Está en la página 1de 5

Gnoseología

Práctico: Mario Martín Gómez Pedrido.


Clase: 26.04.2022.

Husserl – Meditaciones Cartesianas ( Meditación II: # 14-18)

Punto de partida del análisis: desplazar el peso de la evidencia trascendental del ego hacia sus
variadas cogitationes, dirigir hacia ellas la mirada reflexiva del yo que medita para describir sus
contenidos (#14). Se aspira a una descripción universal en la esfera egológica del ser, en cuanto
esfera de las asunciones reducidas a una pura exención de prejuicios. Esta esfera es la llamada a ser
la base de una crítica de la conciencia universal y radical (#15)

Posible objeción: esta dirección en la investigación no es otra cosa que una descripción
psicológica de la experiencia de la vida de la conciencia.
Respuesta: una pura psicología descriptiva de la conciencia no es lo mismo que la
fenomenología trascendental. La investigación fenomenológico-trascendental toda está
ligada al mantenimiento inquebrantable de la reducción trascendental, que no puede
confundirse con la limitación a la mera vida psíquica que por vía de abstracción se impone a
la investigación antropológica. En el caso de la psicología nos las habemos con datos del
mundo que se da por supuesto como real. En el caso de la investigación fenomenológico-
trascendental el mundo entero no se encuentra en vigor como realidad, sino sólo como
fenómeno de realidad.

Principio metódico: correlación entre cogito y cogitatum: el cogito se puede definir como la
corriente de la vida de conciencia en que vive el ego idéntico (el de quien medita). Las variadas
cogitationes que se refieren a las cosas del mundo llevan en sí mismas la referencia: todo cogito,
toda vivencia de la conciencia, asume algo, y lleva en sí misma, en este modo de lo asumido, su
peculiar cogitatum. Las vivencias de la conciencia son intencionales: todo cogito lleva, en cuanto
cogito, su cogitatum (#14). Si obedecemos a este principio metódico respecto al doble título cogito-
cogitatum, se abre la posibilidad de llevar a cabo en las dos direcciones correlativas descripciones
universales sobre la base de alguna o algunas de estas cogitationes en cada caso (#15):
1. Descripción noemática: descripción referente al objeto intencional en cuanto tal, a las
determinaciones que le son atribuidas asuntivamente en los respectivos modos de la
conciencia.
2. Descripción noética: descripción referente a los modos del cogito mismo, los modos de la
conciencia (percepción, recuerdo, retención, etc.) con las diferencias modales inherentes a
ella (como claridad y distinción).

Metodo del análisis fenomenológico trascendental: la reflexión fenomenológico trascendental


(#15):

Diferencia entre “actos de aprehensión directos” y “actos de reflexión”: percibiendo


directamente, aprehendemos v. gr. la casa y no el percibir mismo. Sólo en la reflexión nos
dirigimos al percibir y a su estar dirigido perceptivamente a la casa.

Reflexión natural: reflexión de la vida diaria y de la ciencia psicológica. Se efectúa en el


terreno del mundo dado como real.

Reflexión fenomenológico-trascendental: se efectúa fuera del terreno del mundo dado


como real del cual se ha salido por medio de la epokhé: experiencia trascendental como
experiencia modificada. Nos fijamos en el cogito reducido trascendentalmente en el caso
dado y lo describimos, pero sin que en cuanto sujetos reflexionantes llevemos
simultáneamente a cabo la posición natural de la realidad que encierra en sí la primitiva
percepción directamente llevada a cabo 1.

Alteración de la vivencia primitiva por medio del acto reflexivo 2: con esto surge, en el
lugar de la vivencia primitiva, otra esencialmente distinta, por lo que hay que decir que la
reflexión altera la vivencia primitiva.
Caso de la reflexión natural: altera esencialmente la anterior vivencia ingenua,
haciéndola perder el modo primitivo de “directa”, precisamente por hacer objeto
suyo lo que antes era vivencia y no nada objetivo. Pero esto no constituye un
problema para el análisis porque la tearea de la reflexión no es repetir la vivencia
primitiva sino contemplarla y exponer lo que se encuentra en ella. El tránsito a
esta contemplación da una nueva vivencia intencional, que en su carácter intencional
de “reflexión sobre la vivencia anterior”, hace presente, y en casos evidentemente
presente, esta misma vivencia anterior y no otra. Esto posibilita el saber empírico.
Caso de la reflexión trascendental: el no llevar a cabo simultáneamente el yo que
reflexiona la posición de la realidad de la percepción directa de la casa no altera en
nada el hecho de que la experiencia reflexiva del yo es precisamente experiencia de
la percepción de la casa, con todas las notas que antes le pertenecían y siguen
precisándose. Y en estas notas entran, en nuestro ejempo, las de la percepción misma,
como vivencia en curso, y las de la casa percibida, puramente en cuanto tal.

Actitud fenomenológico-trascendental (#15): si decimos del yo que experimenta y vive de


cualquier otro modo natural “el” mundo, que está “interesado” por el mundo, la actitud
fenomenológicamente modificada consiste en que se lleva a cabo una escisión del yo, en que sobre
el yo ingenuamente interesado se instala el yo fenomenológico como “espectador desinteresado” 3.
Yo, el yo en actitud natural, soy también y siempre un yo trascendental, pero de esto únicamente sé
cuando llevo a cabo la reducción fenomenológica. Gracias a ella veo que todo cuando existe de un
modo natural sólo existe para mí en cuanto vale para mí con el sentido que tiene en cada caso, como
cogitatum de mis cogitationes cambiantes, y en su cambio ligadas entre sí: y sólo en cuanto tal lo
mantengo para mí en vigor. Por consiguiente, yo, el fenomenólogo trascendental, tengo como
tema de mis averiguaciones y descripciones universales exclusivamente objetos en cuanto
correlatos intencionados de mis modos de conciencia.

[Breve resúmen de los aspectos metodológicos hasta acá vistos]:

1 La actividad reflexiva es la misma, la particularidad surge si se realiza en actitud natural (reflexión natural) o en
actitud trascendental, i.e., luego de haber practicado la epokhé (reflexión fenomenológico-trascendental).
2 Este tema se encuentra también desarrollado en detalle en el parágrafo 78 de Ideas I. Asimismo, es un núcleo de
crítica del texto La trascendencia del ego de Jean-Paul Sartre. El trabajo que realiza el fenomenólogo francés sobre
la reflexión en El ser y la nada presupone esta crítica al posicionamiento de Husserl en torno al carácter distorsivo
de la reflexión. Ambos autores parten de la misma nota distintiva del acto reflexivo, la distorción de la vivencia
primitiva, pero mientras que para Husserl ello no presenta un problema ni para el análisis psicológico de las
vivencias ni para el análisis fenomenológico-trascendental de las mismas, para Sartre es un problema decisivo que,
incluso, pierde el estatuto de problema meramente metodológico (que se podría estipular en la siguiente pregunta:
¿cuán adecuado puede ser un método reflexivo de análisis de vivencias si los actos reflexivos son distorsivos?) para
pasar a ser, estrictamente, la evidencia de una tesis ontológica: la trascendencia del ego. Y esto porque más allá de la
pérdida de vivacidad de la vivencia, lo que muestra la distorción inherente al acto reflexivo para Sartre es la
aparición de un nuevo elemento en la vivencia que no estaba antes: el ego.
3 Este fragmento del parágrafo 15 se conecta directamente con los parágrafos 27-32 de Ideas I en donde se describía
la actitud natural y el pasaje hacia la actitud trascendental por medio de la epokhé. Notemos cómo, asimismo,
aparece en este parágrafo un nuevo concepto de ego: el yo como espectador desinteresado. Hay una referencia
directa a la “multiplicación de egos” en Husserl en el texto La trascendencia del ego de Jean-Paul Sartre en donde
hace referencia a los tres egos que se pueden discernir en el texto: el ego mundano, el ego trascendental y el ego
fenomenológico como expectador desinteresado. A diferencia del planteo husserleano, Sartre presenta en la
trascendencia del ego una única noción bifásica de ego: el ego trascendente, que ostenta un costado activo (el “je”) y
uno pasivo (el “moi”).
1. La epokhé y la ulterior reducción fenomenológica nos descubrió el campo de experiencia
trascendental del ego.
2. La epokhé nos permitió, por ende, realizar el viraje desde la actitud natural hacia la actitud
trascendental.
3. El mundo y sus entidades quedan reducidos al estatuto de cogitatum.
4. El análisis fenomenológico-trascendental se propondrá describir los contenidos del campo
de experiencia trascendental del ego: las cogitationes.
5. El método será el de la reflexión fenomenológico-trascendental que encuentra su posibilidad
de desarrollo en la epokhé.
6. Todo cogito particular, por ser una vivencia intencional, contiene su cogitatum, es decir, su
objeto intencional.
7. El análisis, por ende, puede tomar la dirección del cogito y realizar una descripción noética,
o puede tomar la dirección del cogitatum y desarrollar una descripción noética.

Análisis fenomenológico-trascendental de la unidad objetiva:

Ejemplo del cubo (#17): si tomo al “percibir este cubo”4 por tema de la descripción, vea en la
reflexión pura que “este” cubo está dado contínuamente como unidad objetiva, en una mudable,
multiforme diversidad de variantes fenoménicas de relaciones determinadas. Estas variantes no son
en su curso una sucesión incoherente de vivencias. Transcurren, por el contrario, en la unidad de
una “síntesis”, por cuya virtud se presenta a la conciencia en ellas uno y el mismo objeto.

[La idea que subyace al análisis de la unidad objetiva es que la percepción de todo objeto
se da de manera escorzada. Si vamos al #44 de Ideas I podemos leer lo siguiente: “a la
percepción de cosas es inherente además, y también esto es una necesidad esencial, una
cierta inadecuación. Una cosa sólo puede en principio darse 'por un lado', y esto no quiere
decir sólo incompletamente, o imperfectamente en un sentido cualquiera, sino justo lo que
impone la exhibición por medio de matices o escorzos”. Esta característica del acto
perceptivo abre, entonces, el problema de la unidad del objeto. Dicha unidad objetiva, a
causa de la naturaleza escorzada de la percepción, no se encuentra dada sino que debe ser
fundamentada dentro del análisis.]

Síntesis pasiva de la conciencia: privativa de la región de la conciencia [esto es: la unidad del
objeto no surge de la trascendencia]. Modo de conexión que une un acto de conciencia con otro acto
de conciencia (#17).

Identificación (#18): forma fundamental de la síntesis. Transcurre pasivamente, bajo la forma de la


contínua conciencia interior del tiempo.

Distinción entre temporalidad objetiva y temporalidad “interna” del presentarse (#18):


corresponde a, en nuestro ejemplo, la temporalidad del cubo (temporalidad objetiva) y a la
temporalidad del percibir el cubo (temporalidad interna): el presentarse fluye a lo largo de sus
trachos y fases temporales, que por suparte son presentaciones contínuamente cambiantes del uno y
mismo cubo. La unidad de estas presentaciones es la unidad de la síntesis: no es simplemente un
enlace contínuo de las cogitationes (un extrínseco estar pegadas las unas a las otras), sino un enlace

4 Husserl aclara al final del parágrafo #17 que dicho análisis de la unidad idéntica de cambiantes modos de conciencia
vale también para los casos de otras intuiciones como el recuerdo (“que hace el objeto intuitivo por segunda vez”) y
la expectativa (“que lo hace intuitivo por anticipado”). Mantengamos, simplemente, la siguiente diferencia: mientras
que la percepción sensible comporta una presentación (es decir, en ella el objeto se da en persona, en carne y hueso,
“leibhaftig”), la rememoración y la expectativa son casos de presentificaciones simples que nos dan el objeto en sí
mismo pero no en persona.
en una conciencia en la cual se constituye la unidad de un objeto intencional como el mismo de
las diversas variantes fenoménicas.

Objeto intencional (#18): la existencia del mundo, y por ende la del cubo, están puestas entre
paréntesis por virtud de la epokhé (fig. 1), pero el cubo uno y mismo que aparece es inmanente a la
corriente de la conciencia. Está en ella no como parte integrante real sino idealmente, como algo
intencional, como algo que aparece: un estar dentro de ella como su sentido objetivo inmanente. El
“objeto” de la conciencia, en su identidad “consigo mismo” a través de la corriente de las vivencias,
no entra desde fuera en ella sino que está encerrado en ella misma como sentido, y esto es, como la
“obra intencional” de la síntesis de la conciencia (fig. 2).

Vida total de la conciencia (#18): la vida total de la conciencia se encuentra sintéticamente


unificada. Pues el mismo cubo puede presentarse a la conciencia en modos de conciencia inconexos
y heterogéneos (distintas percepciones, recuerdos, valoraciones, etc.). La síntesis pasiva produce
también la conciencia de la identidad como conciencia unitaria que abarca estas distintas vivencias.
Pero también toda conciencia de algo no idéntico como unitario, toda conciencia de una pluralidad
o de una relación, etc., es una síntesis. Incluso las contradicciones, las incompatibilidades son
productos de síntesis. Hay, pues, un cogito universal que recoge sintéticamente en sí cuantas
distintas vivencias se destacan en la conciencia.

Conciencia interna del tiempo: forma fundamental de la síntesis universal que hace posible todas
las restantes síntesis de la conciencia. Su correlato es la temporalidad inmanente gracias a la cual las
vivencias del ego tienen que presentarse temporalmente ordenadas a la reflexión (fig. 3).

1. (Cubo → posee su propia temporalidad objetiva.)


2. Percepción del cubo (= acto perceptivo) → posee su propio flujo temporal:
presentaciones de escorzos de un mismo cubo → unidad del objeto intencional como
obra de la síntesis de la identificación.
3. Vida total de la conciencia → posee su propia temporalidad inmanente como obra de la
forma fundamental de la síntesis universal: la conciencia interna del tiempo.

Preguntas orientadoras y posibles relaciones para la elección de un tema de monografía final

Las siguientes no son preguntas que tengan que ser contestadas para ser calificadas sino que son
simples preguntas disparadoras que intentan relacionar los dos autores del práctico para las futuras
monografías que los y las estudiantes tienen que realizar. Las mismas no deben estar dedicadas,
tampoco, a responder estas preguntas sino que ellas son simplemente orientadoras de la lectura e
investigación conjunta de los textos de ambos autores para que los y las estudiantes puedan, a partir
de la lectura complementaria, encontrar los temas y problemas filosóficos que más les interesen
trabajar dentro de estas áreas de investigación que les sugerimos abordar.

POSIBLES RELACIONES TEMÁTICAS PARA DESARROLLAR EN LA MONOGRAFÍA.


La alteración de la vivencia primitiva por medio del acto reflexivo. Como decíamos este tema
se encuentra también desarrollado en detalle en el parágrafo 78 de Ideas I. Asimismo, es uno de los
nucleos de la crítica de Sartre en su texto La trascendencia del ego. Complementariamente el
trabajo que realiza el fenomenólogo francés sobre la reflexión en El ser y la nada presupone esta
crítica al posicionamiento de Husserl en torno al carácter distorsivo que es inherente a la reflexión.
Ambos autores parten de la misma nota distintiva del acto reflexivo: la distorción de la vivencia
primitiva cuando accedemos a ella mediante un acto reflexivo. Hasta aquí la coincidencia, pero
mientras que para Husserl ello no presenta un problema ni para el análisis psicológico de las
vivencias ni para el análisis fenomenológico-trascendental de las mismas, pues la distorción
reflexiva no altera lo esencial de los igredientes de la vivencia, para Sartre se genera un problema
decisivo. Este problema es que a su juicio se desplaza del ámbito metodológico que se podría
sistemtizar así: ¿cuán adecuado puede ser un método reflexivo de análisis de vivencias si los actos
reflexivos son distorsivos de su objeto: las viencias? para pasar a ser una tesis ontológica: la
trascendencia del ego. Es decir, para Sartre más allá de la pérdida de vivacidad de la vivencia, lo
que muestra la distorción inherente al acto reflexivo -defendida por Husserl- es la aparición de un
nuevo elemento en la vivencia que no estaba antes: el ego. Un posible tema de Monografía
consistiría en analizar esta tesis ontológica sartreana, reconstruir la fundamentación que
Sartre da de la misma y ponderar, a vuestro juicio, su consistencia y pertinencia a la luz de lo
sostenido por Husserl sobre el carácter distorsivo de la reflexión para argumentar en pos de
una posición o de la otra.

Multiplicad/Unicidad del ego en el yo que experimenta y vive de cualquier otro modo natural “el”
mundo, que está “interesado” por el mundo la actitud fenomenológicamente modificada en eso yo
consiste en que se lleva a cabo una escisión del yo mismo. En el yo ingenuamente interesado se
instala el yo fenomenológico como “espectador desinteresado” . Este fragmento del parágrafo 15 de
la II Meditación se conecta directamente con los parágrafos 27-32 de Ideas I en donde se describía
la actitud natural y el pasaje hacia la actitud trascendental por medio de la epokhé. Notemos cómo,
asimismo, aparece en este parágrafo un nuevo concepto de ego: el yo como espectador
desinteresado. Hay una referencia directa a la “multiplicación de egos” en Husserl en el texto La
trascendencia del ego de Jean-Paul Sartre en donde hace referencia a los tres egos que se pueden
discernir en el texto: el ego mundano, el ego trascendental y el ego fenomenológico como
expectador desinteresado. A diferencia del planteo husserleano, Sartre presenta en la trascendencia
del ego una única noción bifásica de ego: el ego trascendente, que ostenta un costado activo (el
“je”) y uno pasivo (el “moi”). Un posible tema de Monografía consistiría en analizar, por un
lado, la triple división egológica husserliana y el fundamento que subyace a la misma, por el
otro, la única noción de ego como ego trascendente, es decir, el ego siempre esta fuera de la
conciencia, lo trasciende sostenida por Sartre y en virtud de esta contraposición precisar y
evaluar las ventajas y desventajas, los aciertos y problemas que a vuestro juicio se deducen de
cada posicionamiento en torno al lugar del ego en el análisis fenomenológico.

También podría gustarte