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LA JURISDICCIÓN PENAL

La jurisdicción penal ordinaria gira en torno a las normas del derecho penal, del

derecho procesal penal y del derecho penitenciario; esto es, el Código Penal, el Código

Procesal Penal y el Código de Ejecución Penal.

Sin embargo, también existen normas especiales sobre jurisdicción penal,

dictadas en función a determinada cualidad especial que ostenta el imputado o sujeto

activo, siendo que a partir de este rasgo, nuestro ordenamiento jurídico en materia penal

reconoce la necesidad de establecer jurisdicciones penales especiales, en razón de

aquella característica especial del sujeto activo.

Es así que en función a su edad, los menores de 18 años son comprendidos en un

proceso especial por ser considerados infractores de la ley penal; en función a su formación

militar-castrense, los miembros de las fuerzas armadas y el personal policial son juzgados en el

fuero penal militar policial; y en función a su pertenencia dentro de comunidad campesina o

nativa, se encuentra reconocido un fuero comunal-rondero.

Jurisdicción penal ordinaria

Se encuentra definida en el título I de la sección III del Código Procesal

Penal (CPP), con la denominación de «la jurisdicción y competencia», según el cual,

su estructura orgánica jurisdiccional tiene en el primer nivel a los juzgados penales

constituidos en órganos colegiados o unipersonales y los juzgados de paz letrados para

determinados supuestos. En segundo orden están las salas penales de las cortes

superiores; y el nivel de máxima jerarquía está constituida por las salas penales de la

Corte Suprema

Este tipo de jurisdicción es improrrogable y se extiende al avocamiento de

delitos y faltas, teniendo en cuenta los criterios de aplicación de la ley penal,


establecidos en el Código Penal y en los tratados internacionales celebrados por el

Estado, debidamente aprobados y ratificados.

Los límites a la jurisdicción penal ordinaria son tres y se encuentran establecidos

en el artículo 18 del CPP, que a la letra indica:

Artículo 18.- Límites de la jurisdicción penal ordinaria

La jurisdicción penal ordinaria no es competente para conocer:

1. Delitos previstos en el artículo 173 de la Constitución.

2. Hechos punibles cometidos por adolescentes.

3. De los hechos punibles en los casos previstos en el artículo 149 de la

Constitución.

Jurisdicción penal militar-policial

La Constitución Política en su art. 173 reconoce esta jurisdicción especial,

destinada a la investigación y el juzgamiento de delitos de la función propia de

instituciones militares y policiales, tratándose por tanto de una jurisdicción excepcional

y limitada por cuanto no es aplicable a civiles; salvo en el caso del delito de traición a la

patria.

Aquellos que infringen las normas del servicio militar obligatorio y quienes se

encuentren en un proceso de formación militar también se encuentran comprendidos

dentro de este fuero especial.

El marco normativo aplicable en esta jurisdicción está desarrollado por el

Decreto Ley 23214, Código de Justicia Militar.


En cuanto a su estructura orgánica jurisdiccional, esta se encuentra establecida

de mayor a menor en cuestión de jerarquía, conforme el art. 6 de la Ley 29182, Ley de

Organización y Funciones del Fuero Militar Policial, de la siguiente manera:

Artículo 6.- Estructura orgánica jurisdiccional

El Fuero Militar Policial tiene la siguiente estructura orgánica jurisdiccional:

– El Tribunal Supremo Militar Policial.

– Los Tribunales Superiores Militares Policiales.

– Los Juzgados Militares Policiales.

LA COMPETENCIA

Se dice que la competencia es el límite de la jurisdicción (todos los jueces tienen

jurisdicción, pero no todos son competentes para conocer y resolver determinados

asuntos), lo cual significa que la facultad del juez de resolver mediante la aplicación de

la ley los conflictos sometidos a su conocimiento, está restringida por la competencia.

Ese órgano especial es llamado tribunal. En España, al existir jurisdicción única, se

entiende el desempeño de la misma jurisdicción por todos los tribunales, en lugar de por

cantidades. En Latinoamérica, específicamente en Chile está definida por ley en el

Código Orgánico de Tribunales en su artículo número 108 que dice que la competencia

es la facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de los negocios que la ley ha

colocado dentro de la esfera de sus atribuciones. La competencia tiene como supuesto,

el principio de pluralidad de tribunales dentro de un territorio jurisdiccional. Así, las

reglas de competencia tienen como objetivo determinar cuál va a ser el tribunal que va a

conocer, con preferencia o exclusión de los demás, de una controversia que ha puesto en

movimiento la actividad jurisdiccional. Por ello se ha señalado que, si la jurisdicción es

la facultad de administrar justicia, la competencia fija los límites dentro de los cuales se
ejerce tal facultad. O, dicho de otro modo, los jueces ejercen su jurisdicción en la

medida de su competencia. Mientras los elementos de la jurisdicción están fijados, en la

ley , prescindiendo del caso concreto, la competencia se determina en relación a cada

juicio (a cada caso concreto). En la competencia también está inmerso el fuero o fuero

de competencia, que no es más que un privilegio para funcionarios con altos cargos

públicos.

LA COMPETENCIA OBJETIVA Y FUNCIONAL

La competencia es la atribución a los órganos judiciales de una determinada

cantidad de jurisdicción respecto de determinados asuntos con preferencia a los demás

órganos de su clase. Sus reglas tienen por objeto determinar cuál va a ser el Tribunal

que va a conocer, con preferencia o exclusión de los demás, de un determinado

procedimiento judicial por delito o falta. Si, en gran medida, podemos decir que la

jurisdicción es la facultad de administrar justicia, la competencia fija los límites dentro

de los cuales se ejerce tal facultad. Los criterios competenciales a los efectos de la

distribución de la concreta Jurisdicción son los de competencia objetiva, competencia

funcional y competencia territorial. (lpderecho, s.f.) El de competencia objetiva es el

criterio para la distribución de asuntos entre los distintos órganos llamados a conocer de

las causas penales en primera o única instancia. La competencia funcional o

competencia por el grado determina qué órgano deberá conocer el asunto según el grado

o instancia, atendida la estructura jerárquica del sistema judicial. Puede tratarse de

instrucción, primera o segunda instancia y casación. La competencia territorial atiende

al criterio de distribución objetiva de asuntos entre órganos judiciales que tienen la

misma competencia objetiva, atendiendo como criterio preferente al del lugar de

comisión del delito. (vlex, s.f.) La competencia objetiva es la que se encuentra

determinada por la materia o el asunto, como la cuantía, elementos determinantes. Así


tenemos que para los asuntos civiles y comerciales en el país, son competentes los

jueces especializados en lo civil así como para los asuntos penales lo serán los

especializados en lo penal y para los asuntos laborales los que conocen de esta

especialidad, ahora incorporadas por tal razón dentro del Poder Judicial totalmente

unificado. (guiasjuridicas, s.f.) El criterio de cuantía es determinante para la

competencia de un juzgado, pues mientras estas cuantía sea mínima, tendrá la

competencia el juez de paz, mientras que si pasa el limite señalado establecido por la

ley, será competencia del juez de Primera Instancia. En nuestro ordenamiento procesal,

se dan las reglas para determinar el valor del juicio, en ese caso de dificultad, contenidas

en los nuevos reglamentos procésales. La competencia funcional, corresponde a los

organismos judiciales de diverso grado, basada en la distribución de las instancias entre

varios tribunales, a cada uno de los cuales le corresponde una función; cada instancia o

grado se halla legalmente facultado para conocer determinada clase de recursos

(Primera instancia, Corte superior, Corte Suprema). Sin embargo, puede ocurrir, por

excepción, que originalmente puede iniciarse una controversia directamente en la

instancia superior o suprema, justificado por cierta situación en el juzgado de

personeros del estado a quienes se les da un trato preferente, como es el contemplado en

el articulo 114 de la L.O del P.J anterior. Las disposiciones sobre competencia, son

imperativas con lo que se quiere explicar que deben ser atacadas necesariamente; si un

tribunal carece de competencia, debe inhibirse y los interesados en su caso están

asistidos del perfecto derecho de ejercer los recursos y acciones que creyeran

convenientes. (seguridadpublica, s.f.)

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