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Las leyes del proceso docente-educativo.

El rigor teórico de cualquier ciencia establece que el número de leyes que conforma el núcleo
de esa teoría, dado su carácter esencial, sea relativamente pequeño. Aparecen generalmente
en diferentes textos dos leyes de la Pedagogía:

1. La relación de la escuela con la vida, con el medio social.

La primera ley establece el vínculo, de naturaleza dialéctica, entre el contexto social y el


proceso formativo. El proceso docente educativo como objeto, como sistema, se relaciona con
el medio, con la sociedad y recibe de ésta el encargo social.

La sociedad dirige a la escuela y en esa relación dialéctica concreta, en ella los objetivos, dicho
encargo social. La escuela existe, en tanto institución social, para formar a los ciudadanos que
se van a integrar a la colectividad.

La escuela que se desarrolla para la vida, se tiene que realizar en la vida, por la vida y en
especial en el trabajo, como su actividad fundamental. Es decir, una educación para la vida
tiene que ser productiva (laboral), creativa (investigativa) y transformadora del contexto social.

La tarea fundamental del sistema, proceso docente-educativo, consiste en estructurar y


relacionar los elementos componentes del proceso docente-educativo para lograr el objetivo y
resolver el problema de formar a los ciudadanos en correspondencia con las mejores virtudes y
valores de la correspondiente sociedad.

2. La relación entre la instrucción y la educación

La Pedagogía es la ciencia que estudia el proceso formativo, es decir, la que estudia la


formación, en general, de la personalidad de los hombres.
El estudio de la Pedagogía nos permite dirigir científicamente la formación de los
hombres: la educación, la instrucción y la capacitación de los ciudadanos de una
sociedad para alcanzar altos niveles de calidad y excelencia.
El proceso en el cual el hombre adquiere su pleno desarrollo, tanto desde el punto de
vista educativo como instructivo es el así denominado PROCESO DE FORMACIÓN.
INSTRUCCIÓN- EDUCACIÓN- DESARROLLO

El proceso docente en su dimensión instructiva: Es aquel proceso que, en su desarrollo,


garantiza la formación de habilidades y conocimientos.

El proceso docente en su dimensión capacitiva: Es aquel proceso que, en su desarrollo,


garantiza la formación de capacidades.

El proceso docente en su dimensión educativa: Es aquel proceso que, en su desarrollo,


garantiza la formación de convicciones, sentimientos y otros rasgos trascendentes de la
personalidad del egresado.

 Las tres dimensiones del proceso formativo se relacionan entre sí como consecuencia,
en primer lugar, de lo que tienen en común, son procesos conscientes; y se diferencian,
ante todo, en su intención, en lo que persiguen; el educativo, la formación de
sentimientos; el instructivo, la asimilación de conocimientos; el capacitivo, la formación
de capacidades.
 Estas tres dimensiones del proceso de formación se dan a la vez, lo que implica que el
estudiante se apropia de un conocimiento y, al unísono, desarrolla una acción y
fortalece rasgos de su personalidad. Sin embargo, esto no significa que
automáticamente a un conocimiento le corresponda un solo tipo de acción o de
sentimiento, en una relación directa, lineal; por el contrario, la gama de variantes es
inagotable, de ahí que la selección de qué opción escoger es consciente.

En resumen, es un solo proceso, pero tiene tres dimensiones, lo que implica que se desarrolla a
través de tres procesos, interrelacionados entre sí, cada uno de los procesos tiene personalidad
propia, que se desarrollan con relativa autonomía, pero están interrelacionadas con las otras
dos dimensiones, las que se condicionan mutuamente. La Pedagogía, por tanto, es la ciencia
que tiene por objeto el Proceso de Formación

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