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Curso: Comunicación
Temas:
Los grandes oradores no son seres de otro mundo, no son perfectos, de hecho,
son ampliamente imperfectos. Lo que los hace extraordinarios es su persistencia
en potenciar sus cualidades para llevarlas a la grandeza.
Pero hablar en público en realidad no es tan difícil. No es otra cosa que conversar,
y eso lo haces prácticamente todo el tiempo. El misterio desaparece una vez que
se ha aprendido cómo hacerlo.
1) Conoce el tema:
2) Entrena tu cuerpo:
Hay algunas cosas que puedes hacer para asegurarte de que tu cuerpo coopere
contigo. Esto va más allá de turnar tu peso de pie a pie mientras hablas (mantén
quietos los dedos del pies y no tendrás que hacerlo).
Guarda relación con respirar, proyectar lo que hablas y asegurarte de que hables
apropiadamente.
Habla desde el diafragma.
Esto te servirá de ayuda para proyectar claramente y con voz alta para que tu
audiencia pueda escucharte sin parecer como si te esforzaras o como si gritaras.
Como ejercicio, párate y ponte la mano encima del abdomen. Inhalar y exhala.
Cuenta hasta cinco en una respiración y luego hasta diez en otra respiración.
Sentirás que tu abdomen comenzará a relajarse. Deberás respirar y hablar desde
ese estado relajado.
Modula tu tono.
Averigua cuál es el tono de tu voz. ¿Muy alto? ¿Muy bajo? ¿Tienes un registro de
voz que solo los perros pueden oír? Relajarte, pararte en una posición cómoda
(pero recta) y respirar apropiadamente te ayudará a encontrar un tono más
cómodo y más agradable.
Evita respirar desde la garganta y desde el pecho superior:
Ya que estas formas pueden aumentar tu ansiedad y ajustar tu garganta. En
consecuencia, tu voz sonará más tensa e incómoda.
3) Practica marcar el ritmo del habla:
Tu audiencia tiene que poder seguir lo que dices y tener el tiempo de procesar el
discurso.
Trata de hablar más lenta y cuidadosamente que en un tono típico de
conversación. Asegúrate de que tengas pausas entre las ideas diferentes o entre
los temas muy importantes para que tu audiencia tenga el tiempo de comprender y
reflexionar lo que dices.
Practica la articulación y la pronunciación apropiada:
La articulación es cuando se pronuncia los sonidos. Enfócate en especial en
enunciar ciertos sonidos: b, d, m, n, g, p, t, s, z. Debes asegurarte de que sepas
cómo pronunciar todas las palabras y de que practiques la pronunciación de las
palabras más difíciles.
Elimina los "Este..." y otras palabras sin sentido:
No hay ningún problema con utilizar estas palabras en una conversación regular,
pero cuando hables ante un público, te hacen sonar como si no supieras de lo que
hablas.
4) Conoce tu discurso.
Conocerlo es tan importante como conocer el tema del que das un discurso. De
igual forma, hay maneras diferentes de dar discursos, así que tendrás que escoger
una que funcione mejor para ti.
Tendrás que tener algún tipo de tarjetas de anotaciones o de esquema para dar tu
discurso. De igual forma, puedes aprenderlo de memoria si puedes hacerlo bien
(no trates de hacerlo si no estás seguro de poder lograrlo).
No tienes que escribir todo en tus tarjetas de anotaciones (deja un poco de
espacio para improvisar), aunque puede ser útil hacer unas anotaciones para
algunas indicaciones, como para hacer una pausa después de cierta información o
para recordar respirar en otra parte de modo que puedas recordar hacerlo
realmente.
Memoriza tu discurso:
Si bien es cierto que no tienes que memorizar necesariamente tu discurso o tus
temas de conversación, puede ser una manera excelente de ayudarte a parecer
seguro y tranquilo con el tema del que hablas. Asegúrate de que tengas un tiempo
suficiente aparte para memorizar tu discurso.
Escribe varias veces tu discurso:
Este método te ayuda a recordarlo. En cuanto más lo escribas, más fácil será de
recordarlo. Cuando lo hayas escrito varias veces, ponte a prueba para ver cuán
bien lo recuerdas. Escribe las partes específicas varias veces si hubo algunas que
no pudiste recordar.
Separa tu discurso en partes más pequeñas y memorízalas. Es muy difícil
memorizar todo un discurso en una sola vez. Lo mejor que se puede hacer es
memorizarlo en partes pequeñas (comienza con cada viñeta y luego memoriza
tres diferentes puntos principales, etc.).
Conoce a tu audiencia:
Tienes que saber a quién das tu discurso porque algunos temas que puedan ser
buenos para un tipo de audiencia pueden causar ira o aburrimiento a otro tipo de
personas. Por ejemplo, no debes ser informal durante una presentación de
negocios, pero puedes ser informal con un grupo de estudiantes universitarios.
El humor:
Es una manera excelente de soltarte a ti y a la audiencia. Normalmente, hay un
tipo de humor que encaja en la mayoría de las situaciones de habla pública (¡pero
no siempre!). Es bueno comenzar con un poco de humor para aligerar la
atmósfera y causar la impresión de tener confianza. Decir una historia divertida (y
verdadera) puede ser una buena forma de hacerlo.
Practica:
Esto es muy importante si quieres que hablar en público salga bien. Tienes que
practicar tu discurso varias veces como para que te sientas calmado con este.
Trata de visitar el espacio en el que hablarás y practica en este. Esto te dará más
confianza porque te familiarizarás con el área.
Grábate practicando y encuentra tus fortalezas y debilidades. Es una manera
excelente de ver cuáles son tus fortalezas y debilidades. Notarás cuáles son tus
tics nerviosos (cambiar de pie, pasarte las manos por el cabello) y podrás ocuparte
de eliminarlos o mantenerlos al mínimo.
Perfeccionar tu mensaje
Hablar en público
3) Da una presentación:
Puedes hacer que tu discurso sea interesante o aburrido según tu presentación.
Tienes que tener una personalidad en el escenario mientras hablas.
Cuenta una historia:
Parte de tu presentación es dar el discurso o hablar como si contaras una historia.
A las personas les encantan las historias y será más fácil para estas relacionarse
contigo, incluso si hablas de un tema basado en hechos. Utiliza tu tema o asunto
central como una base sólida de la historia.
Trata de tener un equilibrio entre tu discurso ensayado y algo de espontaneidad.
Las personas no quieren sentarse y verte balbucear con tus tarjetas de
anotaciones. Es recomendable darte un espacio para expandir el tema sin contar
con tarjetas de anotaciones y para agregar algunas historias alternas para brindar
un interés.
Utiliza las manos para ayudarte a marcar los puntos. No debes agitarte en el
escenario, pero no debes pararte inmovilizado mientras hablas. Es bueno utilizar
gestos controlados para marcar los puntos a medida en que hablas.
4) Interesa a la audiencia:
Debes asegurarte de que tu audiencia esté bajo tu poder, lo que quiere decir
hacer que las personas de la audiencia se interesen en el material sin importar
cuál sea. Esto se resume a ser un orador interesante más de lo que se limita a un
tema interesante.
Mira a tu audiencia. Divide mentalmente el lugar en secciones y haz contacto
visual con una persona en cada sección cada vez que rotes la mirada.
Hazle a tu audiencia algunas preguntas mientras hablas.
11. Comienza con una frase o una pregunta: El mejor truco al hablar en
público es empezar con una frase o pregunta de impacto que se relacione
con la presentación. Se ha comprobado varias veces que es la manera más
efectiva de captar la atención de la gente, y generar así una expectativa de
valía sobre el conferencista.
15. Para hablar en público usa las manos: Imagina a una persona que se
queda con los brazos rígidos cuando habla, ¿es algo extraño no? Las
manos son elementos que refuerzan el mensaje que se quiere dar, por eso
es muy importante usarlas de manera oportuna y controlada.
17. Bromea: El sentido del humor es una habilidad social que denota liderazgo,
mejora la comunicación y permite hacer conexiones al hablar en público de
manera inmediata.
18. Termina con una frase o pregunta: Cualquier orador puede finalizar de
modo correcto una conferencia, pero sólo un ponente avanzado la finaliza
de manera extraordinaria.
Consejo: Tal como abriste la conferencia con una frase o pregunta, lo ideal
es finalizarla con otra (o incluso con la misma) para reforzar el mensaje que
has dejado en la audiencia.
19. Da las gracias Termina incluyendo una diapositiva que diga textualmente
“gracias”, seguido de tu usuario de Twitter y tu página web o blog para
reforzar tu branding en la mente de los asistentes (tu potencial target).
- Aumento de vocabulario
- Aumento de velocidad lectora
2. Subvocalización - Distraer la boca con la
- Repetir o repasar - Secuela de la repetición de una frase
mentalmente las palabras vocalización - Ponerse la mano en el cuello
de la lectura - Las mismas causas para notarla
Perdida de Atención y
6. Perfilar letras enfoque de lo que se está - Acostumbrarse a leer la parte
- Entretenerse en las letras realizando. superior de las letras, que es la
-Fijarse excesivamente en que las identifica
la forma de las letras
Errores en la Lectura
Adicción: consiste en añadir sonidos vocálicos, consonánticos e incluso
sílabas inexistentes a las palabras que se están leyendo.
Errores en la escritura
Repeticiones: escritura repetida de grafías, sílabas o palabras.
Vicios de Dicción
El lenguaje puede concebirse como un instrumento de comunicación. Si estamos
de acuerdo en ello, entonces admitiremos que el lenguaje es susceptible de
usarse con mayor o menor habilidad, con mayor o menor eficacia. Por
consiguiente, también reconoceremos que es posible cometer errores cuando se
manejase instrumento.
Las faltas de lenguaje son los errores que se cometen al emplear una lengua. Sin
embargo, hay que advertir que, por lo común, cuando se habla de “errores”,
“faltas” o “incorrecciones”, se usa el criterio tradicional normativo, es decir, la
adecuación a la lengua culta, y especialmente, a la lengua escrita.
Los vicios de dicción son formas incorrectas de construcción o empleo de
vocablos inadecuados, que pueden dificultar la interpretación correcta de un
escrito.
Los vicios de dicción refieren a transgresiones al buen uso del lenguaje en
cualquiera de sus niveles: fonético, ortográfico, morfológico, sintáctico o
semántico. Se incluyen también los vicios de construcción, que no involucran a
una palabra sola sino a una estructura mayor, como la oración.
Existen dos pasos para realizar una lectura que se analítica los cuales son:
Realizar un chequeo rápido del material a leer. Mirar el índice, los títulos y los
subtítulos.
Subrayar, tomar notas de las ideas más importantes y siempre mantener una
actitud orientada a la acción es fundamental.
Tratar siempre de relacionar lo que se está leyendo con los conocimientos previos.
Poniendo en el contexto de otros materiales que se conocen de la lectura, se
logrará asimilar de manera mucho más efectiva todo el material de lectura.
¿Cómo se aplica?
Para comprender un texto, ya sea continuo o discontinuo, el lector debe asumir
una actitud y propósito antes, durante y después de leer. Existen por lo menos
cinco “actitudes” o propósitos que un lector puede tener para leer un texto.
Obtención de la información:
El lector quiere conseguir información por medio de la lectura. Al leer, con el
propósito de obtener más información, el lector tiene el fin de querer saber más
sobre un tema, idea, concepto o situación.
Comprensión general:
El lector quiere entender algún concepto, tema o proceso en un sentido más
amplio y general. Con este propósito el lector lee con la idea de querer entender el
tema de su lectura con un fin más amplio o general.
Elaboración de una interpretación:
El lector quiere tener un entendimiento más profundo sobre un concepto, tema o
proceso. También desea usar los detalles de su lectura para aplicarlo a otro
contexto, situación o para entender algo con más profundidad.
Reflexión y valoración del contenido de un texto:
El lector quiere pensar más sobre un concepto, tema o proceso. El lector conoce
algo o mucho del tema y valora el tema por sí solo.
Reflexión y valoración de la forma de un texto:
El lector quiere pensar más en un concepto, tema o proceso y al mismo tiempo se
quiere enfocar en el uso del lenguaje que un texto expone. El lector valora estos
tipos de textos por la forma en que están organizados.
Entretenimiento y placer por la lectura:
El lector se entretiene leyendo y encuentra placer en el acto de leer. El lector
quiere ocupar su tiempo leyendo como medio de entretenimiento. Además, el
lector disfruta del propio acto de leer.
Ejemplo:
En la comunidad se reparte un volante en nombre del alcalde comunitario. El texto
es leído con interés y respeto porque el alcalde es una figura importante para la
comunidad y las decisiones que se toman en la municipalidad son importantes
porque influyen en la vida de los habitantes de la zona. La información previa que
tiene el lector lo motiva para leer y saber más sobre lo que desea informar el
alcalde a través del volante.