Está en la página 1de 15

Caso: "CLUB DEFENSORES DE TORINO c/ AGUAS DE CORRIENTES SA S/ SUMARISIMO”

Fallo a analizar: Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Corrientes- Sala IV


(24/02/2012)

En la Ciudad de Corrientes, a los veinticuatro (24) días del mes de febrero del año dos mil
doce, encontrándose reunidos en la Sala de Acuerdos de la Sala IV de la Excma. Cámara de
Apelaciones en lo Civil y Comercial, el Señor Presidente de Cámara Doctor Carlos Alfredo
Benítez Meabe y los Señores Vocales Titulares, Doctores Carlos Aníbal Rodríguez y María
Eugenia Sierra de Desimoni, asistidos del Secretario autorizante, tomaron en consideración
el Expediente Nº 195, caratulado: "Club Defensores de Torino c/ Aguas de Corrientes S.A.
s/ Sumarísimo" venido a conocimiento de la Alzada en virtud del recurso de apelación
interpuesto a fs. 143/145 vta. por la parte demandada contra el Fallo Nº 119 del 05 de
setiembre de 2011 de fs. 136/140vta.; dictado por la Señora Juez Civil y Comercial N° 3
Dra. María Eugenia Herrero. Practicado oportunamente el correspondiente sorteo a fin de
establecer el orden de votación de los Señores Camaristas, resultó el siguiente: Doctora
María Eugenia Sierra de Desimoni en primer término y Doctor Carlos Aníbal Rodríguez en
segundo término (fs. 161).
A continuación la Sra. Vocal Dra. María Eugenia Sierra de Desimoni formula la siguiente:
Relación de la Causa:
La Señora Juez "a quo" ha relacionado detenidamente en su fallo los antecedentes obrantes
en autos. A ellos me remito "brevitatiscausae".
La misma dictó el siguiente fallo, el que trascripto en su parte pertinente dice: "Nº 119.
Corrientes, 05 de setiembre de 2011... Fallo: 1°) Rechazar la excepción de falta de
legitimación para obrar de la accionante impetrada a fs. 41/52 de autos; atento lo expresado
en los considerandos. 2°) Hacer Lugar a la demanda promovida a fs. 4/8 por el Club
Defensores de Torino y en su mérito transformar en definitiva la Resolución Judicial Nº
176 de fecha 28/07/2010 dictada por la Excma. Cámara de Apelaciones -Sala IV- que dice:
".. 1°) ...decretar la medida cautelar innovativa solicitada por el accionante, ordenando a la
empresa Aguas de Corrientes S.A. restablezca inmediatamente el servicio de aguas al
inmueble del actor en el marco del convenio de pago N° 00195048 suscripto en fecha
11/07/2008,...", atento lo expresado en los considerandos. 3°) Imponer las costas a la
demandada vencida (Artículo 68 C.P.C.C.). Diferir la regulación de honorarios hasta que se
dé cumplimiento a lo dispuesto en el Artículo 9 de la Ley Nº 5.822/08; atento lo expresado
en los considerandos...". Fdo. Dra. María Eugenia Herrero. Juez Civil y Comercial N° 3.
Interpuesto y substanciado el recurso, el mismo es concedido libremente y con efecto
suspensivo a fs.152.
Remitidos los autos, los mismos son recibidos y quedan radicados en esta Sala IV (fs. 155).
A fs. 161 se llaman Autos para dictar Sentencia, con la misma integración de Sala y orden
de votación ya dispuestos en el Inc. de Medida Cautelar (promovido por el Dr. Giachetto)
correspondiente a estas actuaciones.
A fs. 164 obra Resolución N° 226 del 14 de diciembre de 2001 por la que -como medida
para mejor proveer- se dispone requerir al Juzgado de origen la remisión del Incidente de
Medida Cautelar formado en autos. Cumplida dicha medida se reanuda el llamamiento de
autos para dictar Sentencia, pasándose los autos a estudio del vocal que debe emitir voto en
primer término. El Señor Vocal Doctor Carlos Aníbal Rodríguez presta su conformidad a la
precedente relación de la causa.
Seguidamente, la Sala IV de la Excma. Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial
plantea las siguientes

Cuestiones

Primera: ¿Es nula la sentencia recurrida?

Segunda: ¿Debe ser revocada, modificada o confirmada?

A la Primera Cuestión la Sra. Vocal Dra. María Eugenia Sierra de Desimoni, dijo:

El recurso de nulidad no ha sido interpuesto en forma expresa, ni tampoco fue planteada la


nulidad implícita comprendida en la apelación (Artículo 254 del CPCC).
La nulidad a la que se refiere el Artículo 254 del CPCC debe ser fundado -sostenido- como
tal. Si el recurrente no expresa agravios de nulidad, es decir: si no da fundamentos de
nulidad, se tiene a este recurso como desierto (cfr. Julio E. Castello, Procedimiento Civil
Parte General, Notas sobre el Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de
Corrientes, Ed. Mave, Bs. As., 2005, p. 318). En otras palabras, si en las oportunidades
adecuadas (memorial o expresión de agravios) no se hace concretamente el planteo de
nulidad, esta actitud implica un abandono del recurso expresamente interpuesto o
implícitamente comprendido en el de apelación (cfr. Loutyf Ranea, El Recurso de
Apelación en el Proceso Civil, T. II, Nº 410, pág. 435; Bs. As., 1989; en igual sentido: De
Santo, Tratado de los Recursos, TI, Recursos Ordinarios, pág. 460, Bs. As. 1999; Serantes
Peña -Palma, Código Procesal Civil comentado, p. 245, Bs.As. 1993; Palacio, Manual de
Derecho Procesal Civil, Nº 341, pág. 603 Bs. As. 1998; Fenochietto, Código Procesal Civil
Comentado, pág. 277, Bs. As. 2000). Por ello y no surgiendo del trámite ni de la sentencia
vicios que pudieran determinar una declaración de nulidad oficiosa, es que este recurso
debe ser declarado desierto y así voto.

A la misma Cuestión, el Sr. Vocal Dr. Carlos A. Rodríguez, dijo:

Que adhiere al voto precedente.

A la Segunda Cuestión, la Sra. Vocal Dra. María Eugenia Sierra de Desimoni, dijo:

1. Que, contra la Sentencia N° 119 de fecha 05/09/2011 obrante a fs. 136/140 vta. la
empresa Aguas de Corrientes S.A. interpuso recurso de apelación (fs. 143/145 vta.) que,
debidamente sustanciado (fs. 147) y contestado (fs. 149/150 vta.), fue concedido libremente
y con efecto suspensivo (fs. 152).
Llegada la causa a esta instancia, se llamó autos para sentencia (fs. 161), el que fue
interrumpido a fs. 164 y reanudado a fs. 169 luego de cumplirse la medida ordenada a fs.
164.
2. La sentencia en crisis hizo lugar a la acción de amparo promovida por el "Club
Defensores de Torino" rechazando la excepción de falta de legitimación y transformando
en definitiva la resolución cautelar dictada por este Tribunal (Nº 176 del 28/07/2010) por la
cual se ordenó la reconexión del servicio de aguas al inmueble del actor en el marco del
convenio de pago Nº 00195048 suscripto el 11/07/2008, con costas a cargo del demandado
vencido.
Disconforme con dicha decisión el recurrente expresó los siguientes agravios:
a. considera que la excepción de falta de legitimación fue mal juzgada por la a quo, toda
vez que sólo el titular del inmueble está legitimado para solicitar la conexión o reconexión
del servicio y en autos se demostró que el "Club Defensores de Torino" no es el titular
registral. Por consiguiente carecería de legitimidad para promover la acción de amparo.
b. con relación al convenio de reconexión celebrado entre ellos, afirma que no ha mediado
incumplimiento atribuible a su parte pues una vez que se informó que el "Club Defensores
de Torino" no era propietario del inmueble puso a disposición de los representantes del club
el importe de las cuotas abonadas.
c. critica que se haya valorado el caso de autos desde la óptica del derecho a la vida, ya que
la necesidad de los que acceden al club -dice- no puede ser equiparada a quienes utilizan un
inmueble para su vivienda. Y por otra parte reprocha que se haya tenido por configurada
una supuesta lesión a actividades y personas que no se probó utilicen la institución.
Asegura que el corte de agua se encuentra respaldado por normas reglamentarias cuya
constitucionalidad no ha sido atacada, y cita el Artículo 6 del Régimen tarifario Dto.
9022/63.
d. finalmente se queja de la imposición de costas y señala que su parte se encontraba
obligada a tener que aceptar la decisión del propietario del inmueble y que por dicha razón
se vio forzada a asumir la defensa de la única postura permitida por la ley. En
consecuencia, considera que independientemente del éxito de los agravios, es la actora
quien debe cargar con las costas y así lo solicita.
3. Antes de ingresar al análisis de los agravios, corresponde señalar que el recurso de
apelación ha sido mal concedido en cuanto a su forma, ya que en los procesos sumarísimos
no corresponde que lo sea "libremente" sino en "relación".
El Artículo 246 del CPCC establece que "El recurso contra la sentencia definitiva en el
proceso ordinario y en el sumario será concedido libremente. En los demás casos, sólo en
relación". -Ello es importante destacar ya que en los recursos en relación no procede la
alegación de hechos nuevos ni apertura a prueba (Julio E. Castello, Procedimiento Civil
Parte General, Notas sobre el Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de
Corrientes", Ed. Mave, Corrientes, 2005, p. 306). Por consiguiente, siendo que este
Tribunal se erige como juez del recurso y está en condiciones de examinar todos los
aspectos que hacen a la admisibilidad formal de la apelación sin que al respecto se
encuentre limitado por la voluntad de las partes, o la resolución del juez, por más que se
halle consentida (ver al respecto Luis A. Rodríguez Saiach, "Teoría y Práctica de las
Nulidades y Recursos Procesales", T. 2º, "Control de admisibilidad en el recurso de
apelación por la Excma. Cámara", p. 155 y sgtes.) corresponderá modificar la providencia
N° 13241 obrante a fs. 152 en cuanto concede el recurso de apelación "libremente y con
efecto suspensivo" y en su reemplazo deberá considerarse concedido "en relación y con
efecto suspensivo".
4. Dicho ello, cabe examinar los agravios expresados por el recurrente y al respecto
observo que los mismos no alcanzan a desvirtuar el sentido de la decisión adoptada por la a
quo. Y así lo pienso pues el eje medular del argumento sostenido por la empresa Aguas de
Corrientes S.A. para negar el servicio de agua, esto es la titularidad del inmueble,
actualmente carece de vigencia. En efecto, cuando Aguas de Corrientes S.A. resuelve
priorizar el derecho invocado por el Sr. Guillermo Rojas (quien se había presentando ante
sus oficinas en calidad de dueño del inmueble) para negar la reconexión del servicio
solicitado por el "Club Defensores de Torino", lo hace basada en un informe del Registro
de la Propiedad Inmueble (ver nota remitida por la demandada el 29/09/2008, documental
reservada en secretaría) que luego fue modificado por Resolución judicial (interlocutorio Nº
437 obrante a fs. 366/367 vta. del Expte. N° 35949, caratulado "Rojas. Guillermo c/
Rodríguez Jorge s/ Desalojo") restableciendo los datos de la inscripción original (ver
constancia del Registro de la Propiedad obrante en el reverso del oficio Nº 119 de fecha
9/03/2010 obrante a fs. 391). Vale decir que en la actualidad el inmueble vuelve a presentar
una superposición de registración, lo que significa que tanto el Sr. Guillermo Rojas como el
"Club Defensores de Torino" cuentan frente a la Empresa prestataria con los mismos
derechos que derivan de la condición de titular registral. Y siendo ello así, los agravios
resumidos al punto "a y b" de este voto carecen de entidad ya que el "Club Defensores de
Torino" también registra la titularidad del inmueble y conforme la propia argumentación de
la apelante tendría legitimación para solicitar la reconexión del servicio. 5. Sin perjuicio de
lo expuesto, y tal como lo he señalado al tiempo de emitir mi voto en el Incidente de
Medida Cautelar (Resolución N° 176 del 28/07/2010) la cuestión suscitada entre quienes se
disputan la titularidad del inmueble (Club Defensores de Torino y Sr. Guillermo Rojas) es,
en realidad, ajena al ámbito de incumbencia de la demandada.
Y si bien la empresa Aguas de Corrientes S.A. adujo que no hizo más que actuar de
acuerdo al informe brindado por el Registro de la Propiedad (donde surgía que la
superposición de títulos había sido zanjada a favor del Sr. Guillermo Rojas), lo cierto es
que su actuación importó avalar una situación jurídica que no se encontraba definida.
Lo cual revela una conducta arbitraria en el proceder de la empresa demandada.
Más todavía cuando existía un instrumento privado suscripto entre las partes (convenio de
pago Nº 00195048) y en cuya virtud el "Club Defensores de Torino" (a través de su
representante) estaba asumiendo el pago de la deuda por los consumos realizados en el
inmueble en cuestión. Es decir que el conflicto sobre la titularidad registral del inmueble, ni
siquiera representaba un riesgo respecto del responsable del pago pues, reitero, existía un
convenio que imponía una obligación personal a cargo del usuario del servicio público con
independencia de su condición de propietario, poseedor, inquilino u ocupante del inmueble.
En síntesis, la empresa Aguas de Corrientes S.A. no debió privar del servicio de agua
potable al actor estando en ejecución un convenio de pago celebrado entre ellos. Y menos
aún puede oponerse -como lo hace al recurrir- cuando de las propias constancias de la causa
surge que el actor también es titular registral del inmueble.
6. Por otra parte, y con relación al agravio enunciado en el punto "2 c" de este voto, no
puedo más que reiterar lo que este tribunal ha venido diciendo con relación al acceso al
"agua saludable" (previsto en el Artículo 59 de la Constitución de Corrientes) reconociendo
su carácter de derecho inalienable de la persona humana en su condición de tal previsto en
la Constitución Nacional (Artículo 41), Declaración Universal de Derechos Humanos
(Artículo 25), Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Artículo
11), Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (Artículo XIº)
(Sentencia N° 2 del 6/05/2009; Expte. N° 23511/8 en autos "V. R. C. M. c/ Aguas de
Corrientes S. A. s/ Amparo").
En tal sentido, resulta irrazonable pretender menoscabar el valor e importancia que pueda
representar el acceso al agua potable cuando el beneficiario del servicio es una asociación
deportiva y no una persona humana.
Ello significaría tanto como desconocer que el hombre se desarrolla en un contexto de vida
social y no exclusivamente privado. La vida humana es vida social. De lo que se sigue que
el derecho al agua no puede restringirse al uso personal y doméstico sino que forma parte
del derecho que los seres humanos tienen en su concepción integral de la vida.
Como consecuencia este agravio debe ser desestimado.
7. Por último, cabe rechazar el agravio dirigido contra la imposición de costas, pues si bien
en un principio la empresa demandada pudo haberse considerado con derecho a oponerse a
la prestación del servicio, la posterior reinscripción del título dominial del actor erradicó su
propia posición argumental y sin embargo permaneció resistiendo la pretensión del
amparista.
Todo lo cual vuelve aplicable el principio objetivo de la derrota (Artículo 68 del CPCC).
8. En resumen, coincido con la opinión de la a quo, en cuanto considero que la acción de
amparo resulta procedente toda vez que la empresa Aguas de Corrientes S.A. ha incurrido
en un obrar manifiestamente arbitrario lesionando el derecho constitucional del amparista.
Por lo expuesto, de ser compartido este voto, corresponderá: Declarar desierto el recurso
de nulidad y Desestimar el recurso de apelación interpuesto a fs. 143/145 vta. confirmando
en todas sus partes la Sentencia N° 119 obrante a fs. 136/140 vta., con costas al apelante
vencido.

Es mi voto.

A la Misma Cuestión el Señor Vocal Doctor Carlos A. Rodríguez, dijo:

I. Que voy a coincidir plenamente con el claro, detallado y ajustado a derecho voto de la
distinguida vocal preopinante. Sin perjuicio de ello y teniendo una postura sobre el tema en
litigio debo agregar los siguientes fundamentos:
II. Que la acción de autos se trata de un amparo contra un particular. "A los amparos contra
actos de los particulares iniciados a partir del 1.6.2000 el ordenamiento jurídico vigente
asigna el trámite sumarísimo (CPC, Artículo 321, inc. 2) excluyéndolos de la vía regulada
por la Ley Nº 2.903 (Artículo 1, Dec. 44/00) (Res.,4/02, cit. por Esperanza de Aquino,
Silvia, en LL Litoral-Juris, Septiembre 2002, nº 8, p.969) [Cit. Por José Virgilio Acosta,
Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Corrientes, T.3, Ed. Mave,
Avellaneda, Pcia. de Bs. As., 2003, ,p. 342].
III. El derecho al acceso al agua potable como Derecho Humano consagrado en nuestra
Carta Magna Provincial y por ende Derecho Fundamental, fue enumerado expresamente
por nuestros constituyentes provinciales al reformar nuestra Constitución Provincial en
2.007, estableciendo: "Artículo 59: El agua es un bien social esencial para la vida. El
Estado Provincial debe garantizar el acceso al agua saludable..."
De ello también se hace eco la doctrina al decir que en la conceptualización del derecho al
acceso al agua en la actualidad se ha producido un nuevo salto cualitativo en la protección
de tal prerrogativa humana, consolidándose sus características de valor indispensable no
sólo para la subsistencia, sino también en el campo propio de los derechos humanos (conf.
Pinto Mauricio, Torcchia Noelia y Martín Liber, El Derecho Humano al Agua, Ed.
AbeledoPerrot, Bs. As., 2008, p. 23).
IV. Y al ser derecho humano fundamental, nos encontramos en la cúspide misma de
nuestro derecho positivo. En efecto, podemos decir sin hesitación alguna que en la cúspide
normativa de la Argentina coexiste hoy una doble legalidad constitucional. Por una parte la
dogmática constitucional, esto es la Declaración de Derechos y Garantías de la CN de
1853/1860 y por otro 10 Tratados Supranacionales de DD.HH. incorporados a la CN por
vía del artículo 75, inc. 22 y otros dos (2) jerarquizados posteriormente por decisión del
Congreso Nacional con las mayorías exigidas por la norma del Artículo 75-22 de la CN.
En un segundo nivel de esta pirámide trunca que es hoy el Orden Jurídico Argentino, se
encuentra la llamada supralegalidadinfraconstitucional. En este nivel se ubican los demás
Tratados, Pactos y Convenciones suscriptos por el país y que no fueron nominados por el
Artículo 75, inc. 22.
En el tercer nivel del Orden Jurídico Argentino se encuentran los Códigos de fondo (Civil,
Penal, Comercial) y que nacen del Artículo 41 de la Constitución Nacional.
En el cuarto nivel se halla la legalidad procesal tanto federal como provincial. (Conf. Juan
Carlos Vega, "Los Derechos Humanos: Idea política, metodología de análisis crítico,
legalidad supranacional" en Derechos Humanos, Legalidad y Jurisdicción Supranacional,
Ed. Mediterránea, Córdoba, 2006, pp.70/71).
Decía el maestro Germán J. Bidart Campos que como premisa, la constitución configura,
como suprema que es, el orden público eminente que, por ser orden público , no admite
voluntad alguna que margine su cumplimiento y aplicación, no es una promesa vana o una
simple invitación; la obligación permanente de imprimir funcionamiento a la constitución
no se aplaza para más adelante o para nunca, a discreción de los detentadores del poder; al
contrario, refuerza los parámetros de exigibilidad día a día y en todo momento. (Conf.
Bidart Campos, German J. "La Fuerza Normativa de la Constitución" en El Amparo
Constitucional, perspectivas y modalidades, Ed. Depalma, Bs. As., 1999, p.7).
El Artículo 75, inc. 22 de nuestra Constitución Nacional da carácter constitucional a diez
(10) tratados internacionales, ampliados en dos (2) más por el Congreso de la Nación y
cuya interpretación se debe realizar en virtud del denominado Derecho Internacional de los
Derechos Humanos, los que se encuentran en la cima de nuestro orden Constitucional.
Este Derecho Internacional de los Derechos Humanos, son principios de interpretación y
aplicación (instrumentales) y también de contenido que no dependen de la voluntad de los
Estados (y el Poder Judicial constituye uno de los poderes del Estado) [Hitters, Juan Carlos-
Fappiano, Oscar L, Derecho Internacional de los Derechos Humanos, TI, Vol. 1, Ed. Ediar,
Bs. As. 2007, p.413).
Al aprobar estos tratados -como lo hizo la República Argentina al darle carácter
constitucional- los Estados se someten a un orden legal dentro del cual ellos, por el bien
común, asumen obligaciones, no en relación con otros Estados, sino con los individuos que
configuran su población. (Conf. Hitters, Fappiano, op.cit. p.418).
En tal sentido debemos tener prioritariamente en miras el principio pro homini, cuya
exigibilidad es inmediata e incondicional como regla (Conf. Corte Internacional Americana
de Derechos Humanos, OC.7/86, sentencia del 29 de agosto de 1980, p. 67, párr. 36).
"Un criterio hermenéutico que informa todo el Derecho de los derechos humanos, en virtud
del cual se debe acudir a la norma más amplia o a la interpretación más extensiva, cuando
se trata de reconocer derechos protegidos o, inversamente, a la norma o a la interpretación
más restringida cuando se trata de establecer restricciones permanentes al ejercicio de los
derechos o a su suspensión extraordinaria". (Conf. Pinto, Mónica. "El Principio pro
homine". Criterios de hermeneútica y pautas para la regulación de los derechos humanos",
En Abregu, Martín (Coordinador) Editores Ed. CELS- Editores del Puerto, año 1997, p.
163).
La vida es el bien jurídico protegido y para que exista la vida, el hombre debe tener acceso
al agua potable y nadie puede negarle tal derecho.
Al contrario, es deber de todos y claramente del Estado asegurar tal derecho, va de suyo
que ninguna norma reglamentaria o de concesión del servicio público de agua potable
puede autorizar el corte del servicio por cualquier motivo, aunque lo sea por el no pago de
tales servicios.
No se puede justificar el derecho de violar la vida ajena por el derecho de propiedad, ya
que tal derecho puede ser protegido mediante el correspondiente juicio por cobro del
servicio.
Pero lo inadmisible es dejar en manos de un particular, en el caso -la empresa Aguas de
Corrientes S.A., la facultad de cortar el servicio de agua potable, poniendo en peligro la
vida de las personas, habitantes de esta provincia.
Todos sabemos que el hombre sin agua (potable) no puede vivir -y por muy corto tiempo-
y en consecuencia, si se le corta el suministro de agua potable se está poniendo en peligro la
vida de seres humanos.
Y menos aun justificarse tal privación en normas de inferior jerarquía -como las de
procedimiento- que las de primer orden como lo son la Constitución Nacional y los
Tratados Internacionales con jerarquía constitucional.
V. La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) establece:
"artículo 3. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su
persona".
- El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Adoptado y
abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su Resolución 2200
A (XXI), de 16 de diciembre de 1966) establece:
"artículo 3: Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a asegurar a los
hombres y a las mujeres igual título, a gozar de todos los derechos económicos, sociales y
culturales enunciados en el presente Pacto.
Artículo 11.1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda
persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y
vivienda adecuados y a una mejora continua de las condiciones de existencia. Los Estados
Partes tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho,
reconociendo a este efecto la importancia esencial de la cooperación internacional fundada
en el libre consentimiento". La Conferencia Mundial De Derechos Humanos en su
Declaración y Programa de Acción de Viena (Viena, 14 a 25 de junio de 1993) dice:
"5. Todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están
relacionados entre sí. La comunidad internacional debe tratar los derechos humanos en
forma global y de manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el mismo
peso. Debe tenerse en cuenta la importancia de las particularidades nacionales y regionales,
así como de los diversos patrimonios históricos, culturales y religiosos, pero los Estados
tienen el deber, sean cuales fueren sus sistemas políticos, económicos y culturales, de
promover y proteger todos los derechos humanos y las libertades fundamentales".
- Por otra parte la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados que regula la
interpretación de los vigentes, consagra el principio de "buena fe" en su interpretación.
El derecho al agua presenta un espectro abarcativo muy superior al decimonónico uso
común e incluso más amplio que la mera noción del servicio público de abastecimiento
poblacional.
- En noviembre del 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(CDESC) de las Naciones Unidas marca un hito en la historia de los derechos humanos, al
reconocer (en la observación General Nº 15 sobre el cumplimiento de los artículos 11 y 12,
del PIDESC) de manera explícita el acceso al agua segura como un derecho humano
fundamental. El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC),
establece que "el derecho humano al agua es indispensable para llevar una vida en dignidad
humana" y que éste es "un pre-requisito para la realización de otros derechos humanos".
- Finalmente la Asamblea General de la ONU reconoció el 28 de Julio de 2.010 el acceso
al agua potable como un derecho humano básico y urgió a garantizar que los casi 900
millones de personas que carecen del líquido vital puedan ejercer ese derecho. En una
resolución adoptada por 122 votos a favor, ninguno en contra y 41 abstenciones, la
Asamblea estipuló también que el acceso a los servicios sanitarios básicos es un derecho en
vista de que la contaminación del agua es una de las principales causas de mortalidad en los
países más pobres. En dicha Asamblea la representante de Argentina, ministra Ana María
Bianchi explicó el voto a favor de su país diciendo: "La Argentina entiende que es una de
las responsabilidades principales de los Estados asegurar a sus habitantes el derecho al agua
como una de las condiciones fundamentales para garantizar el derecho a la vida y para
asegurar un nivel de vida adecuado". En la resolución aprobada por dicha Asamblea, que
lleva como título: "El derecho humano al agua y el saneamiento", se reconoce la
importancia de disponer de agua potable y saneamiento en condiciones equitativas como
componente integral de la realización de todos los derechos humanos y en tal sentido se
reafirmó la responsabilidad de los Estados de promover y proteger todos los derechos
humanos, que son universales, indivisibles, interdependientes y están relacionados entre sí
y que deben tratarse en forma global y de manera justa y equitativa y en pie de igualdad y
recibir la misma atención.
Es obvio entonces que al reconocer el acceso al agua potable como un derecho humano
básico, no solo se está protegiendo el derecho a la vida y a la salud física, sino que ello
debe compatibilizarse con el resto de los derechos y entre ellos, el derecho a trabajar
también reconocido constitucionalmente.
En virtud de ello no puedo sino llegar a la conclusión que una norma provincial de
concesión de un servicio público, nunca puede oponerse a un Derecho Humano
Fundamental.
La obligación de los gobiernos de respetar el derecho de acceso al agua potable, en el
marco de la legislación sobre derechos humanos, se encuadra de manera amplia en los
principios de respeto, protección y satisfacción de las necesidades humanas.
Así lo ha entendido la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Cabrera
García y Montiel Flores vs. México, en el voto razonado del Juez "Ad Hoc" Eduardo Ferrer
Mac-GregorPoisot, fallo del 26 de noviembre de 2.010 donde se resume claramente el
control de convencionalidad al que están obligados los jueces de todo el sistema, por lo que
en lo que al tema respecta, los jueces argentinos pasamos a ser jueces "Interamericanos".
"124. La Corte es consciente que los jueces y tribunales internos están sujetos al imperio
de la ley y, por ello, están obligados a aplicar las disposiciones vigentes en el ordenamiento
jurídico. Pero cuando un Estado ha ratificado un tratado internacional como la Convención
Americana, sus jueces, como parte del aparato del Estado, también están sometidos a ella,
lo que les obliga a velar porque los efectos de las disposiciones de la Convención no se
vean mermadas por la aplicación de leyes contrarias a su objeto y fin, y que desde un inicio
carecen de efectos jurídicos. En otras palabras, el Poder Judicial debe ejercer una especie de
"control de convencionalidad" entre las normas jurídicas internas que aplican en los casos
concretos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En esta tarea, el Poder
Judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la interpretación que del
mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención Americana."
"125. En esta misma línea de ideas, esta Corte ha establecido que "según el derecho
internacional las obligaciones que éste impone deben ser cumplidas de buena fe y no puede
invocarse para su incumplimiento el derecho interno". Esta regla ha sido codificada en el
artículo 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969."
"14. El precedente... fue reiterado con ciertos matices, dos meses después, en el Caso
Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado Alfaro y otros) vs. Perú. En efecto, en este
fallo se invoca el criterio del Caso Almonacid Arellano sobre el "control de
convencionalidad" y lo "precisa" en dos aspectos:
(i) procede "de oficio" sin necesidad de que las partes lo soliciten; y
(ii) debe ejercerse dentro del marco de sus respectivas competencias y de las regulaciones
procesales correspondientes, considerando otros presupuestos formales y materiales de
admisibilidad y procedencia."
"225. Este Tribunal ha establecido en su jurisprudencia que es consciente que las
autoridades internas están sujetas al imperio de la ley y, por ello, están obligadas a aplicar
las disposiciones vigentes en el ordenamiento jurídico. Pero cuando un Estado es Parte de
un tratado internacional como la Convención Americana, todos sus órganos, incluidos sus
jueces, también están sometidos a aquél, lo cual les obliga a velar por que los efectos de las
disposiciones de la Convención no se vean mermados por la aplicación de normas
contrarias a su objeto y fin. Los jueces y órganos vinculados a la administración de justicia
en todos los niveles están en la obligación de ejercer ex officio un "control de
convencionalidad" entre las normas internas y la Convención Americana, evidentemente en
el marco de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales
correspondientes. En esta tarea, los jueces y órganos judiciales vinculados a la
administración de justicia deben tener en cuenta no solamente el tratado, sino también la
interpretación que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, intérprete última de la
Convención Americana."
VI- El Artículo 41 de la Constitucional Nacional establece que todo habitante tiene el
derecho de gozar de un ambiente sano y equilibrado.
Tal concepto lleva implícito el derecho de gozar de un ambiente natural y socialmente
sano. Y para ello es necesario tener un acceso a la alimentación y al agua corriente.
No puedo sino llegar también a la conclusión que una norma provincial de concesión de un
servicio público, nunca puede oponerse a un Derecho Humano Fundamental y "esencial
para la vida". Va de suyo que se trata de una norma evidentemente inconstitucional y por lo
tanto no aplicable al caso.
Nuestro Excmo. Superior Tribunal de Justicia se expidió en el mismo sentido (in re:
"Encina de Ibarra, Carmen c/ Aguas de Corrientes SA s/Acción de Amparo", Res. Nº 819
del 13.05.1998; "Romero Adolfo Wenceslao c/Aguas de Corrientes S.A. s/Acción de
Amparo", Res. Nº 70 del 28.05.2002). Y últimamente en la sentencia de 6 de diciembre de
2011, nuestro Excmo. Superior Tribunal de Justicia dijo en autos: "M. M. S. c/Aguas de
Corrientes S.A. y Ente Regulador de Obras Sanitarias s/ Amparo", Expte. Nº 22276/8,
Sentencia Nº 243 "... Optar por mantener el corte de suministro, importa una alternativa
irrazonable. Por la desproporción de la medida, si se repara la circunstancia de que se trata
de un servicio público esencial para la vida y dignidad de las personas, y también el
derecho que la Constitución Nacional reformada reconoce en su Artículo 42 a los
consumidores y usuarios de bienes y servicios. Es que la práctica, como bien lo señala la
parte recurrente, esa medida obedece más a una finalidad de coerción que a una finalidad de
percepción del crédito, ...Con lo cual, también existe abuso de derecho (Artículo 1071
Código Civil). Es evidente que si Aguas de Corrientes S.A. puede disponer de otra medida
efectiva y notoriamente menos restrictiva de derechos fundamentales que mantener en
suspenso del agua potable, ésta es inconstitucional por innecesaria y desproporcionada"
Por todo lo cual adhiero al voto que antecede, con los fundamentos que se agregan en el
presente.

Es mi Voto.
SENTENCIA:

Por los fundamentos que instruye el Acuerdo precedente, SE RESUELVE: 1º) Declarar
desierto el recurso de nulidad. 2°) Desestimar el recurso de apelación interpuesto a fs.
143/145 vta. confirmando en todas sus partes la Sentencia N° 119 obrante a fs. 136/140 vta.
3°) Costas al apelante vencido. 4°) Insértese copia, regístrese, notifíquese y vuelva al
Juzgado de origen.

También podría gustarte