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Capítulo 24

Artropatías degenerativas,
inflamatorias y neuropáticas
Otto Olivas, Emilio Calvo

La artrosis no debe considerarse solo un efecto del enveje­


Resumen cimiento, ya que, de hecho, se encuentran bien documentados
Las artropatías engloban un conjunto de patologías que los cambios metabólicos, estructurales y bioquímicos a nivel
afectan las articulaciones, asociándose a dolor y rigidez del cartílago articular. Es una combinación de factores sistémi­
articular. Pueden clasificarse en artropatías degenerativas, cos (genéticos) y locales (trauma mecánico, citoquinas, etc.)
cuyo ejemplo más característico es la artrosis, siendo su que convergen para dar lugar a esta entidad clínica.
órgano diana el cartílago articular, donde tiene lugar un La artrosis puede ser clasificada en primaria y secundaria,
proceso de degradación de las articulaciones de carga. siendo la primera la forma más frecuente, que se caracteriza
Otro grupo importante son las artropatías inflamatorias, cu-
por no tener un claro factor desencadenante. La artrosis secun­
yo órgano blanco es la membrana sinovial y engloba a la
daria puede deberse a alteraciones metabólicas (p. ej., hemo­
artritis reumatoide, las artritis microcristalinas, las espondi-
loartritis, la artritis psoriásica, entre las más importantes por cromatosis, acromegalia, etc.), anatómicas (p. ej., artrosis se­
su relevancia clínica y epidemiológica. Por último, tene- cuela de luxación congénita de cadera), trauma (traumatismos
mos la artropatía neuropática (osteoartropatía neuropática articulares, cirugías articulares, etc.), o ser una secuela de ar­
de Charcot), que es una artropatía indolora, degenerativa y tropatías inflamatorias (p. ej., artritis reumatoide, espondilo­
progresiva causada por un déficit neurológico subyacente. artropatías, artritis séptica, etc.).
En la artrosis, que puede ser primaria o secundaria, su tra- Existen múltiples factores que incrementan el riesgo de de­
tamiento radica principalmente en el control de dolor y la sarrollar artrosis, dentro de los cuales están la edad, la obesi­
limitación funcional. No tiene un tratamiento que modifi- dad, la predisposición genética, trauma previo, incongruencia
que la evolución de la enfermedad. Las artropatías inflama- articular, localización de articulación y el sexo, siendo la edad
torias, en cambio, tienen un componente de activación del el factor más fuertemente relacionado de manera directa con el
sistema inmunitario, por lo que sí se benefician de un tra- desarrollo de esta patología. La incongruencia articular (reduc­
tamiento inmunosupresor para controlar las manifestacio- ción inadecuada de fracturas articulares, displasia de cadera
nes clínicas, sin llegar a ser curativo.
previa, luxación recurrente de rótula, etc.) puede dar lugar a
una artrosis de inicio temprano. La práctica repetida de depor­
tes de alto impacto está fuertemente asociada con el desarrollo
de daño articular e incremento del riesgo de artrosis en miem­
Introducción bros inferiores. El sexo también influye el desarrollo de artro­
sis, dado que las mujeres tienen el doble de riesgo de desarro­
Las artropatías son un grupo heterogéneo de enfermedades que llarla que los hombres.
afectan las articulaciones y se caracterizan por la presencia de
dolor y limitación funcional. En el presente capítulo, describi­ Manifestaciones clínicas
remos con más detalle dichas patologías.
Aunque puede afectar a cualquier articulación, la artrosis afec­
ta principalmente a las rodillas, manos, pies, caderas, hombro
Artrosis y a la columna vertebral. Se caracteriza por dolor articular de
inicio insidioso, en ocasiones, mal localizado (dependiendo
Concepto de la articulación afectada), que empeora con la actividad físi­
Es una enfermedad degenerativa articular, caracterizada por ca. Otros síntomas frecuentes son la rigidez matutina de menos
erosiones en el cartílago articular, hipertrofia ósea, esclerosis de 30 min de duración, el crujido articular con los movimientos,
subcondral y alteraciones bioquímicas y morfológicas en la así como derrame articular, aunque este suele ser menos inten­
membrana sinovial y la capsula articular. Es una causa impor­ so que en las artropatías inflamatorias y suele asociarse a la
tante de discapacidad física, disminución de la calidad de vida presencia de cuerpos libres intraarticulares, osteocondromas o
e incremento en el uso de los servicios de salud.1 depósitos de microcristales. Otros signos físicos en la explora­

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256 Parte III  Patología general

ción son la deformidad ósea por crecimiento de tejidos periar­ externa, aducción y flexión fija. Hay que considerar siempre
ticulares, la mala alineación del eje de los miembros, la inesta­ otros diagnósticos diferenciales en pacientes con dolor a nivel
bilidad articular, las alteraciones en la marcha, la presencia de de la cintura pélvica (pinzamiento femoroacetabular, necrosis
quistes sinoviales y el dolor a la palpación articular. avascular, trocanteritis, bursitis del iliopsoas, etc.).
Existen algunos patrones bien diferenciados según la loca­ La artrosis glenohumeral es menos frecuente y, por lo ge­
lización de la articulación afectada.2 La artrosis de rodilla es neral, mejor tolerada.
usualmente bilateral y se asocia a la artrosis en manos, princi­ La artrosis de columna vertebral puede presentarse como
palmente, en mujeres. De presentarse dolor o tumefacción en discartrosis o bajo la forma de artrosis facetaria. Esta última es
el hueco poplíteo, debe sospecharse la presencia concomitante un hallazgo frecuente y se asocia con dolor lumbar que mejora
de un quiste de Baker. Alteraciones del alineamiento articular con la flexión espinal y el decúbito supino. Los segmentos más
como genu varo o, menos frecuentemente, genu valgo pueden afectados suelen ser la columna cervical y lumbar. Además del
observarse en la evolución. En estadios avanzados, se limita el dolor, también pueden presentarse síntomas neurológicos co­
movimiento articular y pueden aparecer deformidades en flexo. mo parestesias y debilidad por compresión de las raíces nervio­
La artrosis de manos es una de las localizaciones más fre­ sas o estenosis compresiva del canal espinal.
cuentes y suelen verse afectadas en forma simétrica las articu­ El diagnóstico de la artrosis es eminentemente clínico. Si
laciones interfalángicas proximales (IFP) y distales (IFD) con el diagnóstico es altamente sugestivo sobre la base de la histo­
aparición de nódulos (denominados de Bouchard en IFP y de ria clínica y la anamnesis, las radiografías no son siempre ne­
Heberden en IFD). Con frecuencia, también se suma la afecta­ cesarias. El objetivo de solicitar pruebas complementarias es
ción de la articulación trapeciometacarpiana (TMC) (fig. 24‑1). descartar otras patologías metabólicas o inflamatorias poten­
Existen dos formas, una nodal y otra erosiva con un mayor cialmente tratables.
componente inflamatorio, asociada a cambios erosivos subcon­
drales, que obliga a hacer un diagnóstico diferencial con la Pruebas complementarias
artritis psoriásica y la artritis reumatoide.
La artrosis de cadera se caracteriza por dolor en la ingle; Es recomendable realizar radiografías para confirmar el diagnós­
sin embargo, también puede localizarse en la región anterola­ tico y excluir otros, principalmente, cuando existen dudas acerca
teral del muslo, en el glúteo o incluso en la rodilla del lado del mismo, cuando la afectación articular es atípica o cuando los
afecto. Empeora al incorporarse y al caminar. En el examen hallazgos clínicos sugieren otros diagnósticos (artropatías infla­
físico, se observa dolor y/o limitación a la rotación interna en matorias, enfermedad de Paget, osteonecrosis, neoplasias). Los
flexión de la cadera. En estadios avanzados, el paciente puede hallazgos radiográficos característicos de la artrosis son la pre­
desarrollar acortamiento de la extremidad afectada en rotación sencia de osteofitos, quistes y esclerosis subcondral, así como la
disminución del espacio articular3 (fig. 24‑2).
El líquido sinovial en la artrosis es normal o levemente
inflamatorio. Estudios adicionales del factor reumatoide o de
los anticuerpos antinucleares, por ejemplo, deben reservarse
para pacientes con sospecha de artropatía inflamatoria. Debe
realizarse un análisis de sangre completo con hemograma y
bioquímica antes de iniciar el tratamiento farmacológico en

Figura 24-1  Rizartrosis. Marcada disminución del espacio articular Figura 24-2  Artrosis de rodilla. Presencia de osteofitos, esclerosis
a nivel de la articulación trapeciometacarpiana. subcondral y disminución del espacio articular.

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Capítulo 24 Artropatías degenerativas, inflamatorias y neuropáticas 257

estos pacientes, especialmente, en ancianos, por el riesgo de evolución progresiva y destructiva con incremento de la mor­
efectos adversos con la medicación. talidad cardiovascular.

Tratamiento Manifestaciones clínicas


El tratamiento debe ser individualizado y puede dividirse en un Es una enfermedad con manifestaciones clínicas heterogéneas.
manejo no farmacológico, farmacológico y quirúrgico. Dado Clásicamente, se han descrito cinco patrones clásicos (oligoar­
que la artrosis es una enfermedad irreversible, es fundamental tritis asimétrica, poliartritis simétrica, afectación axial pura,
la implicación del paciente, quien tiene que entender el proble­ afectación de las articulaciones IFD y artritis mutilante); sin
ma, dado que en su mano están las medidas más eficaces para embargo, estos patrones pueden variar en el tiempo y también
su bienestar. El tratamiento no farmacológico incluye la edu­ por el tratamiento. Ciertos hallazgos clínicos sugieren el diag­
cación al paciente, pérdida de peso en pacientes obesos, uso de nóstico de artritis psoriásica como oligoartritis, afectación un­
bastón (especialmente en pacientes con artrosis de cadera), gueal y entesitis. La presencia de dactilitis (tumefacción global
ejercicio aeróbico asociado a fortalecimiento de la musculatu­ de un dedo de la mano o el pie) es muy sugestiva de esta pato­
ra con ejercicios isométricos (siendo importante controlar el logía, aunque deben considerarse otras causas. El pie se encuen­
dolor antes de realizar el ejercicio), empleo de calzado adecua­ tra frecuentemente afectado (entesitis, dactilitis y artritis, espe­
do y uso tópico de calor o frío aplicados de diferentes formas. cialmente, en las articulaciones mediotarsianas y en las
El tratamiento farmacológico incluye el uso de medicación metatarsofalángicas). La afectación axial aislada es poco fre­
sistémica como analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos cuente y coexiste con grados variables de artritis periférica.
(AINE) y fármacos de acción lenta, los llamados SYSADOA El diagnóstico no es fácil en determinadas circunstancias
(SYmptomatic Slow Action Drugs for OsteoArthritis), y medica­ (pacientes sin psoriasis, títulos bajos de factor reumatoide, en­
ción intraarticular como los corticoides y el ácido hialurónico.2 tesitis aislada, etc.). Los criterios CASPAR permiten clasificar
Deben tomarse en consideración los potenciales efectos adver­ correctamente un caso como artritis psoriásica.7 En el diagnós­
sos de estos tratamientos. Para el control del dolor, se recomien­ tico diferencial, según la afectación sea mono- o poliarticular,
da en primer lugar según las guías actuales el uso de paracetamol deben descartarse artritis séptica, artritis microcristalinas y
en dosis de 3-4 g/día, aunque recientes estudios muestran un artritis reumatoide, entre otras causas.
efecto mínimo y efectos adversos gastrointestinales dosis-­
dependientes. Los AINE están indicados como fármacos de se­ Pruebas complementarias
gunda línea. Estos fármacos tienen potenciales efectos adversos
renales, gastrointestinales y cardiovasculares, por lo que deben No existen pruebas diagnósticas para la artritis psoriásica. Los
ser usados el menor tiempo posible y en dosis bajas, consideran­ reactantes de fase aguda están elevados solo en la mitad de los
do la situación de cada paciente. El naproxeno tiene el mejor casos. En las radiografías se observan erosiones, disminución
perfil de seguridad cardiovascular. Los fármacos opiáceos débi­ del espacio articular, afectación de las articulaciones IFD en
les están recomendados en las guías actuales en pacientes que manos y pies, osteolisis en lápiz-copa, anquilosis, periostitis,
no responden al tratamiento con paracetamol o AINE tópicos. proliferación ósea y ausencia de osteopenia yuxtaarticular.8
Los fármacos de acción lenta se caracterizan por que su
efecto se inicia luego de 2-3 semanas de iniciar su uso y per­ Tratamiento
sisten de 2 a 6 meses después del cese de su administración. El
ácido hialurónico, el condroitín sulfato y el sulfato de glucosa­ El objetivo del tratamiento es la remisión de la enfermedad o, en
mina están incluidos en este grupo. caso de no ser posible, reducir al mínimo la actividad inflamato­
El ácido hialurónico es un polisacárido y componente na­ ria. El tratamiento es similar al de la artritis reumatoide, con la
tural del cartílago, jugando un rol importante en la viscosidad diferencia de que en este caso hay que controlar la actividad
del líquido sinovial. Se administra por vía intraarticular y, se­ cutánea y articular, y no todos los fármacos son igual de eficaces
gún el tipo de preparación, puede ser administrado en dosis para ambas manifestaciones. Los AINE pueden usarse en fases
única o semanal durante 3-5 semanas.4,5 La glucosamina es un iniciales para aliviar los síntomas articulares. Los glucocorticoi­
aminomonosacárido necesario para la síntesis de glucosamino­ des pueden emplearse en infiltraciones articulares o por vía oral
glicanos. El condroitín sulfato es un proteoglicano. Ambos en dosis bajas. En aquellos pacientes con entesitis, dactilitis, tres
tienen diferentes efectos biológicos in vitro, aunque el meca­ o más articulaciones afectadas y falta de respuesta a AINE, debe
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nismo de acción de estos fármacos no está bien definido. La considerarse el uso de fármacos antirreumáticos modificadores
glucosamina se administra por vía oral en dosis de 1.500 mg/día de la enfermedad (FAME) como el metotrexato, leflunomida y
y el condroitín sulfato en dosis de 800-1.200 mg/día. La evi­ sulfasalazina, incluso en fases tempranas. Si el paciente es re­
dencia que apoya el uso de estos fármacos es muy débil.6 fractario a FAME, estaría indicado el uso de terapia biológica
con antagonistas del factor de necrosis tumoral a (TNF-a).1
Artritis psoriásica
Espondilitis anquilosante
Concepto
Es una artropatía inflamatoria asociada a psoriasis y, usualmen­
Concepto
te, los pacientes tienen un factor reumatoide negativo, pertene­ Pertenece a un grupo de enfermedades denominadas espondi­
ciente al espectro de las espondiloartropatías. Presenta una loartritis, que constituyen una familia de condiciones clínicas

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258 Parte III  Patología general

heterogéneas, pero relacionadas. Se caracteriza por sacroileítis


radiográfica (90% de los pacientes) y lumbalgia inflamatoria
crónica. La anquilosis de la columna vertebral tiende a aparecer
en etapas tardías de la enfermedad. Es más frecuente en varones
que en mujeres. Hasta el 84% de los pacientes con espondilitis
anquilosante (EA) son positivos para el antígeno leucocitario
humano (HLA) B27.

Manifestaciones clínicas
El síntoma más frecuente es el dolor lumbar inflamatorio cró­
nico con rigidez matutina asociada, que disminuye con la acti­
vidad física y presenta buena respuesta a los AINE. Este dolor
inicialmente se localiza en la región glútea. Hasta el 30% de
los pacientes presentan artritis periférica (principalmente en
extremidades inferiores, siendo la artritis de cadera la forma
más frecuente y grave), así como entesitis. También pueden
estar presentes manifestaciones extraarticulares, como uveítis,
enfermedad inflamatoria intestinal y psoriasis. En el examen
físico, se evidencia dolor a la presión directa sobre las articu­
laciones sacroilíacas, limitación permanente de movilidad de
la columna en los tres planos (flexoextensión, lateralización y
rotación) de acuerdo al grado de afectación por la enfermedad
y disminución de la expansión torácica. En algunos pacientes,
la enfermedad puede ser persistente dando lugar a anquilosis
espinal completa y cifosis permanente.
El diagnóstico se basa en la aplicación de los criterios de
Nueva York modificados; sin embargo, no son apropiados para Figura 24-3  Espondilitis anquilosante. Columna en «caña de bambú».
la detección precoz de la enfermedad. La resonancia magnética
es útil para el diagnóstico antes de la aparición de sacroileítis
radiológica.
Artritis reumatoide
Pruebas complementarias
Valores normales de reactantes de fase aguda (proteína C
Concepto
reactiva [PCR] o velocidad de sedimentación globular [VSG]) La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune sistémi­
no excluyen enfermedad activa. Los cambios radiográficos ca crónica que está considerada como una de las artritis infla­
típicos de la EA se observan en el esqueleto axial, siendo lo matorias más comunes y se asocia a una morbilidad y mortali­
más característico la afectación de las articulaciones sacroi­ dad importantes. Clínicamente, se caracteriza por dolor e
líacas con presencia de pseudoensanchamiento, esclerosis, inflamación de pequeñas articulaciones que puede dar lugar a
formación de puentes óseos y, en fases más evolucionadas, limitación funcional a largo plazo.
anquilosis. También es típica la formación de sindesmofitos,
que consisten en osificaciones de las fibras externas del ani­ Manifestaciones clínicas
llo fibroso que forman puentes óseos intervertebrales. Cuan­
do estos se extienden a toda la columna, dan lugar a una Es más frecuente en mujeres que en hombres y, habitualmente,
imagen conocida como columna en «caña de bambú» 3 el inicio es insidioso, aunque también puede presentarse como
(fig. 24‑3). un cuadro agudo. Se caracteriza por dolor e inflamación articu­
lar aditiva y simétrica con afectación de las pequeñas articula­
Tratamiento ciones de manos y pies. En fases avanzadas, se presenta defor­
midad articular, siendo características las que se producen en
El objetivo del tratamiento es el control de los síntomas y de la las manos, como la deformidad en ojal (boutonnière, con hi­
inflamación, así como la prevención del daño estructural. Los perflexión de la articulación IFP e hiperextensión de la IFD),
AINE son los fármacos de primera línea, ya que, además de dedos en cuello de cisne (hiperextensión de la IFP e hiperflexión
reducir los síntomas, su administración puede reducir la pro­ de la IFD) y la desviación o ráfaga cubital (subluxación de los
gresión radiográfica. Los fármacos modificadores de la enfer­ dedos hacia el lado cubital y volar de la mano). Pueden afec­
medad (FAME) están recomendados cuando existe artritis pe­ tarse las grandes articulaciones de extremidades inferiores,
riférica que no responde al uso de AINE, ya que no son de superiores, y la columna cervical. En este último caso, es im­
utilidad en la afectación axial. El tratamiento con terapia bio­ portante la valoración de subluxación atloaxoidea anterior en
lógica anti-TNF-a está indicado en pacientes en los que el tra­ estos pacientes por medio de la radiografía simple (una distan­
tamiento estándar con AINE haya fallado. cia > 3 mm entre el arco anterior del atlas y la apófisis odon­

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Capítulo 24 Artropatías degenerativas, inflamatorias y neuropáticas 259

toides confirma el diagnóstico). Se puede producir daño articu­ Tratamiento


lar en los primeros años causando una gran limitación funcional
y un acortamiento de la esperanza de vida de entre 5 y 7 años Como tratamiento inicial durante la fase aguda o episodios de
por asociación con arterioesclerosis prematura.2 exacerbación, se utilizan AINE o dosis bajas-medias de corti­
coides por vía oral (aunque también se puede usar la vía intra­
Pruebas complementarias articular) para el control del dolor y la inflamación (pudiendo
utilizar pulsos de metilprednisolona en los casos de inicio agre­
El 80% de los pacientes suelen tener factor reumatoide posi­ sivo y con limitación funcional importante). Sin embargo, lo
tivo durante la evolución. Los anti-CCP son una herramienta más importante es iniciar un tratamiento precoz con FAME en
diagnóstica en estadios precoces de la enfermedad, sensible los primeros 3 meses para evitar la destrucción articular y la
y específica, en pacientes que no han desarrollado factor limitación funcional. El metotrexato es el fármaco de elección,
­reumatoide en su suero. El factor reumatoide puede estar pre­ aunque también se utilizan leflunomida, hidroxicloroquina y
sente en otras enfermedades autoinmunes y en infecciones sulfasalazina. En los casos de progresión radiológica y empeo­
crónicas como hepatitis C, sífilis, endocarditis bacteriana sub­ ramiento clínico a pesar de utilizar dosis plenas de metotrexato,
aguda y tuberculosis. La prevalencia del factor reumatoide el siguiente paso es utilizarlos en combinación, pero, si preve­
también se incrementa con la edad en individuos sanos. Ambos mos que la evolución va a ser agresiva, se recomienda el inicio
marcadores no se utilizan para el seguimiento clínico habitual. de terapia biológica (junto con FAME). Los anti-TNF (inflixi­
Los valores de la VSG y la PCR están típicamente elevados mab, etanercept, adalimumab, certolizumab pegol, golimumab),
en proporción con el grado de actividad de la enfermedad. La el tocilizumab y el abatacept son los fármacos de primera línea,
anemia moderada normocítica normocrómica es un hallazgo aunque también se puede utilizar el rituximab. En caso de ine­
frecuente. El estudio de líquido sinovial muestra un exudado ficacia, se debe cambiar a otro biológico (anti-TNF o no) para
inflamatorio. En la radiografía simple, los datos característicos el control de la enfermedad.
son el aumento de partes blandas, osteopenia yuxtaarticular,
disminución del espacio articular y presencia de erosiones
(fig. 24‑4).
Artropatías microcristalinas
El diagnóstico se hace por la clínica, los test de laboratorio
(factor reumatoide, anti-CCP, VSG, PCR, la presencia de ane­
Gota
mia o trombocitosis) y las pruebas de imagen (la presencia de Es la artropatía inflamatoria más frecuente. La característica
erosiones). La AR puede presentar durante su evolución afec­ analítica más destacable es la hiperuricemia, que da lugar a la
tación ocular (queratoconjuntivitis seca, escleritis, esclero­ formación y depósito de cristales de urato monosódico en las
malacia), afectación cardiopulmonar (serositis, bronquiolitis, articulaciones y tejidos blandos. Su manifestación clínica son
miocarditis), neuropatía periférica, asociación de síndrome de episodios de artritis aguda recurrente y autolimitada. Cuando
Felty (esplenomegalia, neutropenia e infecciones de repeti­ se presenta hiperuricemia prolongada, algunos pacientes pre­
ción), síndrome de Sjögren secundario o vasculitis asociada. sentan una enfermedad tofácea crónica.
Dentro del diagnóstico diferencial debe considerarse la artrosis La característica principal de la gota es el depósito de crista­
de manos, la polimialgia reumática, las artropatías microcris­ les de urato monosódico. El diagnóstico definitivo es la identifi­
talinas, las artritis reactivas, artritis por virus y las colageno­ cación de estos cristales en el líquido sinovial o en los tejidos. El
patías. primer ataque de gota generalmente se presenta como una mo­
noartritis de la primera articulación metatarsofalángica u otra
articulación en miembros inferiores. Dietas ricas en purinas, ci­
rugía, consumo de alcohol, enfermedad médica concomitante,
trauma y deshidratación son potenciales desencadenantes. Los
pacientes presentan intenso dolor en la articulación afectada, así
como limitación funcional. En la mayoría de los casos, el ataque
se resuelve en 7-10 días. Durante estos ataques, el estudio del
líquido sinovial es francamente inflamatorio; además, en los aná­
lisis de sangre se aprecian leucocitosis y elevación de los reac­
tantes de fase aguda. La determinación de los niveles de ácido
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úrico es importante; sin embargo, durante la fase aguda, hasta el


40% de los pacientes tienen niveles séricos de ácido úrico dentro
de la normalidad, por lo que debe repetirse la determinación
luego de estos episodios de artritis. En algunos pacientes, la hi­
peruricemia persistente da lugar a la formación de tofos, depósi­
tos de cristales de urato monosódico en el tejido subcutáneo y
zonas periarticulares, que pueden llegar incluso a invadir el hue­
so, generando erosiones óseas y daño articular.
Las radiografías en estos pacientes suelen ser normales,
Figura 24-4  Artritis reumatoide. Presencia de erosiones a nivel de especialmente en aquellos con un diagnóstico reciente. En pa­
metacarpianos de ambas manos, subluxación en articulaciones metacarpo­ cientes con una enfermedad evolucionada, se pueden observar
falángicas y desviación cubital. lesiones calcificadas en partes blandas (tofos) y erosiones

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óseas. La ecografía también tiene la capacidad de detectar ero­


siones, sinovitis y tofos en las articulaciones afectadas.
El manejo de la gota puede dividirse en tres objetivos tera­
péuticos: tratamiento de los ataques agudos, profilaxis contra
los ataques agudos y tratamiento preventivo a largo plazo. El
tratamiento de los ataques agudos consiste en reposo, frío local
y analgesia, siendo la primera opción farmacológica los AINE
si no están contraindicados por las comorbilidades del pacien­
te. El uso de colchicina y corticoides (intraarticulares o por vía
oral, siendo esta última una opción adecuada en pacientes con
intolerancia/contraindicaciones para el uso de AINE) está den­
tro las alternativas terapéuticas. Para profilaxis de los ataques,
el fármaco más usado es la colchicina en dosis bajas mientras
se inicia el tratamiento hipouricemiante, el período que más se
asocia a un incremento en la frecuencia de ataques de gota. El
tratamiento hipouricemiante a largo plazo está recomendado en
pacientes con más de un ataque de gota al año, gota tofácea, Figura 24-5  Artropatía microcristalina. Condrocalcinosis.
artropatía gotosa crónica y nefropatía por ácido úrico. El objeti­
vo es una concentración sérica de ácido úrico menor de 6 mg/dl.
Los fármacos más usados para disminuir estos niveles son los El tratamiento de la artritis aguda tiene como objetivo reducir
inhibidores de la xantina oxidasa (alopurinol y febuxostat). el dolor y la inflamación. Los tratamientos disponibles incluyen
También se recomiendan cambios en la dieta como evitar el el uso de frío local, AINE por vía oral, colchicina y corticoides
consumo de cerveza, dieta baja en purinas y pérdida de peso en (intraarticulares, orales e intravenosos). Para la prevención de los
pacientes obesos, así como un control adecuado de otros facto­ ataques recurrentes, se pueden utilizar AINE y colchicina en do­
res de riesgo cardiovascular (hipertensión, dislipemia, etc.).9 sis bajas. En la artritis crónica, no existe una terapia específica.
Se recomiendan, en orden de preferencia, AINE, colchicina, cor­
Enfermedad por depósito de cristales ticoides en dosis bajas, metotrexato e hidroxicloroquina.
de pirofosfato cálcico
Artropatía neuropática de Charcot
Se caracteriza por el depósito de cristales de pirofosfato cálci­
co a nivel intraarticular, permaneciendo en forma indefinida. Aunque inicialmente fue descrita como una complicación de la
Su manifestación clínica son episodios de artritis aguda; sin neurosífilis, la diabetes mellitus es la causa más frecuente actual­
embargo, este daño puede persistir dando lugar a una artropatía mente. Se cree que su aparición está relacionada con la combi­
crónica que puede confundirse con la artrosis por sus caracte­ nación de un trauma repetitivo en un pie sin sensibilidad y una
rísticas clínicas y radiológicas. El depósito de estos cristales neuropatía autonómica que incrementa el flujo sanguíneo, gene­
suele ser poliarticular, aunque suele manifestarse clínicamente rando un incremento del reclutamiento de osteoclastos, que da
como monoartritis. El diagnóstico definitivo es la identificación lugar a una liberación de citoquinas, con la consecuente destruc­
de los cristales en el líquido sinovial. La calcificación del car­ ción y resorción óseas. La artropatía de Charcot en su fase aguda
tílago articular (condrocalcinosis) evidenciable radiográfica­ es generalmente dolorosa; sin embargo, el grado de dolor puede
mente es una importante ayuda diagnóstica (puede observarse ser menor en relación con la severidad de los hallazgos clínicos
en la sínfisis del pubis, cartílago triangular del carpo y los me­ y radiológicos. El pie es la región más frecuentemente afectada,
niscos en las rodillas) (fig. 24‑5). con una predilección por la mortaja tibioperonea, las articulacio­
Como ya se ha mencionado, la forma de presentación más nes tarsometatarsianas, metatarsofalángicas e interfalángicas. La
frecuente es como una monoartritis aguda de predominio en región afectada está caliente con edema difuso y eritema en la
miembros inferiores, aunque también puede afectar carpos y piel adyacente. En las radiografías se pueden evidenciar, según
articulaciones metacarpofalángicas. La afectación articular el grado de evolución de la enfermedad, cambios degenerativos
suele asociarse a eritema, tumefacción y dolor intenso, llegan­ acompañados de subluxación, fragmentos óseos, osteolisis, re­
do a presentarse síntomas sistémicos como fiebre en algunos acción perióstica, deformidad y/o anquilosis. El diagnóstico es
pacientes. Sin tratamiento, suele remitir espontáneamente en clínico, aunque muchas veces es necesario realizar estudios de
unas pocas semanas. Cirugías o patología médica intercurrente imagen (resonancia magnética y/o gammagrafía), ya que es di­
(infecciones respiratorias, infarto, etc.), como en el caso de la fícil diferenciarla de la osteomielitis. El tratamiento es reposo e
gota, suelen ser factores desencadenantes. inmovilización de la zona afectada; sin embargo, en ocasiones
También la artrosis puede asociarse al depósito de cristales es necesario un manejo quirúrgico.10
de pirofosfato cálcico y se caracteriza por el compromiso de
articulaciones que no suelen afectarse por artrosis, como el hom­
bro, el tobillo y la muñeca, la presencia de signos inflamatorios Tratamiento quirúrgico
y presencia de episodios de artritis aguda sobreimpuestos. Otra de las artropatías
forma de presentación es como una artritis inflamatoria crónica
con un patrón oligo- o poliarticular, que puede confundirse con El tratamiento quirúrgico de las artropatías incluye técnicas
la artritis reumatoide o la polimialgia reumática.9 orientadas a la regeneración del cartílago, técnicas orientadas

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Capítulo 24 Artropatías degenerativas, inflamatorias y neuropáticas 261

a aliviar los síntomas conservando la articulación y técnicas de estas enfermedades conlleva un adecuado control de los sínto­
reemplazo articular. mas y retraso de la progresión de la enfermedad, especialmen­
Las técnicas cuyo objetivo es la regeneración del cartílago te en las artropatías inflamatorias.
tendrían su aplicación en lesiones cartilaginosas focales en es­
tadios precoces de la artrosis. Entre ellas se encuentran las téc­
nicas de estimulación de la médula ósea, el trasplante de con­ Bibliografía
drocitos autólogos, los injertos osteocondrales y las técnicas de 1. Firestein G, Budd R, Gabriel S, McInnes I, O’Dell J, editors. Kelley’s
implantación de células mesenquimales. Si bien parece que Textbook of Rheumatology. 9th ed. Philadelphia: Elsevier Saunders;
2013.
estas técnicas han obtenido resultados satisfactorios en térmi­ 2. Alperi M, Balsa A, Blanco R, Hernandez B, Medina J, Muñoz S,
nos de alivio del dolor y mejoría de la función en pacientes et al., editores. Manual SER de enfermedades reumáticas. 6.ª ed. Ma­
jóvenes con lesiones cartilaginosas aisladas, los resultados son drid: Elsevier; 2014.
notablemente peores en lesiones cartilaginosas en las que la he­ 3. Brower A, Flemming D. Arthritis in Black and White. 3rd ed. Phila­
mostasis articular se encuentra alterada, como ocurre en la ar­ delphia: Elsevier Saunders; 2012.
4. Maheu E, Rannou F, Reginster JY. Efficacy and safety of hyaluro­
trosis. El punto más débil de estas técnicas está en conseguir nic acid in the management of osteoarthritis: Evidence from real-life
un cartílago en el que los condrocitos adopten una distribución setting trials and surveys. Semin Arthritis Rheum 2016;45(4 Su­
en capas como en el cartílago sano.11 ppl):S28-33.
Los procedimientos quirúrgicos que conservan la articula­ 5. Cooper C, Rannou F, Richette P, Bruyère O, Al-Daghri N, Altman RD,
et al. Use of Intra-Articular Hyaluronic Acid in the Management of Knee
ción incluyen fundamentalmente el desbridamiento artroscópi­ Osteoarthritis in Clinical Practice. Arthritis Care Res 2017 Jan 24.
co, la sinovectomía y la osteotomía. Aunque los resultados 6. Roman-Blas JA, Castañeda S, Sánchez-Pernaute O, Largo R, Herre­
iniciales del desbridamiento artroscópico en la artrosis de ro­ ro-Beaumont G; CS/GS Combined Therapy Study Group. Combined
dilla fueron prometedores, hay evidencia que demuestra que Treatment with Chondroitin Sulfate and Glucosamine Sulfate Shows
esta cirugía no es superior al tratamiento no quirúrgico y, por No Superiority Over Placebo for Reduction of Joint Pain and Func­
tional Impairment in Patients with Knee Osteoarthritis: A Six-Month
tanto, no está justificada. La sinovectomía puede tener indica­ Multicenter, Randomized, Double-Blind, Placebo-Controlled Clini­
ción en ciertas formas de artritis que no responden a tratamien­ cal Trial. Arthritis Rheumatol Hoboken NJ 2017;69(1):77-85.
to médico. La osteotomía ha demostrado ser eficaz en prevenir 7. Taylor W, Gladman D, Helliwell P, Marchesoni A, Mease P, Mie­
la progresión de la destrucción articular en pacientes jóvenes lants H, et al. Classification criteria for psoriatic arthritis: develop­
afectados de artrosis asociada a alteración del eje de carga, ment of new criteria from a large international study. Arthritis Rheum
2006;54(8):2665-73.
especialmente, en la cadera y, sobre todo, en la rodilla.12 8. Ory PA, Gladman DD, Mease PJ. Psoriatic arthritis and imaging. Ann
Las técnicas de reemplazo articular constituyen los proce­ Rheum Dis 2005;64(Suppl 2):ii55-57.
dimientos más eficaces para el tratamiento de las artropatías 9. Watts RA, Conaghan PG, Denton C, Foster H, Isaacs J, Müller-­
con destrucción articular avanzada y que no responden a trata­ Ladner U. Oxford Textbook of Rheumatology. 4th ed. Oxford:
Oxford University Press; 2013.
miento no quirúrgico. En articulaciones como la rodilla, la ca­ 10. Rogers LC, Frykberg RG. The Charcot foot. Med Clin North Am 2013;
dera o el hombro, la supervivencia a largo plazo de la artroplas­ 97(5):847-56.
tia de sustitución está contrastada. 11. Brittberg M, Gomoll AH, Canseco JA, Far J, Lind M, Hui J. Cartilage re­
pair in the degenerative ageing knee. Acta Orthop 2016;87(Suppl 363):
26-38.
Conclusiones 12. Smith WB, Steinberg J, Scholtes S, Mcnamara IR. Medial compart­
ment knee osteoarthritis: age-stratified cost-effectiveness of total knee
Las artropatías engloban patologías con manifestaciones clíni­ arthroplasty, unicompartmental knee arthroplasty, and high tibial os­
cas variables. Un diagnóstico correcto en fases tempranas de teotomy. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc 2017;25(3):924‑33.
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