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ARTICULO DE REVISION
TRAUMA MUSCULOESQUELÉTICO
AUTORES:
Nayeli Blanca Calamani Kuno
Verónica Soledad Mamani Copa
Gary Abel Poma Alvarado
Brayan Ticona Benito
Luis Miguel Chipana Huamán
Juan Pablo Macuchapi Mendoza
Ronald Choque Choque
SUPERVISOR:
JAVIER LIBIO GAMARRA SOTOMAYOR
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TRAUMAS MUSCULOESQUELETICOS
INTRODUCCIÓN
EPIDEMIOLOGIA
En Bolivia, al igual que ocurre en las estadísticas mundiales, los traumatismos causan el 8.9%
de muertes anualmente, representando la cuarta causa de muerte a nivel país. Se observan con
mayor prevalencia en el grupo de pacientes de entre 10 y 49 años (39%), con aumento de la
letalidad a mayor edad.
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Es importante tener presente la diversidad de lesiones que incluye este grupo de patología,
tanto en etiología y severidad, ya que puede presentarse bien en un paciente politraumatizado
como en un deportista de alto rendimiento por estrés. No obstante, para efectos de aprendizaje,
en este capitulo se resumirá la evaluación, diagnóstico y manejo inicial de las lesiones
musculoesqueléticas más relevantes considerando su frecuencia en consulta de urgencias .
FISIOPATOLOGÍA
Las estructuras musculo esqueléticas, como sostén y efectores de movimiento del cuerpo, nos
permiten realizar las más diversas actividades, las cuales según energía y mecanismo
involucrado pueden generar lesiones en estructuras específicas y de distinta severidad, que
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Esguince
Grado I: distensión ligamentosa con lesión leve del ligamento, observándose desgarros a nivel
microscópico los que no son visibles a nivel macroscópico.
Producida la lesión comienza la curación del tejido, siendo importante conocer ciertos
factores que dificultarán este proceso y que nos orientarán en cuanto a pronóstico, como son:
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Fractura
Se produce por aplicación de una cantidad de energía que supera la resistencia del hueso
resultando en la perdida de continuidad ósea y lesión de tejidos vecinos. Existen múltiples
mecanismos lesionales, pero se distinguen dos en forma general: traumatismos directos e
indirectos. Los traumatismo directos se producen por una fuerza aplicada sobre el hueso, esto en
forma perpendicular al mismo, generando una fractura transversa al eje del hueso, o por
aplastamiento que producirá una fractura de rasgo mas compleja con mas de dos fragmentos
resultantes. Los traumatismos indirectos, por su parte, se producen por una fuerza tangencial al
hueso que genera un movimiento rotatorio forzados o tracción por contracción violenta de un
músculo que resulta en fractura ósea, reconociéndose en estos casos fracturas de rasgo helicoidal
o por avulsión respectivamente.
Fractura por estrés: producida por fuerza compresiva o tensil repetitiva que supera la
capacidad de remodelación del hueso.
Fractura en hueso patológico: fractura en sitio especifico de hueso afectado por alguna
patología focal, tumoral o infecciosa que altera estructura anatómica y funcional del hueso sano
disminuyendo con esto la resistencia al estrés mecánico.
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Fractura por insuficiencia: se produce en huesos con resistencia estructural disminuida como
ocurre en la osteoporosis, osteomalacia u osteogénesis imperfecta, produciéndose lesiones con
energía menor a la que lesionaría un hueso sano.
Independiente del tipo de fractura, desde el momento en que se lesiona el tejido se inicia un
proceso de curación que se ha estudiado en 3 fases: la fase de inflamación, en la cual se forma un
hematoma que permite la concentración de células inflamatorias y factores de inflamación y
crecimiento que activan la proliferación de fibroblastos y osteoblastos que permitirán
organización de nuevo tejido óseo; seguida de la fase de reparación, dentro de las 2 primeras
semanas de ocurrida la lesión, donde ocurre la diferenciación de osteocitos y condrocitos
formando el callo óseo, de un callo blando (rico en fibroblastos ) a un callo duro; y por último la
fase de remodelación, que se superpone a la fase de reparación y continua posterior a la unión
clínica, de meses a años de duración, en la cual condrocitos entran en apoptosis, se produce
invasión por nuevos vasos sanguíneos y el hueso se reorganiza mediante actividad osteoblástica
y osteoclástica, pasando de hueso fibrilar a hueso laminar trabecular, esto último estimulado por
estrés mecánico al que es sometido normalmente el hueso.
La reparación del tejido óseo requerirá una buena vascularización y nutrición existiendo
ciertos factores que pueden intervenir negativamente, reconociéndose: un estado nutricional
deficiente, comorbilidades (diabetes) , el habito tabáquico, el consumo de alcohol y el uso de
ciertos fármacos como los AINES y anticoagulantes.
Luxación
Es la perdida de contacto entre los extremos articulares de los huesos que componen una
articulación, con lesión capsulo-ligamentosa, muscular y de estructuras vecinas (vasculares,
nerviosas) que estabilizan la misma. Esto desencadenado por una fuerza externa, de magnitud
variable, aunque por lo general intensa e indirecta que genera tracción, rotación o angulación
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sobre la articulación. Existen circunstancias que favorecerán una luxación, como son: una
contención articular anatómicamente precaria como ocurre en la articulación glenohumeral
donde las superficies de contacto articular son muy dispares; laxitud ligamentosa y debilidad de
la musculatura estabilizadora de la articulación.
DIAGNÓSTICO
Evaluación rápida
Luego se continuará con la evaluación segmentaria habitual del paciente. Dentro del examen
musculo esquelético es importante atender a ciertos signos y síntomas que orientaran el
diagnostico:
Inspección
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Palpación
Esguince
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Fractura
El dolor es un síntoma que se encuentra en la absoluta mayoría de los casos, ya que se origina
no solo en el hueso fracturado, si no también en las partes blandas que lo rodean, como piel,
musculo, tendones, vasos y estructuras neurológicas. La impotencia funcional puede o no estar
presente dependiendo del hueso afectado y de la indemnidad de estructuras vecinas, por ejemplo
una fractura de tibia en que la fíbula se encuentra integra, pudiese permitir carga e incluso la
marcha, sin embargo esto es poco frecuente y este síntoma debe hacer sospechar en una fractura.
La alteración del eje de la extremidad, la movilidad anormal de un segmento y la presencia de
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crepitación ósea son signos patognomónicos de una fractura y son especialmente notorios en
fracturas diafisiarias, pudiendo ser menos notorios en fracturas de huesos cortos, como vertebras
o huesos del carpo. La equimosis es frecuente y tiene dos orígenes, inicialmente puede haber
equimosis producto de ruptura de vasos sanguíneos de las partes blandas, en forma mas tardía
puede aparecer una equimosis de origen en el foco de la fractura.
Luxación
La clínica que caracteriza a una luxación corresponde a dolor intenso que puede acompañarse
de síntomas neurovegetativos, y que aumenta al movilizar la articulación en forma activa y
pasiva, pero que disminuye lentamente en reposo. Debido a que existe una descoaptación de las
superficies articulares, la impotencia funcional de la extremidad es generalmente absoluta. Al
igual que en las fracturas, se produce importante daño de las partes blandas circundantes, por lo
que puede haber aumento de volumen, equimosis y frecuentemente compromiso neurovascular,
por lo que el examen de la sensibilidad y pulsos es imperioso.
Esguince
Equimosis leve.
Pruebas diagnósticas
Esguince
Fractura
Rodilla
Luxación
El examen clínico de una luxación articular es en la mayoría de los pacientes muy categórico,
y pudiese ser suficiente para realizar una reducción en un contexto en que se sabe que el acceso a
un examen imagenológico será lento, sin embargo cuando el acceso es de relativa facilidad, la
radiografía de la articulación en dos proyecciones permite descartar la presencia de lesiones
óseas coexistentes, como la fractura del troquíter en la luxación glenohumeral o del reborde
cotiloideo en la luxación de cadera. Además proporciona una manera sencilla de objetivar el
resultado de una reducción clínicamente completa.
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CRITERIOS DE INGRESO
Todos los pacientes que sufren un traumatismo musculoesquelético y que consultan debiesen
ser evaluados por un medico general, quien realizará el diagnostico específico y establecerá un
tratamiento inicial. En caso de los esguinces leves el tratamiento completo puede ser realizado en
atención primaria, siguiendo los lineamientos entregados mas adelante. Sin embargo, todo
paciente que presente una lesión de mayor gravedad, como un esguince grado III o una fractura
deberá ser derivado para evaluación y manejo por traumatólogo. El caso de las luxaciones es
particular, ya que el tratamiento mediante la reducción es de urgencia, con el fin de evitar
complicaciones. Para estos casos el médico general debe estar preparado y ser capaz de hacer el
tratamiento completo, y derivar posteriormente para evaluación por especialidad en caso de
lesiones óseas secundarias.
Requieren hospitalización todos aquellos pacientes con fracturas expuestas, las fracturas que
requieran tratamiento quirúrgico (reducción anatómica y movilización precoz imprescindible,
lesión vascular asociada, afectación del cartílago de crecimiento en niños) y aquellas que
requieran observación o el manejo del dolor sea difícil.
MANEJO
Esguince
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Como ya se ha visto, el esguince corresponde a una lesión ligamentosa sin compromiso óseo
que evoluciona naturalmente a la resolución espontánea, por lo que la base de su tratamiento esta
orientada a la disminución de la inflamación y minimizar la progresión de la lesión. Con fines
docentes, se utiliza la sigla en ingles RICE-K (Rest, Ice, Compression, Elevation, Kinesioterapia)
que resume el tratamiento inicial adecuado (Ver tabla 4). Durante los primeros días hay
indicación de uso de antiinflamatorios no esteroidales, en caso de dolor persistente puede
utilizarse asociarse algún analgésico oral.
Medida Observaciones
Hielo local (Ice) Aplicación por 15 minutos 3 veces al día por 5-7 dias
Vendaje compresivo (Compression) Vendaje elástico durante el día, retirar durante la noche.
Elevación de la extremidad (Elevation) Elevación 15-25cm sobre el nivel del corazón por 2
dias.
Fractura
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El manejo del dolor es un aspecto muy importante. Medidas generales como elevación de la
extremidad, aplicación de frio local, inmovilización y uso de drogas analgésicas pueden
combinarse para aliviar el dolor, y debe hacerse en forma escalonada de acuerdo con la gravedad
de la lesión y la intensidad del síntoma.
En casos de mayor gravedad el uso de AINEs por via endovenosa, pudiendo utilizarse
opioides para dolor severo.
FRACTURA ABIERTA
Las fracturas que presentan una solución de continuidad de las partes blandas que se
encuentran por encima de ellas conllevan intrínsecamente un alto riesgo de osteomielitis, por lo
que debe tomarse una conducta regida por los siguientes principios:
Tratamiento antibiótico de instauración precoz, según el grado de fractura abierta (Ver tabla 5.).
Control de sangrado.
Inmovilización.
(Cefazolina ev 2g, luego 1g c/6h por 3 dias + Gentamicina 3-5mg/kg/dia ev por 3 dias
Si se sospecha contaminación por anaerobios agregar penicilina sódica 5000000u c/6h por 3 dias.
Tipo IIIb >10 Contaminada Alta Denudación periostica extensa, requiere colgajo para
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Contaminada
Se consideran tipo III inmediatamente: Lesión por arma de fuego, accidentes agrícolas,
compromiso neurovascular, amputaciones traumáticas.
Dosis inmunoglobulina: <5 años edad: 75U, 5-10 años edad: 125U, >10 años edad: 250U.
Luxación
El objetivo del tratamiento de una luxación es la restauración del contacto entre las
superficies articulares, lo que puede lograrse mediante las , maniobras de reducción específicas
para cada articulación suceptible de ser afectada. La resolución de una luxación es considerada
una urgencia debido al alto riesgo de daño neurovascular asociado, además del aumento
progresivo en la dificultad de reducción debido a la contractura muscular secundaria a la lesión.
Para lograr realizar las medidas de reducción puede ser necesario utilizar anestesia local,
relajantes musculares, anestesia general, etc.
Maniobras de reducción:
tras lo cual se puede sentir la reubicación de la cabeza humeral en la glena. Esta es una técnica
efectiva, de baja complejidad que no requiere uso de fuerza, si no de paciencia y cooperación del
paciente. Posteriormente se debe inmovilizar la articulación del hombro con
Luxación de cadera: La articulación de la cadera involucra musculatura muy fuerte, por lo que
la contractura que ocurre tras la luxación hace a esta lesión prácticamente irreductible. Es por
esto que este es un procedimiento que debe realizarse en pabellón, con anestesia general y uso de
relajantes musculares. Un ayudante fija la pelvis desde las espinas iliacas mientras el operador
flecta la cadera y tracciona en forma sostenida en hacia arriba hasta sentir el resalta que indica
que la cabeza femoral se ha reducido.
CONCLUSIÓN
Bibliografía:
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Beutler A MD. General principles of fracture management: Bone healing and fracture
description. En: UpToDate, Post TW (Ed), UpToDate, Waltham, MA
Derby R, MD, Beutler A, MD. General Principles of acute fracture management. En: UpToDate,
Post TW (Ed), UpToDate, Waltham, MA.
Colegio Americano de Cirujanos. Soporte Vital Avanzado en Trauma (ATLS). Novena edición,
capitulo 8: Trauma musculoesquelético. 2012.