La palabra discurso (del latín discurrere, correr en todos los sentidos) tiene dos
acepciones. Según una, significa la facultad del entendimiento, por medio de la cual se
infieren unas cosas de otras. Por otra parte, la palabra discurso significa también la
serie de palabras o frases que se emplean para manifestar o que se piensa o siente.
El discurso es un instrumento que se usa para comunicar nuestros conocimientos,
sentimientos o convicciones a otros.
Ofrece grandes ventajas, tanto al emisor como a los receptores, debido a la narración
y a la expresión cultural que se utilice.
2.- Informar. Persigue la clara compresión de un asunto, tema o idea que resuelve una
incertidumbre. Su principal objetivo es de ayudar a los miembros del auditorio para que
estos pretendan ampliar su campo de conocimiento. Su característica principal de este
discurso es llevar a cabo la objetividad.
3.-Convencer. Es influir sobre los oyentes para modificar o transformar sus opiniones.
Introducción: Presentación del tema, debe explicar a groso modo y entre líneas el
tema que va a exponer, es necesario convencer al público para crear un vínculo de
simpatía. Captar la atención de la audiencia.
Desarrollo: Tratar el tema a fondo, datos, circunstancias (conocimiento del tema que
estamos abordando) ARGUMENTOS y un poco aludir al público, ordenar argumentos
y apoyarse en cifras, ejemplos, e ideas innovadoras. Utilizar palabras correctas.
Conclusión: Se llega a la emoción, exhortación a los demás, mostrar los intereses usar
verbos como: los exhorto, los invito, transformemos, este es el momento. Mostrar
soluciones, propuestas serias y hacer llamados
. Determina la ocasión. Es importante saber qué tipo de discurso vas a exponer y por
qué se reunió esa audiencia para comenzar con el pie derecho. Discierne si el
discurso ha de ser del tipo narrativo, informativo, persuasivo, ceremonial, expositivo,
religioso, político, etc.
. Escoge un tema que interese a los presentes. Si puedes elegir, elige lo que tu
audiencia encuentre interesante o agradable. A veces no tienes la opción de escoger
el tema, sino que se te asigna uno en particular. En ese caso, debes encontrar la
manera de despertar la atención y mantenerla.
-Fija una meta. Escribe una frase que resuma cual es el objetivo del discurso. Ponerlo
por escrito logra dos cosas: Te ayudará a que no te vayas por las ramas cuando
unifiques las ideas, y te ayudará a recordar que debes enfocarte en tus oyentes
mientras avanzas en la preparación de tu disertación.
-Ten presente a tu audiencia en todo momento. Sería una pérdida de tiempo y
esfuerzo preparar un discurso, y que después tu audiencia no te prestara atención o
no pudiera recordar ni una palabra de lo que dijiste. Debes estar pendiente de que lo
que digas resulte interesante, significativo, relevante y memorable para tu audiencia.
Lee el periódico. Si puedes conectar tu discurso con una noticia importante o
curiosa, destacarás la relevancia de lo que vas a decir.
Traduce los números. Usar estadísticas puede causar impacto, pero serán más
fáciles de entender y causarán mayor impresión si las traduces de forma que
se entiendan mejor. Por ejemplo, puedes decir que cada año 7.6 millones de
personas mueren de cáncer alrededor del mundo, pero puedes hacer el dato
más interesante e impactante diciendo que ese número representa la población
completa de un país como Suiza.
Expresa los beneficios. Es buena idea hacer que la audiencia sepa
exactamente qué conseguirá si escucha tu discurso, de esa forma mantendrá
su atención. Si la información que vas a presentarles le hará la vida más fácil
de alguna forma, déjalo claro. Si van a lograr conocer o comprender mejor algo
o a alguien, que lo sepan.
.Conoce el tema. En algunos casos solo te hará falta sentarte tranquilamente, poner
en orden tus ideas y ponerlas por escrito. Otras veces, el tema será poco conocido
para ti y deberás hacer una investigación para hablar con sentido y propiedad. La
mayoría de las veces te encontrarás entre los dos extremos.
. Haz una investigación amplia. Internet puede ser una excelente fuente de información
sobre una gran variedad de asuntos, pero no te conformes con unos pocos clicks. Si
eres un estudiante, usa tus libros de texto o bases de datos de las bibliotecas a tu
disposición. Cuanto más investigues, más posibilidades de éxito tendrás. A demás, al
usar varias fuentes de información podrás hablar más ampliamente del tema.
. Asegúrate de tener todas las piezas en su sitio. Un discurso incluye tres piezas
básicas: introducción, cuerpo y conclusión. No descuides ninguno de los tres
elementos.
.Elige alguna ayuda visual para beneficio de la audiencia. Hay muchas razones para
hacerlo: Pueden ayudar a entender las cosas, ayudan a reforzar la memoria sobre lo
que has dicho, llaman la atención de los que aprenden visualmente, y la audiencia te
percibe como más persuasivo. Asegúrate de aclarar por qué usas cada una de las
ayudas visuales que incorpores al discurso.
Escoge ayudas visuales que se ajusten al tema. Aunque es una idea genial mostrar
algo visual, escoge algo que tenga sentido.
.Usar PowerPoint con precaución. PowerPoint puede ser un instrumento muy útil de
comunicación visual. Puedes usarlo para mostrar fotos, cuadros y gráficos fácilmente.
Pero hay algunos errores comunes que los discursantes suelen cometer cuando usan
PowerPoint. Aquí tienes algunos de ellos para que tengas cuidado:
No escribas todo lo que quieras decir en la propia imagen. Todos hemos
sufrido presentaciones en las que el discursante hace poco más que leer lo que
ya estamos viendo. Esto es muy aburrido y muy pronto se desvanece la
atención. En lugar de eso, usa la presentación para introducir, repasar o
subrayar información clave. Recuerda, la presentación de PowerPoint debe ser
un añadido extra de lo que vas a decir, no una copia exacta del discurso.
Prepara presentaciones fáciles de leer. Usa fuentes y tamaños fáciles de leer y no
pongas demasiada información en cada diapositiva. Si la audiencia no consigue
leerlas o captarlas, no sirven para nada.
Usa animaciones con moderación. Tener gráficos que floten alrededor, se
acerquen y se alejen, cambien de color, etcétera, pueden ser atractivos, pero
también pueden distraer. La presentación de diapositivas debe ser una ayuda,
no la estrella del show.
D. Practica tu Discurso
.Date bastante tiempo. Cuanto más tiempo tengas para preparar tu discurso, más
preparado te sentirás y por lo tanto, menos nervioso. Una regla que da resultado es
que ensayes una o dos horas por cada minuto de que tengas que hablar. Por ejemplo,
para una disertación de 5 minutos, deberías ensayar de 5-10 horas. Por supuesto,
esto incluye TODA tu preparación de principio a final; los ensayos de práctica son solo
una porción de este tiempo.
Date tiempo para practicar. Si tienes tendencia a dejar las cosas para después,
podrías darte cuenta que te quedaste sin tiempo para ensayar antes de pronunciar tu
discurso, y por lo tanto poco preparado, más ansioso y nervioso.
-Ábrete a los cambios. Una vez que escuches tu discurso, verás que hay cosas que
modificar. Si es demasiado largo, deberás recortarlo. Si se quedó corto o alguna
sección es escasa, añade algo. No solo eso, sino que cada vez que lo pronuncies en
voz alta, verás que te sale algo diferente. Esto es perfectamente normal. No eres un
robot, sino una persona. No necesitas memorizar tu discurso palabra por palabra, lo
importante es exponer las ideas de forma clara y atractiva.
E. Reduce la Ansiedad
-Muévete. Es muy común exteriorizar el nerviosismo: palpitaciones, respiración
acelerada y manos sudorosas. Esta es una respuesta normal debida al aumento de
adrenalina en la sangre, lo cual sucede cuando nos sentimos amenazados. La clave
está en moverse, hacer ejercicio para mover la adrenalina en el organismo y que se
disipe.
Aprieta y afloja. Aprieta tus puños muy, muy fuerte, mantenlos unos segundos
y suéltalos. Repítelo unas cuantas veces. Puedes lograr el mismo resultado
tensando y relajando los músculos de las pantorrillas. Con cada relajación
notarás una ligera reducción de los síntomas del nerviosismo.
Respira profundamente. Toma aire por la nariz y llena completamente tus
pulmones y tu estómago. Deja que se expanda tu caja torácica. Luego deja
salir el aire poco a poco por la boca. Repite ese ciclo de inhalación y
exhalación cinco veces.
-Usa ayudas visuales Para algunos oradores, usar ayudas visuales reduce su
ansiedad, ya que les hace sentir que no son el único centro de atención, sino que
están compartiendo los focos con algo más.
TIPOS DE DISCURSO
Discurso Histórico se preocupa por dar a conocer eventos ocurridos a través del
tiempo (pasados o recientes), y generalmente en este tipo de discurso existe algún
personaje al cual se reconoce (héroe histórico)
Discurso ceremonial. Este tipo de discursos abarcan desde brindis en bodas a
elogios en funerales, pasando por discursos de graduación o despedidas. Se espera
que sea breve y se enfoque en entretener, inspirar, o aumentar el aprecio de los
asistentes por algo o alguien.
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