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CapítuloVI

COMPETENCIA PENAL(1)

SUMARIO:l. Concepto y alcaílces. ll. Criterios para la determinación de la compe-


tericia penal: l. Competencia objetiva. 2. Competencia territorial. 3. Competencia
funcional. 4. Consecuendas procesales. UI. Competencia objetiva: 1. Concepto. 2.
Atribución de la competencia objetiva. 3. Reglas de la competencia rationoe perlo-
m,e. IV.Competencia funcional; 1.Concepto. 2. Manife5taciones de la competencia
func:ional.V. Carácter y tratamiento procesal de la competencia objetiva y funcional.

l. CONCEPTO Y ALCANCES

Como se sabe, la Constitución nacional concibe al Poder Judicial como


una organización integrada por una pluralidad de órganos jurisdiccionales
(art. 143°), todos los cuales ejercen la potestad jurisdiccional°.Sin embargo,
en atención a esa configuración pluriorgánica, resulta imprescindible instituir
criterios para la distribución de las causas. IBÁÑEZY GARCÍA-VELASCQ< 54)
explica que estos criterios o reglas son los que se llaman CTiterioscompeten-
ciales, que, al señalar para un supuesto determinado un órgano jurisdiccional
con exclusión de los demás, produce a la vez un derecho y un deber en el
Tribunal de impartir justicia, y en las partes, los correlativos de solicitarla
de él en cada caso, lo que entraña la competencia del órgano jurisdiccional.
El fin práctico de la competencia penal consiste, por tanto, en distribuir
las causas entre los diversos jueces instituidos por la ley; entre ellos ha de
repartirse la tarea judicial, dividiendo el conjunto de asuntos en distintos
grupos para asignarlos a unos u otros juecesí 55 )_
La competencia, precisamente, en cuanto medida de la jurisdicción, es
la esfera de jurisdicción de la cual está investido el singular órgano judicial,
la parte de poder jurisdiccional que cada órgano puede ejercer. Considerada
desde un aspecto objetivo, es la esfera de jurisdicción de que está investido un

(
54
l IBÁNEZ Y GARCÍA VELASCO: Curso de Derecho procesal penal, cit., p. 75.
(51) CLAIUÁ ÜL'0EDO, Jorge: Trat.:zdo de Derecho procesal penal, EDIAR, Buenos Aires,
1960, T.1,p.117.
11160 CÉSARSAN MARTÍNCASTRO

Es el hecho de que
órgano jurisdiccional; bajo un aspecto subjetivo (es decir, contemplando al
cada órgano solo
juez como a uno de los sujetos de la relación procesal), es la capacidad de un
pueda pueda
determinado órgano jurisdiccional para tomar conocimiento de una causa(56l.
pronunciarse sobre
Tres son los principios que, al decir de José TOMÉ PAULE(57l, rigen la los asuntos que
competencia penal: legalmente le están
1º La improrrogabilidad, según el cual la función jurisdiccional atribui- atribuidos.
da a un órgano jurisdiccional no puede cederse a ningún otro. El art. 14°,
primer párrafo, del Código de 1991, sanciona taxativamente este principio
al señalar que "la juiisdicción común es improrrogable y se extiende a los
delitos y a las faltas".
2º La extensión, en cuya virtud los jueces y tribunales que tengan compe-
tencia para conocer de una causa determinada la tendrán también para todas
sus incidencias, para llevar a efecto las providencias de tramitación y para la
ejecución de las sentencias. El art. 337° del Código de 1940 dispone que la
ejecución de la condena-aunque sólo hace mención a la reparación civil- se
lleva a cabo ante al Juez Instructor originario. El art. 392º del Código de
1991 prescribe que la ejecución de las resoluciones judiciales corresponde
al Juez Penal, quien está facultado para resolver todos los incidentes que se
susciten durante la ejecuci(m.
3° La exclusividad,en mérito al cual corresponde a la jurisdicción penal
ordinaria el conocimiento de todas las causas y juicios penales (comisión de
delitos y faltas), con excepción de los señalados a los Tribunales militares.
Por ello es que se sostiené que la justicia ordinaria tiene una fuerza atracti-
va, pues debe conocer de todos aquellos casos que no tengan un expreso y
perfecto encuadre en la jurisdicción especial.
La pluralidad de los órganos jurisdiccionales se manifiesta en dos ver-
tientes: la instauración de distintos tipos de órganos ju'risdiccionales y el
establecimiento de varios órganos jurisdiccionales del mismo tipo. Desde
la primera perspectiva, existen -como ya se anotó-: Juzgados de Paz y Juz-
gados de Paz Letrados (conocimiento de las faltas), Juzgados Penales, Salas
Penales Superiores y Sala Penal de la Corte Suprem'a. Así aparece definido
en los arts. 11° del Código de 1940 y 13º del Código de 1991. Desde la
segunda perspectiva, la diversidad de órganos jurisdiccionales admite tam-
bién la institución de varios órganos jurisdiccionales del mismo tipo, con
excepción de la Corte Suprema (art. 28º TUO de la LOPJ). Así tenemos

(5')
LEONE, Giovanni: Tratadode Derechoprocesalpenal, EJEA, Buenos Aires, 1963, T. I,
p. 341.
En: ALMAGRONüSETE,José y TOMÉ PAULE,José: Instituciones de Derecho procesal.
Procesopenal, 2" ed., Trivium, Madrid, 1994, p. 64.
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Y COMPETEN(/APENAL 16111

que el país se ha dividido en Distritos Judiciales a cuya cabeza se encuentra


las Cortes Superiores de Justicia (art. 36° TUO de la LOPJ), integrada por
SalasJurisdiccionales de diversos órdenes, entre ellas del Penal, así como por
diversos juzgados especializados, sean estos Penales, Mixtos y Juzgados de
Paz y de Paz Letrados (arts. 37°, 41º, 46°, 47°. 50°, 54° y 61º).

11.CRITERIOSPARALADETERMINACIÓN
DE LA COMPETENCIAPENAL
Tres son los criterios que determinan la competencia penal: a) por razón
de la materia; b) por razón del lugar; y, c) por razón de la función.

1. -COMPETENCIAOBJETIVA

La primera competencia, denominada objetiva, está referida a la na-


turaleza de la infracción penal y a la función o cargo público que ocupe el
imputado (ratíonae personae). En efecto, las infracciones penales desde una
perspectiva procesal se dividen en: a) faltas, de competencia de los Jueces de
Paz y de Paz Letrados, que tienen a su cargo el procedim;ento por faltas; b)
delitos menos graves, de competencia de los Jueces Penales, que tienen a su
cargo la investigación --o intervención en ella- y el juzgamiento y sentencia
en el llamado juicio sumario -en la legislación vigente- u ordinario -en el
Código de 1991-; y, c) delitos graves, de competencia de las Salas Penales
Superiores, que tienen a su cargo el denominado procedimiento ordinario
en el Código de 1940 y el procedimiento especial por razón de delito en el
Código de 1991.
Por otro lado, la Constitución reconoce un tratamiento especial a deter-
minados altos funcionarios cuando cometen delitos vinculados a la función,
a quienes se les denomina personas aforadas, en cuya virtud se introducen
reglas de competencia especiales, po.r lo general, previo procedimiento par-
lamentario de antejuicio (art. 99° Const.). Corresponde su conocimiento a
la Corte Suprema (art. 100° Const.), salvo cuando se trate de magistrados
de primera instancia, en que el conocimiento del proceso penal compete a
la Corte Superior (arts. 41 °.4 TUO de la LOPJ, y 17° LOMP). Estos ma-
gistrados, al igual que los de segunda instancia y los miembros del Consejo
Supremo de Justicia Militar, cuyo juzgamiento está radicado en la Corte
Suprema (arts. 34°.4 TUO de la LOPJ, y 16-0 LOMP), solo tienen un proce-
dimiento con garantías reforzadas, en el que adicionalmente a la competencia
superior corresponde a la máxima instancia del Ministerio Público decidir
el ejercicio de la acción penal, no así el antejuicio constitucional (art. 66º,
incs. 4 y 5, de la LOMP).
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2. COMPETENCIA
TERRITORIAL
La segunda competencia, denominada territorial, está referida al lugar
de comisión del delito. La competencia se distríbuye en atención al ámbito
geográfico donde ocurrió un evento delictivo, criterio que permite distribuir
los juzgados y Salas jurisdiccionales de igual clase o grado existentes en el
territorio nacional, en atención a la vastedad geográfica del país. El objeto
de esta competencia es acercar la justicia a los ciudadanos. Cuando existen
varios órganos jurisdiccionales en un mismo ámbito geográfico, se acude a
los criterios de repartimiento y distribución de asuntos (v. gr.: sistema de
turnos u otros sistemas objetivos como sorteo, etc.).

3. COMPETENCIAFUNCIONAL

La tercera competencia, denominada funcional, distribuye entre los ór-


ganos jurisdiccionales penales los diferentes cometidos que ha de asumir la
autoridad judicial a lo largo del proceso. Entonces, esta competencia deter-
mina el órgano jurisdiccional que conoce en cada etapa procesal: cognición,
recurso o ejecución, e inclusive actividades instructoras, así como en la
recusación o en la decisión de las cuestiones de competencia. El Código de
1940 dispone que en la etapa de instrucción conoce el Juez Penal, mientras
que en la etapa del juicio -para los procedimientos ordinarios- la Sala Penal
Superior, correspondiendo a la Corte Suprema el conocimiento del recurso
de nulidad; a su vez, las apelaciones contra las decisiones interlocutorias del
Juez Penal son de conocimiento de la Sala Penal Superior, mientras que las
impugnaciones contra las decisiones del Juez de Paz Letrado son de con9ci-
miemo del Juez Penal. Por su parte, el Código de 1991, en el procedimiento
ordinario, para delitos menos graves, lo más significativo es que el]uez Penal
interviene en determinados actos de la fase de investigación y en toda la etapa
intermedia y durante el enjuiciamiento, mientras que el recurso de apelación,
sea de resoluciones interlocutorias o de sentencias, es de conocimiento de
la Sala Penal Superior; y, el de casación, de la Corte Suprema.
El Código de 1991, en el art. 15°, reconoce como criterios competen-
ciales, los vinculados al territorio, a la materia y a la conexión. El listado que
contiene el criterio competencia! por razón de la materia, involucra asimismo
a la competencia funcional, sin perjuicio de atención a la competencia rationae
personae, lo que no es dogmáticamente correcto. Por otro lado, siguiendo a
ARAGONESESMARTÍJ,J"Ez( 58l, incorpora como un criterio competencia! a la

conexión, que sin embargo es una institución que lo que produce son"( ...)
alteraciones secundarias en las normas de atribución de la competencia (objetiva

51l
< En: DE LA OUVA SANTOS et al.: Derechoprocesalpenal, ed. 1993, cit., p. 109.
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Y COMPETENCIA
PENAL 163 11!

y territorial) yde la jurisdicción", siendo su fundamento, al decir de la Casación


italiana, motivos de oportunidad y su sustento la economía de los juicios(5~l.

4. CONSECUENCIAS
PROCESALES

Conjugados los tres criterios (objetivo, territorial y funcional), la compe-


tencia, acota GÓMEZ ÜRBANEJA,es un p1·esupuesto de validez del proceso
como un todo y del acto o serie de actos de que se trate, aunque, como luego
se verá, la ley no da a todos esos criterios el mismo valor 160). Según el Có-
digo de 1991, la incompetencia territorial no acarrea la nulidad de los actos
procesales realizados (art. 20°), aunque sí los supuestos de i~competencia
objetiva y funcional (art. 25º).

III. COMPETENCIAOBJETfVA
1. CONCEPTO

Este criterio competencial consiste en la atribución del conocimiento


de los asuntos en primera instancia a un grado jurisdiccional concreto. Se
establece en función a tres datos básicos: el primero, rationae personae, tiene
como punto de referencia la intervención en los delitos de personas aforadas
o funcionarios calificados por la ley cuando cometen delitos vinculados al
ejercicio del cargo, cuyo enjuiciamiento se reserva a determinados órganos
jurisdiccionales. El segundo, toma en cuenta la clasificación del Código
Penal en delitos y faltas, prevista en los arts. 11° y 440° (rationae materiae).
El tercero, divide los delitos en graves y menos graves, para asignarles un
procedimiento y la atribución de fallo a un órgano jurisdiccional determina-
do. Es de entender, como enfatiza MORENO CATENA, que el fuero personal
prima en todo caso sobre el fuero material((..l).En tanto fuero especial, señala
ARAGONESES MARTÍNEZ,tiene un carácter preferente (oi).
En rigor, como apunta CLARIÁOLMEDO,la finalidad orientadora de
estas distinciones: faltas, delitos menos graves, delitos graves, es eminen-
temente práctica. Está destinada a conseguir una mejor realización de la
justicia, seleccionando al juez que ha de entender en procedimientos orde-
nados con mayores garantías o con características especiales, procurando a
su vez la mayor celeridad. A los jueces mejor dota-dos o especializados, se

(~i¡ LEONE: Tratadode Derechoprocesalpenal, cit., T. I, p. 408,


(•
0
l GóMEZ ÜRBANEJA, Emilioy HER CE QUEMADA, Vicente: Derechoprocesalpenal, 1o~
ed., ArtesGráficasy Ediciones,
Madrid, 1987,p. 34.
(") En: GIMENO SENDRA et al.: Derechoprocesalpenal, cit.,p. 121.
¡.i¡ En:DE LA ÜLíVA SANTOS et al.: Derechoprocesalpenal, ed. 1993,cit.,p. 98.
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les atribuyen las causas más dificultosas, conforme a un criterio objetivo, o


las que requieren conocimientos particulares( 63>.

2. ATRIBUCIÓN DE LA COMPETENCIA
OBJETIVA
La competencia objetiva tiene la siguiente distribución en el orden penal:

A Según el C6digo de 1940


a) Los Juzgados de Paz son competentes para juzgar las faltas, de con-
formidad con el art. 440° .6 del Código Penal. El Código de Procedimientos,
sin embargo, menciona que la instrucción estaba a cargo de los Jueces de
Paz. El Juez de Paz Letrado seguía el procedimiento sumario (instrucción
y fallo, sin juicio oral), mientras que el Juez de Paz realizaba una audiencia
de pruebas y fallaba inmediatamente, correspondiéndole la apelación al Juez
de Paz Letrado (arts. 325° y 326°).
b) Los Juzgados Penales, según el art. 13°, se encargan de instruir los
procesos por delitos comunes graves, en los procesos ordinarios. En el caso de
los procedimientos sumarios dedicados a los delitos menos graves, a la par que
instruir, emiten sentencia (art. 6° del D. Leg. Nº 124). Además, resuelven todo
tipo de incidencias que se producen durante la instrucción (cuestiones previas,
prejudiciales, excepciones, coerciones, contracautelas, sobreseimientos, etc.).
e) Las Salas Penales Superiores, según el art. 14°, modificado por el D.
Ley Nº 21895, en concordancia con el art. 1°dela Ley Nº 26689, de 30 de
noviembre de 1996, son competentes para conocer del juzgamiento de los
delitos graves.

B. Según el C6digo de 1991


Este Código sigue similar esquema, los Jueces de Paz instruyen y juzgan en
los procesos por faltas (art. 24°); los Jueces Penales dictan decisiones jurisdic-
cionales en la etapa de investigación y enjuician los delitos menos graves (art.
23°, inc. 1 y 2); las SalaSPenales Superiores, juzgan en los procesos especiales
por razón del delito ( delitos graves, art. 373°).

3. REGLASDE LA COMPETENCIARATIONAEPERSONAE

Las reglas en cuestión permiten atribuir lacompetencia de determinados


delitos vinculados al ejercicio de la función pública, a órganos superiores,
a los que no les correspondería conocer de ellos según las reglas generales.

(ól) CLARIÁ OLMEDO,Jorge: Tratado de Derecho procesal penal, EDIAR, Buenos Aires,
1962, T. II, p. 198.
JURISDICCIÓN
Y COMPETENCIA
PENAL 165 111

En este punto conviene distinguir si el funcionario es persona aforada, es


decir, si requiere antejuicio constitucional, o si solo se imponen determinadas
garantías reforzadas consistentes en la decisión del procesamiento por la
máxima instancia del Ministerio Público o en la competencia por un órgano
jurisdiccional superior o supremo.
Respecto a las personas aforadas, éstas se encuentran taxativamente
consideradas en el art. 99º de la Constitución. Se trata de los siguientes
altos dignatarios: a) el Presidente de la República; b) los representantes
del Congreso; e) los Minis_tros de Estado; d) los miembros del Tribunal
Constitucional; e) los miembi-os del Consejo Nacional de la Magistratura;
f) los vocales de la Corte Suprema; g) los Fiscales Supremos; h) el Defensor
del Pueblo; e, i) el Contralor General, por todo delito que cometan en el
ejercicio de sus funciones y hasta cinco años después de que hayan cesado
en estas. Estos funcionarios antes de ser objeto de cargos penales, deben
ser investigados y acusados por la Comisión Permanente del Congreso y el
Pleno del Congreso debe emitir en contra de.eµos resolución acusatoria de
contenido penal (art. 100° Const.). El trámite de acusación constitucional
está desarrollado en elTexto Único Ordenado del Reglamento del Congr:eso,
publicado el 30 de junio de 1998.
Corresponde a la Corte Suprema la instrucción y juzgamiento de dichos
altos fuuciÓÚariospúblicos. LaSala Penal es la encargada de la primera instan-
cia, siendo el Instructor el vocal menos antiguo e integrándose el Tribunal de
Enjuiciamiento con los tres vocales restantes, siendo ajeno a él el Presidente
de la Sala Penal (art. 34°.4 TUO de la LOPJ), mientras que el recurso de
nulidad es de conocimiento de la Sala Civil (art. 17º C de PP 1940). En el
Código de 1991, la jurisdicción preventiva corresponderá al vocal menos
antiguo, ·e1enjuiciamiento sed de competencia de los tres vocales que siguen
de la Sala Penal Suprema y el recurso de apelación suprema será tramitado y
resuelto por la Sala de Derecho Constitucional y Social (art. 375°. 1).
La Corte Suprema también conoce de los delitos funcionales cometidos
por Fiscales y Vocales Superiores miembros del Consejo Supremo de Justicia
Militar (art. 34°.4 TUO de la LOPJ). En este caso, debe decidir el ejercicio de
la acción penal la máxima instancia del Ministerio Público. El procedimiento
en sede fiscal y jtidicial es el mismo que en el caso de personas aforadas.
Los delitos funcionales cometidos por Jueces EspeCializados o Mix-
tos, Jueces de Paz Letrados, Jueces de Paz (art. -41°.4 TUO de la LOPJ),
así como por Fiscales Provinciales (art. 17° LOMP) son juzgados por las
Salas Penales Superiores. Previamente, la máxima instancia del Ministerio
Público debe decidir el ejercicio de la acción penal (art. 66º, incs .. 4 y 5
11166 dSAR SANMARTÍNCASTRO

LOMP). La instrucción (Código de 1940) o la jurisdicción preventiva


(Código de 1991) es realizada por el vocal menos antiguo del Tribunal
competente; el enjuiciamiento corresponde a la-Sala Penal SupÚior res-
pectiva, completándose con otro vocal; y el recurso de nulidad (Código
de 1940) o de apelación suprema (Código de 1991) será resuelta por la
Sala Penal Suprema. En el caso de los delitos de los jueces de paz y fisca-
les provinciales adjuntos, la instrucción corresponde al Fiscal Proyincial,
la jurisdicción preventiva al Juez Penal, el enjuiciamiento a la Sala Penal
Superior y el recurso respectivo a la Sala Penal Superior.
En todos estos casos, no illteresa si el delito, por, su e1:1tidad,está sujeto
al procedimiento sumario o abreviado: en virtud de su carácter preferente,
siempre es ordinario (modelo del Código de 1940) o especial por razón de
la función (modelo del Código de 199i), en cuya virtud el órgano de en-
juiciamientÓ necesariamente es colegiado e.ineludiblemente se cumplen los
principios de oralidad, contradic·Ción y publicidad.

IV.COMPETENCIAFUNCIONAL

1. CONCEPTO
Como quiera que el proceso se desenvuelve en una serie ordenada de
etapas o fases e importa, por ta!lto, la intervenció.n de distintos órganos
jurisdiccionales, la competencia fon~ional, a juicio de Giovanni LEONE,
determina la distribución de la jurisdicción penal en relación a las 'fases de
desarrollo de la relación procesal pe~al o a particulares actividades(M)_
Su nota más característica es su carácter automático y derivado, según el
órgano de la primerainstan_cia y el cauce procedimental que se esté siguiendo.
MORENO CATENAprecisa que depende del tribunal que resulte territorial
y objetivamente competente para resolver en un concreto proceso y opera
en forma automática( 65l. •

2. MANIFES~ACIONES,
DE ~A COMPETENCI~FUNCIONAL
Las principales manifestaciones de la competencia funcional se cir-
cunscriben a: 1) La distribución de los roles de los órganos jurisdiccionales
durante las etapas de investigación y de enjuiciamiento; 2) El conocimiento
de los recursos devolutivos; 3) Las cuestiones d_ecompetencia; y, 4) La
ejecución de las sentencias. •

(l.<) LEONE: Tramdo de Derechoprocesalpen4/, cit., T. I, p. -361.


(,s¡ En: GO\IIENOSENDRA et al.: Derecho procesalpenal, cit., p. 126:
JURISDICCIÓN
YCOMPETENCIA
PENAL 16711

A. La t"nstruccióny el enjuiciamiento
En el Código de 1940, que encarga la iristrucción:_y la resolución de los
incidentes producidos en su tramitación- a un Juez Instructor y el Juicio
Oral a un Tribunal Correccional, reconoce con esta distinción_la distinta
finalidad específica de cada una de estas etapas procesales. El Código de 1991,
en cambio, encarga al Juez Penal la jurisdicción preventiva y el enjuiciamien-
to, entregando al Fiscal la titularidad de la etapa procesal de investigación.
Una vez establecido el Juez Penal -llamado Juez instructor hasta la
entrada en vigor de la actual LOPJ en noviembre de 1991- en atención a la
competencia material, la competencia del Tribunal Correcci1;mal-hoy deno-
minado Sala Penal S:uperior- es automática: es el órg2.no superior en grado
del mismo Distrito Judicial al que pertenece el primero de los nombrados.
En-las faltas, sin embargo, se atribuye a un solo órgano jurisdiccional, el
Juez de Paz, el conocimiento de la instrucción y del enjuiciamiento; modelo
que lamentablemente se ha extendido para el caso de los jueces penales a
los delitos menos graves, que son la inmensa mayoría, en el juicio sumario.

B. Los recursos devolutivos


El principio que rige para la competencia de los tribunales judiciales por
razón del grado, es el de la determinación ineludible de la competencia del
tribunal de alzada cuando se ha fijado la del juez inferior. Si la causa-explica
CLA.RIÁÜLMEDO- se radica ante el juez de una determinada circunscrip-
ción, en la alzada ha de entender el tribunal al cual la ley le haya atribuido
competencia dentro de esa misma circunscripción O de una más amplia
comprensiva de esta(66l.
El iecurso de apelación contra' las resoluciones de los Jueces de Paz,
corresponde a los Jueces de Paz Letrados. Contra'las decisiones expedidas
por estás últimos, compete a los Jueces Penales. La Sala Penal Superior co-
noce de las apelaciones de autos interlocutorios y definitivos y de sentencias
dictadas por los Jueces Penales. La Sala Penal Suprema es competente para
conocer de los recursos de nulidad contra las resoluciones emitidas por las
Salas Penales Superiores. Este modelo es similar en el Código de 1991, con
la diferencia de _ques_egúnla deClSi,ón_Írp.pugnadala apelación lleva la de-
nominación de el"emental, superior y sup.rema (art. 339°); además, la Corte
Suprema conoce del recurso de casación contra las sentencias y autos que
impo,rten sobreseimiento- expedidos en apelación por las Salas Penales Su-
periores (art,_350º)..Las Salas:Penales, s_uperioresy suprema, conocen de las
quejas de derech9 por denegatoria del correspondiente recurso impugnativo

("l CL.ARIÁOLMEDO: "fr4t;a.do


de Derechoprocesalpenal, cit .• T. IT, pp. 217-218.
11168 CÉSARSAN MARTÍN CASTRO

(apelación, nulidad o casación, según el caso). La Sala Penal Suprema, en el


Código de 1991 tiene el conocimiento de la acción de revisión, la cual es de
competencia de la SalaPlena del Supremo Tribunal en la legislación vigente.

C. Las cuestiones de competencia


Para conocer la inhibición o la recusación de un Juez Penal, es compe-
tente la Sala Penal Superior correspondiente (arts. 33° del Código de 1940
y 52° del Código de l 991). Si la inhibición o la recusación es de un Juez de
Paz, conoce de ella elJuez Penal. En cambio, si la inhibición o.recusación es
contra un vocal de la Sala Penal Superior o Suprema, conoce de ella la propia
Sala a la que pertenece el vocal, integrándose con el llamado por ley_(arts.
40º del Código de 1940 y 21 º.8 y 22º.8 del Código de 1991).
En cuanto a las demás cuestiones de competencia, estas son resueltas
por el órgano jurisdiccional superior común. Si se trata de contiendas de
competencia, declinatoria de jurisdicción o transferencia de competencia
de jueces penales de diverso Distrito Judicial o de Sa1asPenales Superiores,
el conocimiento de las mismas corresponderá a la Corte Suprema (an. 28°
del Código de 1940), mientras que si se trata de estos-mismos casos, pero
de jueces penales del mismo Distrito Judicial, decidirá la Sala Penal Supe-
rior común. Los supue_stos de conexión y acumulación se tramitan como
incidentes, por lo que el Superior Jerárquico conocerá de la impugnación
interpuesta contra la resolución interlocutoria emitida por el Juez Penal.

D. La ejecución de.sentencias
En estos casos, la competencia corresponde al Juez Penal que tuvo
a su cargo la instrucción (Código de 1940) o la jurisdicción preventiva
y juzgamiento (Código de 1991). Así consta del art. 337° del Código de
1940 y del numeral ·395° del Código de 1991. La decisión de los beneficios
penitenciarios disuelta la figura del Juez de Ejecución Penal, corresponde
al Juez Penal que conoció de la Ín$trucción o de la jurisdicción preventiva.

V.CARÁCTERY TRATAMIENTOPROCESAL
DE LA COMPETENCIAOBJETIVAY FUNClONAL
Según lo dispuesto en el art. 25º del Código de 1991 y lo afirmado uná-
nimemente por la doctrina procesal, las normas sobre competencia objetiva
y funcional son imperativas. Son dejus cogensy no pueden ser derogadas aun
cuando medie acuerdo de las partes, de ahí la denominada improrrogabilidad
de la jurisdicción penal.
JURISDICCIÓN
YCOMPETENCIA.
PENAL 16911

En tal virtud, corresponde al órgano jurisdiccional apreciar de oficio su


competencia objetiva y funcional. Tratándose de un presupuesto de validez
del proceso, aun cuando el Código de 1991 radique en las partes la interpo-
sición de las cuestiones de competencia, ello no obsta al Juez a tomar parte
activa en la determinación de la competencia. Por consiguiente, si iniciada
una instrucción o aprobado el auto de apertura de investigación, el Juez
Penal detecta que no es competente debe promover la correspondiente
contiei:ida de competencia en caso exista proceso abierto ante otro órgano
jJiisdiCcional de igual jerarquía o inhibirse en favor del juzgado competente
erl_casono exista instrucción abierta en esa judicatura. No cabe, por lo demás,
p~omo'ver contiendas entre jueces y tribunales subordinados, en cuyo caso
el.Juez inferior debe consultar al juez superior si le remite el proceso y, en
su caso, el Juez Superior ordenar al inferior a que le eleve el proceso (arts.
26b del Código de 1940, así como 39° y 41° del Código de 1991). El nuevo
Código de 1991 también contempla similares posibilidades en el caso del
Ministerio Público, en tanto que la Fiscalía tiene el señorío de la etapa de
investigación (arts. 29ºy 36°).
Por otro lado, el carácter necesario de las normas en referencia autoriza
a las partes a denunciar tanto su falta como la inadecuación del procedi-
miento que se estuviera siguiendo. En tal virtud, pueden dirigirse al juez
incompetente como al juez que estiman legalmente competente para requerir
que la causa sea vista por quien corresponda, según las reglas pertinentes o,
también, podrán requerir al juez o fiscal incompetente para que se inhiba
del conocimiento del caso y lo remita al designado por la ley (arts. 24°, 27°
y 28º del Código de 1940, así como numerales 29º, 31° -declinatoria-, 36°,
37° y 40° -contienda- del Código de 1991).

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