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TEMA 15. LA SEGUNDA REPÚBLICA

INTRODUCCIÓN
El 14 de abril de 1931 se proclamó en España la Segunda República en un ambiente de euforia y esperanza. Representaba unos
ideales de progreso y democracia deseados por gran parte del país. Según la política de los partidos en el poder, la Segunda
República se desarrolló en tres etapas: una primera (1931-1933, Bienio Reformista) en la que los partidos de izquierda llevaron a
cabo una serie de reformas; una segunda etapa de gobierno de centro- derecha, en la que se frenó la obra anterior (1933-1936,
Bienio Conservador) y una tercera etapa, nuevamente de dominio de las izquierdas (Frente Popular) en la que el reiniciado
proceso reformista escapó de las manos del gobierno y precipitó un golpe de estado.
DESARROLLO
1. La proclamación de la República y el periodo constituyente (De abril a diciembre de 1931)
Los resultados de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, convocadas por el gobierno del almirante Aznar, dieron el
triunfo en los núcleos urbanos, a la conjunción republicano-socialista, partidaria de la instauración de un régimen republicano.
Dos días después se proclamó la República. Ante esta situación, Alfonso XIII “suspende deliberadamente el ejercicio del Poder
Real” y abandonó España. Los partidos representantes del "Pacto de San Sebastián" (republicanos, socialistas y nacionalistas)
constituyeron un Gobierno Provisional, presidido por Niceto Alcalá Zamora, que decretó una serie de medidas de extrema
urgencia como una amnistía general para presos políticos y la proclamación de las libertades políticas y sindicales.El 28 de junio
se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes que concluyeron con una nueva victoria de la conjunción republicano-
socialista: el PSOE con 116 escaños, se convirtió en el principal grupo parlamentario, seguido por el partido republicano de
Lerroux. La derecha republicana y los monárquicos fueron los principales derrotados. El nuevo gobierno ratificó a Niceto Alcalá
Zamora como jefe de Gobierno. La primera tarea de las nuevas Cortes, que se inauguraron en 14 de julio de 1931, fue elaborar
una nueva constitución de carácter republicano.
2. La Constitución de 1931.
El 14 de octubre, Alcalá Zamora dimitió de su cargo de presidente, alegando un excesivo laicismo del Estado y la persecución
anticatólica de su propio gobierno. Fue sustituido por Manuel Azaña. Tanto en los trabajos de la comisión encargada de elaborar
el ante-proyecto como en los fuertes debates parlamentarios, quedó de manifiesto que la nueva Constitución difícilmente sería un
texto de consenso, sino que respondería al criterio de la mayoría parlamentaria, formada por socialistas y republicanos de
izquierda. La Constitución fue aprobada el 9 de diciembre de 1931.
La Constitución era bastante avanzada para su tiempo, tenía un acusado carácter democrático , progresista y socialista: España fue
definida como "una República de trabajadores de toda clase", al tiempo que se manifestaba la renuncia a la guerra como
instrumento de las relaciones internacionales. El Estado se configuraba de forma integral, pero se aceptaba la posibilidad de
constituir gobiernos autónomos en las regiones que lo pidiesen.
También se establecía el principio de la soberanía popular, la forma de gobierno republicana, unas Cortes de carácter unicameral y
una división de poderes muy acentuada. El poder legislativo residía en el Parlamento, con una clara preeminencia de este frente al
Gobierno y al jefe del Estado. El presidente de la República, elegido por los diputados y un número idéntico de compromisarios
electos por los ciudadanos, tenía escasas atribuciones y un mandato de seis años.
Se hacía una amplia declaración de derechos y libertades, y se recogía una preocupación por los temas sociales. Se garantizaba la
igualdad absoluta ante la ley, la educación y el trabajo, y la no discriminación por razón de origen, sexo o riqueza, y se instauraba
la educación primaria obligatoria y gratuita. Se reconocía la facultad del Gobierno para expropiar bienes de utilidad social y se
definía el trabajo como una obligación social. Se establecía el derecho a voto desde los 23 años y, por primera vez, se concedía el
voto a las mujeres. Por último, se declaraba fa laicidad del Estado (separación Iglesia-Estado) y se reconocían el matrimonio civil
y el divorcio.
3. El bienio reformista. (1931-1933).
3.1. Reformas socio-laborales y reforma agraria.
Alcalá Zamora fue elegido presidente de la Republica y Manuel Azaña ocupó la Presidencia del gobierno hasta 1933 e
impulsó una política de reformas basada en la alianza entre la burguesía republicana de izquierda y el obrerismo socialista, que
pretendían modernizar y equiparar España a los países europeos más avanzados.
Se elaboró una nueva legislación socio-laboral, cuyo artífice fue el socialista Largo Caballero. Su objetivo era mejorar y
dignificar la situación de los trabajadores regulando las condiciones y contratos de trabajo, la reducción de la jornada laboral a 8
horas, etc.
La Ley de Reforma Agraria de 1932 tenía como objetivo crear una clase media rural propietaria de sus explotaciones, que con su
capacidad de ahorro y consumo también incentivaría la salida del atraso industrial. Para ello, la ley permitía la expropiación de las
tierras no explotadas o explotadas deficientemente y de las tierras de la nobleza, que serían entregadas en pequeños lotes a los
jornaleros. El IRA (Instituto de Reforma Agraría) sería el encargado de llevarla a cabo. Las complejidades legales y burocráticas
de la ley y la falta de presupuesto, causaron decepción en el campesinado que vio frustradas sus expectativas, produciéndose
graves enfrentamientos, como el de Casas Viejas. También la ley contó con la radical oposición de los grandes y medianos
terratenientes que manifestaron su oposición a la República.

Descargado por Luis Ramajo Peinado (ramajo.peinado.luis@iesitaca.org)


3.2. Iglesia y laicismo.
Se llevó a cabo una política laicista con el fin de limitar el poder de la Iglesia y secularizar la sociedad. La Constitución
estableció la no confesionalidad del Estado, se suprimió el presupuesto para el culto y clero, se suprimió la Compañía de Jesús y
se permitió el divorcio y el matrimonio civil. Estas medidas provocaron una fuerte polémica y tuvieron el rechazo de la sociedad
católica y de derechas.
3.3. La reforma militar.
La reforma militar promovida por Azaña, pretendía lograr la fidelidad de los militares a la República y reforzar la autoridad del
Estado republicano frente al Ejército. También se propuso modernizar su obsoleta estructura y armamento. Se anticipó la edad de
jubilación para reducir el número desproporcionado de oficiales, se clausuraron las capitanías generales y se cerró la Academia
Militar de Zaragoza. Estas medidas no fueron aceptadas por algunos sectores militares que, con el general Sanjurjo a la cabeza, se
sublevaron en Sevilla y protagonizaron un golpe de estado. El levantamiento fracasó y Sanjurjo fue condenado a pena de muerte,
que posteriormente fue conmutada por la prisión. Se creó la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público fiel a la República.
3.4. La política autonómica.
La Constitución de 1931 había abierto la posibilidad de constituir un estado de regiones autónomas. En Cataluña se formó un
gobierno autonómico "la Generalitat", con competencias en materia económica, social, educativa y cultural. Su primer presidente
fue Francesc Maciá, líder de Esquerra Republicana. En 1932, las Cortes aprobaron un Estatuto de Autonomía. En el País Vasco,
en octubre de 1936, iniciada ya la guerra, fue aprobado un estatuto vasco de carácter democrático, siendo elegido José Antonio
Aguirre (PNV) Lehendakari. El estatuto de Galicia se redactó, pero no llegó a aprobarse.
3.5 La promoción de la enseñanza y la cultura
A la reforma de la enseñanza y la cultura se dedicaron muchos recursos. Se potenció la educación laica, liberal, mixta, obligatoria
y gratuita. El objetivo principal fue la educación primaria. Se abrieron 10.000 nuevas escuelas y se contrataron 7.000 maestros. Se
pusieron en marcha Misiones Pedagógicas, para llevar la cultura a zonas rurales. También se abrieron Casas de la Cultura y se
fomentaron las colonias escolares de verano e iniciativas como el teatro universitario "La Barraca" dirigido por Federico García
Lorca. La no obligatoriedad de la enseñanza de la religión católica en las escuelas y el carácter laico de la reforma educativa
provocó una reacción entre los sectores más conservadores, dando pie a la llamada "guerra escolar".
3.6 La crisis de la coalición de izquierdas.
Las reformas fueron contestadas tanto por la derecha y grupos de presión (Patronal, Ejército, Iglesia) como por la izquierda obrera
(anarquistas y comunistas), y por grupos de centro moderados, que se alarmaron por las reformas religiosas. El deterioro de la
economía aumentó la conflictividad. En 1933, los intentos revolucionarios de CNT y sectores radicales de UGT, fueron
desacreditando la República y la autoridad de Azaña. La dura represión que el gobierno de Azaña hizo con los anarquistas en
Casas Viejas provocó la rupturade la coalición entre socialistas y republicanos. En septiembre, Alcalá Zamora retiró su confianza
al gobierno y nombró a Martínez Barrios, presidente de un nuevo gabinete que tenía como objetivo disolver el Parlamento y
convocar elecciones generales para el 19 de noviembre de 1933.
4. El bienio conservador (1933-1936)
4.1. Las elecciones de 1933 y el cambio de gobierno.
Las elecciones de noviembre de 1933, las primeras en que pudieron votar las mujeres en España, concluyeron con un vuelco en
la composición de las Cortes. Las derechas, coaligadas, lograron formar una única candidatura en numerosas circunscripciones,
frente a unas izquierdas que optaron por presentarse en candidaturas separadas. Las elecciones dieron la victoria a los partidos de
centro-derecha. Las principales fuerzas políticas fueron el Partido Radical de Alejandro Lerroux y la CEDA (Confederación
Española de Derechas Autónomas) de Gil Robles.
4.2. Los gobiernos de centro-derecha.
El nuevo ejecutivo dirigido por Lerroux, procedió al desmantelamiento de la obra reformista del anterior gobierno. Se frenó la
reforma agraria, la reforma religiosa se contrarrestó aprobando un presupuesto para culto y clero, se concedió la amnistía a los
sublevados en el golpe de Sanjurjo y a los colaboradores de la dictadura de Primo de Rivera, se redujo el presupuesto para
educación y se inició la destitución de los ayuntamientos en manos de republicanos y socialistas.
4.3 La radicalización obrera y la revolución de octubre de 1934
Ante este giro hacia el conservadurismo, el PSOE y la UGT respondieron radicalizando sus posturas., Francisco Largo Caballero,
líder del sector socialista más radical, propuso la ruptura con la República y con las fuerzas burguesas e iniciar la revolución. Ante
el aumento de los conflictos, la CEDA reclamó participar en el gobierno yLerroux accedió entregándoles tres ministerios. Al día
siguiente, se produjeron huelgas generales en las grandes ciudades del país impulsadas por la UGT. El gobierno respondió
declarando el Estado de Guerra. En octubre de 1934 en Asturias los mineros protagonizaron una revolución social, colaborando
anarquistas, socialistas y comunistas. La revolución fue aplastada violentamente por las tropas de la Legión y los Regulares
traídos desde Marruecos y dirigidas por los generales Godet y Franco. En Barcelona, el nuevo presidente de la Generalitat,
Companys, proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. La rebelión de la Generalitat fue aplastada por el
ejército y el presidente y casi todos sus consejeros fueron encarcelados.

Descargado por Luis Ramajo Peinado (ramajo.peinado.luis@iesitaca.org)


4.4 La descomposición política
En la primavera de 1935 se formó un nuevo gobierno presidido por Lerroux, que incluía a cinco miembros de la CEDA (Gil
Robles era ministro de la Guerra y el general Franco jefe del Estado Mayor). El ejecutivo inició la tan ansiada contrarrevolución:
se suspendió el Estatuto de Cataluña, se anuló definitivamente la Ley de Contratos de Cultivo, los campesinos fueron obligados a
pagar el total de las rentas, se devolvieron las propiedades a los jesuitas. La CEDA presentó en julio de 1935, un anteproyecto
para la reforma de la Constitución, que no llegó a votarse debido a la caída del gobierno. En octubre de 1935 el gobierno entró
en crisis. Los republicanos radicales de Lerroux sufrieron un fuerte desprestigio como consecuencia de varios escándalos políticos
y de corrupción que provocaron el hundimiento de la coalición gubernamental radical-cedista. El presidente de la república Alcalá
Zamora decidió disolver las Cortes y convocar elecciones para febrero de 1936.
5. El triunfo del Frente Popular (febrero a julio de 1936)
5.1 Las elecciones de febrero de 1936.
Las izquierdas decidieron acudir a las elecciones formando una gran coalición que incluyó a los republicanos reformistas, al
PSOE y a los comunistas, y que adoptó el nombre de Frente Popular.Su programa defendía la concesión de una amnistía para los
encarcelados por la revolución de octubre de 1934, la reintegración en cargos y puestos de trabajo para los represaliados por
razones políticas y la aplicación de la legislación reformista del primer bienio. Los partidos de derecha formaron distintas
coaliciones constituidas por la CEDA, los monárquicos y las tradicionalistas (Bloque Nacional) y en algunas provincias se
incluyó a los radicales y a laLliga Catalana. Sin embargo, no lograron confeccionar una candidatura única para toda España ni
redactar un programa electoral consensuado
En las elecciones el Frente Popular obtuvo el 48% de los votos, convirtiéndose en la fuerza ganadora. Las derechas, el 46,5 % y
las fuerzas del centro, sólo un 5,4%. Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República y Casares Quiroga, presidente del
Gobierno.
5.2. La etapa del Frente Popular El
nuevo gobierno puso en marcha el programa pactado: se concedió la amnistía a unos 30.000 presos políticos y se forzó a los
patrones a readmitir a los obreros despedidos como consecuencia de las huelgas de 1934. Se permitió el restablecimiento del
gobierno de la Generalitat y del Estatuto de Autonomía de Cataluña y se iniciaron las negociaciones para la aprobación de un
Estatuto para el País Vasco y otro para Galicia. Las reformas iniciadas en 1931 fueron reemprendidas con la oposición de los
propietarios agrícolas, de muchos industriales, que decidieron cerrar sus fábricas, y de la Iglesia católica, temerosa de nuevos
brotes anticlericales.
5.3. La preparación del golpe de Estado
La situación política y social se hizo muy conflictiva. Los enfrentamientos en las calles proliferaron y el aumento de huelgas y
desórdenes generaron un clima de violencia social. Falange Española y otros grupos de extrema derecha, organizaron grupos
paramilitares que iniciaron acciones violentas contra los líderes izquierdistas y éstas fueron respondidas del mismo modo por los
militantes más radicales de la izquierda. Ante el aumento de la violencia, una parte importante de la derecha adoptó una posición
favorable a un golpe de Estado. El golpe de Estado venía gestándose desde hacía tiempo. El “director” de la conspiración fue el
general Mola, que desde Pamplona comenzó a preparar minuciosamente el golpe. La jefatura suprema del golpe se reservó al
general Sanjurjo, militar muy respetado dentro del estamento militar. El asesinato el 13 de julio del líder de los monárquicos
alfonsinos José Calvo Sotelo, por las fuerzas policiales en venganza por el asesinato del teniente Castillo por la ultraderecha,
aceleró la sublevación militar que se inició el 17 de julio en Marruecos y dio comienzo a una Guerra civil que duraría tres años
CONCLUSIÓN
La Segunda República fue un intento frustrado de implantar la democracia en España. El choque ente los intereses y mentalidades
de las clases acomodadas y de las clases populares (obreros, campesino sin tierras) fue tan duro que desembocó en un golpe de
estado. El 17 de julio de 1936, un grupo de militares llevaron a cabo un pronunciamiento que se transformó en una cruenta guerra
civil. La República no pudo superarla y sus representantes acabaron en el exilio, mientras que en España establecía la dictadura del
general Franco.

Descargado por Luis Ramajo Peinado (ramajo.peinado.luis@iesitaca.org)

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