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“¡Cómo maldigo ahora la impotencia de la pluma, la distancia inexorable entre

nosotros! Anhelo hablar contigo, Helen, contigo en persona, estar cerca de ti


mientras hablo, apretar suavemente tu mano en la mía, mirar tu alma a través de tus
ojos y así estar seguro de que mi voz entra en tu corazón. Sólo así podría esperar
hacerte comprender lo que siento; y aun así no deseo obligarte a hacerlo; porque
sólo el Amor puede comprender el Amor... ¡y ay! tu no me quieres. - ¡Ten paciencia
conmigo! — porque en verdad mi corazón está roto; y (...) no puedo escribirte en el
lenguaje tranquilo y frío de un mundo que detesto, de un mundo en el que no tengo
ningún interés, de un mundo que no es el mío. (…) Cada línea que has escrito afirma
que nuestras almas son una, pero nuestros corazones no laten al unísono. ¡Dime,
cariño! ¿Alguna vez algún ángel te ha susurrado que los versos más nobles de toda
la poesía humana son estos, por trillados que sean?”.

- Edgar Allan Poe | Carta a Sarah Helen Whitman, 18 de octubre de 1848


Nació en Boston, Estados Unidos, el 19 de enero de 1809

Nota: En 1848 Edgar Allan Poe conoció a Sarah Helen Whitman y, de inmediato, se
sintió atraído por ella. Entonces Whitman era escritora, poetisa y crítica
literaria, y formaba parte de los círculos culturales y artísticos de la ciudad de
Providence. Enseguida los dos iniciaron un romance que, al principio, a pesar de
las diferencias en personalidad y la lucha de Poe con el alcoholismo, pareció ir
bien. De hecho, ya en 1849 Whitman llegó a aceptar la propuesta de matrimonio de
Poe. Sin embargo, el compromiso fue corto y tumultuoso, y terminó poco antes de la
muerte de él ese mismo año. Ella siempre le recordó y le defendió el resto de su
vida. Hoy, en el aniversario del nacimiento de los dos, desde Hermeneuta queremos
recordarlos.

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