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Conferencias Mundiales de Promoción de la Salud - OMS 1986 - 2016[editar]

Si bien el término Promoción de la salud fue definido por Leavell & Clark (1976) dentro de las acciones primarias de
la medicina preventiva. Dos años después, la Declaración de Alma-Ata (OMS, 1978), encuadra a la PS como una
actividad dentro de la Atención Primaria de Salud (APS).
En 1986, la Primera Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud da lugar a la “Carta de Ottawa”, en la que
se afirma: La promoción de la salud consiste en proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su
salud y ejercer un mayor control sobre la misma. 2 Posteriormente la declaración de Adelaida (1988) hace hincapié en
la necesidad de establecer políticas públicas favorables a la salud y se pone de relieve la necesidad de evaluar las
repercusiones de las decisiones políticas en la salud. Años más tarde, la Conferencia de Sundswall (1991) resalta la
necesidad de que el ambiente físico, el ambiente socioeconómico y el ambiente político apoye a la salud.
En la Conferencia de Yakarta (OMS, 1997), se examinó la repercusión internacional de la Carta de Ottawa. Los
resultados expresados en la Declaración sobre la Adaptación de la Promoción de la Salud al Siglo XXI, identificaron
cinco prioridades en promoción de la salud:

1. Promover la responsabilidad social por la salud.


2. Aumentar las inversiones en el desarrollo de la salud.
3. Consolidar y ampliar las alianzas estratégicas a favor de la salud.
4. Ampliar la capacidad de las comunidades y empoderar al individuo.
5. Consolidar la infraestructura necesaria para la promoción de la salud.
En los albores de nuestro siglo, en la Declaración de México (OMS, 2000) se estableció un compromiso para
posicionar a la promoción de la salud como una estrategia fundamental en la agenda política y de desarrollo de los
países. Este compromiso se reafirmó en la Carta de Bangkok (2005) donde se establecen las medidas y compromisos
necesarios para abordar los factores determinantes de la salud en un mundo globalizado. En el documento dónde la
OMS aborda el tema de los determinantes potencialmente modificables, tanto los que dependen de las acciones de
los sujetos particulares, como aquellos que son responsabilidad de algún tipo de colectivo o del estado, refuerza la
importancia de combinarlos para ejercer un claro impacto sobre la salud.
Luego, la 7ª Conferencia Mundial de Promoción de la Salud, celebrada en Nairobi establece más de 70 acciones
encaminadas a subsanar las deficiencias en la promoción de la salud (OMS, 2009). La Conferencia Mundial de
Promoción de la Salud celebrada Helsinki
(OMS, 2013), se centró en el enfoque Salud en Todas las Políticas (STP). Se considera que la salud viene determinada
en gran medida por factores externos al ámbito sanitario, en consecuencia, una política sanitaria eficaz debe atender
a todos los ámbitos políticos,
especialmente las políticas sociales, las fiscales, aquellas relacionadas con el medio ambiente, con la educación y la
investigación. En este sentido hace un llamado a los gobiernos para incorporar la salud y la equidad en salud en sus
agendas y avanzar estructuras, recursos y capacidad institucional de apoyo a la estrategia STP.
La Declaración de Shanghai sobre la Promoción de la Salud, es el resultado de la última conferencia mundial de
promoción de la salud - celebrada en esa ciudad en 2016 - por la que se establecen compromisos para adoptar
políticas audaces en pro de la salud, fortaleciendo los vínculos entre la salud y el bienestar y la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Principios básicos para la promoción de la salud generaL


La Organización Mundial de la Salud ha elaborado principios generales sobre promoción de la salud:

 Asegurar que el ambiente que está más allá del control de los individuos sea favorable a la salud.
 Combinar métodos o planteamientos diversos pero complementarios, incluyendo comunicación, educación,
legislación, medidas fiscales, cambio organizativo y desarrollo comunitario.
 Aspirar a la participación efectiva de la población, favoreciendo la autoayuda y animando a las personas a
encontrar su manera de promocionar la salud de sus comunidades.

Áreas de acción establecidas en la Carta de Ottawa[


 Construir políticas públicas saludables. La salud debe formar parte de la agenda política de los gobiernos. Los
sectores involucrados en la generación de políticas deben estar conscientes de las implicaciones de sus
decisiones sobre la salud. Para ello el activismo social es crucial.

 Crear ambientes que favorezcan la salud. Los medios ambientes físicos y sociales influyen en la salud. Pueden
influir directamente - como cuando hay químicos nocivos en el ambiente - o bien indirectamente, como cuando
promueven ciertos hábitos de alimentación. Un ejemplo es el concepto de ambiente obesigénico.

 Reforzar la acción comunitaria. La participación activa de la comunidad se puede dar en la definición de


prioridades, de programas de acción, la toma de decisiones y la ejecución de los programas de promoción de la
salud. Sin esta acción comunitaria, se puede caer en programas asistencialistas, que no constituyen real
promoción de la salud.

 Desarrollar habilidades personales. Mediante el aprendizaje, el desarrollo de aptitudes y conductas en la


población, también se puede realizar promoción de la salud. Estas actividades se pueden realizar a través de
ciertos canales, como las escuelas, los lugares de trabajo y la familia.

 Reorientar los servicios de salud. Se debe poner énfasis en la atención médica preventiva y promotora en lugar
de la atención médica curativa. Esto se puede ver en los presupuestos, en la distribución del personal y en otros
indicadores. Es necesario que los servicios y los sistemas de salud se reorienten hacia atención promotora de la
salud y a la atención primaria.

Declaración de Yakarta[editar]
La Declaración de Yakarta sobre la manera de guiar la promoción de la salud hacia el siglo XXI, de 1997, confirma
que estas estrategias y áreas de acción son esenciales para todos los países. Además, existe una evidencia clara de
que:3

 Los enfoques globales para el desarrollo de la salud son los más eficaces. Los que utilizan combinaciones de
estas cinco estrategias son más eficaces que los enfoques de una sola vía.
 Los escenarios para la salud ofrecen oportunidades prácticas para la aplicación de estrategias globales.
 La participación es esencial para sostener los esfuerzos. Las personas tienen que ser el centro de la acción de
la promoción de la salud y de los procesos de toma de decisiones para que estos sean eficaces.
 La alfabetización sanitaria/aprendizaje sanitario fomenta la participación. El acceso a la educación y a la
información es esencial para conseguir una participación efectiva, al igual que el empoderamiento de las
personas y las comunidades.
La Declaración de Yakarta identifica cinco prioridades de cara a la promoción de la salud en el siglo XXI:

 Promover la responsabilidad social para la salud


 Incrementar las inversiones para el desarrollo de la salud
 Expandir la colaboración para la promoción de la salud
 Incrementar la capacidad de la comunidad y el empoderamiento de los individuos
 Garantizar una infraestructura para la promoción de la salud.

Educación para la salud[editar]


Como ya se mencionó, la promoción de la salud no solo abarca al ámbito de la salud, sino también al de la
investigación, educación, gobierno y otros sectores sociales, porque las acciones que se llevan a cabo son sociales,
económicas, políticas y psicosociales., 4 Por consiguiente, la educación para la salud es parte de la Promoción de la
Salud. 5
El significado de esta expresión está ligado a las concepciones de salud y educación que imperan en cada época y
es resultado de las ideologías así como de las necesidades sociales.
Para Perea educación para la salud "es un proceso de educación permanente que se inicia en los primeros años de
la infancia, orientado hacia el conocimiento de sí mismo en todas sus dimensiones tanto individuales como sociales,
y también del ambiente que le rodea en su doble dimensión, ecológica y social, con objeto de poder tener una vida
sana y participar en la salud colectiva."6
Salleras7 explica que la educación sanitaria tiene como objetivos que la salud sea un patrimonio de la colectividad,
modificar conductas negativas, promover conductas positivas, promover cambios ambientales, así como capacitar a
las personas para que participen en la toma de decisiones sobre salud en su comunidad.
Álvarez explica que "la educación para la salud tiene como objetivo, transmitir conocimientos que motiven y potencien
el saber y el saber hacer, así como el desarrollo de conductas encaminadas a la conservación de la salud del individuo,
la familia y la comunidad, para lograr estilos de vida saludables. Debe ocuparse de que las personas conozcan,
analicen las causas sociales, económicas y ambientales, que influyen negativamente en la salud; de desarrollar
habilidades que lleven a una situación en la que las personas: deseen vivir sanas, sepan cómo alcanzar la salud,
hagan lo que sea, individual y colectivamente, para mantener la salud, y busquen ayuda cuando lo necesiten." 4

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