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UNIVERSIDAD NACIONAL DE ENTRE RÍOS

Facultad de Ciencias de la Salud

Medicina

Crecimiento y Desarrollo

2018

Unidad Problemática N° 3 “Desarrollo biológico y psico-social de la


concepción”

Resumen – síntesis
“Sadler, T.W - Embriología - Capitulo 2 - Gametogénesis”

Cagnoli, Juan Francisco


Gametogénesis: transformación de las células germinales en gametos
masculinos y femeninos

CÉLULAS GERMINALES PRIMORDIALES

El desarrollo empieza con la fecundación, proceso mediante el cual el gameto masculino – el


espermatozoide – y el gameto femenino – el ovocito – se unen para producir un cigoto. Los gametos
derivan de las células germinales primordiales (CGP) que se forman en el epiblasto durante la segunda
semana.

TEORÍA CROMOSÓMICA DE LA HERENCIA

El ser humano tiene aproximadamente 23.000 genes en 46 cromosomas. Los genes de un mismo
cromosoma tienden a heredarse juntos y por eso se les llama genes ligados. Los cromosomas aparecen
agrupados en 23 pares homólogos para producir el número diploide de 46. Hay 22 pares de cromosomas –
los autosomas – y un par de cromosomas sexuales. Si el par sexual es XX, el individuo será femenino; si el
par es XY será masculino. Un cromosoma de cada par proviene del gameto materno u ovocito y uno del
gameto paterno o espermatozoide. Un gameto contiene un número haploide de 23 cromosomas y la unión
de gametos durante la fecundación restablece el número diploide de 46.

Mitosis

La mitosis es el proceso por medio del cual se divide una célula, para dar origen a dos células hijas
genéticamente idénticas a la célula madre. Antes de iniciarse la mitosis, un cromosoma duplica su ADC. Al
comenzar la mitosis, los cromosomas empiezan a enrollarse, contraerse y condensarse, marcan el inicio de
la profase. Ahora cada cromosoma consta de dos sub-unidades paralelas: cromátidas, que se juntan en una
región llamada centrómero.
Durante la pro-metafase podemos identificar las cromátidas.
Durante la metafase los cromosomas se alinean en el plano ecuatorial y su estructura doble se
vuelve visible. Ancladas por microtubulos que se extienden del centrómero al centriolo, formando el huso
mitótico. El centrómero de cada cromosoma se divide, lo que da inicio a la anafase, acompañada por la
migración de cromátidas a los polos opuestos del huso.
Durante la telofase los cromosomas se desenrollan y alargan, la envoltura nuclear se restablece y el
citoplasma se divide.

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Meiosis

La meiosis es la división celular que tiene lugar en las células germinales para producir gametos
masculinos y femeninos: espermatozoides y ovocitos. La meiosis requiere dos divisiones celulares – meiosis
I y meiosis II – para reducir el número de cromosomas al número haploide de 23. Las células germinales
masculinas y femeninas (espermatocitos y ovocitos primarios) duplican su ADN al comenzar la meiosis I, de
modo que cada uno de los 46 cromosomas se duplica en sus cromátidas hermanas. Los cromosomas
homólogos se alinean en pares, proceso conocido con el nombre de sinapsis. Los pares homólogos se
separan en dos células hijas, convirtiendo así el número diploide en haploide. Después la meiosis II separa
las cromátidas hermanas. Entonces cada gameto contendrá 23 cromosomas.

Entrecruzamiento

Los entrecruzamientos son el intercambio de segmentos de cromátidas entre cromosomas


homólogos emparejados. Los puntos de intercambio quedan unidos de manera temporal y constituyen un
quiasma. Al terminar las divisiones meióticas aumenta la variabilidad genética mediante el entrecruza-
miento, la distribución aleatoria de cromosomas homólogos entre las células hijas y cada célula germinal
contiene un número haploide de cromosomas.

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Corpúsculos polares

Durante la meiosis un ovocito primario da origen a cuatro células hijas, cada una con 22
cromosomas más un cromosoma X. Solo uno de ellos se transformara en un gameto maduro: el ovocito.
Los tres restantes, los corpúsculos polares, degeneran y un espermatocito primario produce cuatro células
hijas con 22 cromosomas más un cromosoma X y dos con 22 cromosomas más un cromosoma Y. Los cuatro
llegaran a ser gametos maduros.

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CAMBIOS MORFOLÓGICOS DURANTE LA MADURACIÓN DE LOS GAMETOS

Ovogénesis

La ovogénesis es el proceso por medio del cual los ovogonios se diferencian para transformarse en
ovocitos maduros.

La maduración de los ovocitos empieza antes del nacimiento

Una vez que las células germinales primordiales llegan a la gónada de una mujer genéticamente
femenina se diferencian en ovogonios.
Los ovogonios continúan dividiéndose por mitosis, pero algunos dejan de hacerlo en la profase de
la meiosis I para formar los ovocitos primarios. El número de ovogonios aumenta rápidamente. Entonces
comienza la muerte celular y muchos ovogonios junto con los ovocitos primarios degeneran volviéndose
atrésicos. El resto de los ovocitos primarios que sobrevivieron ya iniciaron la profase de meiosis I y casi
todos están rodeados por una capa de células epiteliales foliculares planas. Se da el nombre de folículo
primordial.

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La maduración de los ovocitos continúa en la pubertad

Al momento del parto los ovocitos primarios ya comenzaron la profase de la meiosis I, pero en vez
de pasar a la metafase entran en la etapa de Diploteno, fase de reposo durante la profase que se
caracteriza por una red laxa de cromatina. Los ovocitos primarios permanecen en la profase y no concluyen
su primera división meiótica antes de la pubertad. El número de ovocitos al nacimiento fluctúa entre
600.000 y 800.0000. Solo 40.000 están presentes al comenzar la pubertad y menos de 500 ovularan, uno
cada mes hasta la etapa de la menopausia.
En la pubertad se crea una reserva de folículos en crecimiento que se mantiene gracias al
suministro de folículos primordiales. Cada mes empiezan a madurar algunos de los 15 a 20 seleccionados
de la reserva. Varios mueren; otros comienzan a acumular liquido en un espacio denominado antro para
comenzar la fase antral o vesicular. El liquido sigue acumulándose, que antes de la ovulación, los folículos
están muy edematosos y reciben el nombre de folículos vesiculares maduros (folículos de de Graaf).
Cuando los folículos primordiales empiezan a crecer, las células foliculares circundantes pasan de
planas a cuboidales, para producir un epitelio estratificado de células granulosas; a esta unidad se le da el
nombre de folículo primario.
Las células granulosas descansan sobre una membrana basal; esta las separa del tejido conectivo
circundante que forma la teca folicular. Las células granulosas como el ovocito segregan una capa de
glucoproteínas sobre la superficie de este, dando lugar a la zona pelúcida. Las células de la teca folicular se
organizan en una capa interna de células secretoras, la teca interna y en una capsula fibrosa externa, la
teca externa.
Al proseguir el desarrollo, aparecen espacios llenos de líquido entre las células granulosas. Estos
espacios dan origen al antro y al folículo que se llama folículo vesicular o antral. Las células granulosas que
rodean el ovocito permanecen intactas, formando el cumulo ovóforo. En la madurez, el folículo de de Graaf
llega a medir 25mm.
En cada ciclo ovárico varios folículos empiezan a desarrollarse pero generalmente solo uno de ellos
alcanza plena madurez. Al madurar el folículo secundario, una descarga en la hormona luteinizante (LH)
induce la fase de crecimiento pre-ovulatorio. Al terminar la meiosis I se forman dos células hijas de
diferente tamaño, cada una con 23 cromosomas de estructura doble. Una de ellas, el ovocito secundario,
recibe la mayor parte del citoplasma; la otra, el primer corpúsculo polar, prácticamente no recibe nada.
Este se halla entre la zona pelúcida y la membrana celular del ovocito secundario en el espacio peri-vitelino.
Entonces la célula entra en la meiosis II. La meiosis II se completa solo si el ovocito queda fecundado; de lo
contrario, la célula degenera tras 24hs de la ovulación.

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Espermatogénesis

La maduración de los espermatozoides comienza en la pubertad

La espermatogénesis, empieza en la pubertad, incluye los mismos procesos con los cuales los
espermatogonios se transforman en espermatozoides. En el nacimiento de un varón las células germinales
se reconocen como células grandes, pálidas y rodeadas por otras de soporte. Estas se convierten en células
de Sertoli.
Antes de la pubertad, los cordones sexuales adquieren una luz, transformándose en túbulos seminí-
feros. Al mismo tiempo las células germinales primordiales dan origen a las células precursoras de esper-

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matogonios. Emergen células de esta población para formar espermatocitos primarios. Estos entran
entonces en una profase prolongada (22 días), acompañada de una completación rápida de la meiosis I y la
producción de espermatocitos secundarios. Durante la segunda división meiótica, estos empiezan a formar
espermátidas haploides.
Durante su desarrollo, los espermatogonios y espermátidas permanecen en el interior de las
cavidades profundas de las células de Sertoli. De esta manera, estas células sostienen y brindan protección
a las células germinales, participan en su nutrición y colaboran en la liberación de los espermatozoides
maduros.
La espermatogénesis está regulada por la producción de la hormona luteinizante en la hipófisis. Esa
hormona se une a receptores en las células de Leydig para estimular la producción de testosterona, la cual
a su vez se une a las células de Sertoli para promover la espermatogénesis. La hormona estimuladora de
folículos (FSH), al unirse a las células de Sertoli, estimula la producción de líquido testicular.

Espermiogénesis

La espermiogénesis es la serie de cambios que transforman las espermátidas en espermatozoides.


Incluyen: 1) la formación del acrosoma que cubre la mitad de la superficie nuclear y contiene enzimas para
penetrar el ovulo y sus capas circundantes: 2) la condensación del núcleo; 3) la formación del cuello, la pie-
za intermedia y la cola; 4) el desprendimiento de la mayor parte del citoplasma como cuerpos residuales.
Una vez formados, los espermatozoides entran en la luz de los túbulos seminíferos. Alcanzan su
movilidad plena en el epidídimo.

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