TANGO NUE8TR.

anto como director, intérprete o ~ ya adolescente, con unos escasos mangos en el bol-
compositor, Roberto Firpo es ~~ sillo de sus primeros largos, arribó a la Capital Fe-
uno de los primeros evolucionis- deral en busca de horizontes más promisorios que
tas con que ha contado el tango. los que podía ofrecerle el campo, y se desempeñó
En aquellos días ini- como dependiente de almacén, alba-
ciales de las ñil, peón de lechero, obre-
típicas, él ro en una fábrica de calza-
estableció definitivamente el dos y en la fundición Vase-
piano en la orquesta de tan- na. En fin, una infinidad
go. Como ejecutante, fue de empleos que le permi-
dueño de un finísimo estilo tieron reunir con gran es-
-co1no puede comprobarse fuerzo la suma para el ins-
en los exquisitos solos que 1 trumento tan ansiado.
grabó- e inició el uso del Andaba, entonces, por
pedal, que ofrece una ma- los 19 años, y comenzó a
yor resonancia. Como tomar lecciones con uno
compositor, introdujo en el de los grandes de la época,
tango el aire romántico, que Alfredo Bevilacqua, autor
hasta entonces era ajeno a de Venus, Independencia,
ese género creado para los Apofo y otros clásicos. Cua-
pies de los bailarines. tro años más tarde, en
"Doscientos pesos me 1907, se develaba un inspi-
costó el día más feliz de mi rado compositor con La
vida", aseguraba don Rober- Chola, El compinche y La
to al referirse a la compra gaucha Manuela. Pero,
de su primer piano. Para ello, debió ~ .97~. además, debutaba profesionalmente
trabajar duro desde pequeño, desde que abandonó integrando un trío con Francisco Postiglione en
el quinto grado para ayudar a su padre en el alma- violín y Juan Carlos Bazán en clarinete, para tocar
cén de la bonaerense Las Flores, donde había naci- nada menos que en "lo de Hansen", a razón de tres
do el 10 de mayo de 1884. Pocos años más tarde, pesos por noche y el permiso para pasar el platito.
 TANGO NUESTRO
Fue en otro local palermitano, El
Velódromo, donde uno de ios miem-
bros del trío, Bazán, comenzó a soplar
una llamada de clarinete, a fin de atraer
a la clientela que pasaba rumbo a lo de
Hansen. El resultado rué que este último queda-
ba casi vacío, mientras que El Velódromo se colma-
ba de público. Para solucionar el inconveniente, el
empresario del primero volvió a contratarlos, esta
' orno compositor, introdujo en el tango
el aire romántico, ajeno hasta entonces a ese género
creado para los pies de los bailarines.
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*
vez por la suma de ¡dos pesos para
cada uno! Finalmente, aquella lla-
mada de Bazán se convirtió en el co-
mienzo de su tango La chiflada.
En 1913, formó su primera orquesta, y
de ese año datan sus éxitos iniciales: Árgaña-
raZf Sentimiento criollo, De pura cepa y Marejada.
En el año siguiente, aparecía Alma de bohemio, un
tango donde el aire romántico se nace completa-
 TANGO NUESTRO

Desde el alma Deja esas cartas,

vuelve a tu antigua ilusión;
1911 junto al dolor
que abre una herida
Alma, si tanto te han herido, llega la vida
¿por qué te niegas al olvido? trayendo otro amor.
¿Por qué prefieres
llorar lo que has perdido, Alma, no entornes tu ventana
buscar lo que has querido, al sol feliz de la mañana,
llamar lo que murió? no desesperes
Vives inútilmente triste que el sueño más querido
y sé que nunca mereciste es el que más nos hiere,
pagar con penas es el que duele más.
la culpa de ser buena, Vives inútilmente triste
tan buena como fuiste y sé que nunca mereciste
por amor. pagar con penas
la culpa de ser buena,
Fue lo que empezó una vez tan buena como fuiste
lo que después por amor.
dejó de ser,
Letra: Hornero Manzi
lo que al final Música: Rosita Meló
por culpa de un error Firpo fue el primero en llevar al disco este vals que Rosita Me-
fue noche amarga ló compuso cuando apenas contaba 14 años. Don Roberto co-
menzó a divulgarlo y, gracias a ello, ha llegado a convertirse en
del corazón. el vals argentino por antonomasia. La letra fue escrita en 1948;
anteriormente, llevaba otra de Víctor Piuma Vélez, esposo de la
compositora.

mente perceptible y que constituye, sin duda, su otra

más célebre. Otros de sus tangos son EI compinche, El
ahorcado, Fuegos artificiales (a medias con Eduardo
Arólas), Didí, El bisturí, El amanecer (el primer ejem-
plo de música descriptiva en el género), El gallito, El
rápido, Vea... vea..., El apronte, Montevideo, La carca-
jada, y muchos otros. Fue también un apasionado
cultor del vals, de los que produjo una extensa canti-
dad, en general con gran repercusión en la época: Pá-
lida sombra, Horizonte azul, Noche calurosa, Ondas so-
noras, Noches de frío y otros.
En 1916, le tocó estrenar, en Montevideo, el que
se convertiría en el "tango de los tangos", La cumpar-
sita, de Gerardo Matos Rodríguez, que por entonces
era una página de dos partes. Firpo, a la moda de la
Guardia Vieja, le compuso la tercera. Tiempo rUarm^s

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 TANGO NUESTRO

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se arrepentiría de no baberlo rirmado conjunta-
mente: los aeréenos de La cumparsita reportaron

Honda millones de pesos.

En más de una oportunidad, debió compartir el
escenario con el dúo Gardel-Razzano, además de
T A N © O soportar sus incansables bromas. Cierta vez, cuan-
do Firpo interpretaba el pasodoble I Que salga el to-
ro!, en el momento en que uno de los integrantes
de la orquesta gritaba el título en medio de la in-
terpretación, Garlitos —usando sus índices a mo-
do de cuernos— arremetió contra los músicos que
fueron a dar por el suelo. Más allá de tan terribles
bromas, Firpo y Gardel-Razzano grabaron juntos
por única vez en 1917; el tango fue El moro, en
cuya etiqueta no figuró, extrañamente, el nombre
de los cantores, salvo —claro está— como autores
(¿venganza de Firpo?).
Armenoiiville, El Tambito, Palais de Glace, Bar
< .
Iglesias, I^Abbaye, Teatro Buenos Aires, Teatro
Nacional, Salón San Martín —el ramoso "Rodrí-

Argañaraz iba el tango provocador.

Me acuerdo de aquellas farras
19U que entre fueyes rezongones
ritmaban los corazones
Tiempos viejos y compadres
un pasaje sentimental.
de mi vida cadenera
que y a no volverán
Siglo de oro de ese tiempo
mis años a gozar.
donde el Ñato Monteagudo
¿Qué habrá sido de esa barra borracho de perno
bravucona y trencillera se quiso suicidar,
que tanto dio que hablar
Y del loco Puentecito
por su guapear?
y del viejito Rossano...
¡No los he vuelto a ver...!
(Recitado) ¿Dónde estarán...?
Adiós, amigos de entonces,
ya estamos viejos de tanto andar. Letra: Enrique Gadícamo
Música: Roberto Firpo
Tango dedicado por su autor al salón de Argañaraz 39, Villa Cres-
Marcando una candombeada po, donde tocaba. La letra, subtitulada Aquellas farras, fue estre-
fui luciendo medias lunas nada por Rosita Montemar el 20 de mayo de 1927 y Garlos Gar-
M entre cortes y quebradas del la llevó al disco el 1° de abril de 1930.

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 TANGO NUESTRO

Marejada Me quiso con locura,

fue buena y cariñosa,
1913 conmigo fue muy dichosa
y yo, insensato, la dejé.
Cuando te dejé, tierra querida,
y te di aquel triste adiós, Cuando regresé a mi patria,
la barra del Florida después de una larga ausencia,
con pena sincera me despidió. la vi una vez... ¡qué triste fue
Parece que veo los pañuelos volver a verla así!
agitarse en el ayer Arrastró la marejada
y entre la gente estaba a su barco de ilusiones,
muy triste y lloraba que navegó sin dirección
esa mujer. por culpa de mi amor.
Letra: Daniel López Barrete
Yo sé que mi mirada Música: Roberto Firpo
llegó cual marejada Firpo dejó que cierto aire romántico invadiera tímidamente es-
te tango de 1913, que hizo conocer en el Armenonville, en un
a su almita apenada triple estreno, ya que esa misma noche presentó al público Sen-
y su esperanza naufragó. timiento criollo y Depura cepa. La letra es muy posterior.

guez Peña"—, Colonia Italiana, son sólo algunos

de los muchísimos sitios por donde deambulaba
Firpo con sus conjuntos, primero, y con su or-
questa, después. Todos ellos le reportaron rama y
dinero. Y más dinero aún a raíz de las grabaciones
que le ofrecían como consecuencia del éxito. En
1930, sorpresivamente, abandonó por un tiempo
el tango. El mismo explicó el motivo a Héctor y
Luis Bates: "Con el dinero que recibí por las gra-
baciones me sentí ganadero. Todo lo que tenía lo
invertí en hacienda. En un año solamente llegué a
ganarme un millón y medio de pesos (...) Después
vino aquella tristemente célebre crecida del Paraná
que diezmó mi hacienda; quise resarcirme de tan-
ta pérdida y tenté la suerte en la bolsa. Allí perdí
todo lo que me quedaba. Tuve que volver al traba-
jo de antes, rormé mi orquesta y empecé de nue-
vo". También volvió a la composición, con un tí-
tulo por demás elocuente: Honda tristeza.

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DKIUCADO A *u AI»KKCIAI»I*B. AMIGO Y COMPA^HHO AGKSILAO F. Ffíl<

Alma de bohemio
1914
Peregrino y soñador,
cantar quiero mi fantasía
y la loca poesía
que hay en mi corazón,
y lleno de amor y de alegría
volcaré mi canción.

Siempre sentí la dulce ilusión

de estar viviendo mi pasión...
Si es que no vivo lo que sueño,
yo sueño todo lo que canto,
por eso mi encanto
es el amor.
Mi pobre alma de bohemio
quiere acariciar
y como una flor,
perfumar.

En mis noches de dolor

a hablar me voy con las estrellas
y las cosas más bellas
despierto sé soñar,
porque les confío a ellas
toda mi sed de amar.

Siempre sentí la dulce ilusión

de estar viviendo mi pasión.

•1 Soln
Yo busco en dos ojos celestes
y renegridas cabelleras
pasiones sinceras,
dulce emoción.
Y en mi triste vida errante
llena de ilusión,
8B TANGO AILOn
quiero dar todo
mi corazón.
Letra: Juan Andrés Caruso
Música: Roberto Firpo
r/oI
Se trata del más divulgado tango de su autor, que lo compuso pa-
ffiOftlQA» Mttt¥A»A
ra el saínete homónimo, llevado al disco (sello Era) en 1914 y en
solo de piano. Es la primera obra completamente romántica de la aftEYEIt Hnot. - Florida 414
historia del tango y la letra fue escrita algunos años más tarde.

$
*~*
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 TANGO NUESTRO

NO
Vea... vea..
1916
Vea... vea... vea...
esa pebeta cómo colea,
mírele las líneas
y con qué gracia
las contonea.
Vea... vea... vea...
cómo se mueve, cómo cimbrea,
oiga, diga, vea
cómo marea
con su vaivén.

Usted que es zorro viejo,

difícil no la vea,
le va a cazar un aire
por ver de esa manera...

Vea... vea... vea...

esa pebeta cómo marea,
mire cómo hamaca
lo que destaca
cuando colea.
Vea... vea... vea...
no arrugue tanto la cara fea,
oiga, diga, vea
cómo enloquece
con su vaivén.
La trayectoria de Firpo rué
extensísima y en no pocas oca-
A usted que abrió los ojos,

río siones retornó al pequeño con-

junto, como sus cuartetos de
larga permanencia y diversas
rormaciones —en el primero
que y a no parpadea,
le va a entrar un antojo
de tanto vea, vea...

de ellos, de 1933, ya tocaba Letra: Garlos Waiss

rpo Juan Cambareri, "El Mago del

Bandoneón"—, o su excelente
Quinteto de Antes. El 14 de
Música: Roberto Firpo
Este tango fue versificado primero por Pascual Gontursi en 1916
y, en 1947, tuvo esta nueva letra para ser cantada por Hugo del
Carril en la película La cumparsita. Su autor lo llevó al disco en
1917.
junio de 1969, convertido des-
de nacía tiempo en una gloria
viviente del tango, la vida le
C $ Q.7Q
N° 5068 marcó el acorde rinal.

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A media luz
1926
Corrientes tres, cuatro, ocho,
segundo piso, ascensor;
no hay portero ni vecinos,
adentro, cocktail de amor.
Pisito que puso Maple,
piano, estera y velador,
un telefón que contesta,
una victrola que llora
viejos tangos de mi flor
y un gato de porcelana
pa9 que no maulle al amor.
Y todo a media luz,
que es un brujo el amor;
a media luz los besos,
a media luz los dos...
Y todo a media luz,
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crepúsculo interior,
¡qué suave terciopelo
la media luz de amor!
Juncal doce, veinticuatro,
telefonea sin temor,
de tarde, té con masitas;
de noche, tango y cantar.
Los domingos, tés danzantes;
los lunes, desolación...
Hay de todo en la casita:
almohadones y divanes;
como en botica, coco;
alfombras que no hacen ruido
y mesa puesta al amor.
Letra: Garlos César Lenzi
Música: Edgardo Donato
Esta célebre página, compuesta en Montevideo, fue estrenada
por Lucy Glory en el Teatro Catalunya de esa ciudad, en la obra
Su majestad, la revista, el 7 de abril de 1926. Es uno de los tangos
más divulgados en el mundo y no podía haber faltado en el reper-
torio de Firpo, que dejó una buena versión de él en disco.
Editado para: Publiéxito S.A./E1 Día S.A.
Editor responsable: Editorial Agedit S.A.
Redacción: Roberto Selles
Imágenes y fotografías: Archivo "Te Acordás Hermano"
Impresión: Anselmo L. Morvillo S.A.