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EL DERECHO PENAL Y SU EVOLUCION HISTORICA

EN OCCIDENTE, ASI COMO LAS ESCUELAS

PENALES.

UNIVERSIDAD AUTONOMA DE BAJA CALIFORNIA

SUR.

DERECHO, 3ER SEMESTRE.

CARMEN PALOMA DE JESUS RAMIREZ OLIVAREZ.

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INTRODUCCION

Desde los albores de la sociedad humana, el fenómeno de la criminalidad ha estado


presente. Se manifiesta en todas las sociedades y se ha convertido en un elemento
constante de la vida social. Hoy en día, no consideramos la criminalidad como algo
anormal en una sociedad organizada; más bien, lo que resulta anormal son los
cambios abruptos en las tasas de delitos. Esta persistencia y actualidad del
fenómeno criminal nos lleva a reflexionar sobre su evolución a lo largo de la historia.

Para comprender esta evolución, debemos abarcar desde lo que viene siendo, la
Venganza Privada y la Venganza Divina hasta la Venganza Pública, pasando por
etapas como la Defensa del Poder Absoluto, el Período Humanitario y la Etapa
Científica. En este capítulo, exploraremos en detalle cómo el Derecho Penal ha
evolucionado a lo largo de estas etapas, revelando la compleja relación entre la
sociedad y la justicia penal.

En este contexto, es crucial explorar cómo las distintas corrientes de pensamiento


han moldeado el Derecho Penal a lo largo del tiempo. Estas corrientes, conocidas
como 'escuelas del Derecho Penal', ofrecen perspectivas variadas sobre cómo la
justicia penal debe administrarse y cómo deben abordarse los delitos.

Desde la tradicional Escuela Clásica que enfatiza la responsabilidad individual,


hasta la Escuela Correccionalista que busca la rehabilitación del delincuente,
pasando por la perspectiva social de la Escuela Positiva y el enfoque científico de
la Escuela Positiva de la Ciencia Criminal, estas escuelas han influido
profundamente en la teoría y la práctica del Derecho Penal. También exploraremos
la perspectiva humanista, la enfoque técnico-jurídico y la Neoclásica en este
capítulo.

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Evolución histórica del Derecho penal.

Venganza Privada en la Antigüedad

En épocas antiguas, la venganza privada era un concepto fundamental en la


búsqueda de justicia. Durante este período, el impulso de la defensa o la venganza
(ratio essendi) era la razón de ser de todas las actividades provocadas por un
ataque injusto. Cada individuo, familia o grupo se protegía y hacía justicia por sí
mismo, sin recurrir a una autoridad central para resolver disputas legales.

La Ley del Talión y su Rol Moderador

Sin embargo, debido a los excesos cometidos por los ofendidos al realizar su
venganza, surgió lo que se conoce como la "ley del talión". Esta ley no era otra cosa
que una medida moderadora, ya que solo reconocía al ofendido el derecho de
causar un mal de igual intensidad al sufrido. Por ejemplo, si alguien mataba a otro,
la ley del talión permitía que la familia del fallecido matara al agresor en represalia.

La Compensación como Alternativa

Fue poco después que nació la compensación, una evolución en la forma de buscar
justicia. Mediante la compensación, se autorizaba a que el ofendido y el ofensor
nombraran representantes que moderaran los reclamos recíprocos y acordaran la
cantidad del castigo. Esto marcó un avance en la civilización, ya que permitía una
resolución más pacífica de disputas y evitaba las represalias extremas que
caracterizaban a la venganza privada.

Ejemplos en Diferentes Civilizaciones

En la antigua Roma, la venganza privada era una parte fundamental de la cultura


legal, y la "lex talionis" (ley del talión) se aplicaba en casos de homicidio y lesiones
graves.

En la antigua Grecia, los conceptos de venganza y justicia estaban intrincadamente


relacionados, y las familias a menudo buscaban represalias contra aquellos que
habían causado daño a sus seres queridos.

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Transición hacia Sistemas Legales Formales

A medida que las civilizaciones evolucionaron, se dio paso a sistemas legales más
formales y sistemas de justicia. Estos sistemas reemplazaron gradualmente la
venganza privada y la ley del talión por procedimientos judiciales más organizados,
en los que las autoridades tenían un papel fundamental en la resolución de disputas
y la administración de castigos.

VENGANZA DIVINA.

junto al período conocido como venganza privada, surgió un principio teocrático en


organizaciones sociales más cultas. Este principio se convirtió en el fundamento del
derecho penal de la época, donde el objetivo no era castigar al culpable para
satisfacer al ofendido, sino para que aquel expiase la ofensa causada a Dios con su
delito. En general, esta época fue manejada por la clase sacerdotal.

En diversas sociedades antiguas, la venganza divina desempeñó un papel central


en el sistema de justicia. Por ejemplo, en el antiguo Egipto, el faraón era
considerado una figura divina y cualquier ataque a su autoridad se consideraba una
ofensa contra los dioses. En Mesopotamia, el código de Hammurabi establecía
severos castigos por ofensas contra los dioses y el rey, bajo la creencia de que el
rey era el representante de los dioses en la Tierra.

La "Venganza Divina" es un concepto arraigado en varias culturas y civilizaciones,


donde el trasgresor de las leyes religiosas era castigado por la comunidad para
aplacar a los dioses. A continuación, se presenta un vistazo a cómo se aplicaba este
principio en algunas de estas culturas.

China. En China, se distinguía entre la intención y los motivos detrás de un delito.

Las penas eran variadas e incluían la amputación de la nariz y las orejas, la


obturación de los orificios del cuerpo, las incisiones en los ojos y la pena capital.

Durante la dinastía Shang, se utilizaban huellas dactilares para garantizar la


autenticidad de documentos legales, como contratos de matrimonio.

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En la Dinastía Chou, se comenzaron a establecer castigos más formales, como el
corte del dedo pulgar para sancionar el pillaje.

En Egipto, el delito se caracterizaba por su carácter religioso y se confundía con la


religión y la magia.

El Derecho De Los Muertos era una especie de diario donde se registraban las
acciones buenas y malas de una persona en vida, lo que influía en su destino
después de la muerte.

Se utilizaban penas corporales crueles, como la extracción de incisivos en casos de


robo.

India. En India, se conocía el Manu Smriti y el Amarsha Barsa Satra, que


diferenciaban entre delitos culposos, fortuitos y voluntarios, y aplicaban penas
desiguales según las castas. Las penas tenían como objetivo la purificación.

La responsabilidad penal no siempre era individual y se consideraban atenuantes


como la ignorancia de la ley.

Con el tiempo, las sociedades comenzaron a alejarse de la justicia basada en la


venganza divina y la teocracia. Surgieron sistemas legales más seculares y la
justicia ya no se centraba exclusivamente en la expiación religiosa.

La idea de la venganza divina influyó en la formación de sistemas legales


posteriores y en la concepción moderna del derecho penal. Aunque los sistemas
legales se volvieron más seculares, aún se pueden encontrar vestigios de esta
influencia en la consideración de la moral y la ética en el derecho contemporáneo.

VENGANZA PUBLICA:

La "Venganza Pública" representa un cambio fundamental en la administración de


la justicia penal. Durante esta fase, la ejecución justiciera se traspasó a
representantes del poder público, marcando el inicio de un sistema legal más
formalizado. Órganos especializados, como jueces y tribunales, asumieron la
responsabilidad de imponer penas en nombre del Estado y la comunidad, limitando
así el derecho de los individuos a la venganza privada.

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En este período, se estableció un sistema probatorio y se crearon leyes y
procedimientos formales. La pena se objetivó e independizó del legislador y de las
autoridades administrativas. Esto llevó a una administración más imparcial de las
penas y a la limitación de la arbitrariedad en la justicia penal

A pesar de estos avances, persistieron desigualdades significativas en la


administración de justicia. Los nobles y poderosos a menudo recibían penas más
suaves y una protección penal más efectiva, mientras que los plebeyos y siervos
enfrentaban castigos más severos y una protección deficiente, lo que reflejaba una
estructura de clase desigual en el sistema legal.

La arbitrariedad era común en este sistema, ya que los jueces y tribunales tenían la
facultad de imponer penas no previstas en la ley y podían considerar acciones no
catalogadas como delitos. Esto a menudo servía a los intereses de los gobernantes
y tiranos en lugar de buscar la justicia.

Este enfoque en la venganza pública y la arbitrariedad en la justicia penal dejó un


legado duradero en el derecho penal europeo hasta las vísperas del Siglo XIX.
Moldeó las bases de los sistemas legales modernos y sentó las bases para la
posterior evolución hacia sistemas penitenciarios más humanos y justos.

LA DEFENSA DEL PODER ABSOLUTO

La defensa del poder absoluto marcó una etapa importante en la evolución del
derecho penal, caracterizada por un enfoque en la ofensa a la majestad soberana
en lugar de la ofensa a individuos o divinidades.

En este período, el motivo para prohibir o para castigar no fue ni la ofensa al


individuo, ni la ofensa a la divinidad; fue la ofensa a la majestad soberana, y la
voluntad soberana, que imponía el castigo, al tornarse autócrata, encontró su razón
en sí misma, mediante un círculo vicioso. Las penas no tuvieron otra medida que el
capricho o el temor de los gobernantes, o la necesidad de consolidar con sangre un
cetro empleado como azote de la nación.

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En esta época, el poder absoluto encontró apoyo en corrientes filosóficas y políticas
que argumentaban que un gobierno fuerte era necesario para mantener la paz y la
estabilidad en la sociedad. Filósofos como Thomas Hobbes defendieron la idea de
que un monarca con poder absoluto era esencial para prevenir el caos y la anarquía.

La defensa del poder absoluto a veces se basaba en argumentos religiosos, donde


se sostenía que el monarca gobernaba por mandato divino. Esto fortalecía su
autoridad sobre los asuntos legales y penales y reforzaba su posición como líder
supremo.

La historia está llena de ejemplos de gobernantes y períodos históricos que


encarnaron la defensa del poder absoluto. Por ejemplo, Luis XIV de Francia,
ejemplifica esta idea con su famosa declaración "L'État, c'est moi" (El Estado soy
yo), que enfatizaba su autoridad absoluta sobre el país.

Esta fase tuvo un profundo impacto en la administración de la justicia penal y los


derechos humanos. La autoridad absoluta a menudo llevaba a tribunales parciales
y penas arbitrarias, lo que socavaba la imparcialidad y la protección de los derechos
individuales.

A lo largo de la historia, surgieron críticas y movimientos de reforma en respuesta a


la defensa del poder absoluto. Filósofos, abogados y movimientos políticos
cuestionaron esta autoridad ilimitada y abogaron por sistemas legales más
equitativos y basados en la ley.

Con el tiempo, la transición desde la defensa del poder absoluto hacia sistemas
legales más modernos y basados en la ley contribuyó al desarrollo de la justicia
penal y los derechos humanos en las sociedades contemporáneas. Estos sistemas
buscan un equilibrio entre la autoridad estatal y la protección de los derechos
individuales.

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PERIODO HUMANITARIO

El período humanitario en la evolución del derecho penal se caracteriza por una


transición hacia la humanización de las penas como respuesta a la crueldad
excesiva previamente empleada. Este cambio de enfoque, influenciado por figuras
como Montesquieu, D'Alembert, Voltaire, Rousseau y, en particular, el Marqués de
Beccaria, César Bonne-sana, se centró en la necesidad de reformar el sistema
penal.

Beccaria, a través de su influyente obra "Dei delitti e delle pene," planteó varias
ideas fundamentales:

a) Argumentó que el derecho a castigar se basa en el contrato social, lo que implica


que la justicia humana y divina son independientes.

b) Sostuvo que las penas solo deben ser establecidas por leyes generales y que
solo los jueces pueden determinar si han sido violadas.

c) Abogó por que las penas sean públicas, inmediatas y proporcionales al delito,
evitando la crueldad.

d) Enfatizó que los jueces no tienen el poder de interpretar la ley, ya que esto podría
conducir a abusos.

e) Destacó que el propósito de las penas es prevenir futuros delitos y servir como
ejemplo para otros.

f) Se opuso firmemente a la pena de muerte, argumentando que el contrato social


no autoriza la privación de la vida, un derecho que nadie puede ceder.

El Marqués de Beccaria es considerado un precursor de la Escuela Clásica del


derecho penal, marcando el comienzo de una era humanista y romántica en este
campo, caracterizada por un enfoque más filantrópico que puramente científico.

Desarrollo de Escuelas Jurídicas:

El período humanitario dio lugar al desarrollo de escuelas jurídicas importantes,


como la Escuela Clásica y la Escuela Positivista. Estas escuelas se centraron en la

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promoción de una justicia penal basada en principios racionales y científicos,
sentando las bases para sistemas legales más equitativos y justos.

Impacto Duradero:

Las ideas humanitarias de esta etapa siguen siendo relevantes en la actualidad.


Han influido en la protección de los derechos humanos y en la concepción moderna
de la justicia penal. Además, estas ideas se entrelazaron con los principios
emanados de la Revolución Francesa, lo que dio lugar a la contemplación y tutela
de los Derechos del Hombre en el ámbito legal.

ETAPA CIENTIFICA

La "Etapa Científica" en la evolución del derecho penal marca un punto de inflexión


en la concepción de la justicia penal. En esta fase, el delincuente se convierte en el
foco principal de atención y estudio.

En contraste con las etapas anteriores, donde el castigo era el centro de atención,
la "Etapa Científica" reconoce que el delito es una manifestación de la personalidad
del delincuente. La pregunta central se convierte en comprender qué lleva a una
persona a cometer un delito y cómo se puede corregir y readaptar a esa persona a
la sociedad.

Un cambio fundamental en esta etapa es la percepción de la pena. Aquí, la pena


como sufrimiento se considera ineficaz y carente de sentido. En cambio, el enfoque
se dirige hacia la eficacia de la pena, centrándose en la readaptación del delincuente
a la sociedad y en la prevención de futuros delitos. La idea subyacente es que el
delito es un producto disfuncional de la sociedad, y el objetivo es abordar y corregir
las causas subyacentes.

A pesar de este cambio en el enfoque hacia el delincuente, se mantienen los


principios humanitarios de las etapas anteriores. La exclusión de la crueldad en las
penas y la importancia de la legalidad y la certidumbre en la aplicación de las
sanciones siguen siendo fundamentales. La "Etapa Científica" se basa en gran
medida en la humanización de la justicia penal.

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En el contexto del derecho penal en México, esta etapa representa una evolución
desde la Etapa de la Venganza Privada hasta la Etapa Científica. Esto demuestra
cómo estas ideas y enfoques se aplicaron y adaptaron en el contexto mexicano,
influenciando la forma en que se aborda el derecho penal en el país.

En resumen, la "Etapa Científica" marcó un cambio significativo en la justicia penal


al poner el foco en el delincuente y su readaptación a la sociedad. Aunque mantuvo
principios humanitarios, se centró en la eficacia de las penas y la prevención del
delito como objetivos clave.

DERECHO PENAL EN LOS ESTADOS DEMOCRATICOS

Surgió a partir de proyectos como el código penal alemán de 1962 y promovió la


criminología y la victimología

Los principios del derecho penal democrático influyen en principios como la igualdad
ante la ley la proporcionalidad de la pena, la lesividad y la indemnidad personal y
estos principios guían la aplicación de la ley.

La relación entre el garantismo y el derecho penal democrático es que ambos


buscan proteger derechos y limitar el poder punitivo estatal. Se basan en principios
de legalidad y respeto a garantías.

Es importante involucrar a la sociedad en políticas penales, para así evitar impulsos


punitivos excesivos y vengativos.

La democracia debe garantizar el respeto a los derechos fundamentales en el


proceso penal, la presunción de inocencia debe ser preservada en la interpretación
de la ley penal.

El derecho penal democrático busca un equilibrio entre el castigo y la reeducación


del delincuente. No debe llevar a la marginación del infractor, sino a su
reintegración.

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ESCUELAS DEL DERECHO PENAL

ESCUELA CLASICA

Principales Conceptos de la Escuela Clásica:

En el núcleo de la Escuela Clásica se encuentran conceptos esenciales que la


definen:

El enfoque en el delito como hecho objetivo en lugar del delincuente.

La utilización del método deductivo y especulativo en el estudio del Derecho Penal.

La idea de que solo puede ser castigado quien comete un acto previsto por la ley
como delito y sancionado con una pena.

La creencia en que la pena solo puede ser impuesta a individuos moralmente


responsables, basándose en el libre albedrío.

El reconocimiento de que la represión penal es una prerrogativa exclusiva del


Estado, pero este debe respetar los Derechos Humanos y garantizarlos
procesalmente.

La insistencia en que la pena debe ser estrictamente proporcional al delito y estar


preestablecida en la ley.

La limitación de la autoridad del juez a la aplicación automática de la pena


establecida por la ley para cada delito.

La Escuela Clásica encuentra sus raíces filosóficas en el Derecho Natural, que


abarca un conjunto de reglas ideales, eternas e inmutables que se aspira a convertir
en leyes positivas. A diferencia de otras corrientes de pensamiento de la época, la
Escuela Clásica rechaza la idea del contrato social. Según esta escuela, el Derecho
es innato al ser humano y proviene de Dios, no de la historia ni de la voluntad
humana. Si bien acepta leyes elaboradas por el hombre, insiste en que deben estar
en consonancia con las leyes naturales.

La Escuela Clásica fundamenta el Derecho Penal en el libre albedrío. Considera al


ser humano como un ser inteligente y libre que puede elegir entre el bien y el mal.

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Si elige el mal, a pesar de su libertad, es justo que se le imponga una pena. Por lo
tanto, la pena se aplica solo a individuos moralmente responsables, excluyendo a
aquellos que carecen de libre albedrío, como los enfermos mentales o los menores
de edad.

Para la Escuela Clásica, el delito es una concepción jurídica y filosófica. Juan


Domingo Romagnosi, Giovanni Carmignani y Francisco Carrara desarrollaron este
concepto. Según Carrara, el delito es la infracción de la ley del Estado, resultado de
un acto externo del hombre, moralmente imputable y políticamente dañoso. Esto
significa que el delito es un ente jurídico, una contradicción entre el hecho humano
y la ley.

El Delincuente en la Escuela Clásica:

La Escuela Clásica considera que todos los seres humanos son iguales, poseen las
mismas capacidades y libertades. Sin embargo, ha enfrentado críticas por no tomar
en cuenta las diferencias individuales en la personalidad. La escuela tiende a tratar
al delincuente como un ente abstracto, enfocándose en el acto delictivo en lugar de
la psicología del infractor.

TECNICA PENAL Y PENA.La técnica penal de la Escuela Clásica se basa en la


Teoría de la Proporcionalidad, buscando adecuar la pena al delito de manera
matemática. La pena se considera un mal equivalente al causado por el delincuente,
y su propósito es restablecer el orden social perturbado.

METODO DE ESTUDIO: La Escuela Clásica utiliza un método lógico-abstracto,


silogístico y deductivo. Parte de principios generales para aplicarlos a casos
concretos.

La Escuela Clásica ha dejado una marca indeleble en la teoría y la práctica del


Derecho Penal. Sus principios, fundamentos filosóficos y conceptos clave han
influido en la comprensión del delito y la justicia penal. Aunque ha sido objeto de
críticas y ha evolucionado con el tiempo, su enfoque en la responsabilidad individual
y la proporcionalidad de la pena sigue siendo relevante en la discusión actual sobre
el Derecho Penal.

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ESCUELA CORRECIONALISTA

La Escuela Correccionalista representa una importante corriente dentro del Derecho


Penal que se centró en el delincuente y su corrección, marcando un cambio de
enfoque con respecto a la Escuela Clásica. En este ensayo, exploraremos los
antecedentes, conceptos fundamentales y la relevancia de la Escuela
Correccionalista en la teoría y la práctica del Derecho Penal.

I. Antecedentes de la Escuela Correccionalista:

Los orígenes de la Escuela Correccionalista se remontan a mediados del siglo XIX


en Alemania. Figuras como STELZER, Charles LUCAS, Hans GROSS, KRAUSE y
Carlos David Augusto ROEDER contribuyeron a la formulación de la idea de la
corrección del delincuente como objetivo central de la pena.

II. Concepto Fundamental de la Escuela Correccionalista:

La Escuela Correccionalista se define por su enfoque en la corrección del


delincuente y su protección para evitar futuros delitos. Los conceptos clave incluyen:

Corrección de la voluntad pervertida del delincuente.

Tutela y protección del delincuente, tratándolo como un individuo en proceso de


cambio.

La pena se concibe como un medio de corrección y no como castigo.

La necesidad de adaptar la pena según la personalidad del delincuente.

III. Conceptos Fundamentales de la Escuela Correccionalista:

El delito es una construcción artificial en función de los intereses de quienes


establecen el Derecho.

El delito se comete debido a una contradicción en la personalidad psíquica del


delincuente.

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El delincuente se ve como un individuo al que no se le han enseñado
adecuadamente las normas convencionales que constituyen el delito.

La pena se considera un tratamiento racional destinado a enseñar al delincuente lo


que no sabe y lo que causa su incapacidad para comportarse adecuadamente.

IV. Misión de la Justicia Penal:

La misión de la justicia penal, según la Escuela Correccionalista, se asemeja a la


de los médicos. En lugar de castigar, busca proporcionar cuidados y remedios al
delincuente, ya que la sociedad es vista como la causante de su "enfermedad".

V. Pena en la Escuela Correccionalista:

La pena se entiende como un medio de corrección de la voluntad pervertida del


delincuente.

Se considera que el autor de un delito es incapaz de una vida jurídica libre debido
a un defecto en su voluntad.

La pena debe ser indeterminada y variable, ajustándose a la personalidad del


delincuente y su proceso de rehabilitación.

Se promueve el sistema celular absoluto como pena idónea, con un tratamiento


individualizado.

VI. Métodos de la Escuela Correccionalista:

La Escuela Correccionalista emplea un método lógico abstracto, pero también


reconoce la necesidad de estudiar al ser humano "vivo y efectivo", anticipando
elementos del Positivismo.

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ESCUELA POSITIVA.

La Emergencia del Positivismo en el Derecho Penal

En la segunda mitad del siglo XIX, surgió una corriente de pensamiento conocida
como el positivismo en respuesta al dominio del romanticismo en la primera mitad
del siglo. El positivismo, que se originó en gran parte debido al éxito de las ciencias
naturales, influyó en diversas disciplinas culturales, incluido el Derecho Penal.

El positivismo marcó una ruptura radical con las concepciones anteriores y se


convirtió en una revolución en el ámbito científico y artístico. En el contexto penal,
la Escuela Positiva representó un rechazo completo de la Escuela Clásica, ya que
buscaba cambiar el enfoque de la represión, dando una importancia significativa a
la personalidad del delincuente.

El Enfoque Metodológico del Positivismo

El positivismo se caracterizó por su énfasis en la experiencia y la observación como


base fundamental del pensamiento científico. Argumentaba que las conclusiones
científicas debían basarse en datos empíricos, utilizando el método inductivo. Este
enfoque contrastaba con los métodos deductivos previamente predominantes.

Si bien el método inductivo era apropiado para las ciencias naturales, se


cuestionaba su aplicabilidad al Derecho debido a su naturaleza no natural. El
Derecho Penal se centraba en regular la conducta humana y establecer normas
para la sociedad, lo que requería un enfoque específico.

Principales Figuras de la Escuela Positiva del Derecho Penal

Dentro de la Escuela Positiva del Derecho Penal, destacaron pensadores italianos


como César Lombroso, Enrique Ferri y Rafael Garófalo. Lombroso argumentó que
los criminales eran individuos con características atávicas, mientras que Ferri
incorporó factores sociológicos al considerar la influencia del entorno en la conducta
delictiva. Garófalo, por su parte, desarrolló la noción del "delito natural."

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La Noción del "Delito Natural" según Rafael Garófalo

Rafael Garófalo definió el "delito natural" como la violación de los sentimientos


altruistas de piedad y probidad, en la medida necesaria para la adaptación del
individuo a la sociedad. Esta definición se centraba en la oposición a las condiciones
fundamentales de la vida en comunidad.

Conceptos Comunes en la Escuela Positiva

A pesar de las diferencias entre los positivistas, compartieron algunas concepciones


fundamentales:

La atención principal se centraba en el delincuente como objeto de estudio.

La sanción penal debía estar proporcionada al estado peligroso del delincuente, no


solo a la gravedad objetiva del delito.

Se adoptaba un enfoque inductivo y experimental en la investigación.

Se reconocía la responsabilidad legal de todos los infractores, independientemente


de su responsabilidad moral.

Se priorizaba la prevención sobre la represión de los delitos, con un énfasis en


medidas de seguridad.

Los jueces tenían la facultad de determinar la naturaleza delictuosa del acto y


establecer sanciones adecuadas.

La pena tenía como objetivo la reforma de los infractores readaptables y la


segregación de los incorregibles

ESCUELA HUMANISTA

El Humanismo en el Derecho Penal se manifestó a través de diversas obras y


escritos de varios tratadistas como una respuesta al enfoque benevolente hacia la
naturaleza humana. Este movimiento representó una reacción justa contra sistemas
penales primitivos y encontró su máxima expresión en figuras destacadas, entre las

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que destaca Vicente Lanza, considerado uno de los principales exponentes de la
Escuela Penal Humanista. Lanza, discípulo predilecto de Carnevale, publicó en
1906 su influyente libro "El Humanismo en el Derecho Penal," cuyas ideas centrales
también se reflejaron en su obra "Instituciones de Derecho Penal."

Según Lanza, la dirección de los sentimientos morales es fundamental en la


conducta humana, y cualquier acción que viole estos sentimientos constituye un
delito. En su obra, Lanza argumenta extensamente sobre por qué el suicidio y la
legítima defensa deben ser penados, mientras que los delitos políticos no merecen
sanción alguna.

A partir de estos postulados, Lanza concluye que el propósito de la pena debe ser
exclusivamente educativo, sin otros objetivos. Otros juristas notables, como
Papalargo y Fethi, también han desarrollado brillantemente las ideas de Lanza.

Sin embargo, es importante destacar que la Escuela Humanista no ha tenido un


impacto fundamental en la formación del criterio contemporáneo de penalidad.
Aunque sus ideas se expusieron y se pueden considerar como base de la conducta
humana, existen desacuerdos en torno a cuestiones como la legítima defensa y la
impunidad de los delitos políticos. No obstante, se valora la espiritualidad y
humanismo que esta escuela aportó al campo del Derecho Penal.

La Escuela de la Dirección Técnico-Jurídica en el Derecho Penal

Dentro del ámbito del Derecho Penal, se desarrolló una concepción conocida como
la Dirección Técnico-Jurídica, respaldada principalmente por destacados juristas
como Rocco, Manzini, Massari, Battaglini, Vannini, entre otros. Esta perspectiva
sostenía que la ciencia jurídica, particularmente en el Derecho Penal, debería
centrarse exclusivamente en el estudio del Derecho positivo, sin buscar la
indagación de principios filosóficos.

En este enfoque, el Derecho Penal se reduce al conocimiento científico de los


delitos y las penas, considerados como fenómenos regulados por el ordenamiento
jurídico positivo. La pena se percibe como un instrumento técnico que busca no solo

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la prevención general o especial, sino también la readaptación del delincuente,
cumpliendo así su función de defensa del orden jurídico.

Un punto esencial de esta corriente es la base de la responsabilidad, que se


establece en la capacidad del individuo para comprender y decidir sus acciones.

Perspectivas sobre la Dirección Técnico-Jurídica

Esta perspectiva ha sido interpretada de diversas maneras. Según Filippo Grispigni,


representa un perfeccionamiento de la Escuela Positiva. Sin embargo, algunos otros
pensadores la consideran como una doctrina ecléctica que combina elementos de
diversas corrientes.

La Dirección Técnico-Jurídica, como señala Cuello Colón, no busca explorar el


Derecho Penal natural ni la formación del Derecho Penal del futuro. Su enfoque se
limita al estudio del Derecho positivo vigente, la elaboración técnica de los principios
fundamentales de sus instituciones, y la aplicación e interpretación de dicho
Derecho.

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OPINION PERSONAL SOBRE LA EVOLUCION HISTORICA DEL DERECHO
PENAL

La evolución del derecho penal a lo largo de la historia refleja la transformación de


las sociedades y sus valores. Desde las épocas de la venganza privada hasta las
concepciones contemporáneas del derecho penal democrático, hemos observado
un cambio significativo en la forma en que se entiende y se aplica el castigo penal.

La venganza privada, aunque comprensible en su contexto histórico, se


caracterizaba por la violencia y la falta de regulación, lo que llevó al surgimiento de
leyes más estructuradas y sistemas penales más formales. La venganza divina
introdujo un elemento religioso en la justicia penal, mientras que la venganza pública
llevó la administración de justicia al ámbito estatal.

El período humanitario trajo consigo un enfoque en la humanización de las penas y


la consideración de la peligrosidad del delincuente. La etapa científica llevó este
enfoque un paso más allá al analizar la personalidad del delincuente y buscar la
readaptación a la sociedad.

El derecho penal en el estado absoluto refleja la autoridad soberana y la imposición


de castigos arbitrarios, lo que finalmente llevó a la necesidad de limitar el poder
punitivo del Estado en el derecho penal democrático.

En mi opinión, la evolución hacia un derecho penal democrático y garantista es un


avance positivo. Pone un énfasis adecuado en la protección de los derechos
fundamentales de los ciudadanos y busca un equilibrio entre la prevención del delito
y el respeto por la dignidad humana. Sin embargo, es esencial que este sistema no
se convierta en una herramienta política para ganar votos o perpetuar
desigualdades sociales. La participación ciudadana y la reflexión crítica son
fundamentales para mantener un sistema de justicia penal justo y equitativo.

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OPINION SOBRE LAS ESCUELAS DEL DERECHO PENAL.

En mi opinión, las distintas escuelas del Derecho Penal presentan enfoques valiosos
y complementarios en el estudio y la comprensión de este campo fundamental. La
Escuela Clásica, con su énfasis en la responsabilidad individual y el libre albedrío,
estableció una base importante para el sistema legal moderno al poner énfasis en
los derechos y garantías del individuo.

La Escuela Positiva, por su parte, introdujo un enfoque más científico y empírico al


Derecho Penal, considerando factores como la biología y la sociología en la
comprensión del delincuente y la delincuencia. Si bien algunos aspectos de esta
escuela pueden ser controvertidos, su influencia en la criminología moderna es
innegable.

La Escuela Humanista aportó una perspectiva que destaca la espiritualidad y la


humanidad en la concepción del delito y la pena. Aunque puede haber tenido un
impacto limitado en la teoría penal contemporánea, su enfoque en los sentimientos
morales y la benevolencia de la naturaleza humana es un recordatorio importante
de la dimensión humanitaria del Derecho.

Finalmente, la Dirección Técnico-Jurídica, con su enfoque en el Derecho positivo y


la aplicación técnica de sus principios, contribuye a la claridad y la eficacia en la
interpretación y aplicación de las leyes penales. Es esencial que los juristas tengan
un conocimiento sólido de las normativas existentes para garantizar la justicia en la
sociedad.

En resumen, cada una de estas escuelas ha dejado su huella en la evolución del


Derecho Penal, y en conjunto, ofrecen un panorama completo que ayuda a guiar la
justicia y a comprender mejor la naturaleza humana en el contexto del sistema legal.

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Bibliografía.

Castellanos, Fernando, LINEAMIENTOS ELEMENTALES DE DERECHO PENAL,


43 ed., Porrúa, 2002

Quisbert, Ermo, HISTORIA DEL DERECHO PENAL A TRAVES DE LAS


ESCUELAS PENALES Y SUS REPRESENTANTES, Bolivia, CED, 2008.

B, Lopez, Hilda, EL DERECHO PENAL, EVOLUCIÓN HISTÓRICA, unidad XI, 2015

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