Está en la página 1de 9

ACTIVIDAD N°…….

I.- Datos informativos:


IE : 1235 “UNION LATINOAMERICANA” – LA MOLINA.
GRADO Y SECCIÓN : …………………………………………………………….
DOCENTE : …………………………………………………………….
FECHA : …………………………………………………………….
ÁREA : CIENCIA Y TECNOLOGÍA
DURACIÓN : ……………………………………………………………
II.- Título: Lo que debemos saber para evitar algunas situaciones de riesgo

III.- Propósitos de aprendizaje para el docente


COMPETENCIAS/ DESEMPEÑOS CRITERIOS DE EVIDENCIAS INSTRUMENTO
CAPACIDADES EVALUACIÓN

Indaga mediante métodos Formula preguntas Formula Los estudiantes logran Lista de cotejo
científicos acerca de las preguntas que reconocer aspectos de
para construir características o involucran los su contextura en
conocimientos causas de un factores función de la herencia
hecho, fenómeno observables genética y el
 Problematiza situaciones u objeto natural o seleccionados, establecimiento de su
para hacer indagación tecnológico que que podrían Índice de Masa
 Diseña estrategias para observa, identifica describir o Corporal (IMC) y
hacer indagación las variables afectar los pueden, con este
 Genera y registra datos dependiente e cambios físicos. conocimiento,
o información independiente reflexionar sobre
 Analiza datos e involucradas en la algunas situaciones de
información relación causa- riesgo, como los
 Evalúa y comunica el efecto para trastornos
proceso y resultados de su formular su alimenticios.
indagación hipótesis.

MOMENTOS DE LA SESIÓN:

INICIO

En grupo clase
Pregúntales: ¿en qué nos parecemos a nuestros padres? ¿qué emociones tenemos a partir de este
parecido?, ¿qué problemas suelen tener los púberes en relación a sus rasgos y contextura? Anota las
ideas que expresan en la pizarra.

Hazles notar que, así como los rasgos físicos, también la estatura y la contextura física se heredan, pero
muchas veces estas suelen generar emociones negativas sobre todo en la etapa de la pubertad que si no
se manejan bien, pueden causar trastornos alimenticios.
Indícales que te gustaría compartir con ellos un texto sobre los trastornos alimenticios y el índice de masa
corporal.
Pregúntales: ¿les gustaría leer el texto?, ¿para qué? Comunica el propósito de la sesión: hoy
investigaremos y leeremos sobre los trastornos alimenticios, analizaremos cómo está nuestra contextura
física en función del índice de masa corporal y la relación que hay entre nuestra talla y peso-, con la
finalidad de saber nuestro estado nutricional. Pide a tus niños que elijan de su cartel una o dos normas de
convivencia para ponerlas en práctica durante el desarrollo de la presente sesión.

DESARROLLO

Planteamiento del problema


Plantea a los estudiantes que haremos, en primer lugar, un estudio del estado de nuestra contextura
física y compartiremos información sobre la idea que tenemos acerca de nosotros mismos. Indúceles a
pensar que no siempre lo que pensamos sobre nuestra contextura física refleja la que realmente
tenemos.

Por ello haremos una indagación y trabajaremos con datos reales que luego compararemos con datos de
tablas elaboradas por pediatras y otros profesionales con medidas estandarizadas, es decir, realizadas
con muchos cientos de niños y niñas.

Estas tablas expresan la contextura en cuatro categorías de peso: bajo de peso, peso normal (o peso
saludable), en riesgo de obesidad y obeso.

Pregunta a tus estudiantes: ¿qué es estar obeso? , ¿qué relación hay entre la obesidad, bulimia y
anorexia?, ¿qué es estar gordo o estar flaco, o tener contextura física normal?

Conversa con ellos sobre ¿qué relación hay entre verse a sí mismo(a), muy gordo (a) o muy flaco(a) con
los trastornos alimenticios?

Asimismo, sobre estas preguntas adicionales: ¿cómo prevenir los trastornos alimenticios?, ¿cómo
averiguar si tenemos el peso ideal?, ¿tendremos siempre la estructura corporal que tenemos ahora?, ¿es
inevitable ser muy gordos o muy flacos?

Elaboración del plan de indagación


Indica a tus estudiantes que para investigar las acciones deberán tener un orden:
• Primero, cada uno de manera personal debe tener su peso y talla.
• En segundo lugar relacionaremos el peso con la talla para encontrar lo que se denomina Índice de Masa
Corporal (IMC).
• Luego analizaremos y evaluaremos nuestro IMC. Pon, a manera de ejemplo, información sobre el peso,
talla y la opinión que “X” tiene de sí mismo.

Pregunta: ¿estos datos son suficientes para opinar que tiene exceso de peso?, ¿qué es el IMC y por qué
será necesario que aprendamos a determinarlo?
Recoge sus aportes y refuerza la idea de la importancia de saber establecer el IMC y conocer cómo se
obtiene, antes de emitir opiniones sobre nuestra contextura.
Pega en la pizarra un papelote con el siguiente cuadro y coméntales que este nos servirá para poder
determinar nuestro IMC. Coméntales que vamos a aprender a utilizar esta tabla:

Análisis de los datos


Hazles conocer que para saber si se tiene el peso normal o saludable, o si falta o se tiene exceso de peso,
hay que comparar el Índice de Masa Corporal o IMC con datos de la Tabla (2), de “índice de masa
corporal por edades”, donde los pesos de las personas están clasificados en las categorías: “bajo de
peso”, “peso normal”, “en riesgo de obesidad” y “obeso”.
Muestra a todos la tabla (1) como ejemplo y destaca el caso del estudiante X y sus datos.

Tabla 1: Datos de peso, talla e IMC por estudiante

Confrontación con el saber establecido


En forma individual
Una vez conocido el ejemplo del niño 1, haz que cada alumno haga sus cálculos y evalúe su caso particular.
Acompáñalos en esta tarea. Deberán entregarte los datos que obtengan, siempre bajo reserva.
Tabla 2: Índice de masa corporal por edades

Indícales que cada uno recuerde cómo se veía (peso normal o saludable, gordo o flaco) y que al llegar a
casa les digan a sus padres cuál es el resultado después de comparar sus contextura con las tablas.
Trascribe los datos que te dieron los estudiantes a la tabla del papelote, (cuida que no sean conocidos
por los demás niños).
Dialoga con tus estudiantes sobre los resultados, y según cómo se presenten estos, coméntales que ellos,
como cualquier otra persona, suelen juzgar subjetivamente lo que ven, pero que la evidencia obtenida
con datos objetivos como el IMC es más confiable.
Sin embargo, hazles conocer también que el considerar gorda o flaca a una persona está influenciado por
las concepciones culturales que tenemos y que los datos del IMC son estándares internacionales de peso
ideal y que pueden variar un poco en nuestra realidad.
En forma individual Invítalos, ahora, a leer el texto del Anexo.
A continuación, haz que tus estudiantes respondan cada uno, Sí o No, marcando con un aspa, al siguiente
cuestionario que contiene preguntas referidas a ciertos hábitos o formas de verse de los niños y niñas,
respecto de su peso. Resolverlo los llevará a identificar si tienen algún mal hábito o tienen una
percepción equivocada de sí mismos.
Este cuestionario lo resolverán en reserva (anónimamente). Una vez resuelto el cuestionario, haz que lo
examinen y comunícales que si hay algún estudiante que hubiera respondido hasta tres respuestas
afirmativas (Sí) al mismo, puede estar desarrollando algún mal hábito o se está viendo equívocamente
muy gordo(a), lo que puede ser un riesgo potencial de un trastorno alimenticio. Coméntales los casos de
personas que han resultado muy enfermas por esta razón.
Evaluación y comunicación
Después de la lectura, analiza con tus estudiantes el contenido de las páginas indicadas. Trata el tema
con mucho tiento para evitar herir susceptibilidades.
Primero, aborda las características de los trastornos, luego, construye con ellos un organizador visual del
texto, que será la conclusión del trabajo realizado, en el que incluirán las características de los trastornos,
sus consecuencias y la prevención.
No olvides acompañar esa construcción de los estudiantes, que te servirá para evaluar qué han captado
de la lectura y del tema desarrollado y podrás realizar acciones reguladoras para mejorar su
comprensión. Haz preguntas que orienten al estudiante a establecer qué escribir en el mapa conceptual
(al final de este documento tienes un mapa que te servirá de referencia). Al final, destaca que el ejercicio
y una dieta equilibrada ayudan a tener un peso saludable.

CIERRE

Recuerda con ellos, paso a paso, todas las actividades desarrolladas el día de hoy.
Destaca la secuencia del proceso seguido: formulación de una pregunta problematizadora, registro de
información preliminar, organización de la información obtenida, lectura del texto, realización de
cuestionarios, y, finalmente, la formulación de conclusiones.
Pídele a un grupo que presente la descripción de cómo ha sido el proceso que han vivido. Y solicita a otro
grupo la presentación final de todo el proceso.
Ayúdalos a organizar la información en un gráfico, a fin de garantizar la comprensión de los conocimientos
adquiridos.
Pregunta: ¿creen que es importante comparar lo que hacemos o decimos con la información proveniente
de fuentes confiables?, ¿es importante conocer nuestra herencia genética para comprender nuestra
contextura?, ¿la opinión que tenemos de nuestra contextura puede generar emociones negativas en
nosotros?, ¿cómo podemos hacer para que estas emociones negativas acerca de nuestro peso y/o talla no
se conviertan en una situación de riesgo?, ¿lo que han trabajado hoy día es útil para tener información clara
de ustedes mismos?

Tarea a trabajar en casa


Pide a tus niños y niñas que busquen otras investigaciones sobre los trastornos alimenticios, en fuentes de
información a su alcance y las lleven para compartirlas con sus compañeros.
Indica a tus niños que conversen con sus padres acerca de los estándares de peso saludable y de cómo está
su peso respecto de esos estándares.
IV.- Recursos y materiales
Busca información sobre cómo determinar el IMC y la tabla de índice de peso corporal por edades.
Texto sobre los trastornos alimenticios y el índice de masa corporal.
Prepara un papelote con la tabla que contiene la fórmula para determinar el IMC y un ejemplo.
Papelotes.
Hojas bond Hojas de papel cuadriculado.
Plumones gruesos y delgados.
Limpiatipo o cinta masking tape.
Cinta métrica.

…………………………………………. …………………………………….
PROFESORA DE AULA SUBDIRECTORA

ANEXOS

¿Qué son los Trastornos de la Conducta Alimentaria?

Los trastornos de la conducta alimentaria constituyen un grupo de trastornos mentales caracterizados por
una conducta alterada ante la ingesta alimentaria y/o la aparición de comportamientos encaminados a
controlar el peso. Esta alteración ocasiona problemas físicos o del funcionamiento psicosocial. Las actuales
clasificaciones de los trastornos de la conducta alimentaria incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia
nerviosa y otras alteraciones menos específicas denominadas trastornos de la conducta alimentaria no
especificados.

La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria en el que la persona muestra un deseo


irrefrenable de estar delgada y pone en práctica voluntariamente diferentes medidas para conseguirlo,
como una dieta restrictiva muy estricta y conductas purgativas (vómitos autoinducidos, abuso de laxantes,
uso de diuréticos, etc.). A pesar de la progresiva e intensa pérdida de peso, las personas afectadas
presentan una distorsión de la imagen corporal y se ven gordas. Por tanto, persisten en las conductas de
evitación de la comida junto con acciones compensatorias para contrarrestar el aporte calórico de la que
ingieren (actividad física desmesurada, conductas de purga, etc.).

Habitualmente no tienen conciencia de enfermedad ni del riesgo que corren con su conducta. Todo su
interés está centrado en perder peso, y para conseguirlo no les importa caer en estados nutricionales
carenciales que pueden acarrear un serio riesgo vital. Con frecuencia estas personas tienen una
personalidad con excesiva necesidad de aprobación, alto sentido de la responsabilidad, perfeccionismo,
sentimiento de ineficacia personal e incapacidad para reconocer la información interna proveniente del
cuerpo. La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por episodios de
atracones (ingesta voraz e incontrolada), en los cuales se ingiere una gran cantidad de alimento en un corto
espacio de tiempo y generalmente en secreto. Las personas afectadas intentan compensar los efectos de la
sobreingesta mediante vómitos autoinducidos y/o otras maniobras de purga (abuso de laxantes, uso de
diuréticos, etc.) e hiperactividad física. En algunas personas no se producen esas conductas de
compensación o purga, hablamos entonces, de “trastorno por atracones”. En la bulimia nerviosa no se
producen necesariamente alteraciones en el peso y la persona afectada puede presentar peso normal, bajo
o sobrepeso. La bulimia nerviosa suele ser un trastorno oculto, ya que fácilmente pasa desapercibido, y se
vive con sentimientos de vergüenza y culpa. La persona afectada suele pedir ayuda cuando el problema ya
está avanzado.

Los trastornos de la conducta alimentario no especificados suelen ser cuadros de anorexia nerviosa o
bulimia nerviosa incompletos, ya sea por su inicio o porque están en vías de resolución. Por lo tanto, en
ellos veremos síntomas similares a la anorexia nerviosa o a la bulimia nerviosa pero sin llegar a configurar
un cuadro completo, aunque no por ello menos grave. En los trastornos de la conducta alimentario no
especificados también se incluyen trastornos tales como el empleo habitual de conductas compensatorias
inapropiadas (después de ingerir pequeñas cantidades de alimento, masticarlas y expulsar la comida) y
episodios compulsivos y recurrentes de ingesta pero sin conductas compensatorias. El trastorno
por atracones es una entidad en fase de estudio para poder determinar si nos hallamos ante un trastorno
diferente al resto de los trastornos de la conducta alimentario no especificados o simplemente ante una
forma leve de bulimia nerviosa. La diferencia principal con la bulimia nerviosa es la ausencia de
mecanismos compensatorios de los atracones, por lo que con el tiempo el paciente se encamina
inexorablemente hacia un problema de sobrepeso u obesidad.

El sobrepeso y la obesidad, a diferencia de la anorexia y la bulimia nerviosas, no se consideran trastornos


mentales. Son trastornos provocados por el acúmulo de un exceso de grasa corporal debido al
mantenimiento de una ingesta alimentaria cuyo valor calórico es superior a las necesidades de energía de
la persona.

Índice de Masa corporal

Siguiendo las recomendaciones de la OMS, talla y peso son las medidas antropométricas básicas más
accesibles que nos permiten hacer una valoración adecuada y rápida del estado nutricional y obtener el
Índice de Masa Corporal Hoy día la valoración del estado nutricional más utilizada es este Índice de Masa
Corporal (IMC) o Body Mass Index (BMI) o Índice de Quetelet (que fue propuesto por Quetelet en el año
1869).

Este índice es definido por la relación peso en kilogramos dividido por la talla en metros al cuadrado (P/T2).
Por sí solo es un indicador nutricional válido, puede ser suficiente para evaluar el estado nutricional de la
persona, así como de su recuperación.

Al ser adolescentes y estar en fase de crecimiento las medidas (peso, talla, IMC) deben referirse a las tablas
pediátricas de percentiles de crecimiento de la población normal, siendo los gráficos de la Fundación
Orbegozo de Hernández y colaboradores los más utilizados en España como patrones de referencia. En
nuestro país no existen muchos modelos antropométricos que valoren con suficiente precisión el desarrollo
morfológico de los adolescentes y hay que destacar los estudios de Hernández y colaboradores con sus
tablas y curvas de crecimiento desde el nacimiento hasta los 18 años.

Se considera “delgadez extrema o emaciación” un I.M.C. de menos de 15; “bajo peso” unos valores entre
15 y 18,9; el peso “normal” entre 19 y 24,9; “sobrepeso” entre 25 y 29,9; “obesidad” entre 30 y 39,9 y
“obesidad grave (mórbida)” más de 40. A partir de los 14 años un B.M.I. por debajo de 16 puede justificarse
como criterio de una significativa malnutrición.

Con 16 años o más un B.M.I. de 20 puede ser usado como guía del peso mínimo. Entre los 14 y 15 años un
B.M.I de 18,5-19,5 parece ser apropiado. Sin embargo, a los 13 años o menos es mejor consultar los datos
estandarizados. Se puede definir la obesidad en la población infantojuvenil cuando el índice de Quetelet es
superior al percentil 90 para cada grupo de edad y sexo, y obesidad extrema si es superior al percentil 97.
Un percentil inferior al percentil 3 es muy bajo.
Se calcula dividiendo los kilogramos de peso por el cuadrado de la estatura en metros (IMC = peso (kg)/
[estatura (m)]2

El sobrepeso se define como un IMC de más de 25. Se considera que una persona es obesa si su IMC es
superior a 30.

Instrumentos de Evaluación:

Lista de cotejo

N° ESTUDIANTE Formula preguntas que involucran los


factores observables seleccionados, que
podrían describir o afectar los cambios
físicos.

También podría gustarte