Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Memoria Franklin
Memoria Franklin
Ok
Ir al contenido
Secciones
Noticias
América Latina
Internacional
Hay Festival
Economía
Ciencia
Salud
Cultura
Tecnología
Centroamérica Cuenta
PUBLICIDAD
Redacción
BBC Mundo
18 mayo 2018
Pie de foto,La curva de crecimiento se dispara en los primeros momentos en los que
entramos en contacto con una materia nueva, de acuerdo con el diagrama de Hermann
Ebbinghaus.
¿Ruso, árabe, chino? ¿Violín, guitarra? ¿Física cuántica? Nuestro cerebro está
preparado para aprender cualquier cosa, por difícil que sea, y además lo hace de
forma rápida. Al menos, al principio.
¿Cuántas veces debe estar expuesto el cerebro a una palabra para aprenderla?
El filósofo y psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus diseñó a finales del siglo XIX lo
que llamó la curva del aprendizaje. Consiste en dos variables, en el que el eje
vertical representa la materia o conocimientos a adquirir y el eje horizontal las
horas a invertir.
De esta manera, podemos calcular el tiempo que necesitamos para aprender algo. Se
usa a día de hoy para evaluar la productividad en una empresa o para saber si una
tarea es o no difícil, en función del tiempo que demoremos en realizarla.
Pie de foto,La curva del aprendizaje va primero en ascenso rápido y después entra
en una llanura donde los progresos son más lentos.
Con su diagrama, Ebbinghaus quería ilustrar que la primera vez que entramos en
contacto con una materia la mayoría de los conocimientos se adquieren en el periodo
inicial.
Esto tiene que ver con un proceso del cerebro llamado habituación, la fase más
primitiva del aprendizaje.
"El cerebro nunca deja de cambiar, por lo tanto nunca dejamos de aprender y
transformarnos": el neurocientífico Mariano Sigman responde a los lectores
Por eso el aprendizaje de algo nuevo, por difícil que sea, va en rápido ascenso, ya
que partimos de cero. Después, se ralentiza.
Ese periodo de escalada en el aprendizaje son las primeras 20 horas de contacto con
una materia, según Josh Kauffman, escritor y experto en procesos didácticos y de
productividad.
Uno de los padres fundadores de Estados Unidos, Benjamin Franklin,usaba un método
por horas para aprender cosas nuevas. Lo llamaba "aprendizaje deliberado", o como
se conoce más popularmente, "la regla de las cinco horas".
Pie de foto,Benjamin Franklin solo estudió en la escuela tres años pero leía,
escribía y se marcaba objetivos de crecimiento personal cada día.
Cada día de lunes a viernes, Franklin dedicaba al menos una hora a aprender algo de
lo que no tuviese conocimiento antes. Al cabo de un tiempo, cuando sentía que ya
había adquirido un buen nivel, pasaba a otra materia. Y así constantemente.
Si aplicásemos la regla de las cinco horas, cada cuatro semanas aprenderíamos algo
nuevo con suficiente destreza, asegura Kauffman en su libro "Las primeras 20 horas.
Cómo aprender cualquier cosa rápidamente".
Pie de foto,Con la regla de las cinco horas, podríamos aprender algo nuevo cada
cuatro semanas.
Este sistema, con algunas variables, lo utilizan hoy en día empresarios de éxito
como Elon Musk, Warren Buffett, Mark Zuckerberg u Oprah Winfrey, según han
reconocido abiertamente cuando se les ha preguntado por el éxito de sus carreras.