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Enlaces químicos

A principios del siglo XX, para explicar los enlaces químicos, es decir, la razón por la
que los átomos se combinan para formar moléculas, se construyó un puente entre las
fronteras de la física y la química y nació una nueva disciplina científica. Conocida
como química cuántica, este campo ha tenido un desarrollo considerable en su base
teórica, pero su aplicación continuó hasta finales del mismo siglo. Su aplicación en la
resolución de problemas prácticos está estrechamente relacionada con el desarrollo de la
computación, por lo que el modelo matemático de la mecánica cuántica puede
manipularse cuando se aplica a sistemas moleculares, cambiando así por completo el
desarrollo de la física, la ciencia y la química.

Se llama "enlace químico" y este fenómeno une los componentes de la molécula para
hacerla estable. Es un concepto central en química porque organiza el conocimiento
químico sobre sustancias. En particular, el concepto juega un papel central en la
química estructural, que se originó en el siglo XIX y fue producido por el trabajo de
científicos como Friedrich Kekulé, Archibald Scott y Aleksandr Butlerov. En la
actualidad, el campo de la química utiliza principalmente métodos experimentales para
determinar la estructura de las moléculas, generalmente la espectroscopia, que se basa
en el estudio de la interacción entre la radiación y la materia. Debido a estas
tecnologías, se propone la estructura molecular de cada sustancia, la cual está
representada por una fórmula estructural, es decir, una representación gráfica de la
disposición espacial geométrica de los átomos en la molécula y la forma en que están
conectados a través de enlaces químicos. El uso del concepto de enlace químico es muy
efectivo en la resolución de diferentes problemas, especialmente en química orgánica, la
fórmula estructural construida sobre la base de enlaces químicos, especialmente
tetravalencia de carbono, permite a ambos explicar una gran cantidad de problemas.
Conocimientos experimentales, como predicción Síntesis de compuestos orgánicos.

La primera teoría sobre los enlaces químicos fue presentada por Gilbert N. Lewis en el
marco de la química estructural en 1916 (para el desarrollo histórico del concepto de
enlace químico, véase Sutcliffe, 1996). Según Lewis, el núcleo suele estar rodeado por
una capa concéntrica de ocho electrones (la regla del octeto). Esta configuración de
electrones le da a la molécula una estabilidad similar a la del gas noble del grupo 8 de la
tabla periódica. Sobre esta base, Lewis describió un enlace químico como un par de
electrones compartidos por dos núcleos para completar ocho electrones en la capa
externa o de valencia del átomo involucrado. Las diferentes formas en que los átomos
comparten electrones explican la polaridad o las propiedades iónicas de los compuestos.

Quizás debido a su bajo nivel teórico, la teoría de Lewis ha encontrado varias


dificultades de interpretación. Por ejemplo, en algunas especies químicas, un solo
electrón es suficiente para establecer un enlace químico, como el ion molecular
hidrógeno (). Por otro lado, no en todos los compuestos, el átomo central de la molécula
adquiere la configuración de ocho electrones en su capa de valencia. En otras palabras,
existen excepciones a la regla del octeto, como BiCl2, BrF y VCl3. Además, la teoría de
Lewis no puede explicar el emparejamiento de electrones en el par, y Coulomb debería
repelerlo. Tampoco explica los enlaces químicos de átomos iguales (enlaces
homopolares), en los que no está claro qué átomo cede y qué átomo recibe electrones.
Antes de que la mecánica cuántica se aplicara por primera vez a los sistemas
moleculares, estas dificultades seguían sin resolverse.

Con el advenimiento de la mecánica cuántica en la década de 1920 y su primera


aplicación exitosa en sistemas químicos, nació la idea de reducir la química a la física y
surgió un nuevo campo de la ciencia, que más tarde se conoció como química cuántica.
En el famoso párrafo de introducción de su artículo sobre la aplicación de la mecánica
cuántica a sistemas de múltiples electrones, Paul Dirac expresó claramente el principio
del reduccionismo en ese momento:

La teoría general de la mecánica cuántica está ahora casi completa, las imperfecciones
todavía permanecen en conexión con la adaptación exacta de la teoría a las ideas
relativistas (...) las leyes físicas subyacentes necesarias para la teoría matemática de una
gran parte de la física y la totalidad de la química son completamente conocidas y la
dificultad sólo reside en que la aplicación exacta de esas leyes conduce a ecuaciones
demasiado complicadas para ser resolubles. Por lo tanto, es deseable que se desarrollen
métodos prácticos aproximados de aplicar la mecánica cuántica, los cuales puedan
conducir a una explicación de las principales características de sistemas atómicos
complejos sin demasiados cálculos (Dirac, 1929, p. 714, énfasis nuestro).

La química cuántica se desarrolló originalmente con el propósito de explicar las uniones


homopolares, fenómeno que constituye una de las dificultades de la teoría clásica de
Lewis. Para ello, se utiliza la ecuación cuántica de estado estacionario, que se denomina
ecuación de Schrödinger independiente del tiempo en el campo de la química.

Enlaces Iónicos

Los enlaces que sostienen juntos en compuestos se denominan fuerzas intramoleculares.


Existen tres principales fuerzas intramoleculares: enlaces iónicos, enlaces covalentes y
enlaces metálicos.

Un enlace iónico está formado por la atracción electrostática entre dos iones con cargas
opuestas: uno positivo, el catión, y uno negativo, el anión. Por lo general el catión es un
metal, y el anión es normalmente un no metal.

Un ejemplo cotidiano es el del enlace que forma la sal de mesa: NaCl. Los iones de
Sodio, Na+, son fuertemente atraídos por los iones de Cloro, Cl-. Cuando se juntan
mediante un enlace iónico, sus cargas opuestas se cancelan y forman un compuesto que
es eléctricamente neutral.

Recuérdalo cuando escribas la fórmula de un compuesto iónico: las cargas totales


positivas
de los cationes tienen que ser iguales a las cargas totales negativas de los aniones, para

así formar un compuesto iónico neutral.

Tú puedes escribir la formación de un enlace iónico utilizando las estructuras de puntos

de Lewis.

En la reacción: 2 Na + Cl2 → 2 NaCl , por cada unidad de

la fórmula NaCl, un átomo de sodio pierde un electrón, y un átomo de cloro gana un

electrón.

Podemos escribir esa reacción de esta manera: Un átomo de sodio, que tiene un electrón

de valencia, le entrega ese electrón a un átomo de Cloro, el cual tiene 7 electrones

de valencia.

Ahora el ion de sodio posee la misma configuración de electrones que la del gas noble
Neón.

Al perder ese electrón extra, tiene un octeto completo de electrones de valencia.

Al ganar un electrón, el ion de Cloro tiene ahora la misma configuración de electrones

que la del gas noble Argón.

Los iones con cargas opuestas,que se atraen fuertemente entre ellos, se ordenan hasta

formar una red en tres dimensiones, en la cual cada ion de sodio está rodeado por seis

iones de cloro, y cada ion de cloro está rodeado por seis iones de sodio.

Veamos otro ejemplo y usemos las estructuras de puntos de electrones para determinar
la

fórmula química de un compuesto iónico formado cuando reaccionan el Potasio y el

Oxígeno.

El Potasio es un metal que tiene un electrón de valencia.

El Oxígeno es un no metal con 6 electrones de valencia.

Un átomo de potasio perderá un electrón y se convertirá en catión con una carga

de 1+, y entonces tendrá una capa de valencia completa.


Para que el Oxígeno tenga una capa de valencia completa, tendrá que tomar dos
electrones.

El anión de Oxígeno tiene una carga de 2-.

Para balancear esa carga negativa de dos, tendrá que enlazar con dos cationes de
potasio,

que cada uno tiene 1+.

Entonces la fórmula del compuesto iónico es K2O, Óxido de Potasio.

Los enlaces iónicos, como aquéllos en NaCl, son fácilmente desarmados en el agua: los

iones se separan y son rodeados por moléculas de agua.

A esto lo llamamos “capa de solvatación” o “capa de hidratación”.

Ten en cuenta que las moléculas de agua se ordenan de tal manera que los oxígenos
parcialmente

negativos en el agua se orientan hacia los iones positivos de sodio, y los hidrógenos

parcialmente positivos en el agua apuntan hacia los iones negativos de Cloro.

Debido a que los iones se pueden mover libremente cuando están disueltos en agua, las
soluciones

acuosas de compuestos iónicos pueden conducir electricidad.

No TODOS los enlaces iónicos son solubles en agua.

Esto no es algo que puedas resolver con sólo observar la tabla periódica: la solubilidad

se determina por experimentación.

Puede que hayas visto una tabla de “reglas de solubilidad”, pero se trata de un sumario

de resultados experimentales.

Los compuestos iónicos que incluyen nitratos, por ejemplo, son solubles en agua.

La mayoría de los cloruros (como la NaCl), son solubles en agua, pero con algunas
excepciones,

entre los cuales están los compuestos cloruros que incluyen plata, mercurio y plomo.

Pese a que por lo general se separan en el agua, los enlaces iónicos son considerados

fuertes, y son enlaces covalentes.


En otro video vamos a comparar sus fortalezas relativas.

Enlaces Covalentes

los enlaces que mantienen a los átomos

juntos en compuestos se denominan

fuerzas intra moleculares los tres

principales tipos de fuerzas inter

moleculares son los enlaces iónicos los

enlaces covalentes y los enlaces

metálicos este vídeo se centrará en los

enlaces covalentes los enlaces iónicos y

los metálicos serán presentados en sus

propios vídeos los enlaces covalentes

son estables debido a que los átomos

enlazados alcanzan una configuración de

gas noble al compartir electrones

el nombre covalente ya sugiere que los

átomos comparten sus electrones de

valencia podemos mostrarlo mediante un

diagrama de puntos de lewis el fluoruro

de hidrógeno hf es una molécula con un

enlace covalente simple y formado entre

dos átomos el flúor posee 7 electrones


de valencia y el hidrógeno 1 al

compartir 2 electrones en un enlace

ahora el hidrógeno posee 2 electrones de

valencia y tiene la misma configuración

de electrones que el gas noble helio

el flúor tiene ahora 8 electrones de

valencia y posee la misma configuración

de electrones que el gas noble neón en

el diagrama podemos reemplazar esos dos

electrones compartidos por una línea

simple que representa el enlace

covalente simple

en ocasiones dos átomos comparten más de

dos electrones en el caso de un enlace

covalente doble o triple podemos ver un

ejemplo de ello en el dióxido de carbono

co2 la estructura de puntos de liu s se

ve así el carbono posee 4 electrones de

valencia y el oxígeno 6 el carbono

necesita 4 electrones mans para alcanzar

la configuración de un gas noble el

oxígeno necesita dos para lograrlo esto

se puede conseguir si el átomo de

carbono forma dos enlaces dobles con

cada átomo de oxígeno podemos reemplazar

los dos pares de electrones compartidos

en el diagrama con dos líneas rectas que


representan el doble enlace si son

idénticos los dos átomos en un enlace

covalente poseen exactamente la misma

electro negatividad el uno con el otro

clic aquí para aprender más sobre

electrónica actividad

el enlace entre estos átomos idénticos

se denomina enlace covalente no polar

por ejemplo el hidrógeno existe en la

naturaleza como una molécula de atómica

el h2 los dos átomos de hidrógeno tiran

de igual manera en el par de electrones

compartidos en el enlace con lo cual no

hay direccionalidad o polaridad en el

enlace compara esta situación con los

enlaces en una molécula polar como la

del agua h2o el oxígeno es mucho más

electro negativo que el hidrógeno por lo

cual los electrones en los enlaces

covalentes pasa mayor cantidad de tiempo

alrededor del oxígeno que del hidrógeno

a esta despareja forma de combatir

electrones la denominamos enlaces

covalentes polar fíjate que esto deriva

en que la molécula de agua sea polar en

su conjunto un lado de la molécula es

más negativa que el otro lado se utiliza


una letra de alta minúscula para mostrar

la carga parcial negativa en el átomo de

oxígeno y la carga parcial positiva en

los átomos de hidrógeno

utilizamos esta anotación con la delta

para distinguir estas cargas parciales

de las cargas totales que tienen los

iones

puede que te confundas entre las

moléculas que contienen enlaces

covalentes polares y las que son polares

en su conjunto el agua es ambas cosas

poseen las es polares y es una molécula

polar en su conjunto debido a que un

extremo de su molécula es levemente

positivo y el otro extremo es elemento

negativo eso es como resultado de los

enlaces covalentes que mantienen junta a

la molécula de agua

pero veamos la molécula de tetracloruro

de carbono csl 4 el cloro es más electro

negativo que el carbono por lo cual esta

molécula tiene 4 enlaces covalentes

polares podrías pensar que añadiendo 4

enlaces juntos esta molécula se volvería

muy polar pero en la realidad cuando ves

la estructura tridimensional notarás que


los 4 enlaces apuntan en cuatro

direcciones opuestas con lo cual se

cancelan entre ellas no encontrarás un

lado del csl 4 que sea más negativo o

positivo que otro con lo cual el

tetracloruro de carbono en su conjunto

es una molécula no polar

lo general los químicos miden la

polaridad de un enlace utilizando la

escala establecida por linux pauline si

las electro negatividades relativas de

los dos átomos enlazados difieren en

menos de 0,4 en la escala de pau link el

enlace es considerado covalente no polar

si la diferencia en las electrón a

actividades relativas está entre 0.4 y

17 si lo denomina un enlace covalente

polar y si las electro negatividad

difieren en más de 17 se tratara de un

enlace iónico

tal como sucede con la mayoría de los

enlaces iónicos los enlaces covalentes

son separados por el agua algunos y

otros no por ejemplo la sacarosa de 12 h

22 0 11 que es el azúcar de mesa es una

molécula con átomos que se mantienen

juntos mediante enlaces covalentes si


pones sacarosa u otras azúcares en agua

los enlaces covalentes permanecen

intactos y la solución de agua y azúcar

no conduce electricidad como si lo hace

una solución de agua y sal en

contrapartida los ácidos como el hc el

ácido hidroflórico son compuestos

covalentes que rápidamente se separan en

iones h positivo y se l negativa por lo

cual si conducen la electricidad a estas

sustancias que sí o nissan cuando se

disuelven las llamamos electrolitos

actúan de esta manera la mayoría de las

sales ácidos y bases solubles pese a que

algunos enlaces covalentes pueden

separarse en el agua son considerados

enlaces fuertes

los enlaces iónicos son fuertes también

en otro vídeo vamos a comparar sus

fuerzas relativas

Metales y Enlaces Metálicos


Los metales son brillantes, maleables, dúctiles y buenos conductores del calor y de
la electricidad.

La estructura de los metales y la naturaleza de los enlaces metálicos explican parte


de

estas propiedades típicas.

Los metales están compuestos por iones positivos estrechamente unidos en sólidos
cristalinos.

Estos iones positivos están rodeados por un “mar de electrones” móviles.

Estos electrones de valencia se hallan libres para alejarse de sus átomos de origen.

Cuando un electrón fluye alejándose, otro se desplaza para ocupar su lugar, debido
a

la atracción electrostática entre los cationes y los electrones.

Ésta es la naturaleza de los enlaces metálicos: lo que mantiene junto a un metal.

Compara esta imagen de una colección de cationes rodeados por un mar móvil de
electrones con

aleaciones iónicas, donde los iones con cargas opuestas se conducen juntos por la
atracción

electrostática, o enlaces covalentes, y en donde dos átomos sin carga comparten sus

electrones de valencia.

Los enlaces metálicos son mucho más débiles que los enlaces iónicos o los
covalentes.

El mar de electrones de gran movilidad es el responsable del brillo de los metales.

Es así porque los fotones de la luz son más fácilmente absorbidos por los electrones

libres, los cuales pueden fácilmente saltar hacia un nivel superior de energía.

Entonces, cuando caen nuevamente un nivel, la energía es vuelta a emitir con forma
de

luz.

El color del metal es determinado por la longitud de la onda de la luz, la cual es


vuelta a

emitir.

De forma similar, este libre flujo de electrones explica la capacidad de los metales
para conducir
calor y electricidad.

Cuando calientas un metal, los electrones libres comienzan rápidamente a vibrar.

El incremento de energía kinética significa un incremento de la temperatura.

Cuando se aplica sobre el metal una corriente eléctrica, ingresan electrones de un


lado,

provocando repulsión y generando movimiento dentro del mar de electrones, con lo


cual

un número de electrones sale del metal en la misma cantidad en la que ingresaron.

El mar móvil de electrones también explica la naturaleza maleable de los metales.

Si golpeas un cristal iónico con un martillo, se rompe.

Esto sucede porque la fuerza aplicada empuja a los iones similares para que se
junten.

De modo violento se repelen entre sí, lo cual termina quebrando el cristal.

Por el contrario, si con el martillo golpeas un metal, no se rompe, sólo se marca.

Los metales son capaces de deformarse como respuesta a una fuerza aplicada.

El mar móvil de electrones protege a los cationes de ellos mismos, evitando una
violenta

repulsión y permitiendo que el metal cambie su forma.

El metal más maleable es el oro.

Una propiedad similar a la maleabilidad es la capacidad que tienen para ser


estirados

en cables prolongados.

A esto le llamamos “ductilidad”.

Los compuestos iónicos no son dúctiles por el mismo motivo por el cual no son
maleables

en general: si un compuesto iónico es metido por la fuerza en un extenso cilindro,


se quebrará

debido a la repulsión de los iones similares.

En contrapartida, un metal puede ser introducido en un molde cilíndrico extenso, ya


que los
cationes se pueden alinear, protegiéndose entre ellos, mientras -como si fuera un
fluido-

el mar de electrones fluye alrededor de ellos.

El metal más dúctil es el platino.

Casi todos los metales son sólidos a temperatura ambiente, con sus cationes
formando una figura

apretujada y reconocible.

¿Puedes darte cuenta cuál es la excepción?

El mercurio es el único metal que es líquido a temperatura ambiente.

Existen otros cuatro metales que se derriten a una temperatura muy cercana a la
ambiente:

el francio, el cesio, el galio y el rubidio.

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