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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DE OCCIDENTE


DIVISIÓN DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES,
ABOGACIA Y NOTARIADO.

Lic. Irina Castillo

Curso: Comunicación

Primer Semestre Sección “A”

Grupo # No. Carné


Ana Adela Regina González Cruz 202030062
Christopher Leonel García Guillén 201932235
Henry Francisco Oroxom Coyoy 202030033
Ixchel Lucia Del Carmen Armas Ovalle 202030504
Johanns Daniel Isaías Dionicio Hernández 202030208
María Florencia Ileana Tzunún García 202030065
(coordinadora)
Víctor Manuel Hernández Salazar 202030300

Temas:

Como Hablar en público


Defectos y errores en la Lectura
Vicios de Dicción
Lectura Crítica y actitud activa del Lector
Como Hablar en público
Hablar en público para una presentación implica mucho más que pararse frente a
una audiencia con un micrófono a leer láminas y señalar con un puntero láser. A
todos nos gusta escuchar a un ponente con habilidades extraordinarias para
comunicar un mensaje. Incluso recordamos por años aquellos que nos han
impactado. Para un orador novel, o un conferenciante con experiencia, aprender
habilidades de otros grandes ponentes es fundamental para realizar
presentaciones que influyan, inspiren e impacten significativamente en los
asistentes.

Los grandes oradores no son seres de otro mundo, no son perfectos, de hecho,
son ampliamente imperfectos. Lo que los hace extraordinarios es su persistencia
en potenciar sus cualidades para llevarlas a la grandeza.

Es una actividad desagradable para muchos y cuanto mayor sea la importancia


del evento, peor el miedo. Sin embargo, como emprendedor, deberás enfrentarte
constantemente a exposiciones y presentaciones, ya sea ante tu equipo, socios,
clientes o posibles inversionistas. Y debes hacerlo de la forma correcta para
conectarte con tu audiencia.

Pero hablar en público en realidad no es tan difícil. No es otra cosa que conversar,
y eso lo haces prácticamente todo el tiempo. El misterio desaparece una vez que
se ha aprendido cómo hacerlo.

Pasos para aprender a hablar ante un público:

Prepararse para hablar

1) Conoce el tema:

Para hacerte un orador público cómodo y dinámico es asegurarte de que


conozcas de lo que hablas y de que lo sepas bien. No conocerlo lo suficiente
puede volverte ansioso e inseguro cuando hables, lo cual se transmitirá a tu
audiencia.
La preparación es lo fundamental.
Tómate el tiempo cuando planees tu discurso para asegurarte de que fluya natural
y lógicamente. Incluso si el hablar en público se refiera a tener que responder a
una pregunta en clase, tendrás que asegurarte de que conozcas del tema. Esto
puede ayudarte a sentirte y presentarte más seguro, lo que causará una buena
impresión a tus oyentes.

2) Entrena tu cuerpo:
Hay algunas cosas que puedes hacer para asegurarte de que tu cuerpo coopere
contigo. Esto va más allá de turnar tu peso de pie a pie mientras hablas (mantén
quietos los dedos del pies y no tendrás que hacerlo).
Guarda relación con respirar, proyectar lo que hablas y asegurarte de que hables
apropiadamente.
Habla desde el diafragma.
Esto te servirá de ayuda para proyectar claramente y con voz alta para que tu
audiencia pueda escucharte sin parecer como si te esforzaras o como si gritaras.
Como ejercicio, párate y ponte la mano encima del abdomen. Inhalar y exhala.
Cuenta hasta cinco en una respiración y luego hasta diez en otra respiración.
Sentirás que tu abdomen comenzará a relajarse. Deberás respirar y hablar desde
ese estado relajado.
Modula tu tono.
Averigua cuál es el tono de tu voz. ¿Muy alto? ¿Muy bajo? ¿Tienes un registro de
voz que solo los perros pueden oír? Relajarte, pararte en una posición cómoda
(pero recta) y respirar apropiadamente te ayudará a encontrar un tono más
cómodo y más agradable.
Evita respirar desde la garganta y desde el pecho superior:
Ya que estas formas pueden aumentar tu ansiedad y ajustar tu garganta. En
consecuencia, tu voz sonará más tensa e incómoda.
3) Practica marcar el ritmo del habla:
Tu audiencia tiene que poder seguir lo que dices y tener el tiempo de procesar el
discurso.
Trata de hablar más lenta y cuidadosamente que en un tono típico de
conversación. Asegúrate de que tengas pausas entre las ideas diferentes o entre
los temas muy importantes para que tu audiencia tenga el tiempo de comprender y
reflexionar lo que dices.
Practica la articulación y la pronunciación apropiada:
La articulación es cuando se pronuncia los sonidos. Enfócate en especial en
enunciar ciertos sonidos: b, d, m, n, g, p, t, s, z. Debes asegurarte de que sepas
cómo pronunciar todas las palabras y de que practiques la pronunciación de las
palabras más difíciles.
Elimina los "Este..." y otras palabras sin sentido:
No hay ningún problema con utilizar estas palabras en una conversación regular,
pero cuando hables ante un público, te hacen sonar como si no supieras de lo que
hablas.

4) Conoce tu discurso.
Conocerlo es tan importante como conocer el tema del que das un discurso. De
igual forma, hay maneras diferentes de dar discursos, así que tendrás que escoger
una que funcione mejor para ti.
Tendrás que tener algún tipo de tarjetas de anotaciones o de esquema para dar tu
discurso. De igual forma, puedes aprenderlo de memoria si puedes hacerlo bien
(no trates de hacerlo si no estás seguro de poder lograrlo).
No tienes que escribir todo en tus tarjetas de anotaciones (deja un poco de
espacio para improvisar), aunque puede ser útil hacer unas anotaciones para
algunas indicaciones, como para hacer una pausa después de cierta información o
para recordar respirar en otra parte de modo que puedas recordar hacerlo
realmente.

Memoriza tu discurso:
Si bien es cierto que no tienes que memorizar necesariamente tu discurso o tus
temas de conversación, puede ser una manera excelente de ayudarte a parecer
seguro y tranquilo con el tema del que hablas. Asegúrate de que tengas un tiempo
suficiente aparte para memorizar tu discurso.
Escribe varias veces tu discurso:
Este método te ayuda a recordarlo. En cuanto más lo escribas, más fácil será de
recordarlo. Cuando lo hayas escrito varias veces, ponte a prueba para ver cuán
bien lo recuerdas. Escribe las partes específicas varias veces si hubo algunas que
no pudiste recordar.
Separa tu discurso en partes más pequeñas y memorízalas. Es muy difícil
memorizar todo un discurso en una sola vez. Lo mejor que se puede hacer es
memorizarlo en partes pequeñas (comienza con cada viñeta y luego memoriza
tres diferentes puntos principales, etc.).
Conoce a tu audiencia:
Tienes que saber a quién das tu discurso porque algunos temas que puedan ser
buenos para un tipo de audiencia pueden causar ira o aburrimiento a otro tipo de
personas. Por ejemplo, no debes ser informal durante una presentación de
negocios, pero puedes ser informal con un grupo de estudiantes universitarios.
El humor:
Es una manera excelente de soltarte a ti y a la audiencia. Normalmente, hay un
tipo de humor que encaja en la mayoría de las situaciones de habla pública (¡pero
no siempre!). Es bueno comenzar con un poco de humor para aligerar la
atmósfera y causar la impresión de tener confianza. Decir una historia divertida (y
verdadera) puede ser una buena forma de hacerlo.

Practica:
Esto es muy importante si quieres que hablar en público salga bien. Tienes que
practicar tu discurso varias veces como para que te sientas calmado con este.
Trata de visitar el espacio en el que hablarás y practica en este. Esto te dará más
confianza porque te familiarizarás con el área.
Grábate practicando y encuentra tus fortalezas y debilidades. Es una manera
excelente de ver cuáles son tus fortalezas y debilidades. Notarás cuáles son tus
tics nerviosos (cambiar de pie, pasarte las manos por el cabello) y podrás ocuparte
de eliminarlos o mantenerlos al mínimo.
Perfeccionar tu mensaje

1) Escoge el tipo correcto de discurso.


Los tres tipos de discursos son informativo, persuasivo y entretenido. Si bien es
cierto que puede haber cierta coincidencia entre estos tipos diferentes, cada uno
tiene una función específica que cumplir.
Propósito:
Discurso informativo
Es brindar detalles, hechos y ejemplos. Se brinda los hechos básicos y la
información básica incluso si tratas de persuadir a tu audiencia.
Un discurso persuasivo
Se trata de persuadir a tu audiencia. Utilizarás hechos, pero también algunas
experiencias propias, algunas emociones, la lógica, etc.

2) Evita un inicio divagante:


Comienza tu discurso al brindar la idea central y los tres puntos principales (más o
menos) que tienes que apoyar y elaborar. Tu audiencia recordará mejor tu inicio y
tu cierre de lo que recordará otra parte del discurso.
Inicia de una forma que consiga de inmediato la atención de tu audiencia. Esto
quiere decir ofrecer un hecho sorprendente o una estadística o hacer una pregunta
y arruinar los preconcepciones de la audiencia.
3) Ten una estructura clara:
Tendrás que construir un formato claro para evitar tener un discurso que termine
de manera desordenada.
Ten una idea central:
Pregúntate qué es lo que tratas de transmitir a la audiencia, qué es lo que quieres
que se rescate de tu discurso, porqué se debe concordar con lo que dices. Por
ejemplo, considera porqué tu audiencia debe importarle las tendencias nacionales
de la literatura si das un discurso al respecto. No debes dar hechos sin sentido a
tu audiencia.

4) Utiliza el lenguaje correcto:


El lenguaje es muy importante en la redacción y en brindar un discurso. No debes
utilizar muchas palabras rebuscadas porque tu audiencia perderá el interés
rápidamente.
Utiliza adverbios y adjetivos notables. Debes amenizar tu discurso y entretener a
tu audiencia.
Utiliza imágenes que hagan que las personas de la audiencia se sienten rectas y
las miren.
La repetición es una manera excelente de recodarle a tu audiencia porqué tu
discurso es importante (piensa en Martin Luther King Jr. que decía "Tuve un
sueño...”). Esta martilla tus puntos y lo hace para que las personas de la audiencia
no puedan olvidar el tema central.
5) Mantén el discurso simple:
Hacer que la audiencia pueda seguir fácilmente el discurso y pueda recordar
cuándo termine. Esto no solo quiere decir tener imágenes llamativas y hechos
sorprendentes, sino que el discurso necesita ser simple y directo.
Utilizar oraciones y frases cortas. Estas se pueden utilizar para un efecto más
impresionante. Por ejemplo, la frase "nunca más" es corta y directa y contiene un
golpe poderoso.

Hablar en público

1) Lidia con tu ansiedad:


Casi todas las personas se ponen un poco ansiosas antes de tener que pararse al
frente de las personas y tener que hablar. Con suerte, ya te has preparado con tu
discurso y sabes cómo darlo. Afortunadamente, hay algunas maneras de hacer
que los temblores sean más manejables.
Antes de pararte y hablar, empuña y desempuña las manos varias veces para
lidiar con la adrenalina. Respira profundo y lento durante tres veces. Esto
despejará tu sistema y te preparará para respirar apropiadamente durante el
discurso.
Párate con confianza con una postura relajada y recta, con los pies separados a la
altura de los hombros. Esto engañará a tu cerebro para que piense que estás
seguro y hará que sea más fácil dar el discurso.
2) Sonríele a la audiencia:
Sonríeles a las personas de la audiencia a medida en que ingresan en el lugar o
sonríeles cuando te pares en frente de estas. Esto hará que parezca que eres
seguro y calmará la atmósfera para los presentes y para ti.

3) Da una presentación:
Puedes hacer que tu discurso sea interesante o aburrido según tu presentación.
Tienes que tener una personalidad en el escenario mientras hablas.
Cuenta una historia:
Parte de tu presentación es dar el discurso o hablar como si contaras una historia.
A las personas les encantan las historias y será más fácil para estas relacionarse
contigo, incluso si hablas de un tema basado en hechos. Utiliza tu tema o asunto
central como una base sólida de la historia.
Trata de tener un equilibrio entre tu discurso ensayado y algo de espontaneidad.
Las personas no quieren sentarse y verte balbucear con tus tarjetas de
anotaciones. Es recomendable darte un espacio para expandir el tema sin contar
con tarjetas de anotaciones y para agregar algunas historias alternas para brindar
un interés.
Utiliza las manos para ayudarte a marcar los puntos. No debes agitarte en el
escenario, pero no debes pararte inmovilizado mientras hablas. Es bueno utilizar
gestos controlados para marcar los puntos a medida en que hablas.
4) Interesa a la audiencia:
Debes asegurarte de que tu audiencia esté bajo tu poder, lo que quiere decir
hacer que las personas de la audiencia se interesen en el material sin importar
cuál sea. Esto se resume a ser un orador interesante más de lo que se limita a un
tema interesante.
Mira a tu audiencia. Divide mentalmente el lugar en secciones y haz contacto
visual con una persona en cada sección cada vez que rotes la mirada.
Hazle a tu audiencia algunas preguntas mientras hablas.

5) Habla más lentamente:


Las personas suelen fallar con más frecuencia en hablar muy rápido cuando
hablan ante un público. La velocidad normal de una conversación es mucho más
rápida que la velocidad que utilizarás para dar tu discurso. Es probable que lo
hagas bien si sientes que hablas muy lento.
Bebe agua si te das cuenta que te agotas durante el discurso. Esto te ayudará a
darle a tu audiencia un segundo para ponerse al día y te permitirá tomarte un
momento para disminuir la velocidad.
Organiza una señal con un amigo o un familiar en la audiencia para que te avise si
hablas muy rápido en caso uno de estos esté presente durante tu discurso. Mírale
algunas veces durante tu discurso de modo que sepas que estás encaminado.

6) Ten un buen final:


Las personas recuerdan el inicio y el final de un discurso, casi nunca recuerdan la
parte media. Por ello, debes asegurarte de que tengas un final que las personas
recuerden.
Asegúrate de que tu audiencia sepa porqué el tema es importante y porqué deben
saber esta información. Termina con un llamado a actuar si puedes. Por ejemplo,
termina tu discurso al decirle a la audiencia algo que puedan hacer acerca del
hecho de que se reducen los cursos electivos de arte si das un discurso acerca de
la importancia de las clases de arte en las escuelas, depende también del tema de
ahí partir para tener un buen final.
Técnicas para hablar en público

1. Memoriza los conceptos básicos: No se trata de aprenderse el discurso


palabra por palabra, porque podría provocarte el efecto de la mente en
blanco, lo que te produciría pánico y tiraría por la borda todo el trabajo. Es
importante que sepas que el sólo repetir provoca pérdida de naturalidad y
sobreactuación.

Consejo de oratoria: Focalízate en los conceptos creando puntos de


contenido, historias, datos y conclusiones clave que se quieran transmitir en
la presentación; de esta manera será más natural y sencillo exponer un
tema.

2. Controla la mente: Ten en cuenta que el miedo a hablar en público y el


nerviosismo son sensaciones naturales antes de salir ante tu audiencia. Por
ello es importante cambiar la forma de pensar, no centrando la atención en
uno mismo, sino en las personas de la sala.

Sugerencia de oratoria: Pon el foco en ser útil o en ayudar a la audiencia.


Piensa que la gente espera de ti obtener algún concepto de valor. Si se
marchan con uno o dos elementos nuevos, entonces ha valido la pena.

3. Prepárate al máximo: Se ha de estar bien preparado en el tema y tener


claros los objetivos que se quieren conseguir, generando la percepción de
confianza y control en el público.

Consejo de oratoria: Investiga el perfil de los asistentes, prepara el tema a


fondo, considera la repercusión e identifica las áreas de oportunidad. La
información te otorgará seguridad y poder.
4. Practica lo más que puedas: No hacen falta más explicaciones: hablar en
público como un experto requiere bastante práctica.
Sugerencia: Practica frente a un espejo múltiples veces antes de tu
conferencia. Mientras más practiques, mejores resultados obtendrás.

5. Utiliza efectos multimedia: Al hablar en público un orador sabe que las


diapositivas no están ahí para leerse, sino que las utiliza como un elemento
de apoyo visual y auditivo.

Consejo de oratoria: Incluye sorpresivamente un vídeo, una melodía o una


imagen graciosa. Estas tácticas pueden llevar tu presentación a otro nivel.

6. Respira: Es normal estar nervioso o tener miedo a hablar en público, de


modo que oxigenar el cerebro antes de salir al escenario nos ayudará a
entrar en calma. Trabaja en tu mentalidad: el discurso no se trata de ti, es
acerca de la audiencia.

Sugerencia de oratoria: Haz dos o tres inspiraciones profundas


procurando que el aire llegue hasta el estómago y expulsa lentamente el
aire por la boca. También es recomendable tomar un poco de agua.

¿Qué hacer al momento de hablar en público?


7. Usa un vocabulario simple: Evita preparar tu charla usando un lenguaje
rebuscado o demasiado formal. A la gente le gusta escuchar mensajes
claros y directos.

Consejo de oratoria: Habla como te sientas cómodo para explicar de


modo sencillo una idea. Eso sí, evita las palabras vulgares.

8. Sé consciente del lenguaje no verbal: Vincula los mensajes estratégicos


con tu lenguaje no verbal. Según Albert Merhabian, los elementos de la
comunicación personal están conformados en un 7% por las palabras que
decimos; el 38% por el tono y el volumen; y el 55% por el lenguaje corporal.
Hemos de estar atentos a todos los gestos y movimientos que hacemos, así
como a las inflexiones de la voz, las muletillas, el parpadeo, la velocidad,
etc., para minimizar el nerviosismo y dar un mensaje correcto de manera
conjunta.

Recomendación: En este sentido la mejor técnica es la auto-filmación. El


grabarnos en vídeo nos permitirá observar detenidamente nuestras fallas al
hablar en público, y nos ayudará a desenvolvernos con mayor seguridad las
próximas veces.
9. Muévete a lo largo del escenario: Caminar lentamente de un extremo a
otro del escenario es favorable para atender a las personas de esas áreas,
siempre y cuando no se haga de manera excesiva.
Consejo de oratoria: Divide de forma imaginaria al auditorio en 3 zonas,
por ejemplo, centro y laterales. Desplázate y da la charla alternadamente en
cada una.

10. Conversa con la audiencia antes de la presentación: Mantener una


pequeña comunicación con algunas personas del evento, luego te permitirá
crear una cierta cercanía con tu audiencia y ayudará a evaluar el ánimo
general de la sala para saber el tono más apropiado para dar el discurso.

Sugerencia de oratoria: En la conversación previa, recoge nuevas ideas y


considera si podrías incorporarlas a la ponencia para darle un aire más
fresco y auténtico.

11. Comienza con una frase o una pregunta: El mejor truco al hablar en
público es empezar con una frase o pregunta de impacto que se relacione
con la presentación. Se ha comprobado varias veces que es la manera más
efectiva de captar la atención de la gente, y generar así una expectativa de
valía sobre el conferencista.

Consejo: Escoge cuidadosamente la frase que quieras emplear al abrir tu


ponencia, pues será el hilo conductor de toda la presentación.

12. Interactúa: La interacción es la manera más eficaz para mantener a la


gente involucrada. Esto puede lograrse fácilmente pidiendo a los presentes
que levanten la mano, que respondan con un sí o un no a una pregunta, o
mejor aún, invitándolos a participar a través de las redes sociales.

Consejo de oratoria: Diseña tu presentación con algunas láminas con


frases de impacto que quieras que la gente retenga y que estén hechas
para publicarse en Twitter. Coloca estratégicamente tu nombre de usuario y
permite que compartan tus ideas dando un margen de tiempo suficiente
entre una frase y otra.

13. Dirígete a toda la audiencia: Al hablar en público el contacto visual es un


poderoso elemento para enganchar a los asistentes. Si se está en un gran
escenario, será difícil ver a todas las personas, pero la idea es transmitirles
el mensaje de que se les está viendo a los ojos.

Recomendación: Toma como punto inicial a las personas sentadas en las


primeras 10-15 butacas frente a ti, y a ambos extremos del escenario,
haciendo movimientos de cabeza y cuerpo para simular “verlos a los ojos”
de manera alternada.

14. Crea oportunidades: Usa tu propia experiencia profesional o de vida para


mover emociones profundas en la gente, y así concientizarlas de las
oportunidades que podrían tener si actúan del mismo modo que tú.
Consejos: Da soluciones a temas que sepas son sensibles al público a el
fin de inspirarlos; haz que se sientan atraídos hacia tus logros, y por
consiguiente a tus productos o servicios.

15. Para hablar en público usa las manos: Imagina a una persona que se
queda con los brazos rígidos cuando habla, ¿es algo extraño no? Las
manos son elementos que refuerzan el mensaje que se quiere dar, por eso
es muy importante usarlas de manera oportuna y controlada.

Recomendación: Observa cómo y cuánto usas tus brazos y manos al


expresarte. Es vital que identifiques tu estilo comunicativo para encontrar el
equilibrio al enfatizar un mensaje clave, y así mover o relajar los brazos de
manera natural a lo largo de la ponencia.

16. Utiliza el silencio: Recuerda que el 93% de la comunicación es no verbal.


Así que, si quieres mantener el interés de la audiencia al hablarles, has de
usar el silencio como arma de comunicación secreta para transmitir un
mensaje mucho más claro y fuerte.

Consejo de oratoria: Haz una pausa de 3 o 4 segundos después de decir


una frase importante. Luego retoma la ponencia explicando al detalle lo que
mencionaste antes de la pausa.

17. Bromea: El sentido del humor es una habilidad social que denota liderazgo,
mejora la comunicación y permite hacer conexiones al hablar en público de
manera inmediata.

Sugerencia de oratoria: Comenta dos o tres situaciones graciosas dentro


de tu conferencia, y asegúrate de ser muy ingenioso para que causen un
efecto carcajada.

18. Termina con una frase o pregunta: Cualquier orador puede finalizar de
modo correcto una conferencia, pero sólo un ponente avanzado la finaliza
de manera extraordinaria.
Consejo: Tal como abriste la conferencia con una frase o pregunta, lo ideal
es finalizarla con otra (o incluso con la misma) para reforzar el mensaje que
has dejado en la audiencia.

19. Da las gracias Termina incluyendo una diapositiva que diga textualmente
“gracias”, seguido de tu usuario de Twitter y tu página web o blog para
reforzar tu branding en la mente de los asistentes (tu potencial target).

Defectos y Errores en la Lectura


Defectos en la Lectura
Defecto Causas Soluciones
- Repetición de una frase en
alto mientras se lee otra
1. Vocalización - Estadio inicial de lectura - Poner un dedo sobre los
- Pronunciar la lectura en en voz alta labios
voz baja o alta - Circuito marginal de - Aguantar un lápiz entre los
- Mover los labios lectura: ojo / labios
pronunciación / cerebro - Tarjeta con ventana
- Ejercicios de lectura rápida

- Aumento de vocabulario
- Aumento de velocidad lectora
2. Subvocalización - Distraer la boca con la
- Repetir o repasar - Secuela de la repetición de una frase
mentalmente las palabras vocalización - Ponerse la mano en el cuello
de la lectura - Las mismas causas para notarla

- Percepción defectuosa - Tapar el texto leído, aunque


3. Regresión - Hábito o automatismo no entienda
- Retroceder a menudo adquiridos - Leer siempre hacia delante
para releer - Pobreza de vocabulario - Fomentar la lectura global
- Solapar las fijaciones - Texto difícil - Entrenarse releyendo
- Exceso de meticulosidad solamente fragmentos enteros
que no se hayan comprendido

4. Campo visual reducido - Métodos analíticos de


- Cantidad excesiva de lectura: - Ejercicios de percepción
fijaciones - Leer letra por letra - Lectura silenciosa y rápida
- Visión estrecha - Sílaba por sílaba
5. Movimientos - Tomar conciencia del defecto
corporales - Estadios iniciales de - Lectura silenciosa
- Señalar palabras con el lectura - Lectura individual
lápiz - Lectura colectiva en voz - Poner las manos en la
- Seguir el texto con el alta espalda
dedo
- Seguir la lectura con la
cabeza
- Mover la cabeza o el
texto

Perdida de Atención y
6. Perfilar letras enfoque de lo que se está - Acostumbrarse a leer la parte
- Entretenerse en las letras realizando. superior de las letras, que es la
-Fijarse excesivamente en que las identifica
la forma de las letras

Errores en la Lectura
 Adicción: consiste en añadir sonidos vocálicos, consonánticos e incluso
sílabas inexistentes a las palabras que se están leyendo.

 Adivinación: es un tipo de error de exactitud que se produce cuando al leer


la palabra solamente se realiza una fijación ocular sobre la primera sílaba y
no sobre la totalidad o punto central de la palabra.

 Inversión: se da en grafías cuando se altera la forma de la letra invirtiendo


o cambiando su posición con respecto a algún eje de simetría: m por w, n
por u. El error de inversión consiste pues en una alteración o transposición
del orden lógico-secuencial de las grafías.

 Omisión: consiste en omitir la letra, sílaba o incluso palabra. La omisión de


sonidos vocálicos es muy habitual. Los fonemas que se omiten con mayor
frecuencia son: n, r, l y s. Se omiten sobre todo cuando el sonido
consonántico se encuentra antes de otra consonante.

 Sustitución: consiste en cambiar unos sonidos vocálicos o consonánticos


por otros que no se corresponden con la grafía.

Errores en la velocidad lectora


Leer muy rápido produce errores de exactitud. Leer con excesiva dificultad impide
la comprensión. Bajo esta dimensión de la velocidad en la lectura se encuentran
los siguientes errores:

 Silabeo: consiste en leer sílaba a sílaba. Se trata de una lectura


fragmentada de la palabra que lleva a una intermitencia monocorde con
ausencia de fluidez y de estructuración rítmica de la frase.

 Denegación: es definida como un tipo de omisión, pero intencional o


deliberada. Al encontrar el lector excesiva dificultad en su lectura opta por
omitir su lectura después de haberse detenido durante unos segundos para
intentar decodificarla.

 Lectura mecánica: consiste en imprimir una excesiva velocidad que


imposibilita o impide una comprensión del texto con el siguiente deterioro
de la calidad lectora.

 Ralentización por exceso de fijadores: consiste en imprimir una excesiva


velocidad que imposibilita o impide una comprensión del texto con el
siguiente deterioro de la calidad lectora.

 Vocalización o labialización: consiste en la repetición verbal de las


palabras a medida que se va leyendo.

 Subvocalización: consiste en pronunciar mentalmente las palabras que se


van leyendo.

 Señalado: constituye un hábito de apoyo indicador para guiar o direccionar


la lectura.

 Regresión: este efecto consiste en la relectura de palabras y frases debido


a los errores cometidos en la primera lectura o en pérdida de fijación ocular.

Errores en la escritura
 Repeticiones: escritura repetida de grafías, sílabas o palabras.

 Fragmentaciones: rotura incorrecta al escribir las palabras.

 Contaminaciones: unión de dos o más palabras de modo incorrecto.

 Omisiones: bien sea dejar de escribir alguna letra o sílaba, y en cosas


menos frecuentes, toda la palabra.
 Adiciones o añadidos: consiste en añadir grafías o sílabas a las palabras
escritas.

 Inversiones: son alteraciones del orden secuencial de las palabras.

 Sustituciones: se cambian unas letras por otras, especialmente las que


tiene una cierta similitud fonética.

Vicios de Dicción
El lenguaje puede concebirse como un instrumento de comunicación. Si estamos
de acuerdo en ello, entonces admitiremos que el lenguaje es susceptible de
usarse con mayor o menor habilidad, con mayor o menor eficacia. Por
consiguiente, también reconoceremos que es posible cometer errores cuando se
manejase instrumento.
Las faltas de lenguaje son los errores que se cometen al emplear una lengua. Sin
embargo, hay que advertir que, por lo común, cuando se habla de “errores”,
“faltas” o “incorrecciones”, se usa el criterio tradicional normativo, es decir, la
adecuación a la lengua culta, y especialmente, a la lengua escrita.
Los vicios de dicción son formas incorrectas de construcción o empleo de
vocablos inadecuados, que pueden dificultar la interpretación correcta de un
escrito.
Los vicios de dicción refieren a transgresiones al buen uso del lenguaje en
cualquiera de sus niveles: fonético, ortográfico, morfológico, sintáctico o
semántico. Se incluyen también los vicios de construcción, que no involucran a
una palabra sola sino a una estructura mayor, como la oración.

ORTOGRAFÍA: Sistema de reglas que regula la escritura


GRAMÁTICA: Parte de la lingüística que estudia la estructura de las palabras y
sus accidentes, incluye la morfología y la sintaxis, y ciertas escuelas incluyen
también la fonología.
SEMÁNTICA: Relativo a la significación de las palabras. Relación entre
“Significado” “Significante”
SINTAXIS: Parte de la gramática que enseña a coordinar y unir las palabras para
formar las oraciones y expresar conceptos.

Ejemplos de tipos de vicios de dicción:


Anfibología: El uso de una palabra a la cual se le da un doble sentido, haciendo
confusa su interpretación.
Pleonasmo: Utilizar más palabras de las que se requieren para expresar una
idea.
Cacofonía: Es la repetición de fonemas, o la pronunciación de una palabra que al
unirse con otra dentro de la misma oración resulta molesta.
Vulgarismos: Alteración del sentido semántico de las palabras.
Muletillas: Son las palabras que se utilizan inadecuadamente para no dejar
vacíos en los diálogos cotidianos.
Barbarismos: Pronunciar o escribir mal una palabra o el utilizar vocablos
inadecuados.
Modismos: Las palabras que son propias de determinada lengua y que se utilizan
de forma incorrecta en el lenguaje cotidiano.
Neologismos: Consisten en utilizar palabras nuevas que aún no han sido
aprobadas oficialmente para su uso en el idioma.
Solecismo: Éste afecta las reglas gramaticales de la oración dificultando su
comprensión.

Queísmo: Altera la correcta pronunciación al introducir la palabra qué ante


cualquier palabra.

Lectura Crítica y actitud activa del Lector


Lectura Crítica.
Es la lectura realizada de un modo analítico. Esto significa que además de
comprender los que se dice en un texto determinado, se intentará analizar lo
expresado para verificar sus aciertos, sus errores y los modos en que se presenta
la información.
Este tipo de detenimiento a la hora de llevar a cabo una lectura se fundamenta en
el hecho de que se tiene un interés especial en comprender la materia tratada, ya
sea porque se tiene un interés personal o porque se estudia a nivel profesional; en
este sentido, intentar poner en práctica una lectura más detenida suele llevar una
porción de tiempo mayor dado que se buscará tener una visión propia de los
hechos presentados, intentando corroborar lo que se afirma con otras fuentes.

Existen dos pasos para realizar una lectura que se analítica los cuales son:

1) Comprender de la mejor manera posible el texto que será objeto de la


misma:
En este sentido, se deberá intentar sintetizar el contenido, separando las ideas
principales de las secundarias. Con posterioridad se buscará intentar separar
aquello que sea valoración del autor de lo que es un hecho comprobado; en este
caso puede suceder que existan dificultades porque el manejo de
una hipótesis puede llevar a un recorte de los datos a efectos de que la misma
parezca más verosímil.
2) Leer otra bibliografía o fuente que trate el mismo tema:
Para ello se deberá repetir el paso anterior, intentando lograr una comprensión
cabal de estos otros enfoques. Finalmente, conviene realizar una comparación
entre los datos y las argumentaciones esbozadas en estas distintas variantes de
tratamiento. Este tipo de circunstancia lleva a la posibilidad de tener diversas
visiones y compararlas entre sí, logrando evitar quedar reducido a una sola
interpretación y presentación de datos.
Realizar una lectura crítica se debe emplear una dedicación y tiempo mayor que el
realizado cuando se lleva a cabo una lectura ingenua. Esta circunstancia es el
motivo del por qué una lectura analítica a este nivel suele ser patrimonio de
profesionales para quienes es improcedente una lectura de poca atención, suele
ser gente cuyo medio de vida está vinculado al tópico tratado. No obstante, es
cierto que existen matices a la hora de disponernos a leer cualquier texto; el hecho
de estar informados siempre nos inclinará a tener una mayor capacidad crítica,
dando varias herramientas propicias para desmenuzar un discurso.
Cuando hablamos de una lectura crítica, nos referimos a un análisis profundo de
un texto, que no se contenta con descifrar lo que dice, sino que se da a la tarea de
entender sus puntos de apoyo, descubrir posibles contraargumentos y mensajes
implícitos, o interpretar su contenido desde distintos puntos de vista.
De esa manera, una lectura crítica de un texto cualquiera pone a prueba su
entramado de ideas y argumentos, poniéndolo en relación con un contexto, una
tradición o un género en el cual se inscriben, y aportando además elementos para
una comprensión más cabal y compleja del texto. Se trata de la forma más común
de puesta en práctica del pensamiento crítico.
A través de este procedimiento de lectura, además, se pueden construir textos y
discursos independientes, tal y como hace la crítica literaria con las obras de
literatura: construye ensayos que, sustentándose en las lecturas hechas y
apoyándose en citas textuales, ofrecen un punto de vista interpretativo respecto a
un libro o a la obra de un autor.
No existe un método único ni una forma universal de llevar a cabo una lectura
crítica. Por el contrario, toda lectura crítica propone un método (o sigue uno ya
propuesto) para establecer conclusiones puntuales sobre lo leído.
Por eso es que los textos antiguos, como las obras de la literatura clásica, pueden
volver a ser leídas y hallar en ellas más y más sentidos posibles, sin agotar nunca
el valor estético o filosófico de la obra.
Características de la lectura crítica:
Es lograr la comprensión total del texto leído, por ello se vale de diversas técnicas
como las que se presentan a continuación:

 Interpretar la intención o propósito del autor.


 Verificar la originalidad del contenido.
 Contextualizar la información del texto con el área en relación, data y
demás contenidos acerca de ese mismo tema.
 Verificar la veracidad de la información y las fuentes consultadas.
 Analizar los argumentos empleados y la interpretación de los mismos por
parte del autor.
 Establecer relaciones lógicas entre el contenido del texto y los
conocimientos del lector.
 Determinar los aciertos y desaciertos del contenido, es decir, si hay errores
en los datos, imprecisión de la información, dificultad en la exposición de
conceptos, entre otros.
 Se recurre a los criterios personales que se tiene acerca del contenido
leído.
Ejemplos de la Lectura Crítica
Un ejemplo seria lo imaginario de lectura crítica que podría hacerse sobre un
relato en el cual los personajes, jugadores de fútbol, se enfrentan a un equipo rival
legendario, por el que son derrotados estrepitosamente o sea con gran júbilo.
La lectura crítica del relato sometería el texto a preguntas y consideraciones
respecto a las reglas del universo ficcional allí representado, para dar con pistas
respecto al mensaje que subyace a la anécdota. Por ejemplo:
¿En qué contexto ocurre la historia? ¿Dónde y en qué época? ¿Qué estaba
ocurriendo en el mundo mientras el relato ocurría?
¿A qué tradición narrativa pertenece el autor y a qué posibles autores literarios
hace referencia en su relato, o a qué eventos históricos hace alusión?
¿De qué manera describe a los protagonistas y a los antagonistas, y qué valores
políticos, sociales o ideológicos revelan dichas descripciones?
¿Qué otros relatos semejantes pueden usarse para comparar la construcción de
éste relato?
Una vez extraídos ciertos argumentos, será posible citar fragmentos del cuento
para sustentar lo dicho y así posteriormente deducir una serie de conclusiones
posibles sobre el autor, el cuento o la tradición en que se inscribe.

Actitud activa del lector.


La actitud con y hacia la lectura es una parte importante que afecta al lector. Dicha
actitud prepara al lector para el acto de leer de forma activa. Como parte de la
actitud lectora, todo lector le atribuye al acto de leer una razón, por la cual siente
que la lectura de un texto es necesaria.

Es indispensable contar con:

1. Resúmenes de lo leído para no olvidar lo más importante

2. Formulación de preguntas y respuestas a las mismas

3. Organizadores gráficos con el fin de clasificar la información según el contenido

Realizar un chequeo rápido del material a leer. Mirar el índice, los títulos y los
subtítulos.

Subrayar, tomar notas de las ideas más importantes y siempre mantener una
actitud orientada a la acción es fundamental.
Tratar siempre de relacionar lo que se está leyendo con los conocimientos previos.
Poniendo en el contexto de otros materiales que se conocen de la lectura, se
logrará asimilar de manera mucho más efectiva todo el material de lectura.

¿Por qué es importante?


En primer lugar, la actitud con y hacia la lectura afecta la motivación antes,
durante y después de leer. En este sentido, leer es algo que empieza mucho antes
de que un lector empiece a leer. En segundo lugar, la actitud hacia la lectura
afecta a la comprensión y también a la retención de información. Alguien que no
tiene una buena actitud con y hacia la lectura no va a recordar lo que lee. Lo
opuesto es muy cierto, ya que alguien con buena actitud con y hacia la lectura
recuerda más de lo que lee.

¿Cómo se relaciona con lectura funcional?


El lector que tiene la intención de comprender entiende que la lectura es un medio
hacia un fin. El medio provee información que es de uso para el lector. Al leer y
querer comprender, el lector le atribuye al acto de leer un propósito. Este propósito
le da al lector la intención a su lectura.

¿Cómo se aplica?
Para comprender un texto, ya sea continuo o discontinuo, el lector debe asumir
una actitud y propósito antes, durante y después de leer. Existen por lo menos
cinco “actitudes” o propósitos que un lector puede tener para leer un texto.

Cinco razones por las que alguien lee:


 Para obtener información.
 Para comprender algo en general.
 Para poder interpretar algo.
 Porque valora el contenido de un texto.
 Porque valora la forma en que un texto está diseñado.
 Entretenimiento y placer por la lectura.

Obtención de la información:
El lector quiere conseguir información por medio de la lectura. Al leer, con el
propósito de obtener más información, el lector tiene el fin de querer saber más
sobre un tema, idea, concepto o situación.
Comprensión general:
El lector quiere entender algún concepto, tema o proceso en un sentido más
amplio y general. Con este propósito el lector lee con la idea de querer entender el
tema de su lectura con un fin más amplio o general.
Elaboración de una interpretación:
El lector quiere tener un entendimiento más profundo sobre un concepto, tema o
proceso. También desea usar los detalles de su lectura para aplicarlo a otro
contexto, situación o para entender algo con más profundidad.
Reflexión y valoración del contenido de un texto:
El lector quiere pensar más sobre un concepto, tema o proceso. El lector conoce
algo o mucho del tema y valora el tema por sí solo.
Reflexión y valoración de la forma de un texto:
El lector quiere pensar más en un concepto, tema o proceso y al mismo tiempo se
quiere enfocar en el uso del lenguaje que un texto expone. El lector valora estos
tipos de textos por la forma en que están organizados.
Entretenimiento y placer por la lectura:
El lector se entretiene leyendo y encuentra placer en el acto de leer. El lector
quiere ocupar su tiempo leyendo como medio de entretenimiento. Además, el
lector disfruta del propio acto de leer.
Ejemplo:
En la comunidad se reparte un volante en nombre del alcalde comunitario. El texto
es leído con interés y respeto porque el alcalde es una figura importante para la
comunidad y las decisiones que se toman en la municipalidad son importantes
porque influyen en la vida de los habitantes de la zona. La información previa que
tiene el lector lo motiva para leer y saber más sobre lo que desea informar el
alcalde a través del volante.

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