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TANGO NUESTRO

^^•d^^ Vjí^s^rí-

OSVALDO
FRESEDO
s preciso coincidir con José Go- ® las Fresedo y Clotilde García—, a Osvaldo Nicolás
bello cuando habla de "la masa Fresedo se lo conoce como "El Pite de la Pater-
sonora que Fresedo ha sabido nal", ya que vivía en ese barrio (Elcano y Del Lam-
crear siempre con los limitados po) cuando comenzó a tocar públicamente el ban-
instrumentos que componen doneón. Pero antes de eso, cuando con sus

las típicas (...) Nin- asombrados quince años solía concu-


guna orquesta rrir al Café Venturita de Villa

de tango ha sonado nunca tan Crespo para oír a Augvisto Pe-

orquesta como la de Frese- dro Berto —el autor de La

do"; por supuesto, la com- payanca—, ese instrumen-

para con la orquesta de to, el bandoneón, ya lo

concierto. Luis Adolro tenía totalmente hechi-

Sierra, por su parte, ha- zado.

bla de "un estilo de ex- Cuando hizo conocer

presión que suscita por en su hogar su aíición

igual el aplauso de los musical, su madre,

bailarines y el de quie- profesora de piano, le

nes inclinan sus prere- propuso enseñarle ese

rencias por la música pa- instrumento. Pero Os-

ra escuchar". Es decir que valdo seguía empeñado

logró encontrar el equili- W con el fueye. Finalmente,

brio entre dos tipos de tango optó por iniciarse en la con-

tan disímiles. Pero, además, su T certina que tocaba sti padre, que

agrupación —que creó escuela— era lo más parecido al instrumento

debe haber sido la primera que sonó de sus sueños. Fue así como se nabi-

completamente melódica, delicada, tuó a hacerse la rabona del secunda-

refinada, sin que por ello perdiera la esencia tan- rio para estar horas aprendiendo algún tanguito

guera. que le pasaba Carlos Besio, conductor de mateo,

Aunque nació el 5 de mayo de 189? en Lavalle que tocaba el bandoneón de oído. Pero he aquí que
1606 —en el seno de la familia formada por Nico- don Nicolás descubrió la estratagema de su hijo y

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éste terminó de patitas delrutó, en 1913, con un


en la calle. Su amigo trío integrado por su ner-
Nelo Cosimi —más tar- mano Emilio —que lue-
de conocido actor cine- go sería letrista de la ma-
matográiico— le dio al- yoría de sus tangos— en
bergue en su casa de Vi- violín y Martín Barreto
lla OrtÚTiar. Llegó, sin en guitarra, en la bonae-
embargo, el día del re- rense Open Door.
torno al hogar, del per- En 1914, se inició co-
dón paterno y del bando- mo compositor con /Chú-
neón propio. Y Osvaldo pate el aeao!, que le estre-

_^si/6/o encontrar el equilibrio entre el tango bailable


y el tango para escuchar, al otorgarle a su orquesta
estilo refinado pero netamente fanguero.
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Sollozos
Algo había en su mirada
1922 que no fue preciso adivinar;
ilusiones apagadas,
En un mundo de alegrías, odio y ganas de vengar.
entre el humo y copas de champán, Y fue entonces que su vida
hay un almita afligida de placer en penas se tornó,
que se esconde pa' llorar. recordó felices días,
Atraído por su pena, a su vieja y a su honor...
mi pañuelo lágrimas secó,
mientras dijo: "Estoy enferma, ¡Pobre!, su quebranto mi alma hirió,
sufro y lloro por su amor..." que sin fuerzas me sentí
cuando vi su relicario
Volvió su cara hacia mi lado y enseñó que el falso estaba allí.
y, acariciando su dolor, ¡Pobre!, con cuánta tristeza vio
oí sollozos y cortado, que por ella yo sufrí;
bajo, dijo: "¡Un hombre me engañó!" se pintaron en sus labios
Le dije: "Olvide su pasado, las sonrisas para mí.
olvide todo lo de ayer,
Letra: Emilio Fresedo
no llore, si es que no ha llorado, Música: Osvaldo Fresedo
ni pensó que sufre una mujer". Tango llevado al disco por la orquesta del compositor en 1922.

no Carlos Posadas, y La ronda, que tocaría por pri- lín) y José Ricardo (guitarra), el trío con Tito Roc-
mera vez el cuarteto de su admirado catagliatta (violín) y Juan Carlos Coman
Berto, cuando ya lo ñama rebauti- (alternando su instrumento de
zado El espiante, uno de sus siempre, el piano, con la guita-
tangos más populares. Ya •a, detalle que revela la gra-
por entonces era conocido bación que realizaron del
por su apodo —antes tango de Fresedo Amonía-
mencionado—, "El Pibe co) r o el quinteto con Ju-
de la Paternal". Los "pi- lio Doutry, Francisco Ca-
bes" eran varios en el naro (violines), José Mar-
ambiente tanguero: el tínez (piano) y Leopoldo
Pibe Ernesto (Ernesto Tnompson (contrabajo),
Ponzio), el Pibe de Flores que actuó en el Royal Pigall
(Pedro Maffia) y el Pibe de a cinco pesos por nocbe más el
Wilde (Carlos Marcucci). Y an- derecbo a pasar el platito, lo cual
daba de conjunto en conjunto lucien- en la velada inicial les reportó ¡dos-
do su particular modo de tocar el bandoneón; cientos pesos!
por ejemplo, el trío con su hermano Emilio (vio- El año 1919 le trajo a Fresedo la dicha de diri-

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Aromas F ¿fe las flores de casa


aquel perfume embriagador
1923 ya no siente el que pasa
porque fue el tiempo
En mi pecho anida una pena
quien lo llevó.
que no sé del todo explicar,
sólo siento que corre serena
Cuando tu mente vuelva
una vida que pasa y se va.
a los años que se van,
Como aromas deja el pasado
siempre verá la huella
de otro tiempo que fue mejor,
con antojo de llorar.
y ese sueño de niño dorado
¡Cuántas las ilusiones...!
vio lo cierto cuando despertó.
¡Cuántas mi alma vio pasar,
y ellas están entonces
Es el recuerdo de ayer
casi borradas porque se van!
que me invita a pensar,
porque palpito en él:
Letra: Emilio Fresedo
las aventuras de amor, Música: Osvaldo Fresedo
el colegio, el placer Tango llevado al disco por Fresedo con su orquesta en 1923 y
por Garlos Gardeí en 1924.
que hallaba juguetón.

^^^ SiSJB:
gir por vez primera una orquesta, que actuó en
O>t HUCVO SHCCiO ¿Itf
el Casino Pigal! y formó con Julio De Caro,
ASTOR PIAZQLLA
«í T A N G O Juan Koller (violines), José María Rizutti (piano)
y Hugo Baralis (contrabajo). De allí en más se-

CONTRATIEMPO ría uno de los más afamados conductores de tí-


picas e integrante, en 1920, de la orquesta más
pequeña, la Típica Select, con Tito Roccata-
«n «ico T. K. pi»í
Aníbal Troilo
gliatta en violín y Enrique Delfino en piano, que
(HÁM»J
grató en los Estados Unidos.
QMlMÍ»«»dbH»GAM*ii por Asimismo, fue el compositor de algunos tan-
Osvaldo Fresedc
gos preciosos —no siempre acompañados por le-
tras acordes con su calidad—, como Ciento mío,
Sollozos, Aromas, El once, Tango mío, Pobre chi-
ca, Pampero, Vida mía, I Perdón, viejita!, Mucha-
cnita de Montmartre, Arrabalero, Ronda de ases,
Tango azul, Oro y seda, Pimienta, De academia,
El sexto, La Ratona, Tari la y Desde las nubes, en-

E.M.B.A. ,,„,„„.. ;, tre mucnos otros.


JT, v.<w** *;ii
Puso, además, su orquesta al servicio de algu-
y,^,,,^^^

nas voces notables, lo cual quedó registrado en la

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LAS GRANDES CREACIONES

OSVALDO FRESEDO
ÓSCAR SERPA

El once ¡quién sabe, a su lado, los que irán así


con los corazones para divertir.
1924
¡A divertirse todos,
No deje que sus penas rompiendo el silencio,
se vayan al viento, para cantar en coro
porque serán ajenas siquiera un momento!
al que oye lo cierto. Recuerden que en la vida,
No espere que una mano si hay algo de valor,
le afloje el dolor; es de aquél que la lleva
sólo le dirán "¡pobre!" pasándola mejor.
y después, ¡se acabó! Alegre su mirada,
Por eso me divierto, no piense en lo malo,
no quiero sentirlas, no deje que su cara
no quiero oír lamentos se arrugue temprano,
que amarguen la vida, deje que todo corra,
prefiero que se pierdan no apure sus años,
y llegue el olvido que a nadie le importa
que todo lo remedia, lo que sintió.
que es lo mejor.
Letra: Emilio Fresedo
Si busca consuelo, no vaya a llorar, Música: Osvaldo Fresedo
Quizás el tango más célebre de su autor, El once fue estrenado
aprenda a ser fuerte y mate el pesar, por el propio Fresedo el 21 de septiembre de 1924, en el 11°
sonría llevando a la boca el licor, Baile del Internado, que eran reuniones organizadas por los
practicantes de los hospitales porteños, de allí su título. Tam-
que baile su almita esperando un amor. bién se lo conoce en la versión cantada como ¡A divertirse! Gar-
El humo de un puro, la luz del lugar, del fue uno de los pocos cantores que lo grabó, ya que en reali-
las notas que vagan le harán olvidar; dad pervivió como obra instrumental.

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\ Xvfx* tVrirrfro U* Atvitiü*

cera del disco, como Carlos Gardel, Agustín


Magaldi, Ada Falcón, Mercedes Carné, Tito
Scbipa, Pedro Vargas, Roberto Yanés, Da-
niel Riolobos y Roberto Goyenecbe. Fue co-
nocida, al margen de la música, su vocación
Estrenado con gran éxito por la aviación deportiva, que le inspiró los
en et Club Mar del Plata
Carnaval 1922 títulos de algunos de sus tangos, como Des-
de las nubes o La Ratona, nombre éste de su
avioneta. Un vespertino porteño daba cuen-
ta, en 1923, de una de sus victorias con es-
tas palabras: "El triunfo alcanzado noy por el
aviador argentino Osvaldo Fresedo es digno de
mayor comentario y elogio. Relativamente no-
vicio en el arte del vuelo mecánico, ha puesto de
manifiesto en varias ocasiones un gran entu-
siasmo y añora, al adjudicarse tan brillante
triunfo, vuelve a demostrarnos sus grandes
condiciones de piloto".
En 1928, su orquesta llegó a París y Nue-
va York, ciudades a las que regresaría en
1930 y 1935, respectivamente. Comenzaba
a ser un músico de rama internacional, cir-

¡Perdón viejita! i Aquella noche junté mis pilchas


y sin decirte tampoco adiós,
1925 te abandonaba, viejita mía,
para cambiarte por ese amor.
¡Perdón, viejita,
mi única amiga, Tuve el castigo porque, cobarde,
que me reciba me dejó sola con su querer
tu bendición! y desde entonces con tu memoria
¡Yo me arrodillo, mi soledad acompañé.
beso tus manos Hoy vuelvo, mama, pa9 regalarte
y una y mil veces dulces sonrisas en tu vejez;
pido perdón! serás abuela, voy a pagarte
toda la pena que te causé.
Yo estaba loca por aquel hombre;
Letra: José Antonio Saldías
yo lo quería con devoción, Música: Osvaldo Fresedo
vos me decías: "Teñe cuidado", Tango grabado por Carlos Gardel, acompañado por la orquesta
yo enceguecí de pasión... de Osvaldo Fresedo, en 1925.

S
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Arrabalero Y ahora, aunque me faje,


purrete arrabalero,
1927 ya sabe que lo quiero
con toda mi ilusión,
Soy la pebeta más rechiflada y que soy toda suya,
que en el suburbio pasa la vida, que suyo es mi cariño,
soy la percanta que fue querida que nuestro será el niño
de aquel malevo que la amura. obra del metejón.
Soy el orgullo del barrio entero,
tengo una "efe" que es mi ilusión, Por ser derecha tengo un machito
pues soy criolla, soy milonguera, arrabalero de Puente Ahina;
quiero a mi hombre de corazón. se juega entero por esta mina
porque la sabe de corazón.
En un bulín mistongo Pero si un día llega a engañarme
del arrabal porteño como hacen otros con sus mujeres,
lo conocí en un sueño, esta percanta que ríe y canta
le di mi corazón. llorará sangre por su traición.
Supe que era malevo,
lo quise con locura, Letra: Eduardo Calvo
Música: Osvaldo Fresedo
sufrí por su ventura Tango estrenado por Fresedo en el 5° Baile de los Aviadores,
con santa devoción. Teatro Opera, 1927, y grabado por Gardel el 5 de mayo del mis-

cunstancia que lo llevaría a grabar dos


78 con el célebre trompetista estadou-
nidense Dizzy Gillespie, creador del be-
bop, una modalidad jazzística de avan-
zada. Su trayectoria iue extensa y de ca-
lidad pareja, y meroii varios los colegas
que lo reconocieron dedicándole algu-
nos tangos, como Cara sucia (Francisco
Canaro), Chacarita (Vicente Loduca),
Fresedo (Julio De Caro) y Milonguero
viejo (Carlos Di Sarli).
El 18 de noviembre de 1984, el direc-
tor que impuso su retinada modalidad al
tango se marcbaba de la vida. Atrás de-
jaba una calificadísima carrera que no
puede estar ausente de la auténtica bis-
toria del tango.

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Vida mía de acariciar felicidad.
Sos mi vida y quisiera llevarte
1934 a mi lado prendida
y así ahogar mi soledad.
Siempre igual es el camino
que ilumina y dora el sol, Ya parece que la huella
si parece que el destino va perdiendo su color
más lo alarga para mi dolor. y saliendo las estrellas
Y este verde suelo dan al cielo todo su esplendor.
donde crece el cardo Y de poco a poco,
lejos toca el cielo luces que titilan
cerca de mi amor. dan severo tono
Y de cuando en cuando, un nido mientras huye el sol.
para que lo envidie yo... De esas luces que y o veo,
ella una la encendió.
Vida mía, lejos más te quiero,
vida mía, piensa en mi regreso, Letra: Emilio Fresedo
Música: Osvaldo Fresedo
sé que el oro no tendrá tus besos Tango estrenado por Fresedo con su cantor Roberto Ray en los
y es por eso que te quiero más. bailables que, por Radio Belgrano, auspiciaba Geniol. En el mis-
Vida mía, hasta apuro el aliento, mo año lo grabó el cantante italiano Tito Schipa, acompañado
por el propio compositor con su orquesta.
acercando el momento

Editado para: Publicxito S.A./E1 Día S.A.


Editor responsable: Editorial Agedit S.A.
Redacción: Roberto Selles
144 Imágenes y fotografías: Archivo "Te Acordás Hermano"
Impresión: Anselmo L. Morvíllo S.A.

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