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Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)

Facultad de Ciencias de la Salud (FCS)

Escuela de Medicina (EM)

Asignatura
Embriología

Sección
21

Tema
Gametogénesis y Fecundación

Docente
Dr. Angela Sánchez

Estudiante
Airys Henríquez Jones 100576075

Fecha
03 de marzo del 2022
Gametogénesis y Fecundación

Células germinales primordiales


Las células germinales primordiales (CGP) derivan del epiblasto durante la
gastrulación y migran hacia la pared del saco vitelino durante la cuarta semana y
luego hacia la gónada indiferenciada, a la que llegan al final de la quinta semana.
Las células germinales pasan por el proceso de gametogénesis, que incluye la
meiosis, para disminuir el número de cromosomas, y la citodiferenciación, para
completar su maduración.
La teoría cromosómica de la herencia
Los rasgos de un individuo nuevo son determinados por genes específicos
contenidos en los cromosomas heredados del padre y la madre. Los humanos
tienen alrededor de 23 000 genes en 46 cromosomas. Los genes de un
cromosoma tienden a heredarse juntos, de modo que se conocen como genes
ligados. En las células somáticas los cromosomas se aprecian como 23 pares
homólogos que dan origen al número diploide de 46.
Durante la primera división meiótica los cromosomas homólogos se parean e
intercambian material genético; durante la segunda división meiótica las células no
duplican su ADN, y cada una recibe así un número haploide de cromosomas y la
mitad de la cantidad de ADN de una célula somática normal. Así, los gametos
maduros masculino y femenino tienen 22 cromosomas somáticos y un cromosoma
Y o X, respectivamente.
Los defectos congénitos pueden surgir por anomalías del número o la estructura
de los cromosomas, y a partir de mutaciones de gen único. Alrededor de 10% de
los defectos congénitos mayores deriva de anomalías cromosómicas, y 8% es
consecuencia de mutaciones genéticas. Las trisomías (presencia de un
cromosoma adicional) y las monosomías (pérdida de un cromosoma) surgen
durante la mitosis o la meiosis.
Las anomalías estructurales de los cromosomas incluyen deleciones amplias
(síndrome de cri-du-chat) y microdeleciones. Las microdeleciones afectan a genes
contiguos, que pueden dar origen a defectos como el síndrome de Angelman
(deleción materna, cromosoma 15q11–15q13) o síndrome de Prader-Willi
(deleción paterna, 15q11–15q13). Debido a que estos síndromes dependen de si
el material genético afectado se hereda de la madre o el padre, también son un
ejemplo de impronta genética. Las mutaciones genéticas pueden ser dominantes
(sólo un gen del par alélico tiene que afectarse para que se manifieste la
anomalía) o recesivas (los dos genes del par alélico deben mutar).
Cambios morfológicos durante la maduración de los gametos
Ovogénesis
Una vez que las CGP llegan a la gónada de un embrión con genética femenina se
diferencian en ovogonias. Estas células experimentan varias divisiones mitóticas y,
al final del tercer mes de la gestación, se encuentran dispuestas en cúmulos
circundados por una capa de células epiteliales planas. La mayor parte de las
ovogonias continúa dividiéndose por mitosis, pero algunas de ellas detienen su
división celular en la profase de la primera división meiótica y forman ovocitos
primarios.
Los ovocitos primarios permanecen detenidos en la profase y no terminan su
primera división meiótica antes de alcanzar la pubertad. Este estado de detención
es producido por el inhibidor de la maduración de los ovocitos, un péptido pequeño
secretado por las células foliculares. En la pubertad una reserva de folículos en
crecimiento se recluta y mantiene a partir de la provisión finita de folículos
primordiales. Así, cada mes entre 15 y 20 folículos comienzan a crecer y, al tiempo
que maduran pasan por tres fases: (1) primaria o preantral, (2) vesicular o antral, y
(3) folículo vesicular maduro o de Graaf.
Espermatogénesis
En el varón las células primordiales permanecen inactivas hasta la pubertad y sólo
entonces se diferencian en espermatogonias. Estas células troncales dan origen a
los espermatocitos primarios, que por medio de dos divisiones meióticas sucesivas
forman cuatro espermátides. Las espermátides pasan por una serie de cambios
(espermioteliosis), que incluyen (1) formación del acrosoma; (2) condensación del
núcleo; (3) formación del cuello, la pieza intercalar y la cola, y (4) eliminación de la
mayor parte del citoplasma. El tiempo que se requiere para que una
espermatogonia se convierta en un espermatozoide maduro se aproxima a 74
días.
Ciclo ovárico
Estos ciclos sexuales están controlados por el hipotálamo. La hormona liberadora
de gonadotropinas, sintetizada por el hipotálamo, actúa sobre las células del
lóbulo anterior de la glándula hipófisis (adenohipófisis), que a su vez secretan
gonadotropinas. Estas hormonas, la hormona estimulante del folículo y la hormona
luteinizante estimulan y controlan los cambios cíclicos en el ovario.
Al inicio de cada ciclo ovárico entre 15 y 20 folículos primarios (preantral) reciben
estimulación para crecer bajo la influencia de la FSH (la hormona no es necesaria
para promover el desarrollo de los folículos primordiales hasta la fase de folículo
primario, pero sin ella estos folículos primarios mueren y se atresian).
Al ocurrir la ovulación, el ovocito se encuentra en la metafase de la segunda
división meiótica y está circundado por la zona pelúcida y algunas células de la
granulosa. La acción de barrido de las fimbrias ováricas conduce al ovocito hacia
el interior de las tubas uterinas.
Antes de que el espermatozoide pueda fecundar al ovocito debe experimentar:
1. Capacitación, durante la cual se retira una capa de glucoproteínas y
proteínas del plasma seminal a partir de su cabeza
2. Reacción acrosómica, en la que se liberan sustancias similares a la
acrosina y la tripsina, para permitir la penetración de la zona pelúcida
Durante la fecundación el espermatozoide debe penetrar:
1. La corona radiada
2. La zona pelúcida
3. La membrana celular del ovocito
Tan pronto como el espermatocito ingresa al ovocito:
1. Este termina su segunda división meiótica y forma el pronúcleo femenino.
2. La zona pelúcida se vuelve impenetrable para otros espermatozoides.
3. La cabeza del espermatozoide se separa de su cola, se dilata y forma el
pronúcleo masculino
El útero en el momento de la implantación
La pared del útero está constituida por tres capas:
1. Endometrio o recubrimiento mucoso de su pared interna
2. Miometrio, una capa gruesa de músculo liso
3. Perimetrio, una capa peritoneal que cubre su pared externa
Desde la pubertad (11 a 13 años) hasta la menopausia (45 a 50 años) el
endometrio experimenta cambios en un ciclo de alrededor de 28 días, bajo el
control hormonal de los ovarios. Durante este ciclo menstrual el endometrio uterino
pasa por tres fases:
1. Fase folicular o proliferativa
2. Fase secretoria o progestacional
3. Fase menstrual
La infertilidad es un problema que afecta a entre 15 y 30% de las parejas, y puede
resolverse mediante tecnología de reproducción asistida (TRA). La fecundación in
vitro (FIV) implica la fecundación de óvulos en un medio de cultivo y su
introducción al útero en la etapa de ocho células. En algunos casos los óvulos se
fecundan mediante inyección intracitoplásmica de espermatozoides (IICE), en que
un solo espermatozoide es introducido al citoplasma del óvulo.
Segmentación y formación del blastocito
La segmentación consiste en una serie de divisiones mitóticas que dan origen a un
incremento del número de células, las blastómeras, que se vuelven cada vez más
pequeñas con cada división. Después de tres divisiones las blastómeras
experimentan compactación, para quedar estrechamente agrupadas en una esfera
celular con capas interna y externa. Las blastómeras compactadas se dividen para
constituir la mórula de 16 células. Al tiempo que la mórula ingresa al útero entre el
tercer y el cuarto día tras la fecundación, comienza a aparecer en ella una cavidad
y se forma el blastocisto.

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