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Resumen

Libro: Neuro Oratoria, Jürgen Klaric

Entender el funcionamiento del cerebro y elaborar el discurso de acuerdo cómo este procesa
la información es el objetivo principal de la Neuro Oratoria, una disciplina que consiste en
diferentes técnicas enfocadas en conocer cómo funciona nuestro cerebro y cómo utilizarlo
para nuestro beneficio al momento de realizar una presentación, conferencia o seminario, de
alto impacto.

Jürgen Klaric, un docente, escritor e investigador estadounidense en neuromarketing y neuro-


innovación, conocido como unos de los 10 mercadólogos más influyentes en el mundo,
presenta en su libro 10 principios o técnicas de Neuro oratoria para desarrollar un discurso
de alto impacto:

1. La voz:

En un discurso el orador no debe utilizar siempre el mismo tono de voz y velocidad


a medida que expone sus ideas, debe aprender a combinar.
De acuerdo con numerosos estudios, nuestro cerebro puede conectarse
profundamente con la velocidad y con la entonación. De tal manera, se sugiere que
cuando se desee acentuar un concepto o idea debemos variar el tono de voz (sin
esforzar la garganta) y la velocidad. El cambio de tono y ritmo deben ir de acuerdo
con lo que se expone, con lo que se desee expresar y el objetivo del discurso. Por
ejemplo, para expresar nuestras emociones podemos elevar el tono, para la tristeza y
la preocupación un tono más bajo. Cuando queramos transmitir entusiasmo, se
aumenta la velocidad; las ideas principales, los puntos culminantes o cualquier
argumento de importancia, a ritmos más lentos.
Es como una película, hay espacios lentos, hay espacios muy rápidos, hay momentos
románticos y hay momentos de acción. Así captaremos mejor la atención de la
audiencia. Sin embargo, es importante hacer los cambios con naturalidad, para ello
se debe respirar correctamente; no inhalar profunda y forzadamente, ni respirar con
mayor rapidez de lo normal. Lo ideal es inhalar de manera profunda utilizando el
diafragma y controlando la salida del aire para que sea suave.

2. Tu cuerpo:

Nuestro cuerpo es una herramienta de comunicación igual de poderosa que nuestra


voz, ¡puede llegar a ser el 51% de la comunicación!, por tal motivo, es preferible no
utilizar micrófonos inalámbricos, con el propósito de poder utilizar nuestras manos
para explicar nuestras ideas. También es importante inspirar naturalidad, confianza y
seguridad. Mirar a los ojos de las personas que se encuentran en primera fila, moverse
por la sala de forma ligera y relajada y con gestos firmes.
Elementos que debemos tener en cuenta al estar frente a un público son:

o Es bien importante que durante una presentación nunca tengas los


movimientos limitados. Evita pararte atrás del pódium. También los
micrófonos de mano, ya que anulan el 25% de tus movimientos.

o Para no perder la atención del público, tampoco permitas que la sala esté a
oscuras, pues eso pone el peso en la presentación y no en ti, y seguro que tú
no quieres pasar desapercibido.

o Párate con las piernas separadas a la altura de los hombros, y fija los talones
sobre el piso, así logaras estabilidad y firmeza. Tus pasos también deben
transmitir seguridad.

o Al desplazarte, también considera que cuando necesites dar énfasis a una


expresión, debes realizar movimientos fuertes: desde cualquier área hacia el
frente y al centro, o de los lados hacia el centro. En cambio, si necesitas bajar
la energía, considera los movimientos débiles: del centro hacia atrás o del
centro hacia los lados. Otro elemento que debes cuidar cuando estás frente al
público son tus brazos y tus manos. Un ejemplo de este sería la mano en el
bolsillo que es un recurso muy efectivo si se usa cuando quieres dar la
impresión de modernidad, elegancia y confianza en ti mismo.

o Dar la espalda al público es una posición que anula la posibilidad de


comunicar tus emociones. Es una posición cerrada que corta casi por completo
la comunicación. Pero resulta muy útil cuando quieres dar un efecto
dramático: te permite ocultar tus emociones o sentimientos, crear un toque de
suspenso o dar una pausa antes de darle al público una pista importante. Como
su significado es un intento de no comunicar, es imprescindible que su
duración sea mínima y que sea un recurso que apliques de forma
completamente consciente.

3. Tu ropa:

Generalmente cuando estamos escuchando a una persona, nuestro cerebro comienza


a detallar los componentes de su vestimenta (camisas, pantalones, zapatos,
accesorios). Por lo tanto, al momento de hablar en público, es fundamental que
nuestra apariencia nunca acapare el protagonismo de la presentación. Algunas
recomendaciones al respecto:

o nunca dar conferencias con vestimenta con colores y patrones muy llamativos,
lo ideal es usar colores sobrios y lisos, acordes al color de nuestra piel y que
contrasten con el fondo del escenario, esto hará que nuestra cara resalte.
o en el caso de discursos no tan formales, se recomienda elegir ropa un poco
más formal que la del público, pero no demasiado, la idea es fomentar la
sensación de cercanía con la audiencia, pero a la vez, mantener una imagen
de autoridad.
o tienes que entender que la idea de tu ropa para comunicar es precisamente
esa, comunicar. No se trata de impresionar a nadie con tu estilo ni de llamar
la atención solo porque sí.

Puedes hacer las pruebas para ver si eres cálida o fría; en mi caso soy cálida. Y
mi estación es invierno y así puedes darte cuenta de que tipo de colores te
favorecen y cuales no; por ejemplo: a mí me favorece más los colores blancos,
azul marino, azul brillante, negro, entre otros.

4. Tu power point:

Al momento de realizar una presentación de Power Point, debemos tener en cuenta


que nuestro cerebro puede conectarse con ella e ignorar al orador, por lo tanto:

o Evitar recargar las diapositivas con un texto excesivo o un número de elementos


visuales (imágenes, gráficos, etc.).
o No añadir más de 75 palabras por diapositiva. Lo ideal es expresar lo que se desea
exponer en palabras claves o frases cortas, evitando oraciones o párrafos.
o Utilizar un tamaño y tipo de letra adecuado (que sea legible).
o Nunca usar más de 2 – 3 estilos de letras. Lo más seguro es utilizar la misma familia
de fuente.
o Tratar de no utilizar más de 4 colores en una misma diapositiva.
o Realizar un contraste adecuado entre el fondo y los elementos textuales o visuales.
o No es conveniente combinar colores de igual intensidad, como rojo con verde, y
menos aún tonos similares, como verde con azul.
o Tienes que ser muy sobrio en tu presentación. Parte importante de la sobriedad te la
va a dar el uso de helvética.

5. Tu tiempo:

“El tiempo es realmente el único capital que tiene el hombre, y lo único que no se
puede dar el lujo de perder”. —Thomas A. Edison.

o Chris Anderson, autor de la Guía oficial de TED para hablar en público, aclara
que el límite de duración de 18 minutos garantiza, por un lado, mantener la
atención del público, y por el otro, hace que sean tan precisas como para que
se las tome en serio. Además, ese tiempo permite extenderse lo necesario para
expresar ideas importantes.
o no se trata de una medida estándar, pues hay charlas buenísimas que solo
duran 3 minutos. Por ejemplo, aquella en la que el investigador Richard St.
John condensa años de entrevistas y en tan solo 3 minutos revela el secreto
para tener éxito.

o independientemente de que prepares el tiempo que vas a dedicar a cada tema,


debes ser consciente de tu público, para calibrar la extensión que des a los
temas, decidir en cuáles puedes profundizar o en cuáles te conviene quedarte
en un nivel más superficial y avanzar con mayor rapidez.

6. Tu estilo:

cuando nos referimos al estilo, al final no es el color lo verdaderamente importante


sino el hecho de que has logrado que un aspecto tuyo (en este caso el color de mi
ropa) transmita algo de ti, al grado de que cuando la gente piensa en ti inevitablemente
evoca esa característica tuya.

Klaric cuenta que el usaba unos calcetines morados, un color con el que se identifica
bastante, y que es también muy poderoso porque, como descubrió después, es el color
de la devoción y la fe, y simboliza abundancia y equilibrio. Representa, entonces, el
reto de superarse a sí mismo día tras día, y, eso, es una parte muy importante de su
vida y de su forma de ser.

La idea no es que te pongas calcetines morados como los suyos, sino que veas el valor
de la historia que hay detrás de ellos. Eso es lo que les da su fuerza. No son un disfraz
ni un capricho, sino que hay ahí una historia que se enlaza con su vida. Son un
símbolo. Como él lo hizo, trata de encontrar un detalle que vaya con tu personalidad,
pero que también te haga distinto y memorable. Tienes que encontrar tu propio
símbolo. Tus calcetines morados.

La ventaja de convertirte en una marca personal es que eso te va a ayudar a que logres
tus metas y tus sueños; va a permitir que los demás te reconozcan y que sepan quién
eres. No hay receta para ser una marca. Cuando se trata de hacer una marca personal,
hay tres cosas fundamentales: qué dices, cómo te ves y qué haces. En esas tres cosas
está el 95% de qué tan buena marca eres. La clave es autenticidad, congruencia y
soporte.

7. Tus errores:

Si en medio de una conferencia te equivocas, tómatelo con el mejor humor posible y


sé sincero con tu público. Aceptar tus errores y tomarlos con humor es, de hecho, una
técnica poderosísima para ganarte al público.
Algunos de los errores al hablar en público son: quedarse en blanco, proyectar
inseguridad, ausencia de historia, ir muy rápido o lento, hacerte el chistoso o hablar
sin emoción entre otros. Pero estos errores tienen solución, por ejemplo: el proyectar
inseguridad; para ganar seguridad, es necesario que prepares tu conferencia tanto
como te sea posible. Lograr seguridad en el escenario no es cuestión de suerte sino
de práctica. Se recomienda que por cada minuto que hables, hayas trabajado al menos
siete minutos.

8. Tu interacción:

Interactuar con la audiencia en medio de la presentación es fundamental. Acercarse a


ella, caminar entre ella, realizar preguntas, son algunas de las cosas que podemos
hacer para conectarnos y transmitir mejor las ideas.

La mirada: conectar con la mirada es un recurso que además puedes aprovechar para
sentirte apoyado. Siempre hay personas entre el público que son sumamente
empáticas, que te siguen con interés, a las que pareces caerles bien. Apóyate en ellas.
Si hablas viéndolas directamente a los ojos, ganarás seguridad.

Empatía: mantener una postura abierta significa aprender a percibir, a ver las
reacciones del público y a ponerte en su lugar, entonces te darás cuenta de los errores
o los aciertos que cometes. Piensa: ¿Se están divirtiendo? ¿Hay alguien en esa esquina
que se está durmiendo? ¿Tienen preguntas interesantes al terminar tu exposición?
Todos esos factores contribuyen a que entiendas qué tan efectivo está siendo tu
mensaje.

9. Tu mensaje:

Nuestro mensaje de ser lo más claro y conciso posible. Debemos evitar dar vueltas y
procurar de ser simple en nuestra forma de brindar el mensaje. Debemos considerar
que se ha demostrado que durante la comunicación la responsabilidad de entregar el
mensaje correctamente reposa en el emisor. Es decir, si nuestra audiencia no nos
entiende, es nuestra responsabilidad.

Es fundamental pues, que, tu presentación tenga al menos estos tres elementos:


introducción, desarrollo, desenlace.

Estas recomendaciones que, ciertamente, son de sentido común, encuentran un


fundamento lingüístico-filosófico en cuatro máximas propuestas por el filósofo inglés
Paul Grice, las cuales garantizan una buena comunicación:

o Cantidad. Haz que tu contribución sea tan informativa como se requiera; pero
no des más información de la que se necesita
o Calidad. No digas lo que crees que es falso; tampoco digas aquello de lo que
no tienes pruebas.

o Relación. Sé relevante.

o Manera. Sé claro: evita las expresiones oscuras, la ambigüedad. Sé breve


también. Y sé ordenado.

10. Tu credibilidad:

La credibilidad es un valor que, de acuerdo con la velocidad de la confianza, de


Stephen M.R. Covey y Rebecca Merrill, puede construirse y que, además, debe
fomentarse. Implica: integridad, como congruencia entre lo que haces y lo que dices;
intenciones, como acciones destinadas al beneficio común; capacidades,
conocimientos, destrezas, aptitudes y estilo; resultados, fruto de nuestra trayectoria,
mediante la cual se construye una buena reputación.

Para que tu conferencia o tu charla tengan credibilidad, ante todo debes preguntarte:
¿Tengo la legitimidad para hablar del tema? Sé auténtico, estudia, investiga, pon
cosas originales, porque el resultado de no hacerlo es un camino de crecimiento lento
y de desprestigio.

Me gusta el libro porque siento que es muy bueno para las personas que queremos
perder el miedo a hablar en público, ayuda mucho a entender cómo podemos mejorar
nuestra comunicación al exponer en público, a través de los tips que nos brinda el
mismo, como la modulación, empatizar con las personas, como hacer nuestras
presentaciones, entre muchos más; como lo detallé en el resumen.

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