4 RACIONES Este sencillo plato es ideal para una cena informal tipo bufet. Puedes preparar la polenta un par de días antes y acabar de hacerla a la plancha mientras se asan los tomates. La cuajada de cabra salada es el contrapunto perfecto, pero puedes usar también un queso cremoso de cabra o crème fraîche. 200 g de polenta instantánea 1 dado grande de mantequilla 75 g de queso parmesano rallado 400 g de tomates pequeños en rama Aceite de oliva 2 dientes de ajo, pelados y machacados Una pizca de azúcar Las hojas de 2 ramitas de tomillo picadas Vinagre balsámico 250 g de queso de cabra cremoso o cuajada de leche de cabra 4 ramitas de albahaca con las hojas troceadas Sal marina y pimienta negra recién molida 1. Precalentar el horno al máximo. Engrasar un molde o una fuente de horno profunda de 2 cm de altura. 2. Cocer la polenta según las instrucciones del paquete. Agregar, batiendo, la mantequilla y el parmesano. Rectificar la sazón, si es necesario, y verter la polenta en el molde preparado. Cubrirla y enfriarla en la nevera hasta que esté firme, unos 20 o 30 minutos. 3. Mientras, cortar las ramas de los tomates para separarlos en pequeños ramilletes. Colocarlos en una bandeja de horno y pinchar los tomates con la punta de un cuchillo. Rociarlos con aceite de oliva y añadir por encima el ajo, el azúcar y el tomillo, y salpimentarlos. Rociarlos con un poco de vinagre balsámico y luego asarlos entre 10 y 12 minutos, o hasta que estén tiernos y se les formen ampollas en la piel. 4. Una vez que la polenta esté fría, sacarla del molde y cortarla en trozos. Calentar una plancha a fuego medio. Untar los trozos de polenta con aceite de oliva, sazonarlos y asarlos a la plancha hasta que estén bien calientes y tostados. Para dar la vuelta a los trozos, lo más fácil es usar una rasera o una pala de pescado. 5. Para servirla, poner un trozo de polenta en un plato y encima los tomates y 1 cucharada del jugo que haya quedado en la fuente donde se han asado. Añadir encima una bola o cucharada de queso o cuajada de cabra. Rociar con un poco más de vinagre balsámico y decorar con las hojas de albahaca.