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una serie de análisis de laboratorio para confirmar el diagnóstico. El obje- por dolor profundo o difuso, limitación del arco de movimiento tanto pa-
tivo de la valoración musculoesquelética es formular un diagnóstico diferen- sivo como activo, edema (por proliferación sinovial, derrame o hiperplasia
cial para establecer el diagnóstico preciso y tratamiento oportuno, evitando ósea), crepitación, inestabilidad, “trabazón” o deformidad. En cambio, los
los estudios excesivos y el tratamiento innecesario (cuadro 393-1). Existen trastornos que no son articulares tienden a ser dolorosos durante los mo-
varios trastornos urgentes que se deben diagnosticar con rapidez a fin de vimientos activos pero no en los pasivos. Los trastornos periarticulares se
evitar secuelas importantes o la muerte. Estos diagnósticos de “alarma” son acompañan de hipersensibilidad focal en regiones adyacentes a las estruc-
artritis séptica, artritis aguda inducida por cristales (p. ej., gota) y fracturas. turas articulares y de signos físicos lejos de la cápsula articular. Además,
Todas ellas se deben sospechar si existen molestias monoarticulares o focales las enfermedades no articulares rara vez se acompañan de edema, crepita-
Trastornos inflamatorios y reumatológicos mediados por inmunidad
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ALGORITMO PARA TRASTORNOS MUSCULOESQUELÉTICOS
Síntomas musculoesqueléticos
CAPÍTULO 393
¿Existe inflamación?
Considerar 1. ¿Hay rigidez matutina prolongada?
rArtritis aguda 2. ¿Hay tumefacción de tejidos blandos?
rArtritis infecciosa 3. ¿Hay síntomas generalizados?
rGota 4. ¿Hay elevación de ESR o de CRP?
rPseudogota
rArtritis reactiva No Sí
rPresentación inicial
de artritis crónica Artritis no Artritis
¿Cuántas articulaciones
1–3 >3
No Sí
FIGURA 3931. Algoritmo para el diagnóstico de trastornos musculoesqueléticos. Método para la formulación de un diagnóstico diferencial (en cursivas). CMC,
carpometacarpiana; CRP, proteína C reactiva; DIP, interfalángica distal; ESR, tasa de eritrosedimentación; JIA, artritis juvenil idiopática; MCP, metacarpofalángica; MTP,
metatarsofalángica [metatarsophalangeal]; PIP, interfalángica proximal; PMR, polimialgia reumática; SLE, lupus eritematoso sistémico.
matorio crónico), reducir las posibilidades diagnósticas y valorar la nece- sobreuso y fibromialgia, por lo que es importante tenerlas en mente du-
sidad de diagnóstico y tratamiento inmediatos o continuar la observación. rante la consulta inicial. Si se excluyen estas posibilidades, entonces se
En la figura 393-1 se muestra un algoritmo para la valoración de los pa- consideran otras enfermedades de acuerdo a la edad del paciente. Por tan-
cientes con trastornos musculoesqueléticos. Tal estrategia es muy eficaz y to, los pacientes <60 años de edad a menudo padecen trastornos por uso
obedece a una serie de características clínicas y de la historia clínica, en repetitivo/tensión, gota (exclusivamente varones), RA, espondiloartritis y,
lugar de análisis, para diagnosticar muchas de las enfermedades reumáti- con menor frecuencia, artritis infecciosa. Los pacientes >60 años de edad
cas más frecuentes. a menudo padecen OA, artritis por cristales (gota y pseudogota), polimial-
Otra estrategia más sencilla primero toma en consideración las moles- gia reumática, fractura osteoporótica y, en raras ocasiones, artritis séptica.
tias más frecuentes en la población más joven frente a la más madura. En Tales enfermedades son entre 10 y 100 veces más frecuentes que otros tras-
la figura 393-2 se muestran las causas más frecuentes de síntomas muscu- tornos autoinmunitarios como lupus eritematoso sistémico, escleroder-
loesqueléticos; las principales son traumatismos, fracturas, síndromes por mia, polimiositis y vasculitis.
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2218 toide. Los trastornos no articulares se clasifican en focales o diseminados.
TRASTORNOS MUSCULOESQUELÉTICOS MÁS FRECUENTES
Las molestias secundarias a un traumatismo y a la gota son focales o mo-
noarticulares, mientras que otras, como las de polimiositis, artritis reuma-
Fractura traumática ¿Lumbalgia? toide y fibromialgia son más difusas o poliarticulares. La lesión articular
Mayor en la artritis reumatoide tiende a ser simétrica y en espondiloartropatías y
gota son asimétricas y oligoarticulares. La OA y artritis psoriásica pueden
Evaluación ortopédica ser simétricas o asimétricas y oligoarticulares o poliarticulares.
La artritis reumatoide y la osteoartrosis a menudo abarcan las extremi-
Fibromialgia dades superiores, en tanto que la artritis de las extremidades inferiores es
característica de la artritis reactiva y la gota en sus etapas iniciales. Tanto
Edad <60 años Edad >60 años
la artrosis como la espondilitis anquilosante suelen extenderse hasta el es-
queleto axial, lo que es raro en la artritis reumatoide con excepción notable
Lesión por distensión Osteoartritis de la columna vertebral cervical.
FRECUENCIA
repetitiva (tendinitis, bursitis) La anamnesis también permite identificar los eventos precipitantes como
traumatismos, fármacos (cuadro 393-2), enfermedades previas o conco-
Gota, mitantes (fiebre reumática, artritis reactiva, hepatitis), trastornos que con-
Gota (exclusivamente varones) pseudogota tribuyen a las molestias del paciente. Algunas enfermedades coexistentes
pueden predisponer a la aparición de secuelas de tipo musculoesquelético.
Artritis reumatoide Polimialgia reumática
Esto resulta en especial, verdadero para la diabetes mellitus (síndrome del
túnel carpiano), insuficiencia renal (gota), depresión o insomnio (fibro-
mialgia), mieloma (lumbalgia), cáncer (miositis) y osteoporosis (fractura)
Artritis psoriásica reactiva, Fractura osteoporótica o cuando se utilizan ciertos fármacos como glucocorticoides (osteonecro-
artritis por IBD sis, artritis séptica) y diuréticos o quimioterapia (gota) (cuadro 393-2).
Por último, a través de la revisión reumatológica de aparatos y sistemas es
posible identificar algunos signos diagnósticos útiles. Diversos trastornos
PARTE 15
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(artritis reactiva, gonococemia), sistema nervioso (enfermedad de Lyme, EXPLORACIÓN FÍSICA 2219
vasculitis).
El objetivo de ésta consiste en determinar las estructuras afectadas, la na-
turaleza de la enfermedad subyacente, la magnitud y las consecuencias
funcionales del proceso, así como la presencia de manifestaciones genera-
VALORACIÓN REUMATOLÓGICA DEL ANCIANO lizadas o extraarticulares. Para identificar las localizaciones de afección
La frecuencia de las enfermedades reumáticas aumenta con la edad, de tal primaria y diferenciar los trastornos articulares de los no articulares, se
forma que 58% de los individuos >65 años tiene alguna molestia articular. debe conocer la anatomía topográfica. La exploración musculoesquelética
Los trastornos musculoesqueléticos con frecuencia no se diagnostican en depende en gran medida de inspección y palpación cuidadosas y de dis-
el anciano, puesto que los signos y síntomas son insidiosos, crónicos o tintas maniobras físicas específicas que ponen al descubierto signos diag-
enmascarados por otras enfermedades concomitantes. A estas dificultades nósticos (cuadro 393-3). Aunque la mayoría de las articulaciones del
se suman la menor fiabilidad de las pruebas de laboratorio en este grupo esqueleto apendicular pueden explorarse de esta forma, en muchas articu-
de edad, por la mayor variabilidad no patológica. Por ejemplo, la tasa de laciones axiales (p. ej., las interapofisarias) no es posible llevar a cabo una
eritrosedimentación (ESR) puede ser engañosamente elevada, mientras inspección y palpación adecuadas; además, existen articulaciones que son
que se pueden reportar títulos bajos de factor reumatoide o de anticuerpos totalmente inaccesibles (sacroilíacas o cadera). En estos casos, las manio-
antinucleares (ANA) hasta en 15% de los ancianos. Aunque esta población bras específicas y las técnicas de imagen proporcionan una valoración mu-
puede sufrir casi todos los trastornos reumáticos, los pacientes geriátricos cho más fiable.
son en particular propensos a osteoartrosis, osteoporosis, fracturas os- La exploración de las articulaciones dañadas y sanas define si existe do-
teoporóticas, gota, pseudogota, polimialgia reumática, vasculitis y trastor- lor, calor, eritema o edema. También es importante establecer la ubicación
nos provocados por fármacos (cuadro 393-2). El médico debe abordar al y el grado de dolor que se provoca con la palpación o los movimientos. Un
anciano en la misma forma que lo hace con otros pacientes que padecen ejemplo sería contar el número de articulaciones que duelen a la palpación,
problemas musculoesqueléticos, pero presta atención especial al identifi- de las 28 articulaciones de exploración fácil [interfalángicas proximales
car las posibles consecuencias reumáticas de enfermedades clínicas co- (PIP, proximal interphalangeals); metacarpofalángicas (MCP, metacarpo-
existentes o tratamientos. La exploración física debe identificar la naturaleza phalangeals), muñecas, codos, hombros y rodillas]. En forma semejante, se
CAPÍTULO 393
de las manifestaciones musculoesqueléticas así como las enfermedades cuenta y documenta el número de articulaciones inflamadas (0 a 28). Por
coexistentes que puedan influir en el diagnóstico y en el tratamiento. medio de la exploración minuciosa es necesario diferenciar entre el edema
articular verdadero (causado por derrame o proliferación sinovial) y el
ataque extraarticular (o periarticular) que por lo común abarca zonas más
allá de los bordes articulares normales. El derrame sinovial se distingue de
VALORACIÓN REUMATOLÓGICA DEL PACIENTE HOSPITALIZADO la hipertrofia sinovial o la hipertrofia ósea por medio de palpación o con
La valoración del paciente hospitalizado con molestias reumáticas difiere ciertas maniobras. Por ejemplo, un derrame pequeño o moderado de la
de la del paciente ambulatorio en el sentido de que los síntomas son más rodilla se identifica por medio del “signo del abultamiento” o “peloteo de
pronunciados, el cuadro es más agudo y existe una mayor interrelación la rótula”. Los derrames bursales (del olécranon o la bolsa prerrotuliana) se
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2220 ria, se valora por medio de inspección y palpación. El edema o volumen
articular se define por medio de la palpación.
La distensión de la cápsula articular produce dolor y tumefacción evi-
dente. El paciente intentará reducir el dolor manteniendo la articulación
en la posición con la menor presión intraarticular y el mayor volumen,
casi siempre en flexión parcial. Es por esta causa que los derrames inflama-
torios pueden causar contracturas en flexión. En la clínica, este fenómeno DIP: OA,
se detecta en forma de edema fluctuante o “blando” en las articulaciones artritis reactiva
grandes y compresión como uvas en las articulaciones más pequeñas. La o psoriásica
inflamación provoca deformidades en flexión fija o reduce la esfera de mo-
vimiento, en especial en extensión, cuando disminuyen los volúmenes ar- PIP: OA, SLE, RA,
ticulares. Los arcos de movimiento activos y pasivos se valoran en todos los artritis psoriásica
planos, con comparación contralateral. Puede utilizarse un goniómetro
para medir el arco de movimiento. Cada articulación se tiene que exami- MCP: RA,
nar a lo largo de su arco de movimiento (incluyendo, cuando corresponda, pseudogota,
flexión, extensión, rotación, abducción, aducción, inclinación lateral, in- hemocromatosis
versión, eversión, supinación, pronación, desviación medial o lateral, fle-
xión plantar o inclinación). El síndrome de hipermovilidad revela un arco 1a CMC: OA
de movimiento excesivo acompañado de dolor articular y laxitud del teji-
do conjuntivo, a menudo con síndrome de Ehlers-Danlos o Marfan. Los Muñeca: RA, pseudogota,
movimientos suelen limitarse por derrames, dolor, deformidad o contrac- Tenosinovitis artritis gonocócica y
tura, o restricción. Cuando el movimiento pasivo excede al movimiento de De Quervain juvenil, síndrome del
activo se debe pensar en la posibilidad de un trastorno periarticular (p. ej., túnel del campo
rotura de un tendón o miopatía). Las contracturas reflejan a menudo infla-
mación o traumatismo sinovial previo. Durante la palpación y maniobras
PARTE 15
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El síndrome del túnel del carpo es otro trastorno común de la extremi- pección manual de las estructuras periarticulares suele proporcionar in- 2221
dad superior y se debe a la compresión del nervio mediano en el interior formación diagnóstica útil. El mejor método para detectar la lesión
del túnel del carpo, lo que se traduce en parestesias del pulgar, de los dedos glenohumeral es colocar el pulgar sobre la articulación glenohumeral en el
segundo y tercero y de la mitad radial del cuarto, así como en ocasiones, punto medial e inferior a la apófisis coracoides y presionar en sentido an-
atrofia de la musculatura tenar. El síndrome del túnel del carpo suele aso- terior mientras se rota en sentido interno y externo la cabeza humeral. El
ciarse a embarazo, edema, traumatismos, artrosis, artritis inflamatoria y dolor circunscrito a esta región indica patología glenohumeral. Rara vez es
trastornos infiltrativos (p. ej., amiloidosis). Los signos de Tinel o Phalen posible palpar un derrame sinovial o de los tejidos, pero cuando existe
positivos corroboran el diagnóstico. En ambas pruebas, el golpeteo repeti- sugiere infección, RA, amiloidosis o una laceración aguda del manguito de
do con el pulgar de la cara palmar de la muñeca (signo de Tinel) o la pre- los rotadores. El médico debe aplicar presión manual directa sobre la bolsa
sión sobre las superficies extensoras de las dos muñecas flexionadas una subacromial, que se encuentra por fuera e inmediatamente debajo del
contra otra (signo de Phalen). La sensibilidad reducida y especificidad acromion. La bursitis subacromial es una causa frecuente de dolor en el
moderada de estas pruebas obliga a realizar una prueba de velocidad de la hombro (fig. 393-4). Por delante de la bolsa subacromial, el tendón bicipi-
conducción nerviosa para confirmar el diagnóstico. tal sigue su trayecto en el surco bicipital. La mejor forma de identificarlo es
por palpación en el surco haciendo que el paciente rote el húmero hacia
DOLOR DE HOMBRO adentro y afuera. La presión directa sobre el tendón puede inducir un do-
En la valoración de los trastornos del hombro, el médico debe buscar en lor indicativo de tendinitis bicipital. La palpación de la articulación acro-
forma cuidadosa antecedentes de traumatismos, infecciones, enfermeda- mioclavicular puede desencadenar dolor local o revelar hipertrofia ósea o
des inflamatorias, riesgos laborales o enfermedades cervicales previas. Ade- tumefacción sinovial. Aunque la artrosis y la RA suelen afectar la articu-
más, se pregunta sobre las actividades o movimientos que desencadenan el lación acromioclavicular, es poco frecuente que la artrosis afecte la articu-
dolor. El dolor, durante el movimiento en cualquier plano sugiere artritis y lación glenohumeral, a menos que se deba a una causa traumática o laboral.
el dolor con un movimiento activo específico sugiere un problema periar- La tendinitis o el desgarro del manguito de los rotadores es causa
ticular (no articular). El dolor de hombro se origina en las articulaciones muy frecuente de dolor en el hombro. Casi 30% de los ancianos padece
glenohumeral o acromioclavicular, la bolsa subacromial (subdeltoidea) o hombro doloroso y la causa principal es la tendinitis o laceración del man-
CAPÍTULO 393
los tejidos blandos periarticulares (p. ej., fibromialgia, rotura/tendinitis del guito de los rotadores. Este manguito está formado por cuatro tendones
manguito de los rotadores) o en la columna cervical (fig. 393-4). Es fre- que fijan a la escápula al tercio proximal del húmero (supraespinoso, infra-
cuente que el dolor de hombro proceda de la columna cervical, aunque espinoso, redondo menor y subescapular). De éstos, el supraespinoso es el
también puede hacerlo desde lesiones intratorácicas (p. ej., un tumor de que se lesiona con más frecuencia. Se debe sospechar de tendinitis del
Pancoast) o de enfermedades que afectan vesícula biliar, hígado o diafrag- manguito de los rotadores cuando existe dolor durante la abducción activa
ma. Las mismas causas viscerales se manifiestan también en forma de do- (mas no durante la abducción pasiva), dolor sobre la cara lateral del deltoi-
lor escapular circunscrito. El médico sospecha la presencia de fibromialgia des, dolor nocturno y evidencia de pellizcamiento (dolor durante las acti-
cuando el dolor glenohumeral se acompaña de dolor periarticular difuso vidades en las que el brazo se coloca por arriba de la cabeza). El médico
(p. ej., subacromial o bicipital) y puntos hiperalgésicos (en el trapecio o el lleva a cabo la maniobra de Neer en busca de pinzamiento elevando el
Acromion Clavícula
DOLOR DE RODILLA
Tendón del El dolor de rodilla es secundario a anomalías intraarticulares (OR, RA),
supraespinoso
periarticulares (bursitis anserina, distensión del ligamento colateral) o es
referido desde una anomalía de cadera. La anamnesis detallada permite
Bolsa
subacromial
establecer la cronología del dolor de rodilla y la presencia de algún factor
predisponente, traumatismo o fármaco que pudiera ser la causa de la mo-
lestia. Así, un trastorno rotuliano femoral (p. ej., artrosis) puede originar
dolor en la cara anterior de la rodilla que aumenta al subir escaleras. Tam-
bién es importante observar la marcha del paciente. Hay que inspeccionar
Tendón de manera cuidadosa la rodilla en posición de pie (cargando) y en decúbi-
bicipital to prono y descartar tumefacción, eritema, alteraciones de la alineación,
traumatismo visible (contusiones, heridas) o deterioro muscular, y discre-
Húmero pancia en la longitud de las piernas. El defecto de alineación más frecuen-
te en la rodilla es el genu varum (pierna arqueada) o genu valgum (piernas
en X) resultado de la pérdida asimétrica de cartílago en la porción medial
o lateral. La tumefacción ósea de la articulación de la rodilla suele ser se-
Articulación cundaria a alteraciones óseas hipertróficas, comunes en trastornos como
glenohumeral artrosis y artropatía neuropática. La tumefacción causada por la hipertro-
(hombro) fia de las estructuras intrasinoviales (aumento del tamaño de la sinovial o
Músculo derrame articular) puede manifestarse con fluctuación, peloteo o como un
subescapular aumento del tejido blando en la bolsa suprarrotuliana (reflexión superior
de la cavidad sinovial) o en la zona interna o externa de la rodilla. Los de-
rrames articulares pueden detectarse también por el peloteo de la rótula
hacia abajo por el surco femoral, o explorando el “signo del bulto”. Con la
rodilla extendida, el médico comprime manualmente, u “ordeña”, el líqui-
do sinovial en sentido inferior desde la bolsa suprarrotuliana a un lado de
la rótula. Al aplicar presión manual lateral a la rótula se puede observar la
FIGURA 3934. Orígenes del hombro doloroso. El esquema de hombro indica desviación de líquido sinovial (abultamiento) hacia la cara medial. Es im-
con flechas los orígenes anatómicos del hombro doloroso. portante tener en cuenta que esta maniobra sólo es eficaz para detectar un
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2222 derrame pequeño o moderado (<100 mL). Muchos trastornos inflamatorios subyacente. Es posible que el dolor limite el arco de movimiento. El dolor
como artritis reumatoide, gota, pseudogota y artritis reactiva se extienden en la articulación de la cadera es menos frecuente y tiende a localizarse por
hasta la articulación de la rodilla originando dolor, rigidez, tumefacción o adelante, sobre el ligamento inguinal; puede radiarse hacia adentro, en di-
calor. La mejor forma de palpar un quiste poplíteo de Baker es con la rodilla rección a la ingle, o a lo largo de la cara anteromedial del muslo. En raras
parcialmente flexionada; dicho quiste se observa mejor con el paciente ocasiones, el antecedente de traumatismo o de artritis inflamatoria permi-
de pie y las rodillas completamente extendidas para observar la presencia de te sugerir el diagnóstico de bursitis del iliopsoas. El dolor asociado a este
hinchazón poplítea desde la proyección posterior. tipo de bursitis tiende a empeorar con la hiperextensión de la cadera, y
La bursitis anserina es un trastorno que comúnmente se pasa por alto y muchos pacientes prefieren flexionar y rotar en forma externa la cadera
que puede causar dolor de la rodilla en los adultos. La bolsa anserina del para reducir el dolor provocado por una bolsa distendida.
pie se ubica bajo la inserción de los tendones conjuntos (sartorio, grácil,
semitendinoso) en la porción proximal de la cara anteromedial de la tibia PRUEBAS DE LABORATORIO
y duele como consecuencia de un traumatismo, sobreuso o inflamación.
En los pacientes con fibromialgia, obesidad y osteoartritis rotuliana la bur- La mayoría de los trastornos musculoesqueléticos pueden diagnosticarse
sitis casi siempre es dolorosa. Otras bursitis se pueden presentar también fácilmente por medio de anamnesis y exploración física completas. Otro
con dolor de rodilla. La bolsa prerrotuliana es superficial y se encuentra objetivo de la visita inicial consiste en determinar si son necesarios estu-
sobre la parte inferior de la rótula. La bolsa infrarrotuliana es más profun- dios adicionales o se requiere instaurar un tratamiento inmediato. Se debe
da; se halla por debajo del ligamento rotuliano, antes de su inserción en la realizar una valoración ulterior en caso de 1) problemas monoarticulares;
tuberosidad anterior de la tibia. 2) problemas traumáticos o inflamatorios; 3) presencia de datos neuroló-
Las alteraciones internas de la rodilla pueden ser causadas por trauma- gicos; 4) manifestaciones generalizadas, o 5) síntomas crónicos (>6 sema-
tismos o procesos degenerativos. La lesión del cartílago del menisco (inter- nas) y falta de respuesta a las medidas paliativas. La amplitud y naturaleza
no o externo) suele manifestarse con dolor crónico o intermitente en la de las pruebas adicionales deben estar guiadas por las manifestaciones
rodilla. Debe pensarse en esta lesión en caso de antecedente traumático o clínicas y por la sospecha diagnóstica inicial. Los resultados de los análisis
de actividad deportiva y cuando el paciente relata síntomas de bloqueo, de laboratorio se utilizan para confirmar un diagnóstico clínico específico
chasquidos o sensación de que la articulación “cede”. Con la rodilla flexio- y no como herramienta de detección ni para valorar a los pacientes con
nada a 90° y con el pie del paciente sobre la mesa, el dolor durante la palpa- molestias reumáticas vagas. El uso indiscriminado de extensas baterías de
PARTE 15
ción de la línea articular o al aplicar presión en la rodilla en sentido lateral pruebas diagnósticas y de procedimientos radiológicos rara vez es un me-
o medial, sugiere rotura de menisco. La prueba de McMurray positiva pue- dio útil y económicamente racional de establecer un diagnóstico.
de indicar un desgarro del menisco. Para realizarla, se fija la rodilla en fle- Además de una biometría hemática completa con recuento diferencial
xión de 90° y entonces se extiende la pierna, al mismo tiempo que se rota de leucocitos, el estudio sistemático debe incluir la determinación de un
hacia adentro o afuera. Un chasquido doloroso durante la rotación interna indicador de fase aguda, como la tasa de eritrosedimentación (ESR) o la
puede indicar rotura del menisco externo, y el dolor durante la rotación proteína C reactiva, que puede ayudar a discriminar los trastornos muscu-
externa, rotura del menisco interno. Por último, si el paciente tiene dolor loesqueléticos inflamatorios de los no inflamatorios. Las dos determina-
ciones son poco costosas y fáciles de hacer; sus valores se aumentan en
Trastornos inflamatorios y reumatológicos mediados por inmunidad
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muestra una correlación precisa con la intensidad de la enfermedad. La positivos. La interpretación de una prueba positiva de ANA podría depen- 2223
concentración de ácido úrico (y el riesgo de gota) puede aumentar por der de la magnitud del título y de las características observadas en la mi-
metabolopatías congénitas (síndrome de Lesch-Nyhan), cuadros patológi- croscopia de inmunofluorescencia (cuadro 393-4). Las imágenes difusas y
cos (insuficiencia renal, enfermedades mieloproliferativas o psoriasis) o “moteadas” son menos específicas, en tanto que la imagen periférica o de
drogas-fármacos (alcohol, citotóxicos o tiazídicos). Si bien en casi todos “aureola” (vinculada con autoanticuerpos contra DNA nativo de doble ca-
los pacientes se observa hiperuricemia en algún momento de la enferme- dena) es muy específica y sugerente de lupus. Se observan patrones centró-
dad, hasta 5% de los pacientes con un episodio agudo de gota muestra una meros en los pacientes con esclerodermia limitada [calcinosis, fenómeno
concentración normal de ácido úrico, al parecer a causa de que la inflama- de Raynaud, lesión esofágica, esclerodactilia, síndrome de telangiectasia
ción aguda aumenta la excreción de ácido úrico. Para valorar la respuesta (CREST)] o esclerosis biliar primaria y patrones nucleolares en los pacien-
al tratamiento hipouricémico o la quimioterapia, es útil vigilar el ácido tes con esclerosis generalizada difusa o miositis inflamatoria.
úrico sérico, porque la meta del tratamiento es reducir el urato sérico a <6 La aspiración y el análisis de líquido sinovial siempre están indicados
mg/100 mL. en la monoartritis aguda o si se sospecha una artropatía infecciosa o indu-
Las pruebas serológicas de factor reumatoide, anticuerpos contra pép- cida por cristales. Las características de dicho líquido permiten diferenciar
tidos citrulinados cíclicos (CCP, cyclic citrullinated peptide), anticuerpos entre cuadros no inflamatorios e inflamatorios, por el análisis de su aspec-
antinucleares (ANA), concentración de complemento, anticuerpos cito- to, viscosidad y número de células. No se recomiendan las pruebas para
plásmicos contra neutrófilos (ANCA, antineutrophil cytoplasmic antibo- medir glucosa, proteínas, deshidrogenasa láctica, ácido láctico o los au-
dies) o anti-Lyme y la concentración de antiestreptolisina (ASO) sólo se toanticuerpos en el líquido sinovial ya que no tienen utilidad diagnóstica.
realizan cuando existen datos clínicos que sugieren un diagnóstico perti- El líquido sinovial normal es claro, de color pajizo pálido y viscoso, funda-
nente, puesto que tienen un valor predictivo muy reducido cuando se uti- mentalmente por las altas concentraciones de hialuronato. El líquido si-
lizan con fines de detección, en especial cuando es baja la probabilidad novial no inflamatorio es claro, viscoso y de color ámbar, con recuento
antes del estudio. Para la mayor parte de éstos, es inútil repetir las pruebas leucocítico <2 000/μL en el que predominan células mononucleares. La
serológicas o llevar a cabo pruebas seriadas. Si bien entre 4 y 5% de la po- viscosidad del líquido sinovial se valora haciendo que drene de la jeringa
blación sana tendrá resultados positivos en las pruebas de factor reumatoi- gota a gota; normalmente se observa un efecto de filancia, ya que la gota
CAPÍTULO 393
de y ANA, sólo 1 y <0.4% de la población padecerá artritis reumatoide o deja una larga cola tras de sí. Los derrames causados por artrosis o trauma-
lupus eritematoso sistémico (SLE), respectivamente. La IgM de factor reu- tismos suelen tener esta viscosidad típica. En cambio, el líquido inflamato-
matoide (autoanticuerpos contra la porción Fc de la IgG) se observa en rio es turbio y amarillento, con aumento del número de leucocitos (2 000
80% de los pacientes con artritis reumatoide y en concentración reducida a 50 000 células/μL) y predominio de polimorfonucleares; su viscosidad
también en los pacientes con infecciones crónicas (tuberculosis, lepra, he- es menor, su concentración de hialuronato es baja y no forma cola o ésta es
patitis); otras enfermedades autoinmunitarias (lupus eritematoso sistémi- muy pequeña cuando se deja caer una gota. Los derrames de ese tipo se
co, síndrome de Sjögren) y enfermedades crónicas pulmonares, hepáticas observan en la artritis reumatoide, la gota y otras artritis inflamatorias. El
o renales. Al considerar la posibilidad de RA, es importante medir el RF y líquido séptico es opaco y purulento y el número de leucocitos por lo co-
los anticuerpos anti-CCP séricos, porque éstos son complementarios. La mún es >50 000 células/μL con predominio de polimorfonucleares (>75%)
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2224 CUADRO 3935 Imagenología diagnóstica de las enfermedades
INTERPRETACIÓN DE LA ASPIRACIÓN DEL LÍQUIDO SINOVIAL
musculoesqueléticas
Existe una clara indicación para aspirar y analizar
el líquido sinovial en casos de Duración
r.POPBSUSJUJT BHVEBPDSÓOJDB del estu-
r5SBVNBUJTNPDPOEFSSBNFBSUJDVMBS Método dio, horas Costoa Indicaciones actuales
r.POPBSUSJUJTFOVOQBDJFOUFDPOQPMJBSUSJUJTDSÓOJDB
r4PTQFDIBEFJOGFDDJÓOBSUJDVMBS BSUSJUJTQSPWPDBEBQPSDSJTUBMFT Ecografía <1 ++ Quiste sinovial (Baker)
PIFNBSUSPTJT Laceraciones del manguito de los rota-
dores
Analizar el líquido para:
r"TQFDUP WJTDPTJEBE Bursitis, tendinitis, lesión tendinosa
r-FVDPDJUPT EJGFSFODJBM Entesitis
r5JODJÓOEF(SBN DVMUJWP Síndrome del túnel carpiano
ZTFOTJCJMJEBE DVBOEP y&TIFNPSSÃHJDP
FTUÃJOEJDBEP FMEFSSBNF Depósito de urato o pirofosfato de cal-
r*EFOUJGJDBDJÓOEFDSJTUBMFT cio en el cartílago
QPSNFEJPEF Detección precoz de inflamación o ero-
NJDSPTDPQJBQPMBSJ[BEB sión sinovial
/P 4Î Inyección bajo guía ecográfica/artro-
centesis
Cuadro articular Considerar
JOGMBNBUPSJPP Gammagrafía
r5SBVNBUJTNPP
OPJOGMBNBUPSJP BMUFSBDJÓONFDÃOJDB con isótopos
r$PBHVMPQBUÎB radiactivos
r"SUSPQBUÎBOFVSPQÃUJDB 99mTc 1-4 ++ Búsqueda de metástasis óseas
r0USBT
¿Existen >2 000 leucocitos/μ- Valoración de enfermedad de Paget
/P 4Î Identificación de artritis oculta en
PARTE 15
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2225
CAPÍTULO 393
FIGURA 3937. Tomografía computarizada de energía doble (DECT) en una mujer de 45 años de edad con edema del tobillo derecho alrededor del ma-
léolo lateral. Imagen coronal de una DECT tridimensional reformateada con “renderización” de volumen demostrando que el tumor consta de urato monosódico
(rojo) confirmando un tofo (flecha). (Utilizado con autorización de Nicolaou et al.: AJR 194:1072, 2010).
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