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Corrientes fundamentales de la Sociología

En Sociología no existe una sola forma de abordar y/o entender los problemas de la sociedad.
Eso significa que hay distintas teorías o paradigmas teóricos que abordan la realidad social bajo
perspectivas de análisis diferentes. Esas visiones están determinadas por la perspectiva de
análisis que asuman los estudiosos de la realidad social.

Es así como encontramos dos grandes corrientes en el pensamiento sociológico: la teoría


funcionalista y la teoría del conflicto. A lo largo de la historia del pensamiento social, estas
teorías se han desarrollado impulsadas por intelectuales y/o pensadores que han asumido y,
siguen asumiendo, puntos de vista y/o posiciones diferenciadas acerca de las causas que
explican el desarrollo de las sociedades.

Para el funcionalismo, las causas de los problemas de la sociedad se encuentran en los


factores de naturaleza cultural. Lo que significa que los conflictos tienen como causa la forma
como las personas y los grupos sociales participan en la construcción de su entorno cultural.
Para los funcionalistas son los valores, las normas, las creencias y las actitudes en las cuales se
forman los miembros de una sociedad las que, en definitiva, explicarán el grado de conflictividad
o no de la sociedad.
En tanto, para los teóricos del conflicto es preciso buscar las causas de los conflictos y de todas
las formas de expresión de una sociedad, en la producción de bienes materiales y,
particularmente, en las relaciones (entre personas) que se establecen en el proceso
productivo, lo que explicará incluso, la vida espiritual de una sociedad.

Ambas son visiones diferenciadas o antagónicas. Lo que obliga a ubicarse en una u otra a la
hora de analizar los fenómenos sociales. Por eso, es importante para quienes estudian
sociología, entender que en la vida siempre habrá que tomar una posición sobre cualquier
fenómeno de nuestras vidas. Asumir, como ley de vida, que la neutralidad no será nunca una
salida.

Funcionalismo

La idea básica del funcionalismo, como teoría sociológica, es que las sociedades son estables,
bien integradas y las funciones que las instituciones y los individuos cumplen ayudan a la
autorregulación de la sociedad. Esta corriente del pensamiento sociológico tomó forma en el siglo
XlX con los aportes de sociólogos los franceses Augusto Comte (1798-1857) y Emile Durkheim
(1858-1917) y, también, del sociólogo británico Herbert Spencer (1820-1903).

Como ya se ha explicado, Augusto Comte, se convirtió en el sociólogo del orden, del orden social
capitalista. Y como tal Comte, rechazaba la idea de una transformación de la sociedad por vía
de un cambio revolucionario. Aceptaba, por ejemplo, algunos cambios que se pudieran dar en
una parte del sistema social, en la educación por ejemplo, pero siempre que esos cambios
ayudaran al mantenimiento de todo el sistema.

El pensamiento funcionalista ha desarrollado muchos argumentos organicistas que establecen


una comparación entre las sociedades y los organismos vivientes. La sociología toma esta idea
del sociólogo Herbert Spencer, quien hizo estudios de la sociedad a partir de la comparación de
ésta con los organismos vivos. Spencer sostenía que así como en el cuerpo humano las
diferentes partes cumplen una función para el mantenimiento del ser humano, así mismo en la
sociedad las diferentes partes de la sociedad hacen lo mismo, que es una relación de
complementariedad. De hecho entonces, en los organismo vivos cada una de las partes cumplen
una función determinada para el mantenimiento del cuerpo, sus partes son interdependientes,
cada una de ellas necesita de la otra para sobrevivir. Todas deben trabajar en armonía haciendo
cada una su contribución.

Esa misma reflexión se traslada al mundo de lo social. Para los sociólogos organicistas en las
sociedades ocurre una situación similar, donde cada una de las instituciones sociales constituye
estructuras especializadas. Por ejemplo, instituciones como la familia, la política, la educación,
el arte, la religión, entre otras, cumplen una función destinada a mantener la estabilidad social.

Una sociedad puede sobrevivir en la medida en que sus instituciones funcionen


armoniosamente. Ese funcionamiento solo se logrará bajo un consenso social, que no es más
que el acuerdo entre los individuos en torno a ciertos valores, creencias y normas para que
todo funcione bien. Donde funcionar bien significa hacerlo con instituciones sociales que
garanticen el funcionamiento armónico de las sociedades.

Emilio Durkheim se inscribe también en esta línea de análisis. Desarrolló la idea de los tipos de
solidaridad, señalando que en las sociedades tradicionales la solidaridad que predomina es
la solidaridad mecánica, basada en una fuerte conciencia colectiva en esas sociedades. En
tanto, en las sociedades modernas lo que predomina es la solidaridad orgánica. En las
sociedades modernas cada persona tiene asignado un papel y, por tanto, las especialidades
hacen que las personas tengan que depender las unas de las otras generando una dependencia
entre ellas. Esta dependencia hace que se produzca la necesidad de mantenerse unidas.

En relación a las sociedades modernas que son las sociedades capitalistas, Durkheim señaló
que provocaron cambios vertiginosos que afectaron el comportamiento y cohesión social.
Durkheim creó un concepto que le permitiría entender la dificultad que se les presenta a los
individuos cuando carecen de motivación por la vida y de la capacidad de adaptarse a los
cambios, al que llamó anomia. Decía que la anomia era una enfermedad social a la que la
Sociología debería prestarle atención.
La anomia, en definitiva, era el reconocimiento del funcionalismo de la existencia de anomalías
que se daban en la sociedad capitalista de la época.

Los funcionalistas se han preocupado por el estudio de los fenómenos culturales, entendidos
éstos como el conjunto de valores, creencias y normas de una sociedad. Especialmente se
estudian los aspectos que tienen que ver con la integración y cohesión social. Los
funcionalistas han visualizado el conflicto social como algo anormal, como un síntoma de
enfermedad. Esta teoría se caracteriza por ser ahistórica y no tomar en cuenta la búsqueda de
la relación de causa-efecto, preocupándose más por lo fenomenológico y no por la esencia.

Sociología del Conflicto

A diferencia del funcionalismo, esta teoría no busca explicar los fenómenos sociales a partir del
equilibrio y la cohesión social. Busca la explicación a partir del conflicto permanente que se da
en las sociedades. Entendiendo al conflicto como resultado de la desigualdad y la injusta
distribución de la riqueza. En esta teoría se busca estudiar las causas últimas que explican las
desigualdades entre las clases sociales por razones de género, de etnia y de raza. Esta teoría
plantea que en las sociedades capitalistas las diferencias abismales que existen entre las clases
sociales impiden la integración social. Esas diferencias, tarde o temprano, terminan enfrentando
a los diferentes grupos de la sociedad, en cuyo fundamento existen relaciones de poder.

Para la sociología del conflicto, los cambios sociales son vistos como cambios inevitables en la
sociedad. La tendencia de la humanidad no es la estabilidad social, sino la lucha de clases, vista
ésta como fuente del desarrollo y progreso humano. Para esta corriente sociológica, la historia
de la humanidad no es más que la historia de la lucha de clases, constituyéndose en el motor
de ese proceso histórico social.

El principal exponente de esta teoría es Carlos Marx, quién vivió en Europa y fue un estudioso
de capitalismo, como sistema económico y social. En su obra El Capital, resume los alcances
de la sociedad surgida de la Revolución Industrial, que es la sociedad capitalista. Marx, se
dedicó a mostrar los problemas que genera un sistema de producción basado en la ganancia.

La sociología del conflicto es, justamente, una visión marxista de los fenómenos sociales. Marx
planteó que en el capitalismo hay dos clases fundamentales que son la burguesía y el
proletariado. Esas dos clases mantienen relaciones antagónicas e irreconciliables entre ellas.
Ese tipo de relaciones se da porque sus intereses son diferentes. Para la burguesía es la
ganancia su principal propósito y, para los proletarios es evitar la explotación desmedida del
sistema. A esas confrontaciones permanentes es que Marx llamó lucha de clases.

Marx desarrolló un importante concepto que tiene que ver con la apropiación de la riqueza en el
capitalismo. Ese concepto se denomina plusvalía y es la forma en que la burguesía, clase
dominante en el capitalismo, se apropia del trabajo de los proletarios (obreros), al no pagarles lo
que realmente les corresponde por el trabajo realizado. Es, justamente esa plusvalía, la que
enriquece al burgués y, además, se convierte en la parte central (piedra angular) del modelo
capitalista de producción.

Esa forma injusta de apropiación de la riqueza social es, justamente, la que genera enormes
desigualdades sociales en el capitalismo. Concentrando riqueza en unos y miseria en otros.

Como se apuntó en pantallas anteriores, uno de los conceptos que esta teoría utiliza para
explicar el funcionamiento de la sociedad, es el concepto de producción. En síntesis, para la
teoría del conflicto la producción de bienes materiales y espirituales es el fundamento sobre el
cual se erigen todas las formas del pensamiento humano, incluyendo las instituciones sociales.

Origen de la Sociología

La Sociología nació en Francia debido a necesidad de explicar, científicamente, los fenómenos


sociales que sucedían en la Europa del siglo XIX. Los pensadores de la época consideraron
necesario la existencia de una ciencia que estudiara a la sociedad en todos sus aspectos. Y fue,
precisamente, en Francia donde se dieron las condiciones para el nacimiento de esa ciencia y
fue el pensador francés Augusto Comte (1798-1857), quien se dio a la tarea de dar vida a la
Sociología.

Condiciones históricas y sociales que permitieron el


surgimiento de la Sociología

En este tema se explicaran las condiciones que permitieron el surgimiento de la Sociología. La


revolución industrial, la revolución francesa, el importante debate que se dio entre pensadores y
filósofos de la época y el desarrollo de las ciencias naturales, constituyen los cuatro elementos
determinantes para que la sociología naciera en la Francia de la primera mitad del siglo XIX.

La sociología no surgió como un hecho casual o fortuito, sino, como una necesidad histórico-
social, provocada por los acontecimientos arriba señalados. Sucesos económicos, sociales y
políticos que, finalmente, fueron la causa para la búsqueda de un conocimiento que diera cuenta
de los cambios producidos en la Europa de la época.
El invaluable trabajo que realizó su padre fundador, Augusto Comte y, luego, los valiosos aportes
de los demás teóricos de la sociología posibilitaron el enriquecimiento teórico de la sociología.
Por eso ambos, padres fundadores y clásicos del pensamiento sociológico moderno, tienen su
sitio en el surgimiento y desarrollo de esta ciencia.

Hoy día, es más que difícil hacer referencia a las investigaciones sociológicas sin acudir a los
aportes de los llamados clásicos de la Sociología. No solo son un referente para la sociología,
lo son para todas las ciencias sociales. Emilio Durkheim, Carlos Marx y Max Weber, son fuente
obligada para la búsqueda del conocimiento.

Estos tres clásicos son un referente obligado para el estudio de la realidad social. Ellos
mantienen su vigencia a pesar de haber escrito sus obras desde hace muchos años. Nos
dejaron teorías y conceptos que hoy seguimos usando por su importancia y pertinencia.
Revolución Industrial

La Revolución Industrial nació en la Inglaterra del siglo XVIII pero su impacto traspasó sus
fronteras. Provocó enormes innovaciones tecnológicas que tuvieron lugar en Europa occidental
desde mediados del siglo del siglo XVIII. Desde entonces el ritmo de la innovación tecnológica
se aceleró. Sabemos que toda innovación tiene efectos culturales que, al final, siempre producen
otras transformaciones tecnológicas.

Nadie puede desconocer los enormes beneficios que trajo la Revolución Industrial en función del
desarrollo de las fuerzas productivas. Esta Revolución impactó en el descubrimiento de nuevas
tecnologías y abrió el camino para nuevas formas del conocimiento en actividades como la
agricultura, la vivienda, la medicina, la infraestructura (en la comunicación terrestre y marítima).
Con la Revolución Industrial las distancias se acortaron y algunos valores se volvieron
universales.

Se ha definido la Revolución Industrial como el proceso que permitió el paso del trabajo manual
al trabajo de la manufactura. Lo que implicó una mayor producción y productividad del trabajo.
Con la Revolución Industrial se ampliaron los mercados y, las relaciones económicas entre las
naciones, se volvieron una práctica generalizada. Algunos autores llegan, incluso, a considerar
que este fue el principio de lo que hoy día se llama globalización. La globalización hace que los
mercados integren las economías de diferentes regiones y países.

La Revolución Industrial consolidó el dominio del sistema capitalista y, con él, el surgimiento de
nuevos actores sociales como la burguesía y el proletariado. Estas dos clases fundamentales del
capitalismo se convierten en actores claves de este modelo. Se consolidan generando así nuevos
conflictos como expresión de la lucha de clases, antagónica e irreconciliable, que existe entre
ellas.
El motor a vapor o caldera marco el inicio de la revolución industrial

Imagen por Alvaro Hernández (flickr)

Los efectos sociales que trajo consigo el sistema capitalista son innumerables, entre ellos se
pueden mencionar: el crecimiento poblacional y, consecuentemente, el aparecimiento de lo que
se llama vida urbana (que es la vida en las ciudades) con migración, ruido, violencia, mendicidad
y desempleo. Fenómenos que han ido creciendo en las sociedades capitalistas de manera
alarmante hasta nuestros días.

a Revolución Industrial es producto del crecimiento y los cambios que se han venido produciendo
durante los últimos siglos. No fue una revolución repentina, sino lenta y continua. Se pasó del
viejo mundo rural al de las ciudades. Del trabajo manual al trabajo de la máquina. Las personas
que vivían en el campo se trasladaron a las ciudades y modificaron su condición social. Migraron,
en gran medida, para trabajar en las nuevas fábricas que surgieron al calor de los procesos
generados por el nuevo modelo de desarrollo capitalista.

La Revolución trajo consigo invenciones técnicas y descubrimientos teóricos, capitales y


transformaciones sociales, revolución de la agricultura. Además el descubrimiento de nuevos
fármacos y el desarrollo de la medicina, lo que contribuyó con la reducción de la mortalidad y el
aumento de la esperanza de vida de la población, produciéndose un crecimiento poblacional que
en la actualidad asciende aproximadamente a los 7 mil millones de habitantes. La Revolución
Industrial, también, influyó mucho al modificar un conjunto de instituciones políticas, sociales y
económicas vigentes en muchos países. Marcó además una relación, muy particular entre el
capital (burguesía, clase dominante, dueña del capital y las maquinas) y trabajo (obreros, dueños
de su fuerza de trabajo).

El capitalismo tiene como propósito fundamental la ganancia. Lo que significó que la riqueza que
se producía quedaba en pocas manos, lo que a su vez generó un rechazo por parte de la naciente
clase obrera, que pronto se vio compelida a luchar por mejores condiciones de vida. Esto se
tradujo en nuevas formas de lucha de los sectores oprimidos de la sociedad, lo que atrajo la
atención de algunos pensadores que no podían resignarse a la contemplación de una situación
que amenazaba con el advenimiento de una sociedad diferente.

En la conformación de la teoría sociológica la Revolución Industrial ocupó un espacio importante.


No fue visto como un acontecimiento aislado sin conexiones con la realidad social, sino, como
todo cambio en la vida humana que trae consigo dilemas que ponen en cuestión los viejos
moldes sociales y, de esta manera, la necesidad de buscar cómo explicar la razón de las nuevas
formas de existencia de la humanidad.

Así las cosas, los sociólogos de la época tenían posiciones sobre lo que estaba pasando en
Europa y el mundo
Si se piensa desde los tres clásicos del pensamiento sociológico moderno, sin duda que se
encontrarán posturas disimiles. Carlos Marx, el más controversial de ellos, apoyaba
resueltamente las nuevas protestas obreras y predecía el advenimiento de una nueva sociedad:
la sociedad socialista. Por otro lado, Emilio Durkheim y Max Weber, aunque no eran ajenos a la
deplorable situación de descomposición que la sociedad capitalista producía, se pronunciaban
más por una reforma del sistema capitalista que por cambios radicales.

Sin duda que la Revolución Industrial tuvo un impacto significativo en la vida de la humanidad.
Tanto a nivel económico, como político y social.
A continuación vean el siguiente video sobre la “Revolución Industrial”. Para que pueda ver
el video deberá hacer clic en el titulo del mismo.
Revolución Francesa (1789)

Fue el hecho, fundamentalmente, político que permitió que la burguesía tomara el poder
desplazando a la monarquía del control del Estado. Con ésta revolución la burguesía consolidó
su dominio. La Revolución Francesa suprimió el Estado absolutista y monárquico, fundado sobre
el derecho divino, garante de los privilegios de la aristocracia, sustituyéndolo por un Estado liberal
y laico, mismo que se fundó bajo el principio de la soberanía nacional. Esta Revolución proclamó
los derechos humanos bajo los principios de: libertad, igualdad y fraternidad.

La Revolución Industrial generó un proceso de inestabilidad


política y social que duro varios años, consolidó a la clase
burguesa como clase dominante en lo económico, en tanto en la
Revolución Francesa la consolidó políticamente

La burguesía necesitaba tener el poder político para dictar las leyes y controlar las instituciones
que le fueran necesarias para gobernar a su favor. El poder económico necesita del poder político
para legitimar su dominación y hacerla viable. Tener poder económico y no tener poder político
es un absurdo.
Por ejemplo: si se piensa en el caso de nuestro país, podríamos preguntarnos:

• ¿Quién tiene el poder económico en Honduras?

• ¿Quién el poder político?

Es claro que en Honduras los que están al frente del Estado (poder político) y toman las
decisiones acerca de todas las actividades económicas, políticas y sociales, son los mismos que
tienen el poder económico.

El impacto que estas dos revoluciones: industrial y francesa, tuvieron en las sociedades fueron
determinantes para la sociología. De ahí que los pensadores de la época analizaron los efectos,
positivos y negativos, que estas revoluciones tuvieron para la humanidad. Ese estudio marcó las
posiciones que ellos adoptarían a lo largo de sus vidas como analistas de la realidad y los
cambios sociales.

A continuación vean el siguiente video sobre la “Revolución Francesa”. Para que pueda ver
el video se sugiere hacer clic en el titulo del mismo.

La Ilustración

Fue un movimiento de intelectuales que abrió el camino a las fuerzas emergentes que
irrumpieron en los nuevos escenarios de la vida socioeconómica de Europa. Este movimiento
estaba constituido por un pequeño grupo de intelectuales del siglo XVIII, que visualizaron la
necesidad de crear una ciencia de la sociedad que fuera capaz de descubrir leyes en la vida
social, de la misma manera que las ciencias naturales lo hacían con la naturaleza. A estos
pensadores, también se les conoce con el nombre de iluministas, ilustrados o, simplemente,
como filósofos. Dos son los pensadores más representativos en el campo social y político:
Charles Louis de Secondad, Baron de la Brede y de Montesquieu (1689-1755) y Juan Jacobo
Rousseau (1789-1778).

Con la ilustración se estableció el imperio de la razón en


contraposición al dogmatismo de la Edad Media, donde el
pensamiento dominante estaba fuertemente influido por la iglesia.

La ilustración se caracteriza por la creencia de que las personas podían comprender y controlar
el universo mediante la razón y la investigación empírica. Sostenían que así como el mundo
físico se regía por leyes de la naturaleza, era muy probable que la sociedad también se rigiera
por leyes semejantes. Por lo tanto, el investigador podía descubrir esas leyes, buscando crear
un mundo más racional.

Este fue un movimiento que, aunque sus teóricos no eran sociólogos, la perspectiva con que
hacían sus análisis permitió que fueran considerados de orden sociológico.

• Montesquieu, por ejemplo, sostenía que la causa del desarrollo estaba en


el clima (según él, los climas fríos favorecían la laboriosidad de las personas). Desde
este punto de vista lo importante es la búsqueda de causas terrenales y no divinas.

Con este movimiento de pensadores el ser humano es, sujeto y objeto, de su propio destino y no
está sometido a fuerzas externas.

• Rousseau, fue más lejos y decía que los males de la sociedad estaban en la civilización.
Sostenía que el ser humano era bueno y las instituciones lo volvían malo. Hablaba de
una etapa en la cual el hombre era libre y, la avaricia por el dinero, lo convertía en “lobo
del hombre”.

Definición de Sociología

En Sociología como en otras ciencias no hay una sola definición. Con frecuencia cada autor o
investigador construye el objeto de estudio que más se aproxime a sus propósitos y, al ámbito de
estudio, donde centra su atención.

Hay varias definiciones de Sociología. Por supuesto, la primera fue la de Augusto Comte (1798-
1857), en tanto padre fundador de la ciencia y creador de la palabra sociología. Comte creó la
palabra sociología con la fusión de dos raíces: socius que significa sociedad y, logos, que
significa tratado, ciencia o estudio. Por lo tanto, sociología, sería la ciencia que estudia la
sociedad.

Augusto Comte (1798-1857)


Imagen por wikimedia

Con el desarrollo del pensamiento social cada disciplina tiene su propio objeto de estudio, o sea
que a la sociedad se le estudia desde diferentes ópticas en función de la complejidad del mundo
que los seres humanos construyen.

Es así como surgen las ciencias sociales que, como ya se señaló, son un conjunto de ciencias
que se encargan de estudiar la sociedad en sus múltiples facetas. Entre ellas está
la historia, economía, demografía, antropología, ciencia política, filosofía, psicología social y,
claro, la sociología.

En relación a las definiciones de la Sociología veremos como la definen los tres clásicos del
pensamiento sociológico moderno:

Cualquiera que sea la definición que se haga de la Sociología, su conceptualización dependerá,


en gran manera, de la visión que se tenga de la sociedad. A esta visión teórica se le agrega el
método con el cual se estudian los problemas sociales. Al definir el concepto de la Sociología ya
se establece una postura ideológica en torno a las corrientes del pensamiento de lo social. De
ellas hablaremos más adelante.

Padres fundadores de la Sociología

El mérito de haber introducido el concepto de Sociología le corresponde a Augusto Comte. De


ahí, su condición de padre fundador de esta ciencia.
Aunque en realidad, la obra de Comte, está muy influida por el pensamiento de Saint-Simón,
ambos colaboraron muy estrechamente para crear las bases de lo que sería una ciencia que se
dedicaría al estudio de la sociedad.

Comte fue secretario de Saint-Simón y, a veces, resulta difícil delimitar la obra de cada uno de
ellos. En sus inicios Comte pensó en llamar física social, a la nueva ciencia que se dedicaría al
estudio de la sociedad. Ese nombre de física social, probablemente, fue pensado bajo la
influencia del desarrollo que las ciencias naturales tenían en Francia principios del siglo XIX. Sin
embargo, Comte se enteró que ya había una obra con ese nombre y, por eso, construyó un
nombre para la ciencia que ya había concebido.

En esa época se consideraba que así como los cuerpos terrestres tenían una ciencia, la sociedad
debía tener también una ciencia, que a semejanza de las ciencias naturales debería explicar los
fenómenos sociales. En el libro Curso de Filosofía Política (1838), apareció impresa por primera
vez la palabra Sociología, para referirse a esa ciencia que estudia la sociedad.

Carlos Marx es otro teórico considerado también padre de la Sociología. Su obra está compuesta
de un cuerpo teórico y conceptual que hace una radiografía de las relaciones entre los
fenómenos, explicando el carácter progresivo de la sociedad y la inevitabilidad del advenimiento
de una nueva sociedad. Fue un crítico de la sociedad capitalista y constructor de un proyecto
para una sociedad más justa, a la que él denominó socialista.
Marx es el creador de la teoría del conflicto, donde su esfuerzo -entre otros- está en demostrar
que la historia de la humanidad no ha sido más que la historia de la lucha entre las dos clases
fundamentales del sistema capitalista.
En la tradición marxista se habla del materialismo histórico para referirse a la ciencia que
estudia los problemas de la sociedad a partir de la historia, de tal manera que cuando se habla
de la sociología del conflicto, estamos hablando de la sociología marxista. Marx,
consideraba que el mundo de las ideas que los seres humanos tienen no es más que el reflejo
dialéctico de la realidad material en que se vive. Sostenía que no son, la filosofía o la religión,
las que explican la realidad, por el contrario, la visión del mundo se explica por la forma como
las personas producen lo que necesitan para vivir, es decir, en qué condiciones y bajo qué
relaciones viven. En efecto, no piensa lo mismo una persona que reside en una colonia
marginada de Tegucigalpa o San Pedro Sula, que una persona que habita en una colonia
residencial donde sus necesidades vitales, en lo fundamental, están resueltas.

Clásicos del pensamiento sociológico

Ciertamente ya hemos hablado un poco de los clásicos del pensamiento sociológico moderno.
Pero es necesario precisar otros aspectos de cada uno de ellos. De entrada, recalcar por qué es
que se les denomina clásicos. Es, muy sencillo, porque su pensamiento no pierde vigencia,
sigue teniendo vigencia. O sea, que es actual a pesar del paso del tiempo. También porque
construyeron teorías y conceptos que son más que necesarios para el estudio de los fenómenos
sociales, obviamente, desde la perspectiva de cada uno de ellos.
Emilio Durkheim (francés), Carlos Marx (alemán) y Max Weber (alemán), son considerados
los clásicos del pensamiento sociológico moderno. Sus aportes tienen significado en la
explicación de los problemas sociales desde el punto de vista teórico, metodológico y
conceptual.
Son de referencia obligada en las ciencias sociales y, particularmente, para la sociología.

• Emilio Durkheim (1858-1917). Se le considera el heredero de la tradición


conservadora que había fijado la Sociología a partir de Augusto Comte. Para Durkheim
los desordenes sociales de la moderna sociedad capitalista impedían la cohesión social.
Por eso estudió la base de la estabilidad social, es decir, los valores compartidos por la
sociedad como la moralidad y la religión.

Le sugerimos entrar al siguiente enlace para que puedan ver el video llamado “Emile
Durkheim: El Hecho Social-Filosofía-Educatina”. Para ver el video haga clic al
nombre del mismo.

• Para este pensador el objeto de la Sociología deberían ser los hechos sociales y, la
metodología que propuso fue estudiar esos hechos sociales como si fueran cosas. En
una de sus más obras más importantes, “El Suicidio” (1896), Durkheim llegó a
establecer que la integración o la desintegración social explican el comportamiento social
con respecto al suicidio. Un aporte significativo de esta obra de Durkheim fue el haber
demostrado que en el suicidio hay condicionantes sociales y, que las personas no solo
se suicidan por amor, que pueden haber causas vinculadas a lo social, a lo cultural y,
por supuesto, a lo económico. Mostró también cuales son los grupos sociales más
proclives al suicidio. Su argumento principal es que la naturaleza y los cambios de los
hechos sociales explican las diferencias sociales entre las tasas de suicidio. Decía que
a mayor integración social menos suicidios y, por el contrario, cuando hay menos
integración hay más propensión para que las personas, mujeres y hombres, opten por el
suicidio. En momentos de guerra y depresión económica, por ejemplo, se creaba una
situación depresiva, que a su vez, generaba condiciones para una mayor tasa de
suicidios.

Como quiera que sea, aquí lo importante es la búsqueda de una teoría que explicara el
comportamiento humano, sin desconocer que una teoría puede ser válida para una
época o, para una sociedad en particular. Advirtiendo que hay también teorías que
explican el funcionamiento de la sociedad en su conjunto.
Carlos Marx (1818-1883) Para Marx el modo en que se organizan las relaciones sociales de
producción que se establecen entre las personas, es lo que denomina como estructura de
una sociedad. La estructura es, por tanto, la base económica de cada sociedad (comunal,
esclavista, feudal, capitalista, socialista), y, comprende tres niveles:

1. Condiciones de producción (clima y riqueza natural de una sociedad).

2. Fuerzas de producción (grado de desarrollo tecnológico de la sociedad).

3. Relaciones de producción (determinada por la posesión de los medios de producción y


división del trabajo en una sociedad).

Sobre esta estructura y condicionada por ella, se levanta la llamada superestructura de la


sociedad, que es la forma jurídico-política de cada sociedad (refleja su ideología) y depende
siempre de la base estructural económica, manteniendo con ella una relación dialéctica.
Marx es considerado el más controversial de los clásicos. Su preocupación fundamental fue el
estudio del capitalismo y su impacto en la vida de las personas. Fue justo a partir de sus análisis
que elaboró su propuesta política y, por eso, ha tenido muchos seguidores pero, también,
muchos detractores.
Le sugerimos ver el siguiente video nombrado “La Aventura del Pensamiento-Karl
Marx”. Para poder verlo haga clic al nombre del mismo.

Marx creo la teoría llamada materialismo histórico y, su propio método, que era
el materialismo dialéctico. Nuestra forma de pensar y de gobernarnos está influida por el
desarrollo de las fuerzas productivas, por el modo de producción (el capitalismo en nuestro
caso), puesto que los hombres para hacer política, además de pensar, tienen que comer.

Max Weber (1864-1920).

Weber se esforzó por comprender las interrelaciones de todos los factores que influyen en la
construcción de una estructura social pero más basada en lo que él llamó la acción social.

Weber reivindicó la importancia de los elementos culturales y las mentalidades colectivas en la


evolución histórica, rechazando la exclusiva determinación económica defendida por Marx. Al
igual que otros sociólogos se esforzó por estudiar la naturaleza y causas de los cambios sociales.

Le sugerimos entrar al siguiente video nombrado: “Max Weber: la sociología


comprensiva-Sociología-Educatina”. Para verlo haga clic al nombre del mismo.

• En una de sus obras más reconocidas, La Ética Protestante y el Espíritu del


Capitalismo, Weber plantea que los valores religiosos, sobre todo los asociados al
protestantismo, jugaron un papel importante en el surgimiento, desarrollo y consolidación
del capitalismo.
A ninguno de los tres, ni a Durkheim, ni a Marx, ni a Weber, podemos encasillar como sociólogos.
Todos escribieron sobre diversos temas: economía, política, historia, filosofía, entre otros. Su
obra es muy amplia y es fuente obligada para todo cientista social y, sociólogo, en particular.

Para profundizar y finalizar el presente tema se le invita leer la siguiente lectura complementaria
nombrada “La Sociología Clásica: Durkheim y Weber. Estudio preliminar y
selección de textos” del autor Juan Carlos Portantiero. Para leer la misma haga clic sobre el
nombre de la misma. para enlazarlo al título “La Sociología Clásica: Durkheim y Weber. Estudio
preliminar y selección de textos”

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