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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES

1.- Ambiente, sociedad y cultura. Nuevos paradigmas. El ambiente humano: hombre y naturaleza.
Importancia y relaciones. Sistemas ambientales: Atmósfera, Litósfera, Hidrósfera, Biósfera.

Lorenzetti explica las etapas que atravesaron los estudios sobre materia ambiental.
La primera fue “retorica”, puesto que, en los años setenta, el movimiento ambientalista sembró las
primeras palabras nuevas, símbolos y utopías, poco conocidas hasta entonces.
La segunda fue “analítica” en el sentido de que identificaron problemas, se los estudió, y se fueron
elaborando modelos para tratarlos. En el área jurídica esto significó un impresionante movimiento de
calificación de nuevos supuestos de regulación, leyes de todo tipo en los Estados, constituciones “verdes”,
y tratados internacionales de amplio contenido.
La tercera es “paradigmática”, en cuanto a que lo que está cambiando es el modo de ver los problemas y
las soluciones proporcionadas por nuestra cultura.
Existe un paradigma ambiental, que actúa como un principio organizativo del pensamiento retorico,
analítico y protectorio.
Los científicos afirman que hemos llegado a las fronteras del desarrollo poniendo en riesgo la naturaleza.
Esta idea se basa en un hecho de implicancias culturales extraordinarias: la naturaleza, como un todo, es
un recurso escaso.
Estamos acostumbrados a trabajar con la escasez de bienes tangibles, como la tierra y el agua, y otros
intangibles, como la libertad. Frente a ello la economía desarrolló su teoría de la acción racional individual
orientada hacia la maximización de beneficios, lo cual permite explicar las opciones que realiza un
individuo cuando se ve forzado a hacerlo porque los bienes no alcanzan a satisfacer las necesidades de
todos.
Los conflictos entre personas que disputan bienes individuales son los que las leyes y los jueces resuelven
normalmente.
Lo novedoso es que la “naturaleza”, como totalidad, y no sólo sus partes, es lo que ahora aparece como
escaso, lo que presenta un escenario conflictual diferente.
Una manera didáctica de explicar el proceso es relacionarlo con los valores surgidos de la revolución
francesa: libertad, igualdad y fraternidad.
Cuando en el mundo faltó la libertad, comenzaron a plantearse problemas relativos a la protección del
individuo frente a los reyes, al Estado y otros poderes. Los titulares de estos derechos son individuos, los
bienes protegidos también poseen ese carácter y tanto las normas como los remedios consisten,
principalmente, en prohibiciones configuradas como obligaciones de no hacer.
En el siglo XX se expandieron las luchas por la igualdad. Se resalta la aparición de los derechos humanos de
contenido positivo, cuyos legitimados activos son individuos y el bien protegido es una relación de igualdad
con otros individuos.
En nuestro siglo, aparece como apremiante retomar el valor fraternidad, que ahora ha sido reemplazado
por la solidaridad. No se habla sólo de conflictos interindividuales, sino entre individuos y lo colectivo; ya
no hay sólo derechos, sino también deberes.
Bajo el paradigma de la libertad, surgió la "esfera íntima" que es el ámbito absolutamente intangible de
protección de la vida privada. El individuo no influye con su comportamiento sobre los demás, no afecta la
esfera de intereses de sus pares o de la comunidad, y por lo tanto debe ser protegido.
Con el paradigma de la igualdad, se trabaja en conflictos intersubjetivos en el campo de la "esfera
privada". Ella está integrada por aquel ámbito que, siendo individual, repercute sobre los demás y por ello
surge la necesidad de establecer un límite con las otras esferas individuales y lo público. La regla de
solución se basa en el respeto recíproco.
Con el paradigma ambiental, los conflictos surgen en la esfera social, que contempla los bienes públicos y
aquellos actos que realiza el individuo situado en la acción colectiva.

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En este escenario lo individual no tiene primacía y no rige la reciprocidad, ya que es un conflicto donde se
afecta a un bien común. En estos casos los derechos subjetivos deben ser interpretados de modo tal que,
no conspiren contra el deterioro de tales bienes. De ahí que en la relación entre derecho de propiedad y
medio ambiente, deba reconocerse una "función ambiental de la propiedad" en virtud de que la
multiplicidad de derechos individuales de los propietarios deben coordinarse de manera tal que se
orienten en la preservación del bien colectivo.
El paradigma ambiental reconoce como sujeto a la naturaleza, que es un bien colectivo, lo define como
escaso o en situación de peligro y está dispuesto a limitar los derechos individuales.
En su método, transita un camino inverso a los anteriores, ya que parte de lo colectivo para llegar a lo
individual.

Elementos del paradigma ambiental:

① BIEN COLECTIVO SITUADO EN LA ESFERA SOCIAL: Los denominados "bienes colectivos" han adquirido
relevancia normativa tanto a nivel constitucional como en la legislación especial.
En los últimos años ha surgido una categoría de bienes que no pertenecen al Estado ni a los particulares en
forma exclusiva, y que no son susceptibles de ser divididos en partes que permitan afirmar sobre ellas la
titularidad individual de un derecho dominial.

El bien colectivo presenta las siguientes características:

1. Indivisibilidad de los beneficios: el bien no es divisible entre quienes lo utiliza.

Este "carácter no distributivo" impide la concesión de derechos subjetivos, ya que éstos presuponen que la
titularidad se ejerce sobre una porción identificable o claramente delimitada.
No hay derecho de propiedad ni posesión individual que permita adquirirla, y sólo se conceden derechos
de actuación bajo la forma de la legitimación para obrar difusa o colectiva. En el mismo sentido, la
transacción es limitada, porque nadie puede disponer, renunciar o efectuar reconocimientos sobre un bien
del que no puede disponer.

2. Uso común sustentable: el bien puede ser usado por todos los ciudadanos.

Este uso común produce lo que se denomina la "tragedia de los comunes", es decir, la ausencia de
incentivos individuales para protegerlos y evitar el sobreuso. La masividad en el uso de bienes colectivos
frecuentemente lleva a su agotamiento o destrucción, por lo que se requieren reglas limitativas que
definan el uso sustentable. Ello significa que el uso del bien debe ser hecho de tal modo que no
comprometa las posibilidades de otros individuos y de las generaciones futuras.

3. No exclusión de beneficiarios: todos los individuos tienen derecho al uso y por lo tanto no pueden ser
excluidos.

El titular de un derecho de propiedad puede excluir a terceros que pretendan apropiarse del bien sobre el
cual se asienta el derecho; en cambio, los bienes colectivos no otorgan esas facultades. No siendo posible
la exclusión, la carga argumentativa pesa sobre quien decida limitar su acceso. Por ejemplo, puede haber
un interés público, pero debe ser fundado sobre razones legítimas.

4. Estatus normativo: el bien colectivo tiene reconocimiento legal.

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Es necesario que sea calificado como un bien, es decir, un interés genérico merecedor de tutela.
Corresponderá determinar si es necesario que el bien esté reconocido por ley para que exista como tal, o
bien puede surgir de la mera costumbre. Ello permite distinguir entre bienes colectivos típicos
(reconocidos por ley) y atípicos (que podrían surgir de la costumbre).

5. Calificación objetiva: la calificación de un bien como colectivo surge de una designación normativa
objetiva y no subjetiva.

Un bien no es colectivo por el sólo hecho de que a una persona le impresione como tal (calificación
subjetiva), porque debe trascender la mera subjetividad de cada ciudadano.

6. Legitimación para obrar difusa o colectiva: estos bienes son protegidos mediante una amplia
legitimación para obrar.

El espectro de sujetos legitimados incluye siempre a un representante del sector público, como el defensor
del pueblo, pero no es exclusivo, ya que se amplía a lasorganizaciones no gubernamentales que
representan un interés colectivo, y a los afectados, que invocan un interés difuso.

7. Precedencia de la tutela preventiva: para proteger estos bienes la prevención-precaución deben aplicarse
de modo prioritario a la reparación.

El bien de incidencia colectiva puede ser lesionado, restringido, alterado o amenazado. Esta acción debe
ser antijurídica, ya que debe existir "arbitrariedad o ilegalidad" de un acto emanado de una autoridad
pública o particular. En general, el legislador establece la precedencia de la tutela preventiva, es decir,
primero prevenir, luego restituir y finalmente, si no quedan opciones, reparar el daño causado. Esta
secuencia es imperativa, a diferencia de lo que no ocurre con la mayoría de los bienes individuales, sobre
los cuales el titular tiene la opción voluntaria entre la restitución in natura y el resarcimiento. Esta regla
obedece no sólo a una opción valorativa, sino también a una razón económica, ya que son de difícil
apreciación económica.

8. Resarcimiento a través de patrimonios de afectación: cuando hay resarcimiento, no hay una


indemnización que se traslade al patrimonio de una persona, aunque ella sea titular de la legitimación
procesal.

La suma de dinero que se otorgue, o los bienes sustitutivos, son gestionados por alguien al que se le
adjudica esa función, pero al igual al bien al que subrogan, estos montos no tienen un dueño particular.

9. Ubicación en la esfera social: estos bienes pertenecen a la esfera social de tutela.

Los bienes colectivos pertenecen a la esfera social, es decir, el conflicto no es un ataque al individuo, ni
entre personas, sino una relación entre los bienes trans-individuales y los sujetos.

② DEBERES, LÍMITES Y DERECHOS FUNDAMENTALES TÍPICOS: el paradigma ambiental representa, para


los individuos un sistema donde predominan los deberes y los límites a los derechos en razón de la
protección que demanda el bien colectivo. El paradigma ambiental incorpora un bien colectivo que genera
derechos-deberes así como límites y nuevos derechos fundamentales.
Podemos decir que hay:
• Deberes ambientales puros:

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1. Positivos: como ocurre con los deberes de preservación de los recursos naturales o de la
biodiversidad;
2. Negativos: como los de no dañar a otro, no contaminar;
• Limites al ejercicio de los derechos subjetivos: por ejemplo, el derecho al consumo, se vuelve "consumo
sustentable", es decir, limitado; el derecho a ejercer una industria lícita aparece condicionado por el
principio precautorio;
• En el campo de los reflejos individuales de la protección del ambiente, surgen derechos típicos, como el
referido al medio ambiente o al agua potable.

③ NOCION DE AMBIENTE: El paradigma ambiental introdujo la necesidad de una definición jurídica del
ambiente, a los fines de establecer cuál es objeto de protección.
Una primera diferencia que hay que efectuar es entre el derecho al medio ambiente adecuado, que es un
derecho subjetivo que tienen las personas, y la tutela del ambiente, que se concentra en el bien colectivo.
La primera es una idea antropocéntrica y previa al paradigma ambiental, porque mira la totalidad desde el
sujeto; la segunda es una noción geocéntrica, concentrada en el bien colectivo y típica del ambientalismo.
Efectuada esta aclaración, cabe decir que el concepto de "ambiente" ha ido evolucionando y todavía
presenta un alto grado de confusión.
Para una tendencia restrictiva se incluyen sólo los recursos naturales tales como agua, suelo, flora, fauna y
otros.
Un poco más amplia es la inclusión de los bienes culturales, como el patrimonio histórico. Otra versión más
extensa abarca problemas de política social, como la pobreza o la vivienda y la calidad de vida en general.
Finalmente, otros concluyen en el concepto de calidad de vida como comprensivo del conjunto de cosas y
circunstancias que rodean y condicionan la vida del hombre.
Corresponde distinguir entre el "macro bien" y los "micro bienes ambientales”.
El ambiente es un "macro-bien", y como tal es un sistema, lo cual significa que es más que sus partes: es la
interacción de todas ellas. Los "micro-bienes" son partes del ambiente, que en sí mismos tienen la
característica de subsistemas, que presentan relaciones internas entre sus partes y relaciones externas con
el macro-bien. En esta categoría subsumimos la fauna, la flora, el agua, el paisaje, los aspectos culturales,
el suelo, etc.

④ EL SISTEMA CAUSAL: El paradigma ambiental presenta una causalidad típica, porque no es concebida
como una proyección de la subjetividad, sino típicamente sistémica. El paradigma ambiental se basa en
una idea de interacción compleja que toma en cuenta los efectos individuales y colectivos, presentes y
futuros de la acción humana.
Un concepto que tiene cierta proximidad, pero que ha sido desarrollado en un sector de la filosofía, es la
concepción "holística". Con ello se quiere decir que todo tiene una interrelación que debe ser respetada,
tanto en la naturaleza, como en el derecho mismo. Ello es diferente de la unilateralidad que ha
caracterizado al pensamiento occidental que se enfoca habitualmente en el análisis de una cuestión,
prescindiendo del contexto.

La naturaleza como sujeto:

Todo el edificio teórico de la cultura occidental ha sido construido sobre la base del individuo, utilizando
los paradigmas de la libertad y de la igualdad. El cambio actual está caracterizado por una concepción
menos antropocéntrica y más geocéntrica, es decir, la aparición de la naturaleza como sujeto. Para el
antropocentrismo el centro del interés es el individuo. Por esta razón, todas las cosas, los bienes e incluso
la naturaleza son apreciados como valiosos sólo en tanto produzcan una utilidad para los humanos.
En el derecho de propiedad podemos hablar de un "paradigma dominial", que se extiende desde el
Derecho Romano hasta mediados del siglo XX, y en el que es evidente que los objetos naturales como la

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tierra o el agua cumplen una función absolutamente pasiva, es decir, no generan regulaciones y sólo son
un supuesto de hecho de la norma.
La escasez de la naturaleza y de sus recursos los ha vuelto intrínsecamente valiosos, no ya solamente por
su utilidad para los servicios humanos, sino en cuanto a su funcionamiento como sistema de vida, lo cual
constituye una inversión copernicana en la comprensión de los bienes jurídicos.
Los bienes ambientales ya no son un mero supuesto de hecho pasivo de la norma, sino un sistema que
motiva sus propias regulaciones y órdenes clasificatorios.

El desarrollo humano como nuevo paradigma constitucional:

Es de vital importancia destacar que nuestra clausula constitucional es la más avanzada dentro del derecho
comparado en materia ambiental y de calidad de vida, pues ha evolucionado en la consagración de la
noción de “desarrollo humano”. Este concepto se ha venido perfilando en los últimos años en los
documentos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), específicamente en los
informes correspondientes a los años 1990 a 1994.
En el informe del PNUD sobre desarrollo humano de 1990 se define a éste como el proceso mediante el
cual se amplían las oportunidades del ser humano. Las tres vías más esenciales son: a) disfrutar de una
vida prolongada y saludable; b) adquirir conocimientos; y c) tener acceso a los recursos necesarios para
una vida decente.
El desarrollo humano tiene diferentes aspectos: por un lado, la formación de capacidades humanas y, por
el otro, el uso con que los hombres emplean las capacidades adquiridas para el trabajo y el descanso.
El informe de 1993 se centra en la participación popular en el desarrollo. Si bien sostiene que el objetivo
del desarrollo humano es ampliar la gama de opciones para la población, agrega que éste también es “el
desarrollo del pueblo, para el pueblo y por el pueblo”.
Por su parte, el informe del PNUD de 1994 centró la definición en el concepto básico de “seguridad
humana”. Esta expresión implica que las personas puedan ejercer esas opciones de manera segura y libre,
con la confianza de que las oportunidades presentes no desaparecerán mañana.
Este marco que propician los organismos internacionales ha sido la fuente de los miembros de la
Convención Nacional Constituyente de 1994, para plasmar en el texto de la ley fundamental el paradigma
del desarrollo humano. En el nuevo articulado de la ley suprema aparece reiteradamente el concepto de
desarrollo humano, tanto en la parte dogmática como en la orgánica:

Art. 41: todos los habitantes gozan del derecho a un


ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo
humano y para que las actividades productivas
satisfagan las necesidades presentes sin comprometer
las de las generaciones futuras; y tienen el deber de
preservarlo.

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Art. 75 inc. 17: reconocer la preexistencia étnica y cultural de los


pueblos indígenas argentinos.
Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación
bilingüe intercultural; reconocer la personería jurídica de sus
comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras
que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y
suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será
enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos.
Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos
naturales y a los demás intereses que los afecten. Las provincias
pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.

Art. 75 inc. 19: proveer lo conducente al desarrollo humano, al


progreso económico con justicia social, a la productividad de la
economía nacional, a la generación de empleo, a la formación
profesional de los trabajadores, a la defensa del valor de la moneda,
a la investigación y al desarrollo científico y tecnológico, su difusión y
aprovechamiento.

Art. 125 párr. 2: las provincias y la ciudad de Buenos Aires pueden


conservar organismos de seguridad social para los empleados
públicos y los profesionales; y promover el progreso económico, el
desarrollo humano, la generación de empleo, la educación, la ciencia,
el conocimiento y la cultura.

Se advierte que la reforma no ha querido ser ajena al nuevo paradigma de desarrollo planteado por la
comunidad internacional.
Tal paradigma permitirá a quienes hoy habitan el suelo argentino y a las generaciones futuras ampliar
nuestra capacidad humana y aprovecharla al máximo en todas las esferas.
Por consiguiente se evidencia la necesidad de entender el derecho ambiental desde otra perspectiva. Debe
completarse nuestro ordenamiento jurídico teniendo en cuenta los elementos que integran el nuevo
paradigma; en ese sentido se inscribe la ideología de los constituyentes de 1994, quienes con absoluta
claridad han incorporado el concepto de desarrollo humano para que sirva de base a las políticas públicas,
incluida la ambiental.
El nuevo paradigma trae consigo cambios radicales que se expanden a las distintas ramas del derecho, para
poder dar soluciones eficaces y adecuadas a los problemas ambientales. Por ello, se torna indispensable
realizar un aggiornamiento de los postulados clásicos de nuestro sistema jurídico, para adaptarlos a la
realidad del derecho ambiental

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El ambiente humano: hombre y naturaleza. Importancia y relaciones.

Son evidentes los cambios que en el curso del presente siglo han experimentado las relaciones del hombre
con el planeta, es decir, con el entorno que lo rodea. Los ambientalistas concuerdan que cuanto más
compleja se ha hecho la civilización, menos arraigado se siente el hombre a la Tierra. Los cambios, sin
embargo, no son de ahora y tienen su origen en la llamada revolución industrial del siglo XVIII, pero se han
acelerado vertiginosamente en el transcurso del siglo actual. El incremento geométrico de la población
mundial, ha multiplicado las necesidades básicas de los núcleos humanos y la explotación intensiva de los
recursos naturales, a lo que se ha sumado la revolución tecnológica de las últimas décadas, que ha
acentuado el mayor dominio del hombre sobre la Naturaleza y, a la vez, las diferencias sociales.
La constante desatención a los problemas del medio, la crisis de la conducta humana, han llevado a una
permanente y acelerada destrucción de los valores naturales y culturales emergentes, poniendo en serio
riesgo el frágil ecosistema de la Tierra.
Es evidente que la mayor tragedia del hombre occidental, en el momento actual, es haber perdido
contacto con la realidad ecológica, esto es, con el mundo que lo rodea y lo sustenta. Esto ha ocurrido
prácticamente en el curso del presente siglo, por la explotación acelerada y sin control de los recursos
naturales renovables y no renovables. Se ha producido, de este modo, un verdadero choque entre el
desarrollo de la civilización actual y el medio que nos circunda.
Ha crecido el poder de la especie humana para manipular la Naturaleza y modificar el entorno. Este
proceso parece no tener límites. Pero el hombre también ha aprendido, en medio de estas falencias y, tal
vez, con cierto retardo, que debe sobrevivir, preservando sus bienes materiales y su cultura y que su
existencia y la de las generaciones futuras, quedarán comprometidas si no adopta urgentes medidas de
contención al constante deterioro del entorno, que él mismo ha provocado y si no cambia la relación que
hasta ahora ha mantenido con el sistema ecológico.
Parece haberse convencido, finalmente, que la capacidad de la Tierra para soportar la constante agresión a
que se la somete, tiene un límite; que los efectos dañosos no son pasajeros porque la Tierra tiene una
aptitud natural, pero limitada, para absorberlos.

El objetivo de una política ambiental reparadora, y regeneradora, en cualquier tipo de sociedad de que se
trate, puede resumirse en los siguientes principios generales:
1. El respeto a la vida, a la salud humana y el mantenimiento de la diversidad biológica.
2. La conservación de los recursos naturales y culturales, para que éstos puedan servir no sólo a las
necesidades y bienestar de las generaciones actuales sino también a las futuras, esto es, al
desarrollo sustentable.
3. El compromiso de asegurar una nueva ética en las relaciones con la Tierra, conservando su
vitalidad.
4. Imposición de límites de tolerancia y plazos estrictos contra las amenazas ambientales provenientes
de la conducta humana y severas sanciones, no redimibles, a quienes los transgreden.
5. Política de prevención de los daños ambientales. Tenemos sólo una Tierra y dependemos de ella. El
riesgo resulta peligrosamente alto, si no la cuidamos adecuadamente. Las clases dirigentes deben
asumir la responsabilidad de la custodia de los ambientes vitales y transmitirla a los habitantes del
mundo, mediante campañas educativas y de formación de conciencia, a través de las escuelas y
núcleos de actividad social

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Sistemas ambientales: Atmósfera, Litósfera, Hidrósfera, Biósfera.

ATMÓSFERA

La atmósfera es la capa de gases que se encuentra alrededor de la Tierra, evitando que los rayos del sol
la atraviesen, dando lugar a la vida. La atmósfera también se ve involucrada en la lluvia, permitiendo que
las plantas crezcan, y nos aporten oxígeno para respirar.

La atmósfera está formada en un 78% de nitrógeno, en un 21% de oxígeno, en un 1% de vapor de agua y


en una cantidad ínfima de otros gases como el argón o el monóxido de carbono.

La combinación de todos estos gases ayuda a absorber la radiación ultravioleta procedente del Sol y a
mantener la temperatura de la superficie terrestre. El 75% de la masa atmosférica se encuentra de la
Tierra hacia el exterior a 11 km. A medida que vas ascendiendo en la atmósfera, se vuelve más fina, pero
no hay una línea marcando la separación entre la atmósfera del espacio, por lo que no está claro; sin
embargo, la línea Karman, a 100 km, es la que se toma como referencia principal entre la atmósfera y el
espacio exterior.

Las placas tectónicas comenzaron a reorganizar constantemente los continentes hace aproximadamente
3,5 billones de años, y esto también ayudó a la evolución del clima, permitiendo la transferencia a la tierra
de grandes proporciones de carbonato. El oxígeno libre no existió hasta hace 1,7 billones de
años, pudiéndose apreciar a través de la evolución de las capas rojas y con las formaciones de hierro. Esto
significa un cambio, de una atmósfera reductora a una atmósfera oxidante. El oxigenó mostró altos y
bajos hasta alcanzar un estado estable de más del 15%.

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La atmósfera terrestre actúa como una pareja de trucos ópticos. El color azul del cielo es debido a la
dispersión de Rayleigh, que significa como la luz se mueve a través de la atmósfera, la longitud mayor de
onda pasa a través de ella. Las luces rojas, naranjas y amarillas se ven poco afectada por el aire; sin
embargo, las longitudes de onda corta como la luz son absorbidas por las moléculas de gas.
Posteriormente, la luz azul es radiada en todas las direcciones. Así que, no importa a donde mires, el cielo
siempre dispersará luz azul.

La atmósfera también es la responsable de las auroras boreales. Estas son causadas por el bombardeo de
electrones solares en átomos de oxígeno y nitrógeno en la atmósfera. Literalmente, los electrones excitan
a los átomos de oxígeno y nitrógeno en la atmósfera para crear la luz tan bonita que conocemos como
aurora.

Capas de la Tierra

Troposfera

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Esta es la capa de la atmósfera más cercana a la superficie de la Tierra, se extiende hacia arriba
aproximadamente de 10 a 15 km. Contiene el 75% de la masa atmosférica. La temperatura y la presión
cae a medida que asciendes por la troposfera.
En la parte más alta de la troposfera puedes encontrar la tropopausa donde la temperatura alcanza un
mínimo estable. Algunos científicos llaman a la tropopausa una “capa térmica” o “una trampa fría” debido
a que este es el punto donde el vapor de agua no puede ir más alto, ya que cambia a hielo y es atrapada. Si
no hubiera una trampa fría, la Tierra podría perder toda su agua.
El tiempo, que nosotros conocemos, también se produce en la troposfera. El calentamiento desigual de
las regiones de la troposfera por el Sol causa la convección de corrientes y vientos. La tropopausa actúa
como una barrera invisible y es la razón por la que dentro de ella se formen nubes y el fenómeno del
tiempo.

Estratosfera

Esta capa se encuentra encima de la troposfera y tiene una profundidad de 35 km aproximadamente. Se


extiende desde la superficie de la tierra de 15 a 50 km. La estratosfera es más caliente en la parte superior
que en la inferior. La parte más baja tiene una temperatura constante pero la parte de arriba se
incrementa con la altitud debido a la absorción de los rayos solares por ozono. Por lo tanto, la situación de
la temperatura es la contraria a la que sucede en la troposfera.

Mesosfera

Directamente encima de la estratosfera extendiéndose por encima de la superficie de la Tierra de 50 a 80


km se encuentra la mesosfera, una capa fría cuya temperatura decrece al incrementarse la altitud. En
esta capa la atmósfera está muy enrarecida, pero aún así es lo suficientemente gruesa como
para enlentecer a los meteoritos de precipitarse en la atmósfera, donde se queman, dejando rastros de
fuego en el cielo nocturno.

Termosfera

La termosfera se extiende desde la superficie de la Tierra a 80 km hacia el espacio exterior. La


temperatura es caliente, pudiendo estar a miles de grados. Las pocas partículas que se encuentran
presentes en esta capa cuentan con una gran cantidad de energía procedente del Sol.
A la termosfera le corresponde la heterosfera, una zona donde no hay distribución uniforme de gases. En
otras palabras, los gases no están bien mezclados; no obstante, están estratificados en capas, en
concordancia con sus masas moleculares. En contraste con los gases de la homosfera (consiste en la
troposfera, estratosfera y mesosfera) que están distribuidos uniformemente.

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LITÓSFERA

La litosfera está formada por lo que vendría a ser en el modelo estático la corteza terrestre y el manto
externo de la Tierra. Su estructura es bastante rígida y posee un espesor de unos 100 km. Se conoce sobre
su rigidez a tales profundidades ya que la velocidad de las ondas sísmicas aumenta constantemente en
función de la profundidad.
En la litosfera la temperatura y la presión alcanzan valores que permiten que se fundan las rocas en
algunos puntos.
Según el tipo de corteza que contiene la litosfera la diferenciamos en dos tipos:
 Litosfera continental: Es la litosfera que está formada por la corteza continental y la parte externa
del manto terrestre. En ella se encuentran los continentes, los sistemas montañosos, etc. El espesor
es tan sólo de unos 120 km y es de una edad geológica más antigua ya que en ella existen rocas
que más de 3.800 años de antigüedad.
 Litosfera oceánica: Está formada por la corteza oceánica y el manto externo terrestre. Constituyen
los fondos oceánicos y es más delgada que la litosfera continental. Su espesor es de 65 km. Está
formada en su mayoría de basaltos y en ella existen las dorsales oceánicas. Estas son unas
cordilleras en el fondo del océano en el que el espesor es de sólo 7 km.

La litosfera descansa sobre la astenosfera que contiene el resto del manto externo de la Tierra. La litosfera
se encuentra dividida en distintas placas litosféricas o tectónicas que se van moviendo de manera
continua.

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HIDRÓSFERA

Corresponde a la gran masa de agua que forma parte del planeta, y cubre las tres cuartas partes de la
tierra. Ella es la base para el desarrollo de los seres vivos sobre el planeta, tanto así que existen evidencias
de que la vida se originó en el agua.
El medio acuático proporciona facilidades para la vida a los organismos y también retos que éstos deben
solucionar. En el agua es más fácil mantener la forma del cuerpo y se dan condiciones de temperatura
relativamente estables, pero supone también dificultades osmóticas por las diferentes concentraciones
salinas, además de los problemas que los animales acuáticos deben solucionar para obtener el oxígeno
necesario para la respiración.

La hidrosfera o hidrósfera (del griego υδρός hydros: agua y σφαιρα sphaira: esfera) refiere en las Ciencias
de la Tierra el sistema material formado por el agua que se encuentra bajo, y sobre la superficie de la
Tierra.
Dentro de la superficie terrestre, las tres cuartas partes de las aguas, corresponden a los mares y océanos.
Estos mares y océanos, junto con las aguas continentales, que son originadas por el agua de lluvia (ríos,
lagos, aguas congeladas y subterráneas, y la contenida en la atmósfera en forma de vapor) conforman la
hidrosfera.
En la hidrosfera el agua se reparte entre varios compartimentos que en orden de mayor a menor según su
volumen:
 Los glaciares cubren parte del espacio continental. Sobre todo los dos casquetes glaciares de
Groenlandia y la Antártida, pero también glaciares de montaña y volcán, de menor extensión y
espesor, en todas las latitudes.
 La escorrentía superficial, un sistema muy dinámico formado por ríos y lagos.
 El agua subterránea, que se encuentra embebida en rocas porosas de manera más o menos
universal.
 En la atmósfera en forma de nubes.
 En la biosfera, formando parte de plantas, animales y seres humanos
El agua migra de unos a otros compartimentos por procesos de cambio de estado y de transporte que en
conjunto configuran el ciclo hidrológico o ciclo del agua.
La Tierra es el único planeta en nuestro Sistema Solar en el que está presente de manera continuada el
agua líquida, cubriendo el 71 % de su superficie.
La masa total de la hidrosfera es aproximadamente 1,4×1021 kg.

Formación
Cuando la Tierra se fue formando, hace unos 4600 millones de años, las altas temperaturas hacían que
toda el agua estuviera en forma de vapor. Al enfriarse por debajo del punto de ebullición del agua,
gigantescas precipitaciones llenaron de agua las partes más bajas de la superficie formando los océanos. Se
calcula que unas decenas o cientos de millones de años después de su formación ya existirían los océanos.

Composición
La hidrosfera está constituida por las aguas totales de la Tierra en sus tres estados:
1. Líquido, como las de océanos (Pacífico, Atlántico, Índico y Glacial Ártico) mares, ríos, lagos, arroyos
y aguas subterráneas.
2. Sólido en los casquetes polares de la Antártida y el Ártico, y en los glaciares (ríos de hielo originados
por nevadas acumuladas en cavidades que se va comprimiendo por su peso, con desplazamiento
muy lento)

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3. En estado gaseoso, se encuentra en la atmósfera, como vapor de agua. Las aguas continentales son
transitorias, pues su destino es ir al mar.
Dentro de la hidrosfera, los mares y océanos, que constituyen la masa de aguas saladas, representan el
93,9 % de las aguas, siendo la máxima fuente de vapor de agua contenida en la atmósfera. Las aguas dulces
ocupan el 6,1 % de las aguas ((ríos, lagos, hielos aguas subterráneas) y también son fuente, aunque en
menor medida, del vapor de la atmósfera.
La hidrosfera incluye los océanos, mares, ríos, lagos, agua subterránea, el hielo y la nieve. Los océanos
cubren aproximadamente dos terceras partes de la superficie terrestre, con una profundidad promedio de
3,5 km, lo que representa el 97 % del total de la tercera parte del agua del planeta. En ellos se han
encontrado al menos 77 elementos, siendo con mucho los más importantes el sodio y el cloro, que junto
con el magnesio y el bromo, son de los pocos que se explotan comercialmente a partir del agua de mar. En
la actualidad, se supone que prácticamente todos los elementos están presentes en los océanos.
Aunque propiamente no del agua de mar, sino debajo de ella, del lecho marino del Pacífico central, cerca
de las islas de Hawái, se han iniciado las investigaciones para extraer nódulos de manganeso, Mn (del
tamaño de una pelota de golf o una papa pequeña). Estos nódulos son una fuente renovable de minerales,
ya que se forman a partir del manto al ritmo de entre 6 y 10 toneladas al año y contienen principalmente
Mn y hierro, además de cantidades pequeñas de níquel, cobre, cobalto, zinc, cromo, uranio, wolframio
y plomo.
El agua dulce representa 3 % del total y de esta cantidad aproximadamente.

Distribución del agua en la Tierra.


Casi la totalidad del agua se encuentra en los mares y océanos en forma de agua salada. De las aguas
dulces la mayor parte está en forma de hielo y en aguas subterráneas. El agua situada sobre los
continentes y la que está en la atmósfera son las cantidades proporcionalmente menores, aunque su
importancia biológica es grande.

Aguas oceánicas
Los océanos han sido divididos -de manera convencional y utilizando un criterio geográfico que en realidad
no existe- en Océano Glacial Ártico, Océano Atlántico, Océano Pacífico, Océano Indico y Océano, Glacial
Antártico.
Desde su formación hace casi 4000 millones de años los océanos contienen la mayor parte del agua líquida
de nuestro planeta. Entender su funcionamiento es muy importante para comprender el clima y para
explicar la diversidad de vida que hay en nuestro planeta.

Mares
Los términos mar y océano se emplean a menudo como sinónimos para referirse a las extensiones de agua
salada; el mar es una masa de agua sustancialmente menor que un océano.
Los mares son, por otra parte, porciones determinadas en los océanos; tienen dimensiones menores que
éstos y, según sus características, han recibido diferentes nombres, aunque tal nomenclatura es
completamente arbitraria. Los mares se pueden clasificar en tres grandes grupos: mares cerrados o
interiores, mares litorales, y mares continentales.
Aguas continentales
Las aguas continentales (agua dulce) se pueden clasificar en: Lénticas (lagos, pantanos, embalses, etc.),
lóticas (arroyos torrenteras, ríos, etc.) y freáticas (o aguas subterráneas).
De la atmósfera, el agua cae como lluvia y baja sobre los prados y los campos, nutre las cosechas y la fruta,
y corre por los troncos y ramas de las plantas y árboles.
Al encontrar grietas en las rocas y el suelo, el agua penetra hacia adentro de la tierra, formando los ríos
subterráneos que llenan los pozos; a veces sale en pequeñas cascadas o manantiales. A este proceso se le
llama El Ciclo Hidrológico

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

Aguas subterraneas o Freáticas


El agua subterránea se acumula en capas de tierra, arena y rocas conocidas como acuíferos. La velocidad a
la que el agua se mueve depende del tamaño de los espacios en las capas y de la conexión entre éstos. Los
acuíferos consisten típicamente de gravilla, arena, arenilla y piedra caliza. Estos materiales son permeables
porque tienen poros grandes que permiten que el agua fluya con mayor rapidez.
El agua subterránea se encuentra debajo del suelo entre grietas y espacios que hay en la tierra, incluyendo
arena y piedras. El área donde se acumula el agua en las grietas se llama la zona saturada. La parte de
arriba de esta área se le conoce como el nivel freático. El nivel freático puede encontrarse a un pie del
suelo como a cientos de pies debajo de la superficie.

Aguas lénticas o lacustres


Un lago o laguna puede definirse, desde el punto de vista químico, como una disolución nutritiva de sales,
iones y elementos que influyen de forma decisiva en la composición de las biocenosis. De forma recíproca,
esta disolución se modifica continuamente debido a captaciones de agua, excreciones y descomposición de
organismos.
Prácticamente todos los bioelementos conocidos pueden encontrarse en el agua, si bien algunos, y bajo
condiciones normales, se encuentran en concentraciones muy bajas, como el nitrógeno y fósforo, salvo
cuando por intervención humana incrementan considerablemente sus niveles de contaminación,
disminuyendo la vida en los lagos, debido a la desaparición del oxígeno y otros bioelementos necesarios
para la vida acuática.
La densidad del agua dulce es 775 veces mayor que la del aire, por lo que las adaptaciones de animales y
vegetales a este nuevo medio son espectaculares. Así, por ejemplo, los tejidos de sostén de los organismos
vegetales se hallan considerablemente reducidos, comparándolos con los de las plantas terrestres.

Aguas corrientes o lóticas


Los aspectos hidrológicos de una determinada zona suelen clasificarse según la energía cinética de las
aguas. Las aguas corrientes (más o menos rápidas, pero en continuo movimiento) se denominan aguas
lóticas y son las que discurren por los cauces de ríos, arroyos, torrentes, etc. Por el contrario, se llaman
aguas lénticas a aquéllas que se remansan y constituyen humedales, bien naturales, como las lagunas o,
bien de origen antrópico, como los embalses.

BIÓSFERA

Es el ámbito natural en el que aparece el hombre y constituye el elemento primero que condiciona su
existencia como ser ético físico. Los demás factores ambientales tienen el protagonismo del hombre que,
con su actividad, crea valores culturales que deben preservarse como patrimonio de la humanidad.
La biosfera está constituida por la capa de suelo, de agua y de aire que rodea el globo terrestre donde
reinan las condiciones necesarias para la vida animal y vegetal. Ella comprende elementos minerales o
abióticos y elementos bióticos como animales, vegetales y microorganismos.
La energía indispensable para el funcionamiento de este sistema es aportada por los rayos solares y es
fijada por la clorofila de los vegetales superiores, que absorbe la energía radiante para ser utilizada en la
elaboración de sustancias químicas orgánicas esenciales para su propia vida y para la de otras especies.
Cada elemento de la biosfera tiene una función en relación a los otros aportándoles servicios sin los cuales
estos últimos serían a su vez, incapaces de llenar sus propias funciones.

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

A) Elementos abióticos: el suelo, el agua y el aire

La mayor parte de las especies vegetales obtienen del suelo las sustancias nutrientes y también el agua de
la que necesitan para subsistir. Las degradaciones cuantitativas y cualitativas del suelo pueden alterar
profundamente las condiciones de vida de la flora y la fauna.
El agua es un componente esencial del cuerpo de todos los seres vivos. La cantidad de agua necesaria en
cada ecosistema particular, terrestre o acuático, varía de un tipo de medio a otro. Toda modificación
significativa y durable de esta cantidad, por falta o por exceso, causa modificaciones profundas de las
condiciones de vida, y, por lo tanto, de la fauna y de la flora.
El aire aporta a los organismos vivos el oxígeno y, para las plantas, el carbono que les es indispensable. El
gas carbónico contenido en la atmósfera constituye un factor determinante del clima mundial. El exceso de
emisiones de gas (monóxido de carbono) a consecuencia del uso creciente de combustibles fósiles, pone el
clima en grado elevado de toxicidad y en peligro de recalentamiento con el consiguiente derretimiento de
los hielos y glaciares polares que desaparecerían bajo las aguas.
Existen en la atmósfera cantidades relativamente pequeñas de algunos gases, fundamentalmente: dióxido
de carbono (CO2), ozono (O3), vapor de agua, metano (CH4) y, recientemente el hombre ha añadido los
halocarburos (CFC).
Toda variación en el contenido de esos gases, ocasiona cambios en las temperaturas medias de la Tierra, o
sea que ésta puede calentarse o enfriarse, según sea el caso. Por ello se observa con preocupación el
incremento de la concentración de la mayoría de estos gases, y en particular el dióxido de carbono cuya
emisión excesiva se traduce en monóxido de carbono (CO) que como gas termoactivo se acumula en las
capas exteriores de la atmósfera, absorbiendo y remitiendo radiaciones infrarrojas que llegan desde la
Tierra haciéndolas rebotar hacia ella, produciendo el llamado "efecto invernadero". Estas emisiones
excesivas de monóxido de carbono se producen por el combustible quemado por motores (hidrocarburos y
carbón) y también el metano producido por las plantaciones de arroz. Los rayos solares, al tocar
originalmente la superficie terrestre, rebotan hacia la atmósfera y, por tanto, a causa del efecto
invernadero, vuelven a rebotar sobre la Tierra.
A ello se agrega que están siendo disminuidos los "sumideros" de dichos gases, es decir los lugares donde
esos gases son absorbidos, disminuyendo en parte el efecto invernadero.
Tales sumideros están formados, principalmente, por los bosques cuya tala achica los mismos y aumenta la
concentración de los gases.
El calentamiento de la atmósfera, el suelo y los mares afectan a los ecosistemas y a la vida humana, y
puede obligar a desplazamientos sustanciales de las áreas cultivadas y habitadas actualmente, con los
consiguientes severos trastornos económicos y sociales. Un efecto adicional del calentamiento global es el
derretimiento de los hielos polares y de glaciares en las montañas, lo que puede producir una suba del
nivel del mar, inundando islas y zonas costeras bajas.
Los rayos solares son indispensables para la vida porque asignan la fotosíntesis que permite a los vegetales
por medio de la clorofila fijar el carbono.
En la alta atmósfera una capa de ozono actúa como filtro que impide el paso de los rayos ultravioletas
hacia la biosfera evitando sus efectos nocivos para la vida.
Es un error corriente asociar este tema con el cambio climático (efecto invernadero). El debilitamiento de
la capa de ozono se produce por las emisiones al aire de ciertos gases contaminantes, aerosoles que
actúan sobre el ozono y pueden llegar a destruir este filtro natural por adelgazamiento de la capa del
mismo, impropiamente aludido como agujero de ozono.

B) Elementos bióticos: las especies

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

Las especies son los organismos vivos que pueblan nuestro planeta, comprendiendo millones de especies
de plantas, de animales y de microorganismos. Cada especie está compuesta de individuos que poseen
caracteres semejantes y son capaces de reproducirse y transmitir estos caracteres a sus descendientes.
Estos caracteres son determinados por un patrimonio genético propio de cada especie, o sea los genes que
portan los cromosomas de los individuos que forman parte de ella. Cuando una especie se extingue, su
patrimonio genético desaparece con ella.
La intensificación de las actividades humanas en el curso de los últimos decenios y, en particular, la
destrucción o la fragmentación de los hábitat naturales, que es su consecuencia, crea el riesgo creciente de
hacer desaparecer la diversidad genética de la biosfera.

2.- Los Recursos naturales: concepto y caracteres. Los recursos naturales, el ambiente y el derecho:
Consideración jurídica: como cosas o bienes, como objeto del derecho, como sujeto de derecho. Derecho de
la naturaleza y derecho natural.

Son recursos los distintos elementos de los cuales el hombre se sirve para satisfacer sus necesidades.
Podemos considerar tres clases de recursos:
 RECURSOS NATURALES
 RECURSOS HUMANOS
 RECURSOS CULTURALES

RECURSOS NATURALES: son conceptualizados como los bienes o medios de subsistencia que nos
proporciona la naturaleza y las fuentes que suministran dichos bienes; cosas que el hombre hace suyas y
transforma en bienes para la satisfacción de sus necesidades; o bien como bienes de la naturaleza, en
cuanto no han sido transformados por el hombre y puedan resultarle útiles.
Difieren de los “elementos naturales” en que éstos son todas las cosas que la naturaleza proporciona,
independientemente de la utilidad o aprovechamiento.
Es discutible la tradicional distinción de los recursos naturales en renovables, que son aquellos que se
reconstituyen periódicamente a través de procesos naturales de regeneración, con o sin la ayuda del
hombre; siendo los no renovables aquellos acumulados por la naturaleza a través de lentos fenómenos
geológicos o geoquímicos y que, una vez utilizados, no están más disponibles.
En tal clasificación reposa como supuesto básico la “permisividad” de la utilización irracional de los
recursos naturales (básicamente de los denominados renovables) fundamentada en su propia
característica ontológica.
La totalidad de los recursos naturales gozan de la característica de la agotabilidad, y la diferencia entre
unos y otros sólo está dada en virtud del mayor o menor lapso en el cual se produce su agotamiento.
Son recursos naturales:
 El suelo
 Los yacimientos mineros sólidos, líquidos (petróleo) o gaseosos (hidrocarburos y vapores
endógenos, aptos para producir energía)
 Los recursos hidráulicos, esto es, el agua en sus diversos estados físicos y condiciones de existencia.
 La flora silvestre, ya sea terrestre (bosques) o acuática.
 La fauna silvestre.
 El espacio aéreo, incluyendo el aire, el agua meteórica, las ondas hertzianas, la radiación solar y
cósmica y los gases de utilidad industrial.
 La energía, ya sea ésta hidráulica, mareomotriz, eólica, térmica o nuclear.
Con relación a la energía, considera Pigretti que ella es una cualidad que poseen algunos de los recursos
mencionados, por lo que no resultaría indispensable separarla del recurso que la provoca.

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

Los caracteres que presentan los recursos naturales son:


 AGOTABILIDAD: actual o potencial
 RESISTENCIA NATURAL A SU UTILIZACION: se manifiesta en los obstáculos que debe vencer el
hombre, mediante su trabajo, a fin de lograr explotarlos.
 INTERDEPENDENCIA: resulta como consecuencia lógica de que los recursos naturales son
componentes fundamentales de los ecosistemas, y existe significativa interdependencia entre los
elementos bióticos y abióticos de éstos. Toda modificación en uno de ellos provocará una
alteración en los restantes.
 DISTRIBUCION GEOGRAFICA DESPAREJA: el hecho de que estén repartidos por el mundo en forma
desproporcionada o desigual genera interdependencia entre las distintas regiones, que se
solucionan a través de acuerdos y cooperación internacional.
 INTERRELACION: los recursos están interrelacionados física y naturalmente dentro de la naturaleza.
 USO COLECTIVO: los recursos, en su mayoría, están afectados al uso colectivo
 CONTAMINABLES: los recursos naturales son muchas veces mal empleados por los hombres,
saturando con su explotación intensiva, la capacidad asimiladora y regeneradora de la naturaleza y
causando desastres ecológicos.

RECURSOS CULTURALES: son aquellos que surgen del hombre, ya sea de su capacidad creadora o de la
transformación que ellos hagan de los recursos naturales, producto de la actividad agraria, minera o
industrial.

RECURSOS HUMANOS: es el HOMBRE, que se sirve de los recursos naturales y crea a los culturales. Son los
que movilizan la energía acumulada en los recursos naturales.

Los recursos naturales, el ambiente y el derecho: Consideración jurídica: como cosas o bienes, como objeto
del derecho, como sujeto de derecho.

① El medio ambiente como sistema:

El medio ambiente es un conjunto de elementos vivos e inertes, naturales y artificiales que, pese a su
heterogeneidad, funcionan de modo integrado, conformando un sistema.

Analicemos esta caracterización:


Conjunto de elementos: el medio ambiente está compuesto por una pluralidad de elementos que
son reconocibles en su individualidad.
Elementos heterogéneos: algunos tienen vida (animales); otros sólo tienen existencia, son inertes
(montañas); algunos son naturales (plantas); otros son artificiales, en el sentido de construidos por
el hombre (edificios); algunos son materiales (agua); otros son inmateriales o ideales (la “belleza”
de un panorama).
Funcionamiento integrado: los elementos que componen el ambiente se relacionan según pautas
de “coexistencia y/o de convivencia”, conforme exista mero contacto o relación por proximidad
física o interacción.
Conformación de un sistema: la disposición “estructural” (considerando la forma en la que los
elementos se colocan) y las relaciones “funcionales” (considerando las interacciones que se
producen) permiten reconocer al conjunto como algo más que un agregado de elementos
heterogéneos, asignándole el status de “sistema”, caracterizado por su autonomía, la regularidad
de sus criterios de funcionamiento y su capacidad regenerativa. La disposición estructural del

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

conjunto y las relaciones funcionales que dentro de él se generan revela la importancia de sus
componentes, al punto que la alteración sustancian de alguno de ellos habrá de repercutir en el
conjunto.
Esta descripción no ha tenido el necesario correlato en el campo del derecho. Ello se debe, en parte, a la
heterogeneidad de los bienes concernidos en la caracterización del ambiente y a la incapacidad de la
ciencia jurídica para considerarlos más allá de sus encuadramientos tradicionales.

② Tipificación jurídica de los bienes conforme a la naturaleza:

El art. 15 CCCN establece que las personas son titulares de los derechos individuales sobre los bienes que
integran su patrimonio. A su vez, el art. 16 establece que esos derechos pueden recaer sobre bienes
susceptibles de valor económico. Los bienes materiales se llaman cosas. Las disposiciones referentes a las
cosas son aplicables a la energía y a las fuentes naturales susceptibles de ser puestas al servicio del
hombre.
Las cosas pueden ser muebles o inmuebles.
Son cosas muebles las que pueden desplazarse por sí mismas o por una fuerza externa.
Las cosas inmuebles pueden serlo por su naturaleza o por accesión:
1. Son inmuebles por su naturaleza el suelo, las cosas incorporadas a él de una manera orgánica y las
que se encuentran bajo el suelo sin el hecho del hombre.
2. Son inmuebles por accesión las cosas muebles que se encuentran inmovilizadas por su adhesión
física al suelo, con carácter perdurable. En este caso, los muebles forman un todo con el inmueble y
no pueden ser objeto de un derecho separado sin la voluntad del propietario. No se consideran
inmuebles por accesión las cosas afectadas a la explotación del inmueble o a la actividad del
propietario.

③ Tipificación jurídica de los bienes conforme a su titularidad:

El CCCN en el libro I, Título III, Capítulo I, Sección 2° tipifica a los bienes en relación a su titularidad:

BIENES DE DOMINIO PÚBLICO

Diez define al dominio público como “el conjunto de bienes, pertenecientes a personas jurídicas de
derecho público, que sean esenciales para la satisfacción de una función pública exclusiva de esa persona”
Para Marienhoff “dominio público es un conjunto de bienes que, de acuerdo al ordenamiento jurídico,
pertenecen a la comunidad política pueblo, hallándose destinados al uso público –directo o indirecto- de
los habitantes”.
Los bienes de dominio público y los bienes de dominio privado del Estado se diferencian por su finalidad y
por el sujeto-titular.
Respecto de la finalidad, los bienes de dominio público están “siempre” destinados “al uso público” –
directo o indirecto- de los habitantes, en tanto que los bienes de dominio privado regularmente se hallan
afectados “al uso privado” de sus titulares.
Respecto del sujeto-titular, en el caso de los bienes de dominio público es la “comunidad política pueblo”,
en tanto que en el caso de los bienes del dominio privado puede ser tanto el Estado nacional, provincial o
municipal, demás personas jurídicas o personas humanas.

Elementos:
Elemento objetivo: conjunto de bienes.

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

Elemento normativo o legal: no hay dominio público por naturaleza, sino que la declaración de
dominialidad depende de la voluntad del legislador, es decir, a través de una ley formal del
Congreso.
Elemento subjetivo: “pertenecen a la comunidad política pueblo”.
Elemento finalista: “hallándose destinados al uso público, directo o indirecto, de los habitantes”.

ARTICULO 235.-Bienes pertenecientes al dominio público. Son bienes pertenecientes al dominio público,
excepto lo dispuesto por leyes especiales:

a) el mar territorial hasta la distancia que determinen los tratados internacionales y la legislación especial,
sin perjuicio del poder jurisdiccional sobre la zona contigua, la zona económica exclusiva y la plataforma
continental. Se entiende por mar territorial el agua, el lecho y el subsuelo;

b) las aguas interiores, bahías, golfos, ensenadas, puertos, ancladeros y las playas marítimas; se entiende
por playas marítimas la porción de tierra que las mareas bañan y desocupan durante las más altas y más
bajas mareas normales, y su continuación hasta la distancia que corresponda de conformidad con la
legislación especial de orden nacional o local aplicable en cada caso;

c) los ríos, estuarios, arroyos y demás aguas que corren por cauces naturales, los lagos y lagunas
navegables, los glaciares y el ambiente periglacial y toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud de
satisfacer usos de interés general, comprendiéndose las aguas subterráneas, sin perjuicio del ejercicio
regular del derecho del propietario del fundo de extraer las aguas subterráneas en la medida de su interés
y con sujeción a las disposiciones locales. Se entiende por río el agua, las playas y el lecho por donde corre,
delimitado por la línea de ribera que fija el promedio de las máximas crecidas ordinarias. Por lago o laguna
se entiende el agua, sus playas y su lecho, respectivamente, delimitado de la misma manera que los ríos;

d) las islas formadas o que se formen en el mar territorial, la zona económica exclusiva, la plataforma
continental o en toda clase de ríos, estuarios, arroyos, o en los lagos o lagunas navegables, excepto las que
pertenecen a particulares;

e) el espacio aéreo suprayacente al territorio y a las aguas jurisdiccionales de la Nación Argentina, de


conformidad con los tratados internacionales y la legislación especial;

f) las calles, plazas, caminos, canales, puentes y cualquier otra obra pública construida para utilidad o
comodidad común;

g) los documentos oficiales del Estado;

h) las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos.

Caracteres:

Los bienes públicos del Estado son inenajenables, inembargables e imprescriptibles. Las personas tienen su
uso y goce, sujeto a las disposiciones generales y locales (art. 237)

BIENES DE DOMINIO PRIVADO

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

ARTICULO 236.-Bienes del dominio privado del Estado. Pertenecen al Estado nacional, provincial o
municipal, sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales:

a) los inmuebles que carecen de dueño;

b) las minas de oro, plata, cobre, piedras preciosas, sustancias fósiles y toda otra de interés similar, según
lo normado por el Código de Minería;

c) los lagos no navegables que carecen de dueño;

d) las cosas muebles de dueño desconocido que no sean abandonadas, excepto los tesoros;

e) los bienes adquiridos por el Estado nacional, provincial o municipal por cualquier título.

BIENES DE LOS PARTICULARES

ARTICULO 238.-Bienes de los particulares. Los bienes que no son del Estado nacional, provincial, de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires o municipal, son bienes de los particulares sin distinción de las personas
que tengan derecho sobre ellos, salvo aquellas establecidas por leyes especiales.

BIENES SIN DUEÑO

Son los bienes que el CCCN considera como susceptibles de apropiación.


Son susceptibles de apropiación:
1. Las cosas abandonadas
2. Los animales que son objeto de la caza y de la pesca
3. El agua pluvial que caiga en lugares públicos o corra por ellos.

④ El medio ambiente como universalidad jurídica:

La CSJN ha considerado a esta figura con relación a los establecimientos industriales. Se trata de bienes y
objetos inmateriales, que si son cosas muebles e inmuebles per se, integran, sin embargo, una comunidad
patrimonial absorbida por la afectación funcional de valores y efectos económico-sociales indisolubles
entre sí.
Considerar al medio ambiente como una universalidad no supone invalidar las regulaciones específicas
sobre alguno de los elementos, sino que la integración de estos al conjunto, le otorgue una significación
distinta a la original.

⑤ El medio ambiente como objeto y como sujeto de derecho:

La crisis ecológica ha develado una relación moral con la naturaleza, por lo que se hace necesario analizar
las distintas propuestas que se formulan en torno a la comprensión del hombre consigo mismo y con el
mundo que lo rodea.

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

La modernidad transformó la naturaleza en una super-naturaleza, haciendo del hombre el centro del
mismo, su dueño. Este dualismo ha llevado a la pérdida del vínculo con la naturaleza y al desconocimiento
de los límites del hombre, llegando a la desmesura e irresponsabilidad. El protagonismo del hombre y el
antropocentrismo consiguiente han servido de soporte a un modelo de ética en el que difícilmente encajen
los planteamientos y soluciones que la crisis ecológica requiere.
En este sentido el hombre comprende a la naturaleza como material apropiable, como un OBJETO. Se
reconoce una superioridad del hombre sobre todo lo creado, la naturaleza se encuentra subordinada a la
voluntad del hombre, quien dispone de ella en función de sus necesidades y de sus posibilidades técnicas
de apropiación.
Hoy en día algunos pensadores proponen un cambio de tal perspectiva, la naturaleza como fuente de toda
racionalidad y de todo valor: no es la tierra la que pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la
tierra. El hombre deja de ser la medida de todas las cosas, la medida se extiende al universo entero,
ensanchando el círculo. En tanto que elemento de ese conjunto vivo, cada especie, cada paisaje, cada
proceso posee un valor intrínseco, lo que desde el punto de vista jurídico supone el reconocimiento de una
personalidad y el conferimiento de derechos subjetivos.
El holismo sustituye al individualismo y el monismo al dualismo, lo que explica el desplazamiento del
hombre a las cosas, del espíritu al ser vivo, de las leyes de la sociedad a las leyes de la Naturaleza, de
manera tal que quedaría consagrada la igualdad de derechos de todos los miembros de la comunidad
jurídica natural.
En esta nueva perspectiva se considera a la naturaleza como un orden pre-existente al hombre y del cual
este no es dueño sino custodio. Las cosas y seres vivos deben ser respetados por su calidad de tales y
también por su carácter de miembros de la comunidad.
El cambio que se propone es hacer de la Naturaleza, tradicionalmente considerada como OBJETO de
derecho, sometida a todo tipo de explotación, un SUJETO de derecho; pasar de una concepción
antropocéntrica a una concepción ecocéntrica.

Derecho de la naturaleza y derecho natural.

3.- Derecho Agrario y Derecho Minero: Concepto. Definiciones. Contenido. Denominaciones. Codificación.
Antecedentes históricos y orígenes del Derecho Agrario y Minero.

DERECHO AGRARIO

El derecho agrario es el orden jurídico que rige las relaciones sociales y económicas, que surgen entre los
sujetos intervinientes en la actividad agraria.

La expresión “derecho agrario” implica la conjunción de dos conceptos fundamentales: el de derecho y el


de agrario.
Por derecho se entiende a todo orden normativo y coactivo, tendiente a regular la conducta humana
dentro del grupo social, y agrario significa, la tierra con aptitud productiva y a toda actividad vinculada con
la producción agropecuaria.
En lo “agrario” se destacan dos factores: estático, referido al lugar o ámbito fuera del sector urbano; y el
otro, dinámico, es decir, el suelo como objeto susceptible de producción, mediante una actividad técnica
especializada. Es decir, en el factor dinámico existen dos elementos activos: el suelo y los animales

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

susceptibles de producción (elemento natural) y una actividad laboral y técnica (elemento humano).
Ambos por igual contribuyen a la producción, lo cual constituye la principal característica de lo agrario.
El elemento humano se relaciona con la naturaleza por múltiples motivos intencionales, que responden
siempre a fines determinados.
Surgen de este modo las “relaciones funcionales”, y que en el caso que nos interesa se manifiesta a través
del trabajo, motivado por la necesidad de producir, con fines de índole económica y referida también a
valores económicos y sociales.
La relación funcional hace surgir el nexo vinculatorio entre un sujeto con otro sujeto o conjunto de sujetos,
pero siempre referido a una cosa o servicio de índole rural, o sea la relación jurídico-agraria.

Presenta caracteres propios y definidos que lo perfilan como una rama de derecho autónoma:
 La naturaleza de sus normas, que lo configuran como un derecho tuitivo, en el que se manifiesta de
modo notable, la tendencia de defender y proteger, tanto el factor natural como el humano,
dentro del ámbito rural.
 Los intereses que protege en el orden económico social, responden a fines concretos y de índole
peculiar, determinados por el ciclo biológico, característico de la producción agropecuaria.
 La peculiaridad de sus normas, que al regular la actividad agraria, deben respetar y garantizar a un
tipo definido de producción, en el que interviene la acción humana, de manera conjunta y
estrechamente relacionadas.
 El aspecto publicístico del derecho que asume en esta rama jurídica un papel muy importante, no
sólo porque la producción agropecuaria es de interés público, sino porque la misma incide en la
alimentación del pueblo y en el abastecimiento de materias primas fundamentales, tanto para el
comercio como para la industria.
 Ser un factor de promoción y progreso, ya que mediante sus normas se orienta y regula la actividad
estatal y privada para lograr la habilitación de nuevas tierras, la división de las extensiones
superficiarias inexplotadas o la concentración de predios exclusivamente reducidos o de
explotación antieconómica.
 Contiene normas que se aplican a un ámbito determinado por razón del destino específico que se
da a la tierra productiva o con aptitudes productivas ubicadas fuera de los centros urbanos.
 Presenta influencias regionales definidas, por cuanto las costumbres locales desempeñan un papel
importante en la aplicación de sus normas.
 Está influenciado por la economía, la sociología y la política, debido a que la producción
agropecuaria y las modalidades de la vida rural, están estrechamente vinculadas entre sí.
 Es de índole existencial, no de naturaleza abstracta y genérica, por cuanto sus normas se aplican a
relaciones entre sujetos cuyos intereses se caracterizan por ser concretos y referidos siempre a
personas y bienes vinculados con la producción.

Definiciones.

A la variable histórica debemos agregar también la geográfica, ya que según las realidades naturales,
climáticas y fitozoo-geográficas, por un lado, y por otro, las sociales, económicas y políticas de cada región,
las definiciones varían.
Podemos mencionar las siguientes:

Complejo de normas, sean de derecho privado o de derecho público, que regulan los sujetos, los bienes,
los actos y las relaciones jurídicas pertenecientes a la agricultura (Arcangeli, Italia)

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

Conjunto autónomo de preceptos jurídicos que recaen sobre las relaciones emergentes de
toda explotación agropecuaria, establecidos con el fin principal de garantizar los intereses
de los individuos o de la colectividad derivados de aquellas explotaciones (Mugaburu,
Argentina)

Posteriormente, como consecuencia de la identificación del derecho agrario con la empresa agraria ha sido
definida por Maroi en el sentido de que “el derecho agrario es el derecho de la empresa agraria”
Otras definiciones ponen el acento en el sujeto y de este modo para Bassanelli es “el derecho del
empresario agrícola, el derecho de la agricultura”
Con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, la sanción del código italiano cuyo punto central se ha
constituido por la noción de empresa parte de la doctrina italiana define e identifica al derecho agrario
como el derecho de la empresa agrícola.
Partiendo de la noción de empresa algunos autores, principalmente españoles, señalan el paralelismo de
nuestra materia con el derecho comercial, en el sentido de ser ambos un derecho profesional, negando
que la cedula sea el predio o el fundo o la hacienda, afirmando que la empresa entendida como actividad
profesional es lo que caracteriza al derecho agrario y, de este modo, Luna Serrano lo configura como el
derecho del empresario agrícola diciendo que “es una actividad profesional consistente en la explotación
agraria ejercida sobre bienes privados productivos de prevalente interés social”

Carrozza considera que es difícil encontrar una definición que satisfaga totalmente. Señala que un primer
grupo de definiciones conciben al derecho agrario como el derecho de la agricultura; un segundo grupo se
identifica con la concepción del fundo institución; y un tercero, utiliza la noción de empresa.
Este autor sostiene que la gran variedad de definiciones permite una clasificación, ya que los criterios
adoptados serian los siguientes:
a) La noción de agricultura
b) La propiedad
c) La empresa
d) La actividad
e) Los bienes
f) El sujeto
g) Definiciones mixtas y atípicas

Carrozza finaliza el examen crítico de las definiciones proponiendo adoptar una definición corta según la
cual “el derecho agrario es el derecho de la agricultura”, aunque tiene el defecto de definir un concepto de
agricultura que falta determinar, y ello obliga a una idea más amplia: “el complejo ordenado y
sistematizado de los institutos típicos que regulan la materia agricultura sobre el fundamento del criterio
biológico que lo distingue”.
Las características fundamentales de esta definición consisten en la referencia al sistema, la sustitución de
los principios generales propios y exclusivos por los institutos típicos, como complejo homogéneo de
normas conectadas, y finalmente porque el objeto del derecho agrario coincide con la agricultura, pero
explicando que ésta consiste en toda actividad agrícola. Cree que la interpretación justa de la actividad
agrícola está compuesta de la concepción que él llama “agrobiológica”, porque se funda en el
desenvolvimiento de un ciclo biológico inherente a la vida de un ser vegetal o animal.

Sanz Jarque lo define como el “conjunto de normas que regulan cuanto se refiere a la propiedad y a la
tenencia de la tierra, a la explotación y a la empresa agraria y al continuado cumplimiento de los fines de
las mismas, mediante una adecuada y permanente acción de reforma; todo ello en el ámbito de la
ordenación del territorio y el objeto inmediato de la defensa del agricultor, la producción de alimentos

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

vegetales y animales suficientes, a la estabilidad social, el desarrollo y mantenimiento del equilibrio


ecológico, mediante la conservación de la naturaleza y el aprovechamiento racional de los recursos
naturales renovables”.

Ballarín Marcial lo define como “sistema de principios y normas que regulan el suelo rustico y las empresas
dedicadas a las producciones, alimentarias o no, basadas en la tierra o en producciones sin tierra de
carácter alimentario, por la aplicación en ambos casos de procesos biológicos controlados por el hombre ;
las que persiguen las de las estructuras agrarias y aquellas que inciden en la transformación,
comercialización y consumo de los productos agroalimentarios para el logro de los siguientes fines:
a) Que la propiedad de la tierra cumpla su función social
b) Asegurar los abastecimientos
c) Adecuar la oferta a la demanda
d) Favorecer el juego del mercado, tanto nacional como internacional
e) Mejorar la productividad
f) Conservar los recursos naturales renovables, defendiendo el medio ambiente.

Pastorino destaca la definición de Vivanco, quien decía que el derecho agrario es:

Orden jurídico que rige las relaciones sociales y económicas, que surgen entre los sujetos
intervinientes en la actividad agraria con referencia a objetos agrarios y con el fin de
proteger los recursos naturales, fomentar la producción agropecuaria y asegurar el
bienestar de la comunidad rural.

La referencia a las relaciones sociales y económicas está dada por la concepción de Vivanco que veía al
derecho agrario como un instrumento para plasmar los fines de la política agraria que eran, precisamente
sociales (vinculados con el desarrollo de la comunidad), económicos (relacionados con el fin último de la
agricultura que es el de generar riquezas) y conservativos (referidos a la necesidad de que la actividad se
haga bajo reglas racionales de conservación de los recursos naturales para que éstos conserven su
capacidad productiva).

Contenido.

El derecho agrario comprende:


 DERECHO DE LA AGRICULTURA: más que de agricultura se debe hablar de actividad agraria, porque
el origen de la palabra agricultura hace pensar en el cultivo, es decir, el trabajo sobre plantas, lo
que excluye la cría de animales. El concepto de actividad agraria es bastante impreciso. Por muchos
años las actividades típicas eran la agricultura extensiva en campos abiertos y la ganadería. En las
últimas décadas muchas técnicas han cambiado. A su vez se agregan los cultivos de selección que
requieren de poca superficie o que se realizan con una tecnificación tal que parece perderse la
imagen del campesino para acercar estas nuevas agriculturas a modernas empresas tecnológicas
industriales.
A ello hay que agregar el problema de la forestación. Además, para una gran parte de la doctrina
internacional y de muchos ordenamientos jurídicos, el derecho agrario no regula todo acto de
cultivo o cría, sino aquellos realizados en forma organizada y con miras al mercado.
Por otra parte, en distintos ordenamientos se tiende a incluir algunos institutos jurídicos que, si
bien pueden estar íntimamente relacionados, no regulan expresamente la actividad agraria, como
el caso de las creaciones fitogenéticas.

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

 DERECHO DE LAS COSAS O DE LOS BIENES AGRARIOS: fundamentalmente es vista como la


regulación del fundo, de los productos agrarios, como si se tratara de una colección de regulaciones
de bienes distintos. En el último tiempo el derecho agrario se ha enriquecido con el régimen
internacional de los productos agrícolas, que ya no están en manos de sus productores; por lo
tanto, se alejan de la concepción tradicional del derecho agrario como regulación de la actividad o
de la empresa agraria.
Así, los ordenamientos internacionales, por encaminarse a la regulación de la circulación de bienes,
tienden a asimilarse más a un derecho sobre las cosas o bienes agrarios más que a la actividad
esencial que los produce.
 DERECHO DE LA PROPIEDAD DE LA TIERRA: esta idea tiene un gran desarrollo en América Latina y
otros países en los que se ejercitó la reforma agraria. Especialmente el fundo fue sostenido por
mucho tiempo como el objeto central de regulación. Pero no es el fundo el único objeto agrario
regulado por nuestra disciplina, ya que también existen regulaciones respecto de los sujetos
agrarios y a la actividad desarrollada por éstos.
 DERECHO DE LOS CONTRATOS AGRARIOS: estos adquieren un régimen jurídico específico en miras
a las necesidades de la producción. El avance de la actividad agraria, su modernización, hizo ampliar
el abanico de los que se llamaron tradicionalmente contratos agrarios, para incorporar todos
aquellos contratos que sirven a la actividad, se refieran o no al fundo.
 DERECHO DE LA ACTIVIDAD Y DEL EJERCICIO DE LA AGRICULTURA EN FORMA DE EMPRESA: la idea
de empresa, como organización bajo criterios de profesionalidad y de economicidad, supera el
criterio estático del fundo. En una economía con función social, el derecho no puede amparar la
propiedad de la tierra cuando es utilizada en forma especulativa, sino que debe priorizar los fines
de orden público que esa tierra puede ofrecer.
 DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES O DE LA NATURALEZA: el uso fundamental de tres
recursos naturales: agua, suelo y la matriz biológica de la actividad agraria, hizo ver al derecho
agrario con una vocación por la protección de tales recursos. Es clara la relación íntima de los
recursos naturales con la actividad agraria, como también es evidente la conexión entre uso y
aprovechamiento y conservación de los recursos y el ambiente.
 DERECHO DEL TERRITORIO: para Carrozza el pasaje del “fundo” –que representa el territorio de
cada una de las empresas y simboliza la prioridad del dominio individual- al “territorio” –que
pertenece al pueblo- pareciera ser apto para explicar el paso de lo privado a lo público. Tal pasaje
se produce, en primer lugar, a través de las necesarias intervenciones estatales para el
reordenamiento fundiario ante la pulverización de la propiedad; luego, por el necesario
ordenamiento territorial, que debe hacerse para ubicar cada actividad en las zonas potencialmente
más aptas.
 DERECHO AGROALIMENTARIO: la relación entre actividades primarias y actividades de
transformación y comercialización se hace cada vez más estrecha. Esta idea está haciendo regular la
actividad agraria bajo la idea de cadena de producción, donde se analiza el producto agrario, a
través de los sucesivos pasos, hasta llegar al consumidor. Cada eslabón debe articularse con el otro
en forma sincronizada y armónica.

Codificación.

La legislación en la colonia:

Durante el régimen colonial, y aun en el periodo que media entre la Revolución de Mayo (1810) y la
organización nacional lograda con la sanción de la Constitución (1853), fueron numerosas las disposiciones
dictadas por los sucesivos gobiernos para regular y resolver los problemas de la campaña en el interior del

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

país, disposiciones que generalmente emanaban de los cabildos (mientras estos existieron),
preferentemente en lo concerniente a la explotación pecuaria, a la posesión y propiedad de los animales,
las marcas del ganado, la reglamentación de las vaquerías, el uso del agua y de los bosques, pastos y
rastrojos, la apropiación de los frutos espontáneos de la naturaleza, la regulación del dominio de las
tierras, el trabajo rural para las tareas agropecuarias, el control de la vagancia en los campos, y todo lo que
constituía un derecho real heterogéneo y embrionario.
El derecho rural, si bien es una formación jurídica moderna, ha tenido su razón de ser en los tiempos de la
dominación española.
En el Río de la Plata se puede observar que es una rama vigorosa del derecho indiano, especialmente en
esas regiones dedicadas a la ganadería y la agricultura.

La Constitución Nacional de 1853-1860 y los códigos rurales:

La reforma de la Constitución en 1860, que permitió la incorporación de la provincia de Buenos Aires a la


Confederación, estableció en el art. 67 inc. 11, que corresponde al Congreso de la Nación el dictado de los
códigos civil, comercial, penal y de minería, sin que tales códigos alteraran las jurisdicciones locales,
correspondiendo su aplicación a la Nación o a las provincias, según que las cosas o personas se
encontraran en sus respectivas jurisdicciones.
Resulta de esta importante clausula que en ella no se enumeraba entre los códigos que el Congreso de la
Nación debía dictar, al Código Rural.
El art. 108 otorgaba a las provincias las facultades de dictar los códigos enumerados precedentemente
mientras el Congreso de la Nación no los hubiera sancionado.
Los preceptos constitucionales mencionados explican que el entonces ministro de gobierno de la provincia
de Buenos Aires consultara a una comisión de hacendados para que informara acerca de los aspectos del
quehacer rural, teniendo en vista la preparación de un código sobre tal materia, habida cuenta de las
desordenadas y a veces contradictorias disposiciones dictadas por los cabildos y las autoridades que los
reemplazaron. Ya antes, durante la tiranía de Rosas, se había anunciado en el mensaje dirigido a la
legislatura provincial (1837) la sanción de un Código Rural que nunca se concretó.
Durante el gobierno de Mariano Saavedra, siendo Acosta su ministro de gobierno, se encomendó a
Valentín Alsina la redacción de un código para la provincia “teniendo en cuenta la necesidad de
salvaguardar los intereses de la campaña bonaerense mediante un código rural que determinara los
derechos y obligaciones respectivos, para cortar los abusos e inconvenientes que retardan el progreso.

El Código Rural de Alsina para la provincia de Buenos Aires (1865):

Fue aprobado por la legislatura el 31 de octubre de 1865, promulgado en noviembre del mismo año como
ley 469 y comenzó a regir en la provincia seis meses después, es decir, el 6 de mayo de 1866.
Nos encontrábamos frente a un nuevo código que, por la naturaleza de los negocios que regulaba y por las
fuentes en que se inspiraba, podía ubicarse en un campo opuesto al mercantil.
En materia rural no había doctrina, y por ello las mejores soluciones posibles eran conocidas por los
hacendados, agricultores y estancieros de la campaña que serían los futuros destinatarios de sus normas.
Se careció por completo de todo modelo para imitar. Las escasas fuentes que pudiera ofrecerle el derecho
comparado eran de poca utilidad por la enorme diferencia que existe entre nuestra campaña y la
extranjera.
El código constaba de “disposiciones generales”, 4 títulos; estaba dividido en secciones, que dedicaba a la
ganadería, labranza y a la policía rural.
En las disposiciones generales se expresa que “código rural es el conjunto de disposiciones referentes a las
personas rurales y a la propiedad rural. Esta definición importa un error pero al mismo tiempo debe
reconocerse que el codificador del siglo pasado no podía lograr una caracterización más acertada.

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

En el art. 2 se establece el concepto de persona rural, entendiendo por tal al dueño, arrendatario, poseedor
o principal administrador de un establecimiento de campo que resida habitualmente en él, e igualmente sus
dependientes y asalariados. Resulta evidente que la calificación del sujeto rural en razón de su residencia
en el campo no resiste el menor análisis, pues bastaría que no resida en él para que sus disposiciones no le
alcancen.
Es también imprecisa la definición de la propiedad rural en cuanto dice que consiste en bienes raíces,
muebles o semovientes, existentes o radicados en estancias, chacras, quintas, granjas y en general fundos o
predios rústicos establecidos fuera de los arrabales o de las plantas urbanas.
El código regula con acierto y en forma adecuada las características propias de la explotación ganadera,
como también la labranza, las cercas y las disposiciones comunes a la ganadería y a la agricultura,
incursionando incluso en materia penal en cuanto define el abigeato y el hurto de semovientes. También
es interesante destacar la caracterización del trabajo agrario, definiendo al patrón rural como aquel que
contrata los servicios de una persona en beneficio de sus bienes rurales, y al peón rural como aquel que los
presta mediante cierto precio o salario. Establece la obligatoriedad de la forma escrita del contrato.

Código rural para los territorios nacionales (1894):

Más de la mitad del territorio del país, a la época de la sanción de este cuerpo normativo, estaba
organizado en territorios nacionales en los que el Congreso de la Nación era competente para dictar la
legislación local, es decir, aquella que dictan las provincias. Por ese motivo, muchas leyes agrarias
nacionales, especialmente las relativas a los recursos naturales, fueron sancionadas disponiendo un
régimen de adhesión, pero teniendo en vista la necesidad de legislar en tales territorios.
Siguiendo el sistema y la temática comunes a los códigos rurales provinciales, es notorio el interés principal
por reglar el problema de la tierra pública y la colonización de los territorios y la introducción de la
temática de los recursos naturales. Respecto al primer punto, es obvio que así sea, ya que se trataba de
territorios que no alcanzaban la madurez jurídica precisamente por estar despoblados.
Siendo sus gobernadores agentes del gobierno federal, naturalmente el código estaba encaminado a reglar
el modo en que estos agentes debían comportarse respecto al patrimonio del Estado. Vale recordar que
para 1894 la tierra tenía un valor distinto al del tiempo de la sanción de la Constitución y que había sido
sancionada la LEY AVELLANEDA sobre tierras públicas.
Con respecto al tema de los recursos naturales, se impone a los gobernadores “la guarda, conservación y
fomento de los bosques en terrenos fiscales”. Es un dato histórico remarcable de la inescindencia de los
recursos naturales y la actividad forestal en el contenido del derecho rural y luego agrario de la Argentina.
Después empieza el título II dedicado a la caza y pesca.
Luego se creaba un fondo para puentes y caminos. Seguía luego una sección vinculada a la agricultura que
comenzaba con una norma de fomento a las plantaciones de olivos, viñedos, árboles frutales, etc. La ayuda
consistía en la exención de impuestos territoriales.
También se regulaba el uso del agua, estableciendo que, de todos los usos, el uso agrícola era preferencial.
El código de Víctor Molina o Código Molina terminaba con normas de policía rural.

Código rural para la provincia de Buenos Aires de 1970:

Se sostiene en los fundamentos que acompañan a este proyecto que ha sido preocupación de la comisión
redactora lograr un preciso tratamiento para los recursos naturales, “con la certidumbre de que
constituyan una de las bases de la evolución agraria”.
El código se divide en 3 libros que se refieren sucesivamente al suelo, fauna y flora y al régimen de
utilización del agua y de la atmosfera, precedidos de un título preliminar.

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

El proyecto fue enmarcado en un conjunto jurídico que pretendía no sólo responder al derecho agrario,
sino también al derecho entonces reciente de los recursos naturales, abarcando la regulación de la
naturaleza tanto para el productor como para el no productor.
A las materias tradicionales se agregan otras más recientes como la reglamentación de la unidad
económica y la protección del suelo. En el libro III se regula el uso agropecuario del agua.

El anteproyecto de código rural para la provincia de Santa Fe (1994):

El proyecto fue presentado en la cámara de diputados de la provincia y tuvo despacho favorable de la


Comisión de Agricultura, no obstante, no fue tratado por la cámara.
Su título preliminar evidencia un punto de vista distinto al de los códigos vigentes en cuanto se inspira en
las modernas corrientes doctrinarias del derecho agrario al incorporar la categoría de empresa para reglar
la actividad económica, y también la doctrina basada en el criterio agrobiológico, con el que se reconstruye
el derecho agrario moderno sobre el esquema empresa-propiedad.
La actividad agraria se entiende como la industria genética consistente en el desarrollo de un ciclo
biológico, vegetal o animal, ligado directa o indirectamente al disfrute de las fuerzas o recursos naturales,
que se resuelve económicamente en la obtención de frutos destinados al consumo directo, previa una o
múltiples transformaciones, o su comercialización cuando resulte del ejercicio normal de la agricultura.
Se define al empresario agrario como aquella persona física o jurídica que realiza de un modo profesional
una actividad económica, organizando los elementos constitutivos de la hacienda cuya titularidad posee,
en virtud de un derecho real o personal, asumiendo los riesgos y dirigida a la producción y circulación de
los frutos y productos destinados al mercado.
El empresario deberá explotar el fundo en forma racional y eficiente.
Al título preliminar le siguen 6 libros divididos cada uno de ellos en títulos y capítulos; el libro primero se
refiere a la propiedad fundiaria; el libro segundo se ocupa de la propiedad forestal, incluyendo la
clasificación de los bosques; el libro tercero se ocupa de las marcas y señales; el libro cuarto refiere a flora
y fauna; el libro quinto, a la policía sanitaria, animal y vegetal; y el libro sexto, al registro de los empresarios
agrarios, a la calidad de los productos.

La legislación agraria en la Argentina: el problema de la codificación:

La CN no contenía normas específicas de derecho agrario, lo que motivó que Alberdi explicara que la
agricultura no había sido objeto de especiales garantías por constituir la única industria permitida bajo el
antiguo régimen, haciendo innecesario emanciparla, deduciéndose que el derecho constitucional de
argentina se reducía a la no-intervención reglamentaria y legislativa y que organizar la agricultura en la CN
implicaba organizar la libertad.
Sancionada la CN el próximo paso era el de modificar la legislación colonial imperante.
Pero constitución y codificación no resultaban para todos conceptos necesariamente unidos y así se
enfrentaron Vélez y Alberdi, para quien sólo era conveniente una reforma por leyes sueltas por entender
que un sistema rígido podía trabar la vida de quienes debía regir. Fueron las ideas codificadoras las que
terminaron prevaleciendo.
En cuanto a la actividad agraria el CC omitió toda regulación a la materia; lo que se explica porque en aquel
momento no existía el problema del colono con un inmenso territorio apenas poblado y métodos de
laboreo de la tierra simples y de escaso rendimiento. Recién con la inmigración europea la agricultura toma
impulso y se producen los grandes cambios en la explotación de la tierra, planteándose entonces el
problema de la ausencia de normas específicas para la agricultura y la inconveniencia de aplicarle la
normativa común.
El movimiento codificador agrario, surgido después de la revolución francesa, produjo códigos que no
alcanzaron a constituir un sistema completo, siendo después de la primera guerra y en consonancia con el

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

desarrollo adquirido por el derecho agrario en el campo doctrinal y legislativo que vuelve a plantearse la
cuestión.
En la argentina las opiniones favorables en torno a la codificación del derecho agrario partían de las voces
más autorizadas. Pero el camino elegido por el legislador argentino ha sido el de las leyes especiales.
Partiendo de la base de que un código (o al menos los textos únicos) requiere previamente la identificación
de un principio aglutinante de carácter y alcance general que sirva para identificar y seleccionar los
institutos a incluirse en el mismo, será la noción de agrariedad la que cumpla con esta función, pero dada
la importancia adquirida por el instituto de la empresa éste podrá utilizarse como criterio uniforme y punto
de partida para lograr dicho ordenamiento.
La observancia de estas premisas hará posible la sistematización ordenada y metodológica del derecho
agrario. En argentina se ha cumplido en parte con una labor previa de ordenamiento legislativo, lo que
habilita a comenzar con la codificación de nuestro derecho.
Dado el desorden legislativo producido por la reforma del estado, en lo que a agricultura se refiere, con la
consecuente inseguridad jurídica, un código que reúna toda la legislación agraria resulta necesario,
permitiendo además liberar al derecho agrario de la influencia perturbadora que sobre él pretenden
ejercer el derecho civil, el comercial, el derecho de los recursos naturales y el ambiental, lo que se traduce
en un deterioro constante de su autonomía.

Antecedentes históricos y orígenes del Derecho Agrario

Podemos identificar distintas etapas:

① ETAPA DEL DERECHO RURAL: se vincula con los inicios de la colonización que está fuertemente
condicionada por las características naturales de la región del Plata y que sólo permitieron subsistir a la
colonia sobre la base de la cría extensiva de ganado, especialmente vacuno, y la manufactura del cuero.
Los primeros antecedentes jurídicos agrarios nacidos en nuestra tierra se vinculan a problemas con el
ganado dando lugar a la disputa por la determinación de la caballada cimarrona como res nulius. La
decisión se confirma por cedula real en 1596. En ese interín, nace una típica institución del derecho agrario
argentino que se proyecta hasta nuestros días, cuando se registran las primeras marcas. Pocos años
después, en 1610, se encuentra el primer antecedente de lo que sería la policía sanitaria; se trata de la
primera prohibición de tener animales en la ciudad por cuestiones de higiene y también para prevenir
daños a los vecinos.
Otro antecedente lo proporciona el derecho indiano. El sistema de distribución de tierras era a través de
mercedes, destinadas a ser explotadas. Estas llevaron al poblamiento de las primeras provincias. Durante
los primeros gobiernos patrios se intentó con la enfiteusis incentivar una posesión basada bajo esquemas
más individualistas y, a través de ambas, se consolidó la estancia como organización productiva y también
social.
La estancia dista mucho de la idea de la empresa agraria. La estancia argentina del siglo XIX representa un
modelo de producción rudimentario donde se recogía lo que crecía prácticamente solo, beneficiado por
buenas pasturas naturales.
El desarrollo de la ganadería, favorecida por la exportación de cueros y luego de tasajo (carne secada con
sal y al sol), permitió paulatinamente el desarrollo de otras actividades pecuarias y también de la
agricultura, fundamentalmente cuando se empieza a exportar carne. Así se inicia la búsqueda del
mejoramiento de la calidad a través de cruzas y mejores pasturas. Nacen para estos fines los cultivos de
grandes extensiones de alfalfa, y también maíz, lino y cebada.
Es necesario mencionar dos datos relevantes consolidados con la sanción de la constitución de 1853:
inmigración europea y colonización y población del territorio. Estos datos sustentan la primera política

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

agraria nacional propuesta por Juan Bautista Alberdi en sus Bases, y continuada por Sarmiento y
Avellaneda.
Desde el punto de vista del derecho agrario lo aglutinante seguía siendo la visión bucólica de la ruralidad.
Lo rural se presenta como lo contrario a lo urbano, sin distinguir la naturaleza de las actividades que se
desarrollan.
También con el nombre de derecho rural se fundaron las primeras cátedras universitarias.

② ETAPA DE LA LEGISLACION AGRARIA: comienza en las primeras décadas del siglo XX y es consecuencia
de grandes transformaciones en el campo social, económico, ideológico y político.
El eje de observación varía de lo estático rural a lo agrario visto con dimensión social, como actividad
productiva que el derecho debe ordenar para el adecuado encuadramiento de las relaciones económicas y
sociales de los sujetos intervinientes.
Se dictan distintas leyes, algunas son de orden público. Tocan un aspecto de la actividad vinculado con
cuestiones sociales y económicas y, por otro lado, con las finanzas y economía del propio país. Su gestación
está signada por la protesta social, la movilización y la organización gremial de los sectores involucrados.

③ EL INICIO DEL DERECHO AGRARIO CIENTIFICO: se vincula con el intento doctrinario por sistematizar
esta novedad legislativa. Algunos autores son reconocidos por sus aportes científicos: Vivanco, con su
Introducción al estudio del derecho agrario; y Ringuelet y Carrera, difusores de la Teoría Agrobiológica.
Para Ringuelet la agricultura se fundamenta en dos ciencias: la biología y la ecología. La teoría
agrobiológica considera a la agricultura como un aprovechamiento de los recursos naturales renovables,
que ofrecen el suelo y el clima, por medio de una planta que el hombre cultiva para su provecho.
El derecho agrario se estructura en este periodo bajo el concepto de actividad agraria, actividad
desarrollada en forma organizada.
Los años cuarenta a sesenta son los años de oro del derecho agrario argentino. El instituto de los contratos
agrarios se independiza del texto del código civil.

④ LA LEGISLACION DE LOS RECURSOS NATURALES: los recursistas, entre los más destacados Guillermo
Cano y Eduardo Pigretti, proponían la creación de una nueva orientación bajo el nombre de legislación de
los recursos naturales.
Partiendo del principio de la interdependencia de los recursos naturales, entendían que era conveniente
un tratamiento legal integrado y omnicomprensivo de todos los recursos que unificara institutos comunes
a muchos de ellos, consintiera la formulación de principios, y la jerarquización de los recursos entre sí y de
los distintos usos entre sí. Desde esta perspectiva se simplificaba al derecho agrario como si fuera el
derecho del uso de la tierra y se lo pretendía incorporar dentro del nuevo esquema.

⑤ LA CUESTION AMBIENTAL Y LAS RELACIONES CON EL DERECHO AGRARIO: el ecosistema pasa a


constituir el verdadero objeto de estudio de la ecología. Se descubre la intima relación entre cada uno de
los recursos naturales entre sí, lo que sostiene el principio de la interdependencia. En la década de 1970,
una nueva evolución del concepto hace ver al hombre dentro de ese ecosistema. Se incorporan por esa vía
los conflictos sociales y entonces toma cuerpo la cuestión ambiental como la vemos hoy. La Conferencia de
Estocolmo de 1972 representa esta nueva concepción y nace la nueva disciplina del derecho ambiental.
Toda la actividad agraria se ha visto modificada y redimensionada en el último tiempo por la cuestión
ambiental. El deterioro de los recursos naturales y la contaminación se han hecho visibles.
Por su especial visión de la relación entre lo agrario, los recursos y el ambiente, Vivanco logró, como titular
de la cátedra de la universidad de La Plata, que se siga enseñando la materia bajo su nombre originario y
ampliando los contenidos programáticos a los recursos con incidencia en la actividad agraria y al ambiente
como condicionante de ésta y como receptor, también, se sus impactos.

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

En la Universidad Nacional del Litoral y en la Católica de Santa Fe, también se siguió enseñando con el
nombre de derecho agrario.

⑥ DERECHO AGRARIO MODERNO: el nuevo surgimiento del derecho agrario viene de la mano de una
nueva perspectiva; la quienes preocupados por los temas ambientales replantean el objeto agrario desde
sus tradicionales concepciones y doctrinas, pero con el ánimo de aportar soluciones a estos nuevos
desafíos. Así se identifican los problemas ambientales que afectan la actividad agraria y los modos para
producir dentro de un esquema de desarrollo sostenible. En lo que hace a la actividad, ella será tratada por
los principios agraristas; pero el ambiente también ha generado principios jurídicos e institutos propios que
se entrelazan con aquellos.
La relación derecho agrario-ambiente empezó a encuadrarse en nuevos cánones a partir de una visión
transversal del ambiente respecto al derecho y sus ramas. Comenzó a hablarse de un derecho agrario
ambiental que estudia las relaciones positivas y negativas con el ambiente.
Los cambios de la política económica de la década de 1990 también afectaron al derecho agrario argentino,
que estructurado bajo principios fuertemente intervencionistas, vio derrumbarse a la mayoría de las
instituciones públicas que le dieran sustento. Esto, que primero apoyó la idea de la muerte del derecho
agrario giró luego en sentido contrario al necesitarse mayor inventiva y nuevos institutos demandados por
una porción importante del país que desarrolla la actividad agropecuaria.
Hacia los últimos años del siglo XX se sancionaron nuevas leyes, todas requeridas por los sectores
productivos.
En esta ultima legislación y en la normativa que se fue desarrollando en el último periodo, especialmente
luego del cambio de rumbo económico forzado a partir de la crisis que estallara en 2001, vemos otra
orientación que se cimenta en el orden internacional que rige el sector y es la de la extensión del derecho
agrario hacia el ámbito de lo agroalimentario.
Lo que Vivanco llamaba actividades vinculadas, esto es, comercio, industria, transporte, que sin ser
agrarias se relacionan tan fuertemente con nuestro derecho, se va consolidando en una concepción del
proceso de producción organizado a través de cadenas con participación multisectorial, con una
producción destinada al consumo.
Otro impulso al resurgimiento lo da la Constitución y el desarrollo del Mercosur y la internacionalización de
los mercados, que con nuevos esquemas de comercialización impacta en la propia actividad agraria y
promueve la regionalización y la internacionalización del derecho agrario.

DERECHO MINERO

Concepto. Definiciones. Contenido. Denominaciones. Codificación. Antecedentes históricos y orígenes del


Derecho Minero.

El derecho minero estudia las calidades del dominio de las minas y las condiciones bajo las cuales es
permitida su búsqueda, exploración y aprovechamiento.
El real objeto de la legislación son las minas. El derecho minero ataca el problema jurídico de la
apropiación de las minas, pero de ninguna forma aspira a legislar sobre los aspectos operativos de la
industria minera (hay libertad para ejecutar los trabajos), salvo que esos aspectos se relacionen
directamente con la apropiación y conservación de los recursos minerales.
De manera que el derecho minero estudia:
1) Las calidades del dominio de las minas, estableciendo a quién pertenecen éstas por derecho
originario y derivado.

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

2) Las condiciones bajo las cuales es permitida la búsqueda, exploración y aprovechamiento de


sustancias minerales. Al respecto, el Código Minero rige los derechos, obligaciones y
procedimientos referentes a la adquisición, explotación y aprovechamiento de las sustancias
minerales

Las minas pertenecen originariamente al Estado. Sin embargo, rara vez el Estado las explota por sí mismo;
en la mayoría de los países, cede esta explotación a los particulares, mediante un régimen especial de
concesiones o de contratos.

Al conceder el Estado una mina, se reserva su dominio directo y cede al particular el dominio útil (el
derecho de explotarla y aprovecharla como dueño). Esta reserva de dominio directo del Estado no cercena
el derecho del concesionario, que tiene todos los caracteres de la propiedad civil. En efecto, el derecho de
explotación de una mina puede ser objeto de toda clase de transacciones por su titular: puede venderse,
hipotecarse, darse en usufructo, etc. Sin embargo, a diferencia de la propiedad civil, la concesión minera (o
sea, el derecho de explotación de una mina), está sometida a una condición resolutoria, a una constante
amenaza de caducidad si el concesionario no cumple con las condiciones de las leyes.
En consecuencia, las minas, como la propiedad inmueble, se poseen, en principio, a perpetuidad,
dependiendo este carácter de la voluntad del concesionario. La propiedad minera a término no existe en
nuestra legislación (artículo 18).

Si bien el concesionario no es dueño del inmueble-mina, resulta propietario del derecho inmobiliario que
surge de la concesión minera. El Código Minero reafirma esta asimilación al disponer en se artículo 11 que:
“las minas forman una propiedad distinta de la del terreno en que se encuentran; pero se rigen por los
mismos principios que la propiedad común” en cuanto no estén modificados por ley especial. Esta doctrina
que surge del artículo 11 está corroborada por el artículo 317 del mismo Código Minero, al disponer que:
“el derecho común será aplicable a todos los actos y contratos sobre minas, que no estén modificados por
la ley minera o contraríe sus disposiciones”.
El derecho minero se relaciona con el derecho procesal. Toda acción o derecho requiere normas de
procedimiento para hacerlos valer ante las autoridades correspondientes sean estas administrativas o
judiciales. Nuestro Código Minero, a este respecto, ofrece la característica de que es de fondo y de forma a
la vez, no sólo establece el derecho sino que también fija la manera de ejercitarlo ante las autoridades
correspondientes.

Una cuestión importante vinculada al derecho procesal minero es el llamado impulso procesal de oficio,
según el cual corresponde a la autoridad minera (como en el proceso criminal), obrar por propio impulso
en el trámite de las solicitudes de permiso, concesiones mineras, sancionando con la pérdida del derecho
cuando se dilaten los términos más allá de lo previsto por el Código Minero.

Se vincula también la legislación de minas con la economía política y las finanzas: la importancia y desigual
distribución geográfica de los yacimientos mineros en el mundo ha dado lugar a la formación de núcleos
industriales que se disputan la hegemonía política y económica. El petróleo, por su influencia en el destino
de los pueblos, ha sido motivo de disputas entre las principales potencias industriales y marítimas, para
asegurarse su posesión y control, que a veces persiguen agresivamente.

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DERECHO DE LOS RECURSOS NATURALES Y PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

Las cosas en el derecho minero:

Las minas y canteras son las cosas del derecho minero, ya que constituyen el principal objeto de la
legislación. Se consideran igualmente cosas, los muebles destinados a la explotación con carácter de
perpetuidad (tales como las maquinarias, aparatos, animales, provisiones, etc.). Finalmente, son también
cosas, los derechos reales que gravan la concesión: la hipoteca y el usufructo.

1- MINA es el depósito de sustancias minerales existente en la superficie o en el interior de la tierra,


susceptible de aprovechamiento económico. Nuestro Código Minero no ha establecido
expresamente esta condición de carácter económico para aceptar la existencia de una mina, pero
tampoco es ajeno a la misma. Desde el punto de vista legal, la palabra mina tiene diferentes
acepciones:
- sentido geológico: son los criaderos o masas de sustancias minerales objeto de la concesión y de la
industria.
- -sentido jurídico: es la concesión misma.
- sentido técnico: es el conjunto de los trabajos mineros, dirigidos a la extracción de esas sustancias.

2- CANTERAS son los bancos o masas de sustancias de naturaleza pétrea o terrosa, que se utilizan
como materiales de construcción y ornamento. CRIADEROS son los puntos de la tierra donde se
forman o crían las sustancias minerales.

3- FILONES O VETAS son las masas de mineral que rellenan una quiebra de las rocas.

4- CAPAS O MANTOS son las capas de mineral poco espesas y casi horizontales. Su inclinación nunca
es inferior a 60, diferenciándose así de los filones o vetas, cuyo recuesto es siempre inferior a 60
con respecto al plano vertical.

5- PLACERES son los depósitos de sustancias metalíferas y piedras preciosas, mezcladas con arena y
cascajo, formados por acarreo de las aguas en las partes bajas de los terrenos flojos.

6- DESMONTES son las acumulaciones de roca extraída en los trabajos de explotación y desechadas
como inútiles por falta de medios o de interés para beneficiarlas, pero que contienen cierto
porcentaje de mineral.

7- RELAVES son las aguas que se desprenden de las máquinas de beneficio y que arrastran partículas
de mineral.

8- ESCORIALES son los lugares donde se arroja la grasa o escoria salida de los hornos de beneficio.

9- PLANTAS O ESTABLECIMIENTOS DE FUNDICIÓN Y BENEFICIO son las obras, máquinas o aparatos


destinados a preparar y beneficiar el mineral extraídos de la mina, sea concentrándolo, fundiéndolo
o por otro sistema, para convertirlo en sustancia útil a las industrias consumidoras

Fundamentos y caracteres del derecho minero:

Tradicionalmente, la apropiación y trabajo de las minas han puesto en conflicto tres intereses principales
que las leyes procuran satisfacer:
1) El interés del descubridor del yacimiento, que pretende se le adjudique la explotación en virtud de
la prioridad que le otorga el descubrimiento.

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2) El interés del propietario del suelo que alega mejor derecho como dueño de la superficie.
3) El interés del Estado que aspira a que la producción minera satisfaga las demandas del consumo,
independientemente de quién sea el adjudicatario del yacimiento.

El primer reivindicante histórico a la apropiación de las sustancias minerales ha sido el propietario del
suelo, quien ha invocado a su favor los principios del derecho natural. Pero, por derecho natural, las
sustancias minerales no pueden pertenecer al dueño de la superficie, quien, en la mayoría de los casos, ha
de ignorar la existencia de yacimientos mineros en el suelo o subsuelo de su propiedad. Tampoco podría
alegar el propietario del terreno (para fundamentar su preferencia) el hecho del trabajo, por cuanto éste
será de naturaleza industrial o agrícola, sin penetrar en las profundidades de la tierra. Más que una
cuestión de derecho natural o de justicia a consagrar, la atribución de las minas es una cuestión de interés
público y de derecho positivo: la ley, sin sujeción a ningún principio teórico, debe distribuir las riquezas
minerales de la manera más conveniente al interés general.

Al proceder a esta asignación, el derecho positivo puede decidirse por el superficiario, por el descubridor,
por el solicitante más idóneo, o bien reservar la explotación de las minas al Estado. La constitución
geológica del suelo, el afloramiento o internación de los yacimientos, los procedimientos industriales
necesarios para la extracción del mineral, son circunstancias que determinan los sistemas variables de la
legislación.

Codificación. Antecedentes históricos y orígenes del Derecho Minero.

La historia del derecho minero universal se encuentra estrechamente vinculada a los distintos sistemas de
dominio originario de las minas que, en la legislación positiva o en las costumbres, imperaron en las
diversas épocas.
Las primeras minas que se explotaron fueron aquellas que aparecían en la superficie o se encontraban a
poca profundidad, tales como las canteras, mineras, pepitas de oro existentes en el lecho de los ríos o en
las riberas, imperando para todas ellas el sistema de la accesión o el de la ocupación, según los casos. Más
tarde, cuando las minas aumentaron en importancia, fueron convertidas en propiedad de los príncipes.

Sistema colonial:

El cuerpo más antiguo de legislación minera colonial es la Recopilación de Indias (1680) que consagró el
principio regalista para el subsuelo americano e impuso la necesidad del permiso del gobernador para
explotar minas. Todo concesionario debía mantener la mina en actividad y abonar a la Corona el quinto del
producto bruto extraído. La Recopilación dispuso formar pueblos en la colonia para el servicio de las minas.
Tres años después se recopila en el Reino del Perú las disposiciones administrativas y judiciales recaídas en
materia minera. Esta nueva recopilación se denomina Ordenanzas del Perú (1683) y rigió en nuestro país
algún tiempo.
El código anterior, a través de un siglo de aplicación, resultó insuficiente para resolver los problemas que
creaba la evolución de la minería americana por cuyo motivo se dictó las Ordenanzas de Nueva España o
México (1783) que fue el último acto legislativo de la Madre Patria para el gobierno y fomento de la
minería colonial.
Las ordenanzas de México han sido el más importante cuerpo de legislación minera hispanoamericana, el
más completo y el más generalmente aplicado en las circunscripciones y la fuente inmediata del derecho
minero nacional, habiendo regido durante más de un siglo en nuestro territorio hasta que fue puesto en
vigencia el Código de Minería, en el año 1887.

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Legislación francesa:

El conocimiento de la evolución de la legislación minera francesa tiene importancia para nuestro país dada
la gravitación que la ley de 1810 ha tenido en el Código de Minería Argentino.
Hasta el año 1789 rigió en Francia el sistema de los privilegios reales de explotación en los que sólo el rey
tenía la facultad de disponer de la propiedad minera, por lo menos de las sustancias más importantes.
La Asamblea Nacional Francesa, con el ánimo de reaccionar contra el absolutismo real y contra todo exceso
de poder, al sancionar la ley minera de 1791 estableció un famoso principio: las minas están a disposición
de la Nación, en el sentido de que nadie podía explotarlas sin su consentimiento y vigilancia y otorgando
las debidas indemnizaciones.
Esta ley, que constituyó el acto legislativo más avanzado de su tiempo, dividió las sustancias minerales en
minas y canteras. Las primeras pertenecían a la Nación, pero el superficiario tenía un derecho de
preferencia a la explotación siempre que su propiedad tuviera una extensión adecuada. Las concesiones no
podían exceder en superficie de 120 km2 y en duración de 50 años. Las canteras quedaban libradas a la
libre disposición del propietario del suelo, pero los empresarios de trabajos públicos podían expropiarlas
cuando el dueño del terreno no las explotara.
Esta ley preparó el terreno para la sanción de la ley del 21 de abril de 1810.
Napoleón, que tomó parte en las discusiones del Consejo de Estado originadas por el nuevo proyecto de
ley, sentó las bases a que debía ajustarse la legislación a dictarse: las minas constituyen una propiedad
nueva y particular, distinta del suelo, creada por el descubrimiento, pero asimilada bajo otros aspectos a la
propiedad común.
La ley de 1810 dividió las sustancias minerales en: minas, mineras y canteras. Las primeras están sometidas
al régimen de concesión y las segundas al de permisos. La concesión acuerda la propiedad perpetua de la
mina, la que por otra parte es disponible, transmisible y expropiable. El Estado tiene amplia facultad para
escoger al concesionario, sea éste descubridor, propietario del suelo u otro. Determinado el concesionario,
éste debe abonar al Estado y al superficiario ciertas contribuciones como así indemnizar al descubridor que
no hubiera obtenido la concesión. Además, debía suscribir un cuaderno de cargas o pliego de condiciones
el cual contenía todas las obligaciones especiales que permitían adaptar la concesión a la naturaleza del
yacimiento.
Las canteras, en cambio, pertenecían al propietario del suelo y su explotación estaba sólo sometida a las
reglas de policía y seguridad de los trabajos.
La ley de 1810 se caracterizó por su brevedad, pero las Instrucciones Ministeriales y la legislación posterior
complementaron e interpretaron su texto, hasta la sanción del Código Minero, en 1956, que consolidó la
legislación existente.

Antecedentes nacionales:

Para hacer un estudio sistemático de los antecedentes argentinos en materia de la legislación minera,
podemos distinguir 4 etapas:
 Periodo colonial, hasta 1810
 Periodo revolucionario, hasta 1820
 Periodo anárquico, hasta 1853, y
 Periodo orgánico y legislativo.

① PERIODO COLONIAL: durante este periodo las Ordenanzas del Perú, sancionadas en 1683, rigieron la
zona meridional del continente americano, inclusive nuestro país que formaba parte del Virreinato del
Perú y del cual recién se emancipó por Real Cédula del año 1776.
En los primeros años del nuevo Virreinato del Rio de la Plata, se continuaron aplicando aquellas
Ordenanzas y la Recopilación de Indias.

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El 5 de agosto de 1783 fueron puestas en vigencia en nuestro país las Ordenanzas de Nueva España
(México) las cuales constituyen el acto legislativo más importante y más general en materia de minas, que
llegó a aplicarse a casi todo el mundo hispanoamericano, con asentamiento total y aun continuó rigiendo
estas tierras muchas décadas después de su emancipación.

② PERIODO REVOLUCIONARIO: la absorción guerrera del periodo revolucionario determinó el abandono


casi total de los trabajos mineros.
Las minas, que hasta entonces habían sido una regalía de la Corona, pasaron por natural sucesión a formar
parte del patrimonio del pueblo argentino, encarnado en la personalidad del Estado, dando origen al mal
llamado regalismo nacional.
El 7 de mayo de 1813 la Asamblea General Constituyente sanciona el Reglamento formado por el Ministro
de Hacienda sobre el modo de fomentar la minería, el cual acuerda a todo extranjero, sin excepción, el
derecho de catear, denunciar, explotar, comprar, arrendar minas o ingenios, gozando para ello de todos
los privilegios de los nacionales y declarándolos ciudadanos después de 6 meses de labor, si ellos lo
solicitaban.
Algunos años después se dictó el decreto del 21 de mayo de 1819 para el fomento del mineral de Famatina
mandándose establecer una Casa de la Moneda en la ciudad de Córdoba y un Banco de Rescate de plata y
Callana de fundición, en La Rioja.

③ PERIODO ANÁRQUICO: el interregno que va desde el año 1820 hasta 1853, año de la Constitución, se
llama en la historia del derecho minero nacional, periodo anárquico.
La legislación de minas, unificada por el Reglamento de 1813 y las Ordenanzas de México, cuya vigencia fue
ratificada por el Reglamento Provisorio de 1817 y por el decreto de 1819, pierde su unidad y las
costumbres y disposiciones provinciales diversificadas imprimen su arbitrio a la legislación vigente, arbitrio
que la Constitución legalizó en su art. 108, hasta la sanción del Código de Minería.

④ PERIODO ORGÁNICO Y LEGISLATIVO: el 9 de diciembre de 1853 el Congreso de la Confederación


sanciona, en Paraná, el Estatuto de Hacienda y Crédito, obra del Ministro de Hacienda, doctor Mariano
Fragueiro, cuyo título X está consagrado a las propiedades mineras o subterráneas. Debe señalarse la
importancia que tiene esta ley para interpretar el pensamiento del congreso constituyente en materia
minera ya que el cuerpo que la dictó fue ese mismo congreso, transformado en asamblea legislativa.
Establecía el Estatuto que hasta que el Congreso dictara el Código de Minas, regirían en la Confederación
las Ordenanzas de México con las modificaciones que las legislaturas provinciales hubieren hecho en ellas y
en todo lo que no se derogara por la presente ley.
Cada mina, según el Estatuto, comprendía la superficie de terreno que las Ordenanzas previnieran.
Toda persona o sociedad de personas era hábil para denunciar o trabajar las minas.
El Estatuto organizaba el Registro de Minas, llevado por el Banco Nacional. Todo título de propiedad de
minas debía estar registrado en la respectiva Administración de Banco; los títulos anteriores a la ley, en el
término de 180 días desde el establecimiento de la Administración de Banco y los posteriores, dentro de
los 90 días de otorgada la posesión de la pertenencia.
El Registro de Minas tenía carácter nacional. En él se anotarían: el dueño, la clase de mineral, el lugar, el
rumbo o corrida de la veta, la fecha en que el título fue extendido y en la que se registraba.
El sistema de amparo de las concesiones por el trabajo obligatorio, establecido por las Ordenanzas de
México era reemplazado en el Estatuto por el pago de un canon anual.

Proyecto de Código de minería de don Domingo de Oro:

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El Estatuto de Hacienda y Crédito de la Confederación sancionado por el Congreso de Paraná NO ERA una
ley de minas sino una ordenanza para la organización de la hacienda y del crédito públicos, cuto Título X
estaba destinado a las minas o propiedades subterráneas.
La CN dictada con anterioridad al Estatuto, en mayo de 1853, había impuesto al Congreso la obligación de
dictar un código de minería para toda la República y esta exigencia no estaba satisfecha.
Después de casi 10 años, en cumplimiento del precepto constitucional y en virtud de un decreto del
Gobierno de la Confederación expedido el 22 de diciembre de 1860 en Paraná, se comisionó a Domingo de
Oro para que estudiara las condiciones de la minería en San Luis, Córdoba, San Juan y La Rioja y propusiera
al gobierno las medidas reglamentarias más urgentes.
Domingo de Oro presentó en 1863 al PE un proyecto de código de minería, el que, previo estudio por una
comisión especial, fue remitido al Congreso en el año 1864. En la nota de remisión del mismo, el Gobierno
aconsejaba no introducir en él modificaciones que afectarían su unidad. Declaraba a los minerales
propiedad de la Nación, siendo esta una de las causas por la que el proyecto no fue sancionado.

Proyecto de Código de minería de Enrique Rodríguez:

El PE remitió al Congreso un proyecto de ley proponiendo que se nombrara a una persona competente
para que se encargase de redactar el Código de Minas, tomando como antecedente el Proyecto Oro.
Con tal motivo se dictó la ley del 26 de agosto de 1875 por la que se autorizó al PE a nombrar a una
persona competente para que revisara el proyecto de Código de Minería confeccionado por Domingo de
Oro y lo adicionara, corrigiera, suprimiera, según la conveniencia, tomando por base el principio de que las
minas son bienes privados de la Nación o de las provincias, según el territorio en que se encuentren.
Coincidió la sanción de esta ley con la llegada al país del doctor Enrique Rodríguez quien, en su larga
práctica como abogado de minas en Chile, había logrado justo renombre. En uso de las atribuciones
conferidas por el Congreso, el PE dictó un decreto con fecha 26 de febrero de 1876 designando a Rodríguez
para revisar el proyecto de Domingo de Oro y redactar el Código de Minería.
En 1885 el proyecto fue presentado al PE.
El proyecto fue aprobado por el Senado sin discusión. Pasando a consideración de la Cámara de Diputados
también fue aprobado con algunas reformas aconsejadas por la Comisión Revisora y vuelto al Senado en
revisión, por ley 1919 del 25 de noviembre de 1886, se lo proclamó Código de Minería y se dispuso que
entrara en vigencia el 1° de mayo de 1887.
No es el mismo que actualmente rige, ya que se introdujeron reformas a su texto; sin embargo, estas no
han sido bastante para adecuarlo a las necesidades de la época.
El código es de fondo y de forma a la vez; no sólo establece el derecho sino que regula los procedimientos
que dan vida a esos derechos y permiten hacerlos valer ante las autoridades mineras correspondientes.
El código sólo regula el llamado “procedimiento sustancial”, o sea, aquel que conforma o da vigencia al
derecho de fondo o determina su pérdida o caducidad. El denominado “procedimiento formal” no está
contemplado en la ley, ya que él es privativo de las provincias, conforme a la distribución de poderes
establecida por la CN.
El proyecto optó por la organización de tipo judicial estableciendo en su título 19 un sistema de autoridad
minera uniforme para todo el país, el cual debía ser aplicado por las provincias. Esta autoridad estaba
compuesta por los Tribunales Superiores de Minería, los jueces letrados especiales de primera instancia y
los jueces de distritos minerales.
La organización proyectada era inconstitucional, ya que imponía a las provincias un sistema de autoridad
determinado contrariando los arts. 5 y 67 inc. 11, actual 75 inc. 12, de la CN. Por ello, el titulo 19 del
proyecto fue suprimido en la revisión legislativa, lo mismo que el titulo 10 referido al Cuerpo de Ingenieros
de Minas, destinado a prestar servicios bajo las ordenes del gobierno nacional y los ingenieros oficiales de
secciones o distritos, bajo las ordenes de las autoridades locales. Estos órganos administrativos tenían los
mismos vicios de inconstitucionalidad que el sistema de autoridad minera proyectado.

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