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1. 1. Defina qué se entiende por ideología.

Entendemos por ideología al conjunto de ideas y creencias que caracterizan


a un partido político. En una visión más abarcativa, y desde un punto de vista
filosófico, podemos definirla como las ideas propias del pensamiento humano,
o que conforman el pensamiento de una comunidad, una cultura, una religión o
una época histórica determinada.
En su obra, “El concepto de ideología y otros ensayos”, el mexicano Luis
Villoro la define como un conjunto de enunciados que presentan una cualidad
subjetiva como un hecho o cualidad objetiva, expresándose las mismas a
través de ciertas creencias que están condicionadas por las relaciones sociales
de producción. Para Villoro, todo esto tiene la función social de generar
cohesión entre los miembros de un grupo con una ideología afín, y conseguir el
dominio de un grupo o clase sobre los otros.
Este concepto, conforme surge de lo estudiado durante el módulo 2, cobró
fuerza en la época marxista, donde empezó a gestarse esta doctrina gracias al
aporte de quien le da nombre, Karl Marx y su compañero, Friedrich Engeles.
Las desigualdades y la lucha de clases sirvieron como base para que los
ideales y preceptos que componen la noción de “ideología”, sean estudiadas (y
aplicadas) hasta nuestros días.
2. Desarrolle qué es el liberalismo, socialismo y estado de bienestar.
El Liberalismo es una expresión política que engloba la concepción de
individualismo, valiéndose de un sistema de ideas relacionado con el dominio
de la individualidad en la Edad Moderna. En su concepción, la racionalidad, la
autonomía y el libre juego de leyes naturales (que no pueden ser entorpecidas
ni desarticuladas por el accionar político), son algunas de las bases que se
tienen en cuenta a la hora de definir este concepto. La libertad individual es la
premisa de esta corriente, teniendo además como valor esencial a la libertad
por encima de la igualdad.
Para enriquecer el concepto de Liberalismo, es necesario hacer ciertas
distinciones entre las distintas ramas a las que se lo puede aplicar:
 Filosofía: el liberalismo filosófico pregona la libertad intelectual
dogmática y teológica, defendiendo la razón del individuo (que, a su
vez, es uno de los principios del derecho natural), y la voluntad de
éste. Así, bajo estas premisas, se explicaría el origen de la sociedad
civil.
 Economía: concibe lo que conocemos como el “librecambio”, la ley
natural de oferta y demanda.
 Política: en este sentido, John Locke y Montesquieu fueron los
encargados de plasmar la limitación que debería tener el Estado
frente a la libertad individual. Se defiende la titularidad de los
derechos naturales por parte del individuo, sosteniendo la idea de
que es un ámbito donde la acción del estado no debería tener
injerencia. Además, la división del poder es un eje clave para poder
establecer cierto equilibrio entre los órganos que lo conforman para
garantizar la libertad.
Por su parte, el Socialismo surgió como una doctrina cuyo fin fue
combatir al liberalismo burgués, buscando terminar con las desigualdades
económicas, políticas y, sobre todo, de derechos. En sí mismo, es un conjunto
de ideas que tiene la premisa de que los instrumentos de producción, en
cuanto a la satisfacción de las necesidades humanas en un sentido
democrático, sean de “propiedad social”. Esto es, una propiedad
mancomunada de estos materiales. Su doctrina sostiene que, el individuo,
contribuyendo al bien común, al mismo tiempo lo hace a sí mismo, mientras
que la propiedad privada adquiere un carácter de “función social”, pasando a
manos del Estado y, a su vez, éste se torna en un ente controlador de la vida
económica o implementa una dictadura del proletariado que transita hacia una
desaparición.
Dicho de otro modo, la ideología socialista construye sus bases teniendo
en cuenta al Estado como “supervisor”, si se quiere, de la regulación
económica, la vida política y social, y la democracia en su conjunto, con el
único fin de generar un bienestar colectivo.
Estudiando este concepto, no se puede dejar de mencionar al
Socialismo utópico como una característica inherente de la doctrina socialista,
ya que, en él, se plasma una crítica al orden reinante al tiempo que ofrece un
orden esquematizado idealmente según sus principios, pero no ofrece las
acciones procedentes para llegar a tal fin. No se tiene en cuenta al hombre
como sujeto real, sino como ideal que logrará su potencial máximo, por decirlo
de alguna manera, modificando con su accionar la condición social reinante.
Enriqueciendo estos conceptos, podemos agregar que sirvió para determinar
las contradicciones básicas de la sociedad industrial y, en el carácter científico
que Marx y Engels delinearon en El Manifiesto, se deja en claro que la
programación racional de reconstrucción social, dirigida a los intelectuales y a
los proletarios, sirvió de base para plantear, como ellos lo consideraban, una
necesidad histórica para visibilizar la decadencia del capitalismo y sus medios
de producción.
Cabe destacar que el estudio del socialismo sentó precedentes en
cuanto al uso del método científico en cuanto al análisis de la sociedad y de la
historia, investigando como una sucesión a los modos de producción
(esclavista, feudal, capitalista y socialista). En conclusión, estamos ante una
doctrina que, mediante la observación, la indagación y el análisis puso de
manifiesto lo que se consideraba necesario: revolucionar los medios de
producción y la lucha de clases existentes, en busca de “darle forma” a una
idea en donde predomine lo colectivo por sobre lo individual.
En otro orden, podemos afirmar que el Estado de Bienestar es un
concepto que surge como una nueva alternativa examinada por el liberalismo,
de lo contrario seguiría aumentando su decadencia con el nacimiento de las
ideologías socialistas. Esto dio lugar a la creación de un Estado de derecho
más “social” y democrático, que toma distancia del viejo concepto de que el
ente estatal debe mantenerse al margen de la libertad y de las actividades
privadas de los individuos. En su definición, es un concepto complejo que
abarca, por decirlo de alguna manera, la transición de los Estados liberales a
los Estados de bienestar, y decimos que hay complejidad porque su
implementación implicó la ruptura del orden precedente, si bien algunas
características clásicas, como la división de poderes, siguieron formando parte
de él.
Son sinónimos de este concepto, el Estado “providencia”, el Estado
“protector” y el ya mencionado Estado “social”, y entre las principales
características que lo definen, podemos encontrar:
 Intervención en la economía: mediante la creación de un sector
público económico y con la regulación del mercado, cuyo fin es
mantener el pleno empleo.
 Crear servicios públicos de carácter universal: en cuanto a su
intervención en las áreas de educación, salud, vivienda, etc; el rol
del Estado de bienestar es claro en cuanto a garantizar a la
población con un nivel mínimo de ingresos. En este punto juegan
un rol clave las palabras “derecho” y “caridad”, ya que esta última
suele asociarse a este accionar estatal, cuando la premisa en
realidad es que la responsabilidad estatal adquiera un carácter de
“derecho” para las minorías.
Ampliando esta definición, según lo estudiado, ha de decirse que el
Estado de bienestar tiene sus precedentes en la Europa de entre 1883 y 1889,
donde se crearon sistemas de seguros obligatorios en cuanto a enfermedad,
accidentes de trabajo, jubilaciones, etc.
Para finalizar, hay que tener en cuenta el contexto histórico que dio
origen a los primeros esbozos de un Estado benefactor como lo conocemos
hoy día: con los cambios que iba experimentando la doctrina liberal desde
finales del siglo XIX hasta los primeros quince años del siglo XX, las
legislaciones sociales se modificaban cada vez más, de manera que los
parámetros en cuanto a las libertades individuales (con todos los aspectos que
ello conlleva), se direccionaban más hacia lo colectivo, aunque también hay
que mencionar que todo esto, como tal, era un experimento por cuanto no
había consensos definidos en torno a su aplicación.
En conclusión, y como propone el escritor británico Bob Jessop en su
libro “El Estado: pasado, presente, futuro”, es innegable que el aparato estatal
se mueve impulsado por la sociedad y, al mismo tiempo, impulsa a la sociedad
para que se mueva o se quede quieta, produciéndose una simbiosis necesaria
entre estos dos elementos que podemos ver plasmada en nuestro día a día.
3) Establezca claramente las diferencias entre los tres.
Si bien con lo expuesto anteriormente quedaron explicadas las
diferencias más importantes entre los conceptos propuestos, a los fines de
graficar prolijamente los contrastes entre Liberalismo, Socialismo y Estado de
Bienestar, se realizó el siguiente cuadro comparativo:
Bibliografía
 Villoro, Luis. (2008). El concepto de ideología y otros ensayos. Estados
Unidos: Fondo de Cultura Económica.
 Jessop, Bob. (2018). El Estado. España: Los Libros de La Catarata.
 Bidart Campos, Germán José (1973). Lecciones elementales de
política. Argentina: Ediar.
 Contenido Módulo II de la cátedra Derecho Político.

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