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TANGO NUESTRO

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IGNACIO CORSM
ememoró alguna vez Ignacio recuerdo y al que no llegó a conocer. Con su madre
Corsini: "Los pájaros me ense- arribó a Buenos Aires en 1896. Ambos se radica-
ñaron la espontaneidad de su ron en Almagro y, cuando el pequeño Ignacio tenía
canto, sin testigos, en el gran es- siete años, se trasladaron a la ciudad bonaerense de
cenario de la naturaleza. Carlos Tejedor. Allí se desempeñó como boye-
Aprendí a cantar ro y resero, y rué allí donde los pajari-
como ellos, naturalmente y sin es- tos gauchos le enseñaron los se-
fuerzo". Y precisamente, su cretos del canto.
canto tuvo esa cosa simple, Diez años más tarde estaba
de pueblo, sin la interfe- de regreso en Almagro,
rencia de lo asimilado en que era también el barrio
el conservatorio. Fue, de Betinoti, domiciliado
por lo tanto, un cantor en Artes y Oficios —que
criollo, sin alardes de luego se llamaría Quin-
virtuosismo, con su es- tino Bocayuva— 567.
tilo enraizado en el pa- Y ocurrió lo inevitable:
yador José Betinoti, el modelo y el admira-
pero con un claro dejo dor se conocieron. Pero
nasal —aunque parezca Corsini no se conformó
una paradoja— propio del con ser un imitador, sino
sur de Italia... que fue avanzando basta
Era de allí, más exactamen- encontrar su propio e incon-
te, de Troina, en la provincia de fundible estilo. Poco después,
Catania (Sicilia), aunque su apelli- en 1907, se relacionó con el artis-
do proviniera del norte y de ese origen ta circense José Pacneco, que lo intro-
le quedaran el cabello rubio y los ojos dujo en el teatro y se podría decir que
celestes, como los de la ramosa pulpera a la que también en el matrimonio, ya que Corsini se casó
cantó. Nació el 13 de febrero de 1891/ con el con su nija, Victoria Pacbeco, en 1911. "En ella
nombre de Andrés Ignacio, hijo de Socorro Salo- tuve la gran compañera de toda mi vida, la que me
mone y de un Corsini del que no quedó nombre ni alentó en mis boras inciertas y a la que debo gran

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parte de mis triunfos", reconocería en su autobio-


grafía inédita, escrita en 1950, dos años después
del fallecimiento de su esposa.
En 1912 ya natía adquirido cierto prestigio como
cantor-actor —en las compañías de José Podestá y
José Arraigada o los circos de Colombo, Cassell,
Casano, etc.— y fue por ello que el sello Victor le
nizo grabar sus primeros discos. Cabe aclarar que
ése es el año correcto, ya que entonces estuvo en

Buenos Aires el equipo de grabación de esa empre-


sa, y no en el 13, 14 o 15, como se ba expresado.
Corsini era, por aquellos días, un intérprete del re-
pertorio campesino y registró en el surco valses,
canciones criollas, estilos y babaneras; el tango
aún no babía pasado por su garganta, tal como
ocurrió con Carlos Gardel.
Cuando aún estaba limitado a la línea campera,
fue requerido por la cinematografía para filmar
Santos Vega (1916) y I Federación o muerte!
(1917); más tarde, intervendría en Milonguita
(1922), Mosaico criollo (cortos, c. 1930), Rapsodia

xT -v-
los pájaros gauchos aprendió a cantar
"naturalmentey sin esfuerzo", más allá
de que hubiera nacido en el sur de Italia.

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Tristeza criolla la misteriosa laguna


ni se oye en noches de luna
1910 el pericón nacional.

Ya en el rancho no nacen las flores Ya todo eso llevaron los años,


ni se ve la guitarra colgada, ya no cruza veloz el pampero
ya no escucha la verde enramada y en las cañas, sostén del alero,
el idilio campero de ayer. no se para el jilguero a cantar.
Ya no se oyen rodar las espuelas Esa pampa callada es la tumba
zapateando un malambo en la siega donde duerme una estirpe vencida,
ni se escuchan los tristes de Vega la tapera es su losa impulida
recordando el perdido querer. y es su cruz el ombú secular.

La morocha de ojos negros, Letra: Julián de Charras


Música: Ignacio Corsini
en tardes de primavera, Se sabe que Corsini ya había cantado este vals en 1910, en la
recostada en la tranquera Exposición Ferroviaria, de Palermo. Lo llevó al disco en 1912,
no espera más al zorzal. para Víctor, bajo el título Decadencia criolla. En 1920, volvió a
grabarlo como Popular tradición de esta tierra (Odeón) y hacia
Y el paisano no atraviesa 1923 lo registró nuevamente, en el mismo sello, con el título
definitivo.

gaucha (1932), ídolos de ¡a radio (1934) y Fortín Otra de las interpretaciones con las cuales se lo
alto (1941, en la que aparece junto a Agustín Irus- identifica es Caminito (Juan de Dios Filiberto-Ga-
ta y un joven y desconocido Edmundo Rivero). bino Coria Peñaloza), uno de los tangos más co-
El disco lo convocaría en forma defini- nocidos mundialmente, que él popula-
tiva en 1920, pero aún no se le rizó a partir del S de mayo de
atrevía al tango; sólo después 1927 desde el escenario del
de haber registrado diez Teatro Cómico.
canciones, decidió incluir Pero "El Caballero Can-
uno: Un lamento (Gra- tor" —como se lo cono-
ciano De Leone-Pedro ció— fue también com-
Nuina Córdoba). De positor y letrista de al-
allí en más, se converti- gunas obras, como los
ría en una de las más tangos Flor marchita
reconocidas voces del (letra de Francisco Bo-
género porteño, sin ñigas), Fin de fiesta (mú-
abandonar por ello sus pá- sica de Carlos Geroni Flo-
ginas campesinas. res) y entre otros, Aquel can-
En realidad, su éxito como tor ae mi pueblo (música de En-
cantor de tangos se inició a partir rique Maciel) que le llevó al disco
del 12 de mayo de 1922, cuando, en el Edmundo Rivero. También incursionó
sainete El bailarín del cabaret, estrenó Patotero sen- en otros géneros, siendo un vals su página propia
timental (Manuel Jovés-Manuel Romero), que sig- más conocida, Tristeza criolla, sobre un poema de
niricó, asimismo, su consagración entre el público. Julián de Charras. Pero fue el estilo el género en el

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que mayor cantidad de títulos pro-


Fumando espero • dujo: Tradición gaucha (Enrique
1923 Maroni), Juan de los Santos Arena
(Julián de Charras), A mi palomita
Fumar es un placer genial, sensual, (José M. Aguilar), etc.
fumando espero a la que tanto quiero, No obtuvieron mayor resonancia
tras los cristales de alegres ventanales las páginas debidas a la inspiración
y mientras fumo, mi vida no consumo
del cantor, salvo Tristeza criolla,
porque flotando el humo
me suelo adormecer. que en los ?40 fue remozado por
Tendido en mi chaise long, soñar y amar, Ángel \^,rgas. Sin embargo, se-
ver a mi amante solícita y galante, rían otros dos autores quienes le
sentir sus labios besar con besos sabios proporcionarían los grandes im-
y el devaneo sentir con más deseo pactos que lo iban a identificar co-
cuando sus ojos veo mo el intérprete del cancionero de
sedientos de pasión.
temática rosista: el poeta Héctor
Por eso estando mi bien, Pedro Blomberg y su guitarrista
es mi fumar un Edén. Enrique Maciel. La sola mención
Dame el humo de tu boca, de los títulos del binomio nace
dame, que mi pasión provoca, surgir, inmediatamente, el nom-
corre, que quiero enloquecer de placer, bre de Ignacio Corsini: La pulpera
sintiendo ese calor
de Santa Lucía, La canción de
del humo embriagador
que acaba por prender Amalia, La mazorquera de Montse-
la llama ardiente del amor.

Mi egipcio es especial, ¡qué olor, señor!


tras la batalla en que el amor estalla,
un cigarrillo es siempre un descansillo
y aunque parece que el cuerpo languidece,
tras el cigarro crece
su fuerza, su vigor.
La hora de inquietud con él no es cruel,
sus espirales son sueños celestiales
y forman nubes que hacia la gloria suben,
y envuelta en ella, su chispa es una estrella
que luce clara y bella Letn
con rápido fulgor.

Letra: Félix Garzo y Juan Misterio


Música: Juan Viladomat Masanas
Tango compuesto en Cataluña en 1923. Aquí, lo llevó al disco H É C T O R N, PI
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Rosita Quiroga, el 11 de julio de 1927. El 17 de noviembre del
mismo año hizo lo propio Corsini. En 1955 fue reactualizado por
Héctor Varela-Argentino Ledesma.

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i disfnguída Srta* TOTO BILL Y con la admiración


pulpera de santa Lucía
1929
Era rubia y sus ojos celestes
reflejaban la gloria del día
y cantaba como una calandria
Tango Porteño la pulpera de santa Lucía.
Era flor de la vieja parroquia,
n * n ¿quién fue el gaucho que no la quería...?
; :-:. • : ' . . : : . :. ' ' . •• :
Los soldados de cuatro cuarteles
suspiraban en la pulpería.

Le cantó el payador mazorquero


HQM con un dulce gemir de vigüelas»
en la reja que olía a jazmines,
en el patio que olía a diamelas:
Estrenado con "Con el alma te quiero, pulpera,
y algún día tendrás que ser mía,
ruidoso éxito por el mientras llenan las noches del barrio
las guitarras de santa Lucía".
actor Ignacio Cor*
sini en la pieza tea* La llevó un payador de Lavalle
cuando el año cuarenta moría;
tral Se Acabaron ya no alumbran sus ojos celestes
la parroquia de santa Lucía...
los Otarios por la No volvieron los trompas de Rosas
compañía a cantarle vidalas y cielos;
en el patio de la pulpería,
LUIS ARATA los jazmines lloraban de celos.

Y volvió el payador mazorquero


a cantar en el patio vacío
la doliente y postrer serenata
que llevábase el viento del río:
CID CORSIM
"¿Dónde estás con tus ojos celestes,
oh, pulpera que no fuiste mía...?
Música de: ¡Cómo lloran por ti las guitarras,
mnmmtu
irezza Enrique Delfín (OeKy) I las guitarras de santa Lucía...!99

NO
¡muí Todos los derechos de rcpro- *?
Letra: Héctor Pedro Blomberg
Música: Enrique Maciel
IRES ducción etc», están reservados Este vals —inspirado en Ramona Bustos, personaje real, que, para
burlar la persecución de Rosas, se hizo llamar Dionisia
í:::::;::íí:.:: . . . : . . . • : . :;; : : Valderrama— fue estrenado por Gorsini en Radio Prieto, en abril
de 1929; y el día 22 de ese mes y año lo llevó al disco.

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La que murió en París \ Envuelta en mi poncho, temblabas de frío,


mirando la nieve caer sin cesar,
buscabas mi mano, cantando en tu fiebre
el tango que siempre me hacía llorar.
Yo sé que aún te acuerdas del barrio perdido, Me hablabas del barrio que ya no verías,
de aquel Buenos Aires que nos vio partir, de nuestros amores y de un carnaval...
que en tus labios fríos aún tiemblan los tangos Y yo te miraba; París y la nieve
que en París cantabas antes de morir. te estaban matando, flor de mi arrabal.
La lluvia de otoño mojó los castaños,
pero y a no estabas en el boulevard, Así, una noche te fuiste
muchachita criolla de los ojos negros por el frío boulevard,
tus labios dormidos ya no han de cantar... como un tango viejo y triste
que ya nadie ha de cantar.
Siempre te están esperando Siempre te están esperando
allá en el barrio feliz, allá en el barrio feliz,
pero siempre está nevando pero siempre está nevando
sobre tu sueño en París. sobre tu sueño en París.
¡Paloma, cómo tosías
aquel invierno al llegar; Letra: Héctor Pedro Blomberg
como un tango te morías Música: Enrique Maciel
Tango llevado al disco por Gorsini el 13 de diciembre de 1930.
en el frío boulevard! En 1944, Alberto Castillo logró convertirlo nuevamente en un
suceso.

rrat, China de la Mazorca, La guitarrera de


San Nicolás, Los jazmines de San Ignacio y
varios más. A ellos habría que sumar, en
direrente temática, La que murió en París,
Barrio viejo del 80 , El adiós de Gabino Ezei-
za o La viajera perdida.
Después de las dulzuras del éxito, Corsini
sintió el amargor de sus últimos años, tras
la pérdida de su esposa, circunstancia que
lo llevó a cantar por última vez el 28 de
mayo de 1949/ en la audición Argentini-
dad, de Radio Belgrano. En 1901, reapa-
reció públicamente, ante las cámaras de
Canal 7, en el programa Volver vivir. Y el
26 de julio de 1967, cerraba sus ojos para
siempre. Con él se iba una voz particularí-
sima; seguramente, la más atípica con que
contó el tango.
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El adiós muriendo en ecos, buscándote...


¡Mientras que lejos,
1937 otros brazos y otros besos
te aprisionan y me dicen
En la tarde que en sombras se moría, que ya nunca has de volver!
buenamente nos dimos el adiós;
mi tristeza profunda no veías Cuando vuelva a lucir la primavera
y al marcharte sonreíamos los dos. y los campos se pinten de color,
Y la desolación» mirándote partir, otra vez el dolor y los recuerdos
quebraba de emoción mi pobre voz, de nostalgias llenarán mi corazón.
el sueño más feliz moría en el adiós Las aves poblarán de trinos el lugar
y el cielo para mí se oscureció... y el cielo volcará su claridad,
pero mi corazón en sombras vivirá
En vano el alma, con voz velada, y en alas del dolor te llamará.
volcó en la noche su pena,
sólo un silencio profundo y grave En vano el alma dirá a la luna
lloraba en mi corazón. con voz velada la pena
y habrá un silencio profundo y grave
Sobre el tiempo transcurrido llorando en mi corazón...
vives siempre en mí.
Y esos pastos que nos vieron Letra: Virgilio San Clemente
juntos sonreír, Música: Maruja Pacheco Hucrgo
me preguntan si el olvido En 1937, una desconocida pianista de 21 años se presentó ante
Gorsini con este tango, que acababa de componer. Entusias-
me curó de ti... mado por la belleza de la melodía, el cantor lo hizo versificar por
Y entre los vientos se van mis quejas, su amigo Virgilio San Clemente y lo llevó al disco el 3 de febrero
de 1938.

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Betinoti Estrofa de Betinoti


rezongando en las esquinas,
1939 tristeza de chamuchina
que jamás te olvidará.
En el fondo de la noche Angustia de novia pobre
la barriada se estremece y de madre abandonada,
cuando en la sombra se mece que se han quedado grabadas
el rumor de una canción. en tu vals sentimental...
Paisaje de barrio turbio
chapaleado por las chatas, Mariposa de alas negras... (etc.)
que al son de cien serenatas
perfumó su corazón. (Recitado)
Y la noche de los barrios
Mariposas de alas negras prolongó un canto de amor,
volando en el callejón, animando tu recuerdo,
al rumorear la bordona Betinoti, el payador.
junto a la paz del malvón.
Y al evocar en la noche Letra: Hornero Manzi
sombras que el tiempo llevó, Música: Sebastián Piaña
Manzi y Piaña compusieron esta milonga expresamente para
van surgiendo del olvido Corsini, conociendo la admiración que el cantor sentía por el
las mentas del payador... inolvidable payador. La estrenó el obsequiado en Radio
La laralá laralara... Belgrano en 1939, y en ese mismo año la grabó.

Editado para: Publiéxito S.A./E1 Día SA


Editor responsable: Editorial Agedit SA
Redacción: Roberto Selles
112 Imágenes y fotografías: Archivo "Te Acordás Hermano"
Impresión: Anselmo L. Morvillo SA

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