NORMAS JUS COGENS.

NORMAS IMPERATIVAS DE DIP

Solo podrán ser derogadas por una norma ulterior de igual jerarquía.

Por otra norma de jus cogens superviniente, son normas que no admiten acuerdo en contrario.

Características.

1) Imperatividad.

Las normas imperativas no pueden ser derogadas por la voluntad de los estados, ni renunciadas

por estos en sus acuerdos.

Ambas normas obligan, la diferencia radica en la creación, modificacion, extinción; la norma

imperativa solo puede ser derogada o modificada por otra de igual jerarquía superviniente.

2) Inderogabilidad.

No admite acuerdo en contrario.

Solo podrán ser derogadas por una norma de jus cogens superviniente.

3) Generalidad.

El carácter general de estas normas emana de los valores comunes y universales de la sociedad

internacional en su conjunto. Estas normas tienen como objeto los intereses colectivos de la

sociedad intenacional.

4) Dinamismo y mutabilidad.

Estas normas pueden ser derogadas o modificadas por normas del mismo carácter que han

surgido posteriormente.

FUENTES DE LAS NORMAS JUS COGENS

Tienen como fuente, a las mismas fuentes de validez que rigen el sistema jurídico del DIP y se

encuentran reguladas en el articulo 38 del estatuto.

OBJETO DE LAS NORMAS DE JUS COGENS

Valores esenciales en beneficio de la sociedad internacional y de su sistema jurídico.

Efectos. Los tratados contrarios a una norma de jus cogens son nulos.

Los podemos clasificar en:

Normas que protegen a la comunidad internacional en su conjunto, por ejemplo, libertad de

altamar, proscripción del uso y amenaza de la fuerza.

Normas que protegen a los derechos de los estados, por ejemplo, igualdad jurídica, igualdad

soberana, libertad de los pueblos.

Normas que protegen los derechos fundamentales de las personas, por ejemplo, convenciones

sobre la proscripción de la esclavitud.

Normas de jus cogens supervinientes.

Articulo 64 de la convención de viena, se establece que todo tratado que contiene una

disposición contraria a una norma de jus cogens es nulo y terminará.

La terminología empleada por la convención de viena es inadecuada.

Por lo tanto no puede hablarse de nulidad, sino de derogación.

La nueva norma no invalida retroactivamente los actos ya ejecutados.