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TXP 4124/12
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TXP 4124/12
"LEMOS MIRTA C/ AMUEDO DE D' EBOLI SUSANA JUDIT S/ LABORAL"
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art.9° de la Ley 5822/08. 4°) Una vez firme la presente, remítase copia certificada a la
A.F.I.P. a los fines que estime corresponder (art. 15 LCT 20744 –párrafo incorporado
por art. 44 de la Ley 25.345 B.O. 2000/11/17). 5º) INSERTESE, REGISTRESE Y
NOTIFIQUESE.”(sic).-
A fs. 186/198 y vta. la parte actora interpone recurso de apelación, formula reserva y
se corre el traslado de ley (Prov. Nº 3936, del 22/05/2017, de fs.204) obrando el
responde de la actora a fs.207/210.-
A fs. 211 (Prov. N° 4997 del 21/06/2017), el A quo concede el recurso en relación y
con efecto suspensivo, ordenando la elevación de la causa, lo que se concreta vía
Secretaría a fs.212 de autos; obrando cargo de la Secretaría de la Excma. Cámara a
fs. 213 de marras.-
A fs.214, obra informe de Secretaría y a fs. 214vta. se procede a la integración del
Tribunal con sus vocales titulares.
A fs. 216 se recusa sin causa a la Dra. Marisol Ramírez de Schneider.
A fs.218 se procede a conformar nueva integración del tribunal, por prov. N° 989 (del
09/08/2017) (notificado Cédulas de fs. 221/222).
A fs. 223 por auto N°1096 (del 25/08/2017) se llama autos para resolver.
A fs.224 se procede al sorteo de emisión de voto de los integrantes del Tribunal.-
Por Sent. Int. N° 40 (del 18/09/2017 – fs. 229 y vta.) de este Tribunal se resolvió
modificar el modo de concesión del recurso de apelación de fs. 186/198 vta, de “en
relación”, por el de “libremente”.
Finalmente, por Prov. N° 1353 de fs. 1230, se dispuso llamar autos para sentencia.-
El Dr. Manuel Horacio Pereyra, manifiesta conformidad con la precedente relación de
causa.
CUESTIONES
PRIMERA: ¿Es nula la sentencia recurrida?
SEGUNDA: En su caso, la misma debe ser: ¿confirmada, modificada o revocada?
A LA PRIMERA CUESTION PLANTEADA EL SR. CAMARISTA Dr. Arsenio
Eduardo Moreyra, votante en primer término, dice: El recurso no fue interpuesto
por la recurrente. En este sentido, memoro que en el proceso laboral el mismo es
autónomo (Art. 95 CPL); por lo que no corresponde su tratamiento. ASI VOTA.
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por los nuevos derechos que no establecía el viejo régimen y demás fundamentos allí
vertidos. III) tercer agravio, agravia a su parte el inconstitucional criterio de aplicación
“lo convenido por las partes” respecto al salario del trabajador, en cuanto a sus
inaplicabilidad señala que lo trató en agravio anterior a que remite. IV) cuarto
agravio, le agravia el rubro costas que se le haya aplicado el 20%, considerando que
la reducción en cuanto al monto demandado por su parte superó el 20%, que lo cierto
es que la reducción tuvo lugar por la absurda liquidación realizada, tomando como
base la ínfima suma de $500, señalando ser inconstitucional y demás fundamentos
vertidos. Hace reserva del caso federal. Por ultimo solicita que oportunamente se
revoque el fallo recurrido en los términos expuestos.
2°.2) Contesta agravios de la demandada de fs. 207/210: Respecto al primer
agravio, refiere que no se trata exactamente de 8 años lo que el actor define en su
demanda, sino según sus propias afirmaciones se trataría de 7 años y seis meses, lo
que duró la relación laboral. Que la apreciación que efectúa la apelante no es acertada
toda vez que efectivamente los que se trata de dilucidar es si la Sra. Lemos prestó
servicios como empleada doméstica en el periodo comprendido entre junio de 2004
hasta junio de 2007, de allí que la decisión del juez, es justa y objetiva. Reivindica los
argumentos del a quo respecto al testigo Barrientos, como así también respecto a la
valoración dado a los testigos de la demandada. En cuanto a la aplicación de la ley
señala que de ningún modo puede aceptarse el principio de progresividad, que se trata
de una ley posterior a la fecha de desvinculación de la actora 20.12.11, además en
función de los argumentos allí sostenido considera que no es aplicable la nueva ley.
Respecto a la remuneración pretendida por el apelante, en base a jurisprudencia
destaca que es aplicable lo convenido por las partes, transcribiendo en lo pertinente la
jurisprudencia allí citadas, y demás fundamentos allí vertidos a los que remito
“brevitatis causae”. Por ultimo solicita oportunamente se rechace el recurso, con
costas.
2°. 3) Reflexión jurídica del recurso. La necesidad de recordar la vigencia que
adquiere la formulación de los agravios (a tenor de la observación realizada por la
resistente). Esto es, el requerimiento de una crítica correcta, circunstanciada y prolija
de todos y cada uno de los elementos sustanciales del fallo recurrido siendo preciso,
para ello, rebatir todos los argumentos en que se funda el sentenciante para arribar al
decisorio que se pretende cuestionar (Cfr. STJ in re: Colinas, Carlos E. y ot. c/
Quintana, Gustavo G. y ot. s/ sumario”, Expte. N° C01 17196/5, Sent. N° 99 del
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la relación laboral que nos une, comparta un agravio que impide la continuación de
dicha relación, en consecuencia me considero despedida sin causa, e intimole para
que en el plazo de tres (3) días liquide y me abone indemnización por antigüedad, y
falta de preaviso, aguinaldo y vacaciones de los dos últimos años, reajuste de haberes
de los dos últimos años, indemnización por falta de registración laboral (Art. 9 Ley
24.013), indemnización establecida en el Art. 2 de la Ley 25.323, multa establecida en
el Art. 15 de la Ley 24.013, bajo apercibimiento de reclamar judicialmente su pago.
Asimismo intimole plazo dos (2) días expedición y entrega certificación de servicios,
bajo apercibimiento de solicitar la aplicación de la multa que establece el Art. 80 de la
L.C.T....”.
Finalmente la demandada, remite (véase fs. 06) CD 079427481, de fecha 3/1/2012
“Rechazo por improcedente y malicioso vuestro TLC N° CD079427257, en tal sentido
reitero lo establecido en nuestro CD 079427115 en cuanto a la fecha de ingreso como
empleada doméstica de la suscripta en fecha junio 2007. Ante la falta de concurrencia
a su lugar de trabajo desde el día 19/12/11 a la fecha y sin que hubiera justificado sus
inasistencias doy por rescindido el vínculo laboral por su exclusiva culpa
procediéndose al despido con justa causa. Doy por concluido intercambio epistolar. A
los efectos legales queda Usted debidamente notificado.“.
Contradictorio. La accionante en memorial de demanda, capitulo II (véase fs. 07)
refiere que trabajó con la demanda 7 años y seis meses, iniciando la relación laboral el
día 10/06/2004. La demandada en su memorial de conste, capitulo IV (véase fs.
29vta.), refiere que la trabajadora Lemos Mirta comenzó a trabajar en la casa de la
Sra. Amuedo, desde el mes de junio de 2007, y no desde el año 2004 como reclama.
Distracto. La accionante se considera despidida sin justa causa. En tanto que la
demandada, hace referencia al despido con causa art. 6 Dctp. 326/56.
La decisión del A-Quo en relación al distracto laboral, se plasma a fs. 182 del fallo en
crisis “De lo reseñado surge que el despido, fue incausado, por la injuria de falta de
registración por parte del empleador y por ende se determina como fecha del distracto
el día 20/12/2011, mediante el telegrama laboral agregado a fs.3. En
consecuencia el período laborado sobre el que recaerá la indemnización debida,
transcurre desde el 01/06/2007, hasta el 20/12/2011…” (sic).
2° - 4 – I) Debo partir, que en el caso, se halla reconocida la relación laboral por la
demandada, hay diferendo respecto de la fecha de inicio de la misma.
En relación, a la valoración de las testimoniales, cabe decir.
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dichos, ésta contesta “Por haber frecuentado la casa en mi carácter de Escribana en el
lapso de ocho o nueve años” (sic).
Que analizado lo declarado por los testigos, propuestos por los justiciables, rescato
que aquellos propuestos por la demandada tienen una relación más afín tanto
laboralmente en relación de dependencia, en el caso del testigo Gadea, como así
también de relación en el caso del testigo Ibarra, y ello en principio no le quita mérito.
Pero lo cierto, es que no se puede dejar de lado lo manifestado por los testigos
propuestos por la accionante tal como lo transcribo “ut supra” al que remito, en fin la
testigo “Máximo” refiere trabajaba al lado de la casa Sra. Amuedo, además son
vecinos de la casa donde trabajaba la actora. La testigo “Benítez” narra, yo creo
hace ocho o nueve años; si se tiene presente la fecha de su declaración 31.10.2013,
trasladado nos remonta al año 2004 aproximadamente, que la actora señala como
inicio de la relación laboral. También la testigo “Vuera”, refiere a la pregunta desde
hace cuanto que trabajaba la Sra., Mirta Lemnos para la demandada, ésta responde
“Del dos mil cuatro a dos mil once más o menos unos siete años más o menos”,
además relata que conoce a las dos personas “Lo se porque vivo cerca de las dos” es
decir es vecina, refiriendo a la actora y demandada. Por otro lado, la testigo tiene su
domicilio en calle Madariaga N° 1052 de esta ciudad. Asimismo, respecto al testigo
“Barrientos”, que respecto a la relación laboral, manifiesta tal como lo transcribí
supra, “que por lo menos en el dos mil cuatro porque yo trabajé para la sra. Amuedo
en ese año” (Sic) y que “sabia porque trabaje en la casa de la sra. Amuedo. Fui a
tumbar un árbol contratada por la Sra. Amuedo”. Esta última parte de su declaración si
bien es cierto no es un tiempo prolongado que denote la frecuencia de la relación
laboral, pero sí es un indicio, que coadyuvado por los demás testigos, arriman una
presunción valedera de que la relación laboral efectivamente se inició en el año 2004 y
no el año 2007 como sostiene la demandada y finalmente lo evalúa erróneamente el a
quo en el considerando I – 1).
En ese sentido “la relación de dependencia no es un hecho que pueda probarse.
Es una inferencia lógica que deben realizar los jueces cuando valoran una
situación de hecho, que es la que debe ser demostrada: que una persona física
realiza actos, ejecuta obras o presta servicios integrando los medios personales
de una empresa ajena”, (Cfr. Perugini, Alejandro H., Relación de Dependencia, Ed.
Hammurabi, José Luis Depalma Editor, Bs. As.,Agosto de 2.004, pág. 125).
Ahora bien, cierto es que para que funcione la presunción que emana del articulo 23
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interpretación o alcance de la ley, o en apreciación de la prueba en los casos
concretos, los jueces o encargados de aplicarla se decidirán en el sentido más
favorable al trabajador”. En cursiva y negrilla me pertenece.
Del balance de las citadas declaraciones, los testigos de la actora me llevan a la
convicción de que existió la relación laboral actor/demandada entre el 10/06/2004 y
20/12/2011, corroborándose la relación de dependencia del accionante, bajo el poder y
dirección de la accionada, conforme ART. 1° Dcto. 326/56; y analogado arts.21, 22,
23, 24 cctes Ley 20744, por lo que se le da validez en el marco de la sana crítica
racional, conforme art.386 del C.P.C.C. Destacada doctrina ha señalado que: “En la
apreciación de la prueba testifical el magistrado goza de amplia facultad: admite o
rechaza la que su justo criterio le indique como acreedor de mayor fe, en concordancia
con los elementos de mérito que obren en el expediente” (conf. Arazi Roland “La
prueba en el Proceso Civil “ Bs. As. 1998 Ediciones La Roca pág. 260 y sgtes.).
La jurisprudencia de nuestro cimero Tribunal refiere: “Sabido es que cuando las
declaraciones de los testigos logren generar una duda razonable en el juez de que los
reclamos del trabajador son justos y tienen base en los hechos y en el derecho, y esta
duda no sea desvirtuada por el resto de las pruebas, los testimonios deben ser
favorables para los reclamos del trabajador y no ser desechados sin más, por no ser
fehacientes e indubitables, puesto que ante la duda razonable sobre la validez o no, la
veracidad o la falsedad de los testigos, la decisión debe dar predominio a las
declaraciones que favorezcan al dependiente” in re “PUCHETA RAMON OSCAR C/
YAN QINGJUAN Y/O RESPONSABLE S/ LABORAL”. Expediente Nº CXP - 3597/11.
(S.T.J. Ctes. Sent. Nº 47 del 11.08.2014); "Ahora, la selección y valoración de las
pruebas es función privativa de los jueces de la causa…" (STJ Ctes., Sent. N° 18/10,
Expte. N° L01-15580/4) citada em autos: “CORONEL, ANA MARTINA C/ KLEIN DE
PIRAGINE, RAQUEL S/ IND.”, Expte. Nº EXP - 10856/7 ((STJ Ctes. Sent. Nº 8 del
12.02.2015). En éste sentido, se expidió el Tribunal In re “CANTERO Daniel Eduardo
c/ Supermercado "LA BOMBA SRL" y/o quien en definitiva resulte responsable s/
Laboral.", Expte. N° TXP 1448/10 (Sent. N° 05 del 21/04/2015, entre otros.).-
Por todo ello se recepta el agravio.
2° - 4) - II) Aplicación de la ley. El tema decidendum pasa por la pretensión del
recurrente, en cuanto se aplique el derecho vigente, la ley 26844 que deroga el Dcto.
326/56, que comenzó a regir desde el mes de abril de 2013, invoca el art. 7 CCCN y
demás fundamentos alí vertidos. En tanto la demandada, sostienen que de ningún
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modo puede aceptarse el principio de progresividad, que se trata de una ley posterior
a la fecha de desvinculación de la actora 20.12.11.
Rememoro aquí, la aplicación de la ley en el tiempo, en base a precedente de éste
Tribunal in re: “BENITEZ Benigno Pedro c/ RADIS Regina s/ Reivindicación”, Expte.
N° VXP 240/9 (Sent. N° 20 del 28/08/2015, entre otras), en relación a los efectos del
nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, vigente desde el 01/08/2015.-
Aquí, entonces entramos a analizar la nueva legislación, en el marco del Art. 7 CCCN.
En el caso, es la relación laboral del empleo domestico que a la época del distracto se
hallaba regulada por el estatuto del Empleado Domestico Dcto. 326/56, quien sufrió
modificación conforme a la Ley 26844, promulgada el 03 de abril de 2013.
La relación laboral en el sub iudice como analizamos “ut supra” se dio entre el
10/06/2004 y el 20/12/2011, es decir se constituyó y extinguió, bajo el régimen
anterior, por ende no tiene efecto retroactivo, sobre las relaciones y/o situaciones
jurídicas, extinguidas y/o finiquitadas, con anterioridad a la entrada en vigencia del
nuevo código.
Que, es preciso auscultar los conceptos de relación jurídica y situación jurídica. Así las
relaciones jurídicas son las que se establecen entre dos o más personas, con
carácter, particular, esencialmente variable, las más frecuentes son las que nacen de
la voluntad de las partes, como ser: contratos, testamentos, etc. En tanto que las
situaciones jurídicas, viene a ser la posición que ocupa un sujeto frente a una norma
general, o sea genera derechos regulados por ley (y no por la voluntad de las partes)
que son uniformes para todos, por ejem. El derecho de propiedad, y, en general todos
los derechos reales, la situación de padre, hijo, etc.; lo importante no es la distinción
entre situación y relación jurídica, porque ambas se rigen por las mismas reglas, sino
las fases en las que éstas se encuentran, al momento de la entrada en vigencia de la
nueva ley. Efectivamente, Roubier citado por la Dra. Kemelmajer de Carlucci -(Ob. Cit.
Pag. 27 - Roubier, le droit transitoire (Conflits des lois dans le temps) cit., N° 39,
p.182)- sostuvo que toda situación jurídica pasa por dos fases: una fase dinámica,
que corresponde al momento de su constitución y de su extinción, y una fase
estática, que se abre cuando esa situación produce sus efectos.
Que siguiendo a una de las autoras de la nueva legislación de fondo, Dra. Aida
Kemelmajer de Carlucci, señala tres momentos que vienen a graficar claramente la
cuestión: “a) las leyes que gobiernan la constitución de una situación jurídica no
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pueden afectar, sin retroactividad, las ya constituidas. Establecida la relación, el
cambio de ley no puede afectar su constitución, ….b) Las leyes que gobiernan la
extinción de una situación jurídica no pueden afectar, sin retroactividad, las situaciones
anteriormente extinguidas…c) Las consecuencia producidas están consumadas, o se
encuentran afectadas por las nuevas leyes, excepto retroactividad, pues respecto a
ellas existe el llamado consumo jurídico. En cambio, los efectos o consecuencias
aún no producidos caen bajo la nueva ley por aplicación inmediata, sin
retroactividad…” Cfte. Dra.Aida Kemelmajer de Carlucci, La Aliicación del Código Civil
y Comercial, a las Relaciones y Situaciones Jurídicas Existentes, pag.34/35 y vta.,
Edit. Rubbinzal – Culzoni Editor, año 2015.-
Por otro lado, haciendo un raconto doctrinal, encontramos: “La doctrina de los
derechos adquiridos, que seguía el originario art.3° del Código Civil, tiene su
fundamento en la conclusión de que cuando un derecho se había incorporado al
patrimonio de una persona, no podía ser alterado por legislación posterior y se
distinguía de la mera expectativa, que es la situación donde los recaudos para que se
impute a un sujeto en forma definitiva una prerrogativa jurídica no se han configurado
definitivamente.(…). Luego hallamos “la doctrina de los hechos cumplidos que
sostenía fundamentalmente que cada ley debe regir los hechos consumidos en el
momento en que se encuentran en vigor. De tal manera, la nueva ley no puede afectar
consecuencias posteriores a su entrada en vigor, cuando tenga relación de causa a
efecto con el hecho cumplido bajo la vigencia de la ley antigua (…). Finalmente las
enseñanzas de Roubier “La confluencia de la doctrina de los derechos adquiridos y la
de los hechos cumplidos o consumados constituyen el material sobre el cual Paul
Roubier elabora su doctrina de la situación jurídica que sirve de fuente de
inspiración al derecho nacional concretándose en el art. 3 del Código Civil, versión Ley
17.711, y actual art. 7 del Cod. Civil y Comercial. La teoría se caracteriza por el
recurso a la noción de situación jurídica y al principio del efecto inmediato de la ley
nueva, que fue seguida por recomendación votada por el III Congreso Nacional de
Derecho Civil (Acta del III Congreso Nacional de Derecho Civil, Universidad
Nacional de Córdoba, 1962, t.II, p.769). Así Roubier determina que en toda situación
jurídica los aspectos dinámicos son los de la creación o constitución y de extinción;
cuando una de estas fases está concluida, es decir, el derecho está constituido o se
ha extinguido, se está frente a un hecho cumplido o consumido y la ley nueva no
puede volver sobre ella. Ahora bien, la situación jurídica tiene efectos posteriores a la
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entrada en vigor de la nueva ley que se proyectan en el tiempo y que caen bajo el
principio del efecto inmediato de la nueva ley” Cfte. Francisco Junyent Bas – El
Derecho transitorio – A propósito del artículo 7 del código civil y comercial – Publicado:
Revista La Ley – Año LXXIX N° 76, Buenos Aires 27.04.2015.-
Sin perjuicio de ello, es oportuno advertir que hay discrepancia en la doctrina, y en esa
línea de idea se hace referencia que: “el art.7° es una herramienta insuficiente para
poner en marcha la aplicación del Cod. Civ. y Com., debería dictarse una ley que de
algunas reglas generales más precisas y contemple algunos casos particulares que ya
se saben conflictivos; las nuevas leyes y eso incluye el Cod. Civ. y Com., no deben ser
de aplicación para resolver los casos judiciales pendientes, salvo acuerdo de partes o
en hipótesis excepcionales, siempre que se respete la garantía del debido proceso; lo
que comprende el derecho de alegar y probar sobre los efectos de la nueva ley y que
el pronunciamiento fina satisfaga el principio de congruencia” Cfte. Julio Cesar Rivera
– Aplicación del Código Civil y Comercial las relaciones preexistentes y a los procesos
judiciales en trámite – Publicado: Revista La Ley – Año LXXIX N° 111, Buenos Aires
17.06.2015.-
En definitiva, luego de bucear la doctrina, me sumo a aquella que sirve de fuente a
nuestro derecho positivo vigente, a la doctrina de las situaciones jurídicas de
Roubier, que habiéndose constituido y extinguido durante la ley antigua, ésta se ha
consolidado y por ende no es posible retrotraer los efectos de la nueva ley, sobre lo
así consumado.
Ahora, esos derechos reconocidos en el Dcto. 326/56, como lo es la indemnización por
antigüedad en el despido incausado (art. 9 Dcto. 326/56), también son reconocidos por
la ley 26844, en el marco de la ley 20.744 L.C.T.. pero lo cierto es que como decía
antes la relación laboral se constituyó y extinguió durante la vigencia del Dcto. 326/56,
no deviene aplicable a la indemnización mejorada que reclama el recurrente.
Es más, tampoco es viable darle andamiaje, en el caso, la pretensión de que se
aplique el principio de progresividad, dado que deviene extemporáneo, en función que
no lo planteo en origen, donde en la etapa de alegatos -(el accionante-recurrente no
presentó conforme art.82 CPL)- luego de valorar sus pruebas, podría haberlo
requerido, se tenga presente por el judicante el “ius superviniere” aquí en vía recursal
puesta tardíamente en puja, rigiendo al respecto el principio de preclusión procesal art.
18 CN. “El principio de preclusión responde a la necesidad de dar un tiempo a la
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oportunidad de alegar, probar y resolver. Por la preclusión procesal, en situación
con los tiempos del proceso, se articula el orden secuencial de los actos, de manera
ordenada, progresiva y donde cada actividad debe cumplirse en el período designado.
Ello significa que el transcurso de una fase para seguir a otra, consume la oportunidad
y extingue el tiempo ofrecido para hacer. Esa preclusión origina tres posibilidades
diferentes: en la primera, puede suceder que se pierda la alternativa o facultad de
alegar por haber transcurrido el tiempo otorgado en los plazos del procedimiento. Aquí
la preclusión castiga la inercia del interesado, dando por perdida la oportunidad. En
segundo lugar, si un acto procesal se cumple en una etapa equivocada privando con
ello de obrar adecuadamente en la instancia en curso, se habla de preclusión por
extinción. Con ella, el error impide regresar reparando el equívoco. También aquí la
preclusión opera como sanción al descuido. Finalmente, la preclusión obraría por
consumación cuando ya se hubiera ejercido válidamente la facultad de que se trata.
Cumplido el acto, no es posible reiterarlo, aún bajo el pretexto de mejorarlo o integrarlo
con elementos involuntariamente omitidos en la primera ocasión”. Cfte. Gozaíni,
Osvaldo A. - El principio de economía procesal - Publicado en: Sup. Doctrina Judicial
Procesal 2012 (noviembre) - Cita Online: AR/DOC/5400/2012, fuente:
http://www.laleyonline.com.ar de fecha 10/10/2017.- Por todo ello, no se recepta el
agravio.
2° - 4) - III) Remuneración convenida por las partes. La judicante de grado
argumenta, en el considerando I – 2) Consistencia jurídica del caso. Norma aplicable.
Refiere en relación a la escala salarial y diferencia de haberes, “que la Pcia. de
Corrientes no se adhirió a la reglamentación nacional por lo que imposibilita la
aplicación de la escala salarial dispuesta por: RESOLUCIÓN (MTSS) 1306/2.007 (en
dos fojas); Resolución 1538/2.008; Resolución 1002/2009; Resolución 1297/2010;
entre otras, invocadas por la propia demandada, no obstante en base al principio de
iura novit curia, aplicaré el que las partes hayan convenido y en ese contexto,
corresponde ajustarse a los preceptos contenidos en el Dto. Ley 326/1956” (sic),
también invoca en apoyo el precedente “Cabral” Sentencia N°22/14 S.T.J. Ctes.-
2° - 4) – III - a) Una primera aproximación, En este sentido, cuando tuve la
oportunidad de decidir como juez de primera instancia, en una situación similar, in re:
“CABRAL DEMETRIA C/ SUCESORES DE SAMUEL STORTI Y MARÍA M.
FERREYRA, VIVIAN DANIELA STORTI Y/O QUIEN RESULTE RESPONSABLE S/
LABORAL” Expte. N° 15924/08 (Sent. N° 10 del 16.04.2013) Decía expresamente: “Al
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interpretación de los jueces y tribunales inferiores, no tiene más limitación que la que
resulta de su propia conciencia de magistrados, y en tal concepto pueden y deben
poner en ejercicio todas sus aptitudes y medios de investigación legal, científica o de
otro orden, para interpretar la ley, si la jurisprudencia violenta sus propias
convicciones; y la inconstitucionalidad deriva de que viola las cualidades propias del
juez y que hacen a la esencia de nuestro sistema institucional, que por ser republicano
e instaurar la denominada “división de poderes” consagra la independencia e
imparcialidad de todos y cada uno de los órganos judiciales, cuyo desconocimiento sí
perturba el esquema institucional judiciario. Ergo no puede discutirse que el Juez en
ejercicio de sus funciones no está supeditado a instrucción alguna, cualquiera fuere el
órgano de quien emane; su independencia funcional es inconciliable con semejantes
mandatos y hasta las más simples insinuaciones sobre la interpretación de las leyes,
en los casos sometidos a su decisión, afecta profundamente su investidura y pone en
graves riesgos la majestad de la justicia” (JORGE H. SARMIENTO GARCIA. La Ética y
los Jueces- Pag.99). La jurisprudencia del máximo tribunal del país, en relación tiene
sentado: “Como se sabe la calificación de la acción y la determinación del derecho
aplicable es materia reservada al Juez, quien –según la Corte Nacional tiene
reiteradamente dicho- por la atribución del “iura novit curia” tiene no solo la facultad
sino el deber de discernir los conflictos litigiosos y dirimirlos según el derecho vigente,
calificando autónomamente la realidad fáctica y subsumiéndola en las normas jurídicas
que la rigen (CSN; 16/12/76, ED 17-158; LL 1977, A, p. 259; Fallos 295-68, 300-1074,
etc.)”.-
Una tercera aproximación, pasa por analizar nuestro derecho interno respecto del
derecho convencional, que la judicatura esta llamada al contralor pertinente, conforme
art. 2° CADH.
2° - 4) – III - b) Derecho interno: De la lectura literal del art.1º Dcto. Ley 326/56 se
colige: “El presente decreto ley regirá en todo el territorio de la Nación las relaciones
de trabajo que los empleados de ambos sexos presten dentro de la vida doméstica…”.
Asimismo, el art.13º de la misma normativa en cita, refiere: “El Poder Ejecutivo
reglamentará la fijación de los salarios mínimos de los empleados comprendidos en
este decreto ley, la que se hará por zonas, de acuerdo a la importancia económica, las
condiciones de vida de cada una de ellas y las modalidades del contrato de trabajo” y
finalmente el Dcto. Regm. Nº 7979/56 que en su art. 20º dice “Establécense para la
Capital federal las siguientes categorías, cuyas remuneraciones podrán convenirse
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libremente, en tanto superen los sueldos mínimos en dinero que se fijan en cada
caso”.
De esta normativa, se desprende que regirá en todo el territorio de la nación, que el
poder ejecutivo fijará los mínimos, tal es así que el art. 20 Dcto.. 7979/56 refiere que
se deben respetar los sueldos mínimos. De primera mano surge, que si bien es cierto
no hay una norma provincial que adhiera, pero también es cierto que No está prohibida
su aplicación a las provincias.
Más precisamente en el memorial del recurso a fs. 192vta. la recurrente
expresamente se agravia y señala “No puede afirmarse que en tales situaciones se dé
una convención en igualdad de condiciones, por la que se pueda determinar un salario
justo, quedando el obrero sometido a la explotación laboral, en franca violación AL
PRINICPIO PORTECTORIOR DEL DERECHO LABORAL y a las garantías que en los
arts. 14 y 14 bis establece la Constitución Nacional…” (sic).
Por otro lado, tal como lo refiere la A-quo “la Pcia. de Corrientes no se adhirió a la
reglamentación nacional por lo que imposibilita la aplicación de la escala salarial
dispuesta por: RESOLUCIÓN (MTSS) (…) no obstante en base al principio de iura
novit curia, aplicaré el que las partes hayan convenido”; éllo aparece al menos como
irrazonable ante una palmaria realidad, violatorio a los principios de igualdad ante ley y
de protección del trabajo en todas sus formas “las que asegurarán al trabajador:
condiciones dignas y equitativas de labor” conforme arts. 14 bis y 16 C.N.-
Debo destacar, que si bien es cierto, en la época de la relación laboral, no había una
ley convenio de la provincia de Ctes., respecto al Dcto. Ley 326/56 y su Dcto. Reglam.
7979/56. Pero también es cierto, que el anterior art.16 CC, como el actual art. 2
CCCN, prevén pautas interpretativas, donde ante la ausencia de norma se debe estar
a los principios de leyes análogas, y más precisamente esta última normativa
incorpora como herramienta interpretativa los tratados de derechos humanos, que
sabido es, están incorporados al art. 75 inc. 22 C.N.. En lo relativo a las leyes
análogas, ello significa: “un procedimiento de integración de lagunas del sistema
normativo, es decir, si no hay una ley que regula un supuesto de hecho, se puede
recurrir a otra ley, siempre que ello no esté prohibido. Esa otra ley tiene que tener una
misma racionalidad, o sea una semejanza entre el supuesto de hecho que está
regulado en la norma a la que recurre y el que no tiene regulación alguna” Cfte.
Ricardo Luis Lorenzetti, Código Civil y Comercial de la Nación, Tomo I Arts. 1° a 256°,
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Pag.35, Rubinzal – Culzoni Editores, año 2014.
Asimismo, es de fundamental importancia que toda interpretación normativa esté
munida del pertinente control de convencionalidad “Todos los tratados
internacionales suscriptos por el país y que resultan obligatorio deben ser tenidos en
cuenta para decidir un caso…Esta es la función que tiene en materia de hermenéutica
y a la que se refiere el art. 2°. Ello ha sido expresamente señalado en la Corte
Suprema al establecer “la operatividad de los tratados sobre derechos humanos, y el
carácter de fuente de interpretación que tiene las opiniones dadas por los Órganos del
sistema interamericano de protección de derechos humanos en casos análogos
(Fallos: 315: 1492; 318:514)” Cfte. Ricardo Luis Lorenzetti, Código Civil y Comercial de
la Nación, Tomo I Arts. 1° a 256°, Pag.36, Rubinzal – Culzoni Editores, año 2014. En
igual sentido se refiere: “la interpretación debe ser efectuada sistémicamente, de tal
manera que el resultado sea consistente con el ordenamiento jurídico general. Esta
última pauta también se encuentra incluida en el art.1° (Comentario Art.2° CCCN) Cfte.
Alberto J. Bueres, Código Civil y Comercial de la Nación, analizado, comparado y
concordado – T. 1 - Arts. 1-1429, Pág. 70, Edit. Hammurabi José Depalma Editor, año
2014.-
2° - 4) – III - c) Derecho convencional: Debo partir, que en el caso la solución dada,
además de violentar los arts. 16 y 14 bis CN, se comprometen diversas declaraciones
y convenciones internacionales relativas a la igualdad de trato, incorporadas con
jerarquía constitucional por el arts. 75 inc. 22 CN. En ese marco la pieza jurídica más
importante de protección lo es la Convención sobre la Eliminación de todas las formas
de Discriminación contra la Mujer. Como decía, la protección para la mujer trabajadora
tiene su vértice en nuestra Constitución Nacional; que más allá de las normas
generales de los arts. 14bis y 16, la reforma del año 1994 incorporó normas
especificas sobre la igualdad de trato y la acción de amparo del art. 43, como vía
idónea para reclamar frente a los actos o conductas discriminatorias. Además el art. 75
inc. 22 CN confiere a las declaraciones, convenciones y pactos allí individualizados
jerarquía constitucional. Los convenios dictados por la OIT tienen jerarquía superior a
las leyes, con lo que amplia aun más el paraguas protectorio. En ese marco
fundamental, encontramos contenidos a los instrumentos internacionales: Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de
Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de
San José de Costa Rica); proclaman la igualdad de todos los seres humanos y el
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recepción del derecho internacional, reprodujo prácticamente lo expresado por la corte
interamericana de derechos humanos en el caso ALMONACID ARELLANO VS.
CHILE. En otras palabras el poder judicial debe ejercer una especie de control de
convencionalidad entre las normas internas aplicables al caso concreto y la normativa
del derecho internacional vigente, conforme art. 75 inc. 22 de la carta magna. En este
sentido me expedí in re: “CHAVEZ Rosa del Carmen c/ OSPRERA s/ Medida
Autosatisfactiva (Conocimiento)”, Expte. VXP 3794/14 (Sent. Int. N° 59 del 17.04.2015
del protocolo del tribunal).-
Por todo ello, es que considero ajustado y razonable receptar el agravio, y aplicar
al periodo laborado por la actora desde el 10/06/2004 al 20/12/2011, el régimen
establecido por el Dcto. Ley 326/56 y su Dcto. Reglam. N° 7979/56 (conforme las
remuneraciones mensuales mínimas para el Personal de Trabajo Doméstico,
actualizados periódicamente por el M.T.E. y S.S., vigente a la época distracto), en
función de que es la ley aplicable al caso tal como quedó plasmado en el
Considerando 2° - 4) - II) del presente. 2° - 4) – III - d) Liquidación: Ergo, conforme lo
peticionado por la accionante-recurrente -(véase acápite III - fs. 08vta.)- las tareas
cumplida encuadran en la quinta categoría Art. 20 Dcto. Reglam. N° 7979/56. En ese
norte, corresponde se aplique las remuneraciones mensuales mínimas para el
Personal de Trabajo Doméstico comprendido por el Decreto Nº 7979/56 y
actualización según las Resoluciones N°1306/2007, 1538/2008, 1002/2009, 1297/2010
y 1350/2011 del MTESS.
Véase que, a fin de tarifar la indemnización requerida en autos se debe tener presente
que la actora a fs.9vto. refiere que ha llegado a percibir la suma máxima de pesos
quinientos ($500,00) por mes desde su real fecha de ingreso 10 de junio de 2004.
Dicho monto así percibido se tendrá presente a los efectos de la liquidación pertinente
detallados en el Considerando I- 3) del fallo, y (reconociéndose la diferencia de
haberes), conforme a la escala salarial vigente al momento del distracto ocurrido el
20/12/2011 respecto a la 5ta. Categoría (Art. 20.- Establécense para la Capital federal
las siguientes categorías, cuyas remuneraciones podrán convenirse libremente, en
tanto superen los sueldos mínimos en dinero que se fijan en cada caso: “Quinta
categoría: con un sueldo o jornal en dinero a convenir todo el personal con retiro.”) del
Dcto. Ley 326/56 – Dcto. Reglam. N° 7979/56 y, que según informe extraído de la
página web www.trabajo.gov.ar de fecha 10/10/2017 donde por Resolución Nº 1350/11
el Ministerio de Trabajo fija las remuneraciones mensuales mínimas para el Personal
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CARLOS C/BUNIMAR S.A. Y/O Q.R.R. S/LABORAL”, Expte. N° C02 15394/06,
Sent. N° 09 del 06/05/2015; y “MBURAYA ROBERTO C/FORESTAL GUARANI S.A.
Y/O Q.R.R. S/INDEMNIZACION LABORAL (CONOCIMIENTO”, Expte. N° IXP
613/10, Sent. N° 22 del 01/10/2013; entre otros.
2° - 4) - IV) Costas: También el recurrente se agravia por cuanto se le imponen a su
parte el 20% de las costas, que atento a las resultas de la vía recursal, donde medió
sustanciación contradictoria, analizado cualitativa y cuantitativamente, del mismo
resulta victoriosa la actora recurrente y, no superado el quantum previsto por el 88
CPL, no permiten apartarme del principio rector en la especie, por lo que corresponde
imponer en ambas instancias costas a la demandada vencida, de conformidad art. 87
y art. 266° del C.P.C.C. por reenvío del art,. 109 del C.P.L. ASI VOTO.-
A LA MISMA CUESTIÓN PLANTEADA EL SR. JUEZ DE CAMARA Dr. Manuel
Horacio Pereyra, votante en segundo término, dice: que adhiere al voto emitido por
el Sr. Juez de Cámara preopinante. ASI VOTA.
Con lo que se dio por terminado el Acuerdo, (Art. 28, Apartado 2° del Dec. Ley 26/00),
firmando los Sres. Jueces votantes por ante mí, Secretaria Autorizante.-
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Fdo.: 1°) Dr. Arsenio Eduardo Moreyra – 2°) Dr. Manuel Horacio Pereyra
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