red metálica) entre los cuales se distribuyen los
electrones perdidos por cada átomo a modo de “nube electrónica”. Es importante observar
que los electrones pueden circular libremente entre los cationes, no están ligados (sujetos)
a los núcleos y son compartidos por todos ellos. Esta nube electrónica hace de “colchón”
entre las cargas positivas impidiendo que se repelan, a la vez que mantienen unidos los
átomos del metal.
Características principales de los metales:
Enlace intermolecular
ay cuatro tipos básicos de enlaces que se pueden formar entre dos o más moléculas,
iones o átomos que de otro modo no estarían asociados. Las fuerzas
intermoleculares originan que las moléculas se atraigan o repelan unas a otras.
Frecuentemente, esto define algunas de sus características físicas (como el punto de
fusión) de una sustancia.
Enlace de hidrógeno
n alguna forma este es un ejemplo de un dipolo permanente especialmente fuerte. Sin
embargo, en el enlace de hidrógeno, el átomo de hidrógeno está más cerca a ser
compartido entre los átomos donante y el receptor, en un enlace 3-c 2-e. Los enlaces de
hidrógeno explican el punto de ebullición relativamente alto de los líquidos como el agua,
amoníaco, y fluoruro de hidrógeno, comparado con sus contrapartes más pesadas en el
mismo grupo de la tabla periódica.
Interacción catión-pi[editar]
La interacción catión-pi se presenta entre la carga negativa localizada de los electrones de
un orbital pi, ubicados sobre y debajo del plano de un anillo aromático, y una carga
positiva.
Buckybalón[editar]
En 1985, los químicos de la Universidad de Rice en Texas, Robert F. Curl y Richard E.
Smalley, y uno de la Universidad de Sussex, Harold Kroto utilizaron un láser de alta
potencia para vaporizar grafito en un esfuerzo por crear moléculas poco comunes, que se
creía existían en el espacio interestelar. La espectrometría de las masas reveló que uno de
los productos resultó ser una especie desconocida con la fórmula (C60). Debido a su
tamaño y al hecho de que es carbono puro, esta molécula tiene una forma extraña en la
que trabajaron varios investigadores utilizando papel, tijeras y cinta adhesiva.
Posteriormente, mediciones espectroscópicas y de rayos X confirmaron que el (C60) tenían
la forma similar a una esfera hueca con un átomo de carbono localizado en cada uno de
sus 60 vértices. Geométricamente, el buckybalón (abreviatura de buckminsterfulerene) es
la molécula más simétrica que se conoce. Sin embargo, a pesar de sus características
peculiares, su esquema de enlace es simple. Cada carbono tiene una hibridación sp2, y
tiene orbitales moleculares deslocalizados que se extienden sobre la estructura completa.
El buckybalón, así como otros miembros de mayor peso representan un concepto
completamente nuevo en la arquitectura molecular con implicaciones de largo alcance. Por
ejemplo, se ha preparado con un átomo de helio dentro de su estructura.11 Por el
descubrimiento del buckybalón los tres científicos fueron premiados con el premio Nobel
de química 1996.
Un descubrimiento fascinante, realizado en 1991 por científicos japoneses, fue la
identificación de estructuras relacionadas con el buckybalón. Estas moléculas tienen una
longitud de cientos de nanómetros y presentan una forma tubular con una cavidad interna
aproximada de 15 nanómetros de diámetro.
Así, por ejemplo, es posible someter al agua a electricidad para separar las
uniones químicas entre el hidrógeno y el oxígeno que la conforman, en un
proceso denominado electrólisis; o añadir grandes cantidades de energía
calórica a una proteína para romper sus enlaces y desnaturalizarla, es
decir, romperla en trozos más pequeños.
Enlace covalente. Ocurre cuando dos átomos comparten uno o más pares de
electrones de su última órbita (la más externa), y así consiguen una forma eléctrica
más estable. Es el tipo de enlace predominante en las moléculas orgánicas y puede ser
de tres tipos: simple (A-A), doble (A=A) y triple (A≡A), dependiendo de la cantidad de
electrones compartidos.
Enlace iónico. Se debe a interacciones electrostáticas entre los iones, que pueden
formarse por la transferencia de uno o más electrones de un átomo o grupo de átomos
a otro. Tiene lugar con más facilidad entre átomos metálicos y no metálicos, y consiste
en una transferencia permanente de electrones desde el átomo metálico hacia el átomo
no metálico, produciendo una molécula cargada eléctricamente en algún sentido, ya
sea cationes (+1) o aniones (-1).
Benceno (C6H6)
Metano (CH4)
Glucosa (C6H12O6)
Amoníaco (NH3)
Freón (CFC)
En todas las formas del carbono (C): carbón, diamantes, grafeno, etc.
Introducción
En este tema se trata de diseñar una unidad didáctica que nos permita
valorar el aporte hecho por los científicos y la importancia de la
comprensión del enlace químico en la interpretación de la estructura
atómica de las sustancias, procurando así un mejor aprovechamiento
y utilidad de este conocimiento en el contexto de la ciencia, la
tecnología y la sociedad.
A.3. Los iones Na+ y Cl- libres no son abundantes en la naturaleza, sin
embargo ¿por qué existe tanta sal (NaCl) en el mundo?. Discute en tu
grupo una posible respuesta coherente con lo ya establecido.
C.3. Cuando los estudiantes realizan esta actividad, por lo general, coinciden en el
concepto de enlace; que es precisamente lo que se busca, que comiencen a reconocer
que esta capacidad de los átomos puede ser imprescindible para nuestras vidas.
.A.7 Basados en la configuración electrónica del Na+, O2-, Cl-, Li2+, N3+,
indica cuál de estas especies cumple con la regla del octeto.
C.7: Muchas veces los estudiantes olvidan, por que lo han visto en un curso previo, que
las especies iónicas no contienen las mismas cantidades de electrones en su capa de
valencia, por lo tanto esta práctica nos servirá para diagnosticar los niveles del grupo
en cuanto al concepto de ion y ligarlo inmediatamente con la regla del octeto,
enfatizando que estas especies no se forman por casualidad sino por una
conveniencia: mayor estabilidad.
3.1 ¿Cómo diseñar una estructura de Lewis?
5. Tipos de enlace
6. Electronegatividad
7. El enlace covalente
8. Enlace metálico
9. Fuerzas intermoleculares
Existen gases cuyas moléculas están formadas por átomos que tienen
diferente electronegatividad (enlace covalente polar) y que se hallan
dispuestos de forma que en la molécula existen zonas con mayor
densidad de electrones que otras (polo negativo y positivo
respectivamente). Este es el caso, por ejemplo, de los gases fluoruro
de hidrógeno (HF), cloruro de hidrógeno (HCl), bromuro de hidrógeno
(HBr) y ioduro de hidrógeno (HI). Anteriormente ya hemos
representado algunas de estas moléculas.
10. Recapitulación