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SECCIÓN 3 TRASTORNOS DE LAS ARTICULACIONES Y TEJIDOS CIRCUNDANTES

LOCALIZACIÓN PRIMARIA ARTICULAR

393 Valoración de los trastornos


articulares
EN COMPARACIÓN CON NO ARTICULAR
La valoración musculoesquelética debe discriminar la localización anató-
mica donde se originan las molestias del paciente. Por ejemplo, el dolor de
y musculoesqueléticos tobillo puede ser consecuencia de diversos cuadros patológicos que afec-
tan estructuras anatómicas dispares, como artritis gonocócica, fractura del
John J. Cush calcáneo, tendinitis del tendón de Aquiles, celulitis o neuropatía periférica.
Para distinguir entre un trastorno articular y uno no articular es importan-
te realizar una exploración física meticulosa. Las estructuras articulares
Los síntomas musculoesqueléticos generan más de 315 millones de con- comprenden a la membrana sinovial, cartílago sinovial, el cartílago articu-
sultas ambulatorias por año y casi 20% de las consultas ambulatorias en lar, los ligamentos intraarticulares, la cápsula articular y el hueso yuxtaar-
Estados Unidos. Los Centers for Disease Control and Prevention calculan ticular. La lesión en ocasiones se extiende hasta las estructuras no
que 22.7% (52.5 millones) de la población estadounidense padece de artri- articulares (o periarticulares) como los ligamentos extraarticulares, tendo-
tis diagnosticada por un médico y 22 millones sufren limitación funcional nes, bolsas, músculos, fascia, hueso, nervios y piel. Los síntomas muscu-
considerable. Mientras muchos de éstos podrían ser problemas autolimi- loesqueléticos suelen manifestarse en las articulaciones, pero la causa más
tados que necesitan valoración mínima y tratamiento sintomático, las pre- frecuente son trastornos extraarticulares (no articulares). Diferenciar en-
sentaciones musculoesqueléticas específicas pronostican la presencia de tre los posibles orígenes del dolor puede ser una tarea muy difícil para el
otra enfermedad más grave que necesita una valoración más detallada y explorador inexperto. Los trastornos articulares a menudo se caracterizan
PARTE 15

una serie de análisis de laboratorio para confirmar el diagnóstico. El obje- por dolor profundo o difuso, limitación del arco de movimiento tanto pa-
tivo de la valoración musculoesquelética es formular un diagnóstico diferen- sivo como activo, edema (por proliferación sinovial, derrame o hiperplasia
cial para establecer el diagnóstico preciso y tratamiento oportuno, evitando ósea), crepitación, inestabilidad, “trabazón” o deformidad. En cambio, los
los estudios excesivos y el tratamiento innecesario (cuadro 393-1). Existen trastornos que no son articulares tienden a ser dolorosos durante los mo-
varios trastornos urgentes que se deben diagnosticar con rapidez a fin de vimientos activos pero no en los pasivos. Los trastornos periarticulares se
evitar secuelas importantes o la muerte. Estos diagnósticos de “alarma” son acompañan de hipersensibilidad focal en regiones adyacentes a las estruc-
artritis séptica, artritis aguda inducida por cristales (p. ej., gota) y fracturas. turas articulares y de signos físicos lejos de la cápsula articular. Además,
Todas ellas se deben sospechar si existen molestias monoarticulares o focales las enfermedades no articulares rara vez se acompañan de edema, crepita-
Trastornos inflamatorios y reumatológicos mediados por inmunidad

de inicio agudo (véase adelante). ción, inestabilidad o deformidad de la articulación misma.


A pesar de la relación conocida entre ciertas enfermedades y determina-
dos análisis, la mayoría de las personas con molestias musculoesqueléticas
se puede diagnosticar por medio de la anamnesis detallada y la exploración
física y musculoesquelética completas. En la primera consulta se debe esta- ENFERMEDADES INFLAMATORIAS
blecer si la molestia musculoesquelética indica un problema grave (artritis EN COMPARACIÓN CON NO INFLAMATORIAS
séptica, gota o fractura). Durante la valoración se establece si la molestia es
Durante la valoración musculoesquelética el clínico debe identificar la na-
1) de origen articular o no articular, 2) de naturaleza inflamatoria o no in-
turaleza del proceso patológico primario y si existen o no signos de infla-
flamatoria, 3) de duración aguda o crónica y 4) de distribución circunscrita
mación. Los trastornos inflamatorios pueden ser infecciosos (infecciones
(monoarticular) o diseminada (poliarticular).
por Neisseria gonorrhoeae o Mycobacterium tuberculosis), provocados por
Con esa estrategia y conociendo la fisiopatología, es posible clasificar la
cristales (gota, pseudogota), de tipo inmunitario [artritis reumatoide (RA,
molestia musculoesquelética (p. ej., monoartritis inflamatoria aguda o no
rheumatoid arthritis), lupus eritematoso sistémico (SLE, systemic lupus
inflamatoria crónica o dolor diseminado no articular, no inflamatorio y
erythematosus)], reactivos (fiebre reumática, síndrome de Reiter) o idiopá-
crónico) para reducir las posibilidades diagnósticas. En la mayoría de los
ticos. Los trastornos inflamatorios se identifican por la existencia de algu-
casos es posible establecer un diagnóstico. Sin embargo, algunos pacientes
nos o todos los signos cardinales de la inflamación (rubor [eritema], calor,
no encajan inmediatamente en una categoría diagnóstica concreta. Mu-
dolor, tumor), por síntomas generales (fatiga, fiebre, exantema, pérdida de
chos trastornos musculoesqueléticos se parecen entre sí y algunos tardan
peso) o por signos analíticos de inflamación (tasa de eritrosedimentación
semanas o meses en evolucionar hacia una entidad diagnóstica fácilmente
[ESR, erythrocyte sedimentation rate]) o de la proteína C reactiva [CRP, C-reac-
identificable. Esta consideración debe moderar el deseo de establecer un
tive protein], trombocitosis, anemia de los trastornos crónicos, hipoalbu-
diagnóstico definitivo en la primera consulta.
minemia. En los trastornos musculoesqueléticos crónicos es común la
rigidez articular. La rigidez suele ser prolongada (horas) en las enfermeda-
des inflamatorias (como RA o polimialgia reumática) y mejora con la ac-
CUADRO 3931 Valoración de pacientes con síntomas tividad. Por el contrario, la rigidez intermitente (también conocida como
musculoesqueléticos fenómeno gel) es típica de enfermedades no inflamatorias (como osteoar-
tritis [OA]), de duración más corta (<60 min) y es exacerbada por la acti-
Objetivos
vidad. Algunas veces la fatiga acompaña a la inflamación (como en la
Diagnóstico exacto artritis reumatoide y la polimialgia reumática) y también puede ser una
Instauración del tratamiento en el momento adecuado característica de fibromialgia (un trastorno no inflamatorio), dolor cróni-
Evitar pruebas diagnósticas innecesarias co, sueño anormal, depresión, anemia, insuficiencia cardiaca, endocrino-
Identificación de condiciones agudas focales/monoarticulares (de alarma) patías o desnutrición. Los trastornos no inflamatorios son causados por
traumatismos (laceración del manguito de los rotadores), uso repetitivo
Estudio
(bursitis, tendinitis), degeneración o reparación ineficaz (osteoartrosis),
Determinación de la cronología (aguda o crónica) neoplasias (sinovitis villonodular pigmentada) o amplificación del dolor
Determinación de la naturaleza del proceso patológico (inflamatorio (fibromialgia).
o no inflamatorio) Los trastornos no inflamatorios a menudo se caracterizan por dolor sin
Determinación de la amplitud de la afección (monoarticular, poliarticular, tumefacción ni calor, ausencia de características inflamatorias o disemina-
focal, diseminada) das, rigidez matutina mínima o ausente y exámenes de laboratorio norma-
Localización anatómica de los síntomas (articular o no articular) les (para la edad) o negativos.
Consideración primaria de los trastornos más comunes Una vez que se identifica la naturaleza de la anomalía de fondo y el sitio
de la molestia, es posible clasificar el cuadro musculoesquelético (p. ej.,
Formulación de un diagnóstico diferencial
monoartritis inflamatoria aguda, dolor diseminado no articular ni infla-

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ALGORITMO PARA TRASTORNOS MUSCULOESQUELÉTICOS

Síntomas musculoesqueléticos

Antecedentes y exploración reumatológicos


iniciales para determinar:
1. ¿Es articular?
2. ¿Es aguda o crónica?
3. ¿Existe inflamación?
4. ¿Cuántas articulaciones están afectadas?

Cuadro no articular No ¿Es articular?


Considerar

rFractura o traumatismo
rFibromialgia
¿Persisten las molestias más de 6 semanas?
rPolimialgia reumática
rBursitis No Sí
rTendinitis
Aguda Crónica

CAPÍTULO 393
¿Existe inflamación?
Considerar 1. ¿Hay rigidez matutina prolongada?
rArtritis aguda 2. ¿Hay tumefacción de tejidos blandos?
rArtritis infecciosa 3. ¿Hay síntomas generalizados?
rGota 4. ¿Hay elevación de ESR o de CRP?
rPseudogota
rArtritis reactiva No Sí
rPresentación inicial
de artritis crónica Artritis no Artritis
¿Cuántas articulaciones

Valoración de los trastornos articulares y musculoesqueléticos


inflamatoria inflamatoria
están afectadas?
crónica crónica

1–3 >3

Monoartritis u oligoartritis Poliartritis inflamatoria


¿Están afectadas las
articulaciones DIP, inflamatoria crónica crónica
CMC1, cadera o rodilla? Considerar
rInfección indolente
rArtritis psoriásica ¿Es simétrica
No Sí la afección?
rArtritis reactiva
rJIA oligoarticular
No Sí
La osteoartritis es poco probable
Osteoartritis
Considerar
rOsteonecrosis Considerar ¿Están afectadas
rArtritis de Charcot rArtritis psoriásica las articulaciones
rArtritis reactiva PIP, MCP o MTP?

No Sí

La artritis reumatoide es poco probable Artritis


Considerar reumatoide
rSLE
rEsclerodermia
rPolimiositis

FIGURA 3931. Algoritmo para el diagnóstico de trastornos musculoesqueléticos. Método para la formulación de un diagnóstico diferencial (en cursivas). CMC,
carpometacarpiana; CRP, proteína C reactiva; DIP, interfalángica distal; ESR, tasa de eritrosedimentación; JIA, artritis juvenil idiopática; MCP, metacarpofalángica; MTP,
metatarsofalángica [metatarsophalangeal]; PIP, interfalángica proximal; PMR, polimialgia reumática; SLE, lupus eritematoso sistémico.

matorio crónico), reducir las posibilidades diagnósticas y valorar la nece- sobreuso y fibromialgia, por lo que es importante tenerlas en mente du-
sidad de diagnóstico y tratamiento inmediatos o continuar la observación. rante la consulta inicial. Si se excluyen estas posibilidades, entonces se
En la figura 393-1 se muestra un algoritmo para la valoración de los pa- consideran otras enfermedades de acuerdo a la edad del paciente. Por tan-
cientes con trastornos musculoesqueléticos. Tal estrategia es muy eficaz y to, los pacientes <60 años de edad a menudo padecen trastornos por uso
obedece a una serie de características clínicas y de la historia clínica, en repetitivo/tensión, gota (exclusivamente varones), RA, espondiloartritis y,
lugar de análisis, para diagnosticar muchas de las enfermedades reumáti- con menor frecuencia, artritis infecciosa. Los pacientes >60 años de edad
cas más frecuentes. a menudo padecen OA, artritis por cristales (gota y pseudogota), polimial-
Otra estrategia más sencilla primero toma en consideración las moles- gia reumática, fractura osteoporótica y, en raras ocasiones, artritis séptica.
tias más frecuentes en la población más joven frente a la más madura. En Tales enfermedades son entre 10 y 100 veces más frecuentes que otros tras-
la figura 393-2 se muestran las causas más frecuentes de síntomas muscu- tornos autoinmunitarios como lupus eritematoso sistémico, escleroder-
loesqueléticos; las principales son traumatismos, fracturas, síndromes por mia, polimiositis y vasculitis.

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2218 toide. Los trastornos no articulares se clasifican en focales o diseminados.
TRASTORNOS MUSCULOESQUELÉTICOS MÁS FRECUENTES
Las molestias secundarias a un traumatismo y a la gota son focales o mo-
noarticulares, mientras que otras, como las de polimiositis, artritis reuma-
Fractura traumática ¿Lumbalgia? toide y fibromialgia son más difusas o poliarticulares. La lesión articular
Mayor en la artritis reumatoide tiende a ser simétrica y en espondiloartropatías y
gota son asimétricas y oligoarticulares. La OA y artritis psoriásica pueden
Evaluación ortopédica ser simétricas o asimétricas y oligoarticulares o poliarticulares.
La artritis reumatoide y la osteoartrosis a menudo abarcan las extremi-
Fibromialgia dades superiores, en tanto que la artritis de las extremidades inferiores es
característica de la artritis reactiva y la gota en sus etapas iniciales. Tanto
Edad <60 años Edad >60 años
la artrosis como la espondilitis anquilosante suelen extenderse hasta el es-
queleto axial, lo que es raro en la artritis reumatoide con excepción notable
Lesión por distensión Osteoartritis de la columna vertebral cervical.

FRECUENCIA
repetitiva (tendinitis, bursitis) La anamnesis también permite identificar los eventos precipitantes como
traumatismos, fármacos (cuadro 393-2), enfermedades previas o conco-
Gota, mitantes (fiebre reumática, artritis reactiva, hepatitis), trastornos que con-
Gota (exclusivamente varones) pseudogota tribuyen a las molestias del paciente. Algunas enfermedades coexistentes
pueden predisponer a la aparición de secuelas de tipo musculoesquelético.
Artritis reumatoide Polimialgia reumática
Esto resulta en especial, verdadero para la diabetes mellitus (síndrome del
túnel carpiano), insuficiencia renal (gota), depresión o insomnio (fibro-
mialgia), mieloma (lumbalgia), cáncer (miositis) y osteoporosis (fractura)
Artritis psoriásica reactiva, Fractura osteoporótica o cuando se utilizan ciertos fármacos como glucocorticoides (osteonecro-
artritis por IBD sis, artritis séptica) y diuréticos o quimioterapia (gota) (cuadro 393-2).
Por último, a través de la revisión reumatológica de aparatos y sistemas es
posible identificar algunos signos diagnósticos útiles. Diversos trastornos
PARTE 15

Artritis infecciosa (GC, Artritis séptica Menor


musculoesqueléticos pueden acompañarse de manifestaciones generales
viral, bacteriana, enferme- (bacteriana) como fiebre (SLE, infección); exantema (SLE, artritis psoriásica), anoma-
dad de Lyme)
lías de uñas (artritis psoriásica o reactiva); mialgias (fibromialgia, miopa-
tía), o debilidad (polimiositis, neuropatía). Además, algunas patologías se
FIGURA 3932. Algoritmo para descartar los trastornos musculoesqueléticos acompañan de ataque de otros órganos y sistemas, incluidos los ojos (en-
más frecuentes. GC, gonocócico; IBD, enfermedad inflamatoria intestinal. fermedad de Behçet, sarcoidosis, espondiloartritis), aparato gastrointesti-
nal (esclerodermia, enteropatías inflamatorias), aparato genitourinario
Trastornos inflamatorios y reumatológicos mediados por inmunidad

CUADRO 3932 Trastornos musculoesqueléticos farmacoinducidos


ANAMNESIS
Artralgias
Algunos datos adicionales de la anamnesis pueden aportar pistas impor-
tantes para el diagnóstico. Estos datos pueden ser los aspectos del perfil del Quinidina, cimetidina, bloqueadores beta, quinolonas, aciclovir por largo
tiempo, interferón, interleucina 2, nicardipina, vacunas, rifabutina, inhibi-
paciente, la cronología de los síntomas, la magnitud de la afección de arti-
dores de aromatasa y de proteasa de VIH
culaciones y la presencia de factores desencadenantes. Algunas entidades
son más frecuentes en distintos grupos por edades. El lupus eritematoso Mialgias/miopatías
sistémico y la artritis reactiva aparecen con mayor frecuencia en personas Glucocorticoides, penicilamina, hidroxicloroquina, AZT, lovastatina, simvas-
jóvenes, en tanto que la fibromialgia y la artritis reumatoide afectan indi- tatina, atorvastatina, pravastatina, clofibrato, amiodarona, interferón, IL-2,
viduos en la etapa media de la vida y la osteoartrosis y la polimialgia reumá- alcohol, cocaína, paclitaxel, docetaxel, mesilato de imatinib, colquicina,
quinolonas, ciclosporina, tacrolimús, inhibidores de la proteasa
tica son más prevalentes en ancianos. También existen claves diagnósticas
evidentes cuando se toman en cuenta el género y la raza. La gota y las es- Rotura tendinosa
pondiloartropatías (como la espondilitis anquilosante) son más frecuentes Quinolonas, glucocorticoides, isotretinoína, estatinas, inyecciones de cola-
en varones, en tanto que la artritis reumatoide, fibromialgias y lupus mues- genasa
tran mayor predilección por mujeres. En tal situación pudieran influir las Gota
predilecciones raciales. De esta manera, la polimialgia reumática, la arteri- Diuréticos, ácido acetilsalicílico, citotóxicos, ciclosporina, alcohol, alcohol
tis de células gigantes y la granulomatosis de Wegener son más frecuentes ilegal, etambutol, bebidas que contienen fructosa
en los individuos caucásicos, mientras que la sarcoidosis y el lupus erite- Lupus farmacoinducido
matoso sistémico son más comunes en estadounidenses de raza negra.
Hidralazina, procainamida, quinidina, fenilhidantoína, carbamazepina, metil-
Otras enfermedades muestran cierta agregación familiar, como espondili-
dopa, isoniazida, cloropromazina, litio, penicilamina, tetraciclinas, inhibi-
tis anquilosante, gota, artritis reumatoide y nódulos de Heberden de la dores del TNF, inhibidores de la ACE y ticlopidina
artrosis.
Lupus subagudo medicamentoso
La cronología de los síntomas es un rasgo importante para el diagnósti-
co que puede dividirse en inicio, evolución y duración. El inicio de ciertos Inhibidores de la bomba de protones, bloqueadores de los conductos
trastornos como artritis séptica o gota tiende a ser repentino, mientras que del calcio (diltiazem), inhibidores de la ACE, inhibidores del TNF, terbina-
fina, interferones (α y β-1a), paclitaxel, docetaxel, HCTZ
la artrosis, artritis reumatoide y fibromialgia comienzan en forma más in-
sidiosa. Los síntomas pueden mostrar una evolución diferente y se clasifican Osteonecrosis
en crónicos (OA), intermitentes (artritis por cristales o de Lyme), migrato- Glucocorticoides, alcohol, radiación, bisfosfonatos
rios (fiebre reumática, artritis gonocócica o viral), o aditivos (RA, artritis Osteopenia
psoriásica). En forma típica, los cuadros musculoesqueléticos se clasifican Glucocorticoides, heparina por largo tiempo, difenilhidantoinato
en agudos o crónicos, según la duración de los síntomas menores o mayo-
Esclerodermia
res de seis semanas, respectivamente. Las artropatías agudas tienden a ser
infecciosas, inducidas por cristales o reactivas. Los cuadros crónicos inclu- Cloruro de vinilo, bleomicina, baricitinib, pentazocina, solventes orgánicos,
yen artritis no inflamatorias o de origen inmunitario (como OA, RA) y carbidopa, triptófano, aceite de colza
trastornos no articulares (como la fibromialgia). Vasculitis
La extensión o distribución del ataque articular a menudo es informati- Alopurinol, anfetaminas, cocaína (a menudo levamisol adulterado), tiazidas,
va. Los trastornos articulares se clasifican con base en el número de articu- penicilamina, propiltiouracilo, montelukast, inhibidores del TNF; vacuna
laciones afectadas, en monoarticulares (una articulación), oligoarticulares contra hepatitis B, trimetoprim con sulfametoxazol, minociclina, hidrala-
(dos o tres articulaciones) o poliarticulares (más de tres articulaciones). zina
Las artritis por cristales y la infecciosa suelen ser monoarticulares u oli- Abreviaturas: ACE, enzima convertidora de angiotensina; AZT, azidotimidina o zidovudina;
goarticulares, pero son poliarticulares la osteoartrosis y la artritis reuma- HCTZ, hidroclorotiazida; IL-2, interleucina 2; TNF, factor de necrosis tumoral.

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(artritis reactiva, gonococemia), sistema nervioso (enfermedad de Lyme, EXPLORACIÓN FÍSICA 2219
vasculitis).
El objetivo de ésta consiste en determinar las estructuras afectadas, la na-
turaleza de la enfermedad subyacente, la magnitud y las consecuencias
funcionales del proceso, así como la presencia de manifestaciones genera-
VALORACIÓN REUMATOLÓGICA DEL ANCIANO lizadas o extraarticulares. Para identificar las localizaciones de afección
La frecuencia de las enfermedades reumáticas aumenta con la edad, de tal primaria y diferenciar los trastornos articulares de los no articulares, se
forma que 58% de los individuos >65 años tiene alguna molestia articular. debe conocer la anatomía topográfica. La exploración musculoesquelética
Los trastornos musculoesqueléticos con frecuencia no se diagnostican en depende en gran medida de inspección y palpación cuidadosas y de dis-
el anciano, puesto que los signos y síntomas son insidiosos, crónicos o tintas maniobras físicas específicas que ponen al descubierto signos diag-
enmascarados por otras enfermedades concomitantes. A estas dificultades nósticos (cuadro 393-3). Aunque la mayoría de las articulaciones del
se suman la menor fiabilidad de las pruebas de laboratorio en este grupo esqueleto apendicular pueden explorarse de esta forma, en muchas articu-
de edad, por la mayor variabilidad no patológica. Por ejemplo, la tasa de laciones axiales (p. ej., las interapofisarias) no es posible llevar a cabo una
eritrosedimentación (ESR) puede ser engañosamente elevada, mientras inspección y palpación adecuadas; además, existen articulaciones que son
que se pueden reportar títulos bajos de factor reumatoide o de anticuerpos totalmente inaccesibles (sacroilíacas o cadera). En estos casos, las manio-
antinucleares (ANA) hasta en 15% de los ancianos. Aunque esta población bras específicas y las técnicas de imagen proporcionan una valoración mu-
puede sufrir casi todos los trastornos reumáticos, los pacientes geriátricos cho más fiable.
son en particular propensos a osteoartrosis, osteoporosis, fracturas os- La exploración de las articulaciones dañadas y sanas define si existe do-
teoporóticas, gota, pseudogota, polimialgia reumática, vasculitis y trastor- lor, calor, eritema o edema. También es importante establecer la ubicación
nos provocados por fármacos (cuadro 393-2). El médico debe abordar al y el grado de dolor que se provoca con la palpación o los movimientos. Un
anciano en la misma forma que lo hace con otros pacientes que padecen ejemplo sería contar el número de articulaciones que duelen a la palpación,
problemas musculoesqueléticos, pero presta atención especial al identifi- de las 28 articulaciones de exploración fácil [interfalángicas proximales
car las posibles consecuencias reumáticas de enfermedades clínicas co- (PIP, proximal interphalangeals); metacarpofalángicas (MCP, metacarpo-
existentes o tratamientos. La exploración física debe identificar la naturaleza phalangeals), muñecas, codos, hombros y rodillas]. En forma semejante, se

CAPÍTULO 393
de las manifestaciones musculoesqueléticas así como las enfermedades cuenta y documenta el número de articulaciones inflamadas (0 a 28). Por
coexistentes que puedan influir en el diagnóstico y en el tratamiento. medio de la exploración minuciosa es necesario diferenciar entre el edema
articular verdadero (causado por derrame o proliferación sinovial) y el
ataque extraarticular (o periarticular) que por lo común abarca zonas más
allá de los bordes articulares normales. El derrame sinovial se distingue de
VALORACIÓN REUMATOLÓGICA DEL PACIENTE HOSPITALIZADO la hipertrofia sinovial o la hipertrofia ósea por medio de palpación o con
La valoración del paciente hospitalizado con molestias reumáticas difiere ciertas maniobras. Por ejemplo, un derrame pequeño o moderado de la
de la del paciente ambulatorio en el sentido de que los síntomas son más rodilla se identifica por medio del “signo del abultamiento” o “peloteo de
pronunciados, el cuadro es más agudo y existe una mayor interrelación la rótula”. Los derrames bursales (del olécranon o la bolsa prerrotuliana) se

Valoración de los trastornos articulares y musculoesqueléticos


con otras comorbilidades. Los pacientes con una enfermedad reumática, ubican sobre las prominencias óseas y son fluctuantes con bordes bien de-
tienden a ser hospitalizados por alguna de varias razones: 1) artritis infla- finidos. La estabilidad articular se valora por medio de palpación y apli-
matoria aguda; 2) enfermedad generalizada o febril sin diagnóstico; 3) cando tensión manual a estructuras distales. La subluxación o luxación,
traumatismo musculoesquelético, o 4) exacerbación o deterioro de una que puede ser secundaria a una fuerza traumática, mecánica o inflamato-
enfermedad autoinmunitaria existente (p. ej., SLE), o 5) alguna enferme-
dad simultánea nueva (p. ej., episodio trombótico, linfoma, infección) en
un paciente con una enfermedad articular o conjuntivopatía. Es importan-
te señalar que en Estados Unidos los pacientes reumáticos rara vez se hos-
pitalizan por dolor diseminado, por anomalías serológicas o para empezar
un tratamiento nuevo. CUADRO 3933 Glosario de términos musculoesqueléticos
La artritis inflamatoria monoarticular aguda en ocasiones constituye Arco de movimiento
un “trastorno de alerta” (p. ej., artritis séptica, gota, pseudogota) que requie-
En las articulaciones diartrodiales, el arco de movimientos mensurables
re de artrocentesis y en ocasiones de hospitalización si se sospecha infec- a través del cual la articulación se desplaza en un solo plano
ción. Sin embargo, la artritis inflamatoria poliarticular de nueva aparición
tiene un diagnóstico diferencial más amplio (p. ej., RA, artritis por hepati- Contractura
tis, enfermedad del suero, lupus medicamentoso, artritis séptica poliarti- Pérdida del movimiento completo por una resistencia fija por un espasmo
cular) y requiere de una investigación dirigida por laboratorio en lugar de un tónico del músculo (reversible) o por fibrosis de las estructuras periarticula-
análisis de líquido sinovial. En los pacientes con fiebre y trastornos de apa- res (permanente)
ratos y sistemas múltiples es necesario excluir un problema infeccioso o Crepitación
neoplásico y la valoración depende de los síntomas dominantes con una
mayor especificidad. Algunas enfermedades que deben considerarse son Sensación palpable (menos a menudo audible) de vibración o crujido des-
encadenada por el movimiento articular; es frecuente una crepitación suave
la vasculitis (arteritis de células gigantes en los ancianos o poliarteritis nu-
y a menudo carece de importancia en grandes articulaciones; la crepitación
dosa en pacientes jóvenes), enfermedad de Still del adulto, SLE, síndrome fuerte indica alteraciones avanzadas del cartílago y degeneración (como
de anticuerpos antifosfolípidos y sarcoidosis. Las conjuntivopatías a me- sucede en la osteoartritis)
nudo se diagnostican de manera incorrecta, de forma que en los pacientes
Deformidad
que manifiestan una enfermedad reumática previa (p. ej., SLE, RA, espon-
dilitis anquilosante) se debe confirmar el diagnóstico por medio de anam- Forma o tamaño anormal de una estructura; puede ser secundaria a hiper-
nesis detallada, exploraciones física y musculoesquelética completas y trofia ósea, a mala alineación de los componentes articulares o a lesión de
revisión cuidadosa de su expediente médico. Es importante señalar que las estructuras periarticulares de sostén
cuando se hospitaliza a un paciente con una enfermedad reumática, por lo Entesitis
general es por un problema médico independiente del trastorno autoin-
Inflamación de las inserciones tendinosas o ligamentosas en un hueso
munitario como otra enfermedad o complicación de la farmacoterapia. En
los pacientes con enfermedades inflamatorias crónicas (p. ej., RA, SLE, Epicondilitis
psoriasis, etc.) aumenta el riesgo de infección, problemas cardiovasculares Infección o inflamación que afecta al epicóndilo
y neoplasia.
Luxación
Algunos trastornos como la gota aguda se precipitan en pacientes hos-
pitalizados por una cirugía, deshidratación u otros acontecimientos, por lo Desplazamiento anormal de las superficies articulares, de modo que sus
que se les debe considerar en la valoración del paciente hospitalizado por superficies no están en contacto
un problema musculoesquelético repentino. Por último, las pruebas de Subluxación
laboratorio enérgicas y no dirigidas, proporcionan resultados anormales
que se explican mejor por los trastornos preexistentes del paciente y no Alteración del alineamiento articular, de modo que la aproximación de
las superficies articulares entre sí es incompleta
por una enfermedad inflamatoria o autoinmunitaria nueva.

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2220 ria, se valora por medio de inspección y palpación. El edema o volumen
articular se define por medio de la palpación.
La distensión de la cápsula articular produce dolor y tumefacción evi-
dente. El paciente intentará reducir el dolor manteniendo la articulación
en la posición con la menor presión intraarticular y el mayor volumen,
casi siempre en flexión parcial. Es por esta causa que los derrames inflama-
torios pueden causar contracturas en flexión. En la clínica, este fenómeno DIP: OA,
se detecta en forma de edema fluctuante o “blando” en las articulaciones artritis reactiva
grandes y compresión como uvas en las articulaciones más pequeñas. La o psoriásica
inflamación provoca deformidades en flexión fija o reduce la esfera de mo-
vimiento, en especial en extensión, cuando disminuyen los volúmenes ar- PIP: OA, SLE, RA,
ticulares. Los arcos de movimiento activos y pasivos se valoran en todos los artritis psoriásica
planos, con comparación contralateral. Puede utilizarse un goniómetro
para medir el arco de movimiento. Cada articulación se tiene que exami- MCP: RA,
nar a lo largo de su arco de movimiento (incluyendo, cuando corresponda, pseudogota,
flexión, extensión, rotación, abducción, aducción, inclinación lateral, in- hemocromatosis
versión, eversión, supinación, pronación, desviación medial o lateral, fle-
xión plantar o inclinación). El síndrome de hipermovilidad revela un arco 1a CMC: OA
de movimiento excesivo acompañado de dolor articular y laxitud del teji-
do conjuntivo, a menudo con síndrome de Ehlers-Danlos o Marfan. Los Muñeca: RA, pseudogota,
movimientos suelen limitarse por derrames, dolor, deformidad o contrac- Tenosinovitis artritis gonocócica y
tura, o restricción. Cuando el movimiento pasivo excede al movimiento de De Quervain juvenil, síndrome del
activo se debe pensar en la posibilidad de un trastorno periarticular (p. ej., túnel del campo
rotura de un tendón o miopatía). Las contracturas reflejan a menudo infla-
mación o traumatismo sinovial previo. Durante la palpación y maniobras
PARTE 15

articulares a menudo se escuchan crepitaciones articulares, que a veces


indican degeneración cartilaginosa cuando son más ásperas (p. ej., OA).
Las deformidades articulares indican un proceso patológico agresivo o
prolongado. Estas deformidades pueden ser causadas por destrucción li- FIGURA 3933. Lugares de afección de la mano o la muñeca y sus posibles
gamentosa, contractura de tejidos blandos, hipertrofia ósea, anquilosis, asociaciones con enfermedades. DIP, interfalángica distal; OA, osteoartritis;
trastornos erosivos o subluxación, traumatismo o pérdida de la propiocep- PIP, interfalángica proximal; SLE, lupus eritematoso sistémico; RA, artritis reumatoi-
ción. Al explorar los músculos se valora su fuerza, atrofia, dolor o espas- de; MCP, metacarpofalángica; CMC, carpometacarpiana. (Tomado de JJ Cush et al.:
Evaluation of musculoskeletal complaints, en Rheumatology: Diagnosis and The-
Trastornos inflamatorios y reumatológicos mediados por inmunidad

mo. La debilidad de los músculos apendiculares debe definirse en proximal


rapeutics, 2nd ed, JJ Cush et al [eds.] Philadelphia, Lippincott Williams & Wilkins, 2005,
o distal. La potencia muscular se valora al observar las actividades de la pp 3-20. Utilizado con autorización del Dr. John J. Cush.)
persona (como caminar, levantarse de una silla, tomar con la mano o es-
cribir). La fuerza muscular se califica en una escala de cinco puntos: 0 para
la ausencia de movimiento; 1 para movimientos mínimos; 2 para movi-
mientos eliminando la gravedad; 3 para movimientos sólo en contra de la
gravedad; 4 para movimientos en contra de la gravedad y con resistencia, bién es altamente sugestivo de OA. Por el contrario, la RA tiende a generar
y 5 para la fuerza normal. El médico debe buscar lesiones no articulares o problemas simétricos y poliarticulares de las PIP, articulaciones metacar-
periarticulares que a menudo se pasan por alto, en especial cuando las pofalángicas (MCP), intercarpianas y carpometacarpianas (muñeca) con
molestias articulares no se pueden confirmar por medio de datos objetivos dolor e hipertrofia palpable del tejido sinovial. La artritis psoriásica simula
de la cápsula articular. La identificación de dolor no articular/de tejidos el patrón de lesión articular observado en la OA (articulaciones DIP y PIP)
blandos evita valoraciones indeseadas y a menudo costosas. Ciertas ma- pero se distingue por la presencia de signos inflamatorios (eritema, calor,
niobras revelan anomalías no articulares frecuentes como síndrome del edema sinovial) con o sin lesión carpiana, uñas punteadas u onicólisis.
túnel carpiano (que se identifica por medio de los signos de Tinel o Pha- Mientras que las subluxaciones laterales o mediales en las articulaciones
len). Otros ejemplos de anormalidades de los tejidos blandos son la bursi- PIP o DIP suelen ser secundarias a OA inflamatoria o artritis psoriásica,
tis del olécranon, epicondilitis (es decir, codo de tenista), entesitis (p. ej., las deformidades dorsales o ventrales (cuello de ganso o deformidad de
tendinitis del tendón de Aquiles) y puntos dolorosos desencadenantes que botonero) son típicas de RA. Se debe descartar la posibilidad de hemocro-
acompañan a la fibromialgia. matosis cuando se observan cambios degenerativos (hipertrofia ósea) en
la segunda y tercera articulaciones MCP acompañadas de condrocalcino-
sis radiográfica o artritis episódica e inflamatoria de la muñeca.
VALORACIÓN DE MOLESTIAS REUMÁTICAS REGIONALES La dactilitis se manifiesta como edema de los tejidos blandos de un solo
Todo paciente debe valorarse en forma lógica y detallada, pero muchos dedo, que adquiere aspecto de salchicha. Las causas más frecuentes de ésta
casos con síntomas musculoesqueléticos circunscritos son secundarios a son artritis psoriásica, espondiloartritis, espondilitis juvenil, conjuntivopatía
diversas enfermedades comunes que exhiben un patrón predecible de ini- mixta, esclerodermia, sarcoidosis y drepanocitosis. Es posible que la tume-
cio, evolución y localización; a menudo se pueden diagnosticar de inme- facción del tejido blando afecte el dorso de la mano y la muñeca, e indique
diato con base en la información clínica y ciertas maniobras o pruebas. una tenosinovitis del tendón extensor causada, posiblemente, por infec-
Casi todas las articulaciones se pueden valorar de esta forma, pero a con- ción gonocócica, gota o por artritis inflamatoria (p. ej., RA). Los signos
tinuación se describe la valoración de las cuatro regiones anatómicas que que sugieren tenosinovitis son calor, tumefacción o edema con fóvea y se
se lesionan con mayor frecuencia: mano, hombro, cadera y rodilla. confirma cuando la tumefacción de los tejidos blandos sigue el camino de
los movimientos tendinosos, como flexión y extensión de los dedos o
cuando se induce dolor al estirar las vainas tendinosas extensoras (flexión
DOLOR DE MANO de los dedos, distal a las articulaciones MCP manteniendo la muñeca en
El dolor circunscrito o unilateral de la mano es resultado de traumatismos, posición neutra y fija).
sobreuso, infección o artritis reactiva o inducida por cristales. En cambio, El dolor focal en la muñeca localizado en la cara radial puede ser causa-
el dolor de ambas manos sugiere una enfermedad degenerativa (p. ej., do por una tenosinovitis de De Quervain secundaria a inflamación de las
OA), generalizada o inflamatoria/inmunitaria (p. ej., RA). La distribución vainas de los tendones y que afecta el abductor largo y el extensor corto del
o patrón del dolor articular es muy sugestivo de determinadas enfermeda- pulgar (fig. 393-3). Este cuadro suele ser consecuencia de uso excesivo o se
des (fig. 393-3). Por tanto, la OA (o artritis degenerativa) se manifiesta por desarrolla después de un embarazo, y puede diagnosticarse con la prueba
dolor de las articulaciones interfalángicas distales (DIP) e interfalángicas de Finkelstein. Dicha prueba es positiva cuando el dolor local de la muñe-
proximales (PIP) con hipertrofia ósea suficiente como para generar nódu- ca aparece después de flexionar el pulgar sobre la palma de la mano y po-
los de Heberden y Bouchard, respectivamente. El dolor, con o sin edema nerlo dentro del puño cerrado mientras el paciente mueve la mano hacia
óseo en la base del pulgar (primera articulación carpometacarpiana) tam- abajo con la muñeca en desviación cubital.

ERRNVPHGLFRVRUJ
El síndrome del túnel del carpo es otro trastorno común de la extremi- pección manual de las estructuras periarticulares suele proporcionar in- 2221
dad superior y se debe a la compresión del nervio mediano en el interior formación diagnóstica útil. El mejor método para detectar la lesión
del túnel del carpo, lo que se traduce en parestesias del pulgar, de los dedos glenohumeral es colocar el pulgar sobre la articulación glenohumeral en el
segundo y tercero y de la mitad radial del cuarto, así como en ocasiones, punto medial e inferior a la apófisis coracoides y presionar en sentido an-
atrofia de la musculatura tenar. El síndrome del túnel del carpo suele aso- terior mientras se rota en sentido interno y externo la cabeza humeral. El
ciarse a embarazo, edema, traumatismos, artrosis, artritis inflamatoria y dolor circunscrito a esta región indica patología glenohumeral. Rara vez es
trastornos infiltrativos (p. ej., amiloidosis). Los signos de Tinel o Phalen posible palpar un derrame sinovial o de los tejidos, pero cuando existe
positivos corroboran el diagnóstico. En ambas pruebas, el golpeteo repeti- sugiere infección, RA, amiloidosis o una laceración aguda del manguito de
do con el pulgar de la cara palmar de la muñeca (signo de Tinel) o la pre- los rotadores. El médico debe aplicar presión manual directa sobre la bolsa
sión sobre las superficies extensoras de las dos muñecas flexionadas una subacromial, que se encuentra por fuera e inmediatamente debajo del
contra otra (signo de Phalen). La sensibilidad reducida y especificidad acromion. La bursitis subacromial es una causa frecuente de dolor en el
moderada de estas pruebas obliga a realizar una prueba de velocidad de la hombro (fig. 393-4). Por delante de la bolsa subacromial, el tendón bicipi-
conducción nerviosa para confirmar el diagnóstico. tal sigue su trayecto en el surco bicipital. La mejor forma de identificarlo es
por palpación en el surco haciendo que el paciente rote el húmero hacia
DOLOR DE HOMBRO adentro y afuera. La presión directa sobre el tendón puede inducir un do-
En la valoración de los trastornos del hombro, el médico debe buscar en lor indicativo de tendinitis bicipital. La palpación de la articulación acro-
forma cuidadosa antecedentes de traumatismos, infecciones, enfermeda- mioclavicular puede desencadenar dolor local o revelar hipertrofia ósea o
des inflamatorias, riesgos laborales o enfermedades cervicales previas. Ade- tumefacción sinovial. Aunque la artrosis y la RA suelen afectar la articu-
más, se pregunta sobre las actividades o movimientos que desencadenan el lación acromioclavicular, es poco frecuente que la artrosis afecte la articu-
dolor. El dolor, durante el movimiento en cualquier plano sugiere artritis y lación glenohumeral, a menos que se deba a una causa traumática o laboral.
el dolor con un movimiento activo específico sugiere un problema periar- La tendinitis o el desgarro del manguito de los rotadores es causa
ticular (no articular). El dolor de hombro se origina en las articulaciones muy frecuente de dolor en el hombro. Casi 30% de los ancianos padece
glenohumeral o acromioclavicular, la bolsa subacromial (subdeltoidea) o hombro doloroso y la causa principal es la tendinitis o laceración del man-

CAPÍTULO 393
los tejidos blandos periarticulares (p. ej., fibromialgia, rotura/tendinitis del guito de los rotadores. Este manguito está formado por cuatro tendones
manguito de los rotadores) o en la columna cervical (fig. 393-4). Es fre- que fijan a la escápula al tercio proximal del húmero (supraespinoso, infra-
cuente que el dolor de hombro proceda de la columna cervical, aunque espinoso, redondo menor y subescapular). De éstos, el supraespinoso es el
también puede hacerlo desde lesiones intratorácicas (p. ej., un tumor de que se lesiona con más frecuencia. Se debe sospechar de tendinitis del
Pancoast) o de enfermedades que afectan vesícula biliar, hígado o diafrag- manguito de los rotadores cuando existe dolor durante la abducción activa
ma. Las mismas causas viscerales se manifiestan también en forma de do- (mas no durante la abducción pasiva), dolor sobre la cara lateral del deltoi-
lor escapular circunscrito. El médico sospecha la presencia de fibromialgia des, dolor nocturno y evidencia de pellizcamiento (dolor durante las acti-
cuando el dolor glenohumeral se acompaña de dolor periarticular difuso vidades en las que el brazo se coloca por arriba de la cabeza). El médico
(p. ej., subacromial o bicipital) y puntos hiperalgésicos (en el trapecio o el lleva a cabo la maniobra de Neer en busca de pinzamiento elevando el

Valoración de los trastornos articulares y musculoesqueléticos


supraespinoso). Hay que desplazar el hombro por todo su arco de movi- brazo del paciente en flexión forzada mientras estabiliza y evita la rotación
miento, tanto de manera activa como pasiva (con ayuda del explorador): de la escápula. El signo se considera positivo cuando ocurre dolor después
flexión hacia delante, extensión, abducción, aducción y rotación. La ins- de los 180° de flexión anterógrada. En los ancianos es frecuente la lacera-
ción del manguito de los rotadores y muchas veces es secundaria a un
traumatismo; se manifiesta de la misma manera que la tendinitis. La prue-
ba del brazo péndulo es anormal cuando existe patología del supraespino-
so y se demuestra realizando abducción pasiva del brazo a 90°. Si el paciente
no puede sostener el brazo en forma activa o no puede bajar el brazo len-
tamente sin dejarlo caer, la prueba es positiva. El mejor método para con-
Articulación Músculo firmar tendinitis o laceración del manguito de los rotadores es la MRI o la
acromioclavicular supraespinoso ecografía.

Acromion Clavícula

DOLOR DE RODILLA
Tendón del El dolor de rodilla es secundario a anomalías intraarticulares (OR, RA),
supraespinoso
periarticulares (bursitis anserina, distensión del ligamento colateral) o es
referido desde una anomalía de cadera. La anamnesis detallada permite
Bolsa
subacromial
establecer la cronología del dolor de rodilla y la presencia de algún factor
predisponente, traumatismo o fármaco que pudiera ser la causa de la mo-
lestia. Así, un trastorno rotuliano femoral (p. ej., artrosis) puede originar
dolor en la cara anterior de la rodilla que aumenta al subir escaleras. Tam-
bién es importante observar la marcha del paciente. Hay que inspeccionar
Tendón de manera cuidadosa la rodilla en posición de pie (cargando) y en decúbi-
bicipital to prono y descartar tumefacción, eritema, alteraciones de la alineación,
traumatismo visible (contusiones, heridas) o deterioro muscular, y discre-
Húmero pancia en la longitud de las piernas. El defecto de alineación más frecuen-
te en la rodilla es el genu varum (pierna arqueada) o genu valgum (piernas
en X) resultado de la pérdida asimétrica de cartílago en la porción medial
o lateral. La tumefacción ósea de la articulación de la rodilla suele ser se-
Articulación cundaria a alteraciones óseas hipertróficas, comunes en trastornos como
glenohumeral artrosis y artropatía neuropática. La tumefacción causada por la hipertro-
(hombro) fia de las estructuras intrasinoviales (aumento del tamaño de la sinovial o
Músculo derrame articular) puede manifestarse con fluctuación, peloteo o como un
subescapular aumento del tejido blando en la bolsa suprarrotuliana (reflexión superior
de la cavidad sinovial) o en la zona interna o externa de la rodilla. Los de-
rrames articulares pueden detectarse también por el peloteo de la rótula
hacia abajo por el surco femoral, o explorando el “signo del bulto”. Con la
rodilla extendida, el médico comprime manualmente, u “ordeña”, el líqui-
do sinovial en sentido inferior desde la bolsa suprarrotuliana a un lado de
la rótula. Al aplicar presión manual lateral a la rótula se puede observar la
FIGURA 3934. Orígenes del hombro doloroso. El esquema de hombro indica desviación de líquido sinovial (abultamiento) hacia la cara medial. Es im-
con flechas los orígenes anatómicos del hombro doloroso. portante tener en cuenta que esta maniobra sólo es eficaz para detectar un

ERRNVPHGLFRVRUJ
2222 derrame pequeño o moderado (<100 mL). Muchos trastornos inflamatorios subyacente. Es posible que el dolor limite el arco de movimiento. El dolor
como artritis reumatoide, gota, pseudogota y artritis reactiva se extienden en la articulación de la cadera es menos frecuente y tiende a localizarse por
hasta la articulación de la rodilla originando dolor, rigidez, tumefacción o adelante, sobre el ligamento inguinal; puede radiarse hacia adentro, en di-
calor. La mejor forma de palpar un quiste poplíteo de Baker es con la rodilla rección a la ingle, o a lo largo de la cara anteromedial del muslo. En raras
parcialmente flexionada; dicho quiste se observa mejor con el paciente ocasiones, el antecedente de traumatismo o de artritis inflamatoria permi-
de pie y las rodillas completamente extendidas para observar la presencia de te sugerir el diagnóstico de bursitis del iliopsoas. El dolor asociado a este
hinchazón poplítea desde la proyección posterior. tipo de bursitis tiende a empeorar con la hiperextensión de la cadera, y
La bursitis anserina es un trastorno que comúnmente se pasa por alto y muchos pacientes prefieren flexionar y rotar en forma externa la cadera
que puede causar dolor de la rodilla en los adultos. La bolsa anserina del para reducir el dolor provocado por una bolsa distendida.
pie se ubica bajo la inserción de los tendones conjuntos (sartorio, grácil,
semitendinoso) en la porción proximal de la cara anteromedial de la tibia PRUEBAS DE LABORATORIO
y duele como consecuencia de un traumatismo, sobreuso o inflamación.
En los pacientes con fibromialgia, obesidad y osteoartritis rotuliana la bur- La mayoría de los trastornos musculoesqueléticos pueden diagnosticarse
sitis casi siempre es dolorosa. Otras bursitis se pueden presentar también fácilmente por medio de anamnesis y exploración física completas. Otro
con dolor de rodilla. La bolsa prerrotuliana es superficial y se encuentra objetivo de la visita inicial consiste en determinar si son necesarios estu-
sobre la parte inferior de la rótula. La bolsa infrarrotuliana es más profun- dios adicionales o se requiere instaurar un tratamiento inmediato. Se debe
da; se halla por debajo del ligamento rotuliano, antes de su inserción en la realizar una valoración ulterior en caso de 1) problemas monoarticulares;
tuberosidad anterior de la tibia. 2) problemas traumáticos o inflamatorios; 3) presencia de datos neuroló-
Las alteraciones internas de la rodilla pueden ser causadas por trauma- gicos; 4) manifestaciones generalizadas, o 5) síntomas crónicos (>6 sema-
tismos o procesos degenerativos. La lesión del cartílago del menisco (inter- nas) y falta de respuesta a las medidas paliativas. La amplitud y naturaleza
no o externo) suele manifestarse con dolor crónico o intermitente en la de las pruebas adicionales deben estar guiadas por las manifestaciones
rodilla. Debe pensarse en esta lesión en caso de antecedente traumático o clínicas y por la sospecha diagnóstica inicial. Los resultados de los análisis
de actividad deportiva y cuando el paciente relata síntomas de bloqueo, de laboratorio se utilizan para confirmar un diagnóstico clínico específico
chasquidos o sensación de que la articulación “cede”. Con la rodilla flexio- y no como herramienta de detección ni para valorar a los pacientes con
nada a 90° y con el pie del paciente sobre la mesa, el dolor durante la palpa- molestias reumáticas vagas. El uso indiscriminado de extensas baterías de
PARTE 15

ción de la línea articular o al aplicar presión en la rodilla en sentido lateral pruebas diagnósticas y de procedimientos radiológicos rara vez es un me-
o medial, sugiere rotura de menisco. La prueba de McMurray positiva pue- dio útil y económicamente racional de establecer un diagnóstico.
de indicar un desgarro del menisco. Para realizarla, se fija la rodilla en fle- Además de una biometría hemática completa con recuento diferencial
xión de 90° y entonces se extiende la pierna, al mismo tiempo que se rota de leucocitos, el estudio sistemático debe incluir la determinación de un
hacia adentro o afuera. Un chasquido doloroso durante la rotación interna indicador de fase aguda, como la tasa de eritrosedimentación (ESR) o la
puede indicar rotura del menisco externo, y el dolor durante la rotación proteína C reactiva, que puede ayudar a discriminar los trastornos muscu-
externa, rotura del menisco interno. Por último, si el paciente tiene dolor loesqueléticos inflamatorios de los no inflamatorios. Las dos determina-
ciones son poco costosas y fáciles de hacer; sus valores se aumentan en
Trastornos inflamatorios y reumatológicos mediados por inmunidad

de inicio súbito, posiblemente con tumefacción, antecedentes de trauma-


tismo o un aspirado de líquido sinovial macroscópicamente hemático, se casos de infecciones, inflamación, trastornos autoinmunitarios, neopla-
sospecha lesión de los ligamentos cruzados. La mejor forma de explorar sias, embarazo, insuficiencia renal, edad avanzada e hiperlipidemia. Rara
estos ligamentos consiste en provocar el signo del cajón. Con el paciente en vez se observa elevación excesiva de los reactivos de la fase aguda (CRP,
decúbito dorsal se flexiona parcialmente la rodilla y se estabiliza el pie so- ESR) sin evidencia de un trastorno grave (p. ej., septicemia, pleuropericar-
bre una superficie. El médico debe intentar desplazar en forma manual la ditis, polimialgia reumática, arteritis de células gigantes, enfermedad de
tibia hacia adelante o atrás en relación con el fémur. Si se detecta un movi- Still del adulto).
miento anterior es probable que la lesión afecte el ligamento cruzado ante- El ácido úrico sérico es útil para el diagnóstico de gota y para vigilar la
rior. Por el contrario, un movimiento significativo hacia atrás indica lesión respuesta al tratamiento destinado a reducir el urato. El ácido úrico, pro-
del ligamento cruzado posterior. La comparación con el lado opuesto ayu- ducto terminal del metabolismo de purinas, se excreta de forma predomi-
da a valorar el significado del desplazamiento anterior o posterior. nante por la orina. Sus valores séricos varían de 238 a 516 μmol/L (4.0 a 8.6
mg/100 mL) en varones; cifras menores [178 a 351 μmol/L (3.0 a 5.9
mg/100 mL)] en mujeres son producto de los efectos uricosúricos de es-
DOLOR DE CADERA trógenos. La concentración en orina por lo común es <750 mg/24 h. La hi-
La mejor forma de valorar la cadera es observando la marcha del paciente peruricemia [en particular concentraciones >535 μmol/L (9 mg/100 mL)]
y explorando la amplitud de sus movimientos. La mayoría de enfermos tiene relación con una mayor incidencia de gota y nefrolitiasis, aunque no
que se quejan de “dolor de cadera” lo loca-
liza en un solo lado y en la parte pos-
terior, o en la musculatura glútea (fig. Anterior Posterior/lateral
393-5). Este tipo de dolor tiende a irra-
diarse en sentido inferior sobre la cara
posterolateral del muslo y se acompaña o
Dolor sacroilíaco
no de lumbalgia. Este cuadro clínico a me-
nudo es resultado de una artritis de- Entesitis (espina Dolor de nalga
generativa de columna vertebral o discos ilíaca anterosuperior) procedente de
lumbosacros y con frecuencia tiene una la columna
distribución por dermatomas extendién- Dolor de lumbosacra
dose en las raíces nerviosas de L4 a S1. La cadera verdadero
Entesitis/bursitis
ciática es consecuencia del choque de los Bursitis de iliopsoas
trocantérica
nervios L4, L5 o S1 (p. ej., por una hernia
de disco) y se manifiesta en forma de dolor Bursitis isquioglútea
Meralgia
neuropático unilateral que se extiende parestésica
desde la región glútea sobre la cara poste- Ciática
rolateral de la pierna hasta el pie. Otros
pacientes localizan el “dolor de cadera”
lateralmente al área que cubre la bolsa
trocantérica. Debido a la profundidad de
esta bolsa, no suelen encontrarse tumefac-
ción ni calor. El diagnóstico de bursitis
trocantérica puede confirmarse compro-
bando la sensibilidad al dolor en un punto FIGURA 3935. Origen del dolor y las disestesias de cadera. (Tomado de JJ Cush et al.: Evaluation of musculoskeletal
sobre aquélla. El dolor glúteo y trocantéri- complaints, en Rheumatology: Diagnosis and Therapeutics, 2nd ed, JJ Cush et al.: [eds.] Philadelphia, Lippincott Williams &
co también puede indicar fibromialgia Wilkins, 2005, pp 3-20. Utilizado con autorización del Dr. John J. Cush.)

ERRNVPHGLFRVRUJ
muestra una correlación precisa con la intensidad de la enfermedad. La positivos. La interpretación de una prueba positiva de ANA podría depen- 2223
concentración de ácido úrico (y el riesgo de gota) puede aumentar por der de la magnitud del título y de las características observadas en la mi-
metabolopatías congénitas (síndrome de Lesch-Nyhan), cuadros patológi- croscopia de inmunofluorescencia (cuadro 393-4). Las imágenes difusas y
cos (insuficiencia renal, enfermedades mieloproliferativas o psoriasis) o “moteadas” son menos específicas, en tanto que la imagen periférica o de
drogas-fármacos (alcohol, citotóxicos o tiazídicos). Si bien en casi todos “aureola” (vinculada con autoanticuerpos contra DNA nativo de doble ca-
los pacientes se observa hiperuricemia en algún momento de la enferme- dena) es muy específica y sugerente de lupus. Se observan patrones centró-
dad, hasta 5% de los pacientes con un episodio agudo de gota muestra una meros en los pacientes con esclerodermia limitada [calcinosis, fenómeno
concentración normal de ácido úrico, al parecer a causa de que la inflama- de Raynaud, lesión esofágica, esclerodactilia, síndrome de telangiectasia
ción aguda aumenta la excreción de ácido úrico. Para valorar la respuesta (CREST)] o esclerosis biliar primaria y patrones nucleolares en los pacien-
al tratamiento hipouricémico o la quimioterapia, es útil vigilar el ácido tes con esclerosis generalizada difusa o miositis inflamatoria.
úrico sérico, porque la meta del tratamiento es reducir el urato sérico a <6 La aspiración y el análisis de líquido sinovial siempre están indicados
mg/100 mL. en la monoartritis aguda o si se sospecha una artropatía infecciosa o indu-
Las pruebas serológicas de factor reumatoide, anticuerpos contra pép- cida por cristales. Las características de dicho líquido permiten diferenciar
tidos citrulinados cíclicos (CCP, cyclic citrullinated peptide), anticuerpos entre cuadros no inflamatorios e inflamatorios, por el análisis de su aspec-
antinucleares (ANA), concentración de complemento, anticuerpos cito- to, viscosidad y número de células. No se recomiendan las pruebas para
plásmicos contra neutrófilos (ANCA, antineutrophil cytoplasmic antibo- medir glucosa, proteínas, deshidrogenasa láctica, ácido láctico o los au-
dies) o anti-Lyme y la concentración de antiestreptolisina (ASO) sólo se toanticuerpos en el líquido sinovial ya que no tienen utilidad diagnóstica.
realizan cuando existen datos clínicos que sugieren un diagnóstico perti- El líquido sinovial normal es claro, de color pajizo pálido y viscoso, funda-
nente, puesto que tienen un valor predictivo muy reducido cuando se uti- mentalmente por las altas concentraciones de hialuronato. El líquido si-
lizan con fines de detección, en especial cuando es baja la probabilidad novial no inflamatorio es claro, viscoso y de color ámbar, con recuento
antes del estudio. Para la mayor parte de éstos, es inútil repetir las pruebas leucocítico <2 000/μL en el que predominan células mononucleares. La
serológicas o llevar a cabo pruebas seriadas. Si bien entre 4 y 5% de la po- viscosidad del líquido sinovial se valora haciendo que drene de la jeringa
blación sana tendrá resultados positivos en las pruebas de factor reumatoi- gota a gota; normalmente se observa un efecto de filancia, ya que la gota

CAPÍTULO 393
de y ANA, sólo 1 y <0.4% de la población padecerá artritis reumatoide o deja una larga cola tras de sí. Los derrames causados por artrosis o trauma-
lupus eritematoso sistémico (SLE), respectivamente. La IgM de factor reu- tismos suelen tener esta viscosidad típica. En cambio, el líquido inflamato-
matoide (autoanticuerpos contra la porción Fc de la IgG) se observa en rio es turbio y amarillento, con aumento del número de leucocitos (2 000
80% de los pacientes con artritis reumatoide y en concentración reducida a 50 000 células/μL) y predominio de polimorfonucleares; su viscosidad
también en los pacientes con infecciones crónicas (tuberculosis, lepra, he- es menor, su concentración de hialuronato es baja y no forma cola o ésta es
patitis); otras enfermedades autoinmunitarias (lupus eritematoso sistémi- muy pequeña cuando se deja caer una gota. Los derrames de ese tipo se
co, síndrome de Sjögren) y enfermedades crónicas pulmonares, hepáticas observan en la artritis reumatoide, la gota y otras artritis inflamatorias. El
o renales. Al considerar la posibilidad de RA, es importante medir el RF y líquido séptico es opaco y purulento y el número de leucocitos por lo co-
los anticuerpos anti-CCP séricos, porque éstos son complementarios. La mún es >50 000 células/μL con predominio de polimorfonucleares (>75%)

Valoración de los trastornos articulares y musculoesqueléticos


sensibilidad de ambos es similar pero los anticuerpos contra CCP son y poca viscosidad. El derrame de ese tipo es característico de la artritis
más específicos que el RF. En la RA, la detección de los anticuerpos contra séptica, pero también puede ocurrir en la RA o la gota. El líquido sinovial
CCP y del factor reumatoide pudiera conllevar un mayor riesgo de que hemorrágico puede surgir en traumatismos, hemartrosis o artritis neuro-
exista poliartritis erosiva más grave. En casi todos los individuos con SLE pática. En la figura 393-6 se incluye un algoritmo para la aspiración y el
se identifican anticuerpos antinucleares y también pueden detectarse en análisis del líquido sinovial. Es importante el análisis inmediato de tal ma-
sujetos con otras enfermedades autoinmunitarias (polimiositis, esclero- terial, para detectar su aspecto, viscosidad y número de células. Los crista-
dermia, síndrome antifosfolípidos, síndrome de Sjögren); lupus farma- les de urato monosódico (propios de la gota) se identifican por microscopio
coinducido (cuadro 393-2); hepatopatías o nefropatías crónicas y senectud. polarizado, son largos, acuiformes, con birrefringencia negativa y por lo
Los ANA aparecen en 5% de los adultos, e incluso en 14% de los ancianos común intracelulares. En la condrocalcinosis y la pseudogota los cristales
o en sujetos con enfermedades crónicas. La detección de dichos anti- de pirofosfato cálcico dihidratado por lo común son cortos, romboidales y
cuerpos es muy sensible pero poco específica para la detección de lupus, con birrefringencia positiva. Siempre que se sospeche una infección debe
porque la sola enfermedad ocasiona sólo 1 a 2% de todos los resultados realizarse tinción de Gram y cultivo del líquido sinovial. Si la sospecha es
de artritis gonocócica, lo indicado es sembrar inmediatamente el líquido
en un medio de cultivo adecuado. En el líquido de las monoartritis cróni-
cas deben hacerse cultivos para M. tuberculosis y hongos. Por último, hay
CUADRO 3934 Imágenes de anticuerpos antinucleares (ANA) que señalar que una misma articulación puede sufrir a la vez una artritis
y correspondencia clínica inducida por cristales e infecciosa.
Imagen
de ANA Antígeno identificado Correlación clínica DIAGNÓSTICO POR IMAGEN EN LAS ENFERMEDADES ARTICULARES
Difusa Desoxirribonucleoproteínas Inespecífica Las radiografías simples son una herramienta valiosa para el diagnóstico y
Histonas Lupus farmacoinducido, lupus la estadificación de los trastornos articulares. Cuando existen anteceden-
tes de traumatismos, sospecha de infección crónica, incapacidad progresi-
Periférica Ds-ADN 50% de los casos de lupus erite-
(aureola) matoso sistémico (específico) va o afección monoarticular, si se considera la posibilidad de alteraciones
terapéuticas o cuando se desea una valoración inicial de lo que parece un
Moteada U1-RNP >90% de MCTD
proceso crónico, las radiografías simples son de gran utilidad. Sin embar-
Sm 30% de SLE (específico) go, en la mayor parte de las enfermedades inflamatorias, las radiografías
Ro (SS-A) 60% de casos de síndrome de iniciales rara vez ayudan a establecer el diagnóstico y pueden mostrar sólo
Sjögren; SCLE, lupus neonatal y tumefacción de las partes blandas o desmineralización yuxtaarticular. A
lupus con negatividad de ANA medida que la enfermedad avanza pueden desarrollarse calcificaciones (de
La (SS-B) 50% de síndrome de Sjögren y tejidos blandos, cartílago o hueso), reducción del espacio articular, erosio-
15% de lupus nes, anquilosis ósea, neoformación ósea (esclerosis, formación de osteo-
Scl-70 40% de esclerodermia difusa fitos o periostitis) o quistes subcondrales, que pueden sugerir entidades
PM-1 Polimiositis (PM) y dermatomiositis específicas. La consulta al radiólogo ayuda a determinar la técnica y posi-
ción adecuadas y evita la necesidad de estudios ulteriores.
Jo-1 PM con/neumonitis y artritis
Las nuevas técnicas de imagen mejoran la sensibilidad diagnóstica y
Nucleolar RNA polimerasa I, otros 40% de PSS facilitan el diagnóstico precoz en un número limitado de trastornos arti-
Centrómera Cinetocoro 75% de CREST (esclerodermia limi- culares, por lo que están indicadas en circunstancias concretas en que las
tada) radiografías ordinarias no resultan suficientes o no tienen valor diagnósti-
Abreviaturas: ANA, anticuerpos antinucleares; CREST, calcinosis cutánea, fenómeno de Ray- co (cuadro 393-5). La ecografía es útil para detectar anomalías de los teji-
naud, trastorno de la motilidad esofágica; esclerodactilia y telangiectasia; MCTD, enfermedad dos blandos como tendinitis, tenosinovitis, entesitis, bursitis y neuropatías
mixta de tejido conjuntivo; PSS, esclerosis sistémica progresiva; SCLE, lupus eritematoso cutá- por atrapamiento. El uso más extendido, el costo más reducido, la tecnolo-
neo subagudo; SLE, lupus eritematoso sistémico. gía mejorada y los transductores más específicos para cada región, permi-

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2224 CUADRO 3935 Imagenología diagnóstica de las enfermedades
INTERPRETACIÓN DE LA ASPIRACIÓN DEL LÍQUIDO SINOVIAL
musculoesqueléticas
Existe una clara indicación para aspirar y analizar
el líquido sinovial en casos de Duración
r.POPBSUSJUJT BHVEBPDSÓOJDB del estu-
r5SBVNBUJTNPDPOEFSSBNFBSUJDVMBS Método dio, horas Costoa Indicaciones actuales
r.POPBSUSJUJTFOVOQBDJFOUFDPOQPMJBSUSJUJTDSÓOJDB
r4PTQFDIBEFJOGFDDJÓOBSUJDVMBS BSUSJUJTQSPWPDBEBQPSDSJTUBMFT Ecografía <1 ++ Quiste sinovial (Baker)
PIFNBSUSPTJT Laceraciones del manguito de los rota-
dores
Analizar el líquido para:
r"TQFDUP WJTDPTJEBE Bursitis, tendinitis, lesión tendinosa
r-FVDPDJUPT EJGFSFODJBM Entesitis
r5JODJÓOEF(SBN DVMUJWP Síndrome del túnel carpiano
ZTFOTJCJMJEBE DVBOEP y&TIFNPSSÃHJDP
FTUÃJOEJDBEP FMEFSSBNF Depósito de urato o pirofosfato de cal-
r*EFOUJGJDBDJÓOEFDSJTUBMFT cio en el cartílago
QPSNFEJPEF Detección precoz de inflamación o ero-
NJDSPTDPQJBQPMBSJ[BEB sión sinovial
/P 4Î Inyección bajo guía ecográfica/artro-
centesis
Cuadro articular Considerar
JOGMBNBUPSJPP Gammagrafía
r5SBVNBUJTNPP
OPJOGMBNBUPSJP BMUFSBDJÓONFDÃOJDB con isótopos
r$PBHVMPQBUÎB radiactivos
r"SUSPQBUÎBOFVSPQÃUJDB 99mTc 1-4 ++ Búsqueda de metástasis óseas
r0USBT
¿Existen >2 000 leucocitos/μ- Valoración de enfermedad de Paget
/P 4Î Identificación de artritis oculta en
PARTE 15

pacientes con poliartralgias sin diag-


Considerar cuadros nóstico preciso
Considerar artritis
articulares no JOGMBNBUPSJBPTÊQUJDB 111In-WBC 24 +++ Infección aguda
JOGMBNBUPSJPT
Infección de una prótesis
r0TUFPBSUSPTJT
r5SBVNBUJTNPT Osteomielitis aguda
¿El porcentaje
r0USPT /P
EF1./FT 67Ga 24-48 ++++ Infección aguda y crónica
4Î Osteomielitis aguda
Trastornos inflamatorios y reumatológicos mediados por inmunidad

Considerar otros cuadros Tomografía <1 +++ Hernia de un disco intervertebral


BSUJDVMBSFTJOGMBNBUPSJPT /P y&YJTUFODSJTUBMFT computari-
o sépticos Sacroileítis

zada (CT)
r5JODJÓOEF(SBNZ Estenosis raquídea
DVMUJWPPCMJHBEP Traumatismo de columna vertebral
*EFOUJGJDBDJÓOEFMPTDSJTUBMFT
QBSBVOEJBHOÓTUJDPFTQFDÎGJDP Osteoma osteoide
r(PUB Fractura por sobrecarga
y&YJTUFOMFVDPDJUPTμ- r1TFVEPHPUB CT de energía <1 NA Depósitos de ácido úrico
/P 4Î
doble Localización de tofos
Resonancia 1/2-2 ++++ Necrosis avascular
1SPCBCMFNFOUFBSUSJUJTJOGMBNBUPSJB 1SPCBCMFNFOUFBSUSJUJTTÊQUJDB magnética Osteomielitis
Artritis séptica, prótesis articulares
FIGURA 3936. Algoritmo para el uso y la interpretación de la aspiración y el infectadas
análisis del líquido sinovial. PMN, leucocitos polimorfonucleares. Sacroileítis incipiente
Trastornos intraarticulares y lesiones de
tejidos blandos
Trastornos del esqueleto axial y médula
ten actualmente utilizarla en pacientes ambulatorios. Como su costo es espinal
reducido, es portátil y se utiliza más ampliamente, la ecografía ha crecido Hernia de disco intervertebral
y constituye el método preferido para valorar los quistes sinoviales (de
Sinovitis vellonodular pigmentada
Baker), laceraciones del manguito de los rotadores, tendinitis y lesiones
de tendones y depósito de cristales en el cartílago. Patología inflamatoria y metabólica de
El Doppler permite identificar desde el principio sinovitis y erosiones los músculos
óseas. La gammagrafía con isótopos radiactivos es muy sensible pero poco a Costo relativo del estudio imagenológico.
específica para detectar alteraciones inflamatorias o metabólicas del hueso Abreviaturas: NA, no disponible en el comercio; WBC, leucocitos.
o las estructuras blandas periarticulares. La mayor utilidad de la gam-
magrafía es la evaluación de cuerpo completo (grado y distribución) de las
lesiones esqueléticas (neoplasias, enfermedad de Paget) y para valorar a
los pacientes con poliartralgias no diagnosticadas, buscando artritis ocul- blandos. El método con galio utiliza 67Ga, que se liga a la transferrina y la
ta. Conforme se ha utilizado más la ecografía y la MRI, se ha dejado de lactoferrina de suero y células, y es captada preferentemente por neutrófi-
utilizar la gammagrafía. La resolución con contraste tan limitada de los los, macrófagos, bacterias y células tumorales (como el linfoma). Este mé-
tejidos de la gammagrafía impide distinguir entre un problema óseo y uno todo se utiliza en especial en la identificación de una infección o un cáncer
periarticular, por lo que se debe realizar además MRI. Se ha utilizado gam- oculto. Se ha utilizado el “rastreo” con leucocitos marcados con 111In para
magrafía con leucocitos marcados con 99mTC, 67Ga o 111In en gran varie- detectar osteomielitis e infecciones o artritis inflamatoria. Pese a su utili-
dad de trastornos articulares con diversos índices de éxito (cuadro 393-5). dad, cualquiera de los dos métodos comentados (indio o galio) ha sido
La gammagrafía con [99mTc] difosfato, es útil para identificar infecciones sustituido en gran medida por MRI, excepto si se sospecha que hay una
óseas, neoplasias, inflamación, mayor irrigación, remodelación ósea, for- infección en las prótesis articulares.
mación heterotópica de hueso o necrosis avascular, pero en la mayoría de La CT proporciona una visualización detallada del esqueleto axial. Con
los casos se prefiere la resonancia magnética. Es muy sensible, aunque ella es posible valorar de modo eficaz articulaciones que eran difíciles de
poco específica, en el diagnóstico de las alteraciones inflamatorias y meta- visualizar por radiografía (como la cigoapofisaria, las sacroilíacas, las es-
bólicas del hueso y de las estructuras periarticulares formadas por tejidos ternoclaviculares y de la cadera). La CT ha sido útil en el diagnóstico de

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2225

CAPÍTULO 393
FIGURA 3937. Tomografía computarizada de energía doble (DECT) en una mujer de 45 años de edad con edema del tobillo derecho alrededor del ma-
léolo lateral. Imagen coronal de una DECT tridimensional reformateada con “renderización” de volumen demostrando que el tumor consta de urato monosódico
(rojo) confirmando un tofo (flecha). (Utilizado con autorización de Nicolaou et al.: AJR 194:1072, 2010).

Valoración de los trastornos articulares y musculoesqueléticos


síndromes de lumbalgia (p. ej., para diferenciar entre estenosis raquídea y
la hernia de disco), sacroileítis, osteoma osteoide y fracturas por fatiga.
Una nueva técnica que es rápida, rentable y sensible para el diagnóstico de
embolia pulmonar o fracturas poco manifiestas, a menudo dentro del
marco de signos inicialmente equívocos, es la CT helicoidal o espiral (con
angiografía con medio de contraste o sin ella). Es posible recomendar la
CT de alta resolución para valorar alguna neumopatía infiltrante sospe-
chada o confirmada (como esclerodermia o pulmón reumatoide). El uso
reciente de técnicas combinadas [CT con emisión de positrones (PET, po-
sitron emission tomography)/CT o CT de emisión de fotón único (SPECT,
single photon emission computed tomography)] en la valoración en busca
de metástasis ha incorporado a la CT para obtener una mejor localización
anatómica de las anomalías detectadas por gammagrafía.
El radiofármaco más utilizado en la PETscan es la 18F-fluorodesoxiglu-
cosa (FDG). La PET/CT con FDG se ha utilizado muy poco para la valo-
ración de la artritis séptica o inflamatoria. La CT de doble energía (DECT),
diseñada en urología para identificar cálculos urinarios, ha resultado ser
muy sensible y específica para identificar y medir el depósito de ácido úri-
co en los tejidos (fig. 393-7). Con la MRI se ha ampliado notablemente la
capacidad de visualizar estructuras musculoesqueléticas. Tiene la ventaja
de generar imágenes en múltiples planos con detalle anatómico fino y re-
solución por contraste (fig. 393-8), que mejora sensiblemente la posibili-
dad de visualizar la médula ósea y estructuras periarticulares blandas. A
pesar de que es más costosa y tiene un tiempo de realización más largo que
la CT, la resonancia se ha vuelto la técnica preferida en valoración de tras-
tornos musculoesqueléticos complejos.
Por medio de la resonancia magnética se pueden obtener imágenes de
aponeurosis, vasos, nervios, músculos, cartílagos, ligamentos, tendones,
pannus, derrames sinoviales y médula ósea. La visualización de estructu-
ras particulares se puede mejorar si se altera la secuencia de pulsos para
generar un eco-espín con predominio de T1 o T2, un eco de gradiente o
recuperación de la inversión [incluida la recuperación de inversión de tau FIGURA 3938. Sensibilidad superior de la MRI en el diagnóstico de osteone-
corta (STIR, short tau inversion recovery)]. La MRI, por su sensibilidad crosis de la cabeza femoral. Una mujer de 45 años tratada con glucocorticoi-
para identificar cambios de la grasa medular, es una técnica sensible pero des en dosis altas experimentó dolor en la cadera derecha. Las radiografías ordi-
inespecífica para la detección de osteonecrosis, osteomielitis e inflama- narias (arriba) mostraron sólo una esclerosis leve de la cadera femoral derecha.
ción de médula que denote sinovitis u osteítis suprayacentes (fig. 393-8). La MRI ponderada en T1 (abajo) reveló una señal de baja densidad en la cadera
Esta técnica, al mejorar la resolución de tejidos blandos, es más sensible femoral derecha, diagnóstica de osteonecrosis.
que la artrografía o la CT en el diagnóstico de lesiones de tales estructuras
(desgarros de meniscos y del manguito de rotadores); perturbaciones in-
traarticulares; anomalías de médula ósea (osteonecrosis, mieloma) y daño Agradecimiento
de médula espinal o raíces nerviosas, sinovitis o pérdida o daño de cartí- El autor agradece las contribuciones del Dr. Peter E. Lipsky en las ediciones
lago. previas.

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