CONFLICTIVISTA La sociedad encierra dentro de sí una serie de contradicciones y objetivos colectivos
contrapuestos que provocan confrontación de intereses. Por esta razón, el conflicto es inherente a cualquier dinámica social, es un imperativo estructural y un motor del cambio social. CONSESUALISTA La organización de cualquier sistema social tiende a la auto compensación entre los actores y las fuerzas que articulan su estructura y su funcionamiento. Los conflictos sociales son pues situaciones anómalas, fruto de una alteración en el discurso normal de la vida social, de manera que tenderán a ser explicados en términos espasmódicos. MARXISMO Parte de la idea de que el conflicto es inherente a todo sistema social, siendo un imperativo estructural mientras la sociedad esté organizada de forma clasista. Las tensiones sociales tienen dos orígenes: uno de orden social, relacionado con las actitudes de las clases antagónicas en la sociedad, y otro de tipo socioeconómico, vinculado a la interacción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. En lo social, destacan las actitudes conservadoras de las clases dirigentes, que buscan mantener su posición dominante, mientras que en el ámbito socioeconómico se señalan las contradicciones resultantes de los intereses de clase y de la dicotomía entre la división del trabajo y el desarrollo de las fuerzas productivas. El marxismo inglés representado por Thompson y Hobsbawm, enfatizó que la movilización obrera surge de experiencias sociales compartidas, abriendo el camino a innovaciones en el estudio del conflicto social y la identidad colectiva. LAS NUEVAS Han surgido desde mediados de los años 60 y se destacó principalmente en la segunda TEORIAS DEL mitad de los 70 entre politólogos y sociólogos. Estas provienen de una variedad de CONFLICTO disciplinas, como economía, sociología, ciencias políticas, antropología, psicología e SOCIAL historia. Surgieron como respuesta a los "Nuevos movimientos sociales" que surgieron en Europa y Estados Unidos en los años 60, los cuales no podían ser explicados por teorías tradicionales como el marxismo y el funcionalismo. En los años 80, otros autores desarrollaron estos planteamientos iniciales con estudios sobre ciclos de conflictividad social, microestructuras de movilización, entornos sociales favorables al movimiento, tradiciones organizativas y redes de movimientos. Dos autores que tuvieron gran influencia fueron Mancur Olson y Charles Tilly. Olson aplicó la teoría de juegos al movimiento social, desarrollando la teoría de la elección racional. Mientras que Tilly introdujo el concepto de oportunidades políticas. Estas teorías se centraban en la organización de los movimientos sociales y en la capacidad de movilización de recursos. A pesar de su impacto, estas propuestas presentan problemas y se plantea la necesidad de una reformulación y coordinación entre las prácticas de investigación.
VOLCANICAS Se tratan de un conjunto de explicaciones que consideran al conflicto como el resultado
de tensiones provocadas por diversos procesos socioeconómicos, políticos o psicológicos. Estas teorías no buscan integrar el conflicto en explicaciones globales sobre el sistema social, sino que se centran en el conflicto mismo; comparten la idea de que el conflicto surge cuando los actores sociales alcanzan un nivel insostenible de crispación, motivados por la frustración de expectativas. Existe un umbral a partir del cual un grupo considera su situación como una injusticia intolerable y estalla el conflicto. Este proceso puede simplificarse en dos fases según Durkheim: la acumulación de ansiedades y frustraciones y el arranque espontáneo de ira popular Chalmers Johnson propone un proceso similar, añadiendo la intransigencia de las élites a admitir reformas como un factor clave en la generación del conflicto. Este proceso se divide en cuatro fases: desequilibrios sistemáticos en la sociedad, intransigencia de las élites, pérdida de legitimidad de las élites y un acontecimiento fortuito que desencadena la revuelta. En definitiva, el conflicto social surge cuando existe una brecha entre las expectativas de un grupo social y la realidad que enfrenta. Este conflicto tiene un importante componente psicológico y puede aparecer en muy diversos ámbitos, desde conflictos familiares hasta revoluciones. Las teorías que explican el conflicto social incluyen la privación relativa, la frustración sistemática y los desequilibrios sistémicos. Con frecuencia, las revoluciones han sido lideradas por clases medias o grupos cercanos a la élite social que se sienten insatisfechos con su situación. FUNCIONALISMO A pesar de las diferencias entre los autores considerados funcionalistas, la idea principal es que la sociedad es una estructura integrada con funciones específicas como la adaptación, el logro de metas, la conservación de pautas y la integración. Los conceptos básicos del funcionalismo incluyen el sistema social, la estructura y la función. Sostiene que la sociedad funciona armoniosamente con un equilibrio dinámico y auto compensado, con normas y valores que aportan coherencia. Los principios teóricos incluyen la unidad funcional, la indispensable de costumbres y creencias, y el sistema normativo compartido por los actores sociales. El funcionalismo tiende a menospreciar el conflicto social y considerarlo una amenaza para el orden social. T. Parsons considera que el conflicto es una traición a los intereses colectivos, pero reconoce su existencia y lo atribuye a malentendidos o desviaciones del modelo normativo. El funcionalismo relativista de Merton conceptualizó el conflicto como disfunciones que, aunque alteraban el sistema social, contribuían de manera latente a su estabilidad. Posteriormente, se comenzaron a valorar los conflictos como procesos de acción social que fortalecían el sistema social.
El "Paradigma Cultural" en La Definición de Los Desórdenes de La Imagen Corporal: Sus Potenciales Aportes A Una Teoría Social Corporizada de Orientación Crítica